Introducción
Capítulo 1: Introducción
Conocer las dificultades a las que se han tenido que enfrentar, primero las familias de
estos alumnos y más adelante educadores y ciudadanos concienciados, nos permite
acercarnos a los obstáculos, falsas creencias y reticencias respecto a la
educación de estas personas; que aún hoy, desgraciadamente, algunas de ellas
siguen vigentes en nuestra sociedad.
Sin embargo, entender este panorama nos ayuda a derribarlo con mayor seguridad y
aclarar, como mínimo, hacia dónde no queremos llegar.
Personas con dificultades en su aprendizaje han existido desde el inicio de los tiempos.
Ante el desconocimiento e incomprensión se generaban reacciones de asombro,
temor, ignorancia, diversión, rechazo… Respuestas acordes a una sociedad que
no contaba con los recursos suficientes para afrontar estas dificultades.
escasas dificultades, comienza lo que hoy en día conocemos como Educación Especial y
que entonces se trabaja desde una perspectiva médica-patológica y no tanto
pedagógica, que es a lo que progresivamente va a ir encaminándose.
Pero a esta perspectiva médica tenemos mucho que agradecer, pues es el primer gremio
que decide ocuparse y preocuparse de las investigaciones científicas y van a
permitir:
Se puede decir que, a partir de los años 60-70, la sociedad se compromete con
la Educación Especial. La mentalidad de todos ha cambiado, el ser humano ha
necesitado varios siglos para comprender que la diversidad nos enriquece a todos
los niveles: cultural, emocional, comportamental, socialmente…
De esta manera, la comunidad educativa debe contar con dos valores fundamentales:
paciencia y entereza, la primera para entender que los obstáculos y limitaciones con
las que se enfrenta la Educación Especial no son sencillos de derribar, y la segunda para
continuar el esfuerzo hacia la adopción de un currículum que posibilite el
aprendizaje de todos y cada uno de los alumnos.
Pero hay algo más, el resto de los contextos a los que el centro educativo debe
atender, tienen la obligación de ofrecer una respuesta cooperativa, de
participación e intervención. Nos estamos refiriendo a las familias, las
instituciones y organismos, otros centros educativos, la Administración…
Por tanto, la respuesta educativa debe ofrecerse desde varios frentes para lograr la
eficacia y operatividad que se desea. Y si la atención educativa general debe realizar
verdaderos esfuerzos para lograr éxito, más aún cuando se atiende a alumnos con
alguna dificultad, es entonces cuando el empeño de todos debe
incrementarse.
Esta visión se aleja de la que solicitaba al alumno un verdadero esfuerzo para adaptarse
al contexto escolar colectivo; por el contrario, se acerca a una reestructuración del
sistema, en el que la escuela, el docente, las familias, la sociedad… deben ofrecer
una educación que cubra las necesidades de todos, bajo un clima de armonía y
entendimiento.
Alguno de estos y otros factores son los que se observan en la mayoría de nuestras aulas
educativas; sin embargo, existen centros en los que la Educación Inclusiva empieza a
convertirse en una realidad. Debe servirnos como ejemplo de que no estamos hablando
solo de una utopía, sino que se trata de una posibilidad, un desafío por el que sin duda
merece la pena luchar.