Los agentes que matan microbios son denominados microbicidas (cida= “matar”) o más
comúnmente denominados “germicidas”. Si el agente específicamente destruye bacterias,
es llamado bactericida; si mata hongos es denominado fungicida. Tras una exposición del
objeto esterilizado al aire o a sus alrededores, éste se habrá contaminado de nuevo con
microorganismos.
Los métodos térmicos de esterilización son comúnmente los más utilizados para eliminar
los microorganismos, incluyendo las formas más resistentes como lo son las endoesporas.
Cuando una población bacteriana es tratada con químicos o con calor, usualmente éstas
mueren a una tasa constante. Por ejemplo, si suponemos que tenemos una población de 2
millones de microorganismos que han sido tratados por un minuto, y 90 % de la población
ha muerto. Ahora nos quedan con 200,000 microorganismos. Si la población es tratada por
otro minuto, 90 % del remanente de la población será exterminada, resultando en 20,000
mocroorganismos. Si la curva de mortandad es trazada logarítmicamente, la tasa de muerte
es constante.