Organización Mundial de la Salud (OMS) “la contaminación atmosférica
urbana aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas, como el cáncer del pulmón y las enfermedades cardiovasculares”. La contaminación atmosférica afecta de distintas maneras a corto y a largo plazo, y los efectos son más susceptibles en grupos como los niños, los ancianos o las personas que ya están afectadas por alguna enfermedad previa. Cada vez son más los estudios que demuestran que la contaminación puede tener múltiples efectos sobre la salud.
Un reciente estudio de Vall d'Hebrón en Barcelona ha confirmado las
sospechas que relacionan los altos niveles de contaminación con el riesgo de sufrir infartos graves. El estudio ha demostrado que para aquellas personas que poseen factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, la contaminación puede aumentar el riesgo de infartos y los casos de fibrilación ventricular. La exposición a corto y a largo plazo produce efectos sobre la salud. Por ejemplo, las personas aquejadas de asma afrontan un riesgo mayor de sufrir una crisis asmática los días en que las concentraciones de ozono a nivel del suelo son más elevadas, mientras que las personas expuestas durante varios años a concentraciones elevadas de material particulado (MP) tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares
La exposición a corto y a largo plazo produce efectos sobre la salud. Por
ejemplo, las personas aquejadas de asma afrontan un riesgo mayor de sufrir una crisis asmática los días en que las concentraciones de ozono a nivel del suelo son más elevadas, mientras que las personas expuestas durante varios años a concentraciones elevadas de material particulado (MP) tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculare Aunque los riesgos de la contaminación para la salud son elevados y los datos algo alarmantes, también hay espacio para el optimismo. Cada vez son más los ciudadanos e instituciones involucrados en mejorar esta situación y en los últimos años se está trabajando duramente para aportar ideas sostenibles en las ciudades. Conseguir el mejor mundo posible es compromiso de todos y las diferentes iniciativas ecológicas se dirigen firmemente hacia ese propósito. Los diferentes gobiernos y organismos involucrados son responsables de tomar medidas al respecto, y en este sentido la Directiva 2008/50/CE y el Real Decreto 102/2011 dispone la obligación de realizar dos tipos de planes: Planes de Mejora de la Calidad del Aire yPlanes de Acción. Los primeros incluyen medidas continuadas a largo plazo y los segundos recurren a acciones puntuales (sirva como ejemplo de esto último las recientes restricciones de tráfico en Madrid según el número de matrícula). También es función de las instituciones informar al ciudadano y proponerle acciones para que se involucre en el respeto al medioambiente. Ecologistas en Acción sugiere estas vías de actuación para reducir la contaminación del aire: La reducción del tráfico motorizado en las áreas metropolitanas, disminuyendo la necesidad de movilidad con un urbanismo de proximidad y potenciando en las ciudades el transporte público (en especial el eléctrico) y los medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal. La reconversión ecológica del transporte interurbano desde la carretera a un ferrocarril convencional mejorado y socialmente accesible. El ahorro y la eficiencia energética. La recuperación de los estímulos para la generación eléctrica renovable, en sustitución de las centrales termoeléctricas a partir de combustibles fósiles. La adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales disponibles para la reducción de la contaminación.