¿QUE DICE LA BIBLIA?

La fe cristiana no se desentiende de los problemas que padecen la naturaleza y millones de

personas en el planeta. Al contrario. El libro del Génesis relata de forma poética la creación del
universo y de los seres que habitan en él. Este relato no transmite conocimientos científicos, sino un
mensaje religioso. Vamos a recordarlo

EI mensaje de la Biblia sobre la creación

Dios comparte su vida y su amor.

 Dios preparó un paraíso para poder

vivir en paz y armonía con la
naturaleza.

El mensaje de la Biblia es este: Dios

comparte su creación, su vida y su
amor con todos los seres humanos. Y
Dios lo hizo todo bien y bueno.

Un mundo lleno de vida y belleza. Al

principio, solo con su palabra. Dios creó la luz, el día y la noche, los astros y las aguas. Llenó la
Tierra de vegetación, brotaron las
plantas y los árboles, las frutas y las
flores.

 También dio vida a pájaros,

peces y animales de todas
las especies. Y, para coronar
su obra creadora, Dios hizo
lo más importante: crear un
ser con capacidad para gozar
de su amistad, disfrutar de la
creación y ocuparse de
cuidarla. Dios puso la creación en manos del ser humano para que viviera feliz en esa y la cuidara.

A imagen y semejanza de Dios

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Y Dios creó al hombre y a la mujer. A ambos los creó a su imagen y semejanza y tes dio la
capacidad de razonar, de amarse, de transmitir la vida y de ser libres y responsables. Y les dijo:

"Les entrego todas las plantas que existen sobre la tierra y tienen semilla para sembrar: y todos los
árboles que producen fruto con semilla dentro les servirán de alimento; y a todos los animales del
campo, a las aves del cielo y a todos los seres vivos que se mueven por la tierra les doy como
aumento toda clase de hierba verde". (Gn 1.29-30)

 Dios nos creó a su imagen y semejanza hijos suyos y hermanos unos de otros.

Como hijos de Dios y

hermanos

Dios quiso que todos los

hombres y mujeres vivieran en
amistad con él y, de esta
manera, fueran completamente
felices. Y para ello, los hizo
hijos suyos y hermanos unos
de otros.

Dios vio todo lo que había hecho y era muy bueno.

EL CUIDADO DE LA CREACIÓN.

El cuidado de la creación es uno de los aspectos más descuidados por los cristianos de
hoy en día.

El respeto por el medio ambiente es otra manifestación de nuestro amor hacia Dios y hacia el
prójimo, se honra a Dios cuidando lo que Él ha creado y se respeta al prójimo al no destruir el
patrimonio ambiental común.

La Biblia nos dice que Dios en el momento

de la creación definió 3 relaciones
fundamentales, la primera es la del ser

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humano con Dios, ya que estamos hechos a su imagen y semejanza (Génesis 1,26), la segunda es
entre nosotros, ya que la raza humana fue plural desde el principio (Génesis 1,27), y la tercera,
nuestra relación con nuestra buena tierra y sus criaturas, sobre las cuales nos dio dominio (Génesis
1,28-30).

CUIDAR LA
CREACIÓN

Estas 3 relaciones quedaron dañadas después e la caída del hombre en rebeldía contra el Señor,
por lo tanto es coherente que el plan de restauración diseñado por Dios abarque, no sólo nuestra
relación con Él y entre nosotros sino también la de las personas con la creación.

La fe cristiana es esperanza, creemos en Dios y en sus promesas, entre ellas está la promesa de
que los Hijos de Dios, en la vida eterna, viviremos en una creación renovada y restaurada.

Pero esta esperanza del futuro perfecto que nos espera al final de los tiempos muchas veces es
utilizada por falsos discípulos de Cristo para justificar el: descuido /maltrato /subyugación /ultraje
/destrucción de la gloriosa y presente creación de Dios.

Esto me hace pensar ¿Tenemos los cristianos de hoy en día algo distintivo para aportar al debate
ecológico?

En efecto, creemos que Dios creó la tierra y la encomendó al cuidado del hombre (Génesis 1), y que
hoy en día gime y sufre los dolores de parto de la nueva creación (Romanos 8,18-23) y que en el fin
de los tiempos esta compartirá un futuro glorioso junto a los Hijos de Dios.

Estas 2 doctrinas, relativas al principio y al fin de la

historia, la creación y la consumación final, tienen
profundas consecuencias en nuestro pensamiento,
nos hacen respetuosos de la tierra, de toda creación
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material en fin, ya que son el escenario de la historia que Dios ha creado y que recreará.

Podemos como cristianos aprender a pensar y a actuar con sentido ecológico en todo ámbito de
nuestra vida, arrepentirnos del derroche, la polución y la destrucción desenfrenada, debemos ser
motivados al servicio desinteresado que alguna vez distinguió a la cristianismo, debemos ser
pioneros en el cuidado de la humanidad y el medio ambiente, debemos mostrar de donde provienen
el poder y la perspectiva para dicha contribución, tenemos la responsabilidad cristiana de dar el
ejemplo y reanimar el corazón de la ética del evangelio.

¿La segunda venida de Cristo no es excusa para descuidar la

creación?

Hace 2000 años que entre los cristianos hay profetas que dicen: "Cristo viene en unos pocos años",
sin embargo, aunque esto fuere cierto, ¿No nos debería encontrar Él predicando de su gloria y
cuidando de su creación?

¿Cuál debería ser nuestra actitud para con el medio ambiente?

Hay 2 declaraciones bíblicas fundamentales a tener en cuenta, "Del Señor es la Tierra " (Salmo 24,1), y
"A la humanidad el Señor le ha dado la Tierra" (Salmo 115,16)

A primera impresión parecería que se contradicen, pero no es así, sino que son complementarias.

La Tierra le pertenece a Dios porque Él la creó, y nos pertenece a nosotros porque nos la delegó.
Esto no significa que nos la haya entregado renunciado a sus derechos sobre ella, sino que nos dio
la responsabilidad de preservar y desarrollar la tierra, de cuidarla en su nombre.

Entonces ahora si, ¿Cuál debería ser nuestra actitud para con el medio ambiente?

Como en todo ámbito de nuestra vida, es importante ser equilibrado y no caer en los extremos.

Un extremo podría ser deificar a la naturaleza, este el error en el que caen los panteístas, que
piensan que la creación es Dios, o los animistas, que ven espíritus por todos lados en el mundo
natural, o los de la Nueva Era, que atribuyen a la naturaleza mecanismos de autorregulación y auto
perpetuación. Todas estas aproximaciones son un insulto a Dios. Es evidente que si todos las
personas pensarían que, por ejemplo, un árbol, un escarabajo o una vaca es Dios los tratarían con
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más cuidado, mmmmmmmm.. , pero la verdad es que esto no es cierto, debemos respetar a la
naturaleza porque Dios la hizo y no porque ella misma sea Dios.

Si bien Dios comisionó a la raza humana para que "Tenga dominio" sobre la Tierra y la "Sometiera"
(Génesis 1:26-28) sería absurdo pensar que el creador de todo nos hubiera entregado la Tierra para
que las destruyéramos. En absoluto, Dios nos ha entregado el medio ambiente para ejercer una
mayordomía responsable y no una dominación destructiva.

Cuidar la
tierra

La posición verdadera y equilibrada describe a la correcta relación

entre los seres humanos y la naturaleza. Nosotros mismos somos
parte de la creación de Dios, tan dependientes del Creador como
todas las demás criaturas, comisionados a alabarle igualmente
que los cielos, las montañas, los mares y los demás seres vivos
(Salmo 148) y siendo todos en conjunto evidencia de su existencia
(Romanos 1,20).

A veces no nos damos cuenta de lo privilegiado que somos por el lugar que nos dio Dios en la
jerarquía del orden establecido en la creación. Si bien ocupamos un lugar único entre Dios y es resto
de la creación, como bien lo dice el paradigma científico actual, en muchos aspectos no somos tan
diferentes al resto de las criaturas. Biológicamente somos similares a los animales, por ejemplo,
respiramos como ellos, sufrimos como ellos, comemos como ellos y nos reproducimos como ellos,
sin embargo, gozamos de un nivel levemente superior de existencia, en el cual somos diferentes a
los animales y más similares a Dios, ya que somos especialmente capaces de pensar, elegir, crear,
amar, orar y ejercer un dominio amoroso.

No hay que ignorar que el verdadero dominio es cooperativo, Dios pone su parte y el hombre pone
su parte. El hombre no puede hacer crecer una semilla, pero puede plantarla en buena tierra y
regarla. Dios sustenta los procesos de la naturaleza y nosotros nos valemos de ellos para que sean
lo más fructíferos posible.
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El hombre puede arar, regar, abonar, trillar, mecanizar la cosecha, hacer manejos de suelo, mejorar
el ganado mediante la cría selectiva, lo mismo con las semillas, sin embargo, en todas estas
actividades sólo está cooperando con las leyes de la fertilidad que Dios ha establecido.

Lo que Dios nos dio es naturaleza, lo que nosotros hacemos con ella es cultura. No sólo debemos
cuidar la naturaleza, sino también desarrollar los recursos que hay en ella para el bien común de
todos.

Cuidar el planeta

El ser humano debe cuidar con uñas y dientes a la maravillosa creación que el Señor le ha puesto
en sus manos, abandonar su estilo de vida consumista y dejar de ocasionar tantos problemas
ecológicos.
Pero hacemos caso omiso a la voz de Dios, nosotros mismos podríamos, por ejemplo, cultivar los
océanos y no habría hambre ni pobreza en el mundo, en lugar de esto arrasamos con la vida en
ellos; podríamos reciclar, pre-reciclar y reutilizar las cosas, minimizando el impacto ambiental de
nuestra existencia pero en lugar de eso nos aferramos más y más a lo descartable y producimos
más y más basura.

Todos nosotros tenemos el noble llamado de cooperar con Dios para el cumplimiento de su
propósito, transformando el orden creado para el disfrute y beneficio de todos.

Debemos poner todo nuestro esfuerzo en esto, el cuidado de la creación debe ser
expresión de nuestra adoración, ya que en la manera que lo hagamos reflejaremos nuestro
amor a Dios, nuestro Creador.

Salvados por Jesús

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El hombre y la mujer convivían en paz y amistad con Dios y con los demás, con la naturaleza y con
todos los seres.
Sin embargo, hubo un momento en que esa situación cambió. El hombre y la mujer, tentados por el
diablo, quisieron ser como Dios, lo desobedecieron y rompieron su amistad con El. De esta manera
se atojaron de Dios, perdieron la paz y armonía con la naturaleza y con los demás y quedaron
sometidos al sufrimiento y a la muerte. Fue el primer pecado, llamado pecado original. Desde
entonces, los hombres y mujeres nacemos con la herida de este pecado. Pero Dios no nos
abandona. Al contrario, envió al mundo a su Hijo Jesús, el cual nos ha salvado del pecado y ha
recuperado la amistad con Dios para toda la humanidad.

Dios todo lo hace bien: nos acoge como a hijos, nos ama y nos salva.

 El pecado es como un muro que se interpone entre Dios y la

humanidad.

 Dios nos acoge como a fijos suyos para que seamos felices con Él ahora y para
siempre.

Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, nos ha dotado de razón y libertad y nos ha
capacitado para amar y vivir en paz con la naturaleza y con los demás.

¿QUÉ HACEMOS LOS CRISTIANOS?

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Los cristianos creemos en el mensaje que transmite la Biblia sobre el origen del ser humano y lo que
significa ser persona. Todo lo hizo Dios por amor a la humanidad. Las siguientes palabras de Jesús,
nos hacen caer en la cuenta de que todas y cada una de las personas somos amadas por Dios.
Dios cuida de nosotros (Mt 6,26-33)

Comenta las palabras anteriores de Jesús y, contesta las siguientes preguntas en tu cuaderno:

• ¿Qué hace Dios por las aves y las flores?

• ¿Por qué las personas valemos más que las aves y las flores?
• ¿Qué ha hecho Dios y sigue haciendo por todas las personas?

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su

El texto de al lado destaca hasta donde llegó el amor de Hijo único, para que todo el que crea en Él
Dios a las personas. (Contesta en tu cuaderno) no perezca, sino que tenga vida eterna.
Dios no envió a su Hijo al mundo para
condenarlo, sino para salvarlo por medio
8 de Él. (Jn 3,16-17)
• ¿A qué acción de Dios se refiere el texto?
• ¿Cuál es el resultado de esa acción amorosa de Dios?

Dios nos cuida, nos quiere como a hijos y nos ha salvado por medio de Jesús.

Los hombres y las mujeres somos, por igual, los seres más importantes para Dios. El mensaje
cristiano deja claro el porqué. El siguiente texto resume lo que afirma la fe cristiana sobre la
condición humana, es decir, qué es lo que nos caracteriza como personas y nos distingue de) resto
de los seres vivos.

Qué somos las personas

Dios nos ha creado a los hombres y

mujeres para compartir con
nosotros su vida y su amor. Primero
nos preparó un lugar donde vivir,
con noche y día, con agua y
alimentos.

Después nos dio la vida, nos creó

hombre o mujer, a su imagen y
semejanza, y nos hizo libres y
responsables, guales y solidarios, con capacidad para razonar, amar y transmitir la vida.

Pero las personas no hemos respondido a ese amor y Dios mismo se pone en nuestro lugar para
redimirnos del pecado y nos hace hijos por el bautismo, y nos quiere y cuida día a día como un
padre y una madre cuidan a sus hijos. Además, Dios cuenta con nosotros para que colaboremos en
el cuidado y mejora del mundo que nos ha regalado a todos por igual y para que hagamos posible
convivir unos con otros como verdaderos hermanos.

Todos somos personas por igual, sea cual sea nuestra edad, etnia, sexo o nacionalidad.

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Por eso llamamos a Dios "padre y madre" a la vez y "hermano o hermana" a todo hombre y mujer.

Busca en la sopa de letras ocho palabras

que sugieren otras tantas características
que tenemos las personas. Después
adaptólas para completar con ellas estos
textos:

- Todas las personas han sido ___________ y _____________ por Dios.

- Toda persona es capaz de____________ , de ser____________ y_________________

- Propio de personas es ____________ el mundo y vivir como ______________de Dios y ________

de todos.

Para un cristiano, ser persona empieza por reconocer lo que Dios ha hecho en nosotros y ser
coherentes con ello.

 Dios ha creado el mundo y nos lo ha regalado para vivir en él, cuidarlo y mejorarlo.

 Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, nos ha dotado de razón y libertad y nos ha
capacitado para amar y vivir en paz con la naturaleza y con los demás.

 Dios nos cuida y nos quiere como a hijos y nos ha salvado por medio de Jesús.

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  Ser persona es reconocer lo que Dios ha hecho en nosotros y ser coherentes con ello.

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