Justificación
Tiene como propósito principal proteger y amparar al heredero, pero al lograr ese
fin, también protege y ampara a los acreedores y legatarios de la herencia, en efecto,
de no existir el beneficio de inventario cada vez que el pasivo de la herencia exceda del
correspondiente activo o que la situación neta del patrimonio hereditario parezca
dudosa, la persona llamada para la sucesión en la generalidad de los casos optará por
repudiarla a fin de evitarse el riesgo de tener que responder con sus bienes propios,
deudas y cargas de la herencia, ahora bien tal comportamiento no solo representa
desventaja para los acreedores de la herencia, sino que empeora su precaria situación,
puesto que el caso tendría en definitiva que ser resuelto.
La ley admite que el heredero puede pedir que se le admita el beneficio del
inventario, no obstante prohibición del testador (Art.1.024 C.C.V), porque no es licito
gravar ni aumentar las responsabilidades que éste contrae con la aceptación, por tanto,
una disposición testamentaria de esta naturaleza se considera contraria a la ley.
La segunda, se refiere a las personas que sólo pueden aceptar bajo beneficio
de inventario, y entonces, aunque sus representantes acepten de manera pura y simple
aquellas personas no pierden el derecho de alegar los beneficios de la aceptación bajo
beneficio de inventario, la razón de ello es que estos sujetos no actúan por sí, sino a
través de su representante, por tanto, aunque haya habido aceptación pura y simple
respecto de ellos, la aceptación se considera hecha bajo beneficio de inventario pero
deben manifestarlo dentro del plazo de un año a partir de haber recobrado su capacidad.
Teniendo esto por objeto asegurar que los acreedores y legatarios sepan el
carácter y responsabilidad del heredero si acepta, los interesados presentes suscribirán
el inventario y en caso de no saber hacerlo o no poder hacerlo, no habrá necesidad de
que un tercero firme por ellos, pero se hará constar la mencionada circunstancia.