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BORISGROYS

La posdata comunista

Traducción de Griselda Mársico


ÍNDICE

9 Introducción

15 1. La verbalización de la sociedad

33 2. La paradoja en el poder

57 3. El comunismo visto desde afuera

73 4. El gobierno de los filósofos: la administración


de la metanoia

cruce casa editora


Buenos Aires

TÍTULO ORIGINAL: Das kommunistische Postskriptum


© Boris Groys
© Suhrkamp Verlag Frankfurt am Main 2006
© 2015 cruce casa editora

©TRADUCCIÓN: Griselda Mársico

©IMAGEN: Andrei Monastyrski y Kollektivnye Deistvia


MAQUETACIÓN Y DISEÑO: cruce casa editora

Primera Edición- ABRIL 2015


IMPRESO EN ARGENTINA

1. filosofía Política. :z. Lingüística.


l. Mársico, Griselda, rrad. ll. Titulo. CDD 320.1

ISBN 978-987-45637-1-2
Introducción

El tema de este libro es el comunismo. El modo de hablar so-


bre el comunismo depende de lo que se entienda por comu-
nismo. En lo que sigue entiendo por comunismo el proyecto
de suborE_Lnar la economía a la política Qaia dejar ~U~IlQ::
lítica actúe co~ lQ:>.e_!!_~d }'~~!!mamía. El medio en el que fun-
ciona la economía es el dinero. La economía opera con cifras.
El medio en el que funciona la política es la lengua La ,R.olfu-
ca opera con palabras: con argumentos, programas y resolu-
ciones, pero también con órdenes, prohibiciones, decisiones
y disposiciones. La revolución comunista es la transferencia
de la sociedad desde el medio del dinero al medio del len-
~;-~;-;·u~guistic Tüm_é_il_ét plano dela pn1Xis"7~¡
·¡;c;que n"O.alcañza coñ-éié1i~ir al ser humano como hablante,
como lo hace en general la filosofía moderna, sin perjuicio
de todas las sutilezas y diferencias que distinguen a las di-
versas posiciones filosóficas. Mientras viva bajo las condicio-
nes de la economía capitalista, el ser humano necesariamen-
te permanecerá mudo porque su destino no le habla; porque
si el humano no es interpelado por su destino, tampoco pue-
de responderle. El acontecer económico es anónimo y no se
puede expresar con palabras. Por eso no podemos discutir terpretar el mundo, sino transformarlo: para que la sociedad
con él, no podemos hacer que cambie de opinión, convencer- sea criticable primero tiene que volverse comunista. Esto ex-
lo, persuadido, ponerlo de nuestro lado recurriendo a las pa- plica la preferencia instintiva por el comunismo que tiene
labras. Sólo podemos adaptar nuestro propio comportamien- cualquiera que esté dotado de conciencia crítica, porque sólo
to a ese acontecer. Contra el fracaso económico no se puede el comunismo lleva a cabo esa verbalización total del destino
argumentar, como tampoco el éxito económico necesita fun- humano que abre el espacio para una crítica total.
damentaciones discursivas adicionales. En el capitalismo, La sociedad comunista puede definirse como una socie-
la confirmación o refutación definitiva de la acción hum~­ dad en la que el poder y su crítica operan en el mismo me-
na no es verbal sino económica. NOSeia expresa con pala- di~.- p~;-1~-tanto, si ahora nos preguntamos si el régíménde
1 bras sin~- en cifras. Y así quecÍá"" abolida la lengua como tal. ~ntigua Unión Soviética puede considerarse comunista -y
Recién cuando el destino deja de ser mudo y de gober- esta pregunta parece ineludible cuando se habla hoy de co-
nar en un plano netamente económico, cuando es objeto de munismo-, a la luz de la definición dada anteriormente la
( una formulación verbal y de una decisión política desde un respuesta a esa pregunta es que sí. En términos históricos,
principio, como sucede en el comunismo, el humano se con- la Unión Soviética fue más lejos que cualquier otra sociedad
vierte realmente en un ser que existe en la lengua y a través anterior en la realización del proyecto comunista. Durante
\ de la lengua. El humano accede así a la posibilidad de argu- los años treinta quedó definitivamente eliminado todo tipo
mentar, de protestar, de agitar contra las decisiones fatales. de propiedad privada. Eso le dio a la dirigencia política la
Tales argumentos y protestas no siempre muestran su efec- posibilidad de tomar decisiones independientes de los inte-
to. A menudo se los ignora o incluso se los reprime, pero en reses económicos particulares. No es que esos intereses ha-
sí no carecen de sentido. Tiene su sentido y está justificado yan sido sofocados. Simplemente ya no existían. Todo ciu-
reaccionar ante las decisiones políticas en la lengua como dadano de la Unión Soviética trabajaba como empleado del
medio porque las propias decisiones han sido formuladas en Estado soviético, vivía en una casa que pertenecía al Estado,
la lengua como medio. Bajo las condiciones del capitalismo, compraba en los negocios estatales y viajaba sirviéndose del
en cambio, toda crítica y toda protesta necesariamente ca- transporte estatal por el territorio del Estado. ¿Qué intereses
recen de sentido; porque en el capitalismo la propia lengua económicos podía tener ese ciudadano? Solo el interés de
funciona como mercancía, es decir, es muda desde el origen. que al Estado le fuera mejor para que el ciudadano pudiera
Los discursos críticos o de protesta se reconocen como un sacar más provecho -no importa si legal o ilegalmente, me-
((
éxito si se venden bien, y como un fracaso si se venden mal. diante el trabajo o la corrupción- de ese Estado. De modo
De modo que estos discursos no se diferencian en nada de que en la Unión Soviética imperaba una identidad funda-
todas las demás mercancías, que tampoco hablan (o que sólo mental entre el interés privado y el público. La única coer-
hablan para hacer autopublicidad). ción externa era de carácter militar: la Unión Soviética te-
La crítica del capitalismo no opera en el mismo medio nía que defenderse de sus enemigos externos. No obstante,
en el que opera el propio capitalismo. Puesto que el capita- ya en los años sesenta el potencial militar del país era tan
lismo y su crítica discursiva son incompatibles en términos grande que un ataque militar exterior podía calificarse de
de medio, no pueden encontrarse jamás. Primero hay que sumamente improbable. A partir de entonces la dirigencia
transformar la sociedad, verbalizándola, para luego poder soviética no tuvo conflictos "objetivos", no tenía oposición
criticarla con sentido. De modo que se podría reformular la interna y tampoco era sometida a coerciones externas que
famosa tesis marxiana según la cual la filosofía no debe in- pudieran limitar su poder administrativo interno. De mane-

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ra que pudo permitirse que sus decisiones prácticas estuvie- De modo que la pregunta por la posibilidad del comu-
ran guiadas únicamente por su propia razón política, por sus nismo está muy vinculada con la pregunta por la posibili-
propias convicciones internas. Claro que fue su razón polí- dad de gobernar, de organizar, de administrar políticamente
tica, puesto que era la razón dialéctica, la que llevó a la diri- en la lengua y a través de la lengua. Esta pregunta central
gencia soviética a eliminar el comunismo por propia y libre se puede formular de la siguiente manera: ¿Puede la lengua
decisión. Pero esta decisión no modifica el hecho de que sea como tal -y en caso afirmativo, en qué condiciones- llegar
necesario pensar que el comunismo tuvo su realización en a ejercer una coerción suficiente para que se gobierne a la
la Unión Soviética. Al contrario: como se mostrará en lo que sociedad por medio de la lengua? [§sta es una posibilidad
sigue, fue esta decisión la que completó la realización, la ma- que suele ser directamente negada: en especial en nuestra
terialización, la encarnación del comunismo. época está muy difundida la concepción de que la lengua
En todo caso, no se puede decir que la Unión Soviética en sí es totalmente débil, totalmente impotente. Esta concep-
haya fracasado económicamente, porque el fracaso económi- ción refleja correctamente la situación de la lengua bajo las
co sólo es posible en el mercado. Pero en la Unión Soviética condiciones del capitalismo. En el capitalismo la lengua es,
no existía el mercado. De modo que no se podía constatar en efecto, impotente] Partiendo de esta noción de lengua por
"objetivamente", es decir en términos neutrales, extraideoló- lo común también se supone, y no careciendo de todo fun-
gicos, el éxito o el fracaso económico de la conducción polí- damento, que en el comunismo los aparatos de dominación
tica. En la Unión Soviética había determinadas mercancías se caracterizan por actuar detrás de la fachada de la lengua
que se producían no porque tuvieran salida en el mercado oficial y por obligar a la gente a aceptar la lengua del poder.
sino porque cuadraban con la visión ideológica del futuro Esta sospecha, en efecto, parece estar suficientemente con-
comunista. En cambio las mercancías que no se podían le- firmada por la larga historia de las represiones políticas en
gitimar ideológicamente no se producían. Esto concernía a los países comunistas.
todas las mercancías, y no solamente a los textos o imágenes Pero así queda abierta la cuestión de por qué esos apara-
de la propaganda oficial. En el comunismo soviético toda tos de represión actuaban a favor de una concepción ideo-
mercancía se convertía en u~-~~~~ia~~-g~9.~<?~~~.~~-~ lógica determinada, y no, por ejemplo, a favor de las otras
..l~E!evagt~~L~~~lLrl~ill?itª!i~I112~!~~g--~-~u~n._0~~~~­ concepciones, alternativas. Porque la lealtad de los aparatos
~vie_r.~t;!:!!..ill~r.c;g..Df.!ª, Se podía comer, vivir, vestirse como a una ideología determinada no se sobreentiende. Para que
comunista; o como no comunista, o incluso como anticomu- esos aparatos se vuelvan leales y mantengan su lealtad pri-
nista. Por eso en la Unión Soviética se podía criticar y pro- mero hay que persuadidos. De lo contrario se quedan quie-
testar contra los zapatos o los huevos o las salchichas que tos y no actúan, tal como ocurrió en el final de los Estados
se ofrecían en las tiendas de la época de la misma manera comunistas de Europa del este. Además, bajo las condicio-
que se podían criticar las. doctrinas oficiales del materialis- nes del comunismo no es posible separar limpiamente estos
mo histórico, y con los mismos conceptos. Porque esas doc- aparatos del resto de la sociedad, porque en una sociedad
trinas tenían el mismo origen que los zapatos, los huevos y compuesta exclusivamente de empleados del Estado -y
las salchichas: las correspondientes decisiones del politburó la sociedad soviética era esa clase de sociedad- la cuestión
del Comité Central del PCUS. Todo l~..cJ.I:!~~!L~!l_eLco.muni~­ de quién reprime a quién y cómo no se plantea del mismo
mo era como era porque ,alguien ha~~a_jiclJ.g g~¿e__qt;_hj,?:_ s_e:t:_ modo que en las sociedades en las que los aparatos del poder
así y no de otra maner~: Y todo lo que ha sido decidido en la están separados de la sociedad civil de manera más o menos
IeñguapÜede ta-;nbién ser objeto de una crítica verbal. limpia. Por lo tanto, si hablamos del poder estatal en los Es-

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tados comunistas no podemos olvidar que ese poder era co-
municado a través de la lengua, con órdenes y disposiciones
que podían ser obedecidas o no. Esto es algo que los dirigen-
tes de los países comunistas entendían mucho mejor que sus
adversarios. Por esa razón esos dirigentes invirtieron tanta
fuerza y energía en darle forma a la lengua de la ideología
oficial y conservarla, y cualquier desviación mínima de esa
lengua les provocaba una profunda confusión. Porque sa-
bían que aparte de la lengua en realidad no poseían nada; y
que si perdían el control de la lengua perdían todo.
La propia doctrina marxista-leninista tiene una noc1on
de la lengua que, como no es infrecuente en ella, es ambi-
valente. Por una parte, cualquiera que conozca esta doctri-
na ha aprendido que la lengua dominante siempre es la len-
gua de las clases dominantes. Por otra parte, también hemos
1. La verbalización • de la sociedad
aprendido que la idea que se ha apoderado de las masas se
convierte en fuerza material y que el propio marxismo tiene
(o tendrá) éxito porque está en lo cierto. En lo que sigue se
mostrará que precisamente esa ambivalencia es lo que im- En la tradición filosófica occidental fue Platón el primero en
porta cuando se da forma a la sociedad comunista. Pero pri- elevar la lengua como medio a la categoría de medio del
mero nos ocuparemos de otra cuestión: cómo debe funcio- poder total, de la reorganización total de la sociedad. En su
nar la coerción "ideal", lingüística, que puede "apoderarse" de República declara el gobierno de los filósofos como telas de
los individuos y eventualmente también de las masas, para la evolución social. Platón define al filósofo como aquel que, <
transformarse así en una fuerza revolucionaria, generadora
de poder. • En la lengua general, y en algunos lenguajes especializados (gramática, pedagogía,
psicología), el verbo versprachlichen tiene el mismo alcance que verbalizar en español:
significa poner en palabras, expresar, darle forma verbal a algo. En el contexto de la
filosofía habermasiana, por otra parte, el sustantivo Versprachlichung ha sido traducido
como lingüistización (cf. Jürgen Habermas, "La lingüistización de lo sacro", en Teoría de
la acción comunicativa, trad. de Manuel Jiménez Redondo, Madrid, Taurus, 1987, t. II, pp.
lll·I6o), y el término ha sido adoptado también en la producción en español sobre ese
aspecto de la filosofía de Habermas. Sin embargo, introducir lingüistización y lingüisti·
zar en la presente traducción habría significado, a nuestro juicio, violentar un texto que
se caracteriza por la ausencia de terminología y neologismos, y cuya estrategia discursiva
consiste fundamentalmente en apostar a la claridad expositiva y la sobriedad lingüística.
Por lo tanto, decidimos realizar el mismo movimiento que el autor en su lengua ori·
ginal: adoptar una palabra ya existente y ampliar su significado, que se va construyendo
en el texto a partir de las definiciones que da el autor y del uso contextualizado.
El lector, por lo tanto, deberá tener presente ese uso específico de verbalización; y
por otro lado, deberá tener en cuenta que esta acepción nueva entra en competencia con
una acepción que, en otro contexto filosófico, encontrará traducida como lingüistización.
¡N. de la T.]

14 15
a diferencia del sofista, no representa, legitima y defiende los Pero la cuestión que se plantea es de qué manera se pue-
intereses privados, parciales haciendo uso de la lengua, sino de y se debe generar tal evidencia lógica. En principio se
que piensa el todo de la sociedad. Pero pensar el todo de la puede suponer que en un discurso la evidencia lógica se pre-
sociedad significa pensar el todo de la lengua que habla esa senta cuando ese discurso no contiene contradicciones in-
sociedad. En eso la filosofía se diferencia de la ciencia o del ternas y por lo tanto es coherente, consecuente en su argu-
arte, que especializan la lengua de una manera u otra. La cien- mentación. Usualmente, el modelo de este tipo de evidencia
2<u~retende hablar ~nic'!~e..llte una lengua que esté exenta es la matemática. En efecto: quien se vea confrontado con
de contradicciones, que sea lógicam-ente oorrecfa~Efarfe"pr& el enunciado a + b = b + a, difícilmente podrá sustraerse a
te.nde 'liábfar tiriálengüa estéticamenú~. ambiCiüs·a::· La-filoso- la evidencia de este enunciado. Pero ¿cómo se presenta la
és
fía, en cambio,' un uso' de la lengua que interpela al t6dó evidencia lógica en una argumentación política, que no se
de la lengua, Pero pensa~ el todo de la lengua e ·interpelarlo basa en axiomas y teoremas matemáticos sino que intenta
'significa necesariamente pretender gobernar la sociedad que formular qué es bueno y qué es dañino para el Estado? Para <
habla esa lengua. En ese sentido, el comunismo se sitúa en Platón, el criterio del discurso lógicamente correcto, convin-
la tradición platónica; es una forma moderna de platonismo
practicante. Por eso resulta obvio buscar en Platón la prime-
ra respuesta a la pregunta de cómo la lengua puede ejercer
una coerción suficiente, una coerción que le permita al ha-
r
!
cente, también parece ser -por lo menos a primera vista-
su coherencia, es decir, la ausencia de contradicción ínter-
na. Si Sócrates diagnostica una contradicción interna en un
orador, su discurso queda de inmediato descalificado como
blante ejercer un gobierno sobre y por medio de la lengua. no evidente, y el propio orador es desenmascarado como no
En opinión de Sócrates, el héroe de los diálogos platóni- apto para el ejercicio justo del poder en el Estado. Las pre-
cos, la capacidad de persuasión que irradian los discursos guntas de Sócrates rompen la superficie pulida, centellean-
pulidos, bien construidos, de los sofistas de ninguna manera te, de los discursos sofistas y dejan al descubierto su núcleo
alcanza para gobernar.(i.a coerción suficiente sólo puede ser contradictorio, paradójico. Se comprueba que estos discur-
la coerción lógica. Es la evidencia lógica de un discurso lo sos sólo superficialmente parecen tener cohesión y coheren-
único a cuyo efecto no puede sustraerse quien se ve confron- cia, pero que en su estructura interna, lógica, son confusos y
tado con esa evidencia. Sin duda, quien oye o lee un enuncia- oscuros porque son paradójicos. Por eso estos discursos l1Q
do evidente puede decidir contradecir deliberadamente ese sirven como maJ1i.kstaciones del_p~nsami~nto-Claro, exiden-
enunciado para afirmar con esa resistencia su libertad inter- te~sino-sólo-co~o mercancías en el ~ercado de~pinio~
na, absoluta, subjetiva en relación con toda coerción externa, ~e~, La ciltica principal que Sócri:Ítes dirige a los sofistas ·es
incluida la coerción lógica. Pero -como se dice en estos casos- que sólo componen sus discursos por la paga. Aquí se maní- 1
"ni él mismo se creerá" esa contradicción] Quien no acepta fiesta la primera determinación de la paradoja. La paradoja J
como tal lo lógicamente evidente queda escindido interior- que oculta su carácter paradójico se convierte en mercang~. _1
mente y debilitado por esa escisión, en comparación con el - ¿Pero cómo conseguir que la lengua sea completamente.
que acepta y dice sí a la evidencia. Aceptar la evidencia lógi- evidente, de modo que ya no pueda circular como una mera
ca fortalece, en cambio negarla debilita. Allí se manifiesta, mercancía oscura en el mercado de las opiniones sino ser-
para la filosofía clásica, el poder de la razón, que sólo con la vir a la autorreflexión transparente del pensamiento? Por-
lengua, con la lógica, con el ejercicio de la coerción lógica, es que recién con una lengua cuya evidencia no es sólo superfi-
1 capaz de debilitar interiormente -y en definitiva también de cial, sino intrínseca se puede generar la coerción lógica que
\ vencer- a los enemigos de la razón, que niegan lo evidente. esté en condiciones de gobernar el mundo. A primera vista

16 17
parece plausible que tal discurso completamente evidente de limpiar esos discursos de su carácter paradójico. Lo gue
debe estar exento de contradicciones, ser coherente, lógica-
Sócrates m~!;a ~s m_ás_bJ!I! 9ue ~~n disc~~<? ~ueqe
mente correcto. Los intentos de generar de manera sistemá- evitar ser contradictono. El pensamiento genumo, si por
tica este tipo de discurso exento de paradojas comienzan a p~ñsar se entiend~&s;;brir la estructura interna, lógica de
más tardar con Aristóteles y subsisten hasta hoy. Pero el lec- un discurso, no puede describir la naturaleza lógica de ese
tor atento de los diálogos platónicos advierte que @ócrates discurso sino como autocontradicción, como paradoja. ~
de ninguna manera se esfuerza por producir a su vez un dis- gos es paradójico. S~ólo la superficie retórica_ de un discur~o
curso coherente, exento de paradojas. Sócrates se conforma puede comunicar la impresión de la ausencia de contradic-
con descubrir y poner en evidencia las paradojas de sus ad- ciones.· La comprensión socrátiCa de la naturaleza paradójica
versarios. Y con razón, porque ya al descubrir las paradojas de tódo discurso, de toda manifestación, de toda opinión, se
ocultas tras la superficie de los discursos sofistas la evidencia correlaciona, por cierto, con el reclamo democrático de que
resplandece con tanta intensidad que los oyentes y lectores todos los discursos y opiniones estén equiparados. Bajo las
de los diálogos platónicos se fascinan con ese resplandor y condiciones de la libertad de expresión democrática las opi-
ya no pueden sustraerse a él por mucho tiempo. Alcanza en- niones, en efecto, no pueden subdividirse en opiniones "co-
tonces perfectamente con mostrar, dejar al descubierto, reve- herentes" o "verdaderas" y "no coherentes" o "no verdaderas",
lar la paradoja oculta para hacer surgir la evidencia necesa- porque semejante subdivisión sería a todas luces discrimina-
ria. Resulta innecesario generar después un discurso exento toria y antidemocrática. Sería antidemocrática porque mina-
de contradiccionei)Ellector confía en las palabras de Sócra- ría la igualdad de oportunidades de las opiniones y dañaría
tes gracias a la evidencia irradiada únicamente por las pa- su competencialibre y justa en el mercado abierto de las opi-
radojas que él descubre. A la luz de esta evidencia Sócrates niones. El axioma del mercado democrático de las opiniones
consigue el derecho de hablar en mitos, ejemplos y símiles dice: No hay una posición metafísica, metalingüísti~<:_pri­
sugestivos; y consigue que a pesar de eso le crean. Sócrates
vilegiada que nos permita distingu~P.~-~~~-:._~_<?~~~~
tampoco afirma jamás que un discurso genuinamente exen- -s-égún su éxito en el m~rcadodela~~E~I!:~~~-~~?~gQ!l
to de paradojas, es decir, en el fondo un discurso sofístico
st:GZ~r.di9-:Y.jj~~= su-éüher~E~ti}QiiclL.O- SU_Y.~ºª~L~JE:p_~rj-
perfecto, un discurso no sólo superficial sino intrínsicamen- -~i..Respecto de la "iilJre-·a¡:culación de las opiniones sólo _se
te coherente, sea posible o incluso deseable. Al contrario: Só- puede decir que algunas opiniones son más populares o tie-
> crates no sólo descubre las paradojas en los demás sino que nen más posibilidades de ser mayoritarias que otras, sin que
él mismo se instala en una paradoja al posicionarse única- eso las vuelva automáticamente "más verdaderas". Contra un
mente como "filósofo': es decir, como aquel que si bien ama prejuicio muy difundido, Nietzsche es uno de los pensadores
y busca la sabiduría en el sentido del discurso completamen- más consecuentes de la democracia y al mismo tiempo el
te exento de contradicciones y autoevidente, no dispone de profeta del mercado libre, porque elimina el favorecimiento
esa sabiduría y con toda probabilidad jalllás dispondrá de del "discurso verdadero" y proclama la equiparación lógica
ella. No puede existir el sofista perfecto.t~l ideal de un dis- de todas las opiniones. Sería absurdo y además directamente
curso totalmente exento de contradicciones. será siempre in-
~ reaccionario intentar reintroducir una distinción entre opi-
akanzable. Y en el fondo es innecesario. : niones verdaderas y no verdaderas. Hay que constatar, más
Por lo tanto, Sócrates se dedica a pon~r al descubierto las bien, que toda doxa es paradójica. Como ya lo ha mostrado
paradojas que diagnostica en los discursos sofistas sólo en
Sócrates, ninguno de los que hablan ~~~!~-~ c~~~9~~~~ ~e_
apariencia con una intención crítica, es decir, con el objetivo
la libertad J..':-~J.CP..~§.!Q_n_.:Lé!l2.~~12-ill!~!l~~J:"!!..~-~~ir e!_l realiCla~:._
.-...~...,_,._............-•·-'""'-

18 19
Porque la mayoría cree que sus opiniones contradicen otras la superficie pulida de un discurso que sólo en apariencia es
opiniones, se oponen polémicamente a otras opiniones, pero coherente, lógicamente correcto; la paradoja queda así encu-
de hecho esas opiniones sólo se autocontradicen. Todo ha- bierta. !:~a-~éld~ja_c!eja_de ser entonces un lu~d~?_Il:c!e_y~
blante dice lo que cree querer decir, pero también dice lo revela con toda claridad la estructura lógica. del lenguaje y se
opuesto. La contradicción interna, la paradojalidad mterna convierte en cambi() enel núcle()Üscuro deraiScurso éeríte-
es lo que caracteriza por igual a todas las opiniones que cir- llea~t;, núcl~o donde eloy~~te- ir:;-~.:X:o~~bl~m-entesospechala
culan en el mercado libre de las opiniones. Por eso el filósofo esfera de acción oculta de i~te~~ses privados,-manipulacio~
puede pensar lo compartido, lo total de todos los discursos nes secretas, apetitos no confesados. Porque los. intereses y
y trascender así el mero opinar, sin por ello reivindicar la apetitos, como se sabe, son oscuros y ambivalentes. Se pue-
verdad de la opinión propia. El filósofo más bien no tiene de decir que el discurso sofista sustituye la paradoja lógica-
ninguna opinión propia: no ~n-~Ofista. Eipensamiento mente evidente por la ambivalencia oscura de los sentimien-
fil~sÓfico no se instala en elpiañoCie la opinión individual, tos. El trabajo del filósofo, en cambio, consiste en hacer que
sino en el plano transindividual de lo que todos los discur- se ilumine la naturaleza puramente lógica, lingüística de la
sos tienen en común en términos lógicos. Este plano más paradoja, para sacar así a la luz el núcleo oscuro del discur-
profundo, lógico, que trasciende la superficie del mercado so que sólo en apariencia es lógicamente correcto y a la vez
libre de las opiniones, es el plano de la autocontradicción, convertirlo en luz.
de la paradoja gue constituye la estructura lógica interna de El sofista es un empresario que ofrece la superficie vacía
toda opinión. [!..a única diferencia entre los discursos sofis- del discurso urdido coherentemente a todos los que quieran
tas y el discurso filosófico está en que el discurso filosófico ocultarse tras esa superficie. El verdadero encanto de la mer-
tematiza explícitamente la autocontradicción que los discur- cancía lingüística ue ofrece el sofista no es tanto su super-
sos sofistas pretenden ocultaQPor lo tanto, cuando Platón ficie lógicamente correcta como el espacio oscuro detrás e
en su República afirma que los filósofos, es decir aquellos -~sa sueerficie, donde ~l cliente puede_ instalarse con como-
que por definición no son sabios sino que simplemente aspi- . c;lj<:f_g_<;l; Se seduce al oyente para que se apropie del núcleo
ran a la sabiduría, son quienes deben gobernar el Estado, se oscuro del discurso sofista y lo ocupe con su propio interés.
trata de una paradoja; que para Sócrates evidentemente es Dicho de otro modo: el discurso que oculta su propia estruc-
una paradoja máxima, de modo que permite capturar la na- tura paradójica se convierte en mercancía porque invita a
turaleza paradójica de todo discurso. Esta paradoja de la cual penetrar en su interior paradójico. Pero todo discurso que se
se vale Sócrates para describir su propia situación no debe presente como lógicamente correcto es un discurso sofista.
ser eliminada, no debe ser superada, pero tampoco debe ser El espacio oscuro de la paradoja, que se oculta tras la super-
deconstruida: esta paradoja es más bien lo que fundamenta ficie del discurso construido con coherencia, jamás se puede
la pretensión de poder político del filósofo. Queda claro así eliminar del todo. Es cierto que las reglas de la lógica formal
que para Platón sólo la paradoja es capaz de generar la evi- pretenden excluir la paradoja por completo. Pero por lo me-
dencia necesaria para gobernar el mundo mediante la coer- nos desde Russell y Godel sabemos que también la matemá-
ción lógica. El Estado pJatónico se b_a~~-~!!._l~__e_yj_<f~'!--~~ de tica es paradójica, sobre todo cuando los enunciados de la
una paradoja, y es administrado por la paradoja. El defecto matemática se refieren a sí mismos y al todo de la matemá-
principafdefdiscurso" sofista no .está en "ser p~radÓjf~ó-, sino_ tica. La autorreferencialidad del lenguaje de todas formas es
~E~m-eñt~__ell::<;l~u.har: su. caráct~!J:i~~~42ii.sQ~ En luga_r..de inevitable. Claro que se puede lisa y llanamente prohibir ha- ¿
dejarla resplandecer, el sofista oculta esta paradoja detrás de blar sobre el todo del lenguaje, sobre ellogos en sí, como en

20 21
su momento lo reclamó Wittgenstein. Pero semejante prohi- han argumentado a favor de ambas partes. Por lo tanto, se
bición no sólo es innecesariamente represiva sino que a su puede decir que cuando la paradoja es sustituida por la con-
vez es autocontradictoria, porque para poder prohibir hablar ciliación el poder sobre el todo pasa de la lengua al dinero.
sobre el todo del lenguaje hay que hablar sobre el todo del La conciliación es una pa_;..~~l~-~~'-1~~~-!~.E.~~-ªE~<ll!~
lenguaje. En última instancia, todo enunciado puede ser in- no se muestre como paraaoja. 1

l;
terpretado como un enunciado sobre el todo del lenguaje, El filósofo, en cambio, deja que la paradoja oculta resplan-
porque todo enunciado es parte del todo del lenguaje. dezca en toda su evidencia lógica. El brillo resplandecien-
El discurso sofista parece coherente sólo porque es par- te se debe en primer lugar al efecto de la súbita franqueza,
cial, porque se aísla del todo, porque encubr~e­ del desocultamiento de lo oculto, de la puesta al descubier-
lación paradójica ~~!odo d_el lenguaje. El sofiSta alega to de lo que antes estaba detrás de la superficie. Mientras
a favor de una posición determiñaaa aun sabiendo que a la la paradoja que estructura el interior del discurso sofista se
vez hay muchos argumentos a favor de la posición contraria. mantenga en la oscuridad, ese discurso necesariamente es-
En el afán de construir un discurso coherente y consecuen-
te, el sofista sólo utiliza en su discurso los argumentos que
tará bajo la sospecha de ser manipulativo y de servir a inte-
reses oscuros. El filósofo confirma esa sospecha al poner al
descubierto e! núcleo paradójico del discurso sofista. Así esa
1
fortalecen la posición que él defiende, y omite mencionar
todos los posibles argumentos en contra. De esa manera el sospecha revierte -aunque sólo por cierto tiempo- en una
sofista sustituye el todo del lenguaje por el todo del capital. confianza incondicional en el filósofo que ha efectuado la
La regla más importante de la lógica formal que el discur- puesta al descubierto. El destinatario del discurso sofista es ;1
so construido con co~afingé" seg~i~-;s-ef tertlum---;¡on el pueblo. Pero el pueblo es desconfiado por principio. Muy !

1 -~atíir--:·I>er-ü-értertiüm-;-e:xe:ru:iao-aenen~~ie-colleiifif:~­
t~~:.~Eizado,.1~SC!.~:0~~ en-cfirie;~. ·y c~~-iiíici;;QSru..
especialmente desconfía del discurso pulido, bien construi-
do, elocuente. Puede ser que se admire al orador por su elo-
~o del lenguaje, comienza -;góbernarl¿~t;lñiü::aesae'al'ilefa cuencia, pero no se confía en él. Sócrates hace suya esa des-
-----~----·-J-~------ . -·-..-····· ..... . . .. ... . .... ___ confianza del pueblo. Agita contra los sofistas en nombre de
como desde auentro, a convertirlo en una_Jne.ccanda. El con-
fli~-de'Ian:losicione:S;-cada--una-dl;-1;~~ ~uales defiende de la desconfianza del pueblo. No por casualidad en sus discur-
manera coherente y consecuente determinados intereses sos siempre se hace mención elogiosa de los artesanos, como
privados, parciales, particulares, lleva en última instancia a los que construyen naves o los médicos, y se los contrapo-
la conciliación. En una disputa de esta clase, la conciliación ne como modelos positivos a los mentirosos sofistas. Pero
es imprescindible porque es lo único que puede establecer al mismo tiempo Sócrates afirma la supremacía de los que
f la paz entre las partes en litigio y mantener así la unidad de se ocupan del todo, de la totalidad, y que no se dedican sola-
l mente a las ocupaciones parciales, como hace la mayoría del
' toda la sociedad. La conciliación tiene en realidad la forma
¡ de la paradoja porque acepta y afirma a la vez dos enuncia- pueblo. Es decir que también en el aspecto táctico la estrate-
dos opuestos, A y No A. Pero a diferencia de la paradoja, la gia de Sócrates es paradóí.!9-: se alía con el pueblo contra "los
conciliación no se formula en un medio constituido por la que saben", y al mismo tiempo con los que saben ... contra el
Í!~· ASfCOnS1gue-eñOjiira"iodos f>Of igüaCPero eso no 1~
1 lengua sino por el dinero; porque la conciliación consiste en
que tanto los que sostienen A como los que sostienen No A preocupa mucho al filósofo, porque el filósofo no pretende

l reciben una compensación económica por aceptar la verdad


de la contraparte. En este. tipo -de compéns.ieióñ-ecoli(')ffi[.
ca también se compensa económicamente a los sofistas que
sequcir, sino conducir. Para eso no necesita lo oscuro, sino
la luz. El filósofo pretende ser un gobernante que fascina,
ilumina, deslumbra y guía con la luz de la paradoja revelada.

22 23
Claro que el complicado juego de confianza y desconfian- que la filosofía gobierne todo el campo político por lo menos
za que siempre vuelve a producir el efecto de evidencia no lle- por un cierto tiempo histórico.
ga a proporcionar una explicación suficiente de la naturaleza A lo largo de toda su historia la filosofía siempre ha inten- <<
específica de la evidencia que surge en el discurso filosófico tado descubrir o inventar nuevas paradojas para prevalecer
que revela la paradoja. Esta evidencia tiene un carácter muy sobre la parcialidad del discurso científico y político. La his-
especial, porque se relaciona con el todo. La paradoja es el toria de la filosofía se puede presentar como una colección
ícono de la lengua en su totalidad; porque la paradoja con- de paradojas icónicas, cada una de las cuales irradia su pro-
siste en que A y No A pueden ser pensados y considerados pia evidencia sin contradecir a otras paradojas, porque las
verdaderos simultáneamente. Pero el todo de la lengua no es paradojas no pueden contradecirse. Por esa razón las llama-
otra cosa que pensar la unidad de todos los posibles A y No das teorías filosóficas, que en realidad no son tales, pueden
A; lo cual se sigue ya del hecho de que/de la paradoja se pue- coexistir pacíficamente, mientras que las teorías científicas
den derivar todas las proposiciones de Ia"lengua según las re- compiten entre sí. Ya en la refundación de la filosofía occi-
glas de la lógica formal. La paradoja es el ícono de la lengua dental por parte de Descartes la voluntad de la paradoja tuvo
porque abre la perspectiva hacia el todo de la lenguá./ Pero la un rol decisivo: la subjetividad pensante fue entendida por
paradoja no es más que el ícono de la lengua -y no, Jigamos, Descartes como lugar y medio de la duda. La epojé cartesia-
su imagen mimética- porque no reproduce una totalidad de na respecto de las opiniones contradictorias con las cuales se
la lengua ya existente desde siempre, previamente dada, sino confronta constantemente el filósofo como oyente y lector,
--? que hace surgir esa totalidad como forma por primera vez. no significa otra cosa que la decisión de vivir en la paradoja,
El ícono como representación d~lliose;:;_ la tradición cristia- de tolerar la paradoja, porque la decisión de suspender todas
na es una imagen de ese tipo, que no tiene modelo, porque las opiniones es lógicamente tan paradójica como la decisión
el dios de la religión cristiana es invisible. La paradoja que de aprobar o negar todas las opiniones. El resplandor de evi-
descubre o más bien crea el filósofo es un ícono del logos dencia emitido por esta paradoja iluminó toda la moderni-
en su totalidad que posee e irradia una evidencia absoluta dad. Y fue esta sola paradoja la que hizo plausibles las argu-
precisamente porque esa evidencia no puede ser ensombre- mentaciones en apariencia coherentes, metodológicamente
cida por la comparación con el original. No obstante, la luz correctas de Descartes, cuya evidencia lógico-formal, obser-
de la evidencia que ha generado la puesta al descubierto de vada con mayor detenimiento, es más que problemática. La
una paradoja puede haberse agotado con el tiempo. Como evidencia del método cartesiano es una evidencia prestada,
dirían los formalistas rusos: la paradoja se "automatiza" con prestada por la paradoja que constituye el punto de partida
el tiempo, y por eso ya no se la percibe como paradoja sino de este método. Más tarde la epojé cartesiana fue repetida
casi como una obviedad. Y entonces la paradoja se oscurece, por Husserl en otra forma. Su método fenomenológico, su-
como se oscurecen los íconos viejos con el tiempo. Cuando puestamente evidente, también vive de hecho de la eviden-
pasa eso, la paradoja en cuestión debe ser restaurada o susti- cia de la paradoja que constituye la epojé fenomenológica.
tuida por una nueva paradoja, por un nuevo ícono dellogos. En las últimas décadas se ha intensificado incluso con-
Claro que no todas las paradojas se convierten en paradojas siderablemente la búsqueda de nuevas paradojas brillantes,
icónicas que irradien un resplandor tan intenso de eviden- sobre todo en la filosofía francesa. Más allá de lo que pueda
decirse en particular sobre Bataille, Foucault, Lacan, Deleu-
( cia y expongan con tanta luminosidad el todo del logos que
el excedente de evidencia que producen alcance para hacer ze o Derrida, hay algo que está fuera de discusión: hablan
~n pa~~dojas, aprueban la paradoja,_ª~j@p.~una paradoja

24 25
cada vez más radical, omnímoda, se resisten a todos los in- es diagnosticada como el ámbito de poder de la razón clara,
te?tos de aplanar fa paradoja, de subsumirla en el discurso calculadora, que argumenta sin contradicciones. Cuando se
correciO-eñ'térmlños"lógi>é(;1~~m~l;~~--E~~;;¡¡d_~-estos au- lee a Foucault se tiene efectivamente la impresión de que
tore;"~~sii:ó"~n--ai:ií eñ'Ti~ñie)oi"frad.ldón filosófic~: la tradi- la industria moderna, las cárceles, los hospitales y la policía
ción platónica. Pero al mismo tiempo se ven -cada uno a tienen como única meta obligar a los individuos a someterse
su manera- como ~isidentes de esa tradición. Porgue para al dominio de la razón correcta desde la perspectiva lógico-
estos autores la paradoja no irradia la evid~nci~ de 1~ ra~ formal. Para muchos ese dominio a esta altura parece total, y
zón; sino q~e r~vela-lo otro o~curo de- ia rai6ri, del sujeto, toda revuelta contra él parece estar condenada al fracaso. El
del lo&?S· La paradoja surge para ellos como consecuencia \ poder y el saber, que está estructurado según las reglas de la
de que la lengua está investida desde el origen por las fuer- 1 lógica formal, constituyen en consecuencia una unidad que
ningún hablante puede eludir porque no puede evitar argu-

1\
zas del deseo, de lo físico, ~~ lo festivo, de lo inconsciente, 1
mentar con coherencia. Por eso para Derrida el encuentro
de lo sagrado, de lo traumatlco y/o como consecuencia de /
la materialidad, de la corporalidad de la lengua misma, es con lo otro de la razón resulta una tarea imposible, ya que
decir que surge en la superficie verbal, retórica del discurso es imposible ve:_!?_~~~~~..!~..!.~"~~~~~~- La deconstrucción
y no en el plano más profundo, oculto, de su estructura ló- · sólo puede esperar contra toda razón ese encuentro, pero no
1 gica. En consecuencia, quebrar la superficie de un discurso puede alcanzarlo jamás. El "sistema" es demasiado fuerte. La
~~a:e_n~:m:~~~ cohe:ente 1 "raciüñ-;J";·n.o se -interp~e.ta~eoi59
o
razón es demasiado todopoderosa. El cálculo racional es de-
~e~~lación de la estructura lógica inten1a de ese discurso -de
masiado inevitable. La revuelta contra la razón es necesaria
la estructura que· es __neces~riamefl.t~ paradójica.:.., si.:ló-~~-~~ pero imposible porque no se puede quebrar el imperio de 1~
manifestación ¡je lo otro c!.~UQgp~, que_ actúa directamente razón. Por ese motivo, el que hoy en día habla en paradojas
aparece como un philosophe maudit que -traumatizado por
_<:_n~~~~f~c!_e <i~}<l!~I1~a, se .f!l~r'!. Í?9~~-;~~s~p;~fiSiiY~~~·í /
la vida, llevado por las fuerzas del deseo e irremediablemen-
__pe_ne~ra y:dec?_nstruye toc!as las o¡:¡<;>_sici,2_f!gslóg_Lc__é!UI.~!;_Qy~­
te perdido en las ambigüedades del lenguaje- hace que el
I_Il:~t~n ~onstrmr _11~-~i~~~~-c:,_o_l_!~~!!te. Este singular gesto
de autoriegación del pensamiento filosófico sólo se entien- discurso racional explote o se deconstruya en la paradoja.
de si se piensa que los autores en cuestión evidentemente Sin embargo, un observadof imparcial no puede más que
sólo aceptan como lengua de la razón la lengua correcta en asombrarse ante el diagnóstico según el cual la modernidad
términos de lógica formal, coherente, exenta de contradic- es gobernada por la razón calculadora, que opera en térmi-
c~ones. Todo lo que es paradójico es exiliado de la razón y
nos lógico-formales, a cuyo poder el individuo está sometido
Situado en lo otro de la razón. En consecuencia, sólo sujetoB sin remedio. Esto verdaderamente pone patas arriba las re-
laciones reales de poder. Los discursos sofistas, de aspecto <
de una lengua coherent~ es decir, sólo el sofista, puede ser
considerado sujeto de la razón. Pero como al mismo tiempo racional, siguen sirviendo, de hecho, a los intereses particu-
s~ afirma que una lengua genuinamente coherente es impo-
lares y al mercado. La racionalidad funciona aquí como di-
sible, se declara la muerte del sujeto de la razón. O al me- seño de una mercancía lingüística conforme al mercado; de
nos se lo confina al oscuro reino de las sombras más allá de ninguna manera como insignia del poder. No hay un domi-
la razón. Además, esta revuelta contra el sujeto del discurso nio tojal de la razón, del sistema, de la estructura. Como se
sofista, correcto en términos de lógica formal, es entendida sabe,~la mano que gobierna el mercado es invisible, es decir
como una revuelta política contra las instituciones del po- que opera en la oscuridad, en la paradoji\El todo del capita-
lismo aparece en el medio constituido por el dinero, no por
der dominante, porque 1~ lll_o~:_r!_üd~d d:__cu~~ capitalista

26 27
'\1
la lengua, sobre todo no por una lengua racional.[Como se de ningún modo es anónimo, sino que detrás del capital se
sabe, para tener éxito en el mercado no se necesitan cálcu- oculta un sujeto diabólico que practica un juego "win-win",
los, frías construcciones lógicas y reflexiones racionales, sino en el que siempre gana porque saca igual provecho de resul-
intuición, carácter obsesivo, agresividad, instinto asesin~ 12~ tados opuestos. Claro que esta sospecha más profunda no se
modo que el discurso que busca lo otro oscuro de la razón puede confirmar ni refutar, puesto que el diabólico sujeto
ª~-ningu~a!ñ~nera~s _opo~i~or a(capitalis~o. "ECdi-~cu'r;o · sólo puede ser representado con lo negro en lo negro, y por
del deseo parece iconoclasta porque destroza la superficie lo. tanto no se lo puede ver. Pero el sujeto diabólico resulta
pulida del discurso coherente, de modo que esa superficie sospechoso de gobernar el mundo en su todo, en su totalidad,
ya no puede servir como medio para exponer determinados precisamente porque el mundo se nos presenta como una
fenómenos, formular determinados proyectos, argumentar a unidad de los opuestos, como una paradoja ontológica que
favor de determinados puntos de vista, presentar determina- no se puede reducir por completo a un discurso coherente.
das "visiones". Así se convierten también en objeto de crítica Ahora bien, el sujeto filosófico, es decir, revolucionario,
las instituciones que emplean y administran ese tipo de dis- se constituye precisamente al apropiarse de la razón diabó-
curso. Pero esas instituciones no son instituciones del poder; lica, que se mantiene oculta y opera en la oscuridad, y trans-
porque el capitalismo a su vez vive de la crítica a las insti- formarla en la razón dialéctica mediante su verbalización.
tuciones, de infiltrarse en las visiones del mundo sólidas. El Recién la sospecha de que no sólo existe el capital, sino tam-
capitalismo traduce convicciones a intereses y llega a conci- bién una conjuración mundial del capital, es decir, un po-
liaciones que tienen la estructura de las paradojas. La crítica 1'\ der que opera detrás del capital y por medio del capital y
dirigida contra el ideal de la racionalidad transparente para que siempre triunfa cuando el capital gana, es decir, en reali-
sí misma afecta solamente a la lengua sofista, instrumental. dad siempre; recién este tipo de sospecha es la que lleva a la
Por otro lado, el descubrimiento del núcleo paradójico de constitución del sujeto que quiere exponer con toda claridad
un discurso sofista despierta una sospecha mucho más pro- ese poder y apropiárselo. Es fácil decir que tal sospecha es
funda que la de que tras la razón se oculta su otro. La sospe- paranoide, infundada, indemostrable, en definitiva una ca-
cha que se despierta es más bien la de que tras la superficie lumnia. Pero toda revolución comienza con una calumnia,
de una razón convencional, clara, se oculta otra razón, diabó- como bien ha observado Alexandre Kojeve en sus comenta-
lica, malvada, oscura; una razón que piensa en contradiccio- rios sobre la filosofía de Hegel. Y con la misma razón señala
nes y que saca provecho de todos los opuestos por igual. A Kojeve que la responsabilidad por el surgimiento de tal ca-
los sofistas se los ha visto desde siempre como esos diabóli- lumnia no es de quien formula y expresa esa calumnia, sino
cos inconfesos que están en condiciones de argumentar con de los que dominan, que con el aura oscura, opaca del poder
igual contundencia a favor de posiciones contrarias. Pero que los rodea son los que crean la posibilidad de que surja la
sobre todo el capital puede considerarse diabólico, porque sospecha. 1 La sospecha revolucionaria es el efecto de una pa-
puede sacar provecho tanto de A como de No A. Si los tra- ranoia. Pero no se trata de una paranoia "subjetiva", que pue-
bajadores cobran más pueden comprar más, y aumentan las da curarse con la psiquiatría o el psicoanálisis, sino de una
ganancias. Si los trabajadores perciben sueldos más bajos se paranoia "objetiva", cuyas condiciones de surgimiento están
puede ahorrar en la mano de obra, y las ganancias siguen en el objeto que se vuelve sospechoso al mostrarse como
aumentando. En la paz las ganancias aumentan gracias a la
estabilidad. En la guerra las ganancias aumentan gracias a la a
1 Alexandre Kojeve.Jntroduction la lecture de Hegel, París, 194 7, p. 136 s. [trad. esp.:

La dialéctica del amo y del esclavo en Hegel, trad. de Juan José Sebreli, ed. corregida, revisión
nueva demanda, etc. Así surge la impresión de que el capital a cargo de Alfredo Llanos, Buenos Aires, Ediciones Librería Fausto, 1999, p. 138 s.J.

28 29
un objeto oscuro, que se sustrae a la razón que argumenta
el campo libre para sus actividades terroristas, o tendrá éxito
coherentemente. El mundo entero se nos aparece como un
porque la lucha antiterrorista anulará las libertades civiles.
objeto oscuro semejante, que necesariamente se vuelve sos-
Si la razón terrorista es realmente diabólica es una cues-
pechoso de albergar en su interior una razón diabólica que
tión sin relevancia. Alcanza con decir que "los motivos de los
gobierna mediante paradojas. En el contexto de la cultura
terroristas son oscuros" para lograr que se suponga tal razón
occidental el capitalismo por lo general no cae en esa cla-
diabólica tras los actos de los terroristas. Lo único importan-
se de sospechas. Pero el funcionamiento de esa sospecha se
te aquí es que cuando surgen estos objetos oscuros de la pa-
puede ilustrar bien con el ejemplo del terrorismo,_ que ~n-los
ranoia objetiva la respuesta necesariamente será dialéctica,
últimos tiempos se ha vuelto objeto de la paranOia objetiva.
Cuando, por ejemplo, los políticos occidentales reclaman
paradójica. De modo que el discurso genuinamente político <
de la modernidad tiene un aspecto muy diferente del que se
hoy en día qu'e se combata el terrorismo y se preserven a la
le confiere a menudo. Casi siempre la situación es presenta-
vez los derechos civiles tradicionales, estamos ante una para-
da de manera tal que en el contexto de la modernidad racio-
doja porque esas metas se contradicen. En este caso, us_u_al-
nalista sólo se considera normal a quien piensa de manera
mente se tiende a hablar de una política que busca conohar
dos demandas: seguridad y libertad civil. Sin embargo, lapa-
labra conciliación está fuera de lugar aquí. Se podría hablar
de una conciliación si en la sociedad hubiera dos grupos, de
coherente, correcta desde la perspectiva de la lógica formal.
El que piensa en paradojas, en cambio, es marginalizado, se
lo declara loco, anormal, en el mejor de los casos, un poete
J
maudit. Pero la realidad es exactamente al revés. !lE2_1-~e~!~
los cuales uno quisiera la preservación de las libertades, in-
tiempo, sólo el gue piensa y vive ~n permanent~_¡:tutocontrp.­
cluida la libertad para el terrorismo, y el otro la anulación de
diCcióñes~i-ql:íe.se-cÓ.nsidera normal, un individ_!!Q_medio.
todas las libertades, incluida la libertad del terrorismo. Pero
es totalmente evidente que no hay dos grupos de ese tipo; o La famosa "política de centro" es en re~!!~~__l_?.:_E?!i~~-~-~~
si los hay, ambos grupos son muy marginales. Sencillamen- la ~ra~.Qi~..9.':l.!!?!:~!a.-__a.-E.~.!!<l§.._~.!l_sar§s!~!J>3.!.ad2fu:_Q_q~t!:;!s
d~ la ilusión de la conciliación._ En cambio los que inte_!l_!_a_n
te, no vale la pena buscar una conciliación entre esos grupos
marginales. Los que creen en estas alternativas lógicamente ;rr~~~~úr:.¿~;;.~~ii~~:riti_~~Q.~.~téim:ill9_s::._iQgii-º.1º!i.iª[é~,-º-~
correctas son más bien catalogados como freaks -freaks de la
~anera cohe_!"~nt~. y concluye!lt~, S()n _c:;Qn§id~-~?:~?~ mél[gj-
libertad o freaks de la seguridad- y en consecuencia no se los
ña"íes
____,..si-~~-directamente
········.
__ .... ........
•· ..
locos; en todo caso se los conside-
----·-··-"-""""'"""""""---··------··- ---·------·
toma realmente en serio. fi.a "sana" mayoría de la población, ra ~~J~I!:2?. .<.!!.l!l11!1QQ':~Y.. r::tQ.aptmLP-ª.IA~UieLG..~~iQ_g~L p_q_Q._e_r.
-Ahora bien, el poder soviético se definió explícitamente
lo mismo que la política dominante, no cree en esas alterna-
como gobierno de la razón dialéctica, paradójica; como res-
tivas exentas de contradicciones, sino que cree en la parado-
puesta al carácter paradójico del capital y de la mercancía,
ja. y demanda una política dialéctica de la paradoj~Esta de-
tal como fue descripto por Marx. El partido comunista com-
manda se deriva de la sospecha de que la política del terror
bate la conspiración del capital apropiándose de esa conspi-
es una política diabólica, y que por consiguiente requiere
ración, conformando una contraconspiración y colocándose
una respuesta dialéctica, paradójica; porque se parte de que
como sujeto de esa contraconspiración en el centro de la so-
los terroristas quieren eliminar "el orden social liberal". En
ciedad: como partido de gobierno. La revolución comunista
este caso, con la puesta en práctica consecuente de las dos
es la puesta al descubierto, confirmación y materialización
alternativas exentas de contradicciones los terroristas gana-
de la sospecha de que detrás de la ilusión de una sociedad
rán por igual: el terrorismo tendrá éxito porque se le dejará
abierta se ocultan espacios cerrados de un poder manipula-
dor, conspirativo, que tiene su lugar en la paradoja oscura.

30
31
Puesta al descubierto, divulgación, apropiación de esa para-
doja son actos genuinamente filosóficos que autorizan al fi-
lósofo a hacerse cargo del poder. El poder soviético debe ser
interpretado sobre todo como intento de hacer realidad el
sueño de toda la filosofía desde su fundación platónica, y de
establecer el gobierno de los filósofos. Todo dirigente com~­
nista que se preciara se consideraba un filósofo cuya prax~s
constituía en primer lugar un aporte al desarrollo de la teona
comunista. En ese sentido, unfi derrota práctica podía consi-
derarse tan instructiva, y por consiguiente tan valiosa, como
un éxito. Aquí el poder comunista se diferencia, por cierto,
de los regímenes fascistas con los que se lo compara a me-
nudo; porque estos regímenes, aunque totalitarios, no son
suficientemente totales. El discurso fascista sigue siendo un
discurso sofista porque sostiene explícitamente que hace va-
2. La paradoja en el poder
ler el interés de una raza determinada o de un Estado deter-
minado contra otras razas o Estados. En cambio el discurso
comunista, dialéctico materialista, tiene únicamente el todo
como objeto. Esto sin duda no significa que este discurso no !-a Unión Soviética se concebía, en efecto, como un Estado
tenga enemigos, pero no se deja arrebatar su poder s~berano gobernado únicamente por la hlosofía: la dirigencia comu-
de determinar por sí mismo quiénes son sus enemtgos. El _!lista estaba legitimada como dtrigencia principalmente P.or-
comunismo no conoce una relación amigo-enemigo que lo que sostenía una doctrina filosófica determinada, el marxis-
preceda y lo determine. Aun cuando el movimiento comu- -~o-l~nlrtj§.IDQ. Otrilegitimación no tenía esta dÍrigen"Zia~·¡;m:·
nista sostenga que defiende los intereses de la clase obrera eso filosofar fue siempre el primer deber para la dirigencia
contra la clase burguesa, la división de la sociedad en deter- comunista. La doctrina marxista-leninista era entendida co-
minadas clases que subyace a esta aspiración es, a su vez, un mo la unidad del Materialismo Dialéctico, el Materialismo
producto de la teoría marxista. En consecuencia, la diri~en­ Histórico y el Comunismo Científico. El Materialismo Dialéc-
cia comunista siempre se reservó el derecho de determmar tico se consideraba la parte más importante, decisiva, de esta
por sí misma quién cuándo y por qué ~ebe ser decl_ara~~ tríada, porque las demás partes resultaban de la aplicación de
miembro del proletariado o de la burgues1a. Ser total stgmft- las tesis generales del Materialismo Dialéctico a la compren-
ca no tener enemigos, excepto aquellos que uno se ha hecho sión de la historia y a la planificación del futuro comunista.
~endas y deliberadamente. Ahora bien, la ley central del Materialismo Dialéctico era
la unidad y el conflicto de los opuestos. Seguir esta ley signi-
ficaba de hecho pensar en paradojas, aspirando a~ paradoja
máxima, la más radical, como meta del pensamiento]Vale a-
clarar que la aspiración a una paradoja cada vez mayor como
ícono lógico, verbal, del todo es algo que el Materialismo
Dialéctico tomó de la dialéctica hegeliana. Pero Hegel utiliza

33
32
el resplandor de la evidencia que irradia su discurso paradó- dual porque la conciencia no puede evitar quedar envuelta
jico únicamente para legitimar el Estado moderno, que a su en esas contradicciones:]
vez ya no es pensado como paradójico. Para Hegel, el pen- Pensar en términ?s dialéctico-materialistas significa, por
samiento paradójico es parte del pasado. Aquí Hegel repite 1~ tanto, pensar en terminos consecuentemente contradicto-
en el fondo la misma figura conceptual que ya encontramos nos, pensar en paradojas. Todas las formulaciones centrales
en Platón o en Descartes: se formula una paradoja defini- del Materialismo Dialéctico se distinguen por su carácter
tiva (el más sabio es el gue no dispone de sabiduría; sólo consecuentemente paradójico. Y a la inversa: todo intento
_q~~~~jud~e to~~j-~sllli~~~~-~~-:tenci~~ _s.~be_gue existe) d~ ~isr.ninuir el grado de paradojalidad del Materialismo
y con Taevidencia de esa paradoja selegitima el discurso Dralectico, de aplanar o incluso de eliminar esa paradojali-
posterior, que ya no es paradójico sino correcto en términos dad, ~ra condenado como síntoma de "parcialidad': de la in-
lógico-formales. Esta confinación hegeliana de la parado- ca~~Cidad de pensar el carácter contradictorio del todo. La
ja al pasado fue objetada en su momento por Kierkegaard, cntica de .la. parcia~id~d desempeñaba en el régimen lógico
quien mostró que la paradoja de la fe, que consiste en que del Matenahsmo Dralectico el mismo papel que la crítica de
uno cree reconocer lo divino sólo en un finito determinado, 1~ contradic:ión interna en el contexto de la lógica formal.
individual, y no en todo finito (por ejemplo, sólo en Jesucris- Sr un enuncrado era catalogado como parcial y no dialéctico
to y no en cualquier predicador ambulante), no puede ser era desestimado automáticamente, y su autor descalificado:
confinada al pasado.' La Earadoja no sólo debe fundamen- Pero ser parcial significaba más o menos lo mismo que ser
_t~yn go_!JJ.~.~o, sin? q"iie.de~e m~s bi~_I}__~i§rééreJ:ggb~Diü. c~r~ecto e~ ~érminos lógico-formales, no ser paradójico. El
Pero el Materialismo Dialéctico no es más que la afir- regrmen logrco del Materialismo Dialéctico era diametral-
mación de que no sólo en el pasado se pueden localizar las n;e~te opuesto al régimen lógico del pensamiento burgués,
contradicciones, porque la propia "realidad material" es in- log~c~-formal. Las proposiciones que desde la perspectiva de
trínsecamente contradictoria, paradójica. Incluso si las con- la logrca formal eran paradójicas, y por ende no válidas des-
tradicciones son descubiertas y son objeto de reflexión "en de la perspectiva del Materialismo Dialéctico eran las' úni-
el espíritu", no se las puede eliminar, siguen teniendo efec- cas verdades que podían captar la realidad. Los enunciados
to en la realidad. No es posible superar las contradicciones, exent?s de contradi:ciones desde el punto de vista lógico, en
encerrarlas en la memoria. Sólo es posible administrarlas, y cam~r?, eran desestimados por parciales, y por consiguiente
su administración deberá ser real, material.(i.o "material" del nováhdos.
Materialismo Dialéctico no significa la primacía de la ma- La exigencia de máxima contradicción interna valía no
teria como la entienden las ciencias positivas. La fórmula sólo ~ara el discurso filosófico, sino también para el político.
clave del Materialismo Dialéctico, que tenían que aprender Un e¡~mplo te~prano ~s la famosa discusión que se desen-
todos los estudiantes soviéticos, decía: El ser determina la c~deno con particular virulencia en el ala izquierda de la so-
cra~democrac.ia ~usa en 1908. La cuestión que había que dis-
conciencia. La palabra "materia" ni siquiera aparece en esta
fórmula. Por "ser" se entiende aquí el carácter contradictorio cutir era la srgurente: ¿hay que participar de las elecciones <
del ente en su totalidad, que determina la conciencia indivi- ~ue han sido convocadas bajo la supervisión del régimen za-
nsta y conforme a sus reglas, y enviar a los diputados a la j.l
,,
¡:
Duma (parlamento), o hay que seguir negando la legitimidad
f¡l
Qsoren Kierkegaard, Philosophische Brocken, Düsseldorf / Colonia, 1960, p. 6o ss. del régifoU~n zarista y luchar contra este régimen desde la
[trad. esp.: Migajas filosóficas o un poco de filosoj(a, edición y trad. de Rafael Larrañeta, clandestmrdad? Esta cuestión había escindido profundamen- 1!:,1
1ji
2da ed., Madrid, Trotta, 1997, p. 67 ss.[.

34 35
te al partido en "liquidadores", que querían renu~ciar a la lu- quierda y derecha. ¿Pero cómo se define esa línea general?
cha clandestina y reorganizar la socialdemocracia como un Se la puede formular como la suma de las demandas de las
partido político que operara exclusivamente en la l~galida~, y-
.?P_<~s~c~E~-~-.c!~J~~ier~~ de_j_~cha. En todos los textos y
y los "otsovistas", que exigían que los diputados sooaldemo- discursos de Stalin, así como en los documentos oficiales del
cratas abandonaran la Duma y que todo el partido pasara partido de esa época, no es posible descubrir nada que no
a la clandestinidad. Lenin propuso en aquel momento una se conociera ya de los discursos y escritos de diversas opo-
solución para el problema que hizo escuela: enviar a los di- siciones. La única diferencia -aunque decisiva- es que aquí
putados a la Duma y también combatir el ré?imen, incl~i­ se aceptan y afirman simultáneamente las demandas opues-
da-fa Duma, desde la clandestinidad. Para Lenm, la paradoJa tas de las distintas oposiciones intrapartidarias. Por ejemplo,
consistente en que entonces el partido combatiría a sus pro- había que combinar el crecimiento más rápido posible de la
!
pios diputados después de haberlos enviado a la D~ma no industria con el florecimiento de la agricultura, que se condi- 1
,1
cionarían mutuamente en forma dialéctica, etc. ,1
era motivo para cuestionar la propuesta. Al contrano: para
Lenin, precisamente el carácter paradójico de su propuesta La lógica de las discusiones intrapartidarias de esos años 1

¡
la hacía dialéctica, y por consiguiente correcta; correcta en se puede resumir, por lo tanto, del siguiente modo: una des- < il
el sentido de que la lucha proletaria abarcaba así el todo del viación se consideraba desviación no en virtud de lo que
campo social: se la llevaba a cabo tanto dentro de la Duma afirmaban los representantes de esa desviación, sino como \1
con medios pacíficos como fuera de la Duma, preparando la consecuencia de su negativa a aceptar como una afirmación
revolución. Aquí se ve con claridad el beneficio que surge de también verdadera lo contrario de lo que ellos afirmaban. j
formular un programa político como paradoja: de esa mane- Eso descalificaba a los disidentes como "parciales". En efec-
ra se enfoca la totalidad del campo político y se actúa no por to: todas sus demandas eran aceptadas por la línea general,
exclusión sino por inclusión. todas sus afirmaciones siempre encontraban ya cabida y
También las discusiones partidarias posteriores tuvieron consideración en la paradoja dominante. Así que se podía
el mismo trámite. Cada discusión concluía con una formula- preguntar: ¿Qué más quieren los disidentes en realidad?
ción que tenía la forma de la paradoja. Después de la revo- La respuestas6fopoaia.serque-no sólo querían alg;·~~
lución, por ejemplo, Trotski abogó por darles a los. obreros q~~~ quei!~_!_?do, por""que no sóTo-ath"ffiabariaigo -IÓru~l
una rigurosa organización cuasi militar, que los tuv1e~a pre- se reconocía como perfectamente legítimo- sino que iban
parados para el combate, y por obligar a los ca~pesmos a más allá y negaban lo contrario de lo que afirmaban. Para la
alimentar a los ejércitos de trabajadores proletanos. Otros, lógica formal, que aspira a la ausencia de contradicción en
como por ejemplo, Bujarin y Rykov, tenían una posición más sus enunciados, este segundo paso, es decir, la negación de
moderada. Querían que los campesinos se "integraran" de lo contrario de lo que se afirma, en realidad no se considera
la manera más pacífica posible al socialismo y estaban dis- otro paso: la negación de lo contrario de lo que uno afirma
puestos a aceptar que por ese motivo el crecimiento de la sólo parece ser una consecuencia trivial de esa afirmación.
industria fuera un poco más lento. Así se constituyeron des- Pero para el Materialismo Dialéctico el segundo paso es ló-
viaciones a izquierda y derecha de la línea general de parti- gicamente independiente del primero, y al mismo tiempo es
do, cuyas luchas internas definieron la vida del país dur~nte decisivo, porque precisamente este segundo paso decide so-
mucho tiempo, hasta que a comienzos de los años tremta bre la diferencia entre la vida y la muerte.
triunfó la línea general, representada por Stalin, siendo li- El Materialismo Dialéctico cree que la vida es intrínse-
quidados en el transcurso de la década los disidentes a iz- camente contradictoria. Por eso el Materialismo Dialéctico

37
36
pretende captar la vida en paradojas, par~ P?der g?b:rnarla.
Para el Materialismo Dialéctico lo que esta VIVO es umcamen- excluye la paradoja, la lógica dialéctica hegeliana hace que
te el todo la totalidad. Por eso cuando dice A no q':_liere que la paradoja se diluya en el tiempo. La lógica total afirma la
paradoja como principio de la vida, que también incluye la
· "dan
1e 1mp1 · a1 mismo
' d ec1r --····-·- ·c.• No
- ___ tiempo A.-norñue si" se pr®l-
-~----L-.t:.-~-=-----··7'·· ,-···:·"
muerte, como ícono del todo, de lo total. La lógica total es
·- ··-·Ni-~~---=-------~fi--
b 1era o n, esto signi Icana-, para el -~~----
. ....... Materialismo Dialectico
"·--· ........ """·~--- ... .
'excluir-a No A. del_to~o;-y-~ntonc~~- el t~~?..?ej~!ía_ ~_e_s~r_t_o~? total porque hace aparecer lo total en su esplendor, porque
. de' estar v1Vo:Y además: el Materialismo DialéctiCO no so~o piensa y afirma al mismo tiempo la totalidad de todos los
*üiere 'fiablar-;obre la vida, quiere más _bien_ qu_e. su propio enunciados posibles. La lógica total es una lógica genuina-
mente política: es paradójica y ortodoxa a la vez.
discurso sea un discurso vivo. Y ~s!~~v~~~ s~g~~fi~a_p~a- t:_l
Materialismo Dialéctico justamente ser contra9ic~or!o, p~r<_I_:­ El Materialismo Dialéctico soviético oficial suele ser visto
dójico.l!:~s ~áq~in~~ ~~ difer~ncian de los seres humanos so- -en especial por la izquierda occidental- como rígido, dog-
bre tÓdo porque piensan correctamente desde una perspec- mático y por ende intelectualmente improductivo, y en últi-
tiva lógico-formal. Si se confronta a una máquina con una ma instancia como irrelevante desde el punto de vista teóri-
paradoja, la máquina necesariamente fra~asa. El s~r humano, co. Con la caracterización del pensamiento oficial soviético
en cambio, puede vivir bien en la paradoJa y mediante lapa- como dogmático en cierto sentido se puede estar de acuerdo.
radoja. Más aún: en realidad sólo puede vivir realii_te~e en Pero esa caracterización sola no alcanza para apreciar correc-
la paradoja que le permite acceder a lo total de la VI~ Vale tamente ese pensamiento, porque no se aclara el significado
aclarar que lo total es diferenciado aquí ri~ros~m~~te de de la palabra "dogmático': Cuando se dice de una persona
lo universal. La universalidad de un enunciado sigmfica su que piensa dogmáticamente lo que se quiere decir por lo ge-
validez general. Pero desde la perspectiva del Materialis~o neral es que esa persona tiene una determinada visión del
Dialéctico la pretensión de validez general de un enunCia- mundo y que persevera en esa visión, más allá de todas las
do es vista meramente como una parcialidad radical, porque objeciones que puedan demostrar que esa visión es intrín-
la alternativa queda totalmente excluida. Quien pre~ende :1 secamente contradictoria o que está en contradicción con la
realidad. Tal insensibilidad se atribuye casi siempre a la obs-
estatus de universalidad para sus enunciados parciales, lo-
gicamente correctos, actúa contra la razón di~léctica del tinación personal, al enceguecimiento ideológico de ese indi-
partido, que no piensa en términos universal~s _smo totales. viduo, o peor aún: a su negativa consciente a reconocer las
Esta declaración selló la suerte de las oposiciOnes. Todas verdades desagradables y a sacar conclusiones inevitables.
ellas fueron acusadas por la dirigencia estaliniana de que- La ideología soviética se distingue, en efecto, por una cierta
rer matar con sus formulaciones parciales, universalistas, co- inmunidad con respecto a las pruebas que demuestran que
rrectas en términos lógico-formales, en apariencia exentas de es intrínsecamente contradictoria y que además está en con-
contradicciones, el lenguaje comunista, un lenguaje vivo_ por tradicción con la realidad. Pero la razón de esa inmunidad
ser paradójico. !2_n L~~!!~_t:;:t J~~!::!_~l -y por lo tanto con vid~­ no está en su terquedad o insensibilidad con respecto a ta-
les argumentos. La razón de esa inmunidad es más bien la
que9~E9.n_s_QJ<J.!.~~':.!!S!~~-a.~.d~_p~~_sto_s -~-us~:u~ ~~~~le
vivo, es decir, los que compre~?!~r~Il__<t~-~~}a coi!.~~90n ~e convicción de la ideología soviética de que la demostración
ra.··~firmaci6ñpropia.no s~ sl_~e e11 iiJJ..s~l:tJ!? __qu_e_l~ c~~~ano del carácter contradictorio de su visión del mundo no refuta
esa visión, sino que la confirma.
de esa-afirmaci6nno'sea correcto. La lógica del Matenahsmo
biaiéctTCoes--uña.'i6gi'ca a
total: diferencia de la lógica formal En efecto, a quien hubiera estudiado el Materialismo Dia-
0 de la lógica dialéctica de cuño hegeliano. La lógica formal
léctico en la Unión Soviética las críticas occidentales a esta
doctrina no podían sino causarle asombro. Porque esas críti-

38
39
cas funcionaban exactamente como las argumentaciones de
las distintas oposiciones intrasoviéticas antes del afianz~­
Esta clase de lógica total tiene, por cierto, una larga pre-
historia. Para no adentrarnos demasiado en el pasado: los
«.
miento de la ortodoxia estalinista. Para algunos la ortodoxia dogmas del cristianismo no son más que paradojas. La di-
estalinista no era lo suficientemente humanista; para otros vina trinidad es descripta como identidad de uno y tres.
era demasiado humanista porque apostaba demasiado al in- Jesucristo es descripto como unidad de lo divino y lo hu-
dividuo y tenía muy poco en cuenta las dinámicas anónimas mano, que si bien son incompatibles también son insepara-
del desarrollo social. Para algunos esta ortodoxia era dema- bles: Cristo es todo hombre, todo Dios y al mismo tiempo
siado dialéctica, para otros era muy poco dialéctica. Para ~1- la unidad de Dios y el hombre. Ya con estos ejemplos se ve
gunos esta ortodoxia era demasiado volm~t~rista, en ~amblo con claridad que la ortodoxia cristiana piensa en paradojas.
para otros le faltaba precisamente el actlv~smo. La hst~ de Pero a la vez este pensamiento de ninguna manera es iló-
ejemplos es interminable. Si en aquellos anos u~ estudian- gico. Puesto que el pensamiento teológico pretende pensar
te del Materialismo Dialéctico se quedaba perple¡o ante esas el todo, excluye consecuentemente todo lo que no es sufi-
críticas, sus profesores en el fondo l~ daban un sol~ consejo: cientemente paradójico: todo lo que es demasiado correcto
pensar esas críticas todas juntas. Qmen lo hace obtiene co~o desde la perspectiva lógico-formal, coherente, exento de con-
resultado el Materialismo Dialéctico. Sobre todo en los anos tradicciones y por consiguiente parcial. Todas las doctrinas
sesenta y setenta aparecieron en la Unión Soviética cientos Y teológicas que pretendían ser lógicamente correctas y, por
miles de publicaciones con la crítica de la crítica occidental a ejemplo, ver en Cristo sólo a Dios o sólo al hombre eran ca-
la ideología soviética. Todas esas publicaciones sostenían, e~ talogadas como herejías por la dogmática cristiana, y sus re-
el fondo una sola tesis: las críticas en cuestión se contradi- presentantes perseguidos por la Iglesia.~} mismo tiempo, la
cen, y a:í producen, tomadas en conjunto, un enunci~do del dogmática eclesiástica no constituye otra cosa que la suma
Materialismo Dialéctico. Así quedaba demostrada sm gran de esas herejía~ Como la dogmática comunista, la dogmáti-
esfuerzo la superioridad del Materialismo Dialécti~o e~~ res- ca cristiana pretende ser totalmente abierta, inclusiva; y per-
pecto a todos sus críticos: con la sim~le ~,sola aphc~cwn de sigue las herejías sólo porque estas pretenden excluir a las
las reglas de la lógica total. Esta aphcacwn era deliberada- herejías opuestas.
mente repetitiva porque la situación se repetía consta.n~e­ A la vez, el pensamiento teológico busca la máxima para-
mente: la ideología soviética era criticada por dos ~?s~cw­ doja posible, que excluya de manera absolutamente radical
nes contrapuestas, que así la confirmaban. Esta repet1t1v1dad la posibilidad de subsumir esa paradoja en un pensamiento
producía la impresión de que el Materialism~ -~ialéctico es coherente, correcto desde la perspectiva lógico-formal, par-
una doctrina cerrada, que excluye toda opos1non. Pero era cial. Cuando Tertuliano dice credo quía absurdum, segura-
el caso contrario:\1t lógica total es una lógica abierta porque mente no quiere decir que está dispuesto_(l_c:reer cualquier
acepta al mismo tiempo A y No A,~ e~ conse~uencia,no :x- absurdo sólo porque-es un absurdo. Lo que quié~e-decrres
cluye a nadie]El Materialismo Dialect1co funcwn~ ~as b1en "'más bren que sólo-Toabsillao-cfél-cristiani-smo puede cum-
como exclusión de la exclusión. Acepta toda oposlCIOn. Pero plir con los ciih~rios ~Iogicos· deTo perlectamente absurdo:e5
no acepta la negativa de esa oposición a aceptar la oposición d.ecir, del carácter perfectamente~parad@c~, y. que por eso
que se le opone. El Materialismo Di~léctico pretende ser. ab- sólo el cristianismo satisface la pretensión de servir- como
solutamente abierto, excluyendo as1 todo lo que no qmere -ícono del todo. Por lo tanto,-la-lógicat¿taí del·c;~niS~
ser tan abierto como él. sucesora de la lógica total de la dogmática cristiana y de su
1
búsqueda de la autocontradicción perfecta. La razón es que

41 1
40

11
el comunismo es la forma más perfecta del ateísmo, una te- formulaciones paradójicas casi perfectas que resumen la or-
sis que Marx y Lenin nunca se cansaron de repetir. Ni la ló- todoxia estalinista.
gica formal ni la lógica dialéctica permiten pensar el todo: la La famosa Historia del partido comunista de la Unión So-
lógica formal excluye la paradoja, la dialéctica temporaliza la viética (1938), hecha bajo la supervisión de Stalin, relata la
paradoja. De esa manera, el pensamiento "divino", teológico, historia del movimiento comunista sobre todo como la his-
que puede pensar el todo porque sigue las reglas de la lógica toria de la lucha contra las diversas herejías, en busca de una
total, sigue siendo superior a todo pensamiento meramente ortodoxia perfectamente paradójica. Lo más interesante es el
"humano". El pasaje al ateísmo radical sólo se puede efectuar capítulo del libro que está dedicado exclusivamente a expo-
si la razón humana se apropia de la lógica total de la orto- ner el Materialismo Dialéctico e Histórico. Cuenta la leyenda
doxia paradójica, no dejándole a lo divino más lugar lógico que fue el propio Stalin quien escribió este capítulo. Y, en
libre, vacante. efecto, a cualquiera que haya leído mucho de Stalin el estilo
Ahora bien, sin duda se puede decir -y en efecto se lo del capítulo le suena inconfundiblemente familiar. Sea como
ha dicho con frecuencia- que la lógica total, que argumenta fuere, se trata aquí de un texto en el que el discurso filosó-
en paradojas, lleva a que el individuo que la practica en al- fico soviético oficial ha adquirido su forma canónica, orto-
gún momento empiece a pensar y actuar de un mo~~ c~nico doxa, de la que más adelante ya casi no se desvió.
y oportunista. La arbitrariedad del poder se torna 1hm1tada Al comienzo del capítulo se caracteriza el Materialismo
porque las reglas de la razón ya no le ponen límites. En este Dialéctico del siguiente modo: "Algunos filósofos de la an-
sentido, la lógica total del Materialismo Dialéctico está bri- tigüedad entendían que el descubrimiento de las contradic-
llantemente parodiada en 1984, la novela de Orwell. Pero lo ciones en el proceso discursivo y el choque de las opiniones
brillante de esa parodia no debe ocultarnos que ella misma contrapuestas era el mejor medio para encontrar la verdad.
no es más que un reflejo del esplendor de la evidencia gene- Este método dialéctico de pensamiento, que más tarde se
rado originalmente por el pensamiento paradójico. La lógica hizo extensivo a los fenómenos naturales, se convirtió en el
total sigue siendo una lógica. La razón paradójica, dialéctica, método dialéctico de conocimiento de la naturaleza, consis-
sigue siendo una razón que tiene sus reglas; porque pensar tente en considerar los fenómenos naturales como sujetos
consecuentemente en paradojas supone una dificultad enor- a perpetuo movimiento y cambio y el desarrollo de la na-
me. La historia de las herejías cristianas y comunistas es su- turaleza como el resultado de las contradicciones existentes
ficiente para demostrar esa dificultad. ~~-_!:~ejía es para la en esta, como el resultado de la acción mutua de las fuerzas
~~c~total 1?, qu_~. !:~"_la i~~?f:~~~~~Ja..r~r.~J~}ó_g!~~~!llal. contradictorias en el seno de la naturaleza." (p. 141) 2 Stalin
y evitar el apíañamiento de la paradoJa es por lo menos tan (si realmente se trata de Stalin) destaca más adelante que
difícil como evitar la paradoja misma. A la teología cristiana el método dialéctico puede y debe pensar el todo, la totali-
le llevó siglos de esfuerzo intelectual llegar a formulaciones
2 Aquí y en lo que sigue se cita por la edición: Historia del partido comunista de la
perfectamente paradójicas, o que por lo menos parecen ser- Unión Soviética. Texto oficial, aprobado por el Comité Central del P. C. de la U.R.S.S., edi"
lo. Para eso tuvo que librar una lucha constante con las he- lado por Orestes Ghioldi, Buenos Aires, 1940, cap. IV: "Los mensheviques y los bolshe--
rejías que podían debilitar la paradoja en una dirección u viques durante el período de la reacción stolypiniana. Los bolsheviques pasan a formar
un partido marxista independiente (1908-1912)", 2. "Sobre el materialismo dialéctico
otra haciendo que la teología se viera sometida a las reglas
y el materialismo histórico", pp. 140-177 [Geschichte der Kommunistischen Partei der
de la lógica formal y perdiera su pretensión de totalidad. De Sowjetunion (Bolschewiki)- Kurzer Lehrgang, Berlín, 8" ed., 1951, cap. 4: "(1908-1912).
la misma manera, al poder soviético le llevó décadas de dis- Menschewiki und Bolschewiki in der Periode der Stolypinschen Reaktion. Formierung
cusiones intensas, intelectualmente ambiciosas, llegar a las der Bolschewiki zu einer selbstiindigen marxistischen Partei", § 2: "Über dialektischen
und historischen Materialismos", pp. 83"102].

42 43
dad: "Por eso, el método dialéctico entiende que ningún fe- por el desarrollo de la vida material de la sociedad." (p. 155)
nómeno de la naturaleza puede ser comprendido si se le en- Pero por otro lado, las ideas no son una cuestión secunda-
foca aisladamente, sin conexión con los fenómenos que le ria: "Pero las ideas y teorías sociales no son todas iguales.
rodean." (p. 142) Y más adelante Stalin remite a formulacio- Hay ideas y teorías viejas que han cumplido ya su misión
nes de Lenin al respecto: "'Dialéctica en sentido estricto, es y que sirven a los intereses de fuerzas sociales caducas. Su
-dice Lenin- el estudio de las contradicciones contenidas en papel consiste en frenar el desarrollo de la sociedad, su mar-
la misma esencia de los objetos."' (p. 146)3 Y Stalin declara cha progresiva. Y hay ideas y teorías nuevas, avanzadas, que
entonces: "Tales son, brevemente expuestos, los rasgos fun- sirven a los intereses de las fuerzas de vanguardia de la so-
damentales del método dialéctico marxista." (ibid.) ciedad. El papel de éstas consiste en facilitar el desarrollo
Queda claro así que para Stalin el todo del mundo es in- de la sociedad, su marcha progresiva, siendo su importancia
trínsecamente contradictorio y que esas contradicciones a la tanto más grande cuanto mayor es la exactitud con que res-
vez se reproducen constantemente en cada cosa del mundo. ponden a las exigencias del desarrollo de la vida material de
Por lo tanto, entender el mundo significa entender la contra- la sociedad. [... ] En relación con esto, dice Marx: 'La teoría se
dicción que define la configuración del mundo en un mo- convierte en una fuerza material tan pronto como prende
mento dado. La dinámica de la evolución social está deter- en las masas' (C. Marx y F. Engels, Obras Completas, t. I, pág.
minada para Stalin sobre todo por las contradicciones entre 406)." (p. 156 s.)4
base y superestructura. {!,.as fuerzas de producción jamás se Stalin rechaza, por lo tanto, a los teóricos que se niegan a
expresan simplemente a través de las relaciones de produc- conceder a la superestructura un rol activo en el proceso his-
ción y sus respectivas instituciones culturales. La superes- tórico. Pero al mismo tiempo argumenta contra la otra des-
tructura no es un mero reflejo pasivo de la base. Porque el viación, la opuesta, que exagera el rol configurador de la su-
orden institucional y la reflexión teórica jamás pueden re- perestructura: "El fracaso de los utopistas, incluyendo entre
flejar con neutralidad, con objetividad, el grado de desarro- ellos los populistas, los anarquistas y los socialrevoluciona-
llo de las fuerzas productivas. Puede suceder más bien que rios, se explica, entre otras razones, porque no reconocían la
la superestructura se atrase con respecto al desarrollo de las importancia primaria de las condiciones de vida material de
fuerzas productivas, y por lo tanto demore el desarrollo so- la sociedad en cuanto al desarrollo de ésta, sino que, cayendo
cial, o que preceda a ese desarrollo y por lo tanto lo impulse en el idealismo, erigían toda la actuación práctica, no sobre
conscientemente. En el primer caso se trata de una sup~res­ las exigencias del desarrollo de la vida material de la socie-
tructura reaccionaria; en el segundo, de una progresista] dad, sino, independientemente de ellas y en contra de ellas,
Por un lado, Stalin afirma: "Esto quiere decir que, en po- sobre 'planes ideales' y 'proyectos universales', desligados de
lítica, para no equivocarse y no convertirse en una colección la vida real de la sociedad." (p. 155) Por lo tanto,[a historia
de vacuos soñadores, el Partido del proletariado debe tomar es descripta por Stalin como un proceso impulsado por la
como punto de partida para su actuación, no los 'principios' contradicción permanente entre la base y la superestructu-
abstractos de la 'razón humana', sino las condiciones con- ra de la sociedad, en el que ninguna de las dos partt! puede
cretas de la vida material de la sociedad, que constituyen la prevalecer. J
fuerza decisiva del desarrollo social; no los buenos deseos de Pero la cuestión central que se plantea es la del medio en el
los 'grandes hombres', sino las exigencias reales impuestas que surge esa contradicción que impulsa el proceso histórico.

3 W. l. Lenin, Aus dem philosophischen Nachlafl, Berlín, 1961, p. 188lcf. V. l. Lenin, 4 Cf. Karl Marx, Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, trad. de A. R. y M. H.
Cuadernos filosóficos, Buenos Aires, Estudio, 1960, p. 246¡. A., Buenos Aires, Ediciones Nuevas, 1968, p. 30.

45
44
En efecto: Si la base y la superestructura están en contradic- ~eculiar ~estim?nio de la vida interior de un dirigente polí-
ción, en una relación de tensión, hay gue presuponer un me- tico: Stalm tema tanto apuro por publicar de inmediato los
conoci~ientos ~ lo~ que había arribado, inconclusos, frag-
~~?...~~!:~~2--~!!.~~~-!~Ü-~IJP_e!e.~!rl!~~~~~ pero que al mismo
tiemp-ó incluya tanto a la base como a la superestructura, de mentanos, provisonos, porque tenía la sensación de haberse
modo que la contradicción entre ambas pueda surgir y arti- encontra~o con_ algo muy importante y no quería dejar al
cularse en ese medio. De todas formas, Stalin recién plantea mundo m un mmuto en la ignorancia de su descubrimiento.
la pregunta por este tipo de medio mucho más tarde 1 o. Lo que motivó originalmente esta autoentrevista de Sta- <
Y la responde del siguiente modo: ese medio e la lengua. lin fue la tesis de N. Y. Marr, influyente lingüista soviético
En los escritos tardíos de Stalin, que se publicaron poco de la épo~a, de_ que la lengua forma parte de la superestruc-
antes de su muerte, se reflexiona con cierta demora sobre tura. Stalm ob¡eta con vehemencia esta tesis cuestionando
ellinguistic tum revolucionario que políticamente el partido ~ue la lengua sea específica de la clase, que es lo que vale
comunista soviético había realizado mucho antes. Stalin re- sie~pre ~ara la superestructura, y afirma: "Si la lengua exis-
dacta esos escritos en una forma algo inusual: como respues- t~, SI ha sido creada, es precisamente para que sirva a la so-
tas a preguntas que supuestamente le fueron planteadas por Ciedad, considerada como un todo; para que sea común a
gente "sencilla". En el primer texto se trata de respuestas a todos _los miembros de la sociedad y única para ésta; para
las preguntas de un "grupo" anónimo "de camaradas jóve- que Sirva por igual a sus miembros, sea cual fuere la cla-
nes", que presuntamente le pidió a Stalin que manifestara en se a _la que pertenezcan. [... J En ese sentido, la lengua, que
la prensa su opinión sobre los problemas de la lingüística. se diferencia en principio de la superestructura, no se dis-
Luego siguieron las respuestas a las preguntas de la camara- tingu~ d~ los instrumentos de producción, por ejemplo, de
da Krashenínnikova, de la que no se dan otros datos y que las maqumas, que son tan indiferentes a las clases como la
tampoco nadie conocía; y más tarde, respuestas a las pre- l~n~a y que pueden servir por igual tanto al régimen ca-
guntas de los camaradas Sanzhéev, Belkin, Furer y Jolópov, pitalista como al socialista." (p. 4 s.)s (Pravda, 20 de junio
!.
también desconocidos para la mayoría de los lectores y cuyo de _1950) Pronto queda claro, entonces, por qué Stalin re--
origen y posición eran un misterio. De modo que se tiene la acciOna con tanta vehemencia a la tesis del carácter super-
impresión de que Stalin incursionó en el género literario del estructural de la lengua. La superestructura no es total: al ';

soliloquio, distribuyendo las preguntas que él mismo se ha- distinguirse de la base, es limitada. Si la lengua forma parte <
cía entre los personajes ficticios para mantenerse en el plano de la superestructura, eso significa que su influencia tam-
de lo fragmentario y a la vez conferirle a todo el texto un ca- bién es limitada. Y esta limitación no le gusta para nada a
rácter vivo y provisorio. Las respuestas fueron reproducidas Stalin. La razón es clara: puesto que en la Unión Soviética
durante varios días en el periódico Pravda como una novela todo lo ec-~nómic~ era decidido y controlado en Iá. lengua,
por entregas. Cada nuevo complejo de preguntas atribuido a la pretensiOn de_ liderazgo del propio Stalin sería limitada y
una nueva persona apuntaba a precisar y completar las res- su poder para disponer sobre la organización de la base de
puestas que, en opinión de Stalin, en el soliloquio anterior la sociedad soviética quedaría recortado si la lengua queda-
habían sido formuladas de manera incompleta o sin la sufi- ra encerrada en el ámbito restringido de la superestructura.
ciente claridad. Toda la empresa es un ejemplo singular de
una autoentrevista realizada en público, absolutamente ex-
perimental, insegura, que no tiene un verdadero principio 5 Aquí Y en lo que sigue se cita por: J. V. Stalin, El marxismo y los problemas de la
lingüística, Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1976 JL W. Stalin, "Über die Fragen
ni fin. De todas formas, hay algo que queda claro al leer este der Sprachwissenschaft~ en Werke, Dortmund, 1979, vol. 15, pp. 113- 13 6].

46 47
Por eso Stalin afirma: "La lengua, por el contrario, está li- tanto a las viejas como a las nuevas. ¿Ofrece esta circunstan-
gada directamente a la actividad productora del hombre, y no cia fundamento para incluir la lengua en la categoría de los
sólo a la actividad productora, sino a cualquier otra actividad instrumentos de producción?" (p. 34 s.) La respuesta es: "No,
del hombre en todas las esferas de su trabajo, desde la pro- no lo ofrece", porque la lengua como tal no produce bienes
ducción hasta la base, desde la base hasta la superestructura. materiales. Pero además tampoco necesita producirlos por-
[... ]Por eso, la esfera de acción de la lengua, que abarca todos que es material desde siempre. Stalin polemiza en el mismo
los campos de la actividad del hombre, es mucho más amplia texto con la opinión de Marr de que puede haber un pen-
y variada que la esfera de acción de la superestructura. Más samiento sin lenguaje: "No existen pensamientos desnudos,
\ aún, es casi ilimitada." (p. 7) Pero Stalin logra clarificar defi- libres del material idiomático, libres de la 'materia natural'
nitivamente su intención al formular lo siguiente: "A diferen- idiomática." (p. 37) (Pravda, 29 de junio de 1950)
cia de la superestructura, que no está ligada a la producción Ahora queda bien claro: la lengua no es superestructura
directamente, sino a través de la economía, la lengua_ está ni base, ni es fuerza productiva. Pero es tanto superestruc-
directamente ligada a la actividad productora del hombre, lo tura como base y fuerza productiva, porque sin la lengua
mismo que a todas sus demás actividades en todas las esfe- no hay ni puede haber nada. Y no sólo es fuerza producti-
ras de su trabajo, sin excepción." (p. 22) ~~e gara_n- va cuando "se apodera de las masas", sino que es netamente
tizar que la lengua tenga un acceso directo a la producción, material en su origen y está ligada "directamente" a todo lo
"iñmeéliit?~~es·-~§~~: no media~~!?~~ !~ ~~~on~~~~~_para gúe material, eludiendo a la economía. Dicho de otro modo: la
~-a l~ngu~ s~ -~~~;::!~:S~~.,en_ ~~ ~~ªi~ J~Jl~ el q!le ~~-S.~~restruc­ lengua es perfectamente capaz de sus!i!uirJ;>.Qr_g;mm!~tc0i'
~ura cons_~gl!t;..~~- E()_<:fer __¡;l~- ()rga~i~q:uUr~c::tamei1t~--~J~__e. §_~?opía1~áfªT~~-r:9:_a,(5árit_•~I]lü~q~0:~en~l!!!.~él-~~~§()_ di-
Ahora bien, Stalin recién se da cuenta más tarde, es decir recto a todas las actividades y a !<?dos lp.§._ª!!lQitos d~Jé!...vi.Q.!l
después de publicar su primer soliloquio, del peligro de que hu~a~-p()-¡:-fo--taÍitü;lü-deZisi;o p-;ra que la ¡;~gua funcio-
el medio de la lengua pueda entenderse m~ra~eñte como ~e coiñ'o lengua no es su rol como materia prima para la
( áig~ q~evin~ula la ba~e-yla~~P~~esÚuc~~~~Y~;·¿;~~ ~Igo
a
que}ñi.re!a _io_~~~-4í_él~~- Esta es-~ i'nl'p-resiÓ~ f~ cjué Staliñ
quiere anticiparse en sus respuestas a la camarada Krashe-
producción de las distintas mercancías lingüísticas, que se
vinculan con el resto de los ámbitos de la vida a través de
la economía al ser sometida la circulación de estas mercan-
nínnikova. Stalin vuelve a afirmar: "En pocas palabras: no cías a las condiciones generales del mercado. La lengua tie-
1
1
puede incluirse a la lengua ni en la categoría de las bases
ni en la categoría de las superestructuras. Tampoco puede
ne más bien la capacidad de vincular base y superestructura
en forma directa, inmediata, y de anular así a la economía.
i incluírsela en la categoría de los fenómenos 'intermedios' Es evidente que precisamente esta capacidad de la lengua
1
;
entre la base y la superestructura, pues tales fenómenos 'in- es la que es realizada en una sociedad socialista, comunista.
¡
¡
termedios' no existen." (p. 34) Y luego vuelve a preguntar- Que la lengua adquiera así una definición intrínsecamen-
se: "Pero, ¿quizá puede incluirse la lengua en la categoría te contradictoria, paradójica, porque no se la define como
de las fuerzas productivas de la sociedad, por ejemplo, en base ni como superestructura, ni como algo que no es base
\ la categoría de los instrumentos de producción? En efecto, ni superestructura, es algo que a Stalin, por cierto, no le pre-
entre la lengua y los instrumentos de producción hay cier- ocupa. Al contrario, tiende a protestar contra los que califica

\ ta analogía: los instrumentos de producción, lo mismo que


la lengua, manifiestan cierta indiferencia hacia las clases y
pueden servir por igual a las diversas clases de la sociedad,
de "dogmáticos"* y "talmudistas" (p. 49 ). Estos se caracterizan

• El autor sugiere aquí una corrección a la traducción alemana de la cita, que con-
siste en sustituir el término Buchstabengelehrte (aproximadamente: eruditos en letras,

48 49

1
• 1

1'
por entender el marxismo como un "dogma muerto". Con
dogma Stalin se refiere en este caso a un enunciado exento toria muerta de los signos)Que la lógica formal tuviera un
de contradicciones, que aspira a una validez universal y que papel en todo eso hacía la cosa más sospechosa todavía: la
se resiste a la "contradicción viva". Con consecuente dureza lógica formal se entendía como lógica de las máquinas, no
reacciona Stalin ante la supuesta crítica del camarada Joló- de las personas como seres vivos. Ahora bien, en su breve
pov, que dice haber descubierto una contradicción entre afir- libro "La importancia de los traJ:>.ajos_~arad~~ Stalin~­
maciones antiguas y nuevas de Stalin sobre la lingüística. bre cuestiones cl,e_li!];Jiñi}s!i\;~;J~.ari:~-~l~é!.!J.Qllo d~iolo&,a
Stalin no discute que esa contradicción exista, pero se niega so~iétié'i'; ¿A.· Coparin ve, no sin razón, el paralelo entre las
~~Íones de Stalin sobre la lengua y las posiciones de
> a aceptar la contradicción como una crítica. Escribe: "Por lo
visto, el camarada Jolópov ha descubierto una contradicción Lysenko, que lideraba el bando victorioso de la antigenética.
entre estas dos fórmulas y, firmemente convencido de que En este contexto, Oparin cita a Lysenko, quien considera que
debe ser suprimida, considera necesario desembarazarse de el objetivo de la fecundación es crearC::Ún cuerpo unitario,
una fórmula, como injusta, y asirse a la otra fórmula, como biológicamente contradictorio, es decir, viable.:J Aquí se for-
justa para todos los tiempos y todos los países; pero no sabe mula con toda claridad que sólo lo que es intrínsecamente
a qué fórmula precisamente asirse. Resulta algo así como contradictorio puede ser considerado vivo y viable. Lo vivo
una situación sin salida. El camarada Jolópov ni siquiera sos- en sí es entendido aquí como una figura lógica determinada:
pecha que ambas fórmulas pueden ser justas, cada una para la figura de la paradoja.
su época." (p. 49) Y Stalin continúa: "Así les ocurre siempre El comunismo de cuño estaliniano se revela así defini-
a los dogmáticos y a los talmudistas, que, sin penetrar en la tivamente como una reactivación del sueño platónico del
esencia de las cosas y citando mecánicamente, sin relación gobierno de los filósofos, que opera únicamente por medio
con las condiciones históricas a que se refieren las citas, se de la lengua. En el Estado platónico, la lengua de los filóso-
ven siempre en una situación sin salida." (ibid.) (Pravda, 2 de fos se convierte por obra del estamento de los guardianes en
agosto de 1950) una fuerza directa que cohesiona a ese Estado. En el Estado
Stalin suaviza un poco su aprobación de la contradicción estaliniano no era distinto. Eran los aparatos del Estado los
refiriéndose a que las afirmaciones opuestas de las que se que traducían en acción la lengua del filósofo, y como es de
trata se relacionan con distintas épocas y por eso en realidad público conocimiento, esa traducción era siempre en extre-
no entran en contradicción. Pero en el mismo texto resalta mo brutal. Y sin embargo se trata aquí de!.._gobierl!?~~
la estabilidad transhistórica de la lengua. A espíritus menos ~~ porgue sóJo por E.?-e<!io 4~Ja 1~~-ª---~Lfllqsofo P-2..:
simples que el "camarada Jolópov" no se les ocultaba en ab- ~a oblig'!!..-ª~~sos i!Rg!"1!,!~-~-?~ed~ce~-~e y a,ct~~r e~~~
soluto que los textos de Stalin sobre lingüística servían de del todo. A diferencia de la monarqma clas1ca, el domm10
hecho para introducir la contradicción como regla suprema no es legitimado aquí mediante el cuerpo del monarca (más
de la lógica. En esa época se había desatado en la Unión So- precisamente, mediante el origen de su cuerpo). El dirigen-
viética una guerra ideológica en el frente de la biología. La te fascista, dicho sea de paso, también deriva su legitimidad
pregunta planteada era cómo se puede distinguir lo vivo de del origen racial de su cuerpo; en ese sentido, el fascismo
lo muerto, de lo mecánico, de la máquina. (Los que estaban es una variante democrática de la monarquía. El cuerpo del
en el poder sospechaban que la genética estaba del lado de dirigente comunista, en cambio, es irrelevante para su pre-
la muerte porque pretendía someter lo vivo a la combina- tensión de poder. El dirigente comunista sólo puede legiti- <
literati) por Schriftgelehrte (escribas o doctores de la ley).¡N. de la T.] 6 A. L Oparin, 3na~enue mpyooB moBapuu¡a lf. B. CmWluHa no BonpocaM
Jl3blK03HUHW! on11 pmBumW! coBemcKoii 6uonozu~ecKoii nayKu, Moscú, Pravda, 1951, p. 11.

50
51
marse pensando y hablando más dialécticamente, es decir, a redes de comunicación en las que las mercancías lingifísti-
en realidad más paradójicamente, más totalmente que todos cas circulan bajo las condiciones generales del mercado.~ei­ <
los demás. Si falta esa demostración lingüística, el dirigente teradamente se escuchan demandas tales como que deter-
tarde o temprano pierde la legitimación. minados grupos sociales, étnicos o de otra índole deberían
La aspiración al gobierno de los filósofos, no obstante, es poder comunicar en palabras sus inquietudes y que por eso
lisa y llanamente ..Parte de la definición de filosofía Si no deberían tener acceso a las redes de comunicación. Esas de-
-se preú~ilde -g;;herr{~-;. ¡;¡··t~d¿-(íél-m~ñélü~ ¿p-ür:-q~- pe-má""r mandas seguramente son legítimas y loables. Pero estamos
entori~~ ~~~_(o_9ii?d~Té;;-q~{;~~ -~iiffiinar- Ta"preténslóñde hablando de la exposición verbal de intereses y pretensio-
poder total de la filosofía, eliminará la propia filosofía. Lo nes que son particulares. Por lo general, esos intereses y pre-
único que quedará entonces será la historia de la filosofía. tensiones son expuestos con claridad, precisión y coherencia
Ahora bien, es necesario aclarar aquí un malentendido co- para poder, en definitiva, conciliarse con otras pretensiones,
mún que también enturbia la imagen del Estado platónico: opuestas. Se trata, por lo tanto, de una ampliación del discur-
el llamado al gobierno de los filósofos suena antidemocrá- so sofista, no de una puesta al descubierto de la dimensión
tico para mucha gente porque se piensa que la filosofía es filosófica de la lenguaJEn primer lugar, al comenzar a cir-
un saber especial que la mayoría de los individuos no posee. cular por las redes comerciales de comunicación que exis-
?e tiene así la impresión de que un gobierno de los filóso- ten las respectivas pretensiones se convierten ellas mismas
fos signifiCaungüblerno de elite,'qü:é'"exCluyé"a'Ta-fuayqri_¡¡. en mercancías. Y en segundo lugar, el inevitable carácter
ae-ligeñfe.líero; ¿qu-ié~ ~S filÓs-ofo? FilÓsofo es-~do el que intrínsecamente contradictorio de esas pretensiones es disi-
h'Ei5Iamféhtr(ls habHiTci calla'eió-éuentemente), porque tt:5CÍa mulado haciendo que esas contradicciones se conviertan en
lengua se relac¡;na de manera directa o indirecta con el todo conciliaciones en el medio que constituye el dinero. En tan-
y por consiguiente es filosóficamente relevante. En su mo- to información y comunicación la lengua pierde su unidad.
mento Wittgenstein intentó depurar la lengua cotidiana de Se desintegra en diversos discursos cerrados, coherentes,
la lengua específicamente filosófica, es decir, de la lengua lógicamente correctos, que en el mercado funcionan como
que se relaciona con el todo y por eso tiene que ser paradó- mercancías y solamente mantienen su coherencia porque
jica, para que el pueblo se volviera enteramente afilosófico proyectan sus contradicciones al todo del capital, y se hacen
y fuera inmune para siempre al peligro del gobierno de los pagar por ello. Por lo tanto, la mera exigencia de que se for- <
filósofos. Como se sabe, no lo logró. En lugar de eso, hacia el mulen en palabras las pretensiones individuales, particula-
final de su vida Wittgenstein tuvo que admitir que el anclaje res, para facilitarles el acceso a las redes pluralistas de comu-
de la filosofía en la lengua misma es demasiado profundo nicación no alcanza para afianzar el dominio de la lengua.
-lo cual para Wittgenstein significa que la lengua desde el Para eso primero hay que poner al descubierto y tematizar
origen está demasiado enferma-, de modo que todo el que lo que tienen en común, lo transindividual de todas las pre-
habla no puede evitar filosofar, es decir, referirse en una for- tensiones y opiniones individuales posibles: su estructura
ma paradójica al todo de la lengua. El intento de impedir esa lógica inevitablemente paradójica, autocontradictoria
referencia no haría más que llevar a una forma específica, La lengua sólo puede triunfar sobre la economía si co-
totalmente pervertida por ser autodestructiva, del gobierno mienza por el todo, por l9 t:.Q!!i.J.:. En ese sentiao, el Estado
de los filósofos. soviético fue una forma del gobierno de los filósofos. Pero el
Otro malentendido consiste en que en la actualidad la Estado comunista se diferenciaba del Estado platónico por-
participación de la lengua suele entenderse como el acceso que en el Estado comunista cada individuo estaba obligado

52 53
a ser un filósofo, y no sólo la capa gobernante. El soviético ca total del Materialismo Dialéctico- podía inferirlas rápida-
sólo podía satisfacer sus necesidades más elementales si era mente por sí solo. Por lo tanto, la principal exigencia que se
reconocido por el Estado como alguien que piensa filosófi- le planteaba al soviético no era pensar soviéticamente, sino
camente. Eso significa que tenía que sentir cada día la tem- pensar al mismo tiempo soviética y antisoviéticamente; pen-
peratura del todo de la lengua para sobrevivir ese día y esa sar, por consiguiente, en términos totales. Por eso muchos
noche. No se trataba solamente de sensibilidad con respec- de los ideólogos del Materialismo Dialéctico se desconcerta-
to a la evolución de la situación política, ideológica, cultural. ron cuando en la época de Brezhnev los primeros disidentes
del país en sí, sino a la evolución en todo el planeta. Quien comenzaron a proclamar públicamente "verdades" sobre la
no supiera cómo le estaba yendo al partido comunista en Unión Soviética. Todo el tiempo se escuchaba en ese enton-
Chile y qué nuevas y dañinas aventuras estaba encarando ces: Lo que dicen estos disidentes es algo muy conocido, si
el imperialismo norteamericano en ese preciso momento se todos siempre han pensado así, sólo que los textos de los di-
arriesgaba a que no le autorizaran una nueva vivienda, un sidentes son muy ingenuos, muy parciales, muy poco dialéc-
aumento de sueldo o un viaje al extranjero, porque para eso ticos en su armado.{§ólo más tarde se percibió que precisa-
se necesitaba una recomendación de la organización local mente lo no dialéctico de los textos de los disidentes fue lo
del partido, y esta sólo daba este tipo de recomendaciones que les abrió el amplio mercado mediático de las actuales
si tenía la sensación de que el soviético en cuestión era ge- redes de comunicaciónJEl primer mercado que nació en la
nuinamente soviético, es decir, que tenía un pensamiento lo Unión Soviética fue el mercado de las opiniones no dialécti-
suficientemente filosófico como para poner sus necesidades cas, correctas desde la perspectiva de la lógica formal, cohe-
parciales en el contexto del todo. rentes, es decir, disidentes, heréticas. Pero acostumbrarse al
La exigencia de pensar y sentir en términos omnilingüís- mercado, incluido el mercado de los medios, le resulta difícil
ticos y globales era paradójica porque presuponía que el so- a quien ha probado el vino de lo total. Está demasiado em-
viético en cuestión pensaba al mismo tiempo tanto soviética briagado como para reconocer dónde están sus intereses. En
como antisoviéticamente. Porque responder correctamente realidad, ya no tiene intereses. En algún momento los olvidó
las preguntas planteadas no hubiera sido posible en abso- o incluso los perdió por completo. Y quedaron en un lugar
luto si el destinatario de la pregunta no hubiera estado per- que ya nadie conoce.
fectamente informado acerca de qué respuestas se conside- Pero la verbalización total del ser social de todos modos
raban antisoviéticas, porque de lo contrario era imposible no promete un apaciguamiento de los conflictos sociales,
evitar esas respuestas. Todas las discusiones soviéticas pre- sino, por el coqtrario, su profundización. En las condiciones
s~E~~a-~..q~: l_?"~?S~ lo~, p~~ticip~!lt~.~~Pi.~·~~~ri_~~~~'Sieñi- que impone~.!:on~ía capital_is!!J.J}a paradoja puede inter-
ere antisoviéticamente o que por lo menos sabían con toda pretarse co,~~<:.<?_!!_fl~_tQC!~~I~!!':r.e~~·~"Y· f~~!?!~~~.§~n por ende
p~:;!.s~?.-~filin.ifkª.'b~~pensar ántisov.ié}ica~.~iit;.N~-por mediante(una conciliación en el dinero como medid( por lo
casualiaad en esa época todas las declaraciones oficiales di- menos pro~¡;;;¡;¡-~eñi~E; lalenglia cürñü. medi!i.!ú~ .§~• .12!!~-
rigidas contra la propaganda antisoviética empezaban casi de paga~.~~J~!.~~-~?i~~.Y,E~~5S?.~~ig'!.~~t~j:!l.:P.!PR-<;;Q_§.t;,J~ Eu~.~
siempre con las siguientes palabras: "Contra las afirmacio- anular. Eso significa: si el comunismo se entiende como la
nes ampliamente conocidas de fulano o mengano...", aunque ~renda de la sociedad a la lengua como medio, su pro-
las afirmaciones en sí jamás se daban a conocer oficialmen- mesa no es un idilio sino la vida en la autocontradicción, en
te. La dirigencia comunista descontaba que cada uno conocía la situación de extrema escisión y tensión internas. El filóso-
esas afirmaciones desde siempre o que -conforme a la lógi- fo platónico no encuentra un idilio cuando, tras haber visto

54 55
el resplandor del lagos, vuelve al infierno de la sociedad hu-
mana. Stalin compara indirectamente su Materialismo Dia-
léctico con el Nuevo Testamento cuando compara a sus ad-
versarios con escribas y talmudistas. De modo que lo que le
promete al lagos hecho carne -en este caso, al partido co-
munista y al pueblo soviético- no es otra cosa que martirio.
En ese sentido es particularmente esclarecedor un pasaje
de la Historia ... en el que se hace referencia a Lenin de la si-
guiente manera: "Refiriéndose a la concepción materialista
de un filósofo de la antigüedad, Heráclito, según el cual 'el
mundo forma una unidad por sí mismo y no ha sido creado
por ningún dios ni por ningún hombre, sino que ha sido, es
y será eternamente un fuego vivo que se enciende y se apaga
con arreglo a leyes', dice Lenin: 'He aquí una excelente defi-
nición de los principios del materialismo dialéctico' (Lenin, 3. El comunismo visto desde afuera
"Cuadernos filosóficos", pág. 318)."7 Por lo tanto, el materia-
lismo dialéctico es una invitación a atravesar el fuego eter-
namente vivo. Y ~travesar el fuego sin quemarse, como se
sabe, es algo que sólo puede hacer quien es él mismo un fue- Sin embargo, desde afuera el comunismo sólo muy rara vez
fue percibido como un fuego que ha sido encendido y pro-
gcf]Dicho sea de paso, esto es algo que las masas soviéticas
pagado por la paradoja lógica, como un vivir en autocontra-
tuvieron claro desde un principio. La canción más popular
dicción que lo consume todo. La representación del comu-
de los tiempos de la guerra civil decía en algunos de sus ver-
nismo que predomina, tanto en los simpatizantes como en
sos: "Por el poder soviético / marchamos al frente audaces
los adversarios, es la de un idilio organizado en términos ló-
1y moriremos todos 1todos en este combate". Esa promesa
gico-formales y técnico-racionales. Esta es la percepción que
también fue cumplida. Así sucedió efectivamente. El fuego
por lo general se tiene en mente cuando se plantea si los
encendido por el cortocircuito de las oposiciones se propagó.
antiguos regímenes de socialismo de Estado del este euro-
Casi todos sufrieron quemaduras. Muchos murieron quema-
peo pueden considerarse comunistas o no. La abrumadora
dos. Luego se extinguió el fuego eterno vivo, con arreglo a
mayoría de los izquierdistas occidentales sostiene que estos
sus propias leyes y hasta la próxima vez.
regímenes no hicieron realidad la utopía comunista, sino
que la traicionaron. La razón que aducen casi siempre es la
total racionalización y burocratización de la vida soviética.
Por racionalización se entiende aquí el imperio de la razón
instrumental, organizada desde una perspectiva lógico-for-
mal, fría, inhumana. Dicho brevemente: se critica al realso-
cialismo por haber querido convertir a los seres humanos
en autómatas, en máquinas que debían funcionar según un
7 Historia del partido comunista, op. cit., p. 140. Cf. V l. Len in, Cuadernos filosóficos, programa, excluyendo y reprimiendo lo genuinamente hu-
op. cit., p. 241.

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56
mano, que consiste en que el individuo no es sólo un animal tradicciones, coherente, racionalista. No es ellogos de la filo-
que piensa racionalmente, también es un animal que desea. sofía, intrínsecamente contradictorio, paradójico.
En esta apreciación, dicho sea de paso, no hay mucha distan- Particularmente en los escritos críticos de la utopía, en
cia entre la izquierda y la derecha occidentales. La diferencia los escritos antiutopistas, la sociedad comunista, "totalitaria",
está únicamente en que la derecha sospecha en toda utopía es descripta como una sociedad organizada racionalmente
un atentado contra la libertad del deseo humano, porque de cabo a rabo, como el imperio irrestricto del logocentris-
considera inevitable e insalvable el conflicto entre razón y mo. Lo humano del ser humano se manifiesta allí en la resis-
sentimiento, mientras que la izquierda cree en una "verdade- tencia a ese orden racional, en la capacidad de desviarse del
ra utopía" en el sentido de la reconciliación, o al menos del programa estipulado socialmente. La antropología moderna
equilibrio, entre razón y deseo. no ve la posición del humano entre el animal y Dios, como
> La percepción del comunismo como un imperio de la fría antes, sino entre el animal y la máquina. Los autores de las
racionalidad donde los humanos se transforman en máqui- primeras utopías tendían a afirmar lo mecánico en el ser hu-
nas está influida sobre todo por una gran tradición literaria mano para distinguir con mayor precisión al humano del
de proyectos de sociedades utópicas y de polémicas antiu- animal, porque veían en lo animal el máximo peligro para el
tópicas, porque en los tiempos de la Guerra Fría occidente humano. Los autores de las antiutopías posteriores afirma-
tuvo vedada la experiencia directa del comunismo soviéti- ban en cambio lo animal, lo pasional, lo instintivo del ser hu-
co. Esa tradición literaria va de Platón a Zamiatin, Huxley y mano para distinguirlo con mayor precisión de la máquina,
Orwell, pasando por Tomás Moro, Campanella, Saint-Simon porque veían en lo mecánico un peligro mayor para el hu-
y Fourier. Ya sea positiva o negativamente, en esta tradición mano que en lo animal. Si se sigue a esta antropología, la re-
la sociedad utópica es descripta como una sociedad entera- sistencia a la coerción de la lógica fría, mecánica, sólo puede
mente racionalizada, funcionalizada, rígida, en la que todos venir de las fuentes de lo irracional: del más allá de la razón,
sus miembros tienen una función claramente delimitada, en del reino de los sentimientos, que no se pueden eliminar con
la que toda su vida cotidiana se reglamenta estrictamente, argumentos, que son inmunes a lo lógico porque son origi-
en la que tanto para la sociedad en su conjunto como para nalmente ambivalentes, contradictorios. Por lo general son
cada uno de sus miembros está descartada la posibilidad de el deseo sexual, el amor, los que incitan a los héroes de las

desviarse de un programa social planeado con precisión ló- novelas antiutópicas a ofrecer resistencia a la lógica coerci-
gica y estipulado con claridad. Que la desviación esté des- tiva de una sociedad utópica enteramente racionalizada. Los l¡
cartada no necesariamente significa, por cierto, que esté escritos teóricos dirigidos contra el proyecto social utópico 11
prohibida. En una sociedad utópica la desviación más bien en el fondo argumentan igual que las novelas antiutópicas. ¡¡
es impensable porque en esa sociedad todos sus miembros Nietzsche apela a la añoranza de la muerte en el humano
tienen el mismo grado de instrucción, todos piensan lógica- cuando quiere ironizar sobre el ideal de la existencia segura
mente, todos son capaces de comprender la necesidad fun- en una sociedad perfecta. Bataille habla del exceso, de eros y
dada racionalmente de actuar de una manera y no de otra. de la fiesta como fuentes de la soberanía; fuentes que la so-
En la sociedad utópica no hay más coerción que la de la lógi- ciedad comunista quiere secar en nombre de la organización
ca, y por eso tampoco hay un motivo racional para desviarse racional del proceso de producción social, pero no puede.
del programa social. No obstante, ellogos que se encarna en Por lo tanto, l~!~entación contra el proyecto de la
tal sociedad utópica es ellogos de la ciencia, exento de con- utopía ad~ta casi siemprei.,;-forma déTa-argume~taci6n-en
nombr;de~ deseo~!!il2ivªJi!i!i~~!!!~~ el__~~~per!o d_e la ~:._cio-

58 59
nalidad mecánica, coherente, exenta de contradicciones. Se an ofrecer resistencia al control totalitario. Los humanos sub-
pretende mostrar que los humanos no sólo son los portado- encarnados, sin carne, quedan totalmente a merced de la ra-
res de la lógica, sino también seres poseídos por sentimien- cionalidad utópica porque les faltan las fuerzas oscuras del
tos que son irracionales porque son contradictorios. Y eso deseo, la vitalidad animal de la revuelta, que se necesitan
significa que la eliminación de las contradicciones sociales para resistirse a la racionalidad mecánica. Los habitantes de
por vía de la realización de un proyecto utópico no puede la utopía o, si se quiere, de "Matrix", son esos humanos sub-
salir bien porque la causa de esas contradicciones es mucho encarnados, parcialmente desmaterializados, virtualizados.
más profunda que la razón: reside en la propia naturaleza No otra cosa dice Derrida;. por cierto, en su libro sobre los
humana, que está emparentada con la naturaleza animal. Si Espectros de Marx, escrito tras la caída del comunismo orien-
se entiende la lógica como un sistema de reglas universales, tal.> Para caracterizar la manifestación intramundana del co-
esta lógica tiene que sucumbir ante la naturaleza humana munismo, Derrida recurre a la metáfora del Manifiesto co-
porque el humano es singular en su carácter autocontradic- munista que describe al comunismo como un fantasma: un
torio y no se lo puede subsumir como caso individual en fantasma que aparece a lo largo de toda-la historia universal.
una regla general. Y eso significa además que quien aspira Derrida compara el fantasma del comunismo con el espec-
a realizar la utopía tiene que combatir al humano en cuanto tro del padre de Hamlet, tal como lo describe Shakespeare.
tal. Y entonces es el humano el que sucumbe, o la utopía su- Quien observa a este espectro sólo ve su exterior, la superfi-
cumbirá ante el humano.[iodo utopismo racionalista resulta cie, la armadura, pero no sabe qué se oculta detrás. Y, sobre
ser misantrópico porque pretende matar al animal que hay todo, no se sabe si efectivamente hay algo oculto detrás, si
en el humano y transformar al humano en una máquin<Q el espectro más bien no está vacío en su interior: un puro
Ahora bien, considerado desde esta perspectiva el comunis- significante sin contenido, sin carne, sin deseo. Para el obser-
mo soviético parece una forma especialmente radical, y en vador externo, el comunismo soviético -probablemente por
esa radicalidad también especialmente ingenua y brutal, de su conducta estereotipada, ritualizada, estudiada- evidente-
la modernidad racionalista. Cuando uno mira las películas mente no parecía una encarnación de la utopía comunista,
occidentales de la época de la Guerra Fría donde aparecen sino la continuación del fantasma comunista. Aunque cite
.1
representados comunistas del este, llama la atención que por el Manifiesto comunista o Hamlet, la descripción de Derri-
lo general estén caracterizados como robots, espectros, má- da recuerda más que nada a la película Body snatchers. En ¡¡
¡,,¡
quinas inhumanas, vacías en su interior, sin cuerpo. consecuencia, el fantasma del comunismo nunca terminó de li
'1
~~-Ill_~()E_Ill.~!~~~~d~_~a re~cepción occidental de la ima- encarnarse realmente, le falta la carne, no es más que una il
se
.g~~-=~.~unista_ de,l~er humano puede_~aflar-e~la :ee!F:Uia aparición: la realidad del comunismo no tiene profundidad,
Invaszon of the body snatchers y sus diversas remakes. 1 -La se trata aquí de una mera superficie medial.
-sc>cíeda(ftotalit~ria, eilú~rameñte racionalizada, se afianza en Ahora bien, esta impresión que ha tenido occidente del
esta película mediante la desencarnación parcial del humano. comunismo oriental no se puede explicar exclusivamente
La apariencia humana, la superficie de la figura humana se por el hecho de que los frentes de la Guerra Fría hayan li-
conserva. Pero se trata de una cáscara vacía: el interior, la brado a los intelectuales occidentales de tener que entrar en
carne humana en sí, falta. Por eso también faltan todos los contacto físico con el comunismo. La propaganda comunis-
instintos, sentimientos e impulsos contradictorios que podrí-
2 Jacques Derrida, Spectres de Marx, París, 1993, p. 23 ss. [trad. esp.: Espectros de
1 Muertos vivos, 1956, dirección de Don Siegel; 1977, dirección de Philip Kaufman; Marx: el Estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva Internacional, trad. de José
1992, dirección de Abel Ferrara. Miguel Alarcón y Cristina de Peretti, Madrid, Trolla, 1995, p. 17 ss.].

60 61
ta oriental de la misma época contribuyó enérgicamente a
comunismo soviético que fue refuncionalizada como auto-
componer esa imagen. Los líderes comunistas se presenta-
crítica de occidente. Al mismo tiempo, casi siempre se olvi-
ban como autómatas preprogramados que emitían declara-
da, o mejor dicho se reprime, la genealogía anticomunista
ciones aburridas o ejecutaban rituales incomprensibles de
de este discurso. Sin embargo, esta genealogía tiene una im-
una manera estereotipada, nada ingeniosa, con rostros rígi-
portancia decisiva para el funcionamiento del discurso so-
dos y sin una pizca de ironía. Y que precisamente en Fran-
bre el deseo, porque toda sociedad está dispuesta a aceptar
cia el partido comunista fuera particularmente activo e in-
una crítica que ya ha demostrado su efectividad en la lucha
fluyente tampoco cambió nada al respecto; porque también
contra los adversarios de esa sociedad. En este sentido, es
en Francia los comunistas se mostraron como "snatched":
característica la evolución que ha sufrido la figura del Gran
como figuras a las que les han robado la carne. Su lenguaje
Hermano. Originalmente, Orwellla esbozó para parodiar el
también parecía congelado, tautológico, se convirtió en una
sistema político soviético. Pero con el tiempo comenzó a
langue de bois. ~ro las razones históricas concretas por las
funcionar como denominación de todo Estado policial. Y
que el comunismo soviético fue percibido como un reino de
puesto que es en occidente donde más desarrolladas están
autómatas, de hombres fantasmas virtualizados, subencar-
las posibilidades técnicas de la vigilancia, hoy en día el uso
nados, no son tan importantes aquí como el hecho mismo
más frecuente de esta figura es para caracterizar la manía de
de que en occidente la Guerra Fría entre el este y el oeste
la seguridad de los Estados occidentales. Una crítica de e~te
fue estilizada principalmente como una lucha entre cuerpo y
tipo parece muy radical, pero tiene la ventaja de no cuestiO-
máquina, entre sentimiento y fría racionalidad, entre deseo
nar los límites de la Guerra Fría, tampoco hoy, cuando hace
y lógica, entre amor y utopía racionalist~ ~~~~~~~_EES>­
tanto que ha terminado. De modo que el discurso crítico tal
movía las ex.e..osiciones de Pollock y otros expresionistas ~s-
como funciona actualmente en occidente resulta ser de una
tractü'S:Sus· iiilágeñes--fünC!üiíabaíl como·. mañífestaciones homogeneidad asombrosa. Se critica siempre lo mismo con
de la revuelta' cÜasi'
aniiñaréóñira'fiarrá~lójisiC<t~J~u~toJia
los mismos argumentos. La diferencia está únicamente en
~-'!~~~ta.''p()[·-;;;o en·l~ pelkÜla-más"fai.n:osa de la G~erra
que la derecha dirige esta crítica por lo general a los Estados
Fría, Ninotchka, de Ernst Lubitsch, el lujo sensual, ocCiden-
no occidentales (el comunismo o actualmente el Islam son
tal se impone a la lógica fría, ascética de la comisaria rusa.
criticados sobre todo como ideologías que reprimen el cuer-
El viejo chiste: "Ex Oriente lux, ex Occidente luxus" es en el
po y la sexualidad), y en cambio la izquierda practica la mis-
fondo la mejor síntesis de toda la historia de la Guerra Fría.
ma crítica como autocrítica de occidente; y en el centro se
Esta afirmación es importante porque permite entender
la practica en ambas direcciones como un justo "tanto uno
mejor la genealogía de la crítica al logocentrismo, al impe-
como el otro", pero con moderación.
rio de la fría racionalidad, que se posiciona en la actualidad
Esta homogeneidad asombrosa, única en la historia, del
como crítica de izquierda a las instituciones de la sociedad
discurso crítico occidental, que cambia de vez en cuando de
7 capitalista. Originalmente, esta era una crítica "antitotalita-
dirección, pero nunca su naturaleza, seguramente no pue-
ria" es decir estaba dirigida contra el adversario de occiden-
te ~n la Gu~rra Fría, contra la Unión Soviética. Pero con el
de explicarse sólo por la presión ideológica a la que estu-
vo sometida la opinión pública occidental en tiempos de la
tiempo se fue usando cada vez más contra las propias insti-
Guerra Fría. En gran medida esta homogeneidad se debe
tuciones occidentales, percibidas a su vez como frías, racio-
al hecho de que en occidente el discurso crítico circula so-
nalistas, calculadoras e inhumanas, es decir, en cierto modo
bre todo como mercancía en el mercado mediático. Se trata
como "totalitarias". Este discurso es, entonces, una crítica al
de un discurso sofista estandarizado que se puede utilizar

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a gusto para cualquier estrategia política. Porque: ¿dónde mogeneidad social. Y como remedio se recomiendan la plu-
no se reprime el cuerpo? ¿dónde no está traumatizado el ralidad, la sociedad abierta, el reconocimiento de la hetero-
individuo? ¿dónde no está sometido el sujeto a deseos con- geneidad, de las diferencias. No en todos los casos, pero sí en
tradictorios? ¿dónde no está lo humano amenazado por la muchos, se trata de un diagnóstico equivocado. En el mun-
máquina? La respuesta es: en todas partes suceden estas do hay, efectivamente, sociedades que se entienden a sí mis-
cosas. Es decir que se trata de una crítica con un potencial mas como comunidades tradicionales y no como sociedades
de venta potencialmente infinito. Pero el discurso del de- modernas, para utilizar una terminología corriente, y en ese
seo también se adecua bien al mercado por su contenido, sentido son premodernas. Estas comunidades son tan homo-
porque representa una escala en el camino de las distintas géneas -o más bien se autoperciben como tan homogéneas-
religiones, ideologías y ciencias hacia su comercialización que piensan que no necesitan instituciones de la democracia
exitosa. En cuanto deja de hablar del"espíritu" y traduce sus pluralista al estilo occidental. En el caso de estas sociedades
anticuados conceptos al lenguaje del deseo, la ideología o es válida la crítica de que no han avanzado lo suficiente en el
religión enseguida se vuelve apta para el mercado. En cíerto proceso de diferenciación interna.
modo, el propio Materialismo Dialéctico fue ya un paso en Pero esta clase de sociedades tradicionales "cerradas"
esa dirección. Pero el rol decisivo le cupo aquí a Alexandre no debería confundirse con un tipo totalmente' distinto d~
Kojeve, quien en su famoso seminario sobre la Fenomeno- sociedades: aquellas donde la diferenciació~w~i~festá iii-;:-·
logía del espíritu de Hegel, que dictó en París entre 1933 y ;\,iiñzacli gueya rÍo e;" posible" ~anten~~la; ~~he~iorÍadas~re~
1939, transformó la historia del Espíritu Absoluto de Hegel rurrlendo a la mediación democ~ática.'-É"sta's..sÜci"edadesiñ~
en la historia del deseo (désir): del contradictorio deseo del ·terniñ;:~~t~-e~táñ~ta~-~~ci.~did~·~y-so~ tan contradictorias
deseo del otro. En especial en Lacan y Bataille, que pertene- que ya no son capaces de llegar a un consenso en el sen-
cían al círculo íntimo de discípulos de Kojeve, es fácil reco- tido de la clásica corrección lógico-formal, al que aspira el
nocer su influencia; Bataille fue quien más lejos llegó por proceso democrático de cuño occidental. Sólo un gobierno
el camino de la economización teórica del deseo. Como se cuyo pensamiento y acción también estén marcados por las
sabe, Kojeve prefirió la solución práctica del problema y tras contradicciones internas puede responder a estas contradic-
la interrupción de su seminario por la guerra pasó direc- ciones y escisiones extremas. La sociedad se pone de acuer-
tamente a formular la política económica de la Europa de do, pero se pone de acuerdo en la contradicción interna, en
posguerra. la paradoja. Aquí la diferenciación no está ausente, ha ido
> La extrema homogeneidad del discurso crítico occidental
es algo que se soslaya con frecuencia, sobre todo cuando se
demasiado lejos. Uno vacila en llamar posdemocráticas a es-
tas sociedades porque no está claro de antemano que esté
deplora la ausencia del discurso crítico en los Estados no oc- descartada para siempre la posibilidad del acuerdo, y por
cidentales. En estos casos el viejo fantasma del (anti)comu- ende del giro hacia la democracia de cuño occidental. Pero
nismo experimenta su fantasmal resurrección. Se percibe a en todo caso, estas sociedades extremadamente heterogé-
los ciudadanos de los Estados que no han adoptado el mo- neas son una variante de la modernidad; incluso su varian-
delo de democracia occidental como aquellos que prefieren te extrema. Esta variante adquiere importancia sobre todo
la obediencia ciega a la libre expresión de las opiniones, que cuando se piensa no en términos nacionales sino globales,
no tienen el valor de dirimir públicamente los conflictos so- porque las contradicciones que operan a nivel global no pue-
ciales y en lugar de eso invocan una autoridad, etc. Dicho de den ser reguladas o superadas mediante un acuerdo global
otro modo: la falta de democracia se atribuye al afán de ho- de la humanidad consigo misma. Después de todo, tampoco

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hay que olvidar que el Estado platónico surgió precisamente sale bien parado. Su aspiración a una victoria política defi-
como proyecto de un gobierno posdemocrático de los filóso- nitiva y a la consecuente administración total de la sociedad
fos que debía mostrarse capaz de administrar las escisiones conforme a la teoría política propia parece más bien una
y contradicciones que la democracia no estaba en condicio- traición a la auténtica tarea del movimiento comunista, que
nes de eliminar. consiste en seguir siempre en la lucha por los oprimidos, los
Claro que hoy en día la política por lo general no se en- perjudicados y los explotados, metiéndose cada vez más en
tiende como administración de la polis, como se la describe el espacio libre de las propias ambigüedades, incertidum-
por ejemplo en la República de Platón, sino como acción en bres y contradicciones. Pero el comunismo, como hemos di-
un campo social abierto, agonal, heterogéneo. En consecuen- cho, no niega de ninguna manera su carácter contradictorio,
cia, clausurar con una administración ese campo político que comparte con todos los demás discursos. Y sin embargo
abierto, por más que fuera una administración que piensa -o precisamente por eso- el Materialismo Dialéctico se con-
y actúa dialécticamente, parece equivaler a eliminar la polí- sidera superior a todos los demás discursos. El Materialismo
tica. Por eso la teoría política de las últimas décadas tiende a Dialéctico se ve en condiciones de captar lo que esos discur-
tematizar la heterogeneidad irreductible de los diversos dis- sos tienen en común; lo que tienen en común y que ellos
cursos y prácticas de orden político, que hace de todo acuer- mismos pasan por alto. Pero el Materialismo Dialéctico no
do entre ellos un falso acuerdo. Ni siquiera hay disposición busca lo que esos discursos individuales tienen en común
a aceptar un acuerdo sobre la diferencia, lo que en la jerga allí donde eventualmente se los podría llevar a un acuerdo:
política se denomina "agreement to disagree". Por eso, un de- ya el carácter inevitable del conflicto de clases se encarga de
fensor consecuente de lo abierto evitará describir el campo que semejante acuerdo resulte imposible. Lo común es diag-
político valiéndose de oposiciones rígidas. @uestionará, en nosticado más bien allí donde todos los discursos no sólo
cambio, no sólo la posibilidad de un acuerdo genuino de las contradicen a los demás sino que se autocontradicen. El Ma-
partes en conflicto sino también la posibilidad de acuerdo terialismo Dialéctico se constituye como doctrina sobre el
consigo mismas de las respectivas partes en conflicti']En de- carácter intrínsecamente contradictorio de todas las cosas y
finitiva, la heterogeneidad del campo político sólo puede ser discursos, incluido él mismo. Por eso el carácter contradic-
garantizada por la no identidad de las fuerzas políticas que torio, paradójico, de todo discurso le ofrece al Materialismo
conforman ese campo. Cada discurso político individual, así Dialéctico la posibilidad de administrar el campo de todos
como cada praxis política individual, tienen que ser enten- los discursos sin homogeneizarlo. Así el Materialismo Dia-
didos de tal manera que se autocontradigan, que no puedan léctico le concede al sujeto la oportunidad de apropiarse de
garantizar su propia identidad, se pierdan en paradojas y este campo paradójico, ambivalente, heterogéneo, y de admi-
ambivalencias, se deconstruyan. Recién entonces el campo nistrarlo sin caer al mismo tiempo en la parcialidad. @aro
político se vuelve radicalmente heterogéneo, inacabable por que eso presupone que los opuestos que llevan a la paradoja
principio. Es como en las películas de Hollywood con final no sólo no pueden ser superados y anulados, sino tampoco
abierto: el malvado desaparece en la noche, el héroe se aleja deconstruidos. En efecto: si todas las oposiciones quedan di-
cabalgando hacia el amanecer. Batman forever. Democracia sueltas por un trabajo sin fin de deconstrucción, no pueden
después de la democracia. Justicia después de la justicia. A surgir más contradicciones y tampoco paradojas. El campo
esperar la próxima película. discursivo sólo muestra entonces diferencias, no contradic-
En esta perspectiva infinita de lo políticamente abierto cionei]Pero es fácil comprender por qué razón es imposible <.
y heterogéneo el comunismo soviético, evidentemente, no de hecho realizar tal trabajo sin fin de deconstrucción: se

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lado, las partículas elementales son primarias porque son
puede pensar el campo político como infinitamente hetero-
aquello de lo que está compuesta toda la materia. Pero con
géneo; pero es infinitamente heterogéneo sólo en el plano
respecto a la financiación son secundarias, porque cuanto
de la imaginación, virtual. Como campo material siempre es
mayor sea el tamaño del acelerador que libera las partículas
finito. Y es finito porque el capital es finito.
elementales en la fisión de la materia, más partículas se des-
La sociedad moderna, capitalista, se define. por el hecho
de -qu~ _ef1.J!lT;íJ~~:~§sas=~?.~"-·c,§íño: s~n·il~§~e~~~~~d~~~
cubrirán. Y el tamaño del acelerador depende únicamente
de su financiación. Aunque en la modernidad se celebra la
para d~~-l~_s~2~a,_fu}:.~-~~ En efecto: hoy en a1a, cuan~o ü~o creatividad como of1genae todas las cosas--no es a la ¿;;;_
'v'a'' a' la' casa de unos conocidos, a una escuela, una 1gles1a ~--- •· - -----"-··~~--------•>•--·· -~---~- -1-----~·=--<>··~-·---"
uvmau
___ que le deben
,~-;-··· ;·, · su forma
····-·"'- real todas las cosas sino a
o un bar y pregunta por qué lo que ve allí es como es y no
1
•··•·•.-•M·w·"-'' ••·•·~ ·•~·-••••"'''"!,,,.,_,_~--

de otro modo, la respuesta que recibe inexorablemente es ~~-- ~~-~~-~~}on, a su interrum;l9!.11 •é!.§t,u;Iªll.§.lJ.rE._Qor ~u!?._f!p.~­
-~~~~!~nj.Q; Como se sabe, el mundo surgió porque Dios al
que ya hace mucho que está el plan de hacer algo totalmente
séptimo día decidió descansar. Si Dios hubiera desarrollado
distinto, mejor, más moderno, a un mayor nivel de eficien-
una creatividad infinita todavía estaríamos esperando los
cia, de progreso tecnológico y de diseño actual, pero que, la~
resultados.
mentablemente, sigue faltando el dinero. Por eso lo que esta
Pero el grado de apertura de una sociedad no debe medir-
queda provisoriamente como está: hasta que llegue el dinero
se en primer lugar según el acceso de sus miembros a las re-
que permita hacer todo de otra manera. ~':.:~~de que ~a.s
des de comunicación, cuyo volumen necesariamente es fini-
cosas sean finitas, de que tengan una P!~-~~~03:'!~..~!!?...!~~~él.,
to. Si bien en la vida cotidiana decimos de un individuo que
de g;¡_~-~~~?frezcaJ1 ~_la mir~da. del _obs~r;YadoE.}:.~1llo .. ~sto_,s
es abierto cuando le gusta comunic¡lrse con otros individuos,
~~!:!?~~-!!<::retos e~- 91!~. estan subfi~a~pada~. SI ~u fman- ser abierto también puede significar estar escindido. De una
ciamiento fuera infinito, se las camb1ana, me¡orana, actua-
herida, por ejemplo, se dice que está abierta porque abre el
lizaría, modernizaría constantemente; y por consiguiente se
cuerpo. En ese sentido, se puede ser solitario, estar aislado,
las descorporizaría. El financiamiento sin fin transformaría
el mundo entero en un cuerpo sin órganos deleuziano en no ser comunicativo, y al mismo tiempo estar interiormente
escindido, ser no idéntico, abierto. El sujeto del Materialismo
el que todas las cosas se licuarían, se inmaterializarían p~r
completo. En la sociedad capitalista el dinero cumple el mis- 1?1~!~~!:9.~~--?-l>i~!Q.porque su pens~miento está escindido,
mo rol que el tiempo en la filosofía de Heidegger. El ente es ~s__p~aL~--~~ji~o y heterogén;o~Ytambiéü ·é;··a'biérto-cuando
se trata del su)'éto'comuñTsta que gobierna en un país aisla-
como es, según Heidegger, porque le falta tiempo para llegar
a ser de otra manera. Pero ya hace mucho que sabemos que do. La escisión interna y la tensión interna que esa escisión
el tiempo en realidad es dinero. En el capitalismo, el poder provoca hacen que lo abierto en el pensamiento del sujeto
configurador del capital se manifiesta en su ausencia, en el individual, finito, se manifieste con mayor claridad aún que
la mala infinitud, la infinitud no dialéctica de una repetición
subfinanciamiento. tediosa de la comunicación invariable: trabajo de la diferen-
Para que en el conflicto sin fin las diferencias y hetero-
geneidades se hagan cada vez más diferentes y heterogé- cia, constatación de la heterogeneidad. La comunicaci{>n sin
neas también se necesita dinero: conferencias, simposios, fin no abre al sujeto, lo automatiza, lo f¿ürt(;Ic;g¡-;_~o t~~:·
~El sujeto abierto surge más bien porque ese sujeto se
proyectos y publicaciones que son financiados por diversas
fundaciones. A tanta financiación, tantas diferencias y he- apropia del campo abierto de la lengua, escindido, como si
terogeneidades, tantas identidades culturales y sexuales. Es fuera suyo, se autoescinde, se hace paradójico y heterogéneo.
exactamente como con las partículas elementales. Por un Tal sujeto abierto es a la vez el sujeto revolucionario.

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En cambio la izquierda burguesa, que deplora la limita- de fracaso definitivo a las teorías científicas: según Popper,
ción que el mercado capitalista le impone al campo políti:o una teoría no puede ser confirmada definitivamente, pero
heterogéneo, es crítica del capitalismo, pero no es revoluCio- sí puede ser refutada definitivamente si se comprueba que
naria. Protesta contra el mercado porque piensa que con su determinados hechos la contradicen. Tampoco una empresa
cálculo finito, racional, el mercado hace homogéno lo hetero- puede tener jamás un éxito definitivo en el mercado abierto,
géneo, clausura lo abierto. La izquierda pr~ten~e ~n cambi? pero sí puede fracasar definitivamente. También un discurso
defende~ la heterog~~~~~<i-~inJ~l}, ~l tr(l}:'-ªJQ sn1J!? de l~__Q]­ puede fracasar definitivamente en el mercado de los discur-
ferencia lo incalculable lo no economizable, lo radJ.Calmen!_e sos. Para los defensores de la apertura y la heterogeneidad
__.!..,.---.-~-- ....,...........!..----.~-··-~·.-..... . .,. .... ~-·..,.~ .; b
otro:contra el poder -~~Ll!l~~c!!:9.?· Es una intenoon u;_na y infinitas semejante posibilidad de un fracaso definitivo es
> ñoblepero-:- dichO-en el lenguaje marxista ortodoxo, es ldea- inquietante; porque en la perspectiva infinita del trabajo sin
fin de la diferencia el fracaso definitivo no es posible. Como
lista". 'Es idealista no en el sentido de una oposición "metafí-
sica" de espíritu y materia que hubiera que deconstruir, sino en el paraíso de las viejas religiones, allí todas las diferencias
porque aspira a lo infinito, que no pue?e mat~ri~li~arse, ha- siguen siendo diferentes. En ese sentido Derrida habla sobre
cerse realidad, encarnarse. La referencm a la mflmtud hace la deconstrucción como una justicia definitiva. Se trata de la
que en el mejor de los casos la crítica antica~italista se quede justicia mesiánica, di;,;~~~··g:~corrl}:)ensatodo fracaso terre-
en mera crítica, una crítica que por eso mismo a su vez se _nal con el trabajo sin fi~~~j~_c!_i.f~enci~; al mismo tiempo,
vuelve infinita, repetitiva, tautológica. En el peor de los ca- la diferenciación terrenal, como fragmento del trabajo sin
sos, tal crítica revierte en la apología del mercado. fin de la diferencia, es tanto criticada y deconstruida como
En los tiempos del Antiguo Régimen feudal, la referen- aceptada. El reino irreductible, no homogeneizable, infini-
cia a las jerarquías celestiales, que se extendían por enc~ma to, virtual de las heterogeneidades y las diferencias en reali-
de las jerarquías terrenales hacia las inmensidades d~l Cielo, dad no es más que el pluralismo burgués sin perdedores del
era crítica de estas jerarquías terrenales porque servia para mercado, el capitalismo como utopía, el mercado en estado
relativizar el poder terreno. Pero a la vez esa referencia tam- paradisíaco. En el lenguaje ortodoxo-marxista se trata, evi-
bién era apologética, porque las jerarquías terrenales podían dentemente, de un opio neoteológico para el pueblo, claro
interpretarse sin más como fragmentos finitos de las jerar- que esta vez para el pueblo de los intelectuales, que quieren
quías celestiales infinitas, legitimándose así como infinit~s. se~ir cultivando sus diferencias al infinito.

Lo mismo pasa con la referencia al juego sin fin de los sig- l]l sujeto revolucionario, en cambio, no opera con diferen-
nificantes o al trabajo de la diferencia. Se critica al mercado ciaciones, sino con órdenes, prohibiciones y disposiciones. El
finito porque es finito. Sobre todo se critica al mercado por- lenguaje del sujeto revolucionario es netamente performati-
que engendra triunfadores y perdedores,_porque l~'ofrece al voJ La credibilidad de ese lenguaje resulta únicamente de su
individuo no sólo la chance de triunfar smo tambien de fra- propio carácter paradójico. En eso el sujeto revolucionario se
casar. En las condiciones que impone el mercado capi!a~ asemeja sobre todo al artista, cuyo lenguaje también es neta-
1a,d~!.~ª-.§.e con-_yie~!~u~n ~o~p~~}ic§:--~e-1ep~nen así mente performativo. El artista no fundamenta su arte, tam-
ciertos límites al despliegue sm fm de las diferencias. Esta poco lo explica. Siendo abierto, actúa en lo abierto. Hacer
limitación también es aprobada por los llamados pensado- arte significa disponer gue las cosas serán así y no d~
res "neoliberales". Karl Popper, quien originalmente acuñó el modo, y sin una sola fundamentación "objetiva". Claro que
concepto de "sociedad abierta", lo popularizó y lo esgrimió esto no significa un "anythin? goes", un vale todo en el arte.'
contra Platón, Hegel y Marx, también concedió una chance _un~ praxis artístTéasólü-es· récü~~.:.~~Es~~?-~áC~Lt:i~RiEist~:

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~ Si el arte tiene aspecto de arte no se con~idera arte sino
kitsch. Si el arte tieneaspect_oª~ !l~.~~~!...se~lllam~nte :_~~o
art~. ~ª~~it~ri~~~~~~-de_~~ .'1/!.l~~-?,!;:_~~~_!~
~~_p_Qder_§er re~_9Q9.S.!9g_c()mo ar_te_:_ Ev1de~temente, ~e ~ra­
ta de una exigencia que sólo se puede cumphr en la pract1ca.
Parte de ese cumplimiento es también la decisión de ~oner
punto final en algún momento y sus~e~~er ~1 trabaJO so-
bre la obra. y no porque falte la financmcwn smo porque la
obra perdería su carácter paradójico si el trabajo tuviera u~a
duración infinita. Sin una suspensión eventual de la prax1s
artística no puede tener lugar el arte. Esta reflexión puede
servir para aclarar por qué suspender el proye~to del comu-
nismo tampoco significa una traición al comumsmo.

4. El gobierno de los filósofos: la administración de la


metanoia

Por qué los partidos comunistas del este, empezando por el <
partido comunista soviético y el chino, dejaron de trabajar
en el proyecto comunista y se dedicaron en cambio a cons-
truir el capitalismo en sus países es una pregunta que sólo
se puede responder si se la trata en el contexto de la Dia-
léctica Materialista. La Dialéctica Materialista piensa, como
hemos dicho, la unidad de A y No A. Si A es un ~royecto,
;{Vo,.LL~.§-~Lc;~nt~1S!<?_..~~e~-~JJ.[.Qyectq. Seguir impulsando el
proyecto A sin cesar significa actuar parcialmente, porque
entonces será ignorado para siempre el contexto de ese pro-
yecto, es decir, No A. Más aún: el cont.~to de u~ proyecto se
convierte en su destiooporgue dicta las CO_J!<l!s"i¿~S· e~;i'la;
~Üaie"s_ se_r~--r~aí[~~d§_~[p;9~. Quien-;~pira al ·t;;dotieñi
qu.,:,J>~~.:_~~..P.n~yecto a su contexto. Y puesto que el con-
texto del comunismo soviético era el capitalismo, el próxi-
mo paso en la realización del comunismo tenía que ser el
pasaje del comunismo al capitalismo. Esto no significa, por
cierto, refutar el proyecto de construir el comunismo en un
país, sino confirmarlo y realizarlo definitivamente, porque
el comunismo adquiere así su lugar histórico no sólo en el

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espacio sino también en el tiempo, es decir, se convierte en lista la clausura es administrada principalmente por el ca-
una formación histórica consumada, que también puede lle- pital. La meta de la filosofía, en cambio, siempre ha sido no
gar a ser reproducida, repetida. . dejar que le dicten la clausura, la limitación, la interrupción,
El problema central de una sociedad que se entiende el cambio desde afuera, sino apropiárselos y administrarlos
como sociedad abierta está en limitar sus proyectos, en po- ella misma. Un proyecto también puede acabarse por un
nerles fin. En una sociedad de ese tipo es casi imposible pen- ~mbio consciente d~p~~~~Ii~~~-(ft{p_r9y~~!:iiiliC~Joli~~
sar un proyecto como finito. El crecimiento económico, la constituye·en:üñtexto de ese _e~ecto. En la tradición filo-
investigación científica, la lucha por la justicia social, pero ~ficatarcaiñbl.o'de-per~e¿tiv~ s~denomin~Se
también el trabajo de la diferencia o el deseo sólo pueden puede hablar de la metanoia como pasaje de la perspectiva
pensarse como infinitos en una sociedad abierta. Si, s~ le propia, subjetiva, a la perspectiva general, a la metaposición.
pone límites a la realización de esos proyectos, esos hmltes También se habla de metanoia en el sentido de la profesión
son dictados únicamente por las condiciones "objetivas" en de fe cristiana, que también cambia la perspectiva desde la
las cuales se desarrollan y hacen realidad esos proyectos. De cual se mira el mundo. Cuando Husserl exige la reducción
modo que los proyectos en una sociedad abierta sólo se ha- fenomenológica, que consiste en sustituir la" actitud natural"
cen realidad en la medida en que en algún momento se los por la "actitud fenomenológica", también se trata de una exi-
interrumpe desde afuera. Sobre el subfinanciamiento como gencia de metanoia. La famosa fórmula de McLuhan, "the
causa principal de que los proyectos en algún momento sean medium is the message", también es de hecho una invitación
abandonados y así adquieran por fin una forma, es decir, a la metanoia, es decir, a que la atención pase del mensaje
sean realizados, ya hemos hablado. La otra razón para la sus- a su medio. Pero la metanoia no se realiza en una sola di-
pensión de los proyectos es el cambio generacional. Mue~:n rección. Tras adquirir la perspectiva general del bien como
todos los protagonistas del proyecto, la nueva generac10n tal, Platón se pregunta cómo podría cobrar materialidad la
pierde el interés, el proyecto se pasa de moda. Así los pro- idea del bien en el Estado intramundano. Husserl se plantea
yectos constantemente quedan "superados", en lugar de ser cómo asignar un lugar histórico a la disposición a la reduc-
realizados. El ritmo al que vive una sociedad abierta moder- ción fenomenológica. Si la metanoia es el pasaje del objeto \
na está determinado casi exclusivamente por lo biológico. al contexto, hay también una metanoia inversa, que pregun-
Cada generación dispone de un cierto lapso, por lo general ta por el contexto del contexto, volviendo así a la perspectiva
una década, en el que puede formular y desarrollar sus pro- anterior en otro nivel de reflexión.
yectos. Claro que se puede seguir trabajando de:pués,, pero En la actualidad hay una tendencia a afirmar que es im-
todo lo que uno piense o haga entonces se considerara, por posible conquistar una metaposición, y por ende una me-
definición, superado e irrelevante.\Q.e modo que la economía tanoia, que uno no puede cambiar arbitrariamente su pers-
y la biología cumplen en una sociedad abierta la función de pectiva original: La posibilidad de la metanoia parece estar
limitar, de poner fin, de materializar los proyectos, que de anclada únicamente en la metafísica, es decir, en el privilegio
lo contrario jamás habrían adquirido una forma, un cuerpo] otorgado al alma en relación con el cuerpo. Pero si no hay un
Es decir que en una sociedad abierta también tiene lugar alma inmortal que pueda trascender al cuerpo finito, pare-
la limitación de la infinitud mental, proyectiva, que Hegel ce también imposible alcanzar una metaposición, porque el
denominó la mala infinitud. Por lo tanto, la pregunta aquí cuerpo siempre tiene una naturaleza determinada y un lu-
no es si tiene lugar una clausura -sin duda tiene lugar-, sino gar en el mundo, que le dictan al individuo la perspectiva
cuándo y cómo tiene lugar. En una sociedad abierta capita- que no puede cambiar arbitrariamente. Este argumento fue

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expuesto con particular vehemencia por Nietzsche, y desde la m«:_~-~_?.~!1_0. só!o es posible cuando se piensa al humano
entonces ha adquirido casi el estatus de una obviedad, de como subencarnado,'es ·ae-éir;-éuáiidos~'al~a"sobrevfvira-a·
modo que a todo el que habla hoy se le pregunta en primer 'su cuereo; sin?'taiñbieñ~cuando el"fíumáno, c"amo sÜcede-en
lugar de dónde viene y desde qué perspectiva habla. Race, la moder:~üdad, se consid~r:aj_obrefficarñadO,'esaec1r'cuari­
class y gender sirven por lo general como coordenadas del ao se piensa que el alma viye~Il1~~?~3\lt.: -~r~~~!-:P.§. Tras la
espacio en el que todo hablante está posicionado desde el muerte del alma el cuerpo es transportado como cadáver a
origen. A ese mismo posicionamiento original sirve también un lugar distinto de aquel en el que se hallaba en vida: al ce-
el concepto de identidad cultural. Aunque estos parámetros menterio. Foucault tiene razón al contar el cementerio, junto
no son interpretados como determinantes "naturales" sino con el museo, la clínica, la cárcel o el barco -se puede agre-
como construcciones sociales, eso prácticamente no dismi- gar también el basural-, como otro lugar, como heterotopía.
nuye su efecto; porque las construcciones sociales pueden De modo que el humano puede vivir una metanoia imagi-
ser deconstruidas, pero no se las puede eliminar, modificar nándose ya en vida su cuerpo como cadáver, obteniendo así
o cambiar arbitrariamente. De modo que la única elección una perspectiva heterotópica.
que tiene el sujeto es la de seguir cultivando al infinito o Si se quiere, también es posible pensar la deconstrucción
seguir deconstruyendo al infinito la identidad cultural que como efecto de esta clase de "otra" metanoia, como temati-
viene pautada ya por su cuerpo (o por la codificación social zación de una descomposición posmortal que "ya siempre"
de ese cuerpo). Pero ambas infinitudes son, dicho en térmi- ha empezado en la vida. Lo mismo vale para el "cuerpo sin
nos hegelianos, malas infinitudes, porque no se sabe cómo órganos" deleuziano, cuya mejor representación también es
limitarlas, cóm_o pone~f~s:J:!ñ.:ta Ónica-es-peranza-éSqlie"ía como cadáver en estado avanzado de descomposición. Lo
-refle~iófi-~(:;bre Ia propia perspectiva cese en algún momen- mismo vale para el interés de la cultura de masas por las
to porque se acaba el dinero necesario para seguir impulsan- figuras que simbolizan la supervivencia del cuerpo tras la
do esa reflexión. O también que en algún momento por fin muerte del alma: vampiros, zombis, etc. Para nuestros fines
uno se muera y ya deje de ser importunado por preguntas es importante retener sobre todo que el proceso de la meta-
del tipo "de dónde venimos", porque entonces será más im- noia, que es ineludible para explorar el todo, no contradice
portante a dónde hemos ido. la tesis central del materialismo en cuanto a la imposibilidad
Pero no hay una sincronización perfecta de alma y cuer- de la supervivencia del alma tras la muerte. Pero la meta-
po. La metafísica clásica anticipaba la vida del alma tras el noia no sólo es una anticipación, al mismo tiempo acelera
fin del cuerpo. La metanoia, que era entendida como un pa- la limitación, la finalización de la mala infinitud por obra de
saje de la perspectiva usual, intramundana, "natural" a otra la naturaleza o la economía. Esta aceleración del pasaje -en
perspectiva general, metafísica, significaba abstraerse de la comparación con el pasaje "natural" o "económico"- tiene
propia existencia intramundana, con la esperanza de que una importancia decisiva para cualquier política.[!:.a admi-
el alma siguiera viviendo tras la muerte del cuerpo. Hoy la nistración de la metanoia nos abre la posibilidad de~ser más
metanoia funciona como anticipación de la supervivencia rápidos que el tiempo]Se trata aquí de una suerte de ascesis
del cuerpo como cadáver, tras la muerte del alma. De modo temporal: uno se da menos tiempo del que la naturaleza o la
que resulta posible cambiar la perspectiva mediante una economía le pondrían a disposición.
metanoia también bajo los presupuestos de un materialis- ~~-ra~L~ ~~cesi~ consiste en permitirse menos de lo
mo consecuente, antes de que el cambio de perspectiva sea qu~ está per_§~tid.Q.!i~:.?~~0.: fstü'd_e_ñingu~~ n:la'ñ~;~ sig~
dictado desde afuera, por la economía o la biología. Porque ñif1ca que uno internalice los límites trazados desde afuera

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por sentirse débil. Así describió Nietzsche la ascesis en su en comer, dormir o cualquier otra ocupación cotidiana. Pero
momento, errando su dimensión más importante. La ascesis así piensa en lo otro de su opinión política, en el No A, en el
no consiste-~.~~J.E!~E-J~e~JY"ªITI~.Q~]Q~.. Jíl!l~1~.~-.gu,!;,E9.~jm­ contexto donde se articula su opinión. Pero así acepta tam-
.E?ne~.~~-~~w~!~!:~~~. s~~<?.-~E)~ez~s~e)~?Tiit~~ m!!~~o. !p-á~. e,s- bién el statu quo, que a su vez tiene una dimensión política,
trechos de lo necesario. Recién cuando se trazan hmites mas posiblemente una dimensión que contradice de hecho la opi-
~;trechos a iasposibilidades propias se gana en soberanía, nión política a la que él pretende ser fiel. Pensar no significa
autoría, autonomía. Se suele caracterizar el arte de la moder- otra cosa quecambiar co11stantemente los pensamientos-que'
nidad como una serie de rupturas de tabúes, como una am- l!:~.~.!!.~~r:.~e.ii}~~C.~~:~~~- ·Nü·¡;o-i ·e:·asil'aBaáa Hegeí'dicé 'queJa
pliación constante de la posibilidad de hacer arte. Pero de guillotina revolucionaria es una auténtica reproducción del
hecho es justamente al revés: la modernidad constantemen- pensar porque hace rodar las cabezas más o menos con la
te ha introducido nuevos tabúes, nuevas reducciones. Por misma velocidad con la que cambian los pensamientos en
ejemplo, los artistas se autoimpusieron sin ningún motivo esas cabezas.' Hegel quería introducir una lógica -una lógica
visible usar sólo figuras geométricas abstractas, sólo ready- dialéctica- en ese proceso de variación de los pensamientos,
mades o sólo palabras. Las formas del nuevo arte se deben pero se puede coincidir con Kierkegaard en que semejante
únicamente a la elección propia de estas tabuizaciones, res- lógica en definitiva es arbitraria. Sencillamente, no tenemos
tricciones y reducciones ascéticas. Este ejemplo muestra que criterios claros para afirmar que un proyecto, ideología o re-
lo nuevo no surg!! I?.or expansión, sino por reducción, por un
-.. " . ·. '" . ...~ . ~-~...., ««· ·--·~.- ... '"•··~·~ ......,.,.. .,_ ·~. , .. -~· .,..... ,...........~~~~,...,~~- .... ~'
ligión "ha caducado" o "está superado históricamente': Que-
ritievó"iípo-de ascesis. La metanoia lleva a una renuncia:~ia damos atrapados en la paradoja, y no podemos dejar libra-
remínCia'írsegu1il1acié11Jü si~TP:~n~.·~~~~~i·se~:sre~ da la solución al simple curso del tiempo. Una metanoia, en
"iJre j5ür~erffilsffi<?:.Iimiu.QdL<a~~I..~~~l!.~~!i.~E.dos!:_~-~~­ definitiva, resulta imposible de fundamentar, es puramente
préeíl1á'ñiT5iñ"~~mala infinitud. Badiou habla de la fidelidad performativa, revolucionaria.
"afacoñteCimiento-ae"ía~~;;~ft;~ión.• Pero la fidelidad a la re- Para Hegel, el mundo tal como es era el producto de es-
volución es la fidelidad a la infidelidad. La as¿~sis temporal tos saltos dialécticos, de la metanoia reiterada del Espíritu
signi:fic'á efdéb~r-d~ ;~rTnfi({ provóc~~r el pasaje, el cambio, Absoluto. Pero en algún momento, la propia autonegación
la metanoia también y precisamente cuando las circunstan- constante del Espíritu Absoluto tenía que volverse absolu-
cias externas no nos obligan a tal metanoia. ta, y obligar al Espíritu a calmarse, a detenerse. Para Hegel
Para Hegel, de paso, era central la idea de que lo que defi- la realidad ha sido abandonada por el Espíritu, es lo que ha
ne el pensar es el cambio constante de los pensamientos. Por quedado tras la historia del Espíritu. Cuando el Espíritu ya
eso era sumamente escéptico con respecto al propósito de no está, también la dialéctica parece detenerse, y la situación
mantenerse fiel a las propias opiniones y pensamientos. En se estabiliza. Ahora bien, el Materialismo Dialéctico trasladó
efecto: aun cuando alguien sea consecuente en sostener, por en cambio la contradicción a las cosas mismas, a los cuerpos,
ejemplo, una opinión política, de modo que jamás exprese o a lo material. Aunque el alma abandone el cuerpo, el inter-
acepte una opinión opuesta, eso no significa que ese alguien cambio del cuerpo con su entorno no se detiene; ese inter-
se mantenga siempre fiel a su opinión política. Porque en al- cambio sólo adopta otra forma. Lo cuantitativo se hace aquí
gún momento también pensará en otras cosas, por ejemplo cualitativo, pero eso no detiene todo el proceso dialéctico.

1 Alain Badiou, Über Metapolitik, Zuricn/ Berlín, 2003, p. 138 ss. [trad. esp.: Com· 2 Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Phiinomenologie des Geistes, Frankfurt/M., 1970,
pendio de metapolítica, ed. de Alejandro A. Cerletti, trad. de Juan Manuel Spinelli, Bue- p. 435 ss. [trad. esp.: Fenomenología del espíritu, trad. de Wenceslao Roces con la colabo-
nos Aires, Prometeo, 2009, p. 99 ss.[. ración de Ricardo Guerra, México, Fondo de Cultura Económica, 1973, p. 346 ss.[.

78 79
Donde antes había alma, ahora ha devenido el cadáver. Pero la conducción del partido comunista suele seE_~rivié!li.?.:.~dg,
si se la piensa dialécticamente la diferencia no es tan grande porque siempre se lo vuelve a estiTIZáfCOmÓderrota en una
como parece a primera vista. guerra -en ~st~-z~~~~ -~~Ya' G~erra F;íá- ~ como resultado de
El poder soviético fue sobre todo administración de la -¡á lucha por su libertad de los pueblos so~etidos al yugo d.el
metanoia, de la transición constante, del constante cesar y comunismo. Pero e.stas dos explicaciones tán có!;ócidas no
recomenzar, de la contradicción intrínseca. El cadáver de Le- -;;n-·corr~~tas. La Guerra Fría no fue una guerra, sino una
nin, que se exhibía y se sigue exhibiendo en el Mausoleo, es metáfora de la guerra: es decir que es una guerra que sólo se
el ícono inalterable de la metanoia materialista, de la trans- podía perder metafóricamente. En el plano militar la Unión
formación permanente que practicó la dirigencia comunista Soviética era una potencia intocable. Todos los pueblos que
soviética. El cambio es antiutópico, es una traición a la uto- defendieron su libertad quedaron completamente pacifica-
pía, si se piensa la utopía como un orden definitivo, comple- dos aun antes de la caída del Muro. Para mediados de los
tamente racional. Pero el cambio, si deja de ser un cambio ochenta el movimiento de los disidentes rusos estaba com-
ciego, efectuado por la naturaleza o por las fuerzas del ca- pletamente liquidado. En Polonia, las fuerzas de seguridad
pitalismo, adquiere una dimensión de clemencia. El cambio también pusieron fin a tiempo al movimiento Solidaridad.
es verbalizado, se vuelve metanoia, y ofrece así la posibili- En Pekín se reprimieron con éxito los disturbios y se resta-
dad de hablar con él, de criticarlo, de lamentarlo. Tanto Le- bleció el orden.®-ecisamente la derrota total de toda oposi-
nin y Stalin como más tarde Mao usaron su poder para vol- ción interna y la absoluta inmunidad ante cualquier posible
ver siempre a desatar y administrar revoluciones. Querían intervención externa fue lo que movió a las dirigencias so-
ser siempre más dialécticos que la propia historia, querían viética y china a emprender la transición hacia el capitalis-
adelantarse al tiempo. Su mayor temor era llegar tarde, per- m~Si ambas dirigencias no se hubieran sentido totalmente
derse el momento indicado para el cambio. Esta demanda seguras, jamás hubieran emprendido una reestructuración
de un giro, de un nuevo comienzo, dominó a la Unión So- tan potente y semejante aceleración.
viética aun tras la muerte de Stalin; porque poco después La impresión de derrota surge a veces del hecho de que
comenzó la desestalinización masiva. Incluso mencionar el la Unión Soviética se haya disuelto en el transcurso de esa
nombre de Stalin en público estaba prohibido, o por lo me- reestructuración. Como desde afuera la Unión Soviética es
nos reducido a un mínimo absoluto, no hubo más acceso a vista casi siempre como el "imperio ruso'; su disolución sue-
sus escritos, sus actos fueron borrados de los libros de histo- le interpretarse como una derrota de Rusia en su lucha con-
ria. Después vino el período del llamado estancamiento, con tra las aspiraciones independentistas de otros pueblos. Pero
Brezhnev. En el fondo, este período fue la variante soviética de alguna manera se olvida 9};!-e fue Rre~.t~~m_f-!l\~~.~~sia la
de la belle époque: la gente comenzó a aburrirse. El partido que diso]~i9._l~.!l_nió!J._~pyié!i~-ª ~\la!lQ2~eLgo}:¡ierno__ [USp -en
reaccionó al aburrimiento creciente con consignas estalinis- ese momento bajo Yeltsin- se retiró de la Unión Soviética de
tas: reestructuración y aceleración (perestroika i uskorenie). c~~cue~~2-C:~~~~ Biclg;;~i~~De ~;~-;~;.e;a di~
Como en la época de Stalin, se pensó y practicó la reestruc- rectamente les fue impuesta la independencia a las otras re-
turación, el cambio o la metanoia como un camino hacia la públicas soviéticas. Se trata aquí de un giro introducido des-
aceleración. Una vez más, se quería ir más rápido que la his- de arriba, desde el centro, por iniciativa de la dirigencia; de
toria, que el tiempo. una dirigencia educada en la convicción de que su tarea no
Ese acontecimiento único en la historia que fue la auto- consistía en tolerar pasivamente la historia sino en darle for-
-~!iirlinaciói pacifica~ cteL~m~rii~_;¿-E~~.!rif.~i~iy~~illai9 ma dialécticamente. Los marxistas....§.iemp_~ creyeroru;¡ue .cl

80 81
capitalismo es la mejor máquif1a para acelerar la economía. especialistas en derecho internacional objetaron que con se-
7 Es algo que Marx"s1empre.dest~cÓ·y-q;:i~-Üs6como~argüñi'en­ mejante constitución quedaba preprogramada una eventual
to contra el "comunismo utópico". La propuesta de domesti- disolución de la Unión Soviética. Pero Stalin se mantuvo
car el capitalismo, de instrumentalizarlo y hacerlo trabajar firme en la decisión de conservar el artículo respectivo sin
por el triunfo del comunismo en el marco de un orden socia- correcciones. La razón sólo podía ser que Stalin quería de-
lista y bajo el control del partido comunista estuvo en consi- finir la Unión Soviética dialécticamente: como Estado y no
deración ya desde la Revolución de Octubre. Se discutió mu- Estado al mismo tiempo.
cho sobre esa posibilidad, y también se hizo alguna que otra Es cierto que la constitución estaliniana heredó esta defi-
prueba, aunque de manera muy inconsecuente. Pero en últi- nición de los documentos anteriores de la Unión. Pero que se
ma instancia esa idea no se puso en práctica antes porque la la haya conservado sólo se puede interpretar como respuesta
dirigencia comunista no se sentía lo bastante segura y temía a la crítica -sobre todo de Trotski- apuntada contra la tesis
perder el poder en ese experimento. En los años ochenta y de Stalin de que era posible construir el socialismo en un
noventa se sintieron lo bastante fuertes como para animar- país. De modo que este país, uno solo, donde debía construir-
se a hacer el experimento. Todavía sigue siendo muy pronto se el socialismo fue presentado como una alianza de pue-
para juzgar si el experimento ha fallado. En China el partido blos, como un grupo de países; más como una comunidad
comunista sigue firme en el poder. En Rusia el control cen- de Estados socialistas contrapuesta a la comunidad de Esta-
tral se fortalece constantemente, en lugar de debilitarse. Se dos capitalistas que como un Estado único, unitario, aislado.
sigue probando el modelo, que bien puede resultar exitoso. Esta concepción de una comunidad de Estados también fue
En este sentido es interesante recordar que tanto las con- impuesta en forma consecuente en la vida cotidiana de la
diciones como el procedimiento para disolver la Unión So- Unión Soviética. Cada república tenía su gobierno, su parla-
viética fueron proyectados y creados en realidad por Stalin. mento, su administración, su lengua. Se organizaban visitas
En la llamada "Constitución estaliniana" de 1936, el artículo oficiales de los dirigentes partidarios y funcionarios del Es-
17 decíaCCada república federada conserva el derecho a se- tado de una república a otra, así como encuentros de escri-
pararse libremente de la U.R.S.SJPosteriormente este artí- tores, festivales culturales, intercambios de especialistas, etc.
culo fue incorporado sin modificaciones a la última consti- La vida interna del Estado estaba dispuesta como un esce-
tución soviética, la de 1977, como artículo 72. 4 La importan- nario internacional. Pero el rol decisivo lo tenía el rubro "na-
cia de este artículo queda bastante clara si se tiene presente cionalidad" en el pasaporte de cada ciudadano soviético. La
>'> que la cuestión que desencadenó la única guerra civil en la función de ese rubro era y sigue siendo un enigma para los
historia de los Estados Unidos fue si los diversos Estados po- extranjeros que piensan la nacionalidad como ciudadanía,
dían abandonar la Unión libremente. A las diversas repúbli- pero para todos los ciudadanos de la Unión Soviética tenía
cas, en cambio, se les concedió el derecho constitucional de un rol importante, en todos los planos de su vida. La nacio-
separarse sin ningún tipo de limitaciones o condiciones. Allí nalidad significaba en este caso pertenencia a un pueblo, ori-
se ve que la Unión Soviética de Stalin desde un principio fue gen étnico. Sólo se podía elegir la nacionalidad si los padres
concebida no como un Estado unitario sino como una unión eran de distintas nacionalidades. Si no, se heredaba la nacio-
laxa de Estados independientes. Ya en ese entonces algunos nalidad de los padres. En cada asunto práctico -sobre todo
en la búsqueda de trabajo- se preguntaba por la nacionali-
3 Constitución (Ley fundamental) de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
Buenos Aires, Anteo, 1957, p. 11. dad, y a menudo también por la nacionalidad de los padres.
4 Cf. Constitución (Ley fundamental) de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéti· De modo que el internacionalismo soviético no significaba
cas, Buenos Aires, Mundo Actual, 1977, p. 45·

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un universalismo parcial,. que superara, que borrara las di- el comunismo no constituye un acontecimiento meramente
ferencias étnicas. Al contrario: la organización de la Unión político. La historia nos enseña que ha habido con frecuencia
Soviética como una comunidad de Estados socialista, inter- cambios de gobiernos, de sistemas políticos o relaciones de
nacionalista, hizo que ninguno de sus ciudadanos olvidara poder sin que hayan afectado sustancialmente los derechos
jamás de dónde venía. Únicamente el partido comunista, de posesión privada. En este caso, la vida social y económica
que encarnaba la razón dialéctica, podía decidir dónde ter- mantiene su estructura de derecho privado aun cuando la
minaba el nacionalismo y dónde comenzaba el internaciona- vida política se halle en un proceso de transformación radi-
lismo, y a la inversa. cal. En cambio, tras la despedida de la Unión Soviética ya no
Y no menos dialéctico fue el proceso de privatización por hubo contrato social. Territorios gigantescos se convirtieron
medio del cual se organizó la transición del comunismo al en un desierto jurídico sin dueño que debía ser reestructu-
capitalismo. Los teóricos y los que pusieron en práctica el rado, como en los tiempos del lejano oeste norteamericano.
comunismo soviético consideraron que la eliminación com- Es decir, había que parcelarios, repartirlos y liberarlos a la
pleta de la propiedad privada de los medios de producción apropiación privada, siguiendo las reglas dictadas por la
era el presupuesto decisivo para construir primero la socie- propia conducción del Estado. De esta manera no puede ha-
dad socialista y luego la comunista. Sólo la estatización total ber, evidentemente, un retorno completo a un estado previo
de toda propiedad privada podía originar la plasticidad so- a la estatización de los bienes, la eliminación de la sucesión,
cial total que el partido comunista necesitaba para obtener la ruptura con el origen de la riqueza propia.
un poder completamente nuevo, inmenso, para configurar En última instancia, la privatización resulta ser un cons-
la sociedad. La eliminación de la propiedad privada significó !E~.~~Ji!!s~~~~.r.t.ar.!~~9!!.5:?~~9 -~u~!.t;.~J?._{~~l~~~~!~~~sf§.ii.
un corte radical con el pasado e incluso con la historia en El mismo Estado que estatizó en su momento para construir
general, que era entendida como historia de las relaciones el comunismo privatiza ahora para construir el capitalis-
de propiedad privadas. Pero sobre todo se le concedió así al mo. En ambos casos la propiedad privada está subordina-
arte la preeminencia sobre la naturaleza, sobre la naturaleza _da en igual med_@a a la razó~g~~;;;--;;~-;.;-ife-;tá;do;e
humana y sobre la naturaleza como tal. ~--~-~!.i!IIÜ!.í!.!!Js>s así como artefacto, como producto del arte de gobernar que
"derechos naturales" del ser humano, incluido el derecho a la planifica conscientemente. Por lo tanto, la privatización co-
y.
propied~dprivada, se cortantambiéf1-~us ~~~~~ "~atY.UUe§" mo (re)introducción de la propiedad privada no lleva de
cori su··origen~<-su-herenda.··r·su. "propia" t~adíd6ñ'~ultural, nuevo a la naturaleza (a la herencia natural y al derecho
~U~E!~I<!@~~~:ea~~~~!I1~~EJ..t~r.~-~ .·cail.i9iiQ11Je"t!;d~~sólo-;;1 natural). El Estado poscomunista, como su predecesor co-
individuo que ya no posee nada está libremente disponible munista, es un poder que configura, no un mero poder que
para cualquier experimento social. La eliminación de la pro- administra. La situación poscomunista se caracteriza, por
piedad privada significó, por lo tanto, el pasaje de lo natural lo tanto, por revelar lo artificial del capitalismo al pre-
a lo artificial, del reino de la necesidad al reino de la libertad sentar la génesis del capitalismo como un proyecto neta-
(política y configurativa), del Estado tradicional a la obra de mente político de reestructuración social, y no como re-
arte integral. sultado de un proceso "natural" de desarrollo económico.
Por eso la reintroducción de la propiedad privada cons- La construcción del capitalismo en los países del este eu-
tituye, por lo menos a primera vista, un presupuesto igual- ropeo, pero sobre todo en Rusia, no es consecuencia de la
mente decisivo para poner fin al experimento comunista. En necesidad económica o política y tampoco de una transición
consecuencia, la desaparición de un Estado gobernado por histórica inevitable y "orgánica". Se tomó más bien la deci-

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sión política de reconvertir a la sociedad de la construcción Tal repetición sin duda no puede significar un retorno
del comunismo a la construcción del capitalismo; y de pro- al comunismo soviético, que es un fenómeno único en la
ducir artificialmente una clase de propietarios privados con historia y definitivamente concluido. Pero otros intentos de
ese objetivo -y en plena sintonía con el marxismo clásico-, instalar un gobierno por medio de la lengua, es decir, un go-
para después convertirlos en los principales sostenes de esa bierno de los filósofos, son muy probables. En realidad, son
construcción. Justamente por el proceso de privatización lo inevitables. La lengua es má~_gener~~-E!.:~-~-~-~~!E~!Lc~-9.~:.,
privado descuoreSüdependenditfáiaCaefEstaaü:-sé·trai~ el dinero. Además, ~Q.:Q?..fl=E,!edi~-~!Piás efes!!-va gue el ~-­
aéfCiespedaziñli~í~-.,~ióieritüy-Ia-·apr<;"pi;~¡¿~-¡;;ivada del ;_o po!_TI~-~?-':r!~ -~~ E~~~t;5!~c;:ü:.s;§.,Jl1Ji§.._q_~J2...~.Y.~
cuerpo muerto, del cadáver del Estado socialista, que recuer- comprar o venq~ Pero la verbalización de las relaciones de
dan a las fiestas sagradas de otros tiempos, en las que los poder en la sociedad, sobre todo, le da a cada individuo la
miembros de un pueblo o de una tribu se comían juntos al posibilidad de contradecir al poder, al destino, a la vida; de
animal totémico muerto. Por un lado, ese tipo de fiesta signi- criticarlos, acusarlos, maldecidos. La lengua es el medio de
ficaba la privatización del animal totémico porque cada uno la igualdad. Si el poder se verbaliza, queda obligado a actuar
recibía una parte pequeña, privada; pero justamente por eso bajo las condiciones que impone la igualdad de todos los
esta fiesta fundaba, por otro lado, un elemento común de la hablantes, lo quiera o no. Por otra parte, la igualdad de la
tribu, supraindividual, supraprivado. La dialéctica materia- lengua se distorsiona, o incluso se destruye, si se exige que
lista del cadáver demuestra aquí su eficacia incesante. todos los hablantes argumenten correctamente desde una
El verdadero reto del socialismo de cuño estaliniano con- perspectiva lógico-formal. Pero la tarea de la filosofía reside
sistía en su antiutopismo, es decir, en la afirmación de que .P!de:~~~T.~.?;~.~? libera~.-~_!?s_ i~~~-;q~~ür~J~~<ir~i~?.il:s~r:·
en la Unión Soviética la utopía en el fondo ya estaba realiza- ci a por la 1engua correcta "en términos ló_gj.co-formales. La
da. El lugar real donde se estableció el campo socialista fue nlo·s-ofla·t;~bléii:~s u;_;;~~~te. d~-d~-;~orq~e se la define
proclamado el no lugar de la utopía. No se necesita -ni se como un amor por la sabiduría no satisfecho e imposible
necesitaba ya entonces- especial esfuerzo o intelección para de satisfacer. Pero es un deseo que se ha verbalizado por
demostrar que esa afirmación es contrafáctica, que el idilio completo, haciendo transparente su carácter paradójico. La
oficial está manipulado desde el Estado, que la lucha sigue, filosofía es una institución que le brinda al ser humano la
sea la lucha por la propia supervivencia, sea la lucha contra posibilidad de vivir en la autocontradicción sin tener que
la represión y la manipulación, sea la revolución permanen- ocultarla. Por eso jamás se podrá reprimir del todo el deseo
te. Y, sin embargo, la célebre afirmación "Está consumado" de ampliar esa institución a toda la sociedad.
es tan imposible de volar de un plumazo con la mera remi-
sión a las injusticias e insuficiencias fácticas como los no
menos célebres principios "Atma es Brahma" o "Samsara es
Nirvana", porque se trata de una unidad paradójica de antiu-
topía y utopía, infierno y paraíso, condena y salvación. La no
menos paradójica metanoia de la reprivatización le ha dado
definitivamente su forma histórica al acontecimiento del co-
munismo. Así el comunismo de hecho ya no es una utopía:
su encarnación terrena está terminada. Terminada significa
aquí: concluida y por ende disponible para una repetición.

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Av'l1~r-w. ¡.,J~ ~~~ lJl.IAt(t.. ~
0
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Es le libro, La posdata comunista,
se terminó de diseíiar, componer
y maquetar en Cruce Casa Editora
en Marzo de 2015.

Se utilizó para ello la familia


tipográfica Celeste creada
por Chris Burke.

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