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LA ODISEA DE

EMMANUEL A Yazmin Frias del Villar


Psicología Evolutiva
TRAVÉS DE SU
VALENTÍA
Erase una vez, en un lugar muy muy lejano, había un niño llamado Emmanuel, quien vivía en un
pueblito pintoresco, llamado Wamba; este pequeño lugar se hallaba en la provincia de Valladolid,
España.

El clima era muy agradable; en época de calor, se podía salir a jugar a los parques sin que el sol
quemara demasiado y en los fines de semana, las familias podían disfrutar de los ríos donde fluía
agua muy limpia y cristalina.

Emmanuel era un niño muy feliz cuando estaba


con sus papás y su hermana Yazmari. Él
disfrutaba mucho de los fines de semana junto a su
familia cuando su padre los llevaba al río Rin, que
era el preferido de toda la familia por su gran
variedad de árboles gigantes donde los niños
acostumbraban a trepar después de estar mucho
tiempo en el agua.

Yazmari, la hermana de Emmanuel, era una niña muy bonita


que apreciaba mucho leer cuando se encontraba en casa, y
aunque a Emmanuel no le gustara mucho la lectura, por las
noches los dos se disponían a leer un cuento para poder
dormir con tranquilidad.

Un día inesperado por todos, Yazmari llegó de la escuela muy triste, pues
una compañera de su salón de clases le había insultado diciéndole que era
una niña rara y se había burlado de ella, esto la hizo sentir desdichada
porque Yazmari quería que fueran amigas, sin embargo, la niña que la
insultó le dijo que ella no quería su amistad y que de ahora en adelante
siempre la estaría fastidiando. Yazmari se encontraba estudiando en el
cuarto grado de primaria y a pesar de que era mayor por dos años que
Emmanuel, ella era un poco más sentimental y su hermanito se
preocupaba mucho por ella.

Cuando Emmanuel se dio cuenta que su hermanita se encontraba


triste, inmediatamente trato de animarla, le dijo que jugaran en el
patio, le propuso que leyeran un cuento de los que más le gustaban a
ella y siguió intentando e intentando pero todo era imposible.
Emmanuel se fue a su habitación y se propuso idear
distintos planes para poder ayudar a su hermana, pero
ninguno dio el resultado que él esperaba, aun así no se
dio por vencido, incluso le comentó a sus padres del
problema pero éstos

solo hablaron con su hermanita y le dijeron


que el día lunes hablarían con la maestra y
con la niña que la insultó

Transcurrieron los días, los padres hablaron con la maestra y con los padres de la niña malcriada y
acordaron que la niña tenía que cambiar su forma de ser y que ya no molestaría a sus compañeritas.
Todo fue en vano, porque al paso de unas cuantas semanas, la niña comenzó a agredir nuevamente
a sus compañeritos de su salón.

Emmanuel seguía muy preocupado por su hermanita, ella incluso le dijo que ya no les dijera a sus
papás porque le deba vergüenza que ellos supieran que era una niña muy débil. Emmanuel aceptó
el trato porque pensó que de esa forma estaba ayudando a que su hermanita ya no se sintiera triste

Una noche muy fría, como pocas veces se había sentido en Wamba
Emmanuel se encontraba leyendo un cuento muy interesante, se
trataba de un noble caballero
que vivía en un castillo
gigantesco donde reinaba el
orden, la paz y la justicia.
Cuando terminó de leerlo se
quedó profundamente dormido

De repente, Emmanuel despertó de su profundo sueño al escuchar un ruido en


la cocina, fue a la habitación de su hermana y trató de despertarla, pero fue
inútil, también ella se había quedado dormida cansada de tanto llorar.
Entonces, se dirigió a la recámara de sus padres, pero la puerta tenía seguro,
quiso tocar, pero algo se lo impidió, algo dentro de él le hizo sentir muy
valiente y fue a ver qué era lo que provocaba ese ruido, se dijo a sí mismo que tal
vez se había metido un gato a la cocina y se estaba comiendo toda la comida
Bajó lentamente las escaleras para atrapar al gato con las manos en la masa, no se podía ver muy
bien, todo estaba muy oscuro, pero a pesar de eso Emmanuel no se detuvo y siguió investigando de
dónde provenía ese ruido que lo despertó tan bruscamente perturbando su sueño.

Entonces, de la nada saltó una personita, del tamaño de su mano, y se paró enfrente de él sobre la
mesa de la cocina, Emmanuel se asustó mucho, pero en lugar de correr se quedó inmóvil, no podía
creer lo que sus pequeñitos ojos estaban mirando.

Emmanuel, totalmente asustado, se armó de un valor increíble y le


preguntó a la personita:

-¿quién eres?-.

La personita lo miró fijamente y le contestó con otra pregunta, -¿por


qué no tienes miedo?

-Si tengo mucho miedo- dijo Emmanuel, tratando de descubrir qué era lo
que estaba pasando, se preguntó si debía correr y despertar a sus papás
y a su hermana o seguir allí tratando de averiguar quién era esa personita.

Después de unos minutos, la personita se sentó sobre la mesa de la


cocina, sin dejar de mirarlo, le dijo:

-creo que tú eres la persona que yo estaba buscando-,

No entiendo- dijo Emmanuel, --¿cómo que me estabas buscando?


¿A mí por qué?,

-vengo de un reino muy lejano y todo el pueblo está sufriendo por las injusticias de un Rey malo y
mentiroso- , dijo la personita.

– Yo me llamo Amour y soy un guerrera fiel a nuestro antigua Reyna- dijo la fantástica personita.

Entonces Emmanuel se tranquilizó un poco, y preguntó -¿y


dónde está tu Reyna?

–Ella está en una cárcel del castillo donde ahora reina


Dominus, junto a sus invencibles demonios-.

-Es necesario que vengas conmigo para que me puedas


ayudar- dijo Amour.

-Pero yo solo soy un niño de siete años, yo no puedo hacer


nada- dijo Emmanuel.

-Tú puedes hacer mucho más de lo que te imaginas, por favor ayúdanos a salvar nuestro Reino, no
dejes que siga gobernando el mal y la injusticia de la malvada Dominus- dijo Amour.

-Pero mis papás me van a regañar y no quiero dejarlos solos- dijo Emmanuel.
-Ya verás que no tardamos, con tus poderes resolverás todo rápidamente, por favor necesitamos tu
ayuda- dijo Amour.

Emmanuel lo meditó un momento, tenía miedo, pero también sintió la


necesidad de ayudar a alguien en peligro, justo como lo hacían los
personajes de sus cuentos.

Fue entonces cuando tomó la decisión:

-Está bien, iré- dijo con firmeza el pequeño Emmanuel.

-Espera-dijo Emmanuel-yo soy mucho más alto que tú, ¿cómo podré ir
a tu reino? -

-Ya lo verás-dijo Amour-Solo cierra los ojos y confía en ti mismo-.

En un abrir y cerrar de ojos los dos desaparecieron, la cocina se quedó


en silencio, así como el resto de la casa.

Mientras tanto en otro lugar desconocido, se encontraba Emmanuel totalmente sorprendido


porque estaba parado justo al lado del árbol más alto que jamás había visto en su vida y junto al
árbol, un río enorme con animalitos hermosos que tampoco había visto antes era un paisaje muy
hermoso.

Lo que más le sorprendió y le dio un tremendo susto, era que Amour ya era de su tamaño.

-¿Cómo hiciste para crecer así de rápido Amour?-.

–No-, dijo Amour,-tú fuiste el que encogiste querido amigo, pero no te asustes ya verás que todo
estará bien- dijo después de soltar una tremenda carcajada.

Amour guio a Emmanuel por un bosque enorme y tenebroso, le dijo que al final del camino
encontrarían a sus compañeros para que él les mostrara sus poderes y así pudieran rescatar a su
antigua Reyna. Emmanuel estaba preocupado y le dijo a Amour que él no tenía poderes, que era
solo un niño.

–Ya verás que, si los tienes, solo te digo que debes confiar en ti mismo y en tus cualidades- dijo
convencida Amour.

Llegaron al final del bosque, encontraron, como había dicho Amour, a sus demás
compañeros de batalla. Estaban impacientes por conocer al Caballero que los
llevaría a salir de aquella situación en la que se encontraban.

Ya habían sufrido mucho y la reyna se encontraba encerrado en una horrible prisión


que estaba hechizada con magia malévola
El joven Caballero les preguntó que si ya habían tratado de rescatar ellos mismos a la Reyna

y éstos le contestaron que ya lo habían hecho varias veces y que todo era en vano. Le comentaron
que el reyna les dijo una vez, que, si él no podía proteger a su pueblo alguna vez, uno de sus
guerreros más fieles tendría que encontrar a un Caballero Valiente que lo rescataría para poder
ayudar a todo su pueblo y liberarlos de la tiranía de algún invasor.

-Por eso estamos contentos joven caballero, porque Amour encontró y tú has venido a salvarnos de
Dominus- dijo uno de los combatientes sonriendo y mostrando un gesto de agradecimiento a
Emmanuel

Emmanuel, una vez más se encontraba preocupado y también nervioso, y ¿qué tal si él no era el
guerrero, que tal si él no era lo que estaban esperando?

Tenía mucho miedo, sin embargo, cuando pensaba todo eso, él trato de organizar un plan. Con la
ayuda de Amour y de otros guerreros trazó una ruta para entrar al

castillo sin que Dominus y sus demonios se dieran cuenta, y así rescatar a la reyna para iniciar la
batalla y vencer a los injustos, a los malignos, a los tiranos.

Se llegó la hora, el plan se puso en marcha, Emmanuel estaba al


frente de los guerreros, todos le llamaban el Caballero Valiente,
y seguían sus órdenes al pie de la letra, las instrucciones que él
dio eran exactas y poco a poco se fueron escabullendo hacia
dentro del enorme castillo. Finalmente llegaron a la celda
mágica donde estaba presa la reyna y con sólo tocarla, la celda
se derritió.

La Reyna salió de la celda, abrazó efusivamente a Emnanuel y le


dijo

- sé que no lo comprendes todavía pero tu bondad es el mejor


poder que tienes y por eso esta celda mágica se derritió así de fácil

Al término de la lucha, Dominus y sus invasores se retiraron del castillo y de todo el Reino,
totalmente derrotados.

Los habitantes agradecieron la gran ayuda de Emmanuel el Caballero valiente, ya que después de
muchos años de estar doblegados ante una tirana, pudieron encontrar la paz y la justicia en sus
vidas nuevamente.

La reyna ordenó a sus guerreros que acompañaran a Emmanuel a la entrada del portal por donde
había ingresado a su Reino no sin antes agradecer su valioso apoyo en la restauración de la paz.

-Los valores que te fueron inculcados desde que llegaste al mundo humano, han sido formidables y
espero que continúes desempeñándote en todo lo que hagas de la misma manera, tu forma de
tomar decisiones importantes, junto a tus valores y tu manera de tener contacto con tu familia y tus
amistades, son grandes poderes que te harán siempre una persona justa y así podrás ayudar a quien
se encuentre en problemas. Mi pueblo y yo te agradecemos lo que has hecho por nosotros, hasta
pronto Caballero Valiente-.
Emmanuel regresó en medio de la noche al mismo lugar del que había partido, la cocina. Después
de subir a su cuarto sin que sus padres y su hermana se dieran cuenta, por varios minutos, se
encontraba aun eufórico de lo que había vivido. Emocionado y encantado de su experiencia al lado
de guerreros y reynas, le costó un poco de trabajo volver a su profundo sueño.

Al día siguiente despertó y todavía no creía lo que había vivido, inmediatamente se lanzó al cuarto
de sus padres para contarles lo que había pasado esa noche, pero tanto su padre, como su madre,
solo sonrieron y le comentaron que solo había sido un sueño.

De inmediato fue al cuarto de su hermana, la miró nuevamente triste y sin ganas de ir a la escuela,
no le dijo nada, se guardó la historia que había vivido esa fría noche.

Al llegar la hora del refrigerio, Emmanuel junto a sus dos mejores amigos, Gabriel y Axel, fue en
busca de su hermana. Justamente cuando la encontraron, la niña malcriada estaba abusando
nuevamente de su violenta forma de ser, fue entonces que

Emmanuel junto a sus amigos actuaron de acuerdo con un plan que ya había preparado esa misma
mañana. El plan consistía en que uno de ellos, Gabriel trataría de detener lo más que pudiera a la
niña malcriada, porque él era el más alto y más fuerte de los tres, mientras que Axel correría
increíblemente rápido a la dirección en busca de alguna maestra para que presenciara los abusos
de la tirana niña, y por último Emmanuel protegería a su hermana de cualquier cosa que pudiera
ocurrirle en este momento.

El plan de Emmanuel, el Caballero Valiente, dio resultado, la propia Directora del plantel confirmó
personalmente de las injusticias de las que eran víctimas ya varios niños en esa escuela y finalmente
decidió expulsar a la terrible niña malcriada.

Yazmari agradeció a su hermanito Emmanuel,


haciéndole saber que a partir de ese momento él se
había convertido en una especie de héroe para ella.
Llegando a casa, los dos muy contentos les platicaron a
sus padres de lo sucedido y todos felicitaron a Emmanuel
y a su hermana por actuar correctamente como buenos
hermanos.

Las cosas volvieron a la normalidad, Emmanuel podía desayunar


tranquilo en el horario designado para el refrigerio, Yazmari volvió a sus
actividades normales junto a sus amiguitas, quienes también eran
asediadas por aquella niña grosera. El fin de semana siguiente, volvieron
a disfrutar del río sin ningún tipo de presión y con toda libertad al lado
de sus seres queridos y de muchas amistades que habían cosechado en
ese maravilloso poblado de la bella valladolid.

Al concluir el domingo, Emmanuel y Yazmari fueron a sus habitaciones,

-Hermanito, gracias por todo, que tengas una bonita noche, espero que el próximo fin de semana
nos la pasemos igual de divertidos que hoy- dijo Renata a su Caballero Valiente.
Emmanuel estaba a punto de dormir, de pronto escucho un
ruido muy fuerte en la cocina, se levantó
inmediatamente………..

Escrito por Yazmin Frias del Villar

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