El clima era muy agradable; en época de calor, se podía salir a jugar a los parques sin que el sol
quemara demasiado y en los fines de semana, las familias podían disfrutar de los ríos donde fluía
agua muy limpia y cristalina.
Un día inesperado por todos, Yazmari llegó de la escuela muy triste, pues
una compañera de su salón de clases le había insultado diciéndole que era
una niña rara y se había burlado de ella, esto la hizo sentir desdichada
porque Yazmari quería que fueran amigas, sin embargo, la niña que la
insultó le dijo que ella no quería su amistad y que de ahora en adelante
siempre la estaría fastidiando. Yazmari se encontraba estudiando en el
cuarto grado de primaria y a pesar de que era mayor por dos años que
Emmanuel, ella era un poco más sentimental y su hermanito se
preocupaba mucho por ella.
Transcurrieron los días, los padres hablaron con la maestra y con los padres de la niña malcriada y
acordaron que la niña tenía que cambiar su forma de ser y que ya no molestaría a sus compañeritas.
Todo fue en vano, porque al paso de unas cuantas semanas, la niña comenzó a agredir nuevamente
a sus compañeritos de su salón.
Emmanuel seguía muy preocupado por su hermanita, ella incluso le dijo que ya no les dijera a sus
papás porque le deba vergüenza que ellos supieran que era una niña muy débil. Emmanuel aceptó
el trato porque pensó que de esa forma estaba ayudando a que su hermanita ya no se sintiera triste
Una noche muy fría, como pocas veces se había sentido en Wamba
Emmanuel se encontraba leyendo un cuento muy interesante, se
trataba de un noble caballero
que vivía en un castillo
gigantesco donde reinaba el
orden, la paz y la justicia.
Cuando terminó de leerlo se
quedó profundamente dormido
Entonces, de la nada saltó una personita, del tamaño de su mano, y se paró enfrente de él sobre la
mesa de la cocina, Emmanuel se asustó mucho, pero en lugar de correr se quedó inmóvil, no podía
creer lo que sus pequeñitos ojos estaban mirando.
-¿quién eres?-.
-Si tengo mucho miedo- dijo Emmanuel, tratando de descubrir qué era lo
que estaba pasando, se preguntó si debía correr y despertar a sus papás
y a su hermana o seguir allí tratando de averiguar quién era esa personita.
-vengo de un reino muy lejano y todo el pueblo está sufriendo por las injusticias de un Rey malo y
mentiroso- , dijo la personita.
– Yo me llamo Amour y soy un guerrera fiel a nuestro antigua Reyna- dijo la fantástica personita.
-Tú puedes hacer mucho más de lo que te imaginas, por favor ayúdanos a salvar nuestro Reino, no
dejes que siga gobernando el mal y la injusticia de la malvada Dominus- dijo Amour.
-Pero mis papás me van a regañar y no quiero dejarlos solos- dijo Emmanuel.
-Ya verás que no tardamos, con tus poderes resolverás todo rápidamente, por favor necesitamos tu
ayuda- dijo Amour.
-Espera-dijo Emmanuel-yo soy mucho más alto que tú, ¿cómo podré ir
a tu reino? -
Lo que más le sorprendió y le dio un tremendo susto, era que Amour ya era de su tamaño.
–No-, dijo Amour,-tú fuiste el que encogiste querido amigo, pero no te asustes ya verás que todo
estará bien- dijo después de soltar una tremenda carcajada.
Amour guio a Emmanuel por un bosque enorme y tenebroso, le dijo que al final del camino
encontrarían a sus compañeros para que él les mostrara sus poderes y así pudieran rescatar a su
antigua Reyna. Emmanuel estaba preocupado y le dijo a Amour que él no tenía poderes, que era
solo un niño.
–Ya verás que, si los tienes, solo te digo que debes confiar en ti mismo y en tus cualidades- dijo
convencida Amour.
Llegaron al final del bosque, encontraron, como había dicho Amour, a sus demás
compañeros de batalla. Estaban impacientes por conocer al Caballero que los
llevaría a salir de aquella situación en la que se encontraban.
y éstos le contestaron que ya lo habían hecho varias veces y que todo era en vano. Le comentaron
que el reyna les dijo una vez, que, si él no podía proteger a su pueblo alguna vez, uno de sus
guerreros más fieles tendría que encontrar a un Caballero Valiente que lo rescataría para poder
ayudar a todo su pueblo y liberarlos de la tiranía de algún invasor.
-Por eso estamos contentos joven caballero, porque Amour encontró y tú has venido a salvarnos de
Dominus- dijo uno de los combatientes sonriendo y mostrando un gesto de agradecimiento a
Emmanuel
Emmanuel, una vez más se encontraba preocupado y también nervioso, y ¿qué tal si él no era el
guerrero, que tal si él no era lo que estaban esperando?
Tenía mucho miedo, sin embargo, cuando pensaba todo eso, él trato de organizar un plan. Con la
ayuda de Amour y de otros guerreros trazó una ruta para entrar al
castillo sin que Dominus y sus demonios se dieran cuenta, y así rescatar a la reyna para iniciar la
batalla y vencer a los injustos, a los malignos, a los tiranos.
Al término de la lucha, Dominus y sus invasores se retiraron del castillo y de todo el Reino,
totalmente derrotados.
Los habitantes agradecieron la gran ayuda de Emmanuel el Caballero valiente, ya que después de
muchos años de estar doblegados ante una tirana, pudieron encontrar la paz y la justicia en sus
vidas nuevamente.
La reyna ordenó a sus guerreros que acompañaran a Emmanuel a la entrada del portal por donde
había ingresado a su Reino no sin antes agradecer su valioso apoyo en la restauración de la paz.
-Los valores que te fueron inculcados desde que llegaste al mundo humano, han sido formidables y
espero que continúes desempeñándote en todo lo que hagas de la misma manera, tu forma de
tomar decisiones importantes, junto a tus valores y tu manera de tener contacto con tu familia y tus
amistades, son grandes poderes que te harán siempre una persona justa y así podrás ayudar a quien
se encuentre en problemas. Mi pueblo y yo te agradecemos lo que has hecho por nosotros, hasta
pronto Caballero Valiente-.
Emmanuel regresó en medio de la noche al mismo lugar del que había partido, la cocina. Después
de subir a su cuarto sin que sus padres y su hermana se dieran cuenta, por varios minutos, se
encontraba aun eufórico de lo que había vivido. Emocionado y encantado de su experiencia al lado
de guerreros y reynas, le costó un poco de trabajo volver a su profundo sueño.
Al día siguiente despertó y todavía no creía lo que había vivido, inmediatamente se lanzó al cuarto
de sus padres para contarles lo que había pasado esa noche, pero tanto su padre, como su madre,
solo sonrieron y le comentaron que solo había sido un sueño.
De inmediato fue al cuarto de su hermana, la miró nuevamente triste y sin ganas de ir a la escuela,
no le dijo nada, se guardó la historia que había vivido esa fría noche.
Al llegar la hora del refrigerio, Emmanuel junto a sus dos mejores amigos, Gabriel y Axel, fue en
busca de su hermana. Justamente cuando la encontraron, la niña malcriada estaba abusando
nuevamente de su violenta forma de ser, fue entonces que
Emmanuel junto a sus amigos actuaron de acuerdo con un plan que ya había preparado esa misma
mañana. El plan consistía en que uno de ellos, Gabriel trataría de detener lo más que pudiera a la
niña malcriada, porque él era el más alto y más fuerte de los tres, mientras que Axel correría
increíblemente rápido a la dirección en busca de alguna maestra para que presenciara los abusos
de la tirana niña, y por último Emmanuel protegería a su hermana de cualquier cosa que pudiera
ocurrirle en este momento.
El plan de Emmanuel, el Caballero Valiente, dio resultado, la propia Directora del plantel confirmó
personalmente de las injusticias de las que eran víctimas ya varios niños en esa escuela y finalmente
decidió expulsar a la terrible niña malcriada.
-Hermanito, gracias por todo, que tengas una bonita noche, espero que el próximo fin de semana
nos la pasemos igual de divertidos que hoy- dijo Renata a su Caballero Valiente.
Emmanuel estaba a punto de dormir, de pronto escucho un
ruido muy fuerte en la cocina, se levantó
inmediatamente………..