Psicología y Productividad
Para estudiar la psicología del mexicano primero es necesario entender el rol que tiene
la psicología en la productividad en general, independientemente de los elementos específicos
del trabajador nacional. Una de las primeras enseñanzas una vez que una persona ingresa al
ámbito laboral, es que las capacidades técnicas no siempre son las mayores determinantes del
éxito en el trabajo (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 2). Al contrario, pareciera que
los conocimientos técnicos del trabajo quedan relegados en segundo plano frente al elemento
humano (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 2). En este sentido, la productividad de un
trabajador no está solamente mediada por sus habilidades para desempeñar el trabajo bien,
sino también por su recursos psicológicos y emocionales. Por ello, la psicología adquiere un
rol central en determinar la mejor manera de administrar una empresa, tomando en cuenta
esta serie de cualidades personales de los trabajadores.
Ahora que se ha señalado el porqué de la importancia de la psicología en el trabajo, es
vital recalcar las diferencias que existen entre una persona y otra, y aún más importante, entre
una cultura y otra con respecto a los elementos psicológicos. Para detallar cuáles son los
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importante de la cultura nacional, cuando esto se traslada al ámbito laboral puede afectar
seriamente la productividad (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 83). Así, las
celebraciones dentro de los días de trabajo, así como las oficiales y no-oficiales del
calendario, crean una atmósfera de celebraciones y acontecimientos que entorpecen el ritmo
de trabajo de las organizaciones. Otro aspecto que influye de manera negativa en el trabajo es
la poca autoestima que exhiben algunos mexicanos, que les hace sentirse infravalorados y por
tanto no asisten a laborar (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 84). Aunado a estos
elementos, será interesante también ver cuáles son los motivos que mueven al mexicano a
laborar más y mejor.
Las motivaciones son lo que mueve a las personas, los motores que lo llevan a hacer o
dejar de hacer algo, porque lo llena emocional o psicológicamente. En el trabajo, el mexicano
en general se siente satisfecho con su trabajo y hasta dice sentirse orgulloso de lo que hace
para subsistir (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 86). Sin embargo, las actitudes
humanas que están definidas por la satisfacción de necesidades básicas influyen en qué tan
motivados están los mexicanos para trabajar (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 86). A
pesar de que los trabajadores están satisfechos con su trabajo, no existe una motivación para
crecer o mejorar, porque están más preocupados en satisfacer sus necesidades básicas de
subsistencia como comida, techo, salud, entre otras, por lo que crecer laboralmente no entra
dentro de sus prioridades. Es por ello que el mexicano no se esfuerza por ir más allá de lo
básico para subsistir, debido a esta falta de motivación para hacerlo.
Por último, hay que diferenciar dentro de la misma psicología nacional las diferencias
que existe debido a la ubicación geográfica del trabajador. En este sentido, en el norte del país
debido al clima extremoso y la falta de recursos naturales, la gente debe estar más activa en
su trabajo para suplir estos factores adversos (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 88).
Por tanto, la gente del norte del país es más activa e industriosa, se preocupa más por
producir y genera (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 88). Por otro lado, en el sur y
sureste del país la gente es menos activa pues hay un clima más caliente, aunado a una
abundancia de recursos naturales, que los hacen tener que trabajar menos para subsistir
(Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 88). Mientras que en el centro del país,
particularmente en la Ciudad de México, el número de personas, la escasez de espacio y el
estrés hacen que el trabajador sea más competitivo debido a estas presiones que son también
de índole económica (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 88). Esto complejiza aún más
la psicología nacional, y hace aún más importante analizar estos patrones de conducta y su
impacto en la productividad.
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El Camino a Seguir
Ahora, dadas las condiciones es importante señalar algunos pasos a seguir para
aprovechar el conocimiento de la psicología nacional y con ello aumentar la productividad en
las empresas mexicanas. En primer lugar, será necesario promocionar el desarrollo humano
de los trabajadores, aceptando la realidad actual donde los mexicanos no se sienten valorados,
y a partir de ahí empezar a construir un ambiente más sano y productivo (Rodríguez &
Ramírez-Buendía, 2004, p. 122). Una de las formas más efectivas de promover este
desarrollo personal es empezando con el individuo, al hacerlo responsable de su situación
laboral, y con ello generar una independencia psicológica (Rodríguez & Ramírez-Buendía,
2004, p. 123). Con ello, el trabajador mexicano tomará las riendas de su camino, buscando las
oportunidades de crecimiento y desarrollo, sin depender en que otros les digan qué es lo que
tienen que hacer. Parte de este trabajo se tiene que llevar a cabo en las escuelas, al cambiar
los paradigmas dogmáticos de enseñanza que se tienen actualmente (Rodríguez & Ramírez-
Buendía, 2004, p. 123). Esta independencia psicológica y de pensamiento llevará al mexicano
a ser valorado, y con ello a desempeñarse mejor en el trabajo.
Una de las estrategias más importantes para lograr esto es promover que la gente sea
más directa, tanto de las organizaciones con los trabajadores y viceversa. Las empresas tienen
la tarea de valorar más a sus trabajadores, al hacerles saber que parte importante de las
mismas, y que se preocupan de su crecimiento (Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p.
124). Mientras que los trabajadores deberán asumir las responsabilidades que les competen,
no huir de sus errores, así como ser más directos y asertivos en sus comunicaciones
(Rodríguez & Ramírez-Buendía, 2004, p. 124). Estos dos caminos lograrán un encuentro en
el que ambos lados se vean beneficiados, aumenta la productividad de las empresas y el
bienestar del trabajador.
Conclusión
El mexicano actual no desarrolla todo el potencial que tiene, esto es claro al ver las
cifras de productividad, o simplemente al evaluar casi cualquier empresa. Por tanto, es
necesario utilizar herramientas como la psicología que ayudan a entender la mente y las
actitudes del trabajador nacional. Con este conocimiento, se puede potenciar la productividad
al atacar los problemas que de raíz la están afectando. El factor humano es entonces uno de
los ejes de cambio más importantes, pues al considerar la psicología como la base del
cambio, se está yendo más allá de implementar estrategias superficiales. En este sentido,
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Referencias
Rodríguez, M., & Ramírez-Buendía, P. (2004). Psicología del mexicano en el trabajo (2a ed).
México: McGraw-Hill.