4. Seca cuidadosamente la zona con una toalla o una toallita seca, sobre todo, los
pliegues de la piel.
5. Aplica crema protectora para aislar la piel de la humedad alrededor del ano y en la
entrepierna. Asegúrate de extenderla bien y recuerda que no es necesario aplicar mucha
cantidad.
6. Levanta las piernas del bebé, cierra el pañal sucio de atrás hacia delante con las cintas
autoadhesivas y retíralo.
7. Abre el pañal limpio y colócalo debajo del culito de tu bebé. Despliega la parte delantera
y colócala por delante, cubriendo sus genitales. Si tu bebé es niño, asegúrate que su
colita ha quedado apuntando hacia abajo para que el pañal pueda retener su orina.
8. Una vez que la parte delantera esté a la misma altura que la trasera alrededor de la
cintura del bebé, puedes abrocharlo utilizando las cintas autoadhesivas que encontrarás a
ambos lados de la parte trasera del pañal. Deberás ajustarlo lo suficiente sin que le
apriete, ni quede suelto como para que pueda haber escapes.
Momentos de higiene como éste, tendrás varios a lo largo del día. Al principio, cuando son
recién nacidos, lleva su tiempo, pues hay que hacerlo todo con mucho cuidado. Después,
los cambios de pañal llevan menos protocolo, pero lo importante es saber utilizar esta
rutina de aseo como un momento especial para compartir cariño, palabras
dulces, masajes y juegos con tu bebé.
TÉCNICAS DE AMAMANTAMIENTO HIGIENE Y GASES
pies.
2. Se acerca el niño al pecho allí
pezón.
4. Se enfoca nariz – pezón.
5. Antes de abrir la boca, sin
bebe al pecho.
CUIDADOS DEL CORDON UMBILICAL
Cuando el bebé nace, se corta el cordón umbilical y queda un muñón. El muñón debe
secarse y caer cuando el bebé tiene de 5 a 15
días de edad. Mantenga el muñón limpio con
gasas y agua solamente. Bañe también el resto
de su bebé con esponja. NO lo ponga en una tina
con agua hasta que el muñón haya caído.
Deje que el cordón se caiga de manera natural.
NO trate de halarlo, ni siquiera si sólo pende de
un hilo.
Vigile el muñón del cordón umbilical por si hay
infección. Esto no ocurre con frecuencia, pero si
pasa, la infección puede diseminarse con
rapidez.
Los signos de una infección local en el muñón
incluyen:
Secreción amarillenta y mal oliente del
muñón
Enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad de la piel alrededor del muñón
Sea consciente de los signos de una infección más grave. Póngase en contacto con el
proveedor de atención médica de su bebé inmediatamente si su bebé tiene:
Alimentación deficiente
Fiebre de 100.4°F (38°C) o superior
Letargo
Tono muscular deficiente y flácido
Si el muñón del cordón se hala demasiado pronto, se podría iniciar un sangrado activo, lo
cual significa que cada vez que se limpia una gota de sangre, aparece otra. Si el muñón
del cordón sigue sangrando, llame al proveedor de su bebé de inmediato.
Algunas veces, en lugar de secarse por completo, el cordón formará tejido cicatricial
rosado, llamado granuloma. Este granuloma drena un líquido amarillento y claro. Esto con
frecuencia desaparece en alrededor de una semana. Si no lo hace, llame al proveedor de
su bebé.
Si el muñón del bebé no ha caído en 4 semanas (y más probablemente mucho antes),
llame al proveedor de su bebé. Puede haber un problema con la anatomía o el sistema
inmunitario del bebé.
REFLEJOS EN UN BEBE