Con estas palabras estoy listo para dar respuestas a las preguntas
formuladas más arriba.
5) Sin embargo, hay que reconocer que aún aquellos que aceptan
el elemento sobrenatural (científicos creyentes) enfrentan serias
dificultades para explicar muchos fenómenos de la naturaleza. Y es
que la misma naturaleza, como el carácter de su divino autor está
cargada de misterios insondables (sin que lleguemos a la conclusión
de que la naturaleza es tan misteriosa como Dios lo es, porque
entonces estaríamos de alguna manera igualándola con Dios
mismo). Por otro lado, es pretensioso procurar desentrañar
misterios en unas cuantas décadas de estudios útiles (pues vivimos
tan poco) que fueron dispuestos por Dios para ser un libro de texto
en la vida inmortal (Algo que perdimos por la entrada del pecado).
Más aún, el mismo pecado afecta la naturaleza así como al ser
humano, lo que dificulta el alcance de una visión completa y
unificada de los elementos naturales que nos rodean. Nos guste o
no tendremos que esperar hasta la vida inmortal que nos traerá la
consumación final del Plan de Dios y entonces sí, las maravillas de
la vasta creación serán abiertas al estudio en un dimensión mucho
más abarcante y planamente satisfactorias. Aún allí, los misterios
que saturen nuestras mentes inmortales, serán explicados por el
Maestros de los maestros, nuestro glorioso Creador. En aquella vida
gloriosa, aun las mentes más brillantes de la tierra veverán de la
sabiduría omniabarcante de nuestro Dios.
Notas y Referencias:
https://reflexionesteologicas.wordpress.com/2010/09/10/los-dias-de-
creacion-en-genesis-1/