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LA BIBLIA

1. La palabra de Dios fue escrita por: inspiración de Dios, revelación de Jesucristo, el Espíritu Santo
2. La palabra de Dios fue escrita en papel por los santos hombres de Dios (profetas, discípulos)
siendo inspirados por el Espíritu Santo de Dios
3. La palabra de Dios fue escrita: para que creamos que Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios (con el
propósito de darnos una vida eterna por medio de su nombre), para hacer conocer el pecado a
los seres humanos (con el propósito de exponer el pecado a nosotros y dejarnos saber que es
pecado y que no es pecado), para enseñarnos, para que aprendamos (con el propósito de darnos
esperanza por las cosas que han de venir)
4. La palabra de Dios consiste de: estatutos (leyes), decretos (ordenanzas), mandamientos (reglas),
preceptos (mandatos), testimonios (declaraciones de la verdad de hechos realizados por Dios,
pruebas que confirman la existencia de cosas)
5. Cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios: somos bendecidos, prosperamos (salir
adelante, florecer, progresar), somos limpiados de nuestros malos caminos, no pecamos contra
Dios, nunca veremos la muerte, nuestras oraciones serán oídas y contestadas, vamos a
permanecer en el amor de Jesús, somos amigos de Jesús, somos aborrecidos (odiados) por el
mundo, nos hacemos sabios (entendidos, inteligentes) para la salvación (vida eterna)
6. Cuando no oímos y obedecemos la palabra de Dios: somos malditos, morimos, Dios no
escuchada nuestras oraciones, Dios voltea su rostro (cara) contra nosotros para mal y nos
destruye, seremos juzgados en el día del juicio
7. Los diferentes tipos de oidores de la palabra de Dios son: los que oyen la palabra y no la
entienden, los que oyen la palabra y al momento la reciben con gozo pero después que viene la
aflicción o la persecución por causa de la palabra luego tropiezan y caen, los que oyen la palabra
pero el afán del mundo y el engaño de las riquezas ahogan (asfixian, afligen, reprimen, apagan,
matan) la palabra y se hace infructuosa (sin fruto, no produce buenos resultados ni tiene
utilidad), los que oyen la palabra y la entienden y dan fruto
8. Necesitamos hacer lo siguiente con la palabra de Dios: recibir la palabra de Dios con
mansedumbre (sumisión) como la palabra pura, viviente, y verdadera de Dios y no como palabra
de hombres, oír y hacer la palabra de Dios, leer la palabra de Dios, entender la palabra de Dios,
predicar la palabra de Dios de gratis, enseñar la palabra de Dios rectamente y con verdad en el
nombre de Jesucristo, discutir, declarar, exponer, convencer que la palabra es verdad y
demostrar la palabra de Dios, hablar la palabra de Dios con sinceridad y sin temor, agrando a
Dios y no a los hombres, recibir la palabra de Dios con gozo, soportar (sobrellevar, tolerar,
recibir) la palabra de exhortación (incitar a hacer algo o actuar de cierta manera) de Dios, usar la
palabra de Dios para pelear contra los ataques de Satanás, usar la palabra de Dios para enseñar
la doctrina de Jesucristo, para redargüir (disputar la verdad, cuestionar, retar, desafiar, refutar,
argüir, utilizar un argumento en contra, demonstrar la invalidez de un argumento), para corregir
(quitar o rectificar errores o inexactitudes), para instruir (guiar, dirigir, ordenar), evitar las
cuestiones (preguntas) necias (ignorantes, obstinadas, estúpidas), evitar genealogías (el estudio
de antepasados de una persona, rama de la historia, ascendencia, herencias, línea de sangre,
árbol de familia), evitar contenciones (calientes desacuerdos, argumentos, conflictos), evitar
discusiones (debates, altercados, peleas, luchas, combates, batallas), temblar a la palabra de
Dios, temer la palabra de Dios, guardar (retener, atesorar, sostener) la palabra de Dios y
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arrepentirnos (sentirnos, sentir remordimiento, cambiar nuestro caminar, cambiar nuestra


mente) de todos nuestros pecados, permanecer (mantener, continuar) en la palabra de Dios
9. Nunca debemos hacer lo siguiente con la palabra de Dios: recibir la palabra de Dios como
palabra de hombres, añadirle (ponerle) ni disminuirle (quitarle) a la palabra de Dios, desechar
(rechazar) la palabra de Dios, tener (contar) la palabra de Dios como una cosa extraña, ignorar
(desconocer) la palabra de Dios, resistir ni contradecir la palabra de Dios, tener miedo de hablar
la palabra de Dios, solo ser oidores de la palabra de Dios (pero tenemos que ser hacedores de la
palabra de Dios), falsificar ni adulterar (corromper) la palabra de Dios, agradar a los hombres con
la palabra de Dios, pecar ni rebelarnos contra la palabra de Dios
10. Tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios: porque es vida, para no pecar contra Dios,
porque es la verdad y nos hará libres, porque tiene poder sobre todos nosotros mientras
vivimos, porque si lo hacemos, Jesús postrara a nuestros enemigos a nuestros pies, y nos
protegerá de la hora de prueba que vendrá al mundo entero
11. No es fácil obedecer la palabra de Dios, pero nos tenemos que hacer fuertes y valientes para
poder obedecer la palabra de Dios
12. La palabra de Dios es dura y ofende
13. Debemos dejar (abandonar, olvidar, separarnos, dejar en paz) a las personas que se ofenden por
la palabra de Dios y dejarlos caer en el hoyo
14. La palabra de Dios causa disensión (división, separación, desacuerdo) entre las personas
15. Tenemos que leer la palabra de Dios todos los días y meditar (pensar) en ella día y noche
16. Tenemos que guardar la palabra de Dios en: nuestros corazones, nuestras mentes
17. Para poder entender la palabra de Dios tenemos que: recibir el entendimiento de nuestro Señor
Jesucristo, discernirla espiritualmente (no podemos entender la palabra de Dios con nuestras
mentes carnales y naturales) porque la palabra de Dios es espiritual
18. Todos los seres humanos de la tierra tienen que obedecer la palabra de Dios
19. Sólo las personas aprobadas (permitidas, autorizadas, calificadas) por Dios, enviadas de Dios, y
escogidas por Dios pueden predicar la palabra de Dios
20. La palabra de Dios: tiene poder para juzgar, no puede ser quebrantada (rompida), es fuerte y
poderosa, es viva y eficaz, es más cortante que cualquier espada de dos filos, tiene más poder
que cualquier libro de brujería, tiene poder para salvar nuestras almas del infierno, tiene poder
para penetrar nuestras almas, nuestros espíritus, nuestras coyunturas del cuerpo, y nuestras
medulas oseas de los huesos, tiene poder para reconocer y ver nuestros pensamientos y
intenciones
21. La palabra de Dios permanece para siempre

¿Cómo fue escrita la palabra de Dios?


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2 Timoteo 3:14-17----------Toda la Escritura es inspirada (visión, intuición, influencia, revelación) por


Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. La palabra de Dios fue
escrita por inspiración de Dios. Quiere decir que todo lo que está escrito en la palabra de Dios, fue dado
a los profetas y discípulos por Dios por medio de visiones y revelaciones. Todo los que está inscrito en la
palabra de Dios fue influido por Dios y no por el hombre, es la intuición y sabiduría de Dios que los
profetas y discípulos escribieron, para que nosotros leamos y tengamos conocimiento de Dios hoy en
día.

Gálatas 1:11-12---------Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según
hombre, pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
La palabra de Dios fue escrita por la revelación de Jesucristo. Quiere decir que todo lo que está escrito
en la palabra de Dios no fue escrito por ningún hombre ni es la sabiduría de ningún hombre, pero es la
palabra y sabiduría de Jesús. Jesús les revelo y les enseño a los discípulos su palabra y ellos la escribieron
y predicaron según lo que Jesús les había revelado. Ninguno de los discípulos dijo, “Siento escribir esto y
esto hoy”, o “Siento escribir esto y decirles a las personas que lo hagan”. No, eso no fue lo que paso, todo
lo que predicaron y escribieron vino directo de la fuente, y esa fuente es Jesucristo.

2 Pedro 1:20-21-----------Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de


interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. La palabra de Dios fue escrita por el
Espíritu Santo de Dios. Esto quiere decir que el Espíritu Santo de Dios fue el que influyo a los hombres
santos de Dios a escribir la palabra de Dios. Básicamente el Espíritu Santo fue el que escribió la palabra
de Dios, usando los cuerpos y las manos de los hombres santos de Dios como instrumentos para escribir
en papel las palabras.

¿Quién escribió la palabra de Dios?

2 Pedro 1:20-21-----------Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de


interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres (profetas, discípulos) de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
La palabra de Dios fue escrita por los profetas y discípulos de Dios, quienes eran hombres santos de Dios,
inspirados por el Espíritu Santo de Dios. Esto quiere decir que el Espíritu Santo de Dios fue el que influyo
a estos hombres santos de Dios a escribir la palabra de Dios. La palabra de Dios no fue escrita por
interpretaciones de cualquier hombre ordinario, porque el Espíritu Santo era el que le decía a estos
hombres santos de Dios que escribir. Si el Espíritu Santo de Dios no hubiera influido a estos hombres a
escribir la palabra de Dios, entonces podríamos decir que la palabra de Dios fue escrita por hombres,
pero este no fue el caso, el Espíritu Santo de Dios estuvo involucrado en todo el proceso, por lo cual hace
que la palabra de Dios sea la interpretación del Espíritu Santo de Dios y no sea la interpretación de los
hombres. Básicamente el Espíritu Santo fue el que escribió la palabra de Dios, usando los cuerpos y las
manos de los hombres santos de Dios como instrumentos para escribir en papel las palabras.

¿Por qué fue escrita la palabra de Dios y cuál es su propósito?


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San Juan 20:30-31, Hechos 17:1-3, 18:27-28-------Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es
el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. La palabra de Dios fue escrita
para que creamos que Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios. Con el propósito de darnos una vida eterna por
medio de su nombre.

Romanos 7:7----- ¿Que diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el
pecado sino por la ley, porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera, no codiciaras.
La palabra de Dios fue escrita para hacer conocer el pecado a los seres humanos. Con el propósito de
exponer el pecado a nosotros y dejarnos saber que es pecado y que no es pecado, porque si no fuera por
la palabra de Dios, nunca hubiéramos sabido o conocido que es pecado y que no es pecado.

Romanos 15:4--------Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a
fin de que por la paciencia y la consolación de las escrituras, tengamos esperanza. La palabra de Dios fue
escrita para enseñarnos, para que aprendamos. Con el propósito de darnos esperanza por las cosas que
han de venir.

¿De qué consiste la palabra de Dios?

Deuteronomio 4:1-2, 1 Reyes 2:3, Jeremías 11:6, Isaías 28:10, 13--------Ahora, pues, Oh Israel, oye los
estatutos (leyes) y decretos (ordenanzas) que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y
poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando,
ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos (reglas) de Jehová vuestro Dios que yo os
ordeno. Guarda los preceptos (mandatos) de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus
estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios (declaraciones de la verdad de hechos
realizados por Dios, pruebas que confirman la existencia de cosas), de la manera que está escrito en la
ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas.
La palabra de Dios consiste de leyes, ordenanzas, reglas, mandatos, y testimonios. Todas estas cosas son
enseñadas a todos nosotros por medio de la palabra de Dios, para oírlas y hacerlas.

¿Qué sucede cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios?

Deuteronomio 28:1-14----Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzaran, si oyeres la voz de
Jehová tu Dios. Somos bendecidos cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios.

Josué 1:7-8, 1 Reyes 2:3----------------Solamente esfuérzate y se muy valiente, para cuidar de hacer
conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mando, no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado (salir adelante, florecer, progresar) en todas las cosas que emprendas.
Vamos a prosperar y progresar cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios.

Salmos 119:9, San Juan 15:3------ ¿Con que limpiara el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Somos limpiados de nuestros malos caminos cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios.

Salmos 119:11------En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. No pecamos contra
Dios cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios.
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San Juan 8:51, Romanos 2:5-13-------De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca
vera muerte. Nunca veremos la muerte si oímos y obedecemos la palabra de Dios. Esto quiere decir que
después de que se muera nuestra carne, nuestros espíritus nunca morirán, estarán en el cielo con Dios.

San Juan 15:7-16------Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, asi como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Vosotros sois mis amigos, si hacéis
lo que yo os mando. Nuestras oraciones serán oídas y contestadas, vamos a permanecer en el amor de
Jesús, somos amigos de Jesús, si oímos y obedecemos la palabra de Dios. Tenemos que obedecer la
palabra de Dios, hasta Jesús obedece la palabra de Dios y nosotros no somos mayores que Jesús así que
tenemos que obedecer la palabra de Dios.

San Juan 17:14-18------Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció, porque no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. Somos odiados por el mundo cuando oímos y obedecemos la palabra
de Dios. Media vez empecemos a obedecer la palabra de Dios, ya no le vamos a caer bien a la gente del
mundo, porque ya no tomamos parte de las cosas y actividades en que ellos participan, en lugar de
participar en lo que ellos hacen, nosotros tomamos parte de las cosas celestiales y de la palabra de Dios.

2 Timoteo 3:14-17----------Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio (entendido, inteligente) para la salvación (vida eterna) por la fe que es en Cristo Jesús.
Nos hacemos entendidos cuando oímos y obedecemos la palabra de Dios. Nos volveremos inteligentes
en la palabra de Dios y tendremos mucha sabiduría de muchas cosas, hasta tendremos sabiduría de
cómo salvar nuestras almas del infierno, por el conocimiento de que podemos ser salvos por la fe en
Jesucristo.

¿Qué sucede cuando no oímos y obedecemos la palabra de Dios?

Deuteronomio 27:9-26, 28:15-68, Jeremías 11:3-5---------Maldito el que no confirme las palabras de esta
ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo, Amen. Somos malditos cuando no oímos y obedecemos la
palabra de Dios.

1 Reyes 20:36, 1 Crónicas 10:13-14, Isaías 5:20-25, Romanos 2:5-13----Él le dijo, por cuanto no has
obedecido a la palabra de Jehová, he aquí que cuando te apartes de mí, te herirá un león. Y cuando se
apartó de él, le encontró un león, y le mato. Morimos cuando no oímos y obedecemos la palabra de
Dios.

Proverbios 28:9--------El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable (malo,
repugnancia, dar asco a, odio, detesto). Dios no escucha nuestras oraciones cuando no oímos y
obedecemos la palabra de Dios.

Jeremías 44:10-11-------Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel. He aquí que yo
vuelvo mi rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá. Dios voltea su cara contra
nosotros para mal y nos destruye cuando no oímos y obedecemos la palabra de Dios.
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San Juan 12:48-------El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el día postrero. Seremos juzgados en el día del juicio cuando no oímos y
obedecemos la palabra de Dios. Si rechazamos a Jesús y sus palabras, la misma palabra de Dios nos
juzgará en el día del juicio.

¿Cuáles son los diferentes tipos de oidores de la palabra de Dios?

San Mateo 13:18-23, San Lucas 8:10-15------ Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando
alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su
corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el
que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta
duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza (pierde el
equilibrio y cae). El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este
siglo y el engaño de las riquezas ahogan (asfixian, afligen, reprimen, apagan, matan) la palabra, y se
hace infructuosa (sin fruto, no produce buenos resultados ni tiene utilidad). Mas el que fue sembrado en
buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a
treinta por uno. Los diferentes tipos de oidores de la palabra de Dios son, los que oyen la palabra y no la
entienden, los que oyen la palabra y al momento la reciben con gozo pero después que viene la aflicción
o la persecución por causa de la palabra luego tropiezan y caen, los que oyen la palabra pero el afán del
mundo y el engaño de las riquezas matan la palabra y se hace sin fruto, y los que oyen la palabra y la
entienden y dan fruto. Debemos de ser de los oidores que oyen la palabra y la entienden y dan frutos,
eso es lo que Dios quiere de nosotros, que oigamos, que entendamos, y que hagamos su palabra. ¿Qué
tipo de oidores somos nosotros?

¿Qué debemos hacer con la palabra de Dios?

1 Tesalonicenses 2:13, Santiago 1:21-27------Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios,
de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Debemos recibir la palabra de Dios con mansedumbre (sumisión) como la palabra pura, viviente, y
verdadera de Dios. Nunca debemos pensar que la palabra de Dios es de los hombres y que fue escrita
por los hombres porque no es verdad, siempre tenemos que recibir la palabra como la palabra de Dios,
nunca cuestionándola, solamente obedeciéndola.

Jeremías 11:6, San Mateo 7:24-27-------Y Jehová dijo, pregona todas estas palabras en las ciudades de
Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo, oíd las palabras de este pacto, y ponedlas por obra.
Debemos oír y hacer la palabra de Dios, quiere decir que tenemos que estar dispuestos a oír la palabra
de Dios y también obedecerla.
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San Lucas 4:15-21, San Juan 5:39-------Vino a Nazaret, donde se había criado, y en el día de reposo entro
en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Escudriñad (leer, examinar con suma
atención) las Escrituras (La Biblia); porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas
son las que dan testimonio de mí. Debemos leer la palabra de Dios, hasta el Señor Jesucristo leía las
escrituras. En la palabra de Dios tenemos vida eterna y también testifica de Jesucristo.

San Mateo 13:18-23------Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la
palabra, y da fruto, y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. Debemos entender la palabra de
Dios cuando la oigamos, y media vez la hayamos oído y entendido, tenemos que actuar lo que hemos
aprendido en la palabra de Dios. Quiere decir que si oímos y leímos en la palabra de Dios que tenemos
que perdonar a nuestros enemigos, entonces tenemos que poner en práctica la palabra y cuando alguien
nos ofenda, nosotros tenemos que perdonarlos. Este resultado y acción es el fruto de lo que oímos y
entendimos de la palabra de Dios.

San Mateo 10:5-8------Sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad,
diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos,
echad fuera demonios; de gracia (gratis) recibisteis, dad de gracia (gratis). Debemos predicar la palabra
de Dios de gratis. No deberíamos estarle cobrando dinero a la gente por predicarles la palabra de Dios.
Jesús nos ha dado la sabiduría, el conocimiento y la inteligencia de la palabra de Dios de forma gratuita,
por lo tanto debemos predicar y enseñar la palabra de Dios de forma gratuita también, porque no
pagamos ningún centavo para recibirla.
Hechos 5:26-29, 18:9-11, 2 Timoteo 2:1-3, San Lucas 20:21-------Y se detuvo allí un año y seis meses,
enseñándoles la palabra de Dios. Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas
rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.
Debemos enseñar la palabra de Dios rectamente y con verdad en el nombre de Jesucristo. Media vez
Dios nos revele la verdad de su palabra, no podemos quedarnos con ella, tenemos que enseñarles a
otras personas lo que Dios nos ha enseñado a nosotros, para que sus almas puedan ser salvas también.

Hechos 17:1-3, 18:27-28, 1 Pedro 4:11------Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de
reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las escrituras, que era necesario que
el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos, y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía el, es el Cristo.
Porque con gran vehemencia refutaba (demostrar la invalidez de un argumento, convencer)
públicamente a los judíos, demostrando por las escrituras que Jesús era el Cristo. Debemos discutir,
declarar, exponer, convencer que la palabra es verdad, y demostrar la palabra de Dios. Cuando estemos
discutiendo o alegando con otra persona sobre la palabra de Dios, tenemos que usar las escrituras. No
podemos usar nuestros propios pensamientos o ideas, cuando estemos tratando de probar que la
palabra de Dios es verdad. Siempre tenemos que usar las escrituras para respaldar nuestras discusiones
o alegaciones, si no tenemos escrituras, es mejor que nos callemos la boca.
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2 Corintios 2:17, 4:2, Filipenses 1:14, 1 Tesalonicenses 2:3-4-------Pues no somos como muchos, que
medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad (honestidad, verdad), como de parte de
Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor
con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Sino que según fuimos
aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos, no como para agradar a los
hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Debemos hablar la palabra de Dios con sinceridad
y sin temor, agrando a Dios y no a los hombres. Quiere decir que cada vez que le hablemos a una
persona sobre la palabra de Dios, tenemos que ser honestos y verdaderos sobre qué es lo que dice la
palabra de Dios, no inventando cosas ni diciéndoles lo que pensamos, no diciéndoles lo que quieren
escuchar, pero diciéndoles lo que dice la palabra de Dios. También no teniendo miedo de hablarle a las
personas de la palabra de Dios, no temiendo que los demás pensaran de nosotros, no preocupándonos
en agradar a los demás ni haciéndoles cosquillitas en los oídos.

1 Tesalonicenses 1:6-7-------Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación (sufrimiento, problemas, aflicciones), con gozo del Espíritu Santo.
Debemos recibir la palabra de Dios con gozo. No importa si estamos atravesando por muchos problemas
en nuestras vidas o no, siempre tenemos que recibir la palabra de Dios con gozo, no importando las
circunstancias que estemos pasando en nuestras vidas.

Hebreos 13:22------- Os ruego, hermanos, que soportéis (sobrellevar, tolerar, recibir) la palabra de
exhortación (incitar a hacer algo o actuar de cierta manera), pues os he escrito brevemente.
Debemos soportar la palabra de exhortación de Dios. No importa cuánto nos ofenda la palabra de Dios o
cuánto nos duela, tenemos que tolerarla, recibirla, y hacerla.

San Mateo 4:1-11-----Entonces Jesús le dijo, Vete Satanás, porque escrito esta, Al Señor tu Dios
adoraras, y a él solo servirás. Debemos usar la palabra de Dios para pelear contra los ataques de Satanás,
así como hizo Jesús cuando fue tentado y atacado por Satanás en el desierto. La palabra de Dios siempre
tiene que ser nuestra primera arma y línea de defensa contra los ataques de Satanás, la palabra de Dios
es muy poderosa y nunca falla, y hasta el mismo Satanás tiene que obedecer la palabra de Dios, así que
nunca nos podemos equivocar si usamos la palabra de Dios para defendernos contra los ataques de
Satanás o los ataques de las personas.

2 Timoteo 3:14-17----------Toda la Escritura es inspirada (visión, intuición, influencia, revelación) por Dios,
y útil para enseñar (la doctrina de Jesús), para redargüir (disputar la verdad, cuestionar, retar, desafiar,
refutar, argüir, utilizar un argumento en contra, demonstrar la invalidez de un argumento) para corregir
(quitar o rectificar errores o inexactitudes), para instruir (guiar, dirigir, ordenar) en justicia. Debemos
usar la palabra de Dios para enseñar la doctrina de Jesucristo, para disputar la verdad, para corregir
errores, y para guiar y dirigir. Esto quiere decir que podemos usar la palabra de Dios para enseñarle a
otras personas sobre quién es Jesucristo, podemos usar la palabra para disputar y cuestionar a las
personas que estén hablando mentiras de la palabra de Dios, podemos usar la palabra para corregir
errores que las personas dicen o hacen sobre la palabra de Dios, y podemos usar la palabra para guiar y
dirigir a las personas a la verdad y a Dios.
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Tito 3:9-11------Pero evita las cuestiones necias (ignorantes, obstinadas, estúpidas), y genealogías (el
estudio de antepasados de una persona, rama de la historia, ascendencia, herencias, línea de sangre,
árbol de familia), y contenciones (calientes desacuerdos, argumentos, conflictos) y discusiones (debates,
altercados, peleas, luchas, combates, batallas), acerca de la ley, porque son vanas y sin provecho.
Debemos evitar las preguntas estúpidas, estudios de antepasados de personas, calientes desacuerdos, y
peleas sobre la palabra de Dios. Esto quiere decir que si alguien continua preguntando preguntas
estúpidas sobre la palabra de Dios, los tenemos que evitar y decirles que se vallan por donde vinieron. Si
alguien nos quiere hablar de las herencias y árboles de familia sobre la palabra de Dios, los tenemos que
evitar y decirles que se vallan por donde vinieron, eso no es de importancia, no hay salvación en esos
tipos de discusiones. Si alguien empieza a querer tener un desacuerdo caliente sobre la palabra de Dios,
los tenemos que evitar y decirles que se vallan por donde vinieron, nosotros estamos aquí para anunciar
el evangelio de Jesucristo, lo reciben con gozo o lo rechazan, no hay necesidad de discutir sobre lo que
dice la palabra de Dios. Si alguien quiere empezar una pelea con puños y todo, tenemos que evitarlos y
decirles que se vallan por donde vinieron, no estamos aquí para pelear con nuestros puños por la
palabra de Dios, estamos aquí para anunciar el evangelio de Jesucristo con paz y amor.

Isaías 66:2------ Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a
aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. Debemos temblar a la palabra de
Dios.

Habacuc 3:2-------Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los
tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer, en la ira acuérdate de la misericordia. Debemos temer
la palabra de Dios, quiere decir que tenemos que temer lo que Dios nos hará si no obedecemos su
palabra.

Apocalipsis 3:3, 8, 10-----Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído, y guárdalo (retener, atesorar,
sostener, guardar), y arrepiéntete (sentirnos, sentir remordimiento, cambiar nuestro caminar, cambiar
nuestra mente). Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Debemos retener la palabra de Dios y arrepentirnos de todos nuestros pecados.

San Juan 8:31-32--------Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis (mantener, continuar) en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis
la verdad, y la verdad os hará libres. Debemos permanecer en la palabra de Dios. No importa lo que
suceda o lo que escuchemos, debemos mantenernos en la palabra de Dios y obedecerla a toda costa y
no importa lo que, en todo momento.
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¿Qué nunca debemos hacer con la palabra de Dios?

1 Tesalonicenses 2:13------Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino
según en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. Nunca debemos recibir la
palabra de Dios como palabra de hombres. Tenemos que recibir la palabra de Dios como la palabra pura,
viviente, y verdadera de Dios, nunca debemos pensar que la palabra de Dios es de los hombres y que fue
escrita por los hombres porque no es verdad, siempre tenemos que recibir la palabra como la palabra de
Dios, nunca cuestionándola, solamente obedeciéndola.

Deuteronomio 4:1-2, Apocalipsis 22:18-19--------Ahora, pues, Oh Israel, oye los estatutos y decretos que
yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros
padres os da. No añadiréis (ponerle) a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis (quitarle) de ella,
para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. Nunca debemos ponerle
o quitarle nada a la palabra de Dios. Siempre tenemos que enseñar y predicar la palabra conforme dice
la palabra de Dios, no podemos agregarle palabras o cosas a la palabra de Dios ni quitarle palabras o
cosas a la palabra de Dios para satisfacer nuestras necesidades o las necesidades de otras personas.

1 Samuel 15:26, Isaías 5:20-25-------Y Samuel respondió a Saúl, no volveré contigo, porque desechaste
(rechazar) la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. Nunca
debemos desechar ni rechazar la palabra de Dios, la tenemos que recibir y aceptar, porque si la
rechazamos, Dios nos va a rechazar a nosotros también.

Oseas 8:12-------Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña. Nunca debemos
tener (contar) la palabra de Dios como una cosa extraña, siempre la tenemos que tener como algo muy
preciado y importante que tenemos que saber y obedecer.

San Mateo 22:29--------Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando (desconociendo) las
Escrituras y el poder de Dios. Nunca debemos ignorar la palabra de Dios, siempre la debemos conocer y
saber lo que dice.
San Lucas 21:12-15---------Porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir
todos los que se opongan. Nunca debemos de resistir ni contradecir la palabra de Dios. Nadie se puede
resistir, oponer ni hablar en contra de la palabra y sabiduría de Dios.

Hechos 18:9-11-------Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche. No temas, sino habla, y no
calles. Nunca debemos tener miedo de hablar la palabra de Dios. No podemos quedarnos callados con la
palabra de Dios, tenemos que hablarla y compartirla con otras personas y no tener miedo en hacerlo.

Romanos 2:5-13, Santiago 1:21-27----Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los
hacedores de la ley serán justificados. Nunca debemos sólo ser oidores de la palabra de Dios, pero
tenemos que ser hacedores de la palabra de Dios. Esto quiere decir que no es suficiente solo oír la
palabra de Dios y pensar que hemos hecho bien delante los ojos de Dios, y que Dios nos va a salvar por
eso, no, esto significa que tenemos que oír la palabra de Dios y después necesitamos hacer lo que dice.
Si no más estamos oyendo y no haciendo la palabra de Dios, no estamos haciendo nada, tenemos que
hacer las dos cosas, oír y hacer la palabra de Dios.
11

2 Corintios 2:17, 4:2-------Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino
que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. Antes bien
renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino
por manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
Nunca debemos falsificar la palabra de Dios. Nadie tiene el derecho de corromper la palabra de Dios, la
tenemos que guardar tal y como es, y no volteando o retorciendo las escrituras y sacándolas fuera de
contexto. Nunca debemos de adulterar la palabra de Dios, quiere decir que no tenemos que manejar ni
hablar de la palabra de Dios con mentiras, no le debemos mentir a las personas sobre lo que dice la
palabra de Dios.

1 Tesalonicenses 2:3-4------- Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el
evangelio, así hablamos, no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones. Nunca debemos agradar a los hombres con la palabra de Dios. Quiere decir que cada vez que
le hablemos a una persona de la palabra de Dios, no debemos decirles lo que ellos quieren escuchar,
pero hay que decirles lo que dice la palabra de Dios, nunca nos debemos de preocupar en agradar a las
personas ni hacerles cosquillitas en los oídos. Haciéndole cosquillitas en los oídos a las personas con la
palabra de Dios no va a salvar sus almas, les tenemos que dar la verdad que está escrita en la palabra de
Dios.

Oseas 8:1---------Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la casa de Jehová, porque
traspasaron (pecar, ofender) mi pacto (convenio, tratado, acuerdo), y se rebelaron (rebelar, violar,
desobedecer) contra mi ley. Nunca debemos pecar o rebelarnos contra la palabra de Dios.

¿Por qué tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios?

Deuteronomio 4:1-2, Romanos 2:5-13--------Ahora, pues, Oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os
enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros
padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los
mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. Tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios
porque es vida, si obedecemos la palabra de Dios, viviremos una vida eterna.

Salmos 119:11, 1 Corintios 15:56------En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios para no pecar contra Dios. Mediante la obediencia a la
palabra de Dios, limitamos y eliminamos las posibilidades de cometer pecados contra Dios, porque la
palabra de Dios tiene poder sobre el pecado.

San Juan 8:31-32, 17:14-18, 1 Tesalonicenses 2:13-------Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios porque es la verdad y nos hará libres. Jesús quiere que
permanezcamos en la palabra de Dios para que vivamos una vida de verdad y no mentiras y para que
vivamos una vida de libertad y no una vida de esclavitud a Satanás, al pecado, y a este mundo corrupto.

Romanos 7:1-3-----Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea (dominio, control, autoridad, poder) del hombre entre tanto que este vive? Tenemos que oír
y obedecer la palabra de Dios porque tiene poder sobre todos nosotros mientras vivimos en esta tierra.
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Apocalipsis 3:8-10-------He aquí, yo entrego de la Sinagoga de Satanás a los que dicen ser judíos y no lo
son, sino que mienten, he aquí, yo hare que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he
amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardare de la hora de la
prueba (destrucción) que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la tierra.
Tenemos que oír y obedecer la palabra de Dios porque si lo hacemos, Jesús postrara a nuestros
enemigos a nuestros pies, y nos protegerá de la hora de prueba que vendrá al mundo entero. Viene una
hora de destrucción a este mundo, y la única manera de estar protegidos es obedeciendo la palabra de
Dios o si no, no vamos a estar protegidos y moriremos.

¿Es fácil obedecer la palabra de Dios?

Josué 1:7----------------Solamente esfuérzate y se muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la
ley que mi siervo Moisés te mando, no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas. No es fácil obedecer la palabra de Dios, pero nos
tenemos que hacer fuertes y valientes para poder obedecer la palabra de Dios. Esto es probablemente lo
más difícil de hacer cuando se trata de la palabra de Dios, por esta razón es que yo no vine a Jesucristo
más antes, yo había escuchado y sabia de la palabra de Dios desde que era un niño pero me negaba a
obedecer lo que decía la palabra de Dios, y por eso es que pare de ir a la iglesia a los 18 años de edad,
porque yo sabía que no quería obedecer la palabra de Dios y no quería ser un hipócrita y perder mi
tiempo, cuando yo sabía en mi corazón que no estaba dispuesto a obedecer durante ese tiempo en mi
vida. Todos nosotros luchamos con obedecer la palabra de Dios porque es bien difícil obedecer y seguir
lo que dice, pero lo tenemos que hacer.

¿Es la palabra de Dios dura y ofende?

San Juan 6:60-61-------Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede
oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
Sí, la palabra de Dios es dura y ofende. Es muy difícil oír y obedecer la palabra de Dios, porque es la
verdad y nos ofende porque la palabra de Dios señala nuestros pecados y los expone, y no nos gusta
porque nos convence de nuestros pecados y nos dice que nos arrepintamos de nuestros pecados, y
ninguno de nosotros quiere ser convencido de pecado ni arrepentirse de pecado, por lo tanto, la palabra
de Dios es dura para nosotros y nos ofende.
13

¿Qué debemos hacer con las personas que se ofenden por la palabra de Dios?

San Mateo 15:10-14----- Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se
ofendieron cuando oyeron esta palabra? Dejadlos (abandonarlos, olvidarlos, separarnos, dejarlos en
paz); son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. Debemos dejar en
paz a las personas que se ofenden por la palabra de Dios. Nos tenemos que olvidar de ellos y dejarlos
ser, dejarlos que continúen en su camino y dejarlos caer en el hoyo. En otras palabras, dejarlos que se
pierdan y dejarlos que se vallan al infierno. En San Mateo 7:6, la Biblia se refiere a estas personas como
perros y cerdos, dice que no son dignos de que les demos la santa palabra de Dios.

¿Qué causa la palabra de Dios?

San Juan 10:17-19------Volvió a haber disensión (división, separación, desacuerdo) entre los judíos por
estas palabras. La palabra de Dios causa división entre las personas. Las personas se separan unos de
otros porque algunos creerán y obedecerán la palabra de Dios tal y como está escrita y otros no creerán
ni obedecerán la palabra de Dios tal y como está escrita, causando una división entre las personas.

¿Qué tan frecuente tenemos que leer la palabra de Dios?

Hechos 17:10-11, Josué 1:8-------Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las escrituras para ver si estas cosas eran
así. Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley, sino que día y noche meditaras en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en el está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien. Tenemos que leer la palabra de Dios todos los días y pensar en ella día y noche.

¿Dónde tenemos que guardar la palabra de Dios?

Salmos 37:31, 119:11------La ley de su Dios está en su corazón, por tanto, sus pies no resbalaran.
Tenemos que guardar la palabra de Dios en nuestros corazones todo el tiempo, no encima de un estante,
no en una esquina abandonada acumulando polvo.

Romanos 7:25-------Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente
sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Tenemos que guardar la palabra de Dios en
nuestras mentes todo el tiempo. No podemos olvidarnos y recordarnos de la palabra cuando nos pegue
la gana. Siempre tiene que estar en nuestras mentes.
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¿Cómo podemos entender la palabra de Dios?

San Lucas 24:44-45--------- Entonces les (Jesús) abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
escrituras. Para poder entender la palabra de Dios, tenemos que recibir el entendimiento de nuestro
Señor Jesucristo. Nadie entenderá la palabra de Dios al menos que reciban el entendimiento de Jesús o
le pidan a Jesús entendimiento de las escrituras. Por esto es que hay muchas personas hoy en día que no
entienden la palabra de Dios cuando la leen, porque el entendimiento de la palabra de Dios no es dado a
todo mundo, solamente a los que Dios ha escogido, a los que buscan el rostro de Dios, y los que le piden
a Jesucristo entendimiento si no tienen entendimiento de las escrituras.

Romanos 7:14, 1 Corintios 2:14, Colosenses 1:9-10------Porque sabemos que la ley es espiritual, más yo
soy carnal, vendido al pecado. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Para poder entender la palabra de Dios, tenemos que discernirla espiritualmente. No podemos entender
la palabra de Dios con nuestras mentes carnales y naturales porque la palabra de Dios es espiritual.
Necesitamos conocimiento, sabiduría y inteligencia espiritual.

¿Quién tiene que obedecer la palabra de Dios?

1 Reyes 2:1-3, Jeremías 44:10-----Llegaron los días en que David había de morir, y ordeno a Salomón su
hijo, diciendo, yo sigo el camino de todos en la tierra, esfuérzate y se hombre. Guarda los preceptos de
Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus
testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas
y en todo aquello que emprendas. Todos los seres humanos de la tierra tienen que obedecer la palabra
de Dios, no importa si son reyes, reinas, presidentes, blancos, negros, ricos, pobres, no hay excepciones,
cada uno de nosotros en este planeta tierra tenemos que obedecer la palabra de Dios.

Romanos 7:1-3----- ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea del hombre entre tanto que este vive? Todas las personas, sean hombre o mujer en esta
tierra, tienen que obedecer la palabra de Dios mientras vivan y tengan aliento en esta tierra. Tenemos
que obedecer la palabra de Dios mientras tengamos vida, si no obedecemos, entonces ciertamente
moriremos.
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¿Quién está aprobado para predicar la palabra de Dios?

1 Tesalonicenses 2:1-4, San Juan 1:6, 6:70------Sino que según fuimos aprobados (permitidos,
autorizados, calificados) por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para
agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. Hubo un hombre enviado de Dios, el
cual se llamaba Juan. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros
es diablo? Sólo las personas aprobadas por Dios, enviadas de Dios, y escogidas por Dios pueden predicar
la palabra de Dios. No todo mundo puede predicar la palabra de Dios, tienen que ser escogidos por Dios
y autorizados por Dios. Es por eso que hoy en día vemos a tantos predicadores que predican el Evangelio,
pero no todos ellos fueron aprobados por Dios, pero fueron autorizados por hombres o fueron
autorizados por ellos mismos. Nos podemos dar cuenta si alguien está autorizado para predicar la
palabra de Dios, todo lo que tenemos que hacer es ver si están agradando a los hombres o a Dios.
Aquellos que agrandan a los hombres no fueron autorizados por Dios, pero aquellos que agradan a Dios
y predican el evangelio verdadero que ofende a la gente, porque predican la verdad de Dios, tales
predicadores podremos detectar y saber que fueron aprobados por Dios, enviados de Dios, y escogidos
por Dios.

¿Qué tan poderosa es la palabra de Dios?

San Juan 10:34-36-------Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no
puede ser quebrantada (rompida)). La palabra de Dios es fuerte y poderosa, que no puede ser
quebrantada.

San Juan 12:48-------El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el día postrero. La palabra de Dios es fuerte y poderosa, tiene poder para
juzgar. Si rechazamos a Jesús y sus palabras, la misma palabra de Dios nos juzgará en el día del juicio.

Hechos 19:19-20------ Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los
quemaron delante de todos, y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de
plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. La palabra de Dios es fuerte y
poderosa, tiene más poder que cualquier otro libro en el mundo, tiene más poder que cualquier libro de
brujería, la palabra de Dios está por encima de todo y siempre vence y gana.

2 Timoteo 3:14-17, Santiago 1:21-27----------Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden hacer sabio (entendido, inteligente) para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
La palabra de Dios es fuerte y poderosa, tiene poder para salvar nuestras almas del infierno.

Hebreos 4:12-14------Porque la palabra de Dios es viva (poderosa) y eficaz (eficiente), y más cortante que
toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. La palabra de Dios es viva y eficaz, es más
cortante que cualquier espada de dos filos, tiene poder para penetrar nuestras almas, nuestros espíritus,
nuestras coyunturas del cuerpo, y nuestras medulas oseas de los huesos, tiene poder para reconocer y
ver nuestros pensamientos y intenciones.
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¿Es la palabra de Dios temporal?

Isaías 40:8, Salmos 119:89, 1 Pedro 1:25------Secase la hierba, marchitase la flor, más la palabra del Dios
nuestro permanece para siempre. La palabra de Dios permanece para siempre. La palabra de Dios no es
algo temporal o algo que sólo dura un par de mil de años, nunca tiene fin, nunca cambia. Lo que Dios
dijo seis mil años atrás, en lo mismo hoy, mañana, y para siempre.

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