la calle podrás divisar y, con algo de suerte, incluso jugar.
Corriendo de un lado a otro,
con la mochila o el almuerzo del otro, Solía una cristiana andar. Sin embargo, ahora, tranquila la han de notar. Repleta suele estar, de niños revoltosos
y también de aquellos, que comieron como oso.
Incluso la visitan aquellos sin problemas,
pero que quieren tomar agüita o
charlar como catitas.
Los estómagos crujen
Y hacen filita ¿Tía cuál es mi turno? ¿Tía por qué se apagó la lucecita?