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ESCUELA PREPARATORIA TECNICA

“GRAL. EMILIANO ZAPATA”

Huracanes en Nuevo León

Carlos Alejandro Santiago Rodríguez


Maestro: Lic. Ulises F. Resendez Alvarado
Materia: Temas Selectos de Química II
Grupo: 30 Matricula: 57788

28/09/2018
Índice
Introducción.

El poder destructivo de un huracán es inmenso, ninguna ciudad puede decir que está
preparada para una fuerza de esta magnitud ya que la naturaleza es impredecible.
Tal es el caso de nuestro Estado, que por un lado es uno de los más ricos a nivel nacional,
siendo potencia en industrialización, y que cuenta con una de las capitales más urbanizadas
del país, sucumbió ante el poder de la naturaleza en varias ocasiones, o en este caso más
específico ante varios huracanes.

Las imágenes de destrucción de varias casas, calles y avenidas siguen aún presentes en la
memoria de varios regiomontanos, y aunque a mí no me hayan tocado todos, recuerdo que
yo veía en las noticias varias cosas que pasaban, pero sin comprender el impacto que
estaba teniendo ese momento el Estado.

En esta obra presentare los principales huracanes que pasaron por el Estado de Nuevo
León, y algunos otros que no fueron tan letales, pero al fin y al cabo son huracanes, los
cuales nunca hay que subestimarlos o hacerlos menos.

Además de con el fin de concientizar la cantidad de destrucción que puede ocasionar la


madre naturaleza y las causas que provoca el no respetarla, quedando evidenciada con
“Gilberto” en septiembre de 1988 o “Alex” en junio de 2010. Además de cómo podemos sino
preverlos, más bien que no causen tanto impacto, ya sea cuidando el alcantarillado o la
basura que tiremos, que es excesiva cada día.
Huracanes.

Un huracán es un fenómeno meteorológico de tipo tormentoso, el cual se denomina “ciclón


tropical”, a la que también pertenecen tormentas tropicales, depresiones tropicales o los
tifones. Se les denomina “tropicales” debido que la localización en las que suelen darse
normalmente están comprendidas entre los 8 y los 15° del hemisferio norte y sur.
La diferencia entre huracanes y tifones es más bien geográfica, originándose huracanes en
América y los tifones en Asia.

¿Cómo se forman los huracanes?

Se originan fundamentalmente por las altas temperaturas de la superficie del mar, las cuales
calientan las capas inferiores del aire y se crea una inestabilidad, la cual se traduce como
una depresión. Esta depresión se desplaza hacia el oeste debido a los vientos alisios, que
son vientos que circulan entre los
trópicos, que parten de las zonas
tropicales de alta presión rumbo a
regiones ecuatoriales de baja presión,
los cuales toman esta dirección debido
al efecto Coriolis, por ultimo dan un giro
en su trayectoria hasta que se disipan.
De este modo, en el hemisferio sur, los
alisios soplan desde el sudeste hacia el
noroeste, mientras que, en el
hemisferio norte, se dirigen desde el
noreste hacia el sudoeste. Estos
vientos impulsan a una fuerza llamada
circulación de hadley la cual implica un
traslado del calor de la región ecuatorial a la región subtropical.

Otra característica llamativa de los huracanes es la zona del ojo, la cual es una zona central
que ejerce como eje de giro de la tormenta, donde las nubes se mueven en espiral y el aire
desciende. En el ojo prevalece la calma en los vientos, aunque eso no signifique que
permanezca estático, de hecho, se desplazan a velocidades muy elevadas.

Pese a que lo más llamativo de los huracanes son sus elevados vientos, su peligrosidad no
proviene de estos, sino de las lluvias que deja a su paso, las cuales pueden causar
inundaciones en pocas horas, ya que en promedio, pueden producir más de 150 milímetros
diarios de lluvia, la cual puede generar inundaciones o hasta derrumbes y deslaves. Pueden
ocurrir grandes cantidades de lluvia de hasta 160 kilómetros sobre tierra.
Tipos de huracanes.

Los vientos se utilizan para diferenciar las categorías de los huracanes, otros criterios son
las presiones en el eje central, el nivel de subida mareal y daños generados. La escala más
utilizada es la de Saffir-Simpson, que los categoriza entre clase 1 y clase 5, en base a los
siguientes criterios:
NOMBRE CARACTERISTICAS
Tormenta tropical Vientos de 63-117 km/h
Clase 1 Vientos peligrosos, algunos daños, 119 – 153
km/h
Clase 2 Daños extensos, 154 – 177
Clase 3 Daños devastadores, 178 – 209 km/h
Clase 4 Daño catastrófico, 210 – 249 km/h
Clase 5 Daños catastrófico, son los más peligrosos, ≥250
km/

Nombre de los huracanes.


Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas tropicales para permitir
la facilidad de comunicación entre ellos y el público en general en áreas relacionadas con
las previsiones, avisos y peligros. Al darle nombre a los huracanes, hay una reducción en la
confusión sobre que tormenta es la que se está describiendo.
En la antigüedad los huracanes eran nombrados por el santo del día en que se efectuaba
el huracán. El primer meteorólogo que utilizo un nombre propio (de mujer) para referirse a
un huracán fue Clement Wragge a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Cada año,
se prepara una lista potencial de nombres para la temporada próxima de huracanes. La lista
contiene un nombre por cada letra del alfabeto, con algunas excepciones. Estas listas son
recicladas cada 6 años y se reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha
sido retirado. Los nombres de los huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los
registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra.

Cambio climático y los huracanes.

Las temperaturas del mar y de la atmósfera son uno de los motores más importantes que
condiciona el tipo y clase de huracán que se esté formando, por esto, en un contexto de
cambio climático favorecido por la acción humana - el calentamiento global está produciendo
un aumento de la temperatura del mar-, tiene tanta importancia las observaciones recientes
que apuntan a un agravamiento del potencial destructivo de los huracanes (mayor duración
y más frecuentes. Otros autores han visto como el número de huracanes con categoría
superior (clases 4 y 5) está aumentando en la última década, aunque parece disminuir el
número de huracanes de las clases 1 a 3.
Ya que vimos en rasgos generales lo que es un huracán, sus causas, tipos y consecuencias,
enfoquémonos en los desastres naturales de este tipo que han sucedido en nuestro Estado.
En la reciente memoria de los regiomontanos, hablar del huracán Alex es recordar el terror
de un fenómeno natural que causo daños multimillonarios en viviendas, vialidades, en el
campo y la industria. Sin embargo, esto no es nuevo, ya que, desde la fundación de la
ciudad, ésta ha sido perseguida por las inundaciones, en cada una de ellas, ha estado
presente un factor, el cual siempre es protagonista de grandes tragedias: el Rio Santa
Catarina.
Desde desbordamientos, o grandes crecientes de
agua, las cuales destruyeron todo a su paso, las
cuales no parecen convencer a aquellos que
siguen desafiando a la naturaleza, construyendo a
los alrededores de este cauce, sabiendo que
invariablemente reclama lo que pertenece.

Primer relato sobre inundaciones en


Nuevo León.
En 1916, a 16 años de su fundación, el capitán Capitán Alonso de León
Alonso de León, cronista del Nuevo Reino de León,
describió la primera de la que sería una larga cadena de inundaciones sobre la ciudad.
Decía:
“parece que se abrieron las cataratas del cielo y que se rompieron las fuentes
del abismo de las sierras, según las bocas que por ellas
reventaron; que los ríos salían de madre, llevándose las
arboledas de sus riberas, desgajándose de las sierras las
peñas de las reventazones que hacía el agua?".
Así, en poco más de 400 años, se han repetido estas
catástrofes. Cada una con una singularidad.
Puente de San Luisito
Inundación en Monterrey, 1909.

1909 marcó la peor catástrofe en la historia de Nuevo


León. En esa época comenzaba el despegue industrial.
Un señorial puente de madera techado que más parecía
un largo y elegante ferrocarril montado en varios arcos,
conectaba la zona centro de Monterrey con el barrio de
San Luis, hoy colonia Independencia, y se convertiría
Puente de San Luisito después de la inundación
en uno de los protagonistas principales de la tragedia.
Luego de tres años de intensas sequías, aparecieron las lluvias con dos inundaciones
consecutivas. Pero el 27 y 28 de agosto, un huracán que venía desde Barbados descargó
su furia sobre las montañas y el Río Santa Catarina se convirtió en un gigantesco tobogán:
el puente San Luisito fue pulverizado, así como centenares de viviendas en ambas riberas.
Unas cinco mil personas murieron y la tragedia se convirtió en noticia mundial.
Huracan Beulah, 1967.

En 1967 llegó la cola del huracán Beulah que


hizo ver al Santa Catarina de lado a lado,
pero sin desbordarse. Este fue el fenómeno
climático más fuerte de la temporada de
huracanes en 1967. Se generó en la Antillas
Menores el 5 de septiembre de 1967 y
alcanzando rachas de hasta 260 km/h.

Entre el 20 y 24 de septiembre pasó por


Nuevo León, causando graves daños a
municipios como Anáhuac. En monterrey, las precipitaciones causaron inundaciones y el
nivel del agua subió hasta un metro, solo que esta vez, la constante en todos los huracanes,
se mantuvo en su cauce.

Huracán Gilberto, 1988.

La vida en Monterrey ha sido distinta después


del 17 de septiembre de 1988, cuando el
huracán “Gilberto” golpeó con toda su fuerza a
la ciudad regia.
Décadas después de haber permanecido en
calma, la furia del rio Santa Catarina cobró la
vida de cientos de personas, después de 29
años aún no hay una cifra exacta de las
victimas mortales de “Gilberto”, se dijo que eran
300.
Fue uno de los cinco ciclones tropicales más intensos, devastadores y mortíferos registrados
en el siglo XX en el océano Atlántico, en su momento se le considero el huracán de la
centuria al exceder muchos de los registros meteorológicos conocidos hasta entonces por
su tamaño, presión atmosférica, precipitación, energía total y trayectoria.
Rebasó muchos de los valores de la categoría cinco en la escala Saffir-Simpson y el grado
8 del máximo de puntos en la Escala Internacional de Huracanes. Inicio su trayecto en las
Antillas Menores, cruzó el Caribe y el Golfo de México y culminó en Monterrey el 16 de
septiembre de 1988.
Gilberto ingresó a Nuevo León por Linares, Montemorelos y Allende, se estrelló en la Sierra
Madre Oriental, en los límites de Coahuila, debido a la circulación de sus vientos, estos
interactuaron con la elevación del terreno, generando torrenciales precipitaciones e
inundaciones masivas en la zona del altiplano de Nuevo León.
Huracan Alex, 2010.

Tres días antes de su llegada fue anunciado por su peligrosidad: un fenómeno natural que
en 38 horas continuas de lluvia arrasó con Nuevo León. El huracán Alex termino
principalmente la vialidad de la zona centro y los municipios de la zona citrícola de la entidad.
“Alex” tocó tierras regias la noche del miércoles 30 de junio de 2010. Dejando 15 personas
fallecidas y daños valuados en 16 mil 896 millones de pesos. Provocó cierre de avenidas y
carreteras, cortes del suministro de electricidad, desabasto de agua potable y suspensión
de clases para que familias enteras pudieran resguardarse en sus casas.
El área metropolitana se paralizó debido al desbordamiento del río Santa Catarina, que
arraso con vehículos y corto el paso en las principales vías de la ciudad; el agua arraso con
canchas de futbol, un campo de golf y una pista de go karts construidos en el lecho seco del
cauce que atraviesa la ciudad.
El paso de este fenómeno devino en la desaparición del tianguis bajo el Puente del Papa.
El servicio de la línea 2 del Metro fue suspendido. Lobos, búfalos y otros animales escaparon
del zoológico del parque La Pastora y se les vio a orillas del rio La Silla.
Los dos principales ejes viales que comunican la zona metropolitana de oriente a poniente
fueron cerrados. El cauce del Rio Santa Catarina se desbordó nuevamente, y provocó el
desgajamiento de varios tramos de las avenidas Morones Prieto y Constitución. Además de
100 puentes vehiculares registraron afectaciones.
Se cerraron autopistas y carreteras, y por ende también, el aeropuerto de Monterrey cancelo
operaciones comerciales y de carga.
El huracán Alex, trajo consigo mas del doble de agua que provocó el huracán Gilberto,
además de que todos los daños fueron mayores. A pesar de todo esto, cabe resaltar que
hubo saldo blanco, ya que la ciudad estaba un poco prepara para este huracán, pero no
deja de ser peligroso. Y de igual manera, dejó daños millonarios al Estado.
Conclusion
La corriente provoca destrucción y muerte de manera cíclica cuando busca su salida, y
aunque la solidaridad del pueblo mexicano permitió superar esta catástrofe, es necesario
crar conciencia de un adecuado desarrollo urbano y de infraestructura que respete las
cañadas y arroyos, sin retar a la naturaleza.

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