PRECIPITA
Aislar es ahorrar energía y mejorar el confort de las viviendas, tanto de obra nueva como
rehabilitadas. Aislar es proteger el medioambiente ya que el aislamiento limita las necesidades
de energía, reduciendo las emisiones de CO2. Aislando aumentamos la vida útil del edificio y
con ello el confort de sus habitantes.
Unos centímetros pueden marcar la diferencia en aislamiento, una pared mágica que marca el
límite entre el adentro y el afuera así como una nueva manera para lograr un
importante ahorro energético dentro de las viviendas.
Aislamiento térmico
En España se empezó a instalar aislamiento térmico en edificios a partir del año 1979. Un
edificio bien aislado térmicamente puede llegar a ahorrar hasta un 60% del gasto de
calefacción respecto a otro sin aislamiento.
Actualmente las administraciones públicas ofrecen importantes subvenciones (50%) para
obras de mejora de la envolvente térmica, puesto que reducir consumo de energía supone
también reducir emisiones de CO2, contribuyendo así a mejorar la calidad del aire en las
ciudades.
Además, la instalación de aislamiento térmico en cubiertas, nos permite tener espacios más
confortables, en verano, en viviendas con cubierta, por ejemplo los áticos. La cubierta es el
cerramiento del edificio que más radiación solar recibe en verano y que actúa como el
“paraguas” del sol. El aislamiento de estos elementos evita el sobrecalentamiento de los
espacios habitables bajo cubierta, reduciendo así, el consumo de refrigeración en verano.
En invierno un edificio sin aislación pierde calor interno. Se pierde por los mismos lugares en
que se gana durante el verano, es decir ventanas, puertas, techos y paredes. Por eso el
aislamiento logra que el interior sea una especie de sobre cerrado. Hay que cerrar cualquier
abertura que permita la entrada de brizas frías, como los espacios debajo de la puerta, y los
marcos de puertas y ventanas, que se puede lograr utilizando burletes. También las puertas y
ventanas en sí son lugares de pérdida de calor. Para esto existen puertas que tienen fibra de
vidrio o gomaespuma en su interior. Las ventanas pueden cambiarse por unas ventanas
dobles, que logran una aislación perfecta tanto del frío como del calor.