PSICOLOGÍA DE
DESARROLLO II
“TRASTORNO DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO
ANOREXIA NERVIOSA Y BULIMIA EN LA ADOLESCENCIA”
YARITZA NATALY GRANDON PAREDES
JAVIERA FERNANDA MUNDACA DE LA BARRERA
PAULA DEL ROSARIO OLIVARES VERA
IVETTE ANGELICA VILLAGRA ARANCIBIA
ROXANA ANDREA VILLARROEL CABA
ANA ELIZABETH ZÙÑIGA OLIVARES
Introducción
La adolescencia es una etapa de grandes cambios, por lo que resulta ser muy difícil, abarcan
desde lo físico, biológico y psicológico. los adolescentes, se encuentran en un período de
constante descubrimiento de sus identidades, lo que puede resultar confuso y agotador. A
algunos les resulta más fácil este período de transición, sin embargo, a otros se les hace más
complejo el paso de la niñez a la adolescencia.
Asimismo, en esta etapa se evidencia que los adolescentes comienzan a vivir diversas
experiencias, se presentan una mayor cantidad de problemas como, por ejemplo, el
consumo de alcohol, drogas, acoso escolar o bullying, trastornos de la imagen y la
alimentación, entre otros; teniendo conductas que pueden afectar su equilibrio fisio
psicológico, debido a que tienden a imitar determinadas conductas.
De este modo, la anorexia y bulimia nerviosa dentro de los trastornos alimenticios, son los
que provocan más problemas conducta graves; se caracterizan por el miedo a subir de peso,
esto se puede manifestar por dejar de comer alimentos, hasta comer demasiado, para luego
tratar de eliminarlos a través de laxantes o vómitos.
Por otro lado, la anorexia y bulimia forman parte de un problema de salud por su aumento
en la incidencia, por la gravedad de sus síntomas, la resistencia al tratamiento, y además
por presentarse a edades tempranas.
Los trastornos deben ser tratados por un equipo de especialistas que deben abarcar las
distintas aristas médicas, nutricionales y psicológicas de estos trastornos.
Marco Teórico
Los trastornos del comportamiento alimentario como lo es la anorexia se definen por la voluntad
férrea a no comer, por el temor a ganar peso y por la desilusión de la imagen corporal. Se restringe
la ingesta de alimentos calóricos, de carbohidratos y de algunas proteínas, con consecuencias
psicológicas (Zusman, 2011). Las características diagnósticas básicas de la bulimia consisten en
atracones y métodos compensatorios inadecuados para evitar el aumento de peso y en una
autoevaluación excesivamente influida por el peso y la silueta corporal (Urzúa & et al, 2011).
Esto refiere en la perspectiva de lo etimológico, anorexia quiere decir, falta de apetito, lo que el
autor señala que, aunque esta definición es engañosa debido a que las personas que padecen de
esta enfermedad sí tienen hambre, pero rechazan la comida. Esta enfermedad viene acompañada
de problemas de todo tipo (Tinahones, 2011). No existe una causa específica por la cual las
personas desarrollan este tipo de trastorno. Simplemente es la respuesta a un cuerpo invadido de
sufrimiento y soledad que exige ser reconocido, ser valorado, ser amado.
Cabe señalar que los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se configuran como
la tercera enfermedad crónica más común entre los adolescentes después de la obesidad
y el asma (Urzúa & et al, 2011). Aun cuando la prevalencia de los TCA es mayor en las
mujeres, la relación de 1 hombre por cada 10 mujeres observada hace años en muestras
tanto comunitarias como clínicas ha ido cambiando. Investigaciones recientes han
informado relaciones que oscilan entre 5:1 a 2:1, reportándose incluso prevalencias en
hombres de un 8% para la anorexia y de alrededor del 15% para la bulimia.
Establecer el diagnóstico de un TCA (Gaete, Lopez, & Matamala, 2012)es con frecuencia
un desafío para los clínicos, pues las adolescentes y jóvenes que los sufren tienden a
esconderlos o negarlos a todos aquellos quienes les rodean, debido a que poseen escasa
conciencia de enfermedad y motivación al cambio. Ello genera que frecuentemente
consulten a otros profesionales antes de llegar a solicitar ayuda a especialistas en TCA.
Anamnesis
ante la enfermedad.
El examen físico también tendrá que ser completo, ya que los diversos sistemas y órganos pueden
potencialmente verse comprometidos en los TCA.
Debe incluir:
El impacto en el cerebro que afecta en la adolescencia (Lopez & Tresaure, 2011) es una fase
crítica para el desarrollo cerebral, ya que la mayor parte de los cambios en la estructura y tejido
cerebral y cambios funcionales secundarios ocurren en esta etapa. Los cambios en el
medioambiente tales como eventos estresantes, o alteraciones nutricionales, pueden impactar en
la estructura y función del cerebro en desarrollo. Las funciones cerebrales son afectadas
principalmente por la pérdida de peso que conlleva varias de las condiciones diagnósticas de los
TCA. La mayoría de ellas se recupera con el restablecimiento nutricional. Los déficits cognitivos
que se deben a déficit vitaminoso debiesen ser tratados inicialmente con terapia de reemplazo de
vitaminas para alcanzar un buen resultado.
Factores predisponentes
Es aquél que favorece que la persona desarrolle una determinada enfermedad, en este caso
anorexia y/o bulimias nerviosas.
• Genéticos
• Individuales
Por otro lado, el iniciar el desarrollo puberal con sobrepeso e insatisfacción en algunas
partes de su cuerpo.
• Familiares
No hay acuerdo entre los autores en aceptar una tipología familiar determinada, pero
hay una serie de características familiares que pueden contribuir a desarrollar un trastorno
alimentario:
1. Malos hábitos alimentarios, tanto por exceso (comidas rápidas, comidas ricas en
antes posible), como por defecto (frecuentes dietas en la familia, por estética).
2. Preocupación excesiva de los padres por la figura, las dietas bajas en calorías y la imagen.
Muchas veces existe por parte de los padres una preocupación excesiva por estos temas, y
esto lo transmiten diariamente a sus hijos, repitiendo estos comportamientos
posteriormente.
• Socioculturales
Factores precipitantes
Son aquellos factores que desencadenan la aparición de este tipo de trastornos, dentro de
un contexto vulnerable.
• Dieta
En muchas adolescentes, los cambios físicos típicos de la pubertad (crecen los senos, las
caderas se ensanchan), son percibidos como un signo de haber engordado y lo rechazan.
Algunos autores describen un miedo a la madurez, que les hace rechazar estos cambios
evolutivos. Las dificultades para entender muchos de los cambios que les ocurren durante
la pubertad y la adolescencia, les hace estar preocupados e inseguros, viéndose afectada
su autoestima. Cambios que requieren una adaptación y una mayor madurez (universidad,
pareja, empezar a trabajar, vivir sin los padres), pueden precipitar el trastorno.
Factores mantenedores
Son aquellos factores que mantienen el trastorno una vez que éste ya ha sido desarrollado.
La negación de la enfermedad por parte de las personas que lo sufren mantiene este
problema, ya que no suelen seguir las recomendaciones de los profesionales, si es que
consienten que les atienda alguno.
El hecho de hacer dietas muy estrictas aumenta el riesgo de que aparezcan atracones, ya
que el mantener una restricción alimentaria tan estricta aumenta el deseo por consumir esos
alimentos prohibidos.
Otro aspecto es el refuerzo positivo que obtiene la persona por las dietas, ya que
normalmente los demás suelen decir lo guapa/o que está (ahora que está más delgada) y la
fuerza de voluntad que tiene por poder llevar a cabo esa dieta.
Yatrogenia (mala práctica profesional): los profesionales podemos cometer errores que
contribuyan al mantenimiento del problema (ausencia de seguimiento, tratamiento
exclusivamente físico o psicológico).
Sobreprotección: la excesiva protección por parte de los padres hacia la persona enferma
mantiene los síntomas (aceptar caprichos, ocuparse de sus problemas, decidir por ella).
Debemos evitarlo, e intentar fomentar la autonomía.
Falta de acuerdo: uno de los factores mantenedores que aparecen con más frecuencia es la
falta de acuerdo entre los padres. Lo que se consigue con esa actitud es que la persona que
sufre el trastorno utilice a uno u otro padre según quién le favorezca más en ese momento.
Es mejor tomar decisiones unánimemente, consensuándolas previamente o, aunque no se
esté de acuerdo con la decisión del otro, hablándolo en otro momento en el que no esté
presente la persona afectada.
Inconsistencia en las decisiones: si los padres o demás familiares que estén alrededor no
son firmes en sus decisiones, la persona no tomará en serio lo que se le dice y muchas veces
también entrará en contradicción.
Minimizar los problemas: el quitarles importancia a estos problemas y no prestarles la
suficiente atención puede hacer que el problema se agrave y se mantenga durante un largo
periodo de tiempo.
Negar la enfermedad: negar que nuestro familiar tiene una enfermedad, pensar que son
cosas de la edad y ya se le pasará, sólo hará que se retrase la petición de ayuda profesional,
y permitirá a la persona afectada reforzar su idea de no necesitar ayuda.
Factores de aparición
Los trastornos de alimentación no tienen una única causa de aparición. Son una serie de
factores los que confluyen y que pueden hacer que aparezca un trastorno alimentario.
Entre los factores familiares, está el que la familia tenga unos malos hábitos alimentarios,
ya sea esto debido al hecho de tener diferentes horarios de trabajo los padres y no comer
todos juntos, bien porque se va con prisas y se hacen comidas rápidas y no completas, etc.
Estos factores actúan tanto por exceso (comidas rápidas, comidas ricas en grasas, que
puedan conducir a un sobrepeso con la posterior necesidad de perderlo lo antes posible),
como por defecto (frecuentes dietas en la familia, por estética).
También los padres a veces tienen una gran preocupación por su figura y también le dan
excesiva importancia, con lo que se lo transmiten a los hijos. El hecho de sobreproteger a
los hijos, no permitirles tomar decisiones ni defenderse por sí mismos, hace a niños
inseguros de sí mismos, que cuando llegan a la adolescencia no saben decidir ni elegir.
Los factores socioculturales, como los ideales de delgadez que se nos imponen desde los
medios de comunicación; las modas, hacen que tendamos a conseguirlos, y cuando no
llegamos nos frustramos (proceso amplificado en la época adolescente, periodo vital en que
los jóvenes son tan sensibles). Además, es que actualmente esos ideales de delgadez son
patológicos (Antolin, Garcia, Rodriguez, & Vaz, 2006).
ANOREXIA BULIMIA
Atracones. Atracones.
Depresión.
Boca seca
Cabello delgado.
Ausencia de menstruación.
Este padecimiento, es llamado también autoinanición (Martorell & Papalia, 2017),lo que es
una amenaza para la vida. Según las autoras, en los países occidentales se estima entre un
0,3% y 0,5% de las adolescentes y mujeres jóvenes, así como un porcentaje menor, pero en
aumento de niños y hombres.
La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio que puede afectar a cualquier persona, pero
es más frecuente entre los adolescentes afectando mayormente al sexo femenino.
Los sujetos que la padecen tienen una imagen distorsionada de su cuerpo, son personas que
siempre se ven gordas, por ello comienzan a someterse a dietas extremas; pero nunca están
satisfechas con el grado de delgadez al que llegan. Por lo general los adolescentes que
padecen de anorexia tienen a tener un CI normal o superior al término medio, presentan
baja autoestima, ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos, actitudes perfeccionistas,
decrece la libido sexual.
En términos familiares, los padres de los adolescentes que sufren este tipo de atención
tienden a disfrutar de los triunfos académicos y sociales, perdiendo frecuentemente la
comunicación familiar
Este trastorno puede llegar a afectar el sistema óseo, incidir en el desarrollo físico, cognitivo
y sexual, además de provocar una alteración hormonal y enfermedades psicológicas
posteriores.
Bulimia nerviosa
Según Wilson et al, 2007, (Martorell & Papalia, 2017), la bulimia afecta de 1 a 2% de la
población mundial, lo que Wilson et al, 2007 describe es, que una persona con este trastorno
por lo regular pasa por enormes atracones de breve duración y luego trata de purgar el alto
consumo de calorías por medio de la inducción del vomito, de dietas o ayuno estricto, de
ejercicio excesivamente vigoroso
Es habitual este trastorno está ligado estrechamente a la anorexia nerviosa, tienden a ser
personas paranoides respecto a la comida.
Los medios de comunicación y la familia tienen una influencia significativa en cómo los
adolescentes se ven a sí mismos. Si éstos tuvieron una experiencia traumática durante su
desarrollo tales como, un abuso, separación de sus padres, o alguna muerte de alguien
significativo en su vida, son más propensos de sufrir algún trastorno de alimentación.
Que los padres comenten demasiado la apariencia física y además les impongan una dieta
estricta a sus hijos, también podría llegar a conducir a un trastorno alimenticio.
La cultura popular masiva, y el ambiente que rodea a los adolescentes, las relaciones con
sus pares, tiene gran influencia en cómo ven su cuerpo y como se ven a sí mismos.
La etapa que viven los adolescentes, los mantiene en un escenario confuso, en el cual
necesitan sentirse bien y aceptarse, aceptar su cuerpo, y su vida; por lo tanto, necesitan
todo el apoyo que puedan recibir, siendo el más importante el que les entrega la familia y
amigos.
Tratamiento
Es difícil que una persona que tenga algún de estos trastornos, se haga cargo de alcanzar
por convicción la fuerza necesaria para que logren subir de peso y coman. Un tratamiento
(Martorell & Papalia, 2017), se usa de manera generalizada, es un tipo familiar en que los
padres toman control de los patrones de alimentación de sus hijos. La terapia cognitiva
conductual, que trata de cambiar la imagen corporal distorsionada y recompensa la
alimentación con privilegios como la oportunidad de salir de la cama y de la habitación
puede ser parte del tratamiento. Los pacientes que presentan desnutrición severa, son mas
resistentes a los tratamientos ambulatorios y son de progreso muy lento y deben estar en un
hospital con tratamiento en cuidados intensivos.
Conclusión
Es importante que los padres, estén atentos a los cambios de comportamiento de sus hijos,
y a su alimentación, ya que durante los trastornos alimenticios comienzan por saltarse
alguna comida o por no querer comer, también acostumbran esconderse para vomitar.
Las influencias sociales, de la familia y culturales han sido algunas de las causas
fundamentales en el desarrollo de este trastorno. Entre los trastornos alimenticios podemos
nombrar la anorexia nerviosa y bulimia, caracterizadas por la actitud que toma el
adolescente en cuanto a la ingesta de comida, trayendo consigo consecuencias a nivel
psicológico, biológico y social.
Bibliografía
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Antolin, M., Garcia, M., Rodriguez, L., & Vaz, F. (2006). Trastornos del Comportamiento
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Fuentes, D. (27 de abril de 2016). Opinion salud, Anorexia y bulimia enfermedades que
proliferan en Chile. Obtenido de Opinion salud, Anorexia y bulimia enfermedades que
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Fuentes, D. (15 de abril de 2016). Pesa tu vida: La gran deuda que tiene Chile con quienes
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Gaete, M., Lopez, C., & Matamala, M. (2012). Trastornos de la Conducta en Adolescentes y
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Martorell, G., & Papalia, D. (2017). Desarrollo Humano. Mexico: McGraw Hill, Decimotercera
edición.