ÍNDICE
1. Biografía.
2. Contexto de Producción.
3. Obras del Autor.
4. Influencias sobre San Agustín.
5. Proyecciones de la obra de San
Agustín a lo largo de la historia.
1. BIOGRAFÍA
En Cartago vive una vida desenfrenada, las seducciones de la gran ciudad, el libertinaje, y el
éxito lo llevan a una vida disipada, se aleja del cristianismo y se orienta al disfrute de todos los
placeres sensibles. En 372 deja embarazada a su pareja, Melania, trayendo al mundo a su hijo
Adeodato. . Durante su estancia en Cartago mostró su genio retórico y sobresalió en concursos
poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar por sus pasiones, y seguía
abiertamente los impulsos de su espíritu sensual, no abandonó sus estudios, especialmente los
de filosofía.
Poco después, junto a su amigo Honorato, caen en el maniqueísmo, religión gnóstica con la
que simpatiza a lo largo de nueve años. Los maniqueos presentaban dos sustancias opuestas,
una buena (la luz) y otra mala (las tinieblas), eternas e irreductibles. Era preciso conocer el
aspecto bueno y luminoso que cada hombre posee y vivir de acuerdo con él para alcanzar la
salvación. A San Agustín le seducía este dualismo y la fácil explicación del mal y de las pasiones
que comportaba, pues ya por aquel entonces eran estos los temas centrales de su
pensamiento.
En el año 374 vuelve a su ciudad natal luego de la muerte de su padre, se desempeña como
maestro de gramática, enseña a Alipio. Y años después retorna a Cartago como profesor de
retórica (375-383), aquí comienzan sus cuestionamientos acerca del maniqueísmo, en su andar
se contacta con Fausto, un obispo maniqueo, al que acusa de ignorante de toda sabiduría
científica y termina desilusionándose de este culto.
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sacerdote, Simplicio, quien lo lleva a navegar por la filosofía de los académicos y finalmente a
descubrir la filosofía neoplatónica, comienza a leer a Platón y Plotino, pensador de esta
filosofía. Esta corriente era una renovación de la filosofía de Platón que concebía la cumbre del
sistema como el Uno a partir de la cual se genera lo múltiple: el mundo inteligible, el alma del
mundo y de la materia.
En su último periodo en Milán realiza la lectura de las Sagradas Escrituras, que iluminan su
mente y muestran a Jesucristo como único camino de verdad y salvación. Madura su
conversión al cristianismo, renuncia a su cargo de profesor y se retira a Casiciaco con su
madre, hermano e hijo, en un retiro espiritual en búsqueda de la verdadera filosofía, a la que
concibe inseparable del cristianismo. En 387 es bautizado por el obispo Ambrosio, San Agustín
busca la gracia Divina y es bautizado el día de la Pascua junto a su hijo.
Agustín no logra regresar a África hasta el año 388, luego de la muerte de su madre en
Ostia,un puerto cerca de Roma, vendió los bienes paternos y funda una orden religiosa
dedicándose a la vida monástica.Posteriormente fallece Adeodato. En 391 es ordenado
sacerdote con apoyo de la comunidad, por el obispo Valerio de quien se haría amigo; y en su
estancia en Hipona combatió la herejía, especialmente el maniqueísmo.
la vejez de Valerio lo elige como sucesor, el santo es notablemente aceptado por la sociedad
por sus obras de caridad. A sus cuarenta y dos años es ordenado Obispo de Hipona. En el
ejercicio de sus deberes pastorales realiza estudios sobre la Historia de la Iglesia y de las
Sagradas Escrituras, fue defensor de la verdad y pastor de las almas, cuya influencia estaba
destinada a durar tanto como la Iglesia misma. Predicaba frecuentemente, algunas veces por
cinco días consecutivos, escribió cartas acerca de problemas de la época, participó en
numerosos concilios africanos (Cartago en 398, 401, 407, 419 y Milevi en 416 y 418).
Así mismo sus conferencias filosóficas fueron registradas bajo el nombre de “Diálogos” donde
abarca los temas de verdad, certeza, la verdadera felicidad de la filosofía, el orden de la
providencia en el mundo, Dios y el alma. En el año 399 escribe Confesiones.
Fue un periodo de gran agitación política y teológica, ya que mientras los bárbaros
amenazaban el Imperio llegando a saquear Roma en el 410, el cisma y la herejía amenazaban
también la unidad de la Iglesia. Agustín emprendió con entusiasmo la batalla teológica.
Además de combatir la herejía maniqueísta, participó en dos grandes conflictos religiosos: uno
de ellos fue con los donatistas, secta que mantenía la invalidez de los sacramentos si no eran
administrados por eclesiásticos sin pecado. El otro lo mantuvo con los pelagianos, seguidores
de un monje contemporáneo británico que negaba la doctrina del pecado original. Durante
este conflicto, que fue largo y enconado, Agustín desarrolló sus doctrinas de pecado original y
gracia divina, soberanía divina y predestinación; dedica su vida a la escritura y estudio hasta el
último minuto. Con su pensamiento y trabajo incansable logró un giro decisivo en la historia de
la Iglesia y el pensamiento occidental. Se cree que cerca del año 419 termina de escribir “La
Trinidad” su obra maestra dogmático-filosófico-teológica.
El asedio de la ciudad continuaba y Agustín cae víctima de una enfermedad mortal, luego de 3
meses de paciencia y oración, fallece a los setenta y ochos años, el 28 de agosto de 430.
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2. CONTEXTO DE PRODUCCIÓN
Graciano, favorecedor de los cultos cristianos, gobernará hasta el 383, año en que morirá
asesinado por miembros del ejército del usurpador Magno Máximo, que dominaba
Britannia y la Gallia y contra el que Graciano había emprendido una campaña militar. A
Graciano le sucederá Valentiniano II, hermanastro suyo más joven que él, pero dado que la
parte occidental se encontraba bajo el mando del usurpador Magno Máximo, Valentiniano
II se dirige a Constantinopla, pidiendo ayuda a Teodosio I. Éste emprende una campaña
contra Magno Máximo, derrotándole el año 388 y condenándolo a muerte. Valentiniano II
toma el poder de la parte occidental y gobernará hasta el año 392, en que será asesinado,
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víctima de una conjura. Nuevamente Teodosio I marcha contra los usurpadores,
venciéndoles el año 394 y quedando en sus manos todo el Imperio hasta su muerte, el año
siguiente: 395.
Tras su muerte, el imperio será de nuevo repartido entre sus dos hijos: Honorio en
occidente (gobernará hasta el 423) y Arcadio en Oriente (gobernará hasta el 408). Honorio,
a su vez, será sucedido por su sobrino Valentiniano III (tras una regencia de su madre, Gala
Placidia, hasta su mayoría de edad) en la parte occidental, quien gobernará hasta el 455. En
la parte oriental, Arcadio será sucedido por su hijo Teodosio II, quien gobernará hasta el
450.
Teodosio I, llamado el Grande, había promulgado el año 380 un edicto que proclamaba el
cristianismo como la única religión del Imperio romano, prohibiendo los Juegos Olímpicos y
cerrando todos los templos paganos, siendo muchos de ellos destruidos por los cristianos.
Teodosio I es considerado por muchos historiadores como el último verdadero emperador
romano ya que, tras su muerte, la decadencia del imperio parece ya imparable y la
incapacidad de sus gobernantes para hacerle frente, manifiesta. A los conflictos internos,
derivados de la degradación económica, constante a lo largo del siglo, se suman las luchas
internas y la fragmentación del poder político y el aumento del poder y protagonismo del
ejército (son muchos los rebeldes y usurpadores que, a lo largo del siglo, se hacen con el
poder en provincias o en amplias zonas del imperio), a lo que hay que sumar las invasiones
de los pueblos bárbaros, que ocupan amplias regiones del norte, de forma no violenta,
primero, pero con violencia y crueldad extrema posteriormente, ocupando la Gallia y
entrando en Hispania. Más sangrante resulta el hecho de que estas tribus estaban
"romanizadas" y habían abrazado el cristianismo. El año 410 las tropas visigodas de Alarico
arrasarán Roma. En los años siguientes, ni las fronteras ni amplias zonas internas del
imperio podrán ser ya controladas por las tropas, y diversas tribus bárbaras (vándalos,
suevos, alanos, burgundios, godos, visigodos, etc.) se instalarán en sus territorios de forma
estable y duradera, además de atacar y arrasar algunas de ellas amplias zonas del norte de
África.
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El Imperio Romano oriental, por su parte, sobrevivirá todavía mil años más, conocido con el
nombre de Imperio Bizantino, hasta su derrota ante los turcos en 1453, fecha en que
toman su capital, Constantinopla.
Podemos realizar una clasificación temática de las obras realizadas por San Agustín
a) Confesiones
Confesiones es una serie de trece libros autobiográficos de San Agustín de Hipona escritos
entre el 397 y el 398. El título original fue Confesiones en treinta libros, y fue compuesto en un
solo tomo. No es una autobiografía completa pues fue escrita tras sus primeros 40 años de
vida y vivió hasta los 78, tiempo durante el cual produjo otros importantes trabajos, entre
ellos La ciudad de Dios.
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Entre las ideas que más influyen en el mundo occidental se encuentran las que se refieren a la
memoria y la interioridad (libro X) y al tiempo (libro XI).
Procedente también del carácter de conversión que tiene el pensamiento agustiniano, debe
destacarse su tono intimista y subjetivo. A la verdad se llega por un camino interior, parecido
al de la conversión, y aquélla no puede prescindir de una iluminación divina. En la teoría del
conocimiento de Agustín, que expone contra los Académicos, o escépticos, la posibilidad de
alcanzar la verdad reside en la posibilidad misma de descubrir en el alma verdades eternas
(sólo lo eterno es verdadero), y el procedimiento para alcanzarlas es más un proceso de
iluminación interior, que de reminiscencia al modo platónico: por reflexión del alma sobre sí
misma, que se conoce como imagen de Dios y conoce al mismo tiempo a Dios creador de las
ideas y del alma. En esta búsqueda de la verdad hay momentos parecidos al de la duda de
Descartes: «si me engaño, existo».
Siguiendo, además, la metáfora platónica del Bien y la luz, sostiene que lo inteligible lo es
porque está iluminado «por una cierta luz incorpórea», que identifica con Dios, ser inteligible
por excelencia que hace inteligibles todas las cosas. Dando un sentido ontológico a la verdad la
identifica con Dios: Dios es la verdad subsistente y es también la verdad de las cosas, porque
éstas son creadas de acuerdo con las ideas divinas, esto es, las ideas en la mente divina de
todas las cosas que pueden existir, y que son las causas ejemplares de todas las cosas, tanto de
las que Dios crea con el tiempo, como de las que crea en el tiempo, en las razones seminales, a
modo de entidades futuras inspiradas en la noción de emanación sucesiva de Plotino y los
logoi spermatikoi de los estoicos.
LIBRO I
Confiesa San Agustín los vicios y pecados de su infancia y de su puericia, y da gracias a Dios por
los beneficios que recibió de su mano en una y otra edad
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LIBRO II
Llora amargamente el año decimosexto de su edad, en que, apartado de los estudios, estuvo
en su casa y se dejó llevar de los halagos de la lascivia, y se entregó a una vida derramada y
licenciosa
LIBRO III
Confiesa cómo en Cartago se enredó en los lazos del amor impuro, que leyendo allí el
Hortensio de Cicerón, al año 19 de su edad, se excitó al amor de la sabiduría, y cómo después
cayó en el error de los maniqueos. Últimamente refiere el sueño que tuvo su santa madre y la
esperanza y seguridad que le dio un obispo acerca de su conversión
LIBRO IV
Recorre los nueve años de su vida, en que desde el año 19 hasta el 28 enseñó retórica y tuvo
una manceba, y se dedicó a la astrología genetlíaca. Después se duele del excesivo e
inmoderado dolor que tuvo por la muerte de un amigo, y el mal uso que hacía de su excelente
ingenio
LIBRO V
Habla del año 29 de su edad, en el cual, enseñando él retórica en Cartago y habiendo conocido
la ignorancia de Fausto, que era obispo, el más célebre de los maniqueos, comenzó a desviarse
de ellos. Después, en Roma fue castigado con una grave enfermedad: interrumpido por eso en
la enseñanza de la retórica, pasó después a enseñarla a Milán, donde por la humanidad y
sermones de San Ambrosio fue poco a poco formando menor concepto de la doctrina católica
Cuenta lo que hizo en Milán en el año 30 de su edad, fluctuando en sus dudas todavía.
Confiesa que San Ambrosio poco a poco le hizo ir conociendo que la verdad de la fe católica
era probable. Mezcla también muchas cosas de Alipio y de sus buenas costumbres, y refiere el
intento que él y su madre tenían de que tomase el estado del matrimonio
LIBRO VI
Explica las ansias de su alma, que se fatigaba en la imaginación del mal; cómo llegó también a
conocer que ninguna sustancia era mala; y que en los libros de los platónicos halló el
conocimiento de la verdad incorpórea y del verbo divino, pero no halló su humildad y
anonadamiento
LIBRO VIII
Desechados todos los errores; encendido con los consejos de Simpliciano, con los ejemplos de
Victorino, de Antonio, de los dos magnates y de otros siervos de Dios; después de una gran
contienda y lucha con la concupiscencia, y una dificultosa deliberación; amonestado con una
voz divina, y leídas las palabras de San Pablo en la Epístola a los romanos (cap. XIII, 13 y 14), se
convirtió todo a Dios, imitándole a Alipio y alegrándose mucho su madre
LIBRO IX
Vase Agustín con su madre y los demás compañeros a la quinta de Verecundo. Renuncia a la
cátedra de retórica y se ocupa en escribir libros. Después, a su tiempo vuelve a Milán, donde
con Alipio y Adeodato recibe el bautismo. Desde allí dispone volverse a África en compañía de
su madre y de los demás. Después refiere la vida de su santa madre y su muerte, acaecida en
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el puerto de Ostia. Finalmente cuenta piadosa y elegantemente su sentimiento y llanto, como
amante y buen hijo de tal madre
LIBRO X
Muestra por qué grados fue subiendo al conocimiento de Dios; que se halla a Dios en la
memoria, cuya capacidad y virtud describe que sólo en Dios está la verdadera bienaventuranza
que todos apetecen, aunque no todos la buscan por los medios legítimos. Después describe el
estado presente de su alma y los males de las tres concupiscencias
LIBRO XI
Agustín intenta explicar qué es el tiempo: “cuando nadie me lo pregunta lo sé, pero si me lo
preguntan y quiero explicarlo, no lo sé”
Los libros finales se ocupan del primer capítulo del Génesis, buscando desentrañar los tesoros
subyacentes en los primeros versículos subyacentes para pasar luego a una explicación libre y
alegórica de éstos.
b) Gracia y Pecado
La atormentada vida interior de Agustín y su formación espiritual que se llevó a cabo por
completo en el seno de la cultura latina le permitieron entender el mensaje bíblico en un
sentido voluntarista. San Agustín pone a la voluntad, la libertad y la razón como temas de
reflexión filosófica, invirtiendo el pensamiento griego y el intelectualismo moral; es el primer
escritor que presenta estos conflictos con terminología precisa.
Glison resume el pensamiento agustiniano sobre libertad, voluntad y Gracia: “Para hacer el
bien se requieren 2 condiciones: un Don de Dios (la gracia) y el libre albedrío. Entonces la
libertad consiste en el razonar el buen uso del libre albedrío iluminados por Dios. El hombre
que se encuentra dominado más plenamente por la gracia de Cristo es el más libre
c) Ciudad de Dios
Esta obra fue escrita entre los años 412 y 426 d.C, el nombre en latín es “De Civitate Dei contra
paganos”, el libro se divide en 25 tomos de los cuales los primeros 10 cuentan los procesos que
vivía el imperio tras la invasión de los bárbaros, del 11 al 22 muestran las ideas de San Agustín
y en los últimos sus conclusiones finales.
En forma general, la obra trata de todo lo que hizo el cristianismo por la historia. Agustín
defiende a esta religión de las acusaciones de los romanos.
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El origen del mal en el mundo (pecado original):
Agustín, basándose en la biblia explica que Dios crea al mundo en 7 días, creando en el dia 6 al
hombre y a la mujer. Los primeros en el paraíso fueron Adán y Eva, quienes llevados a pecar
por el diablo (en forma de serpiente) comen la fruta prohibida y son desterrados del paraíso y
enviado al “Valle de las lágrimas”.
Adán y Eva, al querer igualarse a Dios, pecan y el pecado de todos los hombres, desde
entonces es heredado de ellos.
Con respecto al mal, este no existe como tal, sino más bien como ausencia del ser.
· La “ausencia del bien” que está prevista en el plan divino que Dios tiene para los
hombres (dicho plan no puede ser cognoscible por el hombre pero igual hay que
obedecerlo)
Libre albedrío:
La ciudad terrena:
San Agustín hace en este punto una comparación entre Caín y Abel. Caín mata a su hermano y
aparece como el primer jefe político y el fundador de la ciudad terrena, una ciudad fundada
con la envidia, bajo el fratricidio y con un amor distorsionado (en vez de a Dios, al hombre
mismo).
A partir de esto, Agustín establece una analogía entre Caín y Abel con Rómulo y Remo para
explicar la fundación de Roma, dando como conclusión que Roma estaba corrompida y lo que
querían hacer los cristianos era cambiar esa naturaleza por verdaderos valores morales. Por
otro lado, quiere hacer notar la diferencia clara de que el que es bueno no compite ni pelea
con el otro que es bueno, pero si en cambio que el malo contra el bueno y el mismo malo
contra el malo.
Por ellos la ciudad terrena se muestra como un caos de disputas y desorden. En cambio, en la
Ciudad de Dios solo hay personas buenas que no compiten entre sí y que viven en razón de la
solidaridad y el amor de Dios.
Ciudad de Dios:
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Política:
Agustín tiene una visión negativa de la política pero dice que es necesaria porque el hombre es
pecador, es un medio útil para vivir en paz y virtuosamente. Su fin es hacer más fácil el camino
del hombre hacia la bienaventuranza.
Una vez que la Ciudad de Dios se imponga a la Ciudad terrena en el fin de los tiempos, la
política llegara a su fin.
La política está guiada a la ética, es decir que todo accionar del soberano tiene que ir guiado
por un precepto moral.
Estado y obediencia:
Al igual que la política, la visión para con el Estado es negativa, la considera un ente temporal.
d) La Trinidad
San Agustín realiza esta obra durante sus años de obispado en Hipona durante muchos años
hasta el 2019.
Dios para San Agustín es una sola cosa, La Trinidad, y de este tema nace su obra maestra
doctrinal . En la misma comienza con la profesión de fe, expone las dificultades e interroga a
las escrituras para poder responder a ellas. Estudia la unidad y las propiedades de las tres
personas divinas, Nos explica la igualdad y distinción de las personas divinas y la Simplicidad de
Dios. También son suyas la teología del Espíritu Santo; quien procede del Padre y del Hijo,
como Amor no engendrado; y la explicación psicológica de la Trinidad que permite ilustrar a la
vez el misterio del hombre creado a imagen y semejanza de Dios, esta imagen que se
encuentra en el hombre interior y la expresa con la fórmula de “memoria, inteligencia y
voluntad”.Para comprender a la Trinidad, debemos concebir a Dios, bueno, grande sin
cantidad, creador sin necesidad (de lo que él mismo crea),abarcador de todas las cosas,
omnipresente sin ocupar un lugar,sempiterno,autor de todas las cosas mudables,aunque Él
permanece inmutable y sin padecer nada. Dios es todo lo positivo hallado en la creación, pero
sin los límites que está misma posee gracias a su inmutabilidad y expresado mediante una
fórmula, muy bien conocida, que Él mismo designó : “Yo soy el que soy”.
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Agustín, postula que las tres personas de la Trinidad, son distintas, pero no diferentes, porque
tanto Padre, Hijo, como espíritu, son igualmente simple, igualmente bien eterno, e inmutable.
Por esto mismo aunque no sea la misma cosa ser Padre y ser Hijo, sin embargo la esencia, la
substancia, no es diferente. Porque las denominaciones de Padre o Hijo no pertenecen al
orden de la esencia, sino al de relación.
Otro de los puntos fundamentales en la doctrina trinitaria, son las analogías triádicas, que
Agustín descubre en lo creado, donde las cosas y el hombre no son más que vestigios de la
Trinidad, pero el alma humana es una auténtica imagen de la Trinidad. Expone a la Trinidad
como la fuente suprema de todas las cosas, la belleza perfecta, el gozo completo, donde estas
tres se determinan entre sí y en sí mismas son infinitas. Donde en el mundo, donde una cosa
no es igual a tres cosas juntas, o donde dos cosas son más que una sola; en la Trinidad
suprema, tres cosas son iguales a una y la suma de dos cosas no es más que una sola.
La mente humana es imagen de la Trinidad, porque también ella es una y trina, en la medida
en la cual es es mente y ama, por la tanto la mente, su conocimiento, y su amor, son tres
cosas y estas tres cosas no son más que una, y cuando las tres son perfectas, son iguales.
Agustín concibe la existencia de un origen en tres personas. El origen del logos (λóγος) se
encuentra en el Hijo, la paz en el Espíritu Santo, y la resiliencia en el Padre.
A lo largo de la vida de San Agustín recibe múltiples influencias que van marcando su pensar y
filosofar. Una de las más importantes es la que recibe de parte de la filosofía platónica y
neoplatónica.
Con respecto a las influencias de Platón, se dice que San Agustín se encarga de llevar su
filosofía al cristianismo, compartiendo y reformulando varias de sus afirmaciones. San Agustín
identifica a Dios con la idea del bien del mundo inteligible de Platón, esta idea del bien que es
superior a todo lo demás es identificado por San Agustín con Dios, creador, eterno y
omnipotente, a quien podemos llegar mediante la fe, como las ideas que son eternas y no se
pueden conocer mediante los sentidos.
la lectura de Platón lo lleva a cuestionarse sobre Dios y el origen del mundo, encontrando a
Dios como creador del mundo, desde la nada misma, igual que lo concibe su antecesor, así
también coincide en que la verdad se da en lo inmutable y eterno que es Dios. El conocimiento
está en nosotros y debemos descubrirlo mediante la interiorización, la verdad la conocemos
conociéndonos nosotros mismos y así conocemos a Dios, siempre volviendo a la idea del bien
de Platón como idea superadora del mundo inteligible y relacionada con la Gracia planteada
por San Agustín, Don Divino que nos lleva a purificar nuestra alma y llegar a la Verdad Absoluta
que es Dios.
Uno de los dogmas más importantes de la Iglesia realizado por Agustín es la Doctrina de la
Trinidad, y esta comienza una vez que es introducido al Neoplatonismo por por Simplicio, el
vicario de San Ambrosio. La filosofía neoplatónica es un segundo platonismo, la renovación de
esta filosofía realizada por Plotino, par él la cumbre del sistema la integra el Uno a partir el cual
se genera lo múltiple: el mundo inteligible, el alma del mundo y la materia. el neoplatonismo le
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ofrece una salida al maniqueísmo y le abre las puertas al mundo de la realidad inmaterial e
inteligible. Esta triada degradada marcaría el rumbo de su obra filosófico dogmática religiosa,
el Uno desde donde se desprende la Trinidad, tres llamas que forman un solo fuego, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, que conforman una esencia y tres substancias. Este aprendizaje de las
tríadas marca para San Agustín un punto de partida para realizar múltiples analogías triádicas. .
Como platónico, Plotino afirma que el hombre es el alma y ésta es divina, preexistente. Pero
en el hombre, el alma es, por un lado, divina, y, por el otro, mundana, a la vez que es mezcla
de materia y entendimiento, engendra todo lo corpóreo y todo lo corpóreo vive por ella: el
alma se difunde por el mundo. Este pensamiento posteriormente es seguido por San Agustín,
identificando al alma y la conciencia como elementos relacionados.
A partir de san Agustín, que subraya el carácter pensante del alma, esta noción, muy
influenciada por la tradición neoplatónica, se espiritualiza cada vez más. Para él es una
sustancia plenamente espiritual e inmortal, no dependiente del cuerpo, que surge por la
voluntad creadora divina, y es el centro de la subjetividad del hombre, que es «un alma
racional que se sirve de un cuerpo mortal y terrestre». Es en el alma donde el hombre
encuentra a Dios y a la verdad, y es, al mismo tiempo, imagen de la Trinidad. Como en el caso
de la Trinidad, el alma es una, pero posee facultades distintas.
Por último, las Sagradas Escrituras son la iluminación a la mente y alma del Santo, muestran un
camino de conversión, búsqueda de la Verdad y conocimiento. Muestran a Jesucristo como
único camino de Verdad y Salvación, y a Dios como la Verdad Absoluta a la cual llegaría
mediante la purificación de su propia alma. Comienza a pensar un Dios espíritu, un mundo más
allá de lo material, la existencia de algo espiritual.
San Agustín tiene gran importancia en la historia de la cultura europea. Sus Confesiones
suponen un modelo de biografía interior para muchos autores, que van a considerar la
introspección como elemento importante en la literatura.Agustín significa el puente entre la
antigüedad y la modernidad, introduce la noción de historia con sus trabajos sobre la historia
de la Iglesia, la idea del espíritu y la búsqueda del conocimiento y la Verdad absoluta ilustrada
por Dios, mediante un alma pura bendecida con su Gracia Divina.
También tiene grandes influencias sobre los pensadores de la modernidad, en nuestro trabajo
destacaremos a René Descartes y Søren Kierkegaard.
a) Descartes
El proceso de duda metódica empleado por Descartes en su indagación filosófica, tiene cierta
similitud con el desarrollado por Agustín de Hipona. Descartes alcanzó la primera certeza, la de
la existencia de su yo pensante, partiendo de la duda, ya que si duda es algo que piensa y si
piensa existe. Esta certeza la sintetizó con la expresión “Cogito ergo sum” (pienso, luego
existo). Pero, mucho antes que Descartes, también Agustín de Hipona había alcanzado la
certeza absoluta de su existencia mental siguiendo un procedimiento parecido: según Agustín,
la primera certeza que alcanzamos en el proceso del conocimiento es la de que "soy una
conciencia pensante", ya que piense lo que piense, incluso si me engaño, "soy" (si me engaño
soy algo que se engaña). Esta certeza la sintetizó Agustín con la expresión “Si enin fallor sum”(
Si me engaño, soy); expresión que es muy parecida a la del Cogito ergo sum. Sin embargo,
Descartes opina que el objetivo de Agustín es distinto del suyo:Agustín quiere, simplemente,
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probar la certidumbre de nuestro ser, mientras que para él se trata de la primera verdad sobre
la que fundamentar todo su sistema filosófico.
A su vez, podemos encontrar coincidencia entre los métodos de escritura, con sus Confesiones
y el estilo de escritura, manifestando sus intimidades y experiencia vital, inspira al “Discurso
del Método” de Descartes, donde hace un recorrido de su vida y cómo ésta inspira su filosofía.
Con Descartes se inicia el periodo moderno de la filosofía y, con él, de nuevo se instaura el
dualismo de alma y cuerpo. Descartes habla de la sustancia que es pensamiento y la sustancia
que es el continente. Puesto que el cogito señala la conciencia como el auténtico camino de
acceso a todo conocimiento, la noción misma de alma acaba confundida con la noción de
conciencia,volviendo a afirmar la posición iniciada por Plotino y seguida por San Agustín.
b) Kierkegaar
San Agustín y Kierkegaar coinciden en su pensamiento sobre varios temas, la fe, el pecado y
sobre todo, la concepción del hombre. Ambos son considerados filósofos existencialistas o
individualistas.
Agustín plantea que la interioridad es la participación de dios en el alma del hombre como
formador de la Verdad y la necesidad de mirar hacia adentro para poder caminar hacia el
conocimiento de lo Absoluto que es Dios; Kierkegaard dice que el camino hacia lo Absoluto se
transita mediante la fe y la batalla interna de la angustia. San Agustín realiza los primeros
pasos del existencialismo, definiendo al hombre como un ser necesitado de espiritualidad, le
es necesario conocer su interioridad para alcanzar el conocimiento, y en su interioridad puede
encontrar a Dios. Kierkegaard afirma que el ideal del hombre se alcanza por Dios mediante la
fe, a la cual se llega por la dominación del conocimiento y el concepto de la angustia, debe
dominar su interioridad y la angustia que ésta genera, al grado de que este dominio sea
herramienta para encaminarse hacia Dios, conquistando así el estadio religioso que significa la
plenitud del hombre. Así, podemos observar como ambos filósofos se orientan hacia Dios, y
Dios se convierte en parte fundamental del Ser.
6. BIBLIOGRAFÍA
● GIOVANNI REALE, Dario Antiseri. Historia del pensamiento filosófico y científico. Del
humanismo a Kant. Tomo 2. Editorial Herder. Barcelona, 1995.
● FRAY DIEGO JOSÉ CORREA. San Agustín de Hipona, el hombre, el escritor, el filósofo y el
teólogo. Diplomatura en Patrística, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad
Católica de Cuyo. Argentina, 2009.
● Diccionario Herder de Filosofía.
● https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/humanidades/article/view/21215/21447
● https://filosofiaantiguaymedieval.wordpress.com/2013/03/19/aportaciones-
filosoficas-de-san-agustin-de-hipona-1
● http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/alma_mater/2001_n20/descu_
mente.htm
● http://www.webdianoia.com/medieval/agustin/agustin_cronologia.htm
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