Prevención de
Drogodependencias
INFORMACIÓN GENERAL PARA LA
PREVENCIÓN DE DROGODEPENDENCIAS
© FAD, 1997
© CIEC – FAD, 2009
Obra desarrollada con la colaboración y autorización de la
Fundación de Ayuda contra la Drogadicción a partir del texto
Información General para la Prevención de Drogodependencias,
obra colectiva de la FAD, en el marco del:
Convenio “Protección integral y ayuda contra la drogadicción
de niños y adolescentes de la calle, Bolivia, Ecuador, Perú” (07–CO1–046)
Edita y distribuye
Centro Interdisciplinario de Estudios Comunitarios, CIEC
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Obra financiada por:
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Obra auspiciada por:
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Ejecutada por:
Centro Interdisciplinario de Estudios Comunitarios, CIEC y la
Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, FAD
Dirección Técnica:
Eusebio Megias. Director Técnico de la FAD
Coordinador:
Gerardo Lerma. Coordinador Programas Internacionales de la FAD
Texto:
Ana Pérez
Colaboraciones:
Margarita Villoria
Ma. Fernanda Torres
Miguel A. Rodríguez
Susana Méndez
BOLIVIA: CESE, CIEC, SEAMOS
COLOMBIA: ASME, CAMINOS, LA CASA, SURGIR
ECUADOR: CECAFEC, Fraternidad Internacional
PERU: COPUID, CEDRO, CEPCO, CEPESJU, Fundación Richmond, Hacienda – Vida
VENEZUELA: CENDIF, Fundación José Félix Rivas, Fundación Venezuela Libre de Drogas
Coordinación de la Adaptación y contextualización local
Erik Fernandez
Carmen Céspedes
Rediseño y maquetación
Naranja un cuarto
Daniela Blanco
Ilustraciones
Jorge Dávalos
Impresión
Artes Gráficas Sagitario S.R.L.
Depósito legal
4-1-1585-09
2a EDICION- 10-97
3ª EDICION – 01-01
4ª EDICION – 05-09
La primera edición de este libro fue realizada con la financiación de la Comisión Europea, Dirección General 1 B.
Índice
Introducción.......................................................................... 5
1 Estado de la cuestión......................................................... 7
Punto de partida...................................................................... 6
Drogodependencias: un fenómeno multifactorial.................... 8
El Discurso social..................................................................... 8
2 Terminología relacionada con el uso de las drogas....... 11
Conceptos generales............................................................... 11
Droga, uso/abuso, tolerancia, dependencia, síndrome de abstinencia,
formas de consumo, salud, educación para la salud y policonsumo.
Conceptos relacionados con el tratamiento............................ 17
Motivación, desintoxicación, deshabituación, reinserción, grupos de
autoayuda, tratamiento de problemas relacionados, programas libres de
drogas, programas de objetivos intermedios o de reducción de daños y
recaída.
3 Prevención del consumo de drogas................................. 25
Qué entendemos por prevención............................................. 25
Modalidades de prevención..................................................... 26
Niveles de actuación preventiva.............................................. 27
Modelos de prevención en drogodependencias...................... 28
Modelo ético-jurídico, modelo médico-sanitario, modelo psicosocial.
modelo socio-cultural, modelo geo-político estructural.
Estrategias de prevención............................................... 31
Estrategia informativa, estrategia formativa, ofrecer alternativas.
4 Sustancias........................................................................... 35
Cannabinoides......................................................................... 35
Opiáceos................................................................................. 37
Alucinógenos........................................................................... 43
Psicofármacos......................................................................... 46
Drogas de síntesis.................................................................... 50
Inhalantes................................................................................ 53
Derivados de la coca............................................................... 54
Alcohol..................................................................................... 62
Tabaco..................................................................................... 66
5 Factores de riesgo ............................................................ 71
Características y precisiones.......................................... 71
Principales factores de riesgo......................................... 71
Vinculados con la sustancia, de carácter personal y vinculados con el
contexto.
6 Principales características de la intervención
preventiva en los ámbitos escolar, familiar y
asociativo........................................................................... 81
Ámbito escolar......................................................................... 81
Ámbito familiar......................................................................... 83
Ámbito asociativo.................................................................... 84
7 Pasos en la elaboración de proyectos en materia de
prevención.......................................................................... 87
Bibliografía............................................................................... 91
INTRODUCCIÓN
Por otro lado, para la construcción de esa respuesta social solidaria, es funda-
mental la figura de los mediadores. Estas personas, próximas a los colectivos,
cumplen la doble función de servir de intermediarios para las actuaciones,
a la vez que recogen y transmiten la dimensión real de los problemas y ne-
cesidades, así como la eficacia de las intervenciones programadas para dar
respuesta.
DROGODEPENDENCIAS: UN FENÓMENO
MULTIFACTORIAL
EL DISCURSO SOCIAL
Esa particular y concreta visión social de una parte del mundo exterior no
supone una descripción de la misma. El discurso social, el enfoque social que
se transmite a los miembros de una comunidad, actúa sobre el objeto que trata
de configurar, transformándolo e interaccionando con él. En suma, el propio
grupo social deforma la realidad y asume, mediante estereotipos, una visión
sesgada de la misma: aquélla que la sociedad en cuestión ha creado.
Los problemas o discusiones sociales que afecten a este aspecto del mundo
exterior toman como referencia obligada la información transmitida por el
discurso social dominante.
Ante todo ello, es evidente que cualquier labor preventiva en materia de dro-
godependencias debe partir de estas consideraciones y plantearse como obje-
tivo primordial la superación de los estereotipos. El mediador debe elaborar
un alegato personal, individualizado, que se distancie del discurso dominante
y con ello, dirigir sus esfuerzos a modificar la percepción social hegemónica
hasta el momento. (Comas, o. 1990).
Componentes del discurso social
El sesgo que caracteriza cualquier enfoque social sobre las drogadependencias
ha sido impuesto a través de diversos elementos o mecanismos. A saber: in-
formación ofrecida por los medios de comunicación social, el código cultural
existente en la comunidad, y las actitudes de sus miembros frente al fenómeno
de la realidad objeto de la descripción social (las drogas y su problemática).
• Actitudes.
Son el resultado del discurso social dominante. La visión simplista y sesga-
da de la realidad por él ofrecida tiene, como efecto sobre los componentes
del grupo, la proliferación de tendencias concretas ante la cuestión tratada.
Así, el contenido de la información difundida por los medios de comu-
nicación social, conforme al código cultural vigente, ha provocado una
actitud de permisividad frente a las llamadas drogas legales y una reacción
de beligerancia ante las ilegales.
Estereotipos
Los estereotipos son modelos o fórmulas fijas de comportamiento, valoracio-
nes constantes sobre un objeto o conducta que es utilizado o aceptado por el
común de las personas, al margen de su verdadera correspondencia con la
realidad que refleja.
Droga
Dada la vaguedad e imprecisión del término y el elevado número de defi-
niciones existentes al respecto, resultaría de poca utilidad llevar acabo una
revisión exhaustiva de estas definiciones. Algunas de las más clarificadoras
son las siguientes:
Uso/Abuso
Ambos conceptos son muy generales y resultan difíciles de precisar; lo que en
determinados contextos es uso y está plenamente integrado en su cultura, en
otras sociedades se convierte en una auténtica amenaza para la población.
No obstante, en un intento de delimitación, se puede concebir el uso de dro-
gas como aquella forma de consumo no generadora de consecuencias nega-
tivas para el sujeto.
Tolerancia
Es el proceso que permite al organismo admitir progresivamente una mayor
cantidad de droga.
12
Se caracteriza por una disminución general del efecto de la sustancia al ser
ésta administrada repetidas veces, de tal forma que el sujeto consumidor debe
elevar la dosis para conseguir la sensación deseada.
No todas las drogas producen tolerancia ni condicionan los aspectos más fí-
sicos de la dependencia. En cambio, todas pueden llegar a provocar una de-
pendencia psicológica.
Síndrome de Abstinencia
Es el conjunto de síntomas psíquicos y físicos que aparecen al retirar o dismi-
nuir el consumo de una determinada droga, de la que se ha generado depen-
dencia.
Formas de Consumo
Con el fin de comprender y diferenciar las diversas relaciones que los usua-
rios de drogas establecen con éstas, se presenta la siguiente clasificación de-
sarrollada, a partir de las características que definen a los distintos tipos de
consumo:
• Consumos experimentales.
Corresponde a las situaciones de contacto inicial con una o varias sus-
tancias, de las cuales puede pasarse a un abandono de las mismas o a la
continuidad en los consumos.
- Curiosidad.
- Presión del grupo de iguales.
- Atracción de lo prohibido y del riesgo.
- Búsqueda de placer y de lo desconocido.
• Consumos ocasionales.
Corresponde al uso intermitente de la/las sustancia/s, sin ninguna perio-
dicidad fija y con largos intervalos de abstinencia.
- Facilitar la comunicación.
14 - Búsqueda de placer, relajación, etc.
- Transgredir normas.
Salud
Tras equiparar durante largo tiempo el concepto de salud a ausencia de
enfermedad, la OMS ofreció la siguiente definición:
Policonsumo
Se define como el consumo de diferentes sustancias al mismo tiempo y se
trata de un hábito cada vez más generalizado. Los drogodependientes que rea-
lizan una demanda profesional, a menudo tienen la convicción de que sólo les
causa problemas la droga que ha sido dominante en su proceso de adicción, lo
que se convierte en una complicación más a la hora de pautar un tratamiento
y de prever futuras recaídas.
Motivación
Hace referencia a la voluntad del sujeto de abandonar el consumo de drogas
y el estilo de vida que la dependencia conlleva. La decisión del sujeto de ini-
ciar un tratamiento nunca es contundente; su motivación se caracteriza por
dos notas fundamentales: bajo nivel y carácter fluctuante. Estos rasgos no se
deben concebir como inherentes al sujeto drogodependiente, sino como una-
peculiaridad propia de su estado, susceptible de ser modificada.
Los factores básicos que influyen en la motivación del individuo para plan-
tearse el abandono del consumo son:
- En régimen hospitalario.
- En régimen ambulatorio o domiciliario.
Los criterios para derivar al paciente a una u otra alternativa son, en líneas
generales, los siguientes:
Deshabituación
Fase posterior a la desintoxicación, de mayor duración, cuyo objetivo es ter-
minar con los hábitos de vida mantenidos a lo largo de la dependencia.
Reinserción
Más que una tercera etapa contigua a la desintoxicación y la deshabituación,
supone un proceso que está presente desde el principio. Implica promover
una situación de estabilidad personal y social que facilite al sujeto desarrollar
aquellas dimensiones de su vida, que quedaron bloqueadas como consecuen-
cia del consumo de drogas.
Grupos de autoayuda
Se trata de asociaciones de personas afectadas por un problema común que
se unen para dar respuesta al mismo, intercambiar vivencias, apoyarse mu-
tuamente y diseñar, a partir de su experiencia, un estilo de vida menos pro-
blemático.
No tiene por qué existir una relación de exclusión entre este tipo de progra-
mas y otras ofertas asistenciales: en verdad forman parte de una amplia gama
20 de posibilidades respecto al tratamiento en la que cada alternativa comple-
menta a las demás.
Así las cosas, con la intención de adecuar las estrategias asistenciales a las ne-
cesidades terapéuticas del drogodependiente, han surgido diferentes formas
de intervención, con muy diversos objetivos. En esta línea se encuentran los
programas de intercambio de jeringuillas y reparto de preservativos, los deno-
minados “centros de emergencia” en los que se ofrece una mínima asistencia
profesional a la vez que permiten utilizar ciertos servicios como lavandería,
duchas, etc. Un caso particular de programas de objetivos intermedios son los
llamados Programas de Mantenimiento con Metadona (PMM).
Hay que recordar que los Programas de Mantenimiento con Metadona son
un recurso asistencial útil para una población concreta de adictos a opiáceos,
pero no son la panacea que resuelva los problemas de los heroinómanos ni
tendría sentido que se convirtieran en una estrategia única.
Recaída
Se entiende por recaída el retorno al consumo de drogas, y al consecuente
estilo de vida, después de un periodo de abstinencia y de cambio en la manera
de subsistir. .
23
Prevención del consumo
de drogas
Las respuestas planteadas ante la problemática del abuso de drogas están fre-
cuentemente más motivadas por el discurso social estereotipado que por una
interpretación objetiva y minuciosa del mismo. Es decir, las intervenciones
pueden responder más al intento de dar respuesta a una demanda social que
a solucionar los problemas individuales y colectivos que dicha utilización de
drogas acarrea.
Todo ello hace que se enfatice la prevención como una herramienta funda-
mental con la que evitar o retrasar el abuso de drogas. Sus objetivos más im-
portantes son:
EDUCAR a los individuos para que sean capaces de mantener relaciones res-
ponsables con las drogas.
Para llevar a cabo con éxito cualquier programa de prevención conviene tener
en cuenta, entre otras, las siguientes consideraciones:
MODALIDADES DE PREVENCIÓN
-Primaria.
-Secundaria.
-Terciaria.
Modelo ético-jurídico
Se sustenta:
En la consideración de que el abuso de sustancias ilegales es en sí mismo una
conducta delictiva causante de las drogodependencias, ante la que se deben
adoptar medidas punitivas.
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Destaca:
La sustancia como agente corruptor; consecuentemente, el sujeto se identifica
como un ser delincuente e inmoral responsable de su adicción.
Persigue:
- Dificultar la disponibilidad de la sustancia.
- Divulgar las terribles consecuencias que su utilización genera, desta-
cando tanto los efectos nocivos de las drogas como las penas reglamen-
tadas por su cultivo, producción, distribución, venta, uso y posesión.
- Aislar al drogodependiente del resto de la sociedad.
- Convertir la amenaza y el castigo en estrategias fundamentales con las
que alcanzar sus objetivos.
Modelo médico-sanitario
Se sustenta:
En la idea de drogadicto como víctima de una enfermedad.
Destaca:
La droga como agente agresor, no ya corruptor, de la salud pública sin impor-
tar el estatus legal de la misma.
Persigue:
- Curar al drogodependiente. manteniéndolo aislado del resto de la so-
ciedad para evitar contagios y preservar así la salud pública.
- Informar acerca de los riesgos que conlleva el consumo de drogas
para el organismo. En esta línea, se sitúan la mayoría de las estrategias
preventivas realizadas hasta la fecha: charlas en los colegios. folletos
divulgativos repletos de advertencias y recomendaciones, mensajes te-
levisados, etc.
- Prevenir y curar como si de cualquier otra enfermedad infecciosa se
tratara.
Modelo psicosocial
Se sustenta:
En el reconocimiento de la complejidad de cada individuo y del peso que
tienen los factores psicológicos y ambientales sobre sus decisiones. La dro-
godependencia es una forma más de comportamiento humano que se debe
analizar según los principios que rigen toda conducta.
Destaca:
El ser humano con sus necesidades psicológicas y sociales, relegándose a un
segundo plano la sustancia que, por sí misma, no justificaría la génesis del
29
problema.
Persigue:
- Ofrecer alternativas positivas al consumo de drogas con el fin de redu-
cir la demanda de éstas.
- Tratar al drogodependiente como a una persona con dificultades de
adaptación, maduración o desarrollo.
- Dar cabida a los programas generales de prevención inespecífica y edu-
cación para la salud destinados a frenar tanto la magnitud de los pro-
blemas adictivos como la de cualquier otra conducta desadaptativa.
- Pulir los programas preventivos: desde este planteamiento, el recurso al
miedo o el castigo carecen de utilidad. La formación e información se
convierten en importantes estrategias encaminadas a favorecer la toma
de decisiones razonadas y saludables con respecto al uso de drogas.
Modelo socio-cultural
Se sustenta:
En el siguiente planteamiento: “una verdadera política preventiva no puede
hacer abstracción de la estructura socioeconómica dentro de la cual viven y
se desenvuelven los consumidores de drogas, ni dejar de considerar el aspecto
propiamente cultural del uso de ciertas drogas por parte de ciertos grupos. Las
desigualdades, la falta de oportunidades para grandes sectores de la población,
la marginación y el desempleo, la organización del trabajo y la ideología domi-
nante son concebidos como tantos factores causantes de la aparición masiva de
la farmacodependencia en algunas sociedades. El entorno cultural determina,
a su vez, los tipos de drogas y las formas de consumo”. (Massün, E., 1991).
Destaca:
La complejidad y la variabilidad del contexto más allá de los efectos de la
droga y del propio individuo.
Persigue:
- Mejorar las condiciones de vida y crear un ambiente en el que las ne-
cesidades que se cubren mediante el consumo de drogas se puedan
satisfacer a través de otras conductas menos perjudiciales.
- Implicar a la sociedad en su conjunto, sobre todo los sistemas educati-
vo y sanitario, para que disminuya la aceptabilidad social de las drogas
y varíen los valores que están manteniendo su utilización.
Se sustenta:
En la conceptualización del consumo de drogas y el narcotráfico como un
fenómeno global consustancial a las circunstancias que crean y mantienen el
subdesarrollo y propician la dependencia de los países latinoamericanos.
Destaca:
El marco Geo-Político de América Latina, responsable de las peculiaridades
del problema de la droga en aquellas latitudes.
Persigue:
- Superar los enfoques clásicos que resultan ineficaces en las circunstan-
cias latinoamericanas.
- Educar y mejorar las condiciones de vida de los pequeños narcotrafi-
cantes que, más que delincuentes, son víctimas del analfabetismo y la
pobreza.
- Modificar los factores sociopolíticos, económicos y culturales que ori-
ginan y perpetúan el consumo de drogas.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
Estrategia formativa
Si la educación sobre drogas parece ser la vía más eficaz para prevenir su abu-
so, la necesidad de formación de profesionales y mediadores se convierte en
una de las medidas preventivas más urgentes y necesarias. Se trata de una
forma de intervención que, lejos de medidas represivas o amenazadoras, se
centra en el ser humano, con la intención de lograr que éste, por decisión y
control propio, prescinda libremente del uso de drogas.
Metodológicamente requiere:
Las experiencias que se buscan con la droga, las carencias y las motivaciones
que llevan a consumirlas son muy variadas. Consecuentemente, las alternati-
vas sugeridas también deberán ser numerosas y diversas, abarcando el ámbito
de lo físico, sensorial, emocional, evolutivo, intelectual, social, etc.
33
Sustancias
CANNABINOIDES
• Origen y variedades.
Los cannabinoides son compuestos derivados de la planta denominada
Cannabis sativa, que se cultiva en amplias extensiones de clima cálido y
seco como Oriente Medio y Lejano, gran parte de África, zonas centrales
del Norte y Sur de América, etc.
• Reseña histórica.
Se ha cultivado durante siglos tanto por la fibra del cañamo como por sus
propiedades psicoactivas y su supuesta utilidad clínica.
La referencia más antigua procede de China y data del año 2737 a.c. Se
recomendaba su uso para afecciones tan diversas como reumatismo, ma-
laria, beri-beri, insomnio, transtornos oculares, menstruación, etc.
• Vía de administración.
Puesto que el THC no es soluble en agua, las únicas formas de consumo
posibles para el hombre son la ingestión y la inhalación. Normalmente
se fuma mezclado con tabaco en cigarrillos hechos a mano. El humo del
cannabis alcanza altas temperaturas, por lo que sus usuarios insertan en
el cigarrillo grandes filtros con el fin de evitar quemaduras en la gargan-
ta.
• Efectos.
Sus efectos, de rápida aparición. varían según las dosis, el tipo de canna-
bis, el estado de ánimo del individuo, sus expectativas, ... .
Inmediatos.
Inicialmente, dosis bajas pueden producir sensaciones placenteras de
36 calma y bienestar, aumento del apetito, euforia, locuacidad, taquicardia,
enrojecimiento de ojos, dificultades en los procesos mentales complejos
y alteraciones de la percepción temporal y sensorial. A ello le sigue una
segunda fase de depresión y somnolencia.
En dosis elevadas puede provocar confusión, letargo, percepción altera-
da de la realidad y, de manera más inusual, estados de pánico.
A largo plazo.
Destaca el denominado “síndrome amotivacional”, unido a una frecuen-
te disminución en la capacidad de concentración y de memorización.
Por otra parte, hay otro elemento de riesgo a considerar en relación con
la utilización de esta sustancia: no todo usuario de cannabis experimen-
tará necesariamente con otras sustancias más peligrosas, pero sí existe
un riesgo situacional, derivado de la inclusión en un circuito comporta-
mental de consumos y de consumos ilícitos.
OPIÁCEOS
Opio
• Origen.
El opio es el producto natural de un tipo de amapola llamada Papaver
somniferum. Se da en zonas de Medio y Extremo Oriente y, más limita-
damente, en algunos territorios americanos.
• Via de administración.
De la forma descrita se obtiene el opio crudo que, tras pasar por un pro-
ceso de refinado y transformación, puede ser fumado, comido o bebido.
• Efectos.
Inmediatos.
El consumidor manifiesta cierto grado de estimulación con aumento de
la imaginación y la locuacidad. Se trata de sensaciones de corta duración
tras las cuales la respiración se hace más lenta, los procesos del pensa-
miento y la imaginación se vuelven confusos y el sujeto sucumbe en un
sueño profundo.
Consumo crónico.
El consumo crónico produce en el individuo un deterioro notable a to-
dos los niveles: ausencia de hambre, estreñimiento severo y disminución
de los fluídos corporales; disminución de la presión sanguínea y el im-
pulso sexual; percepcron constante de frío. Aislamiento, con menoscabo
de las relaciones interpersonales ....
Morfina
• Reseña histórica.
El principal elemento activo del opio, la morfina, fue aislada al inicio del
siglo XIX por un farmacéutico alemán llamado F. Serturner. Esta sustan-
cia recibió su nombre en recuerdo al dios griego del sueño, Morfeo.
Resultó ser uno de los estupefacientes más activos que existen y un pro-
ducto con aplicación médica de gran utilidad.
• Vía de administración.
La sustancia, que se presenta en forma de polvo, tabletas o líquido, se
introduce en el organismo por vía oral o inyectada, se difunde en la san-
gre y alcanza con prontitud el tejido nervioso con el que tiene especial
afinidad.
• Patrones de consumo.
Su utilización, hoy día, se limita casi de forma exclusiva al ámbito mé-
dico.
• Efectos.
Elimina el dolor, relaja al paciente y le proporciona una sensación de
bienestar. Es por ello que se utiliza en casos graves, traumatismos o cier-
tas enfermedades terminales (algunos tipos de cáncer o síndromes de
dolor intenso).
Sus efectos son similares a los de la morfina, pero mucho menos intensos;
clínicamente se utiliza para atenuar dolores moderados y como antitusíge-
no.
Resulta poco común como droga de abuso. El riesgo de que se instaure una
dependencia es pequeño; en caso de aparecer un síndrome de abstinencia
por retirada brusca de la codeína, sus síntomas son mucho más ligeros.
Heroína
• Reseña histórica.
Dado el elevado número de adictos a la morfina y las nefastas conse-
cuencias que esa droga acarreó a la sociedad del siglo XIX, se impuso la
necesidad de encontrar una nueva sustancia con igual potencial analgé-
sico que no generara dependencia.
• Via de administración.
40 Durante mucho tiempo, la heroína se ha administrado por vía intrave-
nosa. La aparición del SIDA y su devastadora irrupción entre los heroi-
nómanos explica que la tendencia actual en los adictos noveles sea la de
fumar o aspirar el vapor del calentamiento de la sustancia.
Preparar la inyección de heroína se convirtió en todo un ritual: sobre una
cuchara o similar se coloca la droga en polvo, se mezcla con agua, con
unas gotas de zumo de limón y se pone encima de una fuente de calor
con el fin de facilitar su disolución.
• Patrones de consumo.
Mientras que en los Países Asiáticos, Norteamérica, Europa y otros luga-
res la autoadministración de heroína ha alcanzado dimensiones epidé-
micas, se puede afirmar que Latinoamérica desconoce, en general, este
problema.
• Efectos.
Inmediatos.
Durante un intervalo de 2-3 horas, tras una posible reacción inicial des-
agradable (vómitos, mareo ... ). el sujeto percibe:
- Sequedad de boca.
- Miosis (disminución del tamaño de la pupila).
- Depresión del sistema respiratorio.
- Estreñimiento.
- Disminución de la temperatura corporal.
A largo plazo.
Dependiendo de muchas variables tales como tiempo de consumo, vía
de administración, hábitos sanitarios, estilo de vida, etc; las consecuen-
cias pueden ser:
ALUCINÓGENOS
• Reseña histórica.
Se trata de sustancias ya conocidas y empleadas en el pasado; al respec-
to, existen claros testimonios que evidencian su utilización por parte de
chamanes en Siberia o de algunas tribus indias de América Central. En 43
Guatemala se conservan piedras-hongo talladas en el siglo X a.c., y restos
similares se han encontrado en el Perú.
De todas ellas, nos detendremos, siquiera sea brevemente, en la mescalina y
el LSD por ser éstos los alucinógenos más conocidos y utilizados hoy día.
Mescalina
Es una sustancia psicoactiva procedente del cactus del peyote, originario de
las zonas desérticas de México.
Los efectos suelen ser similares a los del LSD, descritos a continuación.
• Fuente.
Se trata de un producto sintético extraído del cornezuelo del centeno
(Claviceps purpúrea). Se fabrica de forma clandestina a partir de precur-
sores químicos y de una buena formación en conocimientos técnicos.
• Reseña histórica.
Los primeros experimentos se remontan a los años 40 y consistieron en
un intento de facilitar la terapia a determinados pacientes. Desde enton-
ces, con dosis bajísimas, se siguió utilizando para combatir algún tras-
torno como el alcoholismo crónico, anomalías sexuales, etc., hasta que se
comprobó que los efectos producidos eran imprevisibles y no se podían
controlar de manera adecuada.
El uso ilegal de esta droga se generalizó a partir de los años 60-70 aso-
ciado a la llamada “contracultura”: los seguidores de este movimiento,
prendados de las experiencias que habían vivido tras la ingesta de LSD,
lo difundieron entre los universitarios norteamericanos, grupos de mú-
sica pop, ambientes literarios, etc.
Inmediatos.
- Sensación de mayor agudeza sensorial (colores más brillantes, soni-
dos que eran imperceptibles se convierten en audibles, se “escuchan
los colores”, “se visualizan las notas musicales”, ... ).
- Dificultad de concentración, de control del pensamiento y disminu-
ción de la capacidad de recordar.
- Alteración de la noción temporal y espacial.
- Se reduce la coordinación muscular y la percepción del dolor.
- Fluctuaciones del humor.
- Presencia de alucinaciones: pueden ir desde la percepción de alguna
imagen que simplemente no existe, hasta la completa inmersión del
sujeto en un mundo irreal.
- Experiencias místicas, profundo sentimiento de alegría, de paz, de
sintonización y unión con los demás, etc.
A largo plazo.
No hay datos contundentes en cuanto a las secuelas de tipo físico pro-
ducidas por el consumo de LSD; sí existen, en cambio, en lo referente a
trastornos psicológicos como depresión, ansiedad, psicosis, etc.
Otro riesgo asociado al consumo de LSD, guarda relación con las alu-
cinaciones que vive el sujeto. Se conocen casos de muerte en los que la
víctima, bajo los efectos de esta droga, saltó de un edificio argumentando
que “podía volar”, o se colocó en la vía férrea porque “debía detener el
tren”.
PSICOFÁRMACOS
Con este título genérico nos referimos a sustancias que afectan al sistema
nervioso central y que se producen en laboratorios farmacéuticos en canti-
dades industriales y con diversas presentaciones (barbitúricos, benzodiace-
pinas, anfetaminas) etc.
Barbitúricos
• Reseña histórica.
Desde que en 1863 Van Baeger sintetizó el ácido barbitúrico, se han in-
vestigado más de dos mil quinientos derivados de esa sustancia. Duran-
46 te mucho tiempo, barbitúricos y opiáceos fueron las únicas sustancias
disponibles para calmar la ansiedad o la agitación de algunos pacientes
psiquiátricos.
• Efectos.
Todos los barbitúricos son depresores del sistema nervioso central; sin
embargo, existen distintas variedades (larga, media y corta duración)
que difieren de forma significativa en lo referente a sus efectos, vida me-
dia y toxicidad.
Benzodiacepinas
Constituyen el grupo de fármacos más útiles y de mayor aceptación para el trata-
miento de los estados de ansiedad. Dado que su margen de seguridad es mayor y
que presentan menos efectos secundarios, han reemplazado a los barbitúricos.
• Efectos.
Tienen una acción ansiolítica, mejoran el rendimiento del paciente e in-
ducen un estado de relajamiento muscular y somnolencia. En ocasiones
producen desinhibición, mostrándose el usuario locuaz, excitable o in- 47
cluso agresivo.
- Aumento de la ansiedad.
- Insomnio.
- Irritabilidad.
- Náuseas.
- Dolor de cabeza y tensión muscular.
- Temblor y palpitaciones.
- Disforia.
- En casos graves: convulsiones y “estatus epilépticus”.
Anfetaminas
• Reseña histórica.
Se trata de sustancias producidas de forma sintética en laboratorio. Esta
práctica surgió a finales del siglo pasado en Alemania, donde se sintetizó
por primera vez la llamada Bencedrina, muy popular en la década de los
30 para tratar problemas de asma.
• Efectos.
Como ocurre con otras drogas, la acción de estas sustancias varía de ma-
nera considerable entre individuos, ambientes y circunstancias. Pese a
ello, se pueden citar como efectos más comunes los siguientes:
Inmediatos.
Sensación de euforia que se manifiesta con excitación nerviosa, insom-
nio, locuacidad, aumento del grado de confianza y de autosatisfacción,
agitación, en ocasiones agresividad, ausencia de apetito y de fatiga e hi-
peractividad. Una de las acciones propias de las anfetaminas es la capa-
cidad que tienen de incrementar el nivel de atención y concentración
en tareas concretas, y ésta es la razón, por la que su uso ha estado tan
difundido en el ámbito estudiantil.
A largo plazo.
El uso de este fármaco da lugar a depresiones severas, alta tolerancia y
dependencia psicológica que provoca en el individuo un fuerte deseo de
la sustancia y una necesidad imperiosa de consumirla. La característica 49
más acusada es la aparición del cuadro denominado psicosis tóxica an-
fetamínica, que se caracteriza por hiperexcitabilidad, temblor, ‘síntomas
delirantes y alucinatorios, etc. Con frecuencia se confunde con la esqui-
zofrenia.
DROGAS DE SÍNTESIS
Bajo esta denominación se hace referencia a un amplio grupo de sustancias
psicoactivas con las siguientes características comunes:
• Patrones de consumo.
Según el Plan Nacional de Drogas, la tendencia predominante en España es:
Todas son derivados anfetamínicos con una composición química que los
aproxima a la mescalina (un conocido alucinógeno), combinación que ex-
plica la singularidad de sus efectos.
• Reseña histórica.
El MDMA, tiene a sus espaldas un largo recorrido, en 1914 fue patentado
en Alemania por los laboratorios Merck como supresor del apetito, pero
nunca se llegó a comercializar. Quedó relegado hasta la década de los
50, época en que se rescató con fines experimentales: (interrogatorios,
psicoterapias).
• Procedencia.
Hasta la fecha, los principales productores son europeos. No obstante,
tanto el material como los conocimientos necesarios para su elaboración
son muy elementales, lo cual facilita su producción casi en cualquier lu-
gar.
• Formas de consumo.
Como ya se ha adelantado, el éxtasis puede caracterizarse como una dro-
ga social. Su resurgir ha venido acompañado de un halo de inocuidad y
una clara asociación con los estilos de vida juveniles. Por contra, la ONU 51
ha manifestado su temor de que las drogas de síntesis se conviertan en
el siglo XXI en un importante problema de salud pública a escala mun-
dial.
• Vía de administración.
Normalmente se toman por vía oral en forma de tabletas, cápsulas o pol-
vos; las primeras son las de uso más extendido y se presentan en una
gran variedad de tamaños, formas y colores con el fin de hacerlas más
atractivas y comerciales.
• Efectos.
Teniendo en cuenta que casi nunca se sabe con precisión cuales son los
componentes de lo que se vende como éxtasis, y por tanto sus efectos
pueden variar de forma considerable, se pueden enumerar como conse-
cuencias más frecuentes del consumo de MDMA las siguientes:
De índole fisiológica:
Actúan sobre el corazón provocando taquicardia, arritmia, hipertensión
y aumento de la frecuencia cardiaca; sequedad de boca, sudoración, con-
tracción de la mandíbula, temblores, vértigo, deshidratación, hiperter-
mia, sobreestimulación (aumento del estado de alerta, insomnio, ...).
De índole psicológica:
Ansiedad, irritabilidad, sensación de euforia, locuacidad, vivencia de
energía física y emocional, mejora de la autoestima, emotividad desinhi-
bida y mayor facilidad para las relaciones sociales.
Hasta tal punto se trata de experiencias efímeras, que entre los estudian-
tes norteaméricanos de la década de los 80 era frecuente encontrar cami-
setas con el siguiente mensaje: “don’t get married for 6 weeks after X” -no
te cases hasta seis semanas después de haber tomado éxtasis-
No se han podido establecer con rigor las secuelas a largo plazo del con-
sumo de MDMA. No obstante, se pueden citar los siguientes efectos resi-
duales: confusión mental, agotamiento, fenómenos recurrentes (posible
flash-back, al que ya se ha hecho referencia), cambios bruscos del humor,
52 alteraciones hepáticas y cardiovasculares, etc.
INHALANTES
• Patrones de consumo.
El abuso, tal y como lo conocemos en la actualidad, surgió en los años
50 en EE.UU., extendiéndose a partir de entonces por el resto del mun-
do. Suaparición correlaciona con la pobreza, el abandono y la margina-
lidad.
Como indican Beneit, J.V. y otros (1990), la corta edad con que se inicia
el abuso, la rápida expansión de este hábito y la inmadurez intelectual
de sus consumidores, obligan a considerar el problema como potencial-
mente muy grave, tanto para el sujeto como para la sociedad en que éste
se desenvuelve.
• Vía de administración. 53
La vía de administración es por inhalación; lo más común es vertir el
producto en una bolsa de plástico y, ajustando el orificio en la boca y
nariz, aspirar los vapores que se desprenden.
• Efectos.
Inmediatos.
Con exaltación del humor, euforia y alegría, ocasionales alucinaciones y
trastornos de la conducta (agresividad, hiperactividad motora, ...). Pa-
sados estos efectos iniciales, aparece una depresión del Sistema Nervio-
so Central, somnolencia y confusión. Si la inhalación continúa, puede
alcanzar una intoxicación grave semejante a la embriaguez etílica, con
amodorramiento profundo e incluso pérdida de conciencia. A ello se
unen síntomas no buscados por el consumidor como naúseas, vómitos,
tos, lagrimeo, etc.
A largo plazo.
Se produce palidez y fatiga permanente, una disminución de la memo-
ria y de la concentración, pérdida del equilibrio, depresión, irritabilidad,
conducta agresiva, anomalías hepáticas, afecciones renales, pulmonares
y cardiacas, neuropatías, etc.
DERIVADOS DE LA COCA
La planta, que puede ser productiva hasta treinta o cuarenta años, per-
mite recoger cuatro o cinco cosechas al año en condiciones favorables.
Salvo un pequeño porcentaje que se dedica al consumo interno o a la
exportación legal; la mayoría de la producción se destina a elaborar co-
caína y al narcotráfico.
• Reseña histórica.
Diversos hallazgos arqueológicos permiten afirmar que su uso es ances-
tral: ya existieron consumidores de hoja de coca en Ecuador y Perú hacia
el año 3000 a.c. Citando al colombiano (Pérez, A. 1987), “en toda región
Andina, desde el norte de Chile hasta la Sierra Nevada de Santa Marta, e
incluso en Panamá y Nicaragua, la coca jugó un papel importante en las
culturas nativas y se la involucró en los mitos, en las celebraciones y en
las prácticas mágicas; fue rodeada de tabúes y de prohibiciones estrictas,
y su uso fue limitado a ciertas capas sociales y a determinadas circuns-
tancias”.
En los años siguientes, el interés por la sustancia fue cada vez mayor; en
una época en que la farmacología era una ciencia incipiente y las restric-
ciones legales eran pocas o nulas, pronto se comercializó a gran escala
convirtiéndose en ingrediente fundamental de productos como el vino
tónico de Angelo Mariani, innumerables medicinas caseras e, incluso,
se constituyó en un componente más de la popular Coca-Cola durante
diecisiete años.
• Origen.
La producción de la cocaína es sencilla y los pasos a seguir están bien de-
finidos: básicamente se transforman las hojas de coca en pasta de cocaína
y después, ésta en clorhidrato. La elaboración de cocaína es posible con
el auxilio de unas sustancias químicas, llamadas precursores, entre las
que se encuentran el éter, ácido sulfúrico, gasolina, etc.
PASTA DE COCA
Tras macerar en agua las hojas de coca, éstas se tratan con determinados
productos (sobre todo solventes y ácido sulfúrico) obteniéndose de esta ma-
nera la “cocaína cruda”, también llamada pasta de coca, “pitillo” en Bolivia,
“baserolo “ en Ecuador, “basuca “ en Colombia y en España, etc.
• Patrones de consumo.
Las demandas en los centros de tratamiento y las intervenciones policia-
les permiten inferir que el fenómeno afecta:
58 Salvo en casos muy extremos, la mayor parte de estos síntomas son re-
versibles si concurren una abstención total y un tratamiento adecuado.
Clorhidrato de cocaína
• Patrones de consumo.
Durante mucho tiempo la cocaína se popularizó entre las clases sociales
más acomodadas e influyentes. Sus efectos, la creencia de que se trata de
una droga “segura” y la aparente ausencia de riesgos al consumirla le han
valido sobrenombres como “la droga de los ejecutivos”, “el champán o
caviar de las drogas”, “el polvo de oro”, etc.
• Efectos.
Inmediatos.
Dosis moderadas de cocaína producen:
- Insomnio, agitación.
- Ansiedad intensa y agresividad.
- Ilusiones y alucinaciones.
- Temblores y movimientos convulsivos.
A largo plazo.
- Complicaciones psiquiátricas: irritabilidad, crisis de ansiedad, dismi-
nución de la memoria y de la capacidad de concentración. Mención
especial merece la llamada “psicosis cocaínica”; consiste en un brote
de ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión,
pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, cuadros alucinatorios,
etc.
- Apatía sexual o impotencia.
- Trastornos nutricionales (bulimia y anorexia nerviosa).
- Alteraciones neurológicas (cefáleas o accidentes vasculares como el
infarto cerebral).
- Cardiopatías (arritmias).
- Problemas respiratorios (disnea o dificultad para respirar, perfora-
ción del tabique nasal, ... )
- Importantes secuelas sobre el feto durante el embarazo (aumento de
la mortalidad perinatal, aborto y alteraciones nerviosas en el recién
nacido).
- Los datos respecto a la dependencia física y la tolerancia de la cocaína
no son concluyentes. Sin embargo sí se puede afirmar con rotundidad
que el grado de dependencia psicológica es uno de los más elevados
entre las diferentes sustancias psicoactivas.
La llamada base libre fue una forma de consumo iniciada en los años 70
y muy popular en EE.UU. a finales de esa década (“free base house “). Sin
embargo, las complicaciones de su utilización, la peligrosa elaboración del
producto “el éter es muy inflamable”, y su elevado precio hicieron que esta
práctica no se generalizara. Hacía 1980, su uso estaba restringido a determi-
nados sujetos que la elaboraban a nivel particular para su propio consumo.
Una pequeña variación en el proceso de producción dio lugar al surgimien-
to del “crack” o “rock”, de efectos similares y, en cambio, de uso mucho más
sencillo que la base libre.
60
La vía más normal de consumo es a través de la aspiración de los vapores de
la combustión o fumándolos .
• Efectos.
Son semejantes a los del clorhidrato de cocaína pero mucho más poten-
tes y con más riesgos para el individuo.
• Fuente.
Al hablar de alcohol nos estamos refiriendo al etanol, de fórmula quími-
ca CH3 CH2 OH, que es el principal componente de las bebidas alcohó-
licas; éstas se obtienen por fermentación o destilación. Según se trate de
un procedimiento u otro, se conseguirán bebidas de diferente gradua-
ción; así por ejemplo, vinos, cervezas o champán surgen a partir de la
fermentación de frutas o granos, mientras que habrá que recurrir a la
destilación para lograr ginebra, whisky, ron, etc.
• Reseña histórica.
Las bebidas alcohólicas han sido conocidas y utilizadas por el hombre
desde tiempos inmemoriales. La llamada hidromiel -mezcla fermentada
de agua y miel- y la cerveza se han consumido de forma casi universal
hace miles de años. Valgan, pues, como reseñas históricas los siguientes
ejemplos:
Se conservan restos del año 2200 a.c. que evidencian cómo se recomen-
daba la cerveza a mujeres en estado de lactancia. El código del rey babi-
lonio Hamurabi amparaba a los bebedores de cerveza y vino de palma, y
hacía ejecutar a la tabernera que rebajara la calidad de la bebida.
• Patrones de consumo.
El alcoholismo es la primera toxicomanía en muchos países del mundo.
Afecta a un gran número de individuos, en general adultos, pero también
y cada vez más los adolescentes van viéndose afectados, no solo por pro-
cesos de alcoholización sino también por problemas relacionados con
los consumos de alcohol, aunque no medie la dependencia (accidentes,
problemas familiares, escolares, intoxicaciones graves ... ). Es la droga
más consumida en todos los tramos de edad, en los dos sexos y en casi
todos los grupos sociales.
Con respecto a los más jóvenes, esta sustancia se consume muy por de-
lante de otras drogas ilegales. Ante lo que ellos consideran un uso espo-
rádico del mismo, puede afianzarse una alcoholización precoz, dado que
las dependencias alcohólicas más graves se inician a esas edades.
• Efectos.
El marcado carácter social que presenta esta droga y la gran aceptación
de la que goza permite que se cataloguen como normales patrones de
consumo que, en verdad, son claramente desmesurados. Éstos generan
una serie de efectos adversos de muy diversa índole que pueden clasifi-
carse como sigue:
Orgánicos 63
Transcurridos pocos minutos tras la ingesta del alcohol, éste pasa al to-
rrente sanguíneo donde puede llegar a mantenerse durante varias horas y
desde el cual ejerce su acción sobre los diversos órganos del cuerpo.
El etanol afecta a todo el organismo, sin embargo uno de los órganos más
perjudicado es el hígado; éste cumple con la misión de transformar el
alcohol en otras sustancias que no resulten peligrosas para el sujeto, pero
tiene una capacidad limitada: puede metabalizar entre 20 y 30 gramos de
alcohol por hora y mientras tanto la bebida circula por la sangre dañan-
do al resto de órganos por los que pasa.
Psicológicos
El alcohol afecta a los centros superiores del cerebro o, lo que es igual, a
los sentimientos, reflexión, memoria, atención y control social.
Sociales
En el núcleo familiar, el alto grado de alcoholismo produce la pérdida
de responsabilidad, desestructuración, aparición de crisis, malos tratos,
etc.
TABACO
• Fuente.
El tabaco es una planta del género nicotiana del que existen más de cin-
cuenta especies diferentes; dentro de éstas es la Nicotina tabacum la que
suscita mayor interés.
• Reseña histórica.
66 El tabaco era conocido y utilizado en amplias zonas del continente ame-
ricano antes de la llegada de los españoles. “Bebida, comida o fumada,
esta planta interviene en ceremonias religiosas, ritos de pasaje y uso co-
tidiano desde la cuenca del Mississipi hasta la Patagonia, y cuando falta
el tabaco muchos aborígenes dicen que la tribu es pobre” (Escohotado,
A. 1994).
Al partir del siglo XVIII, las prohibiciones cesan y el uso del tabaco crece
de forma gradual. A lo largo del siglo pasado, el cigarrillo se aceptaba
socialmente y con la revolución industrial, que facilitó la fabricación de
cigarros manufacturados a gran escala, se difunde y arraiga este hábito.
Como es sabido, son muchas las razones que han contribuido a su ex-
pansión: los grandes intereses económicos de los países productores y
empresas multinacionales, las propias características de las sustancias, el
tremendo despliegue publicitario que acompaña su difusión, etc.
Nicotina:
Es el alcaloide responsable de la mayor parte de los efectos del tabaco so-
bre el organismo y el que da lugar a la dependencia física. La vida media
de la nicotina en la sangre es menor de 2 horas, y según se reduce su con-
centración aparecen los síntomas que alertan al fumador despertando en
él el deseo de un nuevo cigarrillo.
Los irritantes:
El humo del tabaco contiene muchas sustancias irritantes como acro-
leína, fenoles, peróxido de nitrógeno, ácido cianhídrico, amoníaco, etc.,
que son responsables de la constricción bronquial, de la estimulación de
las glándulas secretoras de la mucosa, y de la tos típica del fumador, en
definitiva de la alteración de los mecanismos de defensa del pulmón.
Monóxido de carbono:
Se trata de un gas incoloro de elevado poder tóxico que se encuentra en
una concentración elevada en el humo del tabaco. Tiene una gran afini-
dad para combinarse con la hemoglobina, disminuyendo la capacidad de
la sangre para transportar oxígeno.
• Efectos.
Fumar un cigarrillo da lugar a una elevación del ritmo cardiaco, la fre-
cuencia respiratoria y la tensión arterial, lo que produce un aumento del
“tono” del organismo.
Aparato respiratorio:
El humo del tabaco produce una acción irritante sobre las vías respira-
torias, lo que provoca una mayor producción de moco y dificultad para
eliminarlo. La irritación contínua da lugar a la inflamación de los bron-
quios (bronquitis crónica). Las secreciones dificultan el paso del aire lo
que origina obstrucción crónica del pulmón y serias complicaciones (en-
fisema pulmonar).
Aparato circulatorio:
El tabaco es un factor de riesgo importantísimo en lo referente a enfer-
medades cardiovasculares; su acción provoca la aparición de arterioscle-
rosis y esta lesión favorece el desarrollo de trastornos vasculares (ejem-
plo: trombosis e infarto de miocardio).
Tabaco y gestación:
Numerosos estudios han evidenciado que el tabaquismo materno influye
en el crecimiento fetal, de manera especial en el peso del recién nacido.
- Úlceras digestivas. 69
- Aparición de faringitis y laringitis, afonía y alteraciones del olfato.
- Pigmentación de lengua y dientes así como disfunción de las papilas
gustativas, etc.
- Cáncer de estómago y de la cavidad oral.
Factores de riesgo
Se denominan factores de riesgo a aquellas circunstancias o características
personales y ambientales que, relacionadas con la droga, aumentan la proba-
bilidad de que una persona la consuma.
CARACTERÍSTICAS Y PRECISIONES
Para exponerlos, es necesario partir de los tres elementos sobre los que se
asienta el consumo de drogas; así encontramos factores de riesgo relacionados
con la sustancia, con el propio individuo y con el contexto.
Además, cuanto más joven sea la persona que experimenta con drogas, más
probabilidades tiene de sufrir las secuelas relacionadas con su consumo.
- El modelado familiar.
- El estilo educativo.
- El clima afectivo.
El modelado familiar 73
La observación directa y el modelado pueden ser procesos por los que se
adquiere una conducta.
- Estilos educativos.
- Grado de integración escolar.
- Modelado del profesor.
Estilos educativos.
Los mecanismos por los que éste ejerce su influencia son fundamental-
mente dos:
Presión de grupo.
• De carácter macrosocial.
El tiempo de ocio.
Factores socio-ambientales.
La información sobre drogas ofrecida por los MCS con frecuencia presen-
ta las siguientes características:
-Victimismo.
En ocasiones se magnifica la droga como verdadera causa (e incluso la
única) de la adicción. Así el drogodependiente no es más que la víctima
de los efectos de la sustancia o, como mucho, de las características de su
entorno (desempleo, falta de alternativas, etc.)
-Visión represiva.
La noticia sobre drogas tiene como protagonista básico a la policía y
su contenido relata preferentemente acciones represivas. Las catego-
rías de prevención, sanidad, enfermedad, estudios, informes, ... des-
piertan escasísima atención por parte de la TV. que, por el contra-
rio, privilegia el universo policial y judicial o, en todo caso, el político.
La publicidad.
En tal sentido, una parte de los mensajes publicitarios actuales tiene por
objeto la promoción del consumo de tabaco y bebidas alcohólicas, por ser
éstas drogas lícitas, susceptibles de operaciones de libre mercado.
80
Principales características
de la intervención
preventiva en los ámbitos
escolar, familiar y
asociativo
ÁMBITO ESCOLAR
81
Con esa finalidad se propone un modelo de intervención escolar que conside-
re las siguientes puntualizaciones:
ÁMBITO FAMILIAR
- Por una parte, en el seno del propio núcleo familiar, apoyando el desa-
rrollo de sus componentes y favoreciendo su proceso de independen-
cia y autonomía.
83
- Por otra, en la propia comunidad, colaborando como “mediadores so-
ciales” a través de asociaciones culturales, escolares, deportivas, bené-
ficas, vecinales, etc. Todo ello contribuye a mejorar las condiciones de
vida del barrio y de la propia ciudad.
ÁMBITO ASOCIATIVO
84
cionalidad y estructuración aunque, en este caso, no responda a una finalidad
universal recogida en la ley.
En prevención secundaria:
Las asociaciones que surgen con distinta naturaleza, en torno a colectivos
de riesgo en el consumo de drogas, cumplen un papel primordial en su
detección para la derivación a centros especializados en caso de requerirlo
y en la reducción de factores de riesgo y generación de alternativas al con-
sumo en estos sujetos.
En prevención terciaria:
Desde las asociaciones se facilita la socialización de sus miembros y desde
ahí son instrumentos potencialmente positivos para la integración e in-
corporación social de individuos que, en momentos anteriores, han tenido
problemas con las drogas.
86
Pasos en la elaboración
de proyectos en materia
de prevención
Si la puesta en marcha de cualquier proyecto preventivo es una consecuencia
del deseo de mejorar el entorno en el que estamos insertos, el análisis de esa
realidad se convierte en paso previo y obligado de toda intervención.
• Fundamentación.
Justifica por qué se va a emprender determinada acción preventiva. Refleja
las necesidades que se detectaron en el análisis de la realidad.
87
Expresa la finalidad de un proyecto y enuncia la estrategia de interven-
ción.
• Naturaleza.
Identifica, a modo de resumen, la idea del proyecto.
• Objetivos.
Definen los logros que se pretenden alcanzar con la acción preventiva, dis-
tinguiendo objetivos generales, específicos y operativos.
• Destinatarios.
Delimita y define la población diana sobre la que se quiere intervenir.
• Metodología.
Constituye los principios que orientan la actividad que se va a realizar.
También se incluyen en este epígrafe la enumeración de tareas a llevar a
cabo para conseguir lo programado.
• Sistema de evaluación.
Permite emitir un juicio de valor respecto a la eficacia y efectividad del
proyecto y de los resultados obtenidos.
• Calendarización.
Recoge los plazos en el diseño, realización y supervisión del mismo .
88
• Localización.
Delimita el lugar de realización además de aquellos ámbitos de los que
precisamos en función de la naturaleza del programa, por ejemplo redes
de comunicación, instituciones públicas o privadas cercanas, etc.
89
Bibliografía.
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ción caminos. Cali.- Ed. Corporación Caminos.
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