comportamiento organizacional
Así, las compañías encuentran complicado cumplir su doble misión, que no es más que
responder a los cambios del entorno para satisfacer las necesidades de los distintos
grupos de interés y a la vez garantizar una cierta estabilidad interna que le permita
pervivir por muchos años.
Por lo tanto, el comportamiento organizacional nos debe poder explicar qué hace la
empresa y cómo lo hace, cómo se organiza para ello y qué recursos moviliza, quién
hace cada cosa en la organización y qué tareas, actividades y procesos se llevan a cabo,
cómo se ejecutan las diferentes acciones y cómo se controlan.
Por ello, el análisis del comportamiento organizacional exige una mirada profunda sobre
el qué es la organización y su relación entre sus diferentes partes, así como su relación
con el resto de los grupos de interés externos, sin olvidar su parte más puramente
funcional.
Esto exige que para estudiar el comportamiento organizacional, lo hagamos desde una
serie de perspectivas que nos van a facilitar su conocimiento.
Perspectivas de análisis del comportamiento organizacional
Digamos que es la parte que mueve el negocio desde el ámbito más funcional. Es el
motivo primero por el que existe la empresa y por el que subsiste. Es lo que entrega y
cómo lo entrega.
+Perspectiva cultural: también esta perspectiva está relacionada con lo social. Como en
toda sociedad, en la empresa existen unos valores y una subcultura que aportan el marco
en el que se desarrollan los trabajadores. En tanto en cuanto ese marco sea coincidente
con los valores de cada individuo que forma la organización, esta logrará menor
rotación y mayor compromiso.
Esta perspectiva es muy importante porque son estas relaciones las que mueven a
menudo la organización más allá de las meramente jerárquicas que están sobre el papel
en el organigrama.
+Perspectiva relacional externa: en esta perspectiva, por último, miramos hacia fuera y
vemos cómo se comporta la organización en su relación con los distintos grupos de
interés (proveedores, distribuidores, competidores, clientes, organizaciones,
instituciones y gobierno, medios de comunicación, accionistas, etc.)
Para finalizar este artículo, y una vez que hemos visto cómo conocer el comportamiento
organizacional de la empresa, debemos impulsar los cambios necesarios para que se
adapte a la estrategia.
Para ello, el primer paso es incluir estas perspectivas en los análisis internos y externos
propios de un plan estratégico o de un plan de negocio.
En esas líneas estratégicas deben estar marcadas las políticas a seguir con respecto al
comportamiento organizacional. Por ejemplo, puede que en nuestro análisis
detectáramos un déficit de conocimiento de los valores que deben dominar la
organización; esto daría lugar a una línea estratégica de trabajo que sería la de mejorar
el conocimiento y la implicación organizacional de los miembros de la empresa con
respecto a los valores culturales dominantes.
Así, por ejemplo, RRHH podría llevar a cabo actividades relacionadas con creación de
espacios de conocimiento y de compartir experiencias para hacer que esos valores vayan
calando.