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Alumno: Leandro Martín Polack

D.N.I: 94.107.854

E-mail: leandropolack@me.com

Fecha: 28/6/18

Comisión: Nicolas Lavagnino

Cuatrimestre: Primero

Materia: Filosofía de la Historia

Año: 2018
¿Es posible analizar la filosofía especulativa de la historia con los elementos de la
teoría literaria y la narrativa? ¿En ese caso, cuales serían los elementos y las estrategias
que nos puede dar la teoría literaria para entender mejor la filosofía especulativa de la
historia y aquellas historias construidas con esta visión?
Para responder estas preguntas, primero debemos entender en detalle qué es la
filosofía especulativa de la historia y cuáles son sus características esenciales que la
distinguen.
La filosofía especulativa o substantiva de la historia es una de las dos formas que
Danto identifica respecto de cómo se construye el relato histórico. Esta forma de hacer
historia no solo busca hacer un análisis de los eventos pasados, sino que busca organizar
los hechos pasados, presentes y futuros en cuestión de un fin último. Lo que caracteriza a
las filosofías especulativas de la historia es su carácter teleológico. La historia se analiza
como un conjunto con un significado que mueve cada acontecimiento:

De forma parecida, se podría aducir, una teoría histórica que


realmente tuviera existo iría mas allá de los datos reunidos
por la historia, no solamente reduciéndolos a una pauta, sino
prediciendo y explicando, todos los acontecimientos futuros.
Se podría decir entonces que ése es el sentido en que la
filosofía substantiva de la historia tiene que ver con el
conjunto de la historia: todo el pasado y todo el futuro, la
totalidad del tiempo. 1

Esto lo que significa es que cada evento histórico pasado, presente y futuro se orienta con
respecto hacia un fin, hacia un telos que da un significado, una razón de ser a dichos
eventos: “En lo que sigue, la expresión filosofía de la Historia quiere significar una
interpretación sistemática de la historia universal, de acuerdo con un principio según el
cual los acontecimientos históricos se unifican en su sucesión y se dirigen hacia un
significado universal.” 2. Löwith menciona a la historia judeo-cristiana, a la historia

1 Danto, A., “Filosofía sustantiva y analítica de la historia”, en Narracion y conocimiento,


Prometeo, 2014, Pág. 35.
2 Karl Löwith, El Sentido de la Historia, Ed. Aguilar, Pág. 7.

2
marxista, la historia hegeliana, entre otras, como grandes ejemplos de este modelo de
hacer y construir el relato historiográfico:

…cuya conciencia historia esta ciertamente determinada por


una situación escatológica, de Isaías a Marx, de San Agustín
a Hegel, y de Joachim a Schelling. La significación de esta
visión de un fin ultimo, como finis y telos, es que suministra
un esquema de orden y significación progresivas, un
esquema que ha sido capaz de superar el miedo de los
antiguos a la fatalidad y a la fortuna. 3

En la obra de Hayden White, sobretodo en textos como Metahistoria y El


contenido de la forma podemos encontrar un vinculo muy fuerte entre narrativa e
historiografía, y por lo tanto, entre teoría literaria e historiografía. En Metahistoria en
particular, también podemos encontrar una serie de herramientas que White nos muestra
para poder analizar las obras historiográficas.
Para White, el acto de narrar es algo natural del hombre, completamente central a
la cuestión de la cultura, al entendimiento de la misma. Esto se debe a que ésta intermedia
entre nosotros y el mundo. La narrativa nos ayuda a comprender nuestra realidad y a
relacionarnos con ella, lo cual la hace inevitable (a tal punto que es mayor el problema
cuando hay una ausencia de narración que cuando hay narrativa).

Plantear la cuestión de la naturaleza de la narración es


suscitar la reflexión sobre la naturaleza misma de la cultura
y, posiblemente, incluso sobre la naturaleza de la propia
humanidad. Es tan natural el impulso de narrar, tan
inevitable la forma de narración de cualquier relato sobre
como sucedieron realmente las cosas, que la narratividad
solo podría parecer problemática en una cultura en la que
estuviese ausente… 4

3 Karl Löwith, El Sentido de la Historia, Ed. Aguilar, Pág. 26.


4 Hayden White, El contenido de la forma, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1992, Pág. 17.

3
White no es el único que considera esto, autores como Louis Mink (quien está
fuertemente influenciado por White) coincide en este punto en el que la narrativa es
central a la naturaleza humana y al desarrollo cultural: “…no es solo un problema técnico
para escritores y críticos, sino una forma primaria e irreductible de la comprensión
humana, un ítem del sentido común.” 5. De hecho Mink lo lleva aun mas lejos diciendo
que la narrativa es la actividad más natural y mas común del hombre: “En definitiva, si
bien los tipos de relatos varían amplia y significativamente de una cultura a otra, la
narración de relatos es la actividad humana mas ubicua…” 6.
Teniendo en cuenta a la narrativa como elemento central de la cultura y del
conocimiento básico del ser humano, White se pone a si mismo el objetivo de establecer
la relación entre la narrativa y la historiografía. A partir de un análisis formalista de las
estructuras narrativas de las obras históricas (“Mi método, en suma, es formalista.” 7;
“…más bien tratare de identificar los componentes estructurales de esos relatos.” 8)
White logra identificar una serie de elementos básicos de la obra historiográfica y de su
prosa narrativa. En primer lugar tenemos lo que el autor denomina “crónica” (el elemento
básico de cualquier relato historiográfico) y el “relato”. El elemento más básico de todos
es la crónica, lo que podría considerarse como el “átomo” de la obra historiográfica. La
crónica es una sucesión de eventos históricos ordenados en forma cronológica. Estos
eventos son simplemente eventos que por si solos y en el formato en las que se
encuentran (en el formato de la crónica) no conllevan ningún sentido. La crónica se lleva
a cabo en el momento en que se comienzan a registrar los hechos, no tiene ninguna
estructura que otorgue sentido a esta, simplemente es una sucesión de hechos organizados
en orden cronológico. Esto se debe a que no pose la estructura narrativa del relato, la cual
le otorga un sentido por tener un “principio”, un “desarrollo” y un “final”. Justamente el
relato es lo que le otorga sentido a la crónica, a ese conjunto de eventos históricos. Para
White, esta estructuración de los hechos es fundamental para la historiografía. No alcanza
con simplemente tener una crónica, con registrar los hechos, es necesario darle a esos
hechos esa estructura narrativa ya que eso la llena de significado; sino lo que tenemos es

5 Louis O. Mink, La comprensión histórica, Ed. Prometeo, Pág. 191.


6 Louis O. Mink, La comprensión histórica, Ed. Prometeo, Pág. 192.
7 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 14.
8 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 14.

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una serie de hechos aislados que no pueden relacionarse bajo ningún significado: “Los
acontecimientos no solo han de registrarse dentro del marco cronológico en el que
sucedieron originariamente sino que además han de narrarse, es decir, revelarse como
sucesos dotados de una estructura, un orden de significación que no poseen como mera
secuencia.” 9; “De acuerdo con la opinión común, la trama de una narración impone un
significado a los acontecimientos que determinan su nivel de historia para revelar al final
una estructura que era inmanente a lo largo de todos los acontecimientos.” 10. White no
esta solo en esto, autores como Danto y Mink opinan lo mismo: “Preguntarse por la
significación de un acontecimiento en el sentido histórico del término, es preguntar por
algo que sólo puede ser respondido en el contexto de un relato (story).” 11; “La función
cognitiva de la forma narrativa, entonces, no es solo relacionar una sucesión de
acontecimientos, sino corporizar un ensamble de interrelaciones de muchos tipos
diferentes como un único todo.” 12. De esta manera, White llega a la conclusión de que la
relación entre la narrativa y la historiografía se da en el momento en el que se estructura
narrativamente una crónica, generando un relato.
Teniendo este vinculo, White procede luego a dar idea de las distintas
herramientas que nos permitirían entender los elementos narrativo/estructurales del
relato. Entre estos, White identifica el modo de tramar, el modo de argumentación, el
modo de implicación ideológica y los tropos. Cada uno de estas estructura el relato de
una manera distinta, otorgando así un significado distinto al relato dependiendo que
forma se adopte en el relato.
El modo de tramar refiere al significado otorgado a la obra histórica a partir del
tipo de relato bajo el cual fue hecho este: “Se llama explicación por la trama a la que da
el “significado” de un relato mediante la identificación del tipo de relato que se ha
narrado” 13. Entre los tipos de relato según White podemos identificar cuatro formas de
construir el relato: la comedia, el romance, la tragedia y la sátira. Cada una aporta una
estructura distinta que habilita un tipo distinto de explicación y por lo tanto una forma

9 Hayden White, El contenido de la forma, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1992, Pág. 21.
10 Hayden White, El contenido de la forma, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1992, Pág. 34.
11 Danto, A. “Filosofía sustantiva y analítica de la historia”, en Narracion y conocimiento,

Prometeo, 2014, Pág. 45.


12 Louis O. Mink, La comprensión histórica, Ed. Prometeo, Pág. 203.
13 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As, 1998, Pág. 18

5
distinta de significación de los hechos históricos: “Si en el curso de la narración de su
relato el historiador le da la estructura de trama de una tragedia, lo ha “explicado” de una
manera; si lo ha estructurado como comedia, lo ha “explicado” de otra.” 14.
El segundo elemento, el modo de argumentación formal. Este elemento refiere a
la organización de la explicación de hechos históricos en virtud de una o muchas leyes de
las cuales puedan derivarse lógico/deductivamente los hechos. Esto significa que la
estructuración de la obra histórica seria en una forma de silogismo deductivo donde los
eventos históricos podrían ser deducidos lógicamente de leyes universales que las
gobiernan:

Esa argumentación ofrece una explicación de lo que ocurre


en el relato invocando principios de combinación que sirven
como presuntas leyes de explicación histórica. En este nivel
de conceptualización, el historiador explica los hechos (o la
forma que él ha impuesto a los hechos al tramarlos de
determinado modo) por medio de la construcción de una
argumentación nomológico-deductiva. Esa argumentación
puede analizarse como un silogismo, cuya premisa mayor
consiste en alguna ley supuestamente universal de
relaciones causales, la menor en las condiciones limite en
que esa ley es aplicable, y una conclusión en que los hechos
que efectivamente ocurrieron se deducen lógicamente de las
premisas por necesidad lógica. 15

Aquí White identifica también otros cuatro modos: la teoría formista; las hipótesis
organicistas, las hipótesis mecanicistas y el modo contextualista; cada una de ellas con
una serie de características particulares que permite la configuración de un relato de
manera distinta. Estas constituirían el elemento epistemológico de la estructura de la obra
histórica.
En tercer lugar tenemos la explicación por implicación ideológica. Esta refiere a
la posición ético-política del autor a la hora de narrar el relato. Todo autor se encuentra es

14 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 18.
15 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 22.

6
parte de un contexto social, político, ético, etc., que influencia el relato que este narre,
nunca puede escapar del mismo: “En mi opinión, no hay terreno extraideológico en el
cual juzgar entre las concepciones rivales del proceso y el conocimiento históricos que
las ideologías invocan.” 16. White, tomando elementos de Mannheim, integra en el
análisis de las obras historiográficas las implicancias ideológicas de los historiadores. De
esta manera White identifica cuatro preferencias ideológicas: anarquistas, conservadores,
radicales y liberales, cada una de estas cuatro correspondiendo a un modo de ver la
realidad social, los cambios sociales y el deseo o rechazo de ellas. Cabe destacar que
cuando se habla de estas, no se esta hablando en el sentido de partidos políticos, sino que
de una cuestión actitudinal respecto a la sociedad, a los cambios sociales y a la postura
que el autor toma respecto de estas, ya sea para impulsar el cambio del status quo u
oponerse a él: “A estas alturas debo subrayar que empleo los términos “anarquista”,
“conservador”, “radical” y “liberal” para designar preferencias ideológicas generales y no
como emblema de partidos políticos específicos.” 17; “Con el termino “ideología” quiero
decir un conjunto de prescripciones para tomar posición en el mundo presente de la
praxis social y actuar sobre él (ya sea para cambiar el mundo o para mantenerlo en su
estado actual)…”18. Más que posiciones políticas, podría hablarse de estas en términos de
metapolítica: “Hay, desde luego, otras posiciones metapolíticas.” 19.
Por último, White nos presenta los tropos. La tropología es una herramienta que
nos permite analizar el elemento poético-discursivo inherente al lenguaje. ¿Por qué
necesitaríamos algo como esto si estamos analizando textos en prosa narrativa? A veces
la prosa narrativa debe lidiar con conceptos, discursos, objetos, etc. que resisten una
explicación clara. Por lo tanto a través de los tropos se puede dar una explicación de
estos: “Estos tropos permiten la caracterización de objetos en distintos tipos de discurso
indirecto o figurativo. Son especialmente útiles para comprender las operaciones por las
cuales los contenidos de experiencia que se resisten a la descripción clara y racional
pueden ser captados en forma prefigurativa y preparados para la aprehensión consciente.”

16 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 36.
17 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 34.
18 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 32.
19 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 32.

7
20
. White identifica cuatro tropos distintos para el análisis de este lenguaje poético: la
metáfora, la metonimia, la sinécdoque y la ironía. Cada una de estas compromete al autor
y sus escritos con una cierta postura ontológica (lo cual también implica en cierto punto
una implicancia ideológica de algún tipo) y nos permiten analizar la forma que tiene el
autor de concebir la historia debido a la naturaleza misma de cada tropo, los cuales
asocian ideas y dan a entender conceptos de maneras distintas y construyen significados
de distinta manera: “La metáfora es esencialmente representativa, la metonimia es
reduccionista, la sinécdoque es integrativa y la ironía es negativa.” 21; “Y como base para
una teoría general del lenguaje poético, me permite caracterizar la estructura profunda de
la imaginación histórica de ese periodo considerado como un proceso de ciclo cerrado.”
22
.
De esta manera, White nos aporta no solo un vinculo fuerte entre narrativa e
historiografía, sino que también nos da una serie de herramientas teóricas para analizar la
estructura de la obra histórica. Estos elementos permiten hacer un análisis de las
estructuras de prosa narrativa de las obras históricas (los cuales usaremos ahora para
analizar la historiografía de Marx y de Hegel) y de las estructuras (y compromisos)
ontológicas de las mismas a partir del uso tropológico en cada obra.
Marx abre el Manifiesto Comunista estableciendo qué es la historia y como se
desarrolla. Para Marx, la historia, en su esencia, es la historia de la lucha de clases, la
lucha entre opresores y oprimidos: “La historia de toda sociedad, hasta el presente, es la
historia de la lucha de clases.” 23; “Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos,
maestros y oficiales, en una palabra, opresores y oprimidos, han estado enfrentándose
unos a otros en constante antagonismo…” 24. Esa lucha de clases es una que se dio desde
el inicio de la historia para Marx e incumbe todas las clases sociales de todas las
sociedades que estuviesen atravesados por las relaciones de poder estamentales (como la
lucha entre amos y esclavos, patricios y plebeyos, burgueses y proletarios, etc.). En su
obra, Marx describe no solo la lucha entre las distintas clases sociales (haciendo un

20 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 41.
21 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 44.
22 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 48.
23 Marx, K., Manifiesto Comunista, Editorial Universitaria, 1970, Pág. 5.
24 Marx, K., Manifiesto Comunista, Editorial Universitaria, 1970, Pág. 5.

8
enfoque en la lucha de burgueses y proletarios la cual era la que se estaba desarrollando
en su época), sino que también Marx describe hacia a donde apunta la historia. Para
Marx, al igual que para Hegel, la historia es teleológica y se desenvuelve con un fin
último: la abolición de la propiedad privada y de las relaciones de dominación que
someten al proletariado, el ascenso del proletariado, la abolición del estado y la
instauración del comunismo: “Su derrumbe y el triunfo del proletariado son igualmente
inevitables.” 25.
En el caso de Hegel, la historia se desarrolla unidireccionalmente y
dialécticamente con un sentido último, sentido que hay que buscar: “Debemos buscar un
fin universal, el fin último del mundo....” 26; “De esta forma la historia muestra un
movimiento dialectico…” 27. Este sentido último es la autoconciencia y la libertad del
“espíritu”. ¿Pero que es lo que Hegel refiere cuando habla de “espíritu”? El espíritu es el
concepto fundamental de la filosofía hegeliana. El espíritu es la conciencia universal de
todos los hombres que habitan el mundo. Esta conciencia habita, conoce y se autoconoce:
“La existencia del espíritu consiste en tenerse a sí mismo por objeto. El espíritu es, pues,
pensante, y es el pensamiento de algo que es, y el pensamiento de qué es y de cómo es.”
28
. El espíritu encarna el conocimiento del ser humano en un sentido global, no solo en un
sentido de lo acumulativo (como puede ser el conocimiento científico o de eventos
históricos). Es un conocimiento de si mismo, es una reflexión acerca de la condición
misma del ser humano. Y este proceso del espíritu en el cual este conoce más del mundo
y de si mismo, y por lo tanto adquiere su libertad, es lo central de la historia. La historia
para Hegel es la historia del autoconocimiento del espíritu, a partir de la cual logra
desarrollarse y así conquistar su libertad por parte del espíritu (y por lo tanto, del genero
humano en si): “La historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad –un
progreso que debemos conocer en su necesidad.” 29. Este es el sentido último el axioma

25 Marx, K., Manifiesto Comunista, Editorial Universitaria, 1970, Pág. 29.


26 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada, Buenos
Aires, Pág. 22.
27 Charles Taylor, Hegel, Ed. Anthropos, España, Pág. 338.
28 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada, Buenos

Aires, Pág. 48.


29 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada, Buenos

Aires, Pág. 58.

9
central bajo la cual la historia como proceso real para Hegel se desarrollaría: “…el fin
último del mundo, es que el espíritu tenga conciencia de su libertad y que de este modo
su libertad se realice.” 30. Todo evento histórico para Hegel se desarrolla con este fin
último como faro, y todo lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá se encamina en
pos de ese sentido que orienta todo: “…la historia universal, se desenvuelve en el terreno
del espíritu.” 31.
Observando las narrativas historiográficas de Marx y de Hegel y como ellos
construyen la historia, es posible analizar ambos relatos con las herramientas que nos
provee White (las cuales son tomadas de la teoría literaria).
En ambos, encontramos elementos tanto de la comedia como de la tragedia en el relato
histórico. Estos elementos de la comedia y la tragedia serian en principio la forma en la
cual se tramaría y se significaría tanto la historia hegeliana como la marxista. Tanto la
tragedia como la comedia según White se caracterizan por una leve liberación del
protagonista de su caída constante: “Comedia y tragedia, sin embargo, sugieren la
posibilidad de una liberación al menos parcial de la condición de la caída y un escape
siquiera provisional del estado dividido en que los hombres se encuentran en este
mundo.” 32. En el caso de la tragedia, no hay una ocasión festiva (lo cual lo distingue de
la comedia), pero si hay liberación. Para quienes sobreviven en el marco de un relato
trágico, existe una cierta liberación seguida de un aprendizaje, una epifanía que es
aprendida por el o los protagonistas:

Sin embargo, la caída del protagonista y la conmoción del


mundo en que habita que ocurren al final de la obra
trágica no son vistas como totalmente amenazantes para
quienes sobreviven a la prueba agónica. Para los
espectadores de la contienda ha habido una ganancia de
conciencia. Y se considera que esa ganancia consiste en la
epifanía de la ley que gobierna la existencia humana,

30 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada, Buenos


Aires, Pág. 58.
31 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada, Buenos

Aires, Pág. 44.


32 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 20.

10
provocada por los esfuerzos del protagonista contra el
mundo. 33

Esto se puede ver en el proceso de la autoconciencia del espíritu y en el proceso de


adquisición de las herramientas de liberación por parte de las clases oprimidas. El espíritu
hegeliano adquiere conocimiento y evoluciona en un proceso de tipo dialectico hasta
alcanzar su libertad. Este proceso dialectico (donde se pone a prueba al espíritu) implica
un esfuerzo que lo lleva lentamente hacia su autoconciencia plena y finalmente hacia la
libertad. En el caso de Marx, vemos una lucha por la libertad por parte de los oprimidos
de la sociedad, quienes también en un proceso dialectico van adquiriendo los medios para
finalmente liberarse de sus opresores y destruir los sistemas que hacen posible la opresión
de los unos por parte de otros. Estos son los elementos trágicos en cada uno. Por el lado
cómico, en el relato de Hegel podemos identificar el final de la historia (el momento en el
cual el espíritu adquirió su autoconciencia plena y así su libertad) como el momento de la
conciliación, las festividades y la calma; características esenciales de la comedia: “En la
comedia se mantiene la esperanza de un triunfo provisional del hombre sobre su mundo
por medio de la perspectiva de ocasionales reconciliaciones de las fuerzas en juego en los
mundos social y natural.” 34. Una vez que salimos de la tragedia en Hegel, entraríamos en
la comedia ya que la libertad y el fin cumplido nos llevarían a la conciliación: “La
comedia es la forma que la reflexión adopta una vez que ha asimilado las verdades de la
tragedia.” 35. En Marx la conciliación también ocurre al final de la historia, cuando ya se
ha instaurado el comunismo a nivel global y no hay relaciones de dominación entre los
hombres. Lo que vemos entonces es que la estructura trágica sirve como un “trayecto” a
través del cual se va encaminando la historia hacia su respectivo fin, el cual representaría
la reconciliación y el alivio cómico: “Para Marx, igual que para Hegel, la humanidad
alcanza la condición de una reconciliación cómica, consigo misma y con la naturaleza,
por medio de conflictos trágicos que, en sí mismos, parecen no ofrecer otra cosa que los
consuelos de una comprensión filosófica de su nobleza.” 36.

33 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 20.
34 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 20.
35 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 97.
36 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 313.

11
Respecto al modo de argumentación formal ambos autores coinciden también en
este aspecto. Ambos construyen sus modelos historiográficos con leyes y fines que
mueven la historia en un sentido y que organizan los hechos pasados, presentes y futuros:
“Además, la historia escrita de este modo tiende a orientarse hacia la determinación del
fin o meta hacia el cual se presume que tienden todos los procesos que se encuentran en
el campo histórico.” 37. Todo evento de la historia puede ser lógicamente relacionable con
el fin ultimo y las leyes ya que para ambos, todos los eventos responden a los respectivos
fines hacia los cuales se mueven los eventos históricos. Yendo a un grado más especifico,
el modo que utilizan, dentro de los cuatro modelos, ambos pueden ser vistos como
historiadores organicistas. Los historiadores organicistas según White tienden a
subsumir los eventos o entidades particulares a fines mayores que guían estas:

En el corazón de la estrategia organicista hay un


compromiso metafísico con el paradigma de la relación
microcosmo-macrocosmo, y el historiador organicista
tendera a ser gobernado por el deseo de ver las entidades
individuales como componentes de procesos históricos que
se resumen en totalidades que son mayores que, o
cualitativamente diferentes de, la suma de sus partes. 38

La bifurcación entre Hegel y Marx comienza en sus implicancias políticas y


ciertos aspectos tropológicos. Hegel era un escritor que podemos identificarlo con las
implicancias liberales de White y Mannheim.
Hegel puede ser considerado como un escritor con implicancias ideológicas
liberales (usando el termino “liberal” en el sentido metapolítico de Mannheim y White).
Se encuentra a favor del cambio que vaya a un ritmo social (en otras palabras, que se
desenvuelvan acorde al ritmo social): “…mientras que los liberales favorecen el ritmo
llamado “social” del debate parlamentario, o el de los procesos educativos y contiendas
electorales…” 39. Dicho esto, Hegel se oponía fuertemente a los cambios revolucionarios
(característico de los anarquistas). Aunque Hegel consideraba que había cambios

37 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 26.
38 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 26.
39 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 35.

12
necesarios, que aun no se había llegado al Estado ideal (en el cual coinciden las libertades
individuales con las necesidades del Estado), no estaba a favor del cambio por medio de
la revolución: “El espíritu tiene aun trabajo por hacer. Pero, mas enfáticamente, la
revolución no es el modo de hacerlo.” 40. En el aspecto tropológico de Hegel, es muy
claro la presencia de la sinécdoque y la metonimia en su escritura. Hegel en su
descripción del Estado y de la relación del hombre con este, integra tres estructuras: la
familia, la sociedad civil y por último el Estado (la cual integra a las tres): “Y Hegel
tratará tres formas de vida común en esta sección, que son colocadas también en un orden
ascendente: la familia, la sociedad civil y el Estado.”; “El estado completa este trio, ya
que ofrece una vez más una unidad más profunda, una unidad interna, como la familia.
Pero no será solo una unidad inmediata basada en el sentimiento. Más bien la unidad aquí
es mediada por la razón.” 41. Para Hegel, estas tres se integran y son visiones cada vez
más grandes de la unidad básica (la más micro siendo la familia y la más macro siendo el
Estado). De esta manera se puede ver una relación integrativa. Este tipo de relación entre
elementos es esencial de la sinécdoque: “Por el tropo de sinécdoque, sin embargo, es
posible interpretar las dos partes a la manera de una integración en un todo que es
cualitativamente diferente de la suma de las partes y del cual las partes no son sino
réplicas microcosmicas.” 42. Por el lado de la metonimia, lo que podemos ver como la
historia es reducida a actos que son “dirigidos” por el espíritu, el cual va guiando el
desarrollo, por detrás de las escenas porque los sujetos históricos tienen en claro que
están haciendo en el momento, de esta hacia su desenlace natural: “Para Hegel, por otra
parte, el hombre nunca tiene claro qué es lo que está haciendo en el momento, pues el
agente no es simplemente el hombre.” 43. Esto es algo que White señala como
característico de la metonimia en particular: “Y por esas reducciones, como lo han
señalado Vico, Hegel y Nietzsche, el mundo de los fenómenos se puebla de una
muchedumbre de agentes y agencias que supuestamente existen detrás de él.” 44.

40 Charles Taylor, Hegel, Ed. Anthropos, España, 2010, Pág. 369.


41 Charles Taylor, Hegel, Ed. Anthropos, España, 2010, Pág. 375.
42 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 45.
43 Charles Taylor, Hegel, Ed. Anthropos, España, 2010, Pág. 363.
44 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 45.

13
Por el otro lado tenemos a Marx, se encuentra en línea con la posición anarquista
(aunque tiene ciertos elementos de radical), integrando una tropología irónica en su obra.
Marx escribe en pos de la revolución (la cual para él es algo inminente), la abolición de la
propiedad privada y del Estado, y la instauración del comunismo; con este fin se
desarrolla la historia. Esto lo pone en línea con los escritores de tipo anárquico según
White. Escritores que buscan el cambio y que lo creen inminente: “Radicales y
anarquistas, sin embargo, creen en la necesidad de transformaciones estructurales, los
primeros con el fin de reconstruir la sociedad sobre nuevas bases, los segundos con el
objeto de abolir la “sociedad” y sustituirla por una “comunidad” de individuos…” 45. En
lo tropológico de Marx, además de la metáfora, la metonimia y la sinécdoque, podemos
encontrar un elemento irónico, lo cual muestra su compromiso “ontológico” (hablar de
ontología en Marx es muy polémico, por eso las comillas). Marx sospecha de la sociedad,
sospecha de los elementos que lo conforman y denuncia las falsedades atrás del
desarrollo de la conciencia y de cómo nosotros conocemos e interactuamos, la cual esta
intervenida por la ideología o “falsa conciencia”. Esta puesta en duda, este escepticismo
es el elemento irónico, es la critica de lo que tomamos por natural:

El tropo de ironía, entonces, proporciona un paradigma


lingüístico de un modo de pensamiento que es radicalmente
autocritico con respecto no sólo a determinada
caracterización del mundo de la experiencia, sino también al
esfuerzo mismo de captar adecuadamente la verdad de las
cosas del lenguaje. Es, en suma, un modelo del protocolo
lingüístico en el que convencionalmente se expresan el
escepticismo en el pensamiento y el relativismo en la ética. 46

La presencia de la ironía nos da esta muestra de compromiso por parte de Marx con la
crítica de lo que hasta ese momento se toma por sentado, con el elemento absoluto de la
ética, la libertad de la conciencia y el poder revelador de la razón respecto de la verdad.
Visto estos ejemplos, es evidente como adoptando estos elementos de la teoría
literaria podemos hacer un análisis mucho más profundo de las obras históricas y como se

45 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 35.
46 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998, Pág. 47.

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conforman. Los elementos de la teoría literaria que nos aporta White no solo nos da los
elementos estructurales con los cuales analizar las obras, sino que también nos abre
nuevas puertas de investigación, tanto desde la poética y como desde la prosa narrativa.
Estas nuevas perspectivas nos es dado nos sirven para entender no solo los autores en lo
aislado, sino como pueden relacionarse entre si, tanto por lo que comparten como en lo
que se oponen. También podemos ver no solo en lo que se explicita de las posiciones, los
deseos y las creencias de los autores, sino que también con las herramientas dadas
podemos empezar a notar las implicancias ideológicas, las influencias y las creencias de
cada autor, implícitas en la estructura de su obra y en los elementos lingüísticos que
utilicen. Estos elementos lingüísticos y estas estructuras nos permiten adentrarnos
profundamente en la mente de los autores históricos y conocerlos mejor.

BIBLIOGRAFÍA

 Charles Taylor, Hegel, Ed. Anthropos, España, 2010


 Danto, A. “Filosofía sustantiva y analítica de la historia”, en Narracion y
conocimiento, Prometeo, 2014
 Hayden White, Metahistoria, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 1998
 Hayden White, El contenido de la forma, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1992
 Hegel, G.W.F. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal, Editorial Losada,
Buenos Aires
 Karl Löwith, El Sentido de la Historia, Ed. Aguilar
 Marx, K., Manifiesto Comunista, Editorial Universitaria, 1970
 Louis O. Mink, La comprensión histórica, Ed. Prometeo

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