La morfología del cuento (1928), Valdimir Propp

Reseña
En su obra «Morfología del cuento» (1928), Vladimir Propp propone una nueva forma de
análisis del cuento maravilloso partiendo, en ocasiones, de premisas distintas a las de sus
antecesores y otras veces retomando, desde un enfoque distinto lo planteado por estos. Su
tesis consiste en señalar que pese a que la tradición del análisis del cuento se encuentra
bastante vigente, sobre todo desde un punto de vista histórico, ésta no se ha ocupado por
describir adecuadamente su situación estructural, condición necesaria para poder emprender
debidamente un estudio histórico.
Vladimir Propp aborda específicamente el cuento maravilloso ya que reconoce que
en el terreno del cuento folklórico, por lo menos en el caso del cuento fantástico, es posible
emprender un estudio de sus formas y establecimiento de las leyes que rigen su estructura
con la misma precisión con la que se emplea la morfología en relación a las formas
orgánicas. Aunque resalta el trabajo de otros investigadores tales como Speranski, Wundt,
Aarne y Veselovski, también destaca las equivocaciones en las que estos cayeron al
momento de construir su teoría.

Método y materia
Vladimir Propp plantea que en el cuento normalmente se atribuyen las mismas acciones a
personajes diferentes por lo que su análisis formal debe partir de las funciones de dichos
personajes. El autor entiende por función «la acción de un personaje definida desde el
punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga» (p.33), por lo que señala
que en su trabajo la acción de los personajes no será definida fuera de su situación en el
curso del propio relato.
Partiendo de los cuentos maravillosos clasificados por Aarne, Propp se propone
comparar entre sí los temas de dichos cuentos, aislando sus partes constitutivas y
comparándolos según las características de éstas. Según el autor, el primer paso consiste en
aislar las funciones de los personajes puesto que representan las partes fundamentales del
cuento.
Una vez aisladas las funciones, Propp señala que es indispensable precisar en qué
orden se presentan, a lo que adelanta que, en el caso específico del cuento, su sucesión es
rigurosamente idéntica. Del mismo modo, menciona que todos los cuentos maravillosos
pertenecen al mismo tipo en lo que concierne a su estructura, debido a que las funciones de
sus personajes no pueden ser repartidas según ejes que se excluyan mutuamente.
El corpus de estudio de “la morfología del cuento” se limita a 100 cuentos
pertenecientes a la colección de Afanassiev, enmarcados del número 50 al 151 de dicha
obra. La justificación del autor ante lo limitado de su objeto de estudio se centra en la
premisa de que existe un pequeño número de funciones, por lo que un análisis extenso
resultaría por demás exhaustivo para el lector, al mismo tiempo que infructuoso para el
analista. Como se ha señalado previamente, la muestra recogida por Propp se centra
exclusivamente en cuentos maravillosos del folklore, por lo que las creaciones con autoría
quedan descartadas para el análisis.