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Seminario de Filosofía del Derecho
214
I. La maldad como abstracción de las acciones del hombre es una
idea común en nuestra sociedad.3
Existe, por supuesto, un temor legí-
3
Ya sea a través de una identificación de
2 la maldad con seres imaginarios o bien como
En este sentido, las representaciones
concretas del mal no serían su causa sino una idea de contagio de la maldad.
4
un efecto del mismo. Luzbel no crea el mal Adorno, uno de los filósofos más
a través de su desobediencia, sino que sería reconocidos entre los sobrevivientes del
el primer caído por ese mal. Así, Milton por holocausto, decía que todo esfuerzo teórico
ejemplo, hace a la Soberbia la cuna del mal posterior a ese evento debía tener por fin la
primigenio, y hace caer a través de ella a una búsqueda de que no se repitiera bajo ninguna
tercera parte de las cortes celestiales de la circunstancia algo parecido. Adorno, Theodor
gracia. Cfr. Milton, John, El paraíso perdido, W., Dialéctica negativa, Barcelona, Ediciones
3ª edición, Madrid, Tecnos, 1999. Trotta, 2005.
La sociedad y sus males. Sobre la maldad como referente...
215
también contra las formas concretas tra la maldad se dirige no contra los
que asume en el mundo.5 demonios, sino contra sus seguidores,
Por ello, la idea de una maldad abs- no contra los súcubos sino por el alma
tracta debe necesariamente buscar un de sus poseídos.
anclaje en el mundo terrenal para ser
verdaderamente valiosa. Este anclaje II. La abstracción como
puede ser por supuesto, seres imagi- dominación
narios que generan males a la humani-
dad, como son los espíritus, los djines,
los demonios, los súcubos o entes
similares. Pero estos seres imaginarios
no generarán sino un segundo nivel de
C uando no se hace uso de este
rodeo, la búsqueda de una forma
concreta de la maldad abstracta toma
abstracción que buscará su referente dos caminos: o bien se convierte en la
terrenal concreto. Así, la lucha con- identificación de las acciones que pue-
den ser consideradas malas en sí mis-
5
Esta idea podría ser confrontada mas o bien de las personas que pue-
fácilmente. Por supuesto, existieron den ser calificadas de esta manera. La
discusiones acerca de la esencia de la maldad idea de una maldad pura se convierte
durante varias etapas de la historia que se
entonces en un criterio de identidad, y
presentan como agotadas en si mismas sin
por lo tanto, se muestra como lo que
un referente concreto, tal y como lo hacen
también las discusiones sobre el ombligo es: una forma de muchas posibles,
de los ángeles o los diálogos platónicos. que busca resolver la cuestión de qué
En los tres casos, la discusión no se agota parámetros se toman en cuenta para
en si misma en el terreno de la abstracción. determinar que una acción concreta es
En la discusión bizantina sobre el ombligo, buena o mala.
no se luchaba solamente por las ideas, sino Si esta forma de entender a la mal-
también, de una forma mucho más concreta, dad busca colocarse más allá de los
por demostrar que el grupo contrario incurría límites del mundo concreto y susten-
en herejía y por lo tanto, debía ser eliminado. tarse en una idea abstracta, lo hace
Como tal, significó el fin de una corriente
porque a través de esto el poder de
de pensamiento pero también de un grupo
nombrar6que asume se refleja a si
político dentro de la iglesia y el imperio. En
el segundo caso, las discusiones platónicas mismo como natural y por lo tanto evita
representan una lucha por imponer una visión ser confrontado.
concreta del mundo, que será traducida en Lo que se busca a través de crear
prácticas en caso de ser impuesta, es decir se una forma abstracta de identificación
trata de una confrontación por la hegemonía. no es realmente descubrir a la maldad,
En el caso de las discusiones sobre la esencia
6
de la maldad, estas han fluctuado entre Bourdieu, Pierre, La fuerza del Derecho,
ambos casos a lo largo de la historia. Para Morales de Setien, Carlos, tr., Bogotá, Siglo
comprender el concepto de hegemonía Cfr. del hombre editores, Facultad de Derecho
Gramsci, Antonio, “La cuestión meridional”, Universidad de los Andes, Ediciones
Escritos políticos, México, Siglo XXI Editores, UniAndes, Instituto Pensar, 2000, Pp. 196 y
2010. ss.
Seminario de Filosofía del Derecho
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sino obtener el poder de decir qué es lucha misma.10 Al imponer la idea de
malo. Este poder se convierte enton- que la visión propia de lo que es malo
ces en una forma de dominio sobre es natural, la lucha puede fácilmente
el otro, que carece de dicho poder y convertirse en demostrar que la visión
por lo tanto, se encuentra separado. natural de la maldad es otra, en vez de
El mundo se divide entre aquellos negar la naturalidad de cualquier pará-
que pueden identificar a la maldad y metro de maldad existente.
que como tales tienen la obligación de Así, el mal puede brincar de las
hacer lo necesario para erradicarla y brujas a los comunistas simplemente
aquellos que no pueden identificarla variando los parámetros “naturales” de
y que por lo tanto deben obedecer a maldad tal y como son entendidos en
los primeros.7 Se trata entonces de un una sociedad concreta.11 El relativis-
asunto de poder y no, como pretende, mo, que se colocaba como el principal
de un asunto solamente teórico. problema de pensar el mal sin referen-
En este sentido Weber decía que el tes abstractos universales se demues-
poder no se conforma con imponerse, tra como insalvable ante la utilización
sino que busca además mostrarse a de dichos referentes.
si mismo como legítimo, esto es, apa-
recer como natural frente a aquellos a III. La
verdad como criterio de
los que se impone, y a través de ello maldad
convertirse en una forma específica
de poder: la dominación.8Si bien el
concepto presenta ciertos problemas,9
la idea central me parece adecua-
da. Se trata como decía Foucault, de
C omo se ha visto, el argumento
anterior se basa en la imposibili-
dad de existencia de un referente abs-
colocar ciertos esquemas de lucha tracto universal de maldad y la false-
que aparecen como los límites de la dad de aquellos intentos que asumen
haberlo encontrado. Esta idea se for-
talece al observar que la búsqueda de
dicho referente surge de un equívoco
insalvable que consiste en creer que
7
Cfr. Foucault, Michel, “Sobre la justicia la bondad o maldad de una acción o
popular”, Un diálogo sobre el poder y otras de una persona puede ser observada
conversaciones, México, Alianza editorial,
2008. 10
La idea la podemos encontrar en
8
Weber, Max, Economía y sociedad. muchas de sus obras, e.g. Foucault, Michel,
Esbozo de sociología comprensiva, García L’ordre du discours, Lección inaugural
Máynez, Eduardo et al., tr., México, Fondo de en el Collège de France pronunciada
Cultura Económica, 2008. el 2 de diciembre de 1970, desde www.
9 uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/680.pdf.,
Entre otras podría observarse el
maravilloso estudio al respecto que hace consultado el 17 de mayo de 2010.
11
Horkehiemer, Max, Crítica a la razón Y esta similitud le sirvió a Miller para
instrumental, Madrid, Editorial Trotta, 2002. escribir su famosa obra “El crisol”.
La sociedad y sus males. Sobre la maldad como referente...
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desde una perspectiva de verdadero o o malo, que deba o no deba ser, sino
falso y que por lo tanto, dichos crite- tan solo que es. Por ello, el criterio
rios existen realmente en cuanto son de verdad no puede utilizarse como
verificables. parámetro de bondad o maldad de un
Esta idea, si bien resulta común y hecho, sino tan solo de su existencia o
en cierto grado interesante, no puede inexistencia.
ser defendida. La bondad y la maldad
no pueden supeditarse a la verdad, IV. La justificación de lo
pues se trata de predicados de mayor injustificable
rango. Y no como se pretende adjeti-
vos calificativos como amarillo o blan-
co que se encuentran en un esquema
de veracidad.12 Por lo tanto, los adjeti-
vos correspondientes “bondad” o “mal-
E s importante destacar que a pesar
de lo que hemos hablado hasta
aquí: el relativismo que surge desde
dad” no se compararán en un esquema las posturas abstractas de maldad; el
“verdadero- falso”, sino precisamente uso inadecuado de éstas como formas
bajo los predicados “bondad-maldad”. de legitimación desde la dominación;
En un segundo nivel esto nos la separación entre verdad y bondad y
recuerda el principio defendido por la imposibilidad de derivar elementos
Hume respecto a la diferencia entre prescriptivos de enunciados descripti-
los niveles del ser y el deber ser13; en vos, no se ha superado aún el temor
palabras de Wittgenstein “se puede inicial que impide el abandono de un
mostrar que todos los juicios de valor abstracto universal de maldad como
relativo son meros enunciados de referente para su clasificación: el rela-
hechos, ningún enunciado de hecho tivismo como fundamento de una justi-
puede nunca servir o implicar, un juicio ficación de lo injustificable.
de valor absoluto”.14 De que un hecho Varias posturas han buscado llenar
sea no puede derivarse que sea bueno este vacío, intentando para ello colocar
reglas validas, claras y precisas para
12
Habermas, Jürgen, Conciencia moral desarrollar un referente universal ante
y acción comunicativa, 5ª edición, García el cual podría identificarse la maldad
Cotarelo, Ramón, tr., Barcelona, Ediciones y la bondad. Por supuesto, al lado de
Península, 1998. Historia, Ciencia, Sociedad este intento existen otros, que recha-
249, Pp. 70-72. zan la idea de universalidad. Tenemos
13
Cfr. La primera parte del tomo tercero lo que llamaría una postura relativista
de su “Tratado de la naturaleza humana” que radical, que establece la individualidad
ha dado en ser llamada “De la moral”. Esta absoluta de dichos términos; así tam-
puede ser consultada en específico en Hume, bién, lo que podría ser considerado
David, De la moral (Tratado de la naturaleza
humana), Madrid, Ediciones Folio, 2007.
14
Wittgenstein, Ludwig, Una conferencia de México, Instituto de Investigaciones
sobre la ética, Tomassini Basols, Alejandro, Filosóficas, 2005, Cuadernos de Crítica 51,
tr., México, Universidad Nacional Autónoma P. 12.
Seminario de Filosofía del Derecho
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como un relativismo social o cultural Esta diferencia es importante por-
que establece una relatividad abso- que mientras el nihilismo ético cie-
luta de dichos criterios respecto a un rra toda posibilidad de identificar una
tiempo y lugar determinado; finalmente acción como buena o mala, el indivi-
un nihilismo profundo que establece la dualismo puede vincularse, y de hecho
inexistencia o imposibilidad de pará- en ocasiones lo hace, con formas no
metros éticos sobre la maldad o bon- individualistas de referencia sobre la
dad de las acciones. maldad. Un ejemplo claro consiste
No es difícil encontrar ciertas simi- en aquellas corrientes que suponen
litudes entre una postura radical indi- como fundamento de la bondad y la
vidualista y algunos tipos de nihilismo maldad al consenso social, ya sea que
ético. Si se relativiza la maldad a un entiendan a éste como las formas más
nivel individual sin posibilidad de exis- populares o utilizadas en una sociedad
tencia de un núcleo o esencia, podría determinada, o bien a las racionalmen-
asumirse entonces la imposibilidad te elegidas por una comunidad imagi-
de un referente común. Sin embargo, naria que sirva de sustento a la real.15
ambas posturas derivan en situacio-
nes que podrían ser completamente V. El nihilismo ético
distintas.
Mientras el tipo de nihilismo que
establece la imposibilidad de exis-
tencia de criterios de maldad coloca
a toda acción fuera de la esfera de
A l igual que en el caso del referente
universal, resulta necesario esta-
blecer algunas líneas para hablar sobre
la moral, el relativismo individualista el nihilismo. Como indica la frase popu-
establece la existencia de parámetros lar, estamos ante un caso en donde los
personales que justificarían solamente extremos se unen en el borde, para
las acciones que el individuo considera colocarse ante los mismos supuestos.
buenas. Para el primero, toda forma de Como sucede en el caso de un refe-
estudio sobre el carácter moral de una rente abstracto que se encuentra por
acción resulta imposible mientras que encima de todo, hablar de la inexisten-
el segundo reduciría esa posibilidad a cia o imposibilidad de cualquier tipo de
la utilización de los criterios morales referente, resulta también en un inten-
específicos del individuo. Por utilizar to de ocultar el referente utilizado. En
un ejemplo concreto, en el primer caso el primer caso se trata de naturalizar
matar a alguien no podría ser conside- un criterio específico haciéndolo ver
rado ni bueno ni malo, mientras que como el único posible, en el otro, se
para el segundo sólo podría ser cali- trata de negar la existencia de todo
ficado como malo si aquella persona
que realizó la acción lo considera de 15
acuerdo a sus esquemas una acción Cfr. el concepto de velo de ignorancia
como fundamento del contrato social en
reprobable.
Rawls, John, Teoría de la justicia, México,
Fondo de Cultura Económica, 2002.
La sociedad y sus males. Sobre la maldad como referente...
219
referente a fin de colocar el personal no es utilizado como sinónimo de “sin
como único válido. reglas” o sin organización. Por el con-
Todo sistema que asuma la inexis- trario, el anarquismo propugna por una
tencia de reglas al interior simplemen- forma específica de organización, con
te busca velar dichas reglas. Debido a reglas claras y precisas. El elemento
que gran parte de las acciones hechas de especificidad de la anarquía consis-
por el ser humano consisten en una te en la eliminación de la dominación
elección entre varias posibles, la como fundamento de dicha organiza-
selección de A sobre B deberá basar- ción18 y la horizontalidad de las deci-
se en un referente preciso, si bien éste siones dentro del sistema. El argumen-
podría resultar contradictorio con el to que busca homologar a la anarquía
utilizado en otras decisiones similares. como ausencia de reglas es constan-
En este caso resulta necesario identi- temente mostrado como ideológico por
ficar en un nivel superior el punto en los anarquistas, quienes entre otras
común entre ambos referentes o bien cosas, establecen la imposibilidad de
las reglas que establezcan el criterio una forma de organización sin reglas
específico de descarte entre criterios.16 o bien de ausencia de dicha forma de
Esta idea recuerda claramente la organización.
utilización del término anarquía en el
sentido común.17 Como es fácil identifi- VI. El relativismo
car, en algunas ocasiones dicho térmi-
S
16 i establecemos entonces que no es
Esta es precisamente la diferencia
entre las acciones humanas y las no humanas. posible tener un referente abstrac-
Mientras que un rayo que cae y mata a una to universal de identificación de la mal-
persona no puede elegir entre caer o no caer dad así como tampoco un vacío total
sobre él, y un león no puede elegir entre de referentes, encontramos entonces
matar a su presa o no, el ser humano realiza
que lo único que queda es alguna for-
dicha elección. Por ello, no podemos hablar
ma de relativismo. Debemos entonces
de maldad o bondad de aquellas acciones,
puesto que uno de los elementos necesarios
considerar las opciones contempladas
para ello, es la posibilidad de realizar otra con anterioridad, entre un relativismo
acción. En este sentido lo necesario no puede
ser malo, lo que implicaría una exclusión de cárcel, Puebla, Benemérita Universidad
dichas categorías de lo que no ha sido posible Autónoma de Puebla, Ediciones ERA, 2005,
prever, así como de las excepciones del ser Tomo 5.
humano para elegir. 18
De ahí el término: an- sin y archos-
17
En el sentido utilizado por Gramsci poder (entendido como poder sobre y como tal
como nivel de conocimiento no reflexivo establecido como “dirigente” o “gobernante”).
que se deriva de manera imperfecta del Como puede observarse, la diferencia entre
encuentro de la serie de conocimientos una forma de organización sin gobernante y
institucionalizados y los prácticos en un la inexistencia de organización es abismal,
momento y lugar determinado. Cfr. Gramsci, pero su homologación resulta totalmente
Antonio, “Cuaderno 13”, Cuadernos de la adecuada a los intereses de la dominación.
Seminario de Filosofía del Derecho
220
individualista, un relativismo socio cul- importante porque convierte hasta a
tural y las formas intermedias entre la más individualista de las posturas
ambas. respecto a los referentes sobre la mal-
Por supuesto al hablar de esta dad, en un asunto social, eliminando
manera, no quiero indicar que creo en la posibilidad de una postura radical
la posibilidad de un referente totalmen- individualista.
te individual, no al menos en cuanto a Si lo que queda entonces, es la
que el ser humano, como ser social no existencia de la maldad como una
puede escapar del todo de las relacio- categoría relativa social,23 es precisa-
nes sociales en las que se ve inmerso. mente a esta postura a la que tene-
No obstante lo anterior, tampoco me mos que preguntarle sobre los límites
parece adecuado establecer la impo- o reglas específicas que debe imponer
sibilidad del ser humano de construir para evitar lo que he llamado el pro-
algo distinto a partir de lo común. Si blema de la justificación de los injustifi-
identificamos el viejo problema entre cable. Para ello, podemos englobar las
estructura y agencia en estas ideas,19 diferentes respuestas en optimistas y
resulta también necesario establecer pesimistas.
que no puede hablarse de procesos
acabados en relación con el ser huma- VII. Pesimismo y optimismo
no, un ser que no es sino que constan- sobre la justificación
temente está siendo.20
La sociedad no sólo es el producto
de las subjetividades, sino también un
productor de las mismas. Como una
estructura estructurante y estructura-
L as posturas pesimistas de la justi-
ficación de lo injustificable estable-
cen como su nombre podría adelan-
da21la sociedad presenta una doble tar, que no existe ninguna manera de
dimensión:22 ayuda a crear ciertas colocar ciertos parámetros que hagan
características del individuo, pero a la imposible bajo cualquier circunstancia
vez, es reconfigurada por la parte sub- una justificación del holocausto. Si bien
jetiva de dicha relación. Esto resulta ciertas formas de multiculturalismo
que exigen el respeto a la diversidad
19
Cfr. Giddens, Anthony, La constitución por encima de los meta relatos de la
de la sociedad: bases para la teoría de la bondad o la maldad se presentan a sí
estructuración, 2ª Edición, Buenos Aires, mismas como solamente relativistas,
Amorrortu editores, 1995.
20
Cfr. Bonnefeld, W., “Clase y 23 En esta idea coincido con el Mtro.
clasificación” en Holloway, John et al., Adolfo Sánchez Vázquez. Cfr. Ética, 5ª
Clase=lucha, Buenos Aires, Ediciones edición, México, De Bolsillo, 2009. La postura
Herramienta, 2008. social descrita tiene en sí una combinación
21
Bourdieu, Pierre y Wäcqant, Loic J. D., entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo
Respuestas por una antropología reflexiva, individual y lo social, no como dos partes
México, Grijalbo, 1995. de un todo, sino como dos puntos de vista
22
Óp. Cit. Giddens, A. distintos sobre un mismo evento.
La sociedad y sus males. Sobre la maldad como referente...
221
en muchas ocasiones sus argumentos han podido cumplir con este come-
caen en una postura pesimista de la tido, pero uno de los más conocidos
justificación.24 es sin duda el imperativo categórico
Esto también es claro en cierto tipo kantiano,26 mismo que se presenta
de positivismo jurídico25, negado cons- como un referente abstracto univer-
tantemente como tal, especialmente sal pero que muy pronto demuestra la
por los positivistas. Este es el tipo de necesidad de un referente relativo indi-
positivismo que acepta que cualquier vidual que es contenido en la propia
contenido de las leyes tendría validez visión del individuo sobre lo deseable
siempre y cuando cumpliera con los o lo indeseable.27
requerimientos de legalidad. Al esta- El problema que se deriva del impe-
blecer esto, ese tipo de positivismo rativo categórico kantiano es precisa-
no indica solamente como es común mente que a través de él no es difícil
afirmar, una separación entre derecho la justificación de lo injustificable. La
y moral, sino que realiza una declara- voluntad individual puede asumir for-
ción sobre la inexistencia de límites en mas tan dispares que definitivamente
una sociedad determinada. alguna de ellas podría ser considerada
Por otra parte, las posturas optimis- como injustificable por la comunidad,
tas de la justificación de lo injustifica- y colocar a las personas como fines
ble aseguran que no sólo es posible en si mismas y nunca como medios
sino necesario para cualquier forma para los propios fines tan sólo limita
de clasificación de lo bueno y lo malo esta posibilidad pero no la excluye por
establecer un referente común. En su completo.
versión radical, esta postura defiende Una respuesta distinta y que hemos
incluso la imposibilidad de que dicho tratado con anterioridad aunque sin
referente no exista. abordarla por completo, es la de una
La pregunta entonces se transfor- búsqueda un “núcleo duro” que sirva
ma en ¿cómo hacer surgir de la relati- como referente de maldad pero que al
vidad una regla común que no se con- mismo tiempo admita la existencia de
vierta en un abstracto universal? Los varias opciones posibles dentro de un
intentos han sido variados y no todos rango de acción, tal y como se contem-
pla en un abanico de posibilidades.28
24
En mi opinión, Lyotard, Jean- François,
26
La condición posmoderna. Informe sobre el Obsérvese por ejemplo Kant,
saber, 2ª edición, Antolín Rato, Mariano tr., Immanuel, Fundamentación de la metafísica
Buenos Aires, Ediciones minuit, 1991., es un de las costumbres, México, Grupo Editorial
ejemplo de esta postura, si bien la opinión Tomo, 2006.
27
mayoritaria no la asume como tal. Al menos en su primera acepción:
25 Actúa como si desearas que tu actuar se
Cfr. Bobbio, Norberto, El problema
del positivismo jurídico, Desde http://www. convirtiera en la norma universal.
28
scribd.com/doc/374731/El-Problema-del- Sewell Jr., William H, “Una teoría
Positivismo-Juridico, Consultado el 26 de de estructura: dualidad, agencia y
noviembre de 2011. transformación”, El changarro, tr., Arxius de
Seminario de Filosofía del Derecho
222
Esta postura puede ser considera- no sería sino una repetición de sus
da como una forma suavizada del refe- errores.
rente universal abstracto, y corre preci- Respecto al consenso, éste puede
samente el mismo peligro que éste en tener varias fuentes. Hemos hablado ya
caso de ser utilizado como una gene- de la forma racionalizante que busca a
ralización de las reglas de identidad de través de diversos métodos30 hacerse
lo malo y lo bueno y no como un refe- de este lugar. También es conocida la
rente relativo a una situación- momen- búsqueda idealista de dicho propósito,
to- lugar concreto, tal y como debe ser principalmente a través de los trabajos
tomado. La diferencia más importante iluministas31 y la búsqueda materialista
entre ambos conceptos es que mien- que se deriva de ella.32 Si bien estos
tras el referente universal abstracto métodos pueden resultar en sistemas
busca identificarse como un criterio de justos y referentes óptimos para evitar
verdad, una norma en el doble senti- los problemas hasta aquí comentados
do foucaultiano,29 el núcleo duro se por otros medios, la verdad es que
convierte en un mínimo moral de las dicha posibilidad se encuentra supedi-
actuaciones libres de los individuos. tada a cuestiones contingentes.33
En este sentido, el camino adecua-
VIII. El núcleo duro como do para la realización de un referente
consenso concreto, social y relativo tendrá que
tener por primera característica reco-
nocer la imposibilidad de cerrar las