En el material que encontrarás sobre Cultura en Ruta de Conocimiento, selecciona dos (2)
conceptos de cultura y realiza un cuadro comparativo donde detalles semejanzas y
diferencias entre ellos, al final elabora una conclusión donde argumentes tu opinión acerca
de los conceptos previos.
Existen muchas definiciones de cultura; lo cual sólo significa que el concepto no está
del todo claro. Cultura es algo de lo cual sólo tenemos una aproximación. Por lo general
referimos la palabra cultura al campo de las bellas artes; y sin embargo, la cultura es
muchísimo más.
La cultura, abarca los siguientes campos: mito, rito, religión, filosofía, ciencia,
ideología, usos y costumbres, arte, símbolos. Todo ello enmarcado por la historia. Si la
definición de cultura sólo abarca el arte, ¿dónde quedan los demás elementos? Si la
cultura sólo abarca los usos y las costumbres de los pueblos, ¿dónde quedan los demás
elementos? Si la cultura sólo abarca el campo del sociólogo o el antropólogo, ¿dónde
quedan los demás campos?
Alguna vez definí la palabra cultura como todo lo que da sentido a los actos del hombre
y sigo encaprichado en que ésa sea mi definición.
Elabora Cinco preguntas con sus respectivas respuestas sustentadas en una de las
referencias citadas por el autor. Para ello debes ingresar al contenido obligatorio de la
Unidad 1 de la Ruta de Conocimiento en la lectura Universidad y Cultura. La sustentación
debe hacerse en un archivo de Word, aplicando buena redacción y coherencia, puedes
incluir material extra para sustentar mejor tu postura.
Ante todo, habría que hacer una aclaración preliminar del concepto de cultura. ¿Qué es?
Quienes no tienen ni controlan medios de cultura no podrán hacer cultura propia. Por
eso, la cultura que recibimos es la cultura dominante. Y ésta, en una sociedad como la
nuestra, dividida en clases, es una cultura clasista, puesto que el bloque dominante tiene
prácticamente el monopolio cultural. Este bloque posee el poder del estado, desde el que
controla todos los grandes medios de producción y difusión de cultura o conciencia
(sistema educativo, medios de información y comunicación social, familia, instituciones
de poder espiritual y moral). En suma, que recibimos una cultura contaminada desde su
origen por los intereses de las clases y organizaciones dominantes.
No se puede asegurar que la cultura que recibimos nos haga personas autónomas y
solidarias, ni que nos ayude a descubrir nuestros valores autóctonos, ni que se enraíce
en nuestra mejor tradición. Si hace algo en esa línea es indirectamente y sin pretenderlo.
No trata de hacernos personas, sino de hacernos productores diligentes y consumidores
mansos: de conformarnos al sistema establecido y sus inacabables hipocresías.
Tampoco le importa que descubramos nuestros valores propios, sino que asimilemos
miméticamente los seudovalores que nos proponen (seguridad, consumo, confort, lujo,
pornografía, tele, cine, droga, poder, ostentación, violencia, etc.) y el valor supremo que
todo lo alcanza: el omnipotente dinero. Por conseguirlo no importa sacrificar la
decencia, el equilibrio natural, la vida humana de millones, lo que haga falta.
“Hay, sin embargo, otra aplicación muy difundida del concepto de cultura según
el cual el mundo espiritual es abstraído de una totalidad social y de esta manera
se eleva la cultura a la categoría de un (falso patrimonio colectivo y de una
(falsa) universalidad. Este segundo concepto de cultura (acuñado en expresiones
tales como “cultura nacional”, “cultura germana”, o “cultura latina”) contrapone
el mundo espiritual al mundo material, en la medida en que contrapone la cultura
en tanto reino de los valores propiamente dichos y de los fines últimos, al mundo
de la utilidad social y de los fines mediatos.De esta manera, se distingue entre
cultura y civilización y aquélla queda sociológica y valorativamente alejada del
proceso social”. HERBERT MARCUSE
No se puede asegurar que la cultura que recibimos nos haga personas autónomas y
solidarias, ni que nos ayude a descubrir nuestros valores autóctonos, ni que se enraíce
en nuestra mejor tradición. Si hace algo en esa línea es indirectamente y sin
pretenderlo. No trata de hacernos personas, sino de hacernos productores diligentes y
consumidores mansos: de conformarnos al sistema establecido y sus inacabables
hipocresías. Tampoco le importa que descubramos nuestros valores propios, sino que
asimilemos miméticamente los seudovalores que nos proponen (seguridad, consumo,
confort, lujo, pornografía, tele, cine, droga, poder, ostentación, violencia, etc.) y el valor
supremo que todo lo alcanza: el omnipotente dinero. Por conseguirlo no importa
sacrificar la decencia, el equilibrio natural, la vida humana de millones, lo que haga
falta.
5- ¿Cuál sería la verdadera cultura?
Antes que nada diré que una cultura no es verdadera o falsa, sino sería más exacto
hablar de cultura manipuladora o concientizadora, alienadora o bien liberadora.