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UNIDAD 6

CONCEPTOS JURÍDICOS
FUNDAMENTALES DE CARÁCTER
FORMAL
Introducción al Estudio del Derecho

CONCEPTOS JURÍDICOS FUNDAMENTALES DE CARÁCTER FORMAL

1. SUPUESTO JURÍDICO Y CONSECUENCIAS DE DERECHO.

¿Que se entiende por supuesto jurídico? Antes de dar la definición de lo que se


entiende por supuesto Jurídico, creemos, por sistema didáctico, presentar una norma de la
cual sacaremos el supuesto jurídico que la misma contiene, porque con ello se entenderá
con mayor facilidad el concepto de supuesto jurídico. Veamos al respecto:
Cuando decimos: "Quien falte al cumplimiento de una obligación será responsable
del pago de daños y perjuicios", claramente advertimos en esta oración compuesta que
hay dos juicios normativos: uno principal y otro accesorio, que recíprocamente se
complementan, a saber:

1º La hipótesis de una persona que deje de cumplir con una obligación legal
impuesta a su cargo;
2º La consecuencia de que, dado el incumplimiento de una persona a un deber
jurídico impuesto a su cargo, tenga la obligación accesoria de pagar daños y perjuicios, la
que no existiría si la obligación principal fuere cumplida.

Supuesto jurídico es por tanto, “la hipótesis de cuya realización dependen las
consecuencias establecidas por la norma", Algunos autores comparan la relación que une
a los supuestos jurídicos con las consecuencias normativas, con la que existe entre las
causas y los efectos en el campo de las leyes físicas. La diferencia fundamental entre una
y otra, está en que, mientras en las leyes físicas el efecto se produce fatalmente al ocurrir
la causa, en los juicios normativos existe la contingencia de que pueda o no realizarse la
hipótesis y, aun realizada la hipótesis o supuesto jurídico, la consecuencia de Derecho
pueda ser o no cumplida.
En el ejemplo que pusimos, puede una persona obligada —digamos el deudor—
faltar al cumplimiento de sus obligaciones, es decir, no pagar la deuda contraída. La
consecuencia de Derecho es que el incumplidor deba pagar daños y perjuicios por el
incumplimiento de su obligación. Esta obligación es contingente por cuanto el deudor
incumplido, si bien tiene el deber jurídico, puede o no realizarlo o cumplirlo. En cambio
en las leyes físicas o naturales, dada la causa, fatalmente se produce el efecto. Por
ejemplo: dada la causa de aplicar a un cuerpo calor, fatalmente el cuerpo tiene que
dilatarse.
Es evidente que, como dice Fritz Schreier, no hay consecuencia jurídica sin
supuesto de Derecho, pero el enlace jurídico y normativo debe expresarse de la siguiente
manera:
1º El supuesto jurídico como simple hipótesis;
2º La realización de ésta;
3º Las consecuencias de Derecho;
4º La realización o no realización de las consecuencias de Derecho.

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Examinemos los cuatro puntos anteriores para damos cuenta de las relaciones
contingentes y necesarias que existen en los supuestos jurídicos y consecuencias de
Derecho.
a) La primera es la del supuesto jurídico como simple hipótesis.
Ésta es una relación contingente por cuanto en todas las normas existe la hipótesis
que la misma contempla, que pueda o no realizarse. Por ejemplo, en la norma que hemos
citado antes, existe la hipótesis del incumplimiento de una obligación. Tal hipótesis puede
o no realizarse. Es decir, puede suceder que durante un tiempo más o menos prolongado o
indefinido, no se realice, o sea, no se falte al cumplimiento de una obligación.
Precisamente cuando la hipótesis que contempla una norma no llega a realizarse en un
tiempo más o menos largo, tales normas reciben el nombre de obsoletas. (Por ejemplo: las
normas relativas a las sociedades en nombre colectivo que por su inusitada aplicación han
caído en desuso y se han vuelto obsoletas.) La contingencia está pues, en que la hipótesis
o supuesto jurídico previstos en una norma se realice o no se realice.
b) Realizada la hipótesis surge, fatalmente, la consecuencia del deber jurídico por
parte del incumplidor y del Derecho subjetivo por parte de quien tiene la facultad de
exigir el cumplimiento del deber. En el caso que nos ha servido de ejemplo, cuando el
deudor falta al cumplimiento de su obligación de pagar —que es el supuesto jurídico o
hipótesis— la consecuencia necesaria es que el acreedor adquiere la facultad de exigir al
deudor el pago de daños y perjuicios; y simultáneamente el deudor incumplidor contrae el
deber jurídico de pagar a su acreedor tales daños y perjuicios.
El enlace jurídico surgido de la realización de la hipótesis, es necesario y fatal en
cuanto la creación de derechos y deberes.
c) Ahora bien, surgido el deber de pagar los daños y perjuicios y creada la facultad
de cobrarlos, la tercera relación que se presenta, vuelve a ser contingente porque puede
suceder que el obligado no cumpla con pagar los daños y perjuicios; ni que el facultado
los exija. Y así, surge la contingencia de la consecuencia de Derecho prevista por la nor-
ma ante la realización de la hipótesis o supuesto jurídico.
Con esta previa explicación puede fácilmente comprenderse el siguiente cuadro del
enlace jurídico normativo presentado en la obra del maestro García Máynez.

ENLACE JURÍDICO NORMATIVO

Supuesto Deber jurídico Cumplimiento


Realización
del supuesto
Hipótesis Derecho subjetivo Ejercicio

I. RELACIÓN II. RELACIÓN NECESARIA III.RELACIÓN


CONTINGENTE CONTINGENTE

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Los supuestos jurídicos pueden ser simples o complejos. Los primeros están
constituidos por una sola hipótesis; los segundos se componen de dos o más hipótesis.
Ejemplo de los primeros es la muerte de las personas o la mayoría de edad; ejemplo de los
segundos es el homicidio calificado en el cual se encierran varias hipótesis como: a) La
premeditación; b) La alevosía; c) La ventaja, y d) Traición.

2. HECHO JURÍDICO Y ACTO JURÍDICO.

Pasemos a considerar ahora lo que debe entenderse por "hecho jurídico" y por
"acto jurídico".
El hecho jurídico es, según definición de Bonnecase, un acontecimiento
engendrado por la actividad humana, o puramente material, que el Derecho toma en
consideración para hacer derivar de él, a cargo o en provecho de una o varias personas,
una situación jurídica general o permanente o, por el contrarío, un efecto de Derecho
limitado.1
Por acto jurídico, el propio tratadista francés entiende "una manifestación exterior
de voluntad, bilateral o unilateral, cuyo fin directo consiste en engendrar, con
fundamento en una regla de Derecho o en una institución jurídica, a cargo o en provecho
de una o varías personas, un estado es decir, una situación jurídica permanente y
general, o por el contrario, un efecto de Derecho limitado, relativo a la formación,
modificación o extinción de una relación jurídica”.2
El signo distintivo entre hecho jurídico y acto jurídico está por tanto en la
manifestación de voluntad, bilateral o unilateral, manifestación que, existente en el acto
jurídico, no existe en el hecho jurídico.
Los actos jurídicos suelen clasificarse así: delito, cuasidelito, contrato y
cuasicontrato.
a) El delito es, según vimos al estudiar el Derecho penal, la acción antijurídica,
típica, culpable, y sancionada con una pena.
b) El cuasidelito son los actos ilícitos que, sin ser delito, están prohibidos por la
ley. Por ejemplo: el daño a las personas, o en sus bienes por acción personal, o por poner
en movimiento máquinas o maquinarias que por su velocidad, por su naturaleza explosiva
o inflamable, o por otras causas análogas, causen daño a las personas o a las cosas.
El daño causado a las personas, o a sus bienes, por acción personal, constituye lo
que la doctrina civil denomina responsabilidad civil subjetiva; y el daño causado a las
personas, o a sus bienes, por el empleo de máquinas, instrumentos, aparatos o sustancias
por sí mismo peligrosas, constituye lo que la doctrina civil denomina responsabilidad civil
objetiva, o del riesgo creado.3

1
Bonnecase, Précis de Droit Civil, I, pág. 216.
2
Bonnecase, obra citada, pág. 216.
3
El tratadista Rafael Rojina Villegas en su obra Teoría General de las Obligaciones o
Derechos de Crédito, apartándose de la clasificación tradicional de los actos
Jurídicos entre delito, cuasidelito, contrato y cuasicontrato, nos enseña que: "Para

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Introducción al Estudio del Derecho

c) Los contratos suponen el consentimiento de las partes contratantes que genera


derechos y obligaciones entre los contratantes. Por ejemplo: la compraventa, el mutuo, la
transacción, el arrendamiento, etc.
d) Los cuasicontratos son los actos jurídicos de una persona permitidos por la ley,
que la obligan hacia otra u obligan a otra hacia ella, sin que entre ambas exista ningún
convenio. La diferencia entre los cuasicontratos y los contratos está en que en los
cuasicontratos no hay consentimiento; es la ley o la equidad las que producen el deber ju-
rídico. Ejemplo: la gestión de negocios en la cual el gestor, sin acuerdo de voluntades con
el gestado, realiza actos en favor o a cargo de aquél, sin que haya habido convenio
generándose derechos y obligaciones permitidos por la ley, y no por el acuerdo de
voluntades.
No todos los hechos, ni los actos humanos son jurídicos. Muchos de ellos son
irrelevantes para el derecho.
Son jurídicos cuando con ellos se realiza la hipótesis o supuesto jurídico contenido
en la norma positiva.

3. DERECHO SUBJETIVO

A) Definición; Hemos visto que de toda norma jurídica se desprende una


facultad concedida al sujeto pretensor y una obligación a cargo del sujeto obligado. De tal
conclusión nacen los conceptos de derecho subjetivo y de deber jurídico, que son los dos
elementos en que se descompone la relación jurídica, refiriéndola ora al sujeto activo, ora
al sujeto pasivo. En consecuencia, el Derecho subjetivo, según la definición que de él nos
da el maestro Rafael Preciado Hernández, en su obra Lecciones de Filosofía del Derecho,
es "el poder, pretensión, facultad o autorización que conforme a la norma jurídica tiene

nosotros en la actualidad sólo tiene importancia este antecedente histórico a fin de


formular la siguiente clasificación. En nuestro Derecho positivo hay delitos penales y
civiles; hay también cuasidelitos penales llamados también delitos de culpa y
además cuasidelitos civiles. La clasificación para estas distintas clases de hechos
ilícitos es la siguiente: 1° Delito penal. Es un hecho doloso que causa daño,
sancionado por el Código Penal; y que tiene, además de una pena, una sanción
pecuniaria. Se advierte que esta definición del delito es para el efecto civil de la
responsabilidad, y no para caracterizar la naturaleza penal del mismo. 2° Delito
civil. Es un hecho doloso que causa daño y que no está sancionado por el Código
Penal; que por lo tanto sólo da lugar a la reparación patrimonial. 3° Cuasidelito
penal, o sea hecho culposo que causa daño y que está sancionado por una norma
del Código Penal; que en consecuencia tiene una pena y una sanción pecuniaria
consistente en la reparación del daño. 4° Cuasidelito civil. Es decir, un hecho
culposo que causa un daño, que no tiene sanción penal y que sólo engendra
responsabilidad civil. Rafael Rojina Villegas, Teoría General de las Obligaciones o
Derechos de Crédito, tomo II, págs. 317 y ss. Ediciones Encuardenables El Nacional.
México, 1943. (Véanse los artículos 1910 al 1934 del Código Civil.)

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Introducción al Estudio del Derecho

un sujeto frente a otro u otros sujetos, ya sea para desarrollar su propia actividad o
determinar la de aquéllos".4

B) Clasificación en cuanto a la conducta propia y ajena; Los


derechos subjetivos pueden referirse a la propia conducta o a la conducta ajena. Cuando el
derecho a la propia conducta es de hacer algo, se le denomina facultas agendi; cuando es
de no hacer algo, se le denomina facultas omittendi; y cuando se refiere a la conducta
ajena, se le denomina facultas exigendi,
Pongamos ejemplos para cada una de dichas distinciones a fin de aclarar los
conceptos.
Como ejemplo de facultas agendi, o sea, de realizar o hacer algo que la norma nos
permite, tenemos el derecho de propiedad por el cual el dueño está facultado para usar,
vender, permutar, etc., la cosa de que es dueño.
El ejemplo de facultas omittendi está en la facultad que tiene toda persona para no
ejercitar sus derechos cuando éstos no se fundan en una obligación propia; por ejemplo,
no cobrar una deuda aunque legalmente se tenga derecho a cobrar. De aquí nace el
principio de que, quien tiene un derecho puede ejercitarlo, dejarlo a salvo o renunciarlo,
salvo el caso de las normas taxativas que, como hemos visto en el tratado de clasificación
de las mismas, son irrenunciables.
Y como ejemplo de facultas exigendi, podría señalarse el contrato de mutuo, por el
cual tiene derecho el acreedor a exigir al deudor el pago de la deuda.
Antes de continuar, es preciso darse cuenta de un aspecto importante de la relación
jurídica que existe en las facultan agendi y omittendi por una parte y de la facultas
exigendi por la otra; queremos referirnos a quiénes son los sujetos activos y pasivos en las
tres facultas.
Veamos al respecto: En el caso del derecho de propiedad, que es una facultas
agendi y en el caso de no ejercitar el cobro de una deuda, que es una facultas omittendi, el
sujeto activo es el titular, en el primer caso, del derecho de propiedad y en el segundo
caso, del derecho al cobro de la deuda. El sujeto pasivo lo es erga omnes, o sea, todo
mundo, que es a quien incumbe el deber universal de respeto al derecho que tienen el
sujeto activo o titular, de ejercitar el derecho de propiedad, o el derecho de no cobrar lo
que se tiene derecho a cobrar a no estorbarle el ejercicio de tal derecho.
En otras palabras: en la facultas agendi y en la facultas omittendi, el sujeto pasivo
es todo mundo.
En cambio, en la facultas exigendi, el sujeto pasivo del deber recae en una o más
personas individualmente determinadas. Por ejemplo, en el caso que dimos del mutuo, el
sujeto pasivo de la relación jurídica lo es el deudor, y no solamente todo mundo como en
el caso de las facultas agendi y omittendi.
No debemos omitir que, si bien existe un obligado determinado, o sujeto pasivo
individual en la facultas exigendi, también es sujeto pasivo erga omnes por el deber
universal de respeto que tiene todo mundo hacia el titular de la facultas exigendi. En
concreto: En las facultas agendi y omittendi, el sujeto pasivo, lo es todo mundo. En la

4
Rafael Preciado Hernández, obra citada, pág. 128.

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Introducción al Estudio del Derecho

facultas exigendi, el sujeto pasivo lo es, además de todo mundo, una o más personas
individualmente determinadas.5
Los derechos subjetivos, además de dividirse en derechos a la propia conducta y a
la conducta ajena, se clasifican también en derechos relativos y derechos absolutos; en
privados y públicos; y en reales y personales.

C) Relativos y absolutos. Un derecho es relativo, cuando la obligación


correspondiente incumbe a uno o varios sujetos, individualmente determinados. Ejemplo:
el derecho de crédito.
Un derecho es absoluto cuando el deber correlativo es una obligación universal de
respeto. El ejemplo clásico de tal tipo de derechos es el de la propiedad cuyo obligado es
todo mundo quien tiene el deber universal de respetar al titular del derecho de propiedad
su facultad de usar y poner de la cosa de que es dueño.

D) Privados y públicos. Los derechos subjetivos son privados cuando tanto


el obligado como el facultado, son particulares; y son públicos siempre que alguno de los
sujetos relacionados, ya sea el activo o el pasivo, sea el Estado o alguno de los órganos de
la autoridad pública. Dentro de los derechos subjetivos privados se encuentran tanto los
personales como los reales y así, es Derecho subjetivo privado personal el de crédito, en
el que el obligado es un deudor particular y es derecho subjetivo privado real el de
propiedad en el que el obligado es todo mundo quien tiene el deber universal de respeto.
El conjunto de los derechos subjetivos públicos de una persona constituye el status
del sujeto, lo que en otras palabras significa "la suma de facultades que los particulares
tienen frente al poder público y de limitación que el Estado se impone a sí mismo".6

E) Reales y personales. Finalmente los derechos se clasifican en derechos


reales y derechos personales. Tradicionalmente se han considerado como derechos reales
los relativos a la propiedad, por suponer que recaen sobre las cosas; y por derechos perso-
nales los de crédito por ser el obligado una persona individualmente considerada.
El maestro García Máynez hace un interesante estudio sobre la equivocación que
ha persistido de hacer esta distinción radical de los derechos subjetivos en reales y perso-
nales, tomando como base para ello que los primeros recaigan sobre las cosas y los
segundos sobre las personas.
El citado maestro critica la tesis anterior en el sentido de que todos los derechos
subjetivos son personales por cuanto en todos ellos la bilateralidad, por la cual se da un
sujeto activo y un sujeto pasivo, encuentra siempre a sujetos o personas a cuyo cargo
tienen el cumplimiento de un deber jurídico.
En otras palabras: no existen propiamente derechos subjetivos reales por cuanto
las cosas no pueden ser sujetos de deber jurídico, sino que son siempre personas y no

5
También se ofrece en la facultas exigendi la doble facultad al sujeto pretensor de
exigir y omitir.
6
Jellinek, El Estado Moderno y su Derecho, tomo II, pág. 51.

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Introducción al Estudio del Derecho

cosas, a las que incumbe una obligación, o deber jurídico, correlativo de una facultad o
derecho del pretensor.
Estamos de acuerdo con la teoría del célebre tratadista mexicano de considerar
siempre a todos los derechos subjetivos como personales, así se refieran a cosas o
personas, como en los casos de la propiedad y el crédito, porque tanto en unos como en
otros, el sujeto obligado lo son: o bien todo mundo, o bien una persona determinada; que
tal es la distinción que hay entre los derechos subjetivos que se refieren a las cosas y los
derechos subjetivos que se refieren a las personas.
En el caso, por ejemplo, del derecho de propiedad, que la escuela clásica tiene
como derecho real absoluto, el obligado no es la cosa, sino erga omnes, o sea, todas las
personas, a quienes incumbe el deber universal de respetar la facultad del dueño de usar
de la cosa.
De acuerdo con lo anterior, aceptamos la definición de derecho de crédito y de
derecho real que el maestro García Máynez señala en su obra a saber:
Derecho de crédito es la facultad que una persona llamada acreedor, tiene de
exigir de otra llamada deudor, el hecho de abstención, o la entrega de una cosa.
Derecho real es la facultad correlativa de un deber general de respeto, que una
persona tiene de obtener directamente de una cosa todas o parte de las ventajas que ésta
es susceptible de producir.7

4. DEBER JURÍDICO.

A) Definición. Al hacer en párrafos anteriores el estudio del supuesto jurídico y


de las consecuencias de derecho, advertimos que de toda norma se desprende una facultad
concedida al sujeto pretensor que constituye un derecho subjetivo, y una obligación a
cargo del sujeto obligado. Esa obligación es la que constituye el deber jurídico que, para
el maestro Preciado Hernández, se traduce en la exigencia normativa para el sujeto
pasivo de la relación, de no impedir la actividad del titular del Derecho subjetivo y, en su
caso, someterse a las pretensiones de éste.8 Es por tanto, el deber jurídico, uno más de los
conceptos jurídicos fundamentales de carácter formal.
Para el maestro García Máynez la definición de deber jurídico es la restricción de
la libertad exterior de una persona, derivada de la facultad concedida a otra, u otras, de
exigir de la primera cierta conducta, positiva o negativa.9 Expresado en otro giro:
Tenemos el deber de hacer, o de omitir algo, si carecemos del derecho de optar entre
hacerlo u omitirlo.10

7
García Máynez, obra citada, pág. 214.
8
Preciado Hernández, obra citada, pág. 129.
9
García Máynez, obra citada, pág. 268.
10
Correlativamente la libertad jurídica es, en sentido positivo, la facultad que toda
persona tiene de optar entre el ejercicio y el no ejercicio de sus derechos subjetivos
cuando el contenido de los mismos no se agota en la posibilidad normativa de
cumplir un deber propio. (García Máynez, obra citada, pág. 222.)

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Introducción al Estudio del Derecho

Cuando se nos ordena una acción, el deber jurídico es fundante del derecho de
ejecutar la conducta obligatoria; cuando se nos prohibe un cierto acto, el deber es
fundante del derecho a la omisión de la conducta ilícita.
Para poder comprender mejor el pensamiento anterior, y siguiendo con nuestro
sistema didáctico de dar ejemplos que ilustren los conceptos jurídicos filosóficos, diremos
que si se tiene por ejemplo el deber de pagar una letra de cambio a nuestro cargo, tal
deber es fundante del derecho que tenemos para hacer tal pago; y si se tratara del deber
que tenemos de no robar, o de no matar, tal deber es fundante del derecho que tenemos
para no matar o para no robar.

B) Axiomas de lógica jurídica. De lo anterior deduce García Máynez, en su


trabajo sobre La Noción del Deber Jurídico, cinco axiomas importantes de lógica jurídica
que se estudian en la Ontología Formal del Derecho a saber:

1. El axioma de inclusión;
2. El axioma de libertad;
3. El axioma de contradicción;
4. El axioma de exclusión del medio, y
5. El axioma de identidad.

El axioma de inclusión se enuncia así: Todo lo que está jurídicamente ordenado


está jurídicamente permitido. En el caso que dijimos anteriormente, si tenemos la
obligación de pagar una deuda, tenemos el permiso de hacerlo. Al estar jurídicamente
ordenado que el deudor pague sus deudas, está jurídicamente permitido que lo haga.
El axioma de libertad se enuncia así: Lo que estando jurídicamente permitido, no
está jurídicamente ordenado, puede libremente hacerse u omitirse. Por ejemplo, si nos
está permitido transitar por el territorio nacional, como tal facultad no está jurídicamente
ordenada (porque a nadie puede obligarse a que transite) podemos libremente transitar o
no transitar por el territorio nacional.11
11
La teoría anterior ha sido recogida por la jurisprudencia como puede verse de la
siguiente Tesis Jurisprudencial, visible en la página 297, de la Compilación de
Ejecutorias pronunciadas en los años de 1917 a 1965, editada por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a la Segunda Sala, y que dice:
Retroactividad. No solamente puede presentarse como conflicto de leyes en el
tiempo. Circulares. En aquellos casos en que la conducta del gobernado no haya
sido normada en forma alguna por el Poder Legislativo, de manera que no pueda
ser considerada prohibida ni válida únicamente cuando se ciña a determinadas
restricciones, su realización constituirá el ejercicio de un "derecho", emanado
precisamente de la ausencia de una ley reguladora, y tutelado, por lo mismo por el
orden jurídico, en cuanto éste, al dejar intacto el ámbito de libertad en que tal
conducta es factible, tácitamente ha otorgado facultades para obrar
discrecionalmente dentro del mismo. Por consiguiente, la ausencia de normas
limitativas de la actividad del individuo, configura un derecho respetado por las
autoridades, aun por el propio legislador, cuya vigencia desaparecerá hasta que
surja una norma legislativa, el derecho estriba en poder obrar sin taxativas;

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Introducción al Estudio del Derecho

El axioma de contradicción se enuncia así: La conducta jurídicamente regulada no puede


hallarse, al propio tiempo, prohibida y permitida. Para explicar este axioma nos
valdremos del mismo ejemplo de la obligación a cargo del deudor de pagar su deuda. Si el
deudor tiene jurídicamente regulada su conducta de pagar el crédito a su cargo, no puede
optar entre pagarla o no pagarla, porque teniendo a su cargo la obligación de pago, no
puede hallarse al propio tiempo con permiso o prohibición de hacerlo.
El axioma de exclusión del medio se enuncia así: Si una conducta está
jurídicamente regulada, o está prohibida, o está permitida. La explicación de este axioma
es bien sencilla. En efecto: Con el mismo ejemplo anterior, si el deudor tiene a su cargo
por mandamiento de una norma, el pagar su deuda, su conducta es la de permitirle
pagarla, sin que pueda optar entre hacerlo o no hacerlo, o sea, que no puede estar su
conducta prohibida y permitida, sino que, o le está prohibida o le está permitida. De ello
se sigue que si un proceder no está jurídicamente prohibido, sí está jurídicamente
permitido. Por ejemplo: si al llegar a una esquina no está prohibido dar vuelta a la
izquierda, está permitido hacerlo.

después de ella, el derecho está en obrar conforme a tal prevención, pues mientras
las autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les faculta, el gobernado puede
hacer todo lo que dicha ley no le prohibe. Establecido que la ausencia de normas
legislativas configura para el gobernado el derecho de obrar libremente, y que tal
derecho también es tutelado por el orden jurídico, porque todo lo no prohibido por
las normas legales ni sujeto a determinadas modalidades le están por ellas
permitido, tiene que admitirse que el surgimiento de una ley que rebase una
situación hasta entonces imprevista legislativamente, sólo puede obrar hacia el
futuro, ya que de lo contrario estaría vulnerando el artículo 14 constitucional, que
estatuye que a ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona
alguna. Ahora bien, si en un caso no existía ley alguna anterior a unas circulares
reclamadas, que fijara el precio oficial de un producto para los efectos de la
cuantificación del impuesto de exportación, los quejosos tuvieron el derecho de
exportar tal producto al precio que estimaron pertinente, tomando en cuenta para
su fijación exclusivamente los costos de producción y un margen de utilidad. En
consecuencia, las circulares que "rigen situaciones anteriores a la fecha de su
publicación", vulneran el derecho de los quejosos, derivado precisamente de la
ausencia de disposiciones legales que lo limitaran o reglamentaran.

Sexta Época. Tercera Parte:


Vol. XLVIII, págs. 13 y 52 A. en R. 6895/60. Cía. Minera de San José, S. A.
de C. V. 5 votos.
Vol. L, págs. 107 y 174, A. en R. 2054/60. Cía. Minera de San José, S. A. de
C. V. 4 votos.
Vol. LI, págs. 66 y 106, A. en R. 2550/61. Cía. Minera de San José, S. A. de
C. V. 4 votos.
Vol. LI, pág. 106, A. en R. 3032/61. Cía Minera de San José, S. A. de C. V. 4
votos.
Vol. LII, págs. 98 y 142. A. en R. 7236/60. Cía. Minera de .1 José, S. A. de C. V. 4
votos.

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Introducción al Estudio del Derecho

Y por último el axioma de identidad se enuncia así: Todo objeto del conocimiento
jurídico es idéntico a sí mismo. O sea, lo que está jurídicamente prohibido, está jurídi-
camente prohibido; lo que está jurídicamente permitido, está jurídicamente permitido.

5. SANCIÓN.

A) Definición. El concepto de sanción jurídica lo define el maestro Preciado


Hernández como la consecuencia que atribuye la norma a la observancia o
inobservancia de lo preceptuado por ella.12 13
Recordemos que de toda norma se desprende el derecho subjetivo a favor del
sujeto activo o pretensor y el deber jurídico a cargo del sujeto obligado. Frente al
incumplimiento del obligado se genera lógica y forzosamente la sanción que es la
consecuencia del deber jurídico incumplido.

B) Cumplimiento forzoso, indemnización y castigo. Esta consecuencia


puede traducirse en cumplimiento forzoso, cuyo fin consiste en obtener la observancia de
la norma infringida o, en su defecto, indemnización y castigo; siendo la finalidad de la
indemnización obtener del sancionado una prestación económicamente equivalente al
deber jurídico primario; siendo la finalidad del castigo imponer una pena al sujeto
incumplidor del deber jurídico primario. No persigue por tanto el castigo el cumplimiento
del deber jurídico primario ni la obtención de prestaciones equivalentes.
De lo anterior se traduce que las relaciones entre el deber jurídico primario y el
constitutivo de la sanción, son de dos naturalezas: una, de coincidencia como es el
cumplimiento forzoso y otra de no coincidencia como es la indemnización y el castigo.
Como enseña el maestro García Máynez, tales tipos constituyen las formas simples
de las sanciones jurídicas; pero al lado de ellas existen las mixtas o complejas que, como
su denominación lo indica, resultan de la combinación o suma de las primeras. Hay varias
combinaciones posibles, a saber:

1. Cumplimiento + indemnización;
2. Cumplimiento + castigo;
3. Indemnización + castigo;
4. Cumplimiento + indemnización + castigo.

Pongamos ejemplos para cada caso, siguiendo nuestra costumbre de ilustrar con
ellos los conceptos jurídicos de estas lecciones.
1. Supongamos al deudor que no cumple su obligación de pagar, por ejemplo, una
letra de cambio a su cargo. La sanción puede traducirse en exigir el cumplimiento forzoso

12
Preciado Hernández, obra citada, pág. 129.
13
No es correcta la definición anterior pues si hay observancia de la norma no
puede haber sanción que es, como se ve más adelante, la consecuencia del deber
jurídico incumplido.

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Introducción al Estudio del Derecho

del pago de la letra por la vía ejecutiva y al realizarse ésta en el acto del requerimiento, el
acreedor obtiene, además, el pago de intereses que es en lo que se traduce la indem-
nización.
2. El caso del cumplimiento + castigo podría ser el del promitente que, habiendo
faltado a su deber de perfeccionar el contrato prometido, se obtenga coactivamente la
realización del contrato, más las costas judiciales que, como castigo, se infringe al
promitente incumplidor.
3. Para el caso de indemnización + castigo, se nos ocurre la que obtiene el propio
promisuario de un contrato de promesa de venta que, sin exigir el cumplimiento forzoso,
opta por la rescisión del contrato promisorio, obteniendo del sujeto incumplidor (en el
caso el promitente) la indemnización de los daños y perjuicios, más costas judiciales.
Es conveniente recordar que conforme a los artículos 1797 y 2104 del Código
Civil, el cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio de los contratantes y
que, el que estuviere obligado a prestar un hecho y no lo hiciere, será responsable de los
daños y perjuicios.
4. Por último, la sanción consistente en cumplimiento + indemnización + castigo,
puede ejemplificarse con el cobro de la letra de cambio en el que el acreedor obtenga el
pago de la misma, o sea, cumplimiento; el de los intereses, o sea, indemnización; y las
costas judiciales, o sea, castigo.

C) Concepto de pena. Para terminar con este tratado, conviene decir dos
palabras sobre lo que en Derecho penal son las sanciones. Para el Derecho penal las
sanciones establecidas por las normas penales reciben la denominación específica de
pena. Pena es el sufrimiento impuesto por el Estado, en ejecución de una sentencia, al
culpable de una infracción penal.14

Indice

14
Eugenio Cuello Calón, Derecho Penal, I, 3ª edición, pág. 544.

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