Para ello dispone de una serie de herramientas y técnicas básicas, que son las que
vamos a sintetizar a continuación.
Como objetivos generales de cada una de estas etapas se pueden fijar los
siguientes:
Para cumplir con cada uno de estos objetivos disponemos de una serie de
herramientas, unas para aplicar en campo y otras en gabinete.
Recopilación de información
Es una de las técnicas preliminares, de bajo coste, que puede llevarse a cabo en la
propia oficina, si bien en algunos casos supone ciertos desplazamientos, para
localizar la información en fuentes externas (bibliotecas, bases de datos…).
Consiste básicamente en recopilar toda la información disponible sobre el tipo de
yacimiento prospectado (características geológicas, volúmenes de reservas
esperables, características geométricas…), así como sobre la geología de la zona de
estudio y de su historial minero (tipo de explotaciones mineras que han existido,
volumen de producciones, causas del cierre de las explotaciones…). Toda esta
información nos debe permitir establecer el modelo concreto de yacimiento a
prospectar y las condiciones bajo las que debe llevarse a cabo el proceso de
prospección.
En esta fase resulta muy útil contar con el apoyo de mapas metalogenéticos que
muestren no solo la localización (y tipología) de yacimientos, sino también las
relaciones entre ellos y su entorno. En este sentido, resulta muy útil la
representación gráfica en éstos de metalotectos o provincias metalogenéticas.
Teledetección
Geoquímica
El coste de estas técnicas suele ser superior al de las de carácter geológico, ya que
implican un equipo de varias personas para la toma y preparación de las muestras,
y el coste de los análisis correspondientes. Por ello, se aplican cuando la geología
ofrece ya información que permite sospechar con fundamento la presencia de
yacimientos.
Geofísica
Dentro de esta denominación genérica encontramos, como en el caso de la
geología, toda una gama de técnicas muy diversas, tanto en coste como en
aplicabilidad a cada caso concreto. La base es siempre la misma: intentar localizar
rocas o minerales que presenten una propiedad física que contraste con la de los
minerales o rocas englobantes. Igual que para localizar una aguja en un pajar un
imán es una herramienta de gran utilidad, éste mismo imán no nos servirá de nada
si lo que hemos perdido entre la paja es una mina de lapicero de 0.5 mm.
Así, las diversas técnica aplicables y su campo de aplicación puede ser el siguiente:
Calicatas
Sondeos mecánicos
Los sondeos son una herramienta vital la investigación minera, que nos permite
confirmar o desmentir nuestras interpretaciones, ya que esta técnica permite
obtener muestras del subsuelo a profundidades variables. Su principal problema
deriva de su representatividad, pues no hay que olvidar que estas muestras
constituyen, en el mejor de los casos (sondeos con recuperación de testigo
continuo) un cilindro de roca de algunos centímetros de diámetro, que puede no
haberse recuperado completamente (ha podido haber pérdidas durante la
perforación o la extracción), y que puede haber cortado la mineralización en un
punto excepcionalmente pobre o excepcionalmente rico. No obstante, son la
información más valiosa de que se dispone sobre la mineralización mientras no se
llegue hasta ella mediante labores mineras.
Los sondeos mecánicos son un mundo muy complejo, en el que existe toda una
gama de posibilidades, tanto en cuanto al método de perforación (percusión,
rotación, rotopercusión), como en lo que se refiere al diámetro de trabajo (desde
diámetros métricos a milimétricos), en cuanto al rango de profundidades
alcanzables (que puede llegar a ser de miles de metros en los sondeos petrolíferos),
en cuanto al sistema de extracción del material cortado (recuperación de testigo
continuo, arrastre por el agua de perforación, o por aire comprimido). Todo ello
hace que la realización de sondeos mecánicos sea una etapa especialmente
importante dentro del proceso de investigación minera, y requiera la toma de
decisiones más detallada y problemática.
Interpretación de resultados
Lecturas recomendadas
Annels, A.E. (1991). Mineral deposit evaluation: A practical approach. Chapman &
Hall. 436 pg.
Evans, A.N. (1995). Introduction to mineral exploration. Blackwell Science. 396 pg.
Gunn, A.G.; Plant, J.A. (1998). Multidataset analysis for the developpment of gold
exploration models in western Europe. British Geological Survey. 143 pg.
Peters, W.C. (1978). Exploration and mining geology. Willey. 696 pg.
Stone, J.G.; Dunn, P.G. (1994). Ore reserves estimates in the real world. Society of
Economic Geologits, Sp. Publication 3. 150 pg.
UNIVERSIDAD DE MEDELLIN
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Volcan Compañía Minera (Foto: Difusión)
REDACCIÓN GESTIÓN / 17.08.2018 - 04:10 PM
Así, para este año invertirán US$ 50 millones, de los cuales la mitad
se destinará a proyectos avanzados, así lo informaron, Jorge Murillo
Núñez, vicepresidente de Administración y Finanzas, y José Montoya
Stahl, gerente central de Desarrollo Minero de Volcan.
DIARIO GESTION
Estas nuevas tecnologías constituyen herramientas esenciales para una exploración 3D eficaz.
Utilizamos métodos de modelamiento geológico y geofísico 3D de vanguardia junto con
tecnologías más tradicionales, lo que nos da una clara ventaja en la entrega de soluciones
excepcionales para nuestros clientes.
Servicios
La exploración minera
La exploración minera es la etapa inicial de la actividad minera, consiste en
identificar las zonas por donde se ubican los yacimientos de minerales que luego -
dependiendo de su dimensión y composición - serán explotados en un proyecto
minero.
Cateo y prospección
Al principio se tiene como tarea el identificar la zona donde se ubica el yacimiento
minero. Para ello se procede a realizar el cateo, que consiste en realizar búsquedas
visuales de anomalías geológicas en la superficie, lo que puede dar indicios de
presencia de minerales. Ya en la prospección, la observación se realiza con el apoyo
de herramientas tecnológicas para realizar un trabajo más eficiente y rápido, como
las fotos aéreas, datos satelitales, técnicas geofísicas (para observar propiedades
físicas de las rocas analizadas) o geoquímicas (para obtener resultados químicos de
los materiales observados). Los geólogos hacen uso de alta tecnología para realizar
las exploraciones. Para ello, se estudia el terreno, las rocas, su composición química
y su abundancia, de forma que se pueda saber si es que se puede construir una
mina.
En base a los resultados del cateo y la prospección, se elige el área para un estudio
más detallado, que permita comprobar la existencia de minerales. En este
momento es que se debe solicitar un petitorio ante las autoridades respectivas,
sobre el área donde se presume exista un posible yacimiento mineral,
procedimiento que asegura el derecho sobre los posibles minerales que en la zona
solicitada se encuentren.