Las rocas ígneas son rocas que se crean a partir del enfriamiento y la
solidificación del magma. Esta sustancia, formada por rocas fundidas y otros
elementos, se encuentra en el interior del planeta.
Esto quiere decir que las rocas ígneas tienen su origen en la masa en fusión que
se halla en el seno de la Tierra. Cuando se produce el enfriamiento del magma y
éste se solidifica, surgen las rocas ígneas.
Por otra parte, las rocas ígneas extrusivas o rocas volcánicas, entre las cuales se
encuentran la obsidiana y el basalto, suelen aparecer después de la erupción de
un volcán, ya que la lava expulsada se solidifica.
Además de los datos otorgados hasta el momento sobre estas rocas ígneas,
tenemos que exponer otros igualmente importantes que vienen a dejar constancia
del valor y las características que poseen las mismas:
-No sólo se pueden dividir en plutónicas y volcánicas. Existe un tercer tipo que
engloba a las llamadas filonianas, que son las que surgen cuando los magmas
cristalizan en el interior de las grietas en las que ni las temperaturas ni las
presiones son tan elevadas ni tampoco son tan bajas. En este grupo se
encontrarían, por tanto, las pegmatitas y los pórfidos.
-Básicamente se encuentran formadas por silicatos.
-En función de los niveles de sílices que tienen se pueden dividir en tres grandes
grupos: las básicas, como serían el basalto y el gabro; las intermedias, como
serían las andesita y las dioritas; y las ácidas, como el granito y la riolita.
-Existen diversas teorías o ideas de cómo debe llevarse a cabo la clasificación y
categorización de las rocas ígneas que ahora nos ocupan. En concreto, una de las
más extendidas es la que apuesta por determinar la citada clasificación en base a
dos criterios fundamentales: la abundancia de elementos químicos, basándose en
el sistema o diagrama TAS, y la abundancia de las especies minerales principales.
1.4. Rocas sedimentarias
Las rocas sedimentarias son formadas sobre la superficie de la Tierra por
materiales acarreados por la gravedad, por algún fluido (aire o agua) o bien
precipitados de soluciones acuosas o por seres vivos. En todos estos casos la
gravedad juega un papel importante. Por este motivo, las rocas sedimentarias
suelen acumularse en depresiones sobre la superficie terrestre a las cuales
denominamos cuencas (Tolson, 2005).
Espilita: pertenece a las basálticas (rocas ígneas volcánicas con un rico contenido
en silicatos de hierro y magnesio, y con escaso sílice), específicamente a las
alteradas por medio de fluidos a altas temperaturas. Por lo general presenta un
color verde o gris y no tiene cristales visibles, aunque esto puede variar.
Comúnmente, la espilita se halla en forma de lava acojinada, la cual se forma bajo
el agua cuando la lava se dirige hacia el fondo del mar y se solidifica con un
aspecto similar al de un cojín;
* Antracita: se trata del más metamórfico de los carbones minerales conocidos, así
como del que contiene más carbono. Exhibe un lustre brillante y matices que van
desde el gris acero hasta el negro. Si no está húmeda y si no se tienen en cuenta
las cenizas, la antracita posee en su masa aproximadamente un 14% de
compuestos orgánicos volátiles (sustancias químicas con carbono, presentes en
cualquier elemento vivo) y un 86% de carbono. Dichos porcentajes pueden variar,
disminuyendo el primero y aumentando el segundo;