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LA GUERRA

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NIGOLAÍ PASIIITGII
NUMERO 1 1 9 4 0 CÉNTIMOS
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LA GUERRA
= ILUSTRADA = =
DIRECTOR

AUGUSTO RIERA

LA SITUACIÓN mente los invasores era menester que una o varias divi-
siones hubieran arrojado las armas, abriendo así la bre-
Empieza a saberse algo de lo que produjo la desastro- cha.por donde se arrojó el enemigo. «Las predicaciones de
sa reLirada del Lercer ejéiriln ilaliano y, como consecuen- Perri y de sus compañeros han dado su fruto natural. Lo
cia, la invasión del Pi'iiil y del Véneto. que no pudo el hierro lo alcanza el oro.:Y el enemigo ha
Las ti'opas que habían acosado lanías veces a los solda- sentado su pie en Italia.»
dos de Austria, tomando posiciones casi inaccesibles, re- Los hechos dan la i'azón a ese hombre. La versión ale-
sistido acometidas furiosas, no era natural que sintie- mana era falsa en absoluto. No hubo pánico en las filas
ran un desfallecimienlo insupei'ab!e a la visla de los cas- italianas; hubo traición a la patria; hubo deseo de lermi-
cos ])rusianos. nnr la guerra. En un instante de demencia los soldados
Los alemanes y alemanizantes hicieron circular esla tiraron las aunas y dejaron' franco el paso a los enemigos.
versi(')n que halagaba su amor propio. «Los italianos no l'eio para llegar a tal extremo era menester que pre-
esperaron el choque de nuestros soldados; huyeron como viamente se hubiese realizado un profundo trabajo de des-
liebres "apenas les vieron.» Así quedaban en ridículo los moralización; que los soldados estuviesen quejosos de su
descendientes de Roma y enaltecidos los teutones. estado; que imaginaran que, negándose a combatir,
Un italiano que conoce perfectamente la zona alpina hacían un beneficio a Italia entera y a sus hermanos de
por donde atacaron los austro-alemanes, dijo desde el pri- armas.
mer día de saberse la derrota que para pasar tan fácil- ¿Cómo pudo realizarse ese trabajo? Según se advierte

Artilleros canadienses manejando un cañón de grueso calibre en un sector del trente occidental
(Fot. Central News)
1718 LA GUERRA ILUSTRADA

Soldados de artillería americanos ejercitándose en el manejo de los cañones antes de marchar al fren'.e
(Fot. Central News)

ni los jefes ni los oficiales lo ignoraban; pero no le dieron que no tenían infiuencia ni dinero para conseguir que se
importancia. Los soldados italianos hablaban con los aus- les destinara a una zona menos mortífera.
tríacos y éstos les decían que para terminar una guerra Los que tiraron las armas han pagado ya la deuda que
tan tremenda, lo mejor era fraternizar, no oponerse al contrajeron. La han pagado con su existencia o con su li-
paso de los que, en suma, solo anhelaban libertar a Italia bertad. Maldicen los que están vivos la funesta obceca-
de sus ninlos gobernantes, que ponínn al país a dos dedos ción que les llev(') a i'cndirse. Padecen ellos y padece su
de su pérdida. ¡lalria.
Pero tales insinuaciones no bastaban para conseguir el Pero los pacifistas y clericales que predicaron la doc-
tremendo resu'.tado obtenido. Los pacifistas y los clerica- trina subversiva, los ministros ineptos, los generales y di-
les de Italia favorecieron el.trabajo de los alemanizantes y rectores de los servicios que permitieron tamañas injus-
aconsejaron a los soldados que no hicieran caso a sus je- ticias, no han sido castigados ni lo serániírobablcmente..
fes, que pensaran en sus familias abandonadas y ham- Y, sin embargo, mayor es su culpa que la de los infelices
brientas, en lo que aun tendrían que padecei' antes de que, hartos de ¡ladecer, se rindieron al halago. •
morir. La versiini (pie acabamos de expouei', y que es la ver-
Tal propaganda no hubiese producido ningún efecto dadera, disla iiuicho de la alemana. No pueden envanecei'-
de no tener las lro|ias motivos de queja; de no llover so- se los austro-alemanes de haber vencido en buena lid. Que
bre mojado. no vencieron íi'nnca y lealmenle lo demuestra el hecho de.
No toda, la culpa fué de las tropas que se rindieron. que ha cesado su avance tan pronto como han i'esistido
Mucha les alcanza a los ministros, a los generales, a cuan- los ilali;uios.
liis pcrniitiei'on (\ue mientras unos italianos se batían, otros PreguntaiyA .no hace muchos días un redactor de El
pasearan sus llamantes imifoi'ines por las ciudades; que Iinparciaí por qué no proseguían su avance los alemanes.
en tanto que unos pasaban el invierno en las zonas alpi- La respuesta'es : porque no pueden. Les falta ya gente, a
nas, atei'idos y no siempre hartos, disfrutaran otros del pesar de la que han podido retirar del frente ruso. Y la
benigno clima, de las.llanuras. que tienen, los soldados que van a la batalla no son los
Se sabe ahora que había en Italia 150,000 desertores y que invadieron Bélgica y el norte de Francia, los que con
que nadie se cuidaba de llevarlos a filas; que abundaban Itindenburg rechazaron a los rusos en la Prusia Oriental
los imboscali sin que nadie se atreviera a denunciarlos. y les aplastaron en los lagos mazurianos. Los austríacos
El dinero, la esposa, la influencia, las hermanas, podían que luchan ahora son los que por tres veces consecutivas
más que el deber. El individuo se salvaba; pero la i)atria tuvieron que huir ante Ins rusos; los que fueron vencidos
perecía. Y en la zona alpestre peleaban s¡em])re los mis- en Servia, en el CarsO, en Goritzia ; los que volvieron la
mos batallones, las mi.smas compañías, los mismos hom- espalda ante el ejército de Brussilov. Y los alemanes son
bres. Y cuando el plomo enemigo.y las íatigas v enferme- los.mismos que venció el gran duque Nicolás junto a Var-
üades aclaraban las filas de esos batallones, no ías nutrían sovia, los que retroceden ante los ingleses, los que no pu-
los «emboscados», los malos patriotas, los hijos de gente dieron tomar Verdiín. ¿Qué mucho que se rindan a la
adinerada, sino los campesinos, Jos obreros, los infelices fatiga, que no sean capaces de un esfuerzo continuado?
LA GUERRA ILUSTRADA 1719

La realidad es muy dislinta de lo que flnge la imagina- ventan nuevos aparatos destructores y destrozan todos los
ción. Aquella marcha fulminante hasta Genova; aquella días mayor números de sumergibles.
])az por separado que los revolucionarios impondrían al ¿Cómo se las componen para realizar ese destrozo? No
gobierno de Roma; la invasión de Francia por Saboya... dicen los ministros ni los periodistas una palabra de ello;
lodo ilusión. Conlimia la guerra. No (laquean las naciones pero algo se sabe, sin embargo, por indiscreciones que
de la Entente. Y Rusia no ha dicho aún su última palabra. es imposible evitar.
Un periódico sueco, Tidningen., |)ublica detalles rela-
tivos a los aparatos microfónicos empleados por los in-
LA GUERRA SUBMARINA gleses para revelar la presencia de los submarinos ale-
manes.
La defensa «Antes—dice—los destroyers ingleses no podían ente-
rarse de la proximidad de los submarinos cuando éstos
Al empi'ender los alemanes la guerra submarina ili- se hallaban bajo la suiíerflcie del agua; pero a:hora, gra-
mitada creyeron que en unos cuantos meses habrían ven- cias al uso de los micrófonos, que perciben el ruido de
cido a los ingleses por hambre. Tal esperanza les llevó a las hélices del submarino, los destroyers saben exacta-
desafiar a los Estados Unidos. Y después de diez meses mente el punto en que se encuentra el buque enemigo, y
de campaña submarina se encuentran con que Inglaterra le atacan por medio de bombas, sin que el submarino pue-
continúa i-esisliendo y no lleva trazas de rendirse, y se da darse cuenta de dónde provienen los proyectiles.
han atraído un enemigo tan poderoso como la misma Gran ))Los micrófonos colocados bajo el agua cerca de la
Bretaña. El fracaso de la guerra submarina es evidente. quilla de los buques hacen el mismo papel que el de un
Barcos mercantes de todo el mundo continúan acudien- teléfono. Los britanos han perfeccionado de tal'modo el
do a las islas Británicas y no mueren de hambre los in- uso de los micrófonos referidos que sus buques pueden
sulares ni se paralizan por inanición las industrias de In- dirigirse sin vacilar al punto donde se encuentra el ene-
glaterra y Escocia. migo.
Al emprender su campaña de destrucción pensaron los ))Posee asimismo la marina inglesa instrumentos para
alemanes que su producción de submarinos se intensi- determinar la distancia que les separa de los submarinos.
ficaría progresivamente y que millares de buques irían El indicador marca en una escala graduada la distancia,
a parar al fondo de los mares. No contaron con los sub- utilizando el ruido de las- hélices. Otro instrumento in-
marinos que destruirían sus adversarios ni con los nue- dica si el enemigo está a babor o a estribor.
vos buques mercantes que botarían al agua. De ese. error ))Si el submarino no aparece en la superficie se arro-
de cálculo dimanan su ruptura con los Estados Unidos jan bombas explosivas de enorme potencia, las cuales lle-
y la profunda decepción que ha producido en Alemania gan hasta el fondo del mar, de manera análoga a como
el fiasco de los submarinos. Verdad es que los arsenales caen las bombas de los aeroplanos,' y la destrucción del
•alemanes producen todos los días más submarinos; pero submarino es segura, aun cuando se encuentre a 50 me-
también es cierto que los ingleses aguzan su ingenio, in- tros del punto donde la explosión se produce.»

Sección de ingenieros americanos trabajando en una línea férrea de campaña del frente occidental
(Fot. Central News)
1720 LA GUERRA ILUSTRADA

Proyectil de grueso calibre acabado de forjar y listo para pasar al torno (Fot. José Sánchez)

Vista de una de las grandes naves de una fábrica de municiones de Inglaterra (Fot. José Sánchee)
LA GUERRA ILUSTRADA 1721

Sala de tornos de los grandes proyectiles de una fábrica de municiones de Inglaterra (Fot. José Sánchez)

Vi8ta de una de las salas de la gran fábrica de municiones norteamericana, donde se construyen las torres blindadas de los grandes acorazados
(Fot. José Sánchez)
SIGNOS
Ferrocarriles
Carreteras
Caminos
Canales
ESCALA EN KILÓMETROS

MAPA DE LA EEGION DE CAMBRAI CON LAS DIVERSAS FASES DE LA BATALLA QUE EN ELLA SE DESARROLLA
Situación del día 20 de Noviembre de 1917 g ^ i g n n g a Máximo avance inglés el 30 de Noviembre • • • • • # Situación del día 10 de Diciembre, después de l a contraofensiva alemana «•«>»••
LA GUERRA ILUSTRADA

O P I C I A T ^ INGLESES INSPECCIO^NBO^LAS PIEZAS BE ARTILLEBU COGIBAS A LOS ALEMANES EN LA MEMORABLE BATALLA BE VIMY
'-—'-— — (Fot. Central New3)
LA GUERRA ILUSTRADA 1725

LA MÁSCARA HA CA[DÜ »—Leeremos—respondí—; todo anda a pedir de boca.


¡Buena paliza les damos a los italianos!
Para comprender exactamenle lo que Alemania desea »—¡Me alegro! Esos canallas tienen la culpa de todo.
de la ofensiva organizada por su Estado Mayor contra Ita- »—¿Qué dice?—pregunté—. ¿Por qué dice que tienen
lia, bastan dos artículos de la oficiosa Gaceta de Colonia. la culpa?
En el primero de ellos, titulado Rendición de cuentas, enu- »—Sin duda. De no haberse mostrado reacios en 1914
mera los beneficios que Italia obtuvo de su alianza con ya habríamos ganado la partida en Francia y a estas horas
los Imperios centrales y de «su protección». El artículo la guerra habría terminado. Desde el principio debimos
habla nuevamente de la «traición» de Italia, que la per- castigar a Italia como lo hacemos ahora.
petró movida de su afán de rapiña. Habla de Italia como »—Entonces no podíamos; nos lo impedían los rusos.
de un delincuente, y deduce de todo lo dicho esta conclu- »—Más vale tarde que nunca. El caso es que los otros
sión, que revela por completo el estado de ánimo y el plan no acudan en su ayuda.
político y militar de Alem-ania. «Puños y granadas ale- ))—No me parece fácil—repliqué—. Y además, las lar-
manas caen sin descanso para vengar la ofensa inferida; gas distancias impiden un socorro pronto.
guerreros alemanes y austro-húngaros castigan al desca- ))Y le tranquilicé acerca de este punto que parecía pre-
rado ratero a fin de que jamás se le ocurra alargar la mano ocuparle. Le expuse que era imposible que Italia pudiese

Buiuae de la catedral de Ypréa.—Puerta del sur (Fot. Central News)

iia lo que pertenece a otros pueblos. Hoy en todos los evitar la expiación merecida. Nuestro pueblo es honrado,
.icones de la tierra alemana reina la alegría al ver como altivo, inaccesible a los artificios diplomáticos. Quizá algo,
hunde el castillo de cartas italiano. Italia hubiera de- tardo; pero inmutable en sus afectos y en sus odios. Sus
b' lo enseñar a leer y escribir a su pueblo para llevarlo, sentimientos hacia Italia difieren de los que nutre por sus
grújelas a la cultura y al trabajo, a mayor bienestar, en otros adversarios. Comprendemos el deseo de desquite de
vez de practicar una política vacua, en mala compañía, y Francia, el rencor de Rusia, hasta podemos excusar la
con medios indignos. Nuestro camino hacia la paz atra- mezquina y maléfica envidia de Inglatei-ra; pero no la con-
viesa hoy un punto indispensable: el de castigar al ene- .ducta de Italia.»
migo italiano.» Habla luego la Koelniche Zeitung de la «traición» y
Al día siguiente—31 de Octubre—inserta otro artículo, afirma que el pueblo alemán considera la derrota militar
que titula: «Nuestro pueblo e Italia», y de él traducimos de Italia como un castigo merecido, como un juicio de
textualmente: «Nuestro pueblo no mide por el mismo ra- Dios que responde al sentimiento popular. Y termina di-
sero a la cuadrilla que se propone salvar la.civilización ciendo : «Una victoria italiana sería un bofetón moral para
estrangulado a una gran potencia. cuantos imaginan que hay algo bueno en la naturaleza
He aquí un boceto que refleja con claridad la situación humana; sería la justificación del fango moral que los
del día. Estaba en la estación cuando se me acercó un mozo aliados han difundido por todo el mundo. La catástrofe
de cuerda. de Italia será una satisfacción para todos, así para aque-
„_¿Hay algo de nuevo?—me preguntó. llos que abiertamente lo confiesan como para los que en
»Le enseñé el periódico. secreto lo piensan.»
IT¿Í5 LA GUERRA ILUSTRADA

Artilleros canadienses cargando un cañón de quince pulgadas (Fot. Central News)

LAS FUERZAS DE ALEMANIA ra insignificante de no haber ocurridu lo que i)repai'ó el oro


alemán : la defección de unas divisiones italianas junto al
Declinan rápiclamenle. Aun cuando desconocemos sus Isonzo.
elementos e ignoramos a qué causa se deben los efectos Cuando se habla de las bajas que han tenido los alema-
que saltan a la vista, se puede decir sin temor a equivocar- nes y los austríacos—lo propio que los ejéircitos aliados-
se que dimanan de dos hechos principales : del agota- solo se cita los muertos, heridos y prisioneros que cayeron
miento progresivo del número de soldados útiles para las en los campos de batalla. Se olvida que las enfermedades
fatigas de la guerra y del descorazonamiento engendrado han producido tantas bajas como los combates, quizá más.
1)01- la duración de !a lucha y por el progresivo aumento Téngase en cuenta que Alemania ha hecho un esfuerzo su-
de las privaciones que la guerra iuipone. ))remo; que ha llevado a filas los hombres de dieciocho a
Aliiniau los-críticos militares que aun le quedan a Ale- cincuenta y dos años; que no sólo ha dado por útiles para
mania fuertes reservas capaces de realizar un gran esfuer- el servicio los que lo eran realmente por su fuerza y su
zo en un momento dado. i3icen los periódicos alemanes resistencia, sino también a los débiles, enclenques y enfer-
que durante muchos años—suponiendo que la gueri'a du- mizos. Decían los jefes que encuadrados estos hombres
rara—el Imperio estará en condiciones de hacer frente al por otros más robustos y sostenidos por la energía moral
enemigo y que no se agotarán sus re-cursos económicos; que les impulsaba a morir por la i)atria, cumplirían con
pero los hechos demuestran lo contrario y la lógica y la su deber lo mismo que los jóvenes y fuertes. Sin duda
experiencia hacen creer que lo que pudiera tomarse ])or alguna. Los alemanes han dado en esta guerra pruebas
una debilidad momentánea es señal inequívoca de una pos- evidentes de una energía admirable. Pero la fatiga produ-
tración definitiva. ce efectos desastrosos en los organismos débiles, y inia
tercera parte cuando menos de los hombres de treinta y
Por medio de las palabras se explica todo en este mun- cinco a cincuenta y dos años han.sucumbido a ellos. Y no
do; pero no hay palabra que prevalezca contra los hechos. pocos de los de dieciocho a veintiuno. Las enfermedades
Toda la dialéctica de un gran embaucador no evitará que |)roducidas por la tensión nerviosa, por la estancia conli-
se derrumbe un edificio que amenaza ruina, que muera nuada en las trincheras, por una alimentación anormal,
un hombre a quien la naturaleza condenó a morir. Todas mermaron y merman los contingentes de los soldados más
las explicaciones de los periódicos no harán que las líneas robustos. En suma, que si hasta ahora han tenido los ale-
alemanas dejen de retroceder lentamente en el frente fran- manes «tres millones de bajas definitivas» por acciones de
cés y que la ofensiva emprendida contra Italia haya te- guerra, «han perdido igual número de combatientes -por
nido que detenerse durante un par de semanas por falta de enfermedades». Tenía Alemania al principiar la guerra
recursos abundantes. A pesar de que los contingentes aus- unos 65 millones de habitantes. ¿Qué pudo movilizar?
tro-alemanes fueron reforzados por los que se pudo retirar ¿Diez millones? Pues sólo le quedan la mitad de los sol-
de Rusia, en mitad de la ofensiva perdieron el resuello y dados con que principió la guerra. Está, pues, desangra-
se inmovilizaron para reponer las fuerzas que les faltaban. da, como lo estaba Francia en 1815. Se mantiene en pie
Las cincuenta o sesentji divisiones que vinieron del por un esfuerzo casi inconcebible de voluntad, y no sola-
frente ruso han servido para la ofensiva italiana y para la mente permanece erguida, sino que sostiene a Austria de-
reacción de Gambrai. El resultado no ha sido notable; fue-
LA GUERRA ILUSTRADA 1727

rrolada cuaLro veces y que ya no puede con sus heridas y cuta en las trincheras y en el más lejano rincón de la patria y sea la
exclamación del pueblo que combate y del pueblo que trabaja. Al ene-
con la pesadumbre de la guerra. migo, que cuenta más aún que con su victoria militar con la disolución
Pero ha pasado la época ele los milagros. A pesar del de nuestros espíritus y nviestra incapacidad, respondámosle con una sola
calaclismo ruso, Alemania se debilila rápidamente y sus conciencia, con una sola voz : ¡ Todos estamos dispuestos a dar todo por
la victoria y el honor de Italia!
legiones no pueden ya, arrollar a las conlrarias. La ofen- «Cuartel general, 10 de Noviembre de 1917.— Víctor Manuel.—Orlando.
siva italiana parece condenada a un fracaso. Las tropas — Sonnino.— Colosimo.— Sacchi.— Meda.— Nitti.—Alfieri.— Velbuono.— Dallo-
austro-alemanas se inmovilizarán en el Friul y Véneto lio.—Bissolati.—Berenino.—Dari.—Mñiani.—Ciuffelli.—Fera.—Bianchi.»
hasta la primavera. Y para entonces habi'á en el gran con-
llicto nuevos elementos de combate.
Mcn.saje del prcsideiile Wilson al Congreso pidiendo
que se declare la guerra a Austria-Hungría
DOCUMENTOS HISTÓRICOS
He aquí el texto completo del Mensaje de Wilson, pro-
nunciado en la apertura del 65 Congreso :
PROCLAMA DEL REY VÍCTOR MANUEL «Señores del Congreso: Han pasado ocho meses desde la última vez
«¡Italianos! El enemigo, favorecido por el extraordinario concurso de que tuve el honor de hablar ante vosotros. Han sido meses abundan-
las circunstancias, ha podido concentrar contra nosotros todos sus es- tes en acontecimientos de grave y considerable alcance. No voy a refe-
fuerzos. Al ejército austríaco, que durante treinta meses de lucha heroica rirlos en detalle ni siquiera a resumirlos. Los detalles del papel que
fué tantas Teces afrontado y vencido por nuesíro ejército, ha llegado la desempeñamos os serán expuestos en los informes de los diversos mi-
ayuda, hace tanto tiempo invocada y esperada, de las tropas alemanas, nisterios. Me contentaré con examinar nuestras perspectivas de la hora
numerosas y aguerridas. Nuestra defensa ha tenido que replegarse, y lioy presente acerca de esías vastas cuestiones, nuestros deberes actuales y
el enemigo invade y oprime esa gloriosa tierra veneciana, de donde había los medios inmediatos de realizar los fines a que debemos encami-
sido expulsado por la indomada virtud de nuestros padres y por el in- narnos.
coercible derecho de Italia. ¡ Italianos! Desde que la nación proclamó su «No insistiré en la exposición de las causas de la guerra. Los abusos
unidad y su independencia, nunca afrontó una prueba tan difícil. Pero intolerables y premeditados contra nosotros por los dirigentes de Ale-
como nunca, ni mi casa ni mi pueblo, fusionados hoy en un solo senti- mania se han hecho desde hace demasiado tiempo groseramente evi-
miento, han desmayado an'.e el peligro, así ahora, con el alma viril e dentes y odiosos a todo verdadero noríeamericano para que haya necesidad
impávida, miramos la adversidad. De la misma necesidad, nosotros saca- de repetirlo. Pero os pediré que examinéis y escrutéis rigurosamente
remos una virtud para elevar los espíritus a la altura de loa aconteci- nuestros objetivos y las medidas con que contamos alcanzarlos, pues el
mientos. Los ciudadanos a quienes la patria había ya pedido tantas re- objeto de nuestra reunión en este local es la discusión y nuestra acción
nunciaciones y privaciones, responderán al nuevo y decisivo llamamiento debe encaminarse a fines definitivos.
con un ardor aun más ferviente de fe y de sacrificio. Los soldados que ya, «Nuestro objeto es, naturalmente, el de ganar la guerra y no desfa-
en tantas batallas, se midieron con el actual invasor y le tomaron al lleceremos ni permitiremos que se nos desvíe de él hasta haberlo alcan-
asalto sus defensas y le hicieron huir de las poblaciones redimidas, lleva- zado. Pero hay que plantear la pregunta y contestar a ella: ¿Cuándo
rán de nuero adelante las gloriosas banderas desgarradas al lado de nues- consideraremos ganada la gvierra?
tros aliados, solidarizados fraternalmente con nosotros. «Yo no dudo que el pueblo norteamericano sabe de lo que se t r a t a en
«¡Italianos! Ciudadanos y soldados, sed un solo ejército. Toda cobar- esta guerra y qué clase de resultados considerará como la realización
día es traición, toda, discordia es traición, toda censura es traición. Que del objetivo que se ha propuesto.
esta exclamación de mi fe inquebrantable en el destino de Italia reper- «Como nación estamos unidos en espíritu y en intención. No me pre-

Ünica línea de tranvía que nne la ciudad de Bagdad con la antigua mezquita y Kadhimain
(Fot. Central Nen:s)
1728 LA GUERRA ILUSTRADA

Grupo de «oamaradas» alemanes recientemente capturados por los canadienses que luchan en el norte de Francia
(Fot. Central News)

ocupo mucho de los que se expresan de otro modo. Oigo la voz de loe del corazón de todos los hombres. Piden con insistencia que la guerra
disidentes. ¿Quién no la oye? Oigo las críticas y los clamores. Veo tam- termine sin venganzas, que ninguna nación o pueblo sea castigado, por-
bién hombres que se niegan a sí mismos con deslealtad impotente con- que los soberanos irresponsables cometieron ellos solos el daño profundo
t r a el poder tranquilo e indomable de la nación. Oigo gentes que dis- y abominable.
cuten sobre una paz que no comprenden, ni en cuanto a su naturaleza «Este mismo pensamiento fué expresado en la fórmula, «sin anexiones,
ni en cuanto al camino que debemos seguir para alcanzarla, con miras «ni indemnizaciones».
elevadas y espíritu firme. Pero ninguna de esas gentes habla en nom- (Continuará)
bre de la nación. Esos hombres no influyen sobre nadie. Podemos de-
jarles tranquilamente con sus opiniones y olvidarlos.
«Pero, desde otro punto de vista, creo que es necesario decir clara-
mente lo que nosotros, que ocupamos un puesto de acción, consideramos
HECHOS CULMINANTES
como objetivo de la guerra y qué papel queremos desempeñar en las ne-
gociaciones que han de* poner término a la misma. Somos el portavoz del
27 de Noviembre. — Los alemanes caníraMacan en el
pueblo norteamericano y éste tiene derecho a saber si su objetivo es tam- bosque de Bourlón y son recliazados.
bién el nuestro. El pueblo desea la paz por la derrota del mal, por la de- El af/obierno anarrjuisla» de Rusia advierte a las po-
rrota definitiva de las íuerzas nefastas que interrumpen la paz y la hacen tencias aliadas que si ellas no quieren hacer la paz, la pac-
imposible. Quiero ,saber la intimidad que hay entre nuestro pensamiento
y el pensamiento del pueblo y qué acción nos proponemos ejercitar. tará él por separado.
"Sentimos la impaciencia lo mismo que aquéllos que desean la paz por 28 de Noviembre. — En el este africano las tropas in-
cualquier clase de compromiso; pero éstos sentirán nuestra misma impa- qlesas derrotan a las alemanas y les hacen numerosos pri-
ciencia si les decimos claramente cuáles son nuestros objetivos y qué es lo sioneros.
que nos proponemos al intentar conseguir la paz por la fuerza de las armas.
30 de Noviembre. — El q ene ralísimo ruso — el alférez
•iPuedo hablar en su nombre cuando digo que esta horrible cosa de la
cual los directores de Alemania nos enseñaron el aspecto trágico, que KrilenJw—ordena que cesen las hostilidades en todo el
esta amenaza de intriga y de fuerza combinadas que vemos ahora clara- frente.
mente constituye el poder germánico; cosa sin conciencia ni honor, no 1." de Diciembre. — En un violento ataque los alema-
es capaz de una paz formal y debe, por lo tanto, ser abatida. Si no la
aniquilamos por completo, al menos debe ser excluida de las reuniones nes recuperan, después de reñida batalla, alqwias de las
amistosas entre naciones. Cuando esta cosa y esta potencia sean final- posiciones perdidas delante Cambrai y li.aceii l)astantes
mente abatidas, llegará el tiempo en que podremos hablar de paz, cuan- prisioneros.
do loe intérpretes de Alemania estén dispuestos, en nombre de su pueblo, 2 de Diciembre. — Continúa el cómbale en la reqión de
a aceptar el juicio comiin de las naciones, respecto a lo que deberá cons-
tituir las bases de la ley y del contrato para la vida del mundo.'Estare- Cambrai. Los alemanes (il)lienen liqrras vent.ajas.
mos satisfechos de pagar el precio que sea preciso para obtener la paz 4 de Diciembre. — /•.'/ ¡iresidente Wilson propone en un
y la pagaremos sin regatear. Sabemos en qué consistirá este precio : será Mcnsafe al Congreso declarar la querrá a Austria, y es acla-
la justicia completa e imparciaJ, la justicia en todos los casos, para cada
nación; el reglamento final, tanto a nuestros enemigos como a nuestros mado con entusiasmo.
amigos. 6 de Diciembre. — Reanudan los austro-alemanes su
"Escuchad conmigo las vocee de la humanidad que flotan en el aire. ofensiva en la reqi/m montañosa de Italia y obligan a re-
Ellas son de cada día más potentes, más claras, más per&ttasivas; nacen troceder en algunos puntos a los peninsulares.

En el próximo número publloaremos el retrato del g e n e r a l F a l k e n h a y n ; el mapa de la m e s e t a de "Sette Comuni", oon el


avance a u s t r o - a l e m á n , el de Mesopotamla, oon la situaoión de l o s e j é r c i t o s b e l i g e r a n t e s , e n c o l o r e s , y retratos y grabados
de actualidad e n n e g r o
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HISTORIA D E LAS
NACIONES
GRECIA
raíEJOBRA TRADUCIDA DEL
I N 6 L É S POR GUILLERMO
DE BOLADERES IBCRN fcl

tSBJSS POPULAR. CONCISA. tSS>S&


PINTORESCA Y AUTORIZADA
RELACIÓN DE CADA UNA
DE LAS NACIONES DESDE
LOS TIEMPOS MAS REMOTOS
K 9 HASTA NUESTROS DÍAS ISO

Qnu.'rxTunaLijl ¡¿•KA.XIXCRAXJÍ
;SíS);S:¡9>S¡3>]^;S:9 CONTIENE LOS
MAS FAMOSOS CUADROS HISTÓRI-
COS DE ARTISTAS DE TODAS LAS

NACIONES S3SíS>>s9;s^;s^;s^

PUBLICACIÓN PERIÓDICA SEMANAL

M. SEGUÍ EDITOR

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