Otro punto es que la jurisprudencia ha confirmado que la prescripción del pago del
precio en las compraventas mercantiles es de quince años.
Por ejemplo este plazo es aplicable a las tarjetas de crédito, sometidas al plazo
general de 15 años, a pesar que muchas personas piensan que la prescripción se
produce a los cinco años. La razón es que en el contrato de una tarjeta, el emisor
se obliga a unas prestaciones, a cambio del pago de una cuota anual, y a abonar
las cantidades dispuestas en la forma convenida. El banco tiene la obligación de
hacer frente a las facturaciones que se presenten. Entre el banco y el titular de la
tarjeta se establece un contrato de apertura de crédito de naturaleza personal,
sometido al plazo general de 15 años. Por ello, la entidad dispone de ese periodo
para reclamar al titular de la tarjeta tanto las cuotas impagadas como los intereses
de demora.
PRESCRIPCIONES DE PORTES
Las acciones relativas al cobro de portes, fletes y gastos derivados de los mismos
prescribirán a los seis meses de entregar los efectos que los adeudaron. El derecho
de cobro del pasaje prescribirá a los seis meses a contar desde el día que el viajero
llegó a su destino.
Diez años, pudiera ser juzgado casi cuatro años después de cesar, por algo que
hizo (o se supone que hizo) en el inicio de su cargo.