LAS BIBLIOTECAS
UNIVERSITARIAS
D E L O S PAÍSES E N VÍAS
DE D E S A R R O L L O
por M.A. G E L F A N D
UNESC.0
M A N U A L E S D E L A UNESCO
P A R A LAS BIBLIOTECAS - 14
LAS BIBLIOTECAS UJVIVERSITARIAS
D E LOS PAÍSES EJVVÍAS D E D E S A R R O L L O
En esta colección:
I. La formación profesional del bibliotecario
2. El servicio de extensión bibliotecaria en la biblioteca pública
3. La biblioteca pública y la edtccación de adultos
4. Función de las bibliotecas en la edwación de adultosy en la educación
fundamental: informe sobre el seminario de Malmoë
5. Desarrollo de las bibliotecas públicas en América Latina: Conferencia de
São Paulo
6. Le développement des bibliothèques publiques en Af~que:Stage d’études
d’Ibadan
Development of public libraries in Africa: the Ibadan Seminar
7. Des bibliothèques publiques pour l’Asie:Stage d’études de Delhi
Public librariesfor Asia :the Delhi Seminar
8. L a Biblioteca Pública de Delhi: un trabajo de evaluación
g. Servicios para niños en las bibliotecas públicas
IO. El edijcio de la p e q d a biblioteca pública
1 I. Tâches et problèmes des bibliothèques nationales: Colloque des bibliothèques
nationales d’Europe
National libraries, their problems and prospects :Symposium on national
libraries in Europe
12. L a biblioteca de la escuela primaria y sus servicios
I 3. Organización de la pequeña biblioteca pública
Libre acceso a las estanterías. Alumnas de medicina preparan sus lecciones
en la Biblioteca de la Universidad de Kabul (Afganistán).
Publicado in 1968
por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura,place de Fontenoy, Paris 7e
Impreso por Corbaz (Montreux)
0Unesco 1968
COM.DBA.GB/IV.
141s
P R E F A C I O
INTRODUCCI~N. . . . . . . . . . '3
CAPiTULO I Las bibliotecas universitarias y el desarrollo
nacional . . . . . . . . I7
Características de le enseñanza superior; Des-
arrollo de las instituciones de enseñanza superior;
Factores que influyen en el desarrollo de las
bibliotecas universitarias; Las organizaciones de
investigación especializada; Grado de desen-
volvimiento de las bibliotecas de un país; Con-
diciones existentes en determinadas universi-
dades; Situación de la bibliotecología en general
CAPíTULO v Personal . . . . . . . . 57
Nombramiento de un director de biblioteca uni-
versitaria; Número y naturaleza del personal;
Selección de la plantilla de personal; Formación
profesional de los bibliotecarios;Situación de los
bibliotecarios en la universidad; Perfecciona-
miento profesional del personal; Ascensos; Con-
diciones de trabajo; Auxiliares estudiantes
t
L a mayor parte de los manuales de bibliotecología se han escrito
para bibliotecarios. Este libro, en cambio, se destina no sólo
a los bibliotecarios, sino también a los profesores, a las autori-
dades universitarias y a los funcionarios de la administración
en general, para que vean con mayor claridad los problemas que
se plantean en las bibliotecas, pues también ellos tienen un
interés y una responsabilidad en el desarrollo de las bibliotecas
universitarias. Si bien se ha concebido sobre todo para que sirva
de ayuda en la organización y el funcionamiento de bibliotecas
universitarias relativamente pequeñas en los “países en vías de
desarrollo”, puede tener también interés para los países m u y
desarrollados, ya que sugiere posibilidades de cooperación y
ayuda con destino a las bibliotecas.
Se decidió destinar este libro a un público más amplio por
varias consideraciones que pueden resumirse de la manera
siguiente:el ritmo acelerado de crecimiento económico es objetivo
común de todos los países en vías de desarrollo; para lograrlo,
necesitan concentrarse en la producción y el mejoramiento de
recursos humanos adicionales en todos los niveles de las activi-
dades oficiales y privadas. Las universidades han de desempeñar
un papel importante en ese proceso, y para formar personal
idóneo no sólo deberán tener un profesorado competente y
seleccionar de manera adecuada a los estudiantes,sino también
ofrecer a todos los miembros de la comunidad universitaria un
acceso directo a las fuentes de información que la sociedad ha
acumulado durante siglos de experiencia. L a biblioteca es el
mejor órgano universitario de compilación y clasificación de los
conocimientos para su uso eficaz y para proporcionar los servicios
correspondientes y las instalacionesmateriales que han de facilitar
ese uso. L a eficacia de la biblioteca se verá multiplicada si forma
parte de una red nacional o regional de bibliotecas y servicios
de información conexos.
El principio de que el desarrollo de los recursos humanos es
una de las funciones más importantes de la universidad y de la
biblioteca y su justificación, no significa que las universidades
‘3
no tengan otras funciones importantes para las cuales necesitan
las bibliotecas. La verdadera universidad debe también conservar,
divulgar y hacer progresar el saber. En algunos países tendrá ade-
más otras funciones, y así debe ser. Pero la imperiosa necesidad,
cualitativa y cuantitativa, de recursos humanos, exige de por sí
una buena universidad con una buena biblioteca.
Son los casos en que las bibliotecas universitarias y los servicios
de información de que disponen los países en vías de desarrollo
pueden considerarse como satisfactorios. Las personas a quienes
incumbe, al nivel más elevado, formular la política nacional,
y cuyas decisiones repercuten directamente sobre el desarrollo
de las universidades podrán encontrar útil este libro por las
sugestiones que contiene sobre la manera de eliminar los obstácu-
los que impiden o frenan el necesario desarrollo de los recursos
y servicios de bibliotecas en las universidades. En resumen, al
escribir este libro se han tenido en cuenta tanto los intereses
nacionales como los de la comunidad universitaria en lo que se
refiere a la enseñanza y a la investigación.
O B S T A C U L O S QUE IMPIDEN EL D E S A R R O L L O
D E LAS BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS
'5
como los que se emplean para la catalogación,sino que se descri-
birán las actividades importantes y se examinarán los principios
y métodos aplicables a ellas.
El término “biblioteca universitaria” se utiliza aquí para
designar una biblioteca que forma parte integrante de una
institución de enseñanza superior (colegio universitario, facultad,
universidad), para ingresar en la cual es preciso haber terminado
los estudios de grado secundario, en la que se da enseñanza y se
hacen investigaciones en una o más ramas de las letras y de las
ciencias y que está facultada para expedir títulos, diplomas o
certificados. Por “biblioteca central” se entiende la biblioteca
universitaria central o más importante;las bibliotecas de departa-
mento, de facultad, de instituto, de colegio o escuela quedarán
englobadas en el concepto genera1 de biblioteca universitaria.
Se llamará “bibliotecario de la universidad” al jefe o director
de la biblioteca universitaria central y de los servicios que de ella
dependan.
Se han consultadopara la preparación de este libro m u y diversas
fuentes; demasiado mumerosas para mencionarlas todas; pero
cuando se reproducen pasajes de otras obras se indica claramente
la fuente, y en apéndice figura una lista de otras referencias. El
autor quiere hacer constar aquí su profunda gratitud a los autores
y editores de las obras que ha consultado y utilizado para la
preparación de este libro.
Igualmente,quiere agradecer la valiosa ayuda del Sr. Joseph
Groesbeck,director adjunto de la Biblioteca Dag Hammarskjdd,
y del Sr. Arthur Gagliotti,director de la Oficina de la Unesco en
Nueva York (Naciones Unidas) y de su respectivo personal.
16
C A P Í T U L O P R I M E R O
CARACTER~STICAS
DE L A ENSEÑANZA SUPERIOR
18
En las ideas expuestas por el Sr.José Y.Tuazon,subsecretario de
Educación de la República de Filipinas, en la Conferencia de
Rectores y Vicerrectores de Universidades, celebrada en la de
Karachi en I 96I, aparece esa nueva concepción de la universidad,
que se resume bajo el epígrafe de “La responsabilidad social de
las universidades asiáticas”:
Hoy día está generalmente aceptado que la universidad actual
no puede ser una institución aparte, una isla inaccesible desde
tierra firme. Para que su rendimiento sea óptimo, la universidad
debe constituir un elemento real y funcionalmente vivo en
la sociedad que la mantiene. C o m o en tiempos pasados, debe
servir para adquirir y enriquecer un acervo de conocimientos
para uso y beneficio del pueblo[ ...I Las universidades de Asia,
en particular, para ser fieles a los ideales de la época actual,
deben ser instrumentos dinámicos de reconstrucción social, de
desarrollo de sistemas políticos verdaderamente asiáticos, para
elevar el nivel de vida y contribuir a la supervivencia y al progreso
de los pueblos a los que sirven. Del mismo modo que deben
conservar su interés por descubrir las fuentes y realizar la síntesis
de todos los conocimientos,deberían identificarse plenamente con
los diversos y cambiantes problemas de la sociedad moderna en
el plano nacional, regional e internacional1.”
D E S A R R O L L O D E L A S I N S T I T U C I O N E SD E E N S E Ñ A N Z A
SUPERIOR
20
Los problemas que plantea el desenvolvimiente de las universi-
dades en América Latina difieren,en varios aspectos importantes,
de los que se plantean en numerosos países en vías de desarrollo
recientemente independizados. Los países nuevos tienen que
crear en muchísimos casos universidades y bibliotecas donde
antes no existían. En esas circunstancias,la formación y organiza-
ción de nuevosfondos para lasbibliotecas,la habilitación de locales
y la designación del personal, son problemas de importancia
capital. También las bibliotecas universitarias latinoamericanas
necesitan, como todas las bibliotecas, poder disponer constante-
mente de nuevos materiales y, en muchos casos,de nuevos locales
y personal más numeroso. Sin embargo, muchas bibliotecas,
sobre todo de las universidades más antiguas, poseen fondos
abundantísirnos, aunque éstos pueden encontrarse dispersos en
las diversas facultades y no están a menudo al alcance del lector.
Por ese motivo, los bibliotecarios de las universidades latino-
americanas han insistido repetidamente en la necesidad de lograr
una mejor coordinación y una mayor cooperación en el empleo
de los recursos de las bibliotecas.
En América Latina los problemas del desarrollo de las biblio-
tecas universitarias, como los que plantea el desenvolvimiento
de las universidades en general, suelen ser más complicados y
difíciles que en los países nuevos, por tratarse de situaciones que
requieren tener en cierto modo en cuenta actitudes del profeso-
rado,métodos de enseñanza,tradiciones y normas ya arraigadas,
problemas jurídicos y cuestiones como el emplazamiento de los
locales universitarios. Sin embargo, tanto los servicios oficiales
como las autoridades universitarias y los bibliotecarios convienen
en que esos problemas deben estudiarse y resolverse.
Para precisar y resolver los problemas que plantea el desarrollo
de las universidades, estrechamente relacionado con el de las
bibliotecas, se celebró del 3 al 12 de septiembre en Tananarive
(República Malgache) la Conferencia sobre el Porvenir de la
Enseñanza Superior en África, muy importante a ese respecto.
Sus conclusiones y recomendaciones figuran en el plan del
desarrollo de la educación en Africa, 1961-198q. En ese plan se
esboza la función de la enseñanza superior en Africa, su planea-
miento, el personal necesario y la forma de financiamiento,la
selección y adaptación de los planes de estudios y el papel de la
cooperación interafricana e internacional. E n todo ese programa
se tienen particularmente en cuenta las necesidades de las naciones
del Africa Central, pero los principios formulados o implícitos y
el criterio general con que se enfocan los problemas del desarrollo
de las universidades tienen un amplio campo de aplicación1.
I. The deuelopmnt
UNESCO, of higher education in Africa ...,p. 69-81.(Existe también en
francés.)
21
Ese programa podría m u y bien servir de base para cualquier
plan de fomento de las bibliotecas, porque en él se subraya la
necesidad de aprovechar plenamente los recursos educativos en
el plano nacional y regional, la importancia de establecer planes
con arreglo a objetivos netamente definidos, la necesidad de la
coordinación y el valor de la cooperación. En ese contexto, las
bibliotecas podrían organizarse y desarrollarse desde un principio,
no sólo como centros básicos de información de las respectivas
universidades, sino como filiales de sistemas de información
nacionales e internacionales.
L A S O R G A N I Z A C I O N E SD E I N V E S T I G A C I ~ENS P E C I A L I Z A D A
22
“conocimiento” y “acción”. Con el primer vocablo reconocere-
mos la observación y la teoría, con el segundo la experiencia y
la aplicación1”. Las universidades son los centros tradicionales
de la ciencia pura, es decir,del conocimiento en términos de obser-
vación y teoría. Sin embargo, m u y a menudo intervienen en
actividades de experimentación y aplicación a fin de promover
el desarrollo económico y social. Incumbe al Estado alentar y
apoyar el desarrollo planeado y coordinado de la investigación
científica,reconociendo la relación fundamenta1 que existe entre
la ciencia pura y la ciencia aplicada; en cambio, corresponde a
la universidad organizar programas adecuados de formación e
investigación y mantener estrecho contacto con otras instituciones
de enseñanza superior y de investigación.
En los países en vías de desarrollo se ha observado un signifi-
cativo aumento del número de institutos de investigación. En un
informe presentado recientemente al Consejo Económico y Social
de lasNaciones Unidas se enumeran 45institutosde investigaciones
industriales en 36 países, 29 centros de desarrollo de la producti-
vidad y la administración en 28 países y 209 organizaciones
nacionales de investigación científica en 65 países 2.
Los institutos de investigación,pertenezcan o no a las universi-
dades, necesitan materiales y servicios de información científica.
La magnitud de estas necesidades se refleja en las estadísticas de
publicaciones científicas. En 1960,según el profesor Auger, se
publicaban unas IOO o00 revistas científicas3.
Pero las revistas no bastan por sí solas para satisfacer las
necesidades de los centros científicos. Es preciso además que
circulen continuamentelos informes inéditos,que producen anual-
mente por millares los institutos de investigación del mundo
entero, así como los libros importantes, los resúmenes analíticos,
las traducciones y otros tipos de materiales informativos a fin de
que el investigador pueda conocer por ellos todos los datos
existentes sobre el tema que le interesa,evitando así duplicaciones
inútiles. Dado el volumen de la producción de informaciones,
ni siquiera las bibliotecas más importantesde los países occidentales
pueden afirmar que tienen fondos completos en todos los sectores
y deben recurrir a diversas formas de adquisición cooperativa,
asociándosecon otras instituciones,lo cual es todavía más necesario
I. Pierre AUGER, Tendencias actuales de la investigación cientifca,p. 19, París, Unesco, 1961,
268 p.
2. NACIONES
UNIDAS, CONSEJO
ECONOMICO Y SOC,IAL,Comité Asesor sobre la Aplicación
de la Ciencia y la Tecnología al Desarrollo, primer periodo de sesiones, Comunicación
de1 Comité Administrativo de Coordinación al Comité Asesor sobre la Aplicación de la Ciencia
y la Tecnología al Desarrollo, 22 de enero de 1964,anexo IV,p. 1-30,65 p., incluidos los
anexos I-V.(Doc. E/AC.=jz/L.z).
3. Pierre AUGER, op. cit., p. 15.
23
para las bibliotecas universitarias y de investigación de los países
en vías de desarrollo.
El apoyo de las universidades y del Estado es esencial para el
progreso de las bibliotecas en el plano local, nacional y regional.
Sin ese apoyo, los bibliotecarios, por competentes que sean, no
pueden establecer planes, constituir fondos ni coordinar las
actividades ni los servicios de las bibliotecas de investigación.
G R A D O D E D E S E N V O L V I M I E N T O D E LAS BIBLIOTECAS
DE U N PAÍS
CONDICIONES EXISTENTES E N D E T E R M I N A D A S
UNIVERSIDADES
24
persigue la institución a la que presta sus servicios,también puede
tener importancia el ambiente administrativo y docente de la
universidad. Entre los factores que merecen tenerse en cuenta
figuran la organización, administración y emplazamiento de las
facultades, sus métodos de enseñanza y criterios en materia de
investigación y publicaciones, el número y tipo de los estudiantes,
la extensión de los planes de estudios, el órgano o persona que
ejerce la dirección de la vida universitaria, las fuentes de finan-
ciamento, el apoyo económico con que cuenta la biblioteca,
la autoridad y situación del director de la biblioteca universitaria
y de su personal y los planes de desarrollo de la universidad.
Las condiciones que acabamos de enumerar deberán ser exami-
nadas, evaluadas y modificadas, si es preciso, a fin de que la
biblioteca pueda desempeñar eficazmente su papel. U n o de los
problemas fundamentales de su organización y dirección, que se
plantea tanto en las universidades antiguas como en las de
creación reciente, es el grado en que conviene centralizar o des-
centralizar los recursos y servicios bibliotecalógicos para atender
mejor a la universidad. En los capítuIos siguientes se estudiará
éste y otros problemas que se derivan de las condiciones en que
habrá de funcionar la biblioteca.
SITUACIOND E L A B I B L I O T E C O L O G ~ AE N G E N E R A L
25
documentación, inclusive los de resúmenes analíticos, indización
y traducción. Pero estos adelantos no podrán ser aprovechados
plenamente por las universidades ni por los diversos países mien-
tras no se superen los obstáculos con que todavía se tropieza, en
mayor o menor grado para dar una organización eficaz a las
bibliotecas.
26
CAPÍTULO II
FUNCIÓN D E LA
BIBLI OTE CA UNIVERS ITARIA
E L P R O G R A M A D E L A BIBLIOTECA
Relaciones entre los profesores y los bibliotecarios. Para que los estu-
diantes utilicen de un modo eficaz e independiente la biblioteca
será necesaria una cooperación constante entre los profesores y
los bibliotecarios, teniendo unos y otros en tales relaciones sus
funciones propias.
U n a buena enseñanza dará al estudiante la motivación básica
para utilizar eficazmente la biblioteca. Independientemente del
método - conferencia, discusión en el aula, experimento en el
laboratorio,clase tutorial -el resultado,en último término,debe
ser despertar la curiosidad intelectual del estudiante,estimular su
interés y sus facultades críticas y alentar su natural deseo de
aprender. El estudiante no tardará así en encontrar el camino de
la biblioteca, que será para él una necesidad intelectual.
Al profesor, la biblioteca puede serle sumamente Útil para la
28
enseñanza y el trabajo de investigación. Por consiguiente, deberá
familiarizarse con las obras que contiene y los servicios que
presta. Podrá dar a los estudiantes trabajos que les obliguen a
recurrir a la biblioteca, invitar a la clase a un bibliotecario para
discutir los elementos bibliográficos que puedan ser útiles a los
estudiantes. Asimismo quizá considere provechoso consultar al
director de la biblioteca acerca de la adquisición de materiales
especiales para su enseñanza o trabajos de investigación. Las
relaciones entre los profesores y los bibliotecarios pueden ser así
m u y fructuosas si son recíprocas.
El director de la biblioteca, por su parte, deberá conocer
perfectamente el plan de estudios, saber lo que interesa a los
profesores y lo que enseñan. Al mismo tiempo, deberá comuni-
carles todas las nuevas adquisiciones. Deberá ayudar a los estu-
diantes a utilizar la biblioteca prestándoles servicios bibliográficos
y de referencia adecuados, y tomando las disposiciones necesarias
para facilitar el trabajo de los estudiantes de los cursos superiores
y de los investigadores.Si las circunstanciaslo permiten,preparará
en colaboración con los profesores bibliografías especiales desti-
nadas a los estudiantes, y prestará a los profesores los servicios
bibliográficos que requieran sus trabajos de investigación o las
obras que estén escribiendo.
U n manual sobre la biblioteca destinado a los profesores será
m u y útil para informarles,y para recabar su apoyo y cooperación.
Podrá contener una descripción del fondo, subrayando las colec-
cionesde especial importancia;indicarlos serviciosde la biblioteca,
inclusive los préstamos entre bibliotecas, los de fotocopia, indi-
zación y resúmenes analíticos,los de enseñanza sobre la utilización
de la biblioteca, preparación de listas de lecturas recomendadas;
una descripción de las instalaciones, con planos de los pisos e
indicación de las salas de seminarios y servicios de investigación
para los profesores;las disposicionesadoptadaspor mutuo acuerdo,
tanto entre las bibliotecas de la universidad como con las ajenas
a ella; los estatutos, reglamentos y privilegios; las normas y
métodos de selección y adquisición de libros, y diversas otras
cuestiones pertinentes. Ese manual sobre la biblioteca destinado
a los profesores no exigirá una revisión frecuente. Su tirada
permitirá facilitar ejemplares a todos los profesores tanto a los
que trabajan a jornada completa como a jornada parcial, y a los
que puedan incorporarse al claustro durante cinco años aproxi-
madamente.
3'
CAPÍTULO III
DIRECCIÓN E INSPECCIÓN D E LA
BIBLIOTE CA UNIVERS ITARIA
I. E. S. A. EVANS,
Ghana and its libraries, Libri,vol. 12, 1963, p. 368.
en Suecial”. E n el momento de su creación, en 1919,“las
atribuciones que se dieron al Comité consistían en determinar
las necesidades económicas de la enseñanza universitaria en el
Reino Unido y asesorar al gobierno acerca de toda subvención
que hubiese de votar el Parlamento para satisfacerlas”2.
Después de la segunda guerra mundial, las condiciones en las
universidades británicas cambiaron tanto materialmente que
permitieron ampliar dichas atribuciones en esta forma : “El
Comité también podrá ser llamado a participar, en consulta
con las universidades y otros organismos interesados’’-una
salvedad m u y importante-, “en la preparación y la ejecución
de los planes de desarrollo de las universidades que puedan ser
periódicamente necesarios para que respondan debidamente
a las necesidades nacionales”3. Puede crearse un comité de
subvenciones universitarias, con funciones similares a las que
se acaban de indicar, en los países en vías de desarrollo.
3. Tomar medidas para la libre circulación de libros, revistas,
microfilms y otros materiales de biblioteca y del equipo y
mobiliario de bibliotecas.
4.Estimular el desarrollo de la profesión de bibliotecario : u) reco-
nociendo los títulos profesionales y académicos de los biblio-
tecarios, tratándolos como personal profesional y no como
funcionarios administrativos; b) atribuir una condición aca-
démica a los bibliotecarios profesionales, con categorías y
sueldos comparables a los del personal docente, en las univer-
sidades que están bajo la autoridad directa del Estado;c) eximir
a los bibliotecarios universitarios de la responsabilidad eco-
nómica personal por la pérdida de libros; y d) autorizar la
formación y el funcionamiento de asociaciones de bibliotecarios
profesionales y prestarles ayuda.
En estos ejemplos se trata principalmente de actividades de
carácter externo, en el sentido de que indican lo que puede
hacer un gobierno para crear un medio favorable a la expansión
y mejoramiento progresivos de las bibliotecas universitarias, sin
intervenir directamente en la administración interna de la uni-
versidad. Pero existen además varias formas de intervención.
Esta puede consistir en dictar normas nacionales de Estado para
las bibliotecas, que habrá de aplicar la universidad para ser
oficialmente reconocida y, en algunos casos,para obtener el apoyo
económico del Estado. Pero las asociaciones privadas de universi-
dades y las asociaciones profesionales pueden también dictar
normas para las bibliotecas.No serán entonces medidas legislativas
I. A. KERR,
Universities of Europe, p. 205. Westminster, Maryland, Canterbury Press,
1962,235 P.
2. Ibid., p. 206.
3. loc. cit.
33
en sentido estricto pero podrán producir los mismos resultados
si están reconocidas por el Estado. E n los países en que el Estado
ha considerado conveniente intervenir directamente en la admi-
nistración interna de la universidad, como en la Unión Soviética,
hay normas m u y explícitas. Así las “Normas reglamentariaspara
una biblioteca de una institución de enseñanza superior” tratan
de los principales aspectos de la organización y funcionamiento
de las bibliotecas bajo los epígrafes siguientes: “Función de la
biblioteca,contenido y forma de la actividad de una biblioteca,
estructura de una biblioteca, administración de la biblioteca,
consejo de la biblioteca (destinado a coordinar el funcionamiento
de la biblioteca con el estudio y la investigación en la institución
de enseñanza superior)...” y contienen un “Cuadro modelo de
organización del personal de bibliotecas” que fija el número de
bibliotecarios de diversas categorías que puede tener una institu-
ción según la importancia de la matrícula de estudiantesl.
r. P.L. HORECKY, Libraries and bibliographic centers in the Soviet Union, p. 240-243,Bloom-
ington, Indiana, Indiana University, I 959, 287 p. (Indiana University publications.
Slavic and East European series, vol. 16.)
2. L.R.WILSON; M.F. TAUBER, The universi@ library; the organization, administration,and
functions qf academic libraries, 2nd ed., p. 34. New York, Columbia University Press,
1956,641 p. (Columbia University studies in library service, n.o 8.)
34
versitario y nombramiento de los funcionarios administrativos de
categoría superior.
El director de la
Funciones del director de la biblioteca universitaria.
biblioteca universitaria, que es un funcionario universitario y
no pertenece cuerpo docente, tiene amplias facultades que
forzosamente le obligan a mantener relaciones con funcionarios
dentro y fuera de la universidad. Es nombrado ordinariamente a
propuesta del jefe de la institución:rector,presidente,vicerrector,
al que ha de informar directamente.
Para desempeñar con eficacia su cometido, el director de la
biblioteca universitaria ha de estar en condiciones de participar
en el planeamiento de los nuevos programas y en el desenvolvi-
miento de la universidad. Conociendo los recursos y necesidades
de la biblioteca sabrá lo que significan las diversas propuestas
en lo que atañe a la biblioteca.
En sus relaciones con los directores de las bibliotecas de las
facultades e institutos, representará a la autoridad universitaria
con objeto de coordinar las actividades y centralizar determinados
servicios en beneficio de todos.
Debe formar parte del claustro de profesores y de la junta
universitaria, dadas sus atribuciones y su autoridad. Habrá de
formar parte de los respectivos comités de la biblioteca o estar
representado en ellos.
Los funcionarios de la universidad,con los que el director de la
biblioteca de la universidad habrá de mantener relaciones en
cuestiones de educación,de investigación y en asuntos comerciales
o administrativos, habrán de estar enterados de cuáles son sus
atribuciones y sus deberes. Estarán obligados a cooperar con la
biblioteca y a facilitar su labor, con lo cual servirán los intereses
de la universidad.
Donde exista una editorial universitaria, el director de la
biblioteca de la universidad hará gestiones para adquirir ejem-
plares de todas las publicaciones con destino a canjes de carácter
nacional o de carácter internacional.
Habrá de mantener también numerosos y variados contactos
fuera de la universidad. Por ejemplo, establecer acuerdos de cola-
boración con la biblioteca nacional, los centros bibliográficos y
de documentación, las organizaciones cooperativas de compra e
intercambio, participar en los proyectos de catálogo colectivo y
colaborar con los servicios centralizados de registro y catalogación
cooperativos,y con las organizaciones de préstamos entre biblio-
tecas,Algunos de esos organismos podrán ser de carácter regional,
de carácter nacional o de carácter local.
Para todas las actividades mencionadas, el director de la
biblioteca disfrutará de la autoridad necesaria. $obre qué bases
35
se asentará esta autoridad que en gran parte se funda en la idea
de un servicio de bibliotecas coordinado para toda la universidad?
Se asentará en una persuasión amistosa apoyada por una
legislación adecuada.
N o es fácil que el órgano directivo de una universidad antigua
se resigne voluntariamente a desprenderse del control de su biblio-
teca o a compartirlo a menos de estar persuadido de que así
servirá mejor los intereses generales. En muchos casos estará
dispuesto a conceder cierto grado de autonomía a cambio de
centralizar ciertos servicios, como las adquisiciones, las opera-
ciones de registro y la catalogación, la encuadernación y las
reparaciones,las reproducciones fotográficas,el catálogo colectivo
de todos los fondos de las bibliotecas de la universidad, las
comunicaciones rápidas, el pronto envío de libros de la biblioteca
central a sus servicios,los préstamos entre bibliotecas,los servicios
bibliográficos que requiera la investigación y las facilidades para
estudios y trabajos privados. U n a biblioteca universitaria conve-
nientemente instalada, con bibliotecarios competentes y un
personal administrativo adecuado, puede prestar esos servicios y
otros más. Las facultades e institutos no han de renunciar necesa-
riamente a tener sus bibliotecas. U n a facultad instalada a varios
kilómetros de la biblioteca universitaria central, habrá de tener
probablementeun fondo de biblioteca propio. N o ha de renunciar
tampoco al derecho de seleccionar sus libros. Pero puede, formar
parte del conjunto de bibliotecas universitarias y aprovechar los
servicios de la biblioteca central. Sus obras pueden figurar junto
con las de las demás facultades en el catálogo general centralizado
de la biblioteca de la Universidad. Mediante ese catálogo, la
facultad tendrá acceso a todo el material bibliográfico que exista
en la universidad, a condición, naturalmente, de que dé a las
otras facultades acceso a sus propios libros.
EI director de la biblioteca universitaria puede servir de cata-
lizador combinando la biblioteca de facultad con la biblioteca,
más amplia, de la universidad si cuenta con el asentimiento de
los órganos directivos y la autoridad suficiente. Para infundir
respeto, deberá poseer una sólida formación académica, una
buena preparación profesional y una experiencia administrativa
apropiada,junto con una diplomacia y una autoridad personales.
El nombramiento del director de una biblioteca universitaria
debe hacerse con el asesoramiento de la junta universitaria o del
claustro o bien de los decanos de las facultades y directores de
institutos.
ESTATUTOS D E LA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA
37
estatutos pueden tener repercusiones complejas, pero no implican
necesariamente que las facultades o los institutos deban dejar de
tener a su cargo la custodia de los materiales de biblioteca. Supo-
nen, sencillamente,que se han de considerar como bienes univer-
sitarios los de todos los elementos que integran la universidad.
Esta definición comprende los edificios, el equipo, el material y
el mobiliario, así como los libros. No comprende, desde luego,
los bienes de propiedad personal -libros, etc.- de los profesores.
39
CAPÍTULO I V
ORGANIZAC I O N Y AD M INISTRACI O N
41
cuando así proceda; dar publicidad a las posibilidades y servicios
de la biblioteca1.
42
Servicios especiales. Según su personal, sus recursos materiales y las
funciones que se les han asignado, algunas bibliotecas universi-
tarias pueden prestar diversos servicios especiales, aparte de los
que prestan habitualmente a su clientela. H e aquí algunos
ejemplos: hacer las veces de biblioteca nacional y facilitar los
servicios técnicos y de lectura correspondientes; preparar expo-
siciones sobre determinados temas y organizar conferencias y
conciertos ; desempeñar servicios de impresión, de publicación y
de depósito; organizar conferencias sobre servicios de biblioteca,
grupos de trabajos prácticos, institutos y escuelas de biblioteco-
logia. En general, es preferible que esos servicios se organicen y
financien por separado. Algunos pueden funcionar totalmente
aparte de la biblioteca. Cada propuesta de creación de un servicio
de esa naturaleza debe estudiarse detenidamente.
O R G A N I Z A C I ~ NY ADMINISTRACION D E L A S A C T I V I D A D E S
D E L A BIBLIOTECA
43
y deberes de cada unidad; y d) la definición de los vínculos de
autoridad y dé relación que deben existir en las unidades o
departamentos y entre ellos.U n organigrama,con una explicación
de su significado, es un instrumento Útil, y deberá tenerse al día
para que refleje exactamente la organización particular de la
biblioteca en un momento determinado.
En la hipótesis de una biblioteca en la que el único funcionario
profesional de la plantilla sea el director, sus funciones admi-
nistrativas podrían indicarse como en el diagrama I.
44
DIAGRAMA
II. Organización funcional de una biblioteca con una plan-
tilla de nueve funcionarios
drgano de gobierno
de la universidad
l
Director de la
biblioteca de la
universidad:
I
Conservación del
Servicios I
administrativos; Servicios de secretaría :
edìjïcio : adquisiciones pedidos,
personal de
conservación y
I contabilidad, etc.
U n secretario
custodia
I
I 1
Servicios de lectura : Seruicios técnicos :
u n bibliotecario; catalogación,
servicios de clasificación,
préstamo; servicio preparación de las
de referencia e encuadernaciones;
información. servicio fotográfico
Dos auxiliares limitado.
U n bibliotecario,
tres auxiliares.
45
Organizrsción por departamentos. Según Wheeler and Goldhor, la
organización de un departamento de biblioteca está justificada
cuando surge “una actividad importante, distinta, coherente y
especializada,con tareas suficientespara exigir el trabajo a jornada
completa de dos personas al menos”1. Este criterio puede consi-
derarse como una base fundamental para la organización de
departamentos. Según ya se ha dicho, toda organización de ser-
vicios debe basarse en amplias categorías de funciones y activi-
dades afines. Por ejemplo, cuando el volumen de las actividades
relativas a adquisiciones es suficientemente grande para exigir
la jornada completa de dos personas como mínimo, habrá llegado
el momento de establecer un departamento de adquisiciones.
Puede decirse a este respecto que cuando el bibliotecario de la
universidad realiza por sí mismo la labor relativa a las adquisi-
ciones y el volumen de trabajo llega a ocupar una parte indebida
de su jornada, será prudente que transfiera esa actividad a otra
persona. Las necesidades de los lectores de la biblioteca pueden
imponer el establecimiento de departamentos separados para una
materia o un grupo de materias afines.Por ejemplo,los estudiantes
de derecho pueden necesitar colecciones y servicios especiales,
y los estudiantes no graduados pueden necesitar servicios diferentes
a los propios de los graduados y de los profesores.
La situación de los edificios universitarios con respecto a la
biblioteca principal puede exigir la organización de determinados
servicios por separado. El tipo del material sirve frecuentemente
de base para la organización de departamentos. Por ejemplo,
muchas bibliotecas tienen departamentos separados para revistas,
documentos,manuscritos, etc.
L a organización por departamentos puede verse afectada por
otros factores como son el diseño del edificio de la biblioteca y
la carencia de personal, pero si se parte del supuesto de que la
biblioteca cuenta o va a contar con los locales adecuados y de que
existen o van a tomarse disposiciones apropiadas para el incre-
mento de las colecciones y del personal, podrán examinarse
algunasformas más complejasde organización. En el diagrama III
figura la organización de una biblioteca central con una plantilla
de personal compuesta de seis bibliotecarios, doce funcionarios
no profesionales,y los empleados para la conservación y custodia
necesarias.
Este diagrama presenta una organización funcional clásica por
departamentos. El director de la biblioteca de la universidad ha
transferido sus actividades en materia de adquisiciones a un
bibliotecario empleado a jornada completa secundado por un
auxiliar, y ha confiado la supervisión de los trabajos ordinarios
I. J. L. WHEELER; H.GOLDHOR, Practical administration of public lihrarks, p. 175, N e w
York, Harper and R o w , 1962,571 p.
ö
(d
de conservación del edificio al personal de su secretaría. Se ha
destinado un bibliotecario a los servicios de referencia,otro a los
servicios de lectura, y dos a los servicios de catalogación, clasifi-
cación y preparación de libros,en los que también supervisan las
operaciones de encuadernación y los servicios fotográficos. Los
jefes de los cuatro departamentos dependen directamente del
bibliotecario de la universidad, en tanto que los auxiliares y el
técnico dependen de sus respectivos jefes de departamento. L a
relación con los profesores se establece mediante un comité
consultivo universitario con el que el director de la biblioteca
de la universidad puede tratar del planeamiento del desarrollo
de la biblioteca, constitución de ias colecciones, creación de
nuevos servicios y materias conexas.
49
prestar servicios de biblioteca en cada uno de esos servicios o en
la mayor parte de ellos. En tal caso, una centralización completa
o una agrupación de las bibliotecas sería a todas luces absurda.
Sin embargo, puede ser m u y conveniente centralizar algunos
servicios,como los de adquisición, catalogación, encuadernación,
fotocopia, etc. Esos servicios puede prestarlos, con las modifica-
ciones o adaptaciones necesarias, la biblioteca universitaria
principal.
E n las universidades cuyas facultades y escuelas profesionales
se hallan concentradas en una zona reducida existen diversas
posibilidades. Las colecciones y servicios pueden centralizarse en
alto grado en el edificio de la biblioteca universitaria principal.
U n fácil acceso a las colecciones aumentará la utilidad de éstas
para todos los miembros de la comunidad universitaria. N o es
preciso,sin embargo,que la centralización sea completa.Algunas
universidades han estimado conveniente, por ejemplo, reunir las
colecciones de las bibliotecas de departamento sobre materias
afines, tales como matemáticas, física, química, biología, y
geología,en una sola colección de ciencias,instalada en los locales
de la facultad de ciencias.En tales casos,la biblioteca universitaria
principal puede concentrar sus colecciones en la esfera de las
humanidades y las ciencias sociales. Otras veces, la biblioteca
principal organiza la colección completa, y sus servicios, en
amplios grupos o divisiones como las ciencias exactas y naturales,
las ciencias sociales y las humanidades,que pueden corresponder
a la organización de las facultades. En el diagrama IV,puede
verse una división por materias (o facultades) en una biblioteca
universitaria.
AI contrario de lo que sucede en las bibliotecas organizadascon
arreglo a la forma de los materiales, que tienen salas de lectura
distintas para libros,revistas, mapas, etc., una división por mate-
rias no puede tener en cuenta la forma. Habrá de reunir en un
solo lugar todas las publicaciones sobre una misma materia. Así
pues,en cada división de la biblioteca loslectores podrán consultar,
no sólo libros, sino también revistas, microformas, mapas, cartas
geográficas, folletos y fotografías,es decir todos los materiales de
lectura sobre un tema. Cada una de esas bibliotecas está general-
mente dirigida por un bibliotecario especializado en las materias
respectivas, que puede prestar servicios de referencia o servicios
bibliográficos m u y especializados y ayudar a constituir las colec-
ciones en colaboración con los profesores. Se considera que
este tipo de organización es pedagógicamente preferible a la
tradicional, pero su funcionamiento resulta más costoso. Sin
embargo, en comparación con la organización más antigua, que
supone dentro o fuera del edificio de la biblioteca principal un
gran número de bibliotecas de departamento separadas, las
DIAGRAMA
IV.División por materias (ofacultades) en una biblioteca
universitaria
Organo de
gobierno de la
universidad
(rector,
presidente,etc.)
I
I l l
Comité Director de la Secretaría de
consultivo biblioteca de la la biblioteca
universitario universidad
I I
Servicios de Servicios
lectura técnicos
I I
Departamento Departamento
de referencias central de
I
1 I
Departamento Departamento
central de I central de
generales circulación adquisiciones catalogación
5'
gráficas y catálogos de la biblioteca centralizados y refundidos;
d) mejores posibilidades para el estudio y la investigación.
Las bibliotecas de las escuelas profesionales, como las de dere-
cho,medicina e ingeniería se consideran generalmente como partes
integrantes de sus respectivas escuelas. A no ser que la biblioteca
de la universidad pueda ofrecer mayor cantidad de recursos y
mejores servicios en esas materias, no debe tratarse de modificar
tal situación. Sin embargo, esas bibliotecas deberían coordinarse
con la biblioteca central de la universidad. Sus fondos deberían
incluirse en el catálogo colectivo de ésta, y a su vez deberían ser
invitadas a utilizar los servicios de lectura y los servicios técnicos
de la biblioteca principal.
P L A N E A M I E N T O D E L D E S A R R O L L O D E L A BIBLIOTECA
54
a contar con los servicios de un esperto extranjero durante ese
periodo y que proyecta constituir sus colecciones y su plantilla
de personal progresivamente en un periodo de cinco años, los
cálculos detallados podrían hacerse tomando como base las
indicaciones contenidas en el cuadro que sigue.
Departamento y cargo
Personal er '
.
2 er
4p 5.0
existente año año 2io ano año
Administración de la
biblioteca
Director de la biblioteca
de la universidad I
Director adjunto de la
biblioteca de la
universidad
Experto extranjero
Secretario I
Servicios de lectura
Jefe I
Bibliotecario del servicio
de referencias I
Bibliotecario del servicio
de circulación I
Auxiliar 2 2
Servicios técnicos
Jefe I
Bibliotecario del servicio
de catalogación I
Auxiliar (catalogación) 2 I
Bibliotecario del servicio
de adquisiciones I
Auxiliar (adquisiciones) I I
Técnico en fotografía
Auxiliar del técnico
en fotografía
Técnico en encuader-
nación
Personal de conservación,
custodiay mensajería
- -
Total de efectivos 9 9
a. Personalexistente:9;nuevo personalprevisto: 23; o sea un totalde 32.
b. Las cifras entre paréntesesrepresentan el total del nuevo personal.
55
El plan, que se inicia con una plantilla total de nueve personas,
exige aumentos anuales que alcanzan su máximo en el tercer año,
para descender después rápidamente. En el primer año del
programa de desarrollo se nombra al experto extranjero durante
un periodo de tres años (para que ayude a planear el edificio,etc.).
En el mismo año se nombran un bibliotecario para el servicio de
referencias,otro para el de circulación,otro para el de catalogación
y otro para el de adquisiciones, así como cuatro auxiliares. Este
personal colaborará en el establecimiento de un vasto programa
de adquisiciones y catalogación. En el segundo año se nombrará
un bibliotecario más para el servicio de catalogación y un auxiliar
para atender los trabajos correspondientes a los libros que llegan.
En el tercer año, a fines del cual se espera que entre en servicio
el nuevo edificio de la biblioteca, se hacen nombramientos adi-
cionales para reforzar el servicio de adquisiciones, y crear otros
nuevos. Se nombra un director adjunto de la biblioteca. Se
contratan más empleados de conservación y de custodia. A fines
del tercer año, el experto bibliotecario extranjero llega al término
de su misión. En el cuarto y el quinto año se hacen algunos nom-
bramientos suplementarios.Al finalizar el quinquenio,la plantilla
de personal es de 32 funcionarios y puede emprenderse una nueva
etapa de planeamiento.
Foto: Unesco / Almasy-ì’authey
I. Libre acceso a las estanterías. Biblioteca de la Universidad de
Ibadán (Nigeria).
Foto: Unesco / hlichèle Edelmann
III. Libre acceso a las estanterías. Sala de lectura de la Universidad
Libre de Berlín.
Foto: Cottscho-Schleisner
CAPÍTULO v
PERSONAL
N O M B R A M I E N T O D E U N DIRECTOR
D E BIBLIOTECA UNIVERSITARIA
57
universidad puede ser pequeña,pero si quiere lograr un buen nivel
en la enseñanza,en la investigación y en la calidad de su personal
docente, su biblioteca tendrá seguramente cada vez mayor
importancia y complejidad.El hecho de que algunos bibliotecarios
sin un diploma oficial hayan organizado y dirigido buenas e
incluso excelentes bibliotecas, no quiere decir que sea innecesaria
una formación especializada. Es posible que esta formación en el
sentido más literal de la palabra no haya hecho falta a algunas
personas que, después de un largo aprendizaje en bibliotecas
importantes y después de muchos años de estrecha identificación
con la administración de bibliotecas, consiguieron que su expe-
riencia y sus conocimientos de bibliotecología les colocaran en
puestos de autoridad y de prestigio. Algunos de los grandes biblio-
tecarios de otros tiempos fueron eruditos sin una formación espe-
cializada en bibliotecología. Pero si consiguieron distinguirse fue
porque “estudiaron los problemas de la bibliotecología y traba-
jaron sobre la doctrina y la práctica de las bibliotecas para fomen-
tar y enriquecer la erudición en general”1.
La tradición de una formación completa en bibliotecología uni-
versitaria está fuertemente arraigada en Europa y en América del
Norte e influye cada vez más en el desarrollo de las bibliotecas
universitarias de otras partes del mundo.
Puede ser difícil hallar candidatos para la bibliotecología cuyos
estudios y títulos sean suficientemente elevados para que puedan
ingresar en las escuelas superiores de bibliotecología. Pero no es
imposible. E n todo país existen personas cuya capacidad intelec-
tual, estudios universitarios, interés en los objetivos de la univer-
sidad y facultades administrativas y de dirección permiten que se
les seleccione para que cursen estudios superiores,sean luego objeto
de una formación y adquieran por último una experiencia profe-
sional. Si en el país no está organizada la formación profesional,
será necesario enviar el candidato al extranjero. Mientras su biblio-
tecario electo perfecciona su instrucción y su capacitación,la uni-
versidad puede considerar conveniente llamar a un experto en
bibliotecas extranjero para que organice y administre la biblioteca.
En ese caso, conviene que la presencia del experto extranjero se
prolongue después que haya vuelto al país el bibliotecario de la
universidad durante un tiempo suficiente para que se efectúe
normalmente la transmisión de atribuciones y para que el biblio-
tecario de la universidad vaya adquiriendo de una manera gra-
dual y progresiva una eficacia completa en el desempeño de sus
funciones.En ciertos casos se ha considerado conveniente traer al
experto extranjero antes de proceder a seleccionar el bibliotecario
universitario.
I. L.R. WILSON; M.F. TAUBER, Columbia Universi@ Press, 1956. 641 p. (Columbia
University studies in library service, n.o 8.) op. cit., p. 272.
58
E n algunas universidades antiguas,con bibliotecas m u y descen-
tralizadas,la selección de un candidato muy bien capacitado para
el puesto de director de la biblioteca universitaria puede no ser
tan difícil como crear las condiciones apropiadas para que pueda
trabajar con la máxima eficacia en beneficio de la universidad.
Tanto si se le nombra para dirigir la creación y funcionamiento
de una nueva biblioteca como para coordinar y mejorar el fun-
cionamiento de una biblioteca que ya existe, el director de una
biblioteca universitaria debe poseer suficiente autoridad y disponer
de un personal que le permita realizar bien su trabajo. La selec-
ción, la formación y la supervisión de ese personal figuran entre
sus principales atribuciones. Cuando no se le pueda dar plena
autoridad para escoger a los bibliotecarios de facultad o de depar-
tamento,se le deberá consultar sobre ello,puesto que estará encar-
gado de organizar el trabajo de todos y de coordinar los servicios.
En todo caso poseerá la máxima autoridad en la biblioteca uni-
versitaria principal.
59
volumen de la matrícula. En un establecimiento con una matrí-
cula de 1001a 1500estudiantes, la biblioteca tendrá dos biblio-
tecarios principales y cinco bibliotecarios, además del director.
D e 1501a 2000 estudiantes, se puede nombrar un jefe de servicio,
un bibliotecario principal y dos bibliotecarios másl. El cuadro no
indica el número de funcionarios administrativos, técnicos, per-
sonal de conservación y demás personal no facultativo, pero
existen probablemente disposiciones que lo determinan.
En 1943,la American Library Association publicó una serie de
esquemas de clasificación y sueldos de los bibliotecarios de los
establecimientos de enseñanza superior. Eran principalmente nor-
mas de orientación para los establecimientos de tipo medio y
pequeños. Las institucionesm u y vastas se consideraban demasiado
complejas y con características demasiado peculiares para poder
aplicarles instrucciones normalizadas. Merece señalarse que en
este caso se clasifican a los bibliotecarios según la cantidad de ser-
vicio prestado, en el supuesto de que los lectores de la biblioteca
necesitarían mayor o menor cantidad de servicio según su nivel
de educación y sus funciones pedagógicas. La segunda edición de
esos “planes” o esquemas,publicada en 1947,sienta las bases para
calcular el volumen de servicio en la forma siguiente:
Por cada estudiante de primero y segundo año excepto aquellos
que tienen asignadas tareas especiales o de investigación,
I unidad.
Por cada estudiante de tercero y cuarto año, excepto aquellos
que tienen asignadas tareas especiales o de investigación,
2 unidades.
Por cada estudiante que tiene asignadas tareas especiales o de
investigación, 3 unidades.
Por cada graduado universitario, 4 unidades.
Por cada miembro del personal docente, 5 unidades2.
Suponiendo que una universidad tenga una mátricula de 500
estudiantes en los dos primeros años de su plan de estudios, 300
en los dos años siguientes, 50 superiormente calificados que tra-
bajan en condiciones especiales,50 candidatos al título M.A.y 40
profesores,la biblioteca tendría una carga total de servicio de 1650
unidades para un volumen de lectores de 940 personas. Con
arreglo a los planes, se requeriría un personal facultativo de seis
funcionarios, incluido el director de la biblioteca universitaria y
un personal administrativo de 2 a 4 personas. Los planes reco-
miendan que de un 40 a un 60% del total de horas de personal se
dedique a servicios no profesionales.
Los planes de la ALA proporcionan indicaciones Útiles para una
buena organización del personal,especialmente en lo que respecta
I. P.L. HORECKY,
Op. cit., p. 243.
2. AMERICANLIBRARY ASSOCIATION, op. cit.
60
a la descripción y clasificación de puestos, pero se han criticado
en algunos otros aspectos. Se ha dicho que el cálculo del volumen
del servicio no hasta por sí solo para determinar las necesidades
en personal. También se ha dicho que no se prevé lo debido res-
pecto del personal de oficinasy del resto del personal administra-
tivo. Las normas de la ALA relativas a una biblioteca de colegio
universitario recogen esas críticas e indican que el tamaño de la
institución es un factor importante pero no el único que debe
tenerse en cuenta y añaden que “a medida que aumente el tamaño
de la biblioteca debe aumentar la proporción de personal no
facultativo en relación con el facultativol”.A.L. McNeal reco-
mienda una proporción de dos no facultativos por un biblioteca-
rio : “Un funcionario facultativo debe poder supervisar o dirigir
a dos funcionarios administrativos”2, Los hechos confirman cada
vez más el punto de vista de McNeal. E n realidad,en las biblio-
tecas importantes se observa una tendencia a aumentar aún más
la proporción de personal no facultativo frente al facultativo.
La proporción más adecuada entre uno y otro tipo de personal
no es cuestión primordial en países donde hay una gran escasez de
bibliotecarios capacitados y relativamente un gran número de
personal de oficinas y otro de personal no facultativo.El principal
problema consiste en producir el número necesario de bibliote-
carios capacitados.Sin embargo este problema no puede separarse
de otro ligado con él que es el de la organización y formación de
un personal auxiliar de funcionarios administrativos, mecanó-
grafas, taquígrafas,contables,encuadernadores,impresores, fotó-
grafos, ordenanzas, vigilantes de las mesas de lectura y de las
estanterías,encargados de la conservación y guarda, etc. Es sabido
que en toda clase de bibliotecas una gran parte del trabajo es de
carácter administrativo y de vigilancia más que de carácter téc-
nico. U n personal no facultativo adecuado, convenientemente
dirigido, permitirá lograr una mayor eficacia y una economía en
el servicio a la vez que una mejor utilización del personal profe-
sional en interés de la enseñanza,la formación y el estudio.
D E L A P L A N T I L L A DE P E R S O N A L
SELECCI~N
I. ALA standards for college libraries, College and research libraries, vol. 20, julio-agosto
1959, P. 274-280.
2. A. L.MCNEAL, Financial problems of university libraries, College and research libraries,
vol. 15, octubre 1954,p. 407-410,y 420.
61
vicio bibliotecario eficaz, así como para la enseñanza y la investi-
gación. El personal superior, como los jefes de servicio y de las
grandes secciones de la biblioteca universitaria principal y los
directores de las bibliotecas de los institutos y colegios universi-
tarios deberán contar con los siguientes requisitos mínimos : a)
estudios universitarios completos; b) un título universitario en
bibliotecología o una competencia equivalente en calidad de
miembro de una asociación de bibliotecas que exija un alto nivel
de formación profesional para ser admitido en ella; c) varios años
de experiencia profesional apropiada. Puede haber además deter-
minados puestos que exijan otros requisitos. Los bibliotecarios de
menos categoría han de poseer como mínimo un título universitario
más otro en bibliotecología o una competencia equivalentesegún lo
indicado más arriba. Para todos los puestos de carácter facultativo
conviene precisar bien las tareas así como los requisitos exigidos.
62
D e ahí que el aspirante a una capacitación en bibliotecología
deba ser una persona debidamente instruida. H a de saber
también lo más importante de la historia de su país y de su región.
H a de conocer el principal idioma y la literatura de su país y
dominar además,como mínimo, una lengua moderna, que no sea
la suya. En los países bilingües o plurilingues, el segundo idioma
del aspirante ha de ser el que se emplee con más frecuencia en la
enseñanza,en la administración y en la diplomacia.Cuanto mejor
conozca los idiomas modernos, más eficazmente podrá desempe-
ñar sus funciones. Los aspirantes que no posean esos conocimien-
tos deberán adquirirlos antes o durante su formación profesional.
PERFECCIONAMIENTO PROFESIONAL D E L P E R S O N A L
66
Con la aprobación y el apoyo de la universidad,el director de
la biblioteca universitaria puede emplear varios sistemas para
mejorar la preparación profesional de su personal.
ASCENSOS
CONDICIONES D E T R A B A J O
AUXILIARES ESTUDIANTES
71
CAPÍTULO VI
FORMULACION DE L O S CRITERIOS D E A D Q U I S I C I ~ N
F A C T O R E S QUE I N F L U Y E N E N L A S E L E C C I ~ ND E L I B R O S Y
E N L O S C R I T E R I O SD E A D Q U I S I C I ~ N
73
mos factores influyen en la selección de los libros y en los criterios
de adquisición. La extensión de la universidad y la situación de
sus facultades exigirán tal vez un alto grado de duplicación,y aun
de multiplicación, en las compras de determinados artículos.Una
universidad con una gran matrícula estudiantil contará probable-
mente con un profesorado numeroso y, por consiguiente, dará
muchos cursos especializados, cada uno de los cuales tendrá sus
propias necesidades de biblioteca. C o m o es lógico, una institu-
ción reducida y con un programa más limitado tendrá menos
necesidades que una mayor, pero todas las instituciones de ense-
ñanza superior, independientemente de sus proporciones, nece-
sitan una buena colección fundamental de libros y revistas. Refi-
riéndose a las bibliotecas de las universidades africanas, ha escrito
H.Holdsworth :“Anuestrojuicio,dadas las condiciones que existen
en Africa y descontando a los estudiantes -en general en número
reducido- una biblioteca universitaria carece de verdadero
valor,en cuanto a su alcance o a su contenido, mientras no posee
por lo menos I O O ooo volúmenesl”.
L a índole de las colecciones existentes y la posibilidad de utilizar
los fondos de otras bibliotecas por medio de la cooperación mutua
influye en la selección y los criterios de adquisición. Los acuerdos
cooperativos,por su carácter bilateral, pueden exigir que la uni-
versidad adquiera materiales de una determinada especialidad
que por el momento no le interesen de modo especial, pero que
respondan a las necesidades de una universidad vecina, a cambio
de poder recibir en préstamo de ésta libros fundamentales que
traten de otros temas. EI plan de estudios y las características de
la enseñanza y de la investigación son otros factoresfundamentales.
Cada materia del plan de estudios requiere sus propios libros y
revistas y algunas exigen otros varios materiales de biblioteca.
La índole de la enseñanza y de la investigación en una institu-
ción determinada ejerce una influencia directa en las necesidades
y en la utilización de la biblioteca. Los cursos basados en confe-
rencias y en librosde texto suponen pocas demandas a la biblioteca,
a no ser que obliguen también a los estudiantes a hacer extensas
lecturas y a redactar informes. Los seminarios, los estudios diri-
gidos por tutores y otros métodos de enseñanza,que exigen de los
estudiantes mucho esfuerzo individual y trabajos por escrito,
requieren grandes colecciones de biblioteca. Los estudios de doc-
torado y las investigaciones de nivel universitario reclaman asi-
mismo vastas colecciones de fuentes de información primarias y
secundarias.
Los planes de desarrollo de la universidad pueden también afec-
I. H.HOLDSWORTH, Las bibliotecas universitarias y especiales y la enseñanza superior
en Africa. Boletín de la Unesco para las bibliotecas, voi. XV, n.o 5, septiembre-octubre
de 1961,p. 267.
74
tar directamente a la selección y la adquisición de libros.La deci-
sión de unificar facultades que previamente estaban dispersas,
reuniéndolas en un solo lugar,por ejemplo,en una ciudad univer-
sitaria,puede traducirse en un plan para reunir sus bibliotecas en
un nuevo edificio central.Esto puede tener consecuencias profun-
damente beneficiosas para la calidad de los fondos de la biblioteca
e influir, en consecuencia, sobre los futuros criterios de adquisi-
ción. U n plan destinado a la adición gradual de nuevas facultades
o escuelas durante un determinado periodo de años,con consigna-
ciones previstas para la formación de colecciones por adelantado,
daría una orientación claramente definida al programa de adqui-
siciones de la biblioteca, que tendrán así la oportunidad de hacer
selecciones y adquisiciones de manera ordenada y reflesiva.
El grado de apoyo económico que pueda prestarse es decisivo.
Los fondos que se destinen a la adquisición de libros y otros docu-
mentos deben ser suficientemente cuantiosos para atender las
necesidades de cualquier disciplina que figure en los planes de
estudios y de cualquier programa de investigación patrocinado
por la universidad. Si ésta no recibe fondos adecuados para esta
finalidad o si no puede arbitrarlos de sus propios recursos, puede
verse obligada a reducir algunas de sus actividades de enseñanza
o investigación y a aplazar la introducción de nuevos programas.
CRITERIOS DE S E L E C C I ~ N
75
académicos competentes, deberían facilitar a la biblioteca una
declaración oficial bastante detallada sobre los principios rectores
del programa actual de la institución en materia de enseñanza e
investigación y del programa futuro probablel”. Este género de
información es verdaderamente indispensable para todos los
aspectos del planeamiento de la biblioteca, como los relativos a
locales, personal y colecciones. Sin este requisito previo no es
posible un planeamiento a largo plazo.
Para definir los criterios de selección es menester tomar muchas
decisiones fundamentales:sobre cuál debe ser el criterio de la bi-
blioteca en relación con loslibrosextranjeros,sobrecómo sedividirán
los fondos entre materiales corrientes y antiguos, sobre si debe la
biblioteca adquirir libros de texto, libros raros y obras de divul-
gación que no guarden relación alguna con los programas de la
universidad,sobre la importancia que deba atribuirse a los mate-
riales de investigación y sobre la adquisición de materiales en
microfacsímil y formas análogas.
Libros de texto. En los países donde los libros de texto son caros y
difíciles de obtener,la biblioteca de la universidad recibirá apre-
miantes demandas para que adquiera múltiples ejemplares de
ellos. Con la mayor diplomacia posible hay que resistir esa presión,
pues una consignación de fondos importantes para ese objetivo se
traduciría en una reducción en otras materias, con el consiguiente
daño para la enseñanza y la investigación y, por consiguiente,
para los intereses bien entendidos de los estudiantes y los profe-
sores.Es más lógico que la universidad o el Estado,o tal vez orga-
nismos exteriores,presten su ayuda a los estudiantes.
77
tancia a la adquisición de novelas y otras publicaciones populares,
sino que tenderán a confiar para esos materiales en las bibliotecas
públicas del distrito. Sin embargo,cuando los estudiantes no tienen
acceso a buenas bibliotecas públicas, la biblioteca de la univer-
sidad tal vez estime conveniente formar una pequeña colección de
materiales populares. U n a colección bien seleccionada podría
atraer a un mayor número de estudiantes a la biblioteca,promover
la lectura de libros que no sean estrictamente de texto y ser un
estímulo eficaz para los que desean mejorar su capacidad de
lectura. E n algunos casos,esas colecciones se financian mediante
modestas cuotas que abonan los lectores.
79
libros, revistas y otros materiales de biblioteca. Lo mismo que la
colección de referencia,no sólo debe servir para satisfacer las nece-
sidades de los planes de estudio y de las investigaciones,sino ade-
más tener un carácter universal y garantizar así que las disciplinas
importantes, aunque no relacionadas directamente con dichos
planes, están representadas por las obras corrientes.
E L S E R V I C I O D E S E L E C C I ~ ND E L I B R O S
.a
Foto: Unesco / Almasy-Tauthey
EL P R O G R A M A D E ADQUISICIONES
I. L. N. MALCLES,
Manuel de bibliographie, Paris, Presses Universitaires de France, 1963,
336 P.
2. J. E.SABOR, Manual de fuentes de información; obrar de referencia, enciclopedias, diccionarios,
bibliografías, biografías, 2.8 ed. ampliada, Buenos Aires, Kapelusz, 1967, 342 p.
3. A.J. WALFORD, Guide to reference material, London, Library Association, 1959,and
supplement, 1963,377 p., 2nd ed., vol. I, Science and technology, 1966,483.p.
4. C.M.WINCHELL, Guide to reference books, 8th ed. Chicago, American Library Asso-
ciation, 1967,informes semestrales en College and research libraries.
5. E. J. CRANE, et al., A guide to the literature of chemistry, 2nd ed., N e w York, Wiley,
1957, 397 P.
6. M. FORONDA GÓMEZ, Ensayo de una bibliografía de los ingenieros industriales, Madrid,
Estades, 1948,803 p.
7. R.R.HAWKINS, Scient& medical and technical books published in the USA, 2nd ed. Books
published to December 1956,Washington, National Research Council, 1958,I491 p.
81
de listas de las publicaciones que convendría o sería deseable
adquirir”1. Seguidamente, las listas pasan al departamento de
pedidos, donde comienza el proceso de adquisición.
EL PRESUPUESTO D E C O M P R A S
DE MATERIALES DE BIBLIOTECA
ADQUISICI~N
82
criterios,a no ser que la biblioteca esté designada como biblioteca
nacional. En este caso,deberá naturalmente recibir todo lo que se
publique en el país.
O R G A N I Z A C I ~ ND E L A S A C T I V I D A D E S D E A D Q U I S I C I ~ N
I. UNESCO,
M a n u a l del canje internacional de publicaciones, 3.8 ed. preparada y puesta al
día por la Dra. Gisela von Busse, París, Unesco, 1964, 768 p. (Secciones,española,
francesa, inglesa y rusa en un volumen.)
85
FIGURA.I. Formulario de pedido
Título
--
Signatura
topográfica
NO. de vols. Edición
Lugar Editor
Año Precio
0 Volumen Dept.
0 Sustitución Fecha
DE L O S P E D I D O S
TRAMITACI~N
86
libros nacionales o de libros extranjeros que pueden obtenerse en
el propio país, el bibliotecario puede visitar la librería local,
seleccionar y examinar los libros y dejar el pedido correspondiente
y, por último anota en la contabilidad la obligación contraída.
En ese momento, el departamento de pedidos puede dar las
órdenes para adquirir fichas impresas de catálogo para el libro,
si es que existen. Cuando se reciben los libros, se cotejan con el
pedido. Se examinan los precios y los descuentos, y el precio neto
se inscribe en la ficha de recomendación (o de pedido) del libro,
juntamente con la fecha de su recepción. En la sección de conta-
bilidad, se registran los gastos. La ficha se archiva en el fichero
de adquisiciones,y la factura,si es correcta,se marca conveniente-
mente, y pasa para su pago a la autoridad financiera de Ia uni-
versidad. El libro se remite al departamento de catalogación con
objeto de prepararlo para su uso.
En las pequeñas bibliotecas, el bibliotecario jefe tendrá tal vez
que intervenir directamente en algunas o en todas las etapas de la
tramitación, según el personal de que disponga y la medida en
que esté dispuesto a delegar su autoridad y sus obligaciones. En
las grandes bibliotecas, el director no puede ocuparse de los
pedidos. Sin embargo, podrá reservarse para sí actividades como
las visitas a comerciantes de libros antiguos, asistencia a subastas
y viajes con motivo de compras importantes.
SUPRESI~D N E L A S B A R R E R A S QUE S E O P O N E N A L A
L I B R E C I R C U L A C I O ND E L O S L I B R O S
I. R.E. BARKER,Books for all; a study of international book trade, Paris, Unesco, 1956,
102 p. (Existe también en francés.)
2. UNESCO. Acuerdo para la importación de objetos de carácter educativo, cient$co o cultural:
ventajasy modalidades de aplicación. 2.B ed. Paris, Unesco, 1958, 30 p.
3. L a Convención sobre el Canje Internacional de Publicaciones y la Convención sobre
el Canje de publicaciones Oficiales y Documentos Gubernamentales entre Estados.
A m b a s fueron aprobadas por la Conferencia General de la Unesco en su IO.^ reunión
(París,3 de diciembre de 1958).Los textos íntegros de estas convencionesy los debates
sobre ellas figuran en el Manual del canje internacional de publicaciones (antes citado);
puede verse una breve exposición de Waersegger, Charles, Las convenciones multi-
laterales sobre el canje internacional de publicaciones, Boletín de la Unesco para las
bibliotecas, vol. XVII, n.o 2, marzo-abril de 1963, p. 57-66.
4. E n virtud de ese programa, los libreros locales obtienen licencias para adquirir
libros publicados en los Estados Unidos y efectúan los pagos en moneda local, mien-
tras que el gobierno de los Estados Unidos abona el equivalente en dólares al librero
norteamericano.
88
CAPÍTULO VII
ACTIVIDADESDEL SERVICIODE C A T A L O G A C I ~ N
I. T.LANDAU,
ed., Encyclofiediaof librarianship, 2nd ed. London, Bowes and Bowes, 1961,
397 P.
atención otros libros afines. El catálogo puede contener también
diversos asientos de información general relativos a materiales no
catalogados, por ejemplo colecciones de folletos,así como instruc-
ciones para el uso del catálogo. El catálogo diccionario es un
índice alfabético general del contenido de la biblioteca. Este tipo
de catálogo se utiliza ampliamente en los Estados Unidos, pero
mucho menos en otros países. Según Reichmannl, el sistema de
monocatálogo de las bibliotecas norteamericanas representa un
concepto que “no comparten los bibliotecarios de otros países; en
realidad,las bibliotecas europeas se caracterizan por la multipli-
cidad de catálogos”.
Catálogo dividido. E n las bibliotecas pequeñas o medianas, el
catálogo diccionario es fácil de manejar y de mantener al día,
pero a medida que las bibliotecas y sus catálogos aumentan de
volumen,surgen las complicaciones y las dificultades. D e ahí que
algunas bibliotecas hayan dividido el catálogo en dos partes : un
catálogo de autores y títulos; un catálogo de materias. Esto es lo
que generalmente se quiere decir cuando se emplea el término
catálogo dividido. E n algunos casos, los títulos se incluyen en el
catálogo de materias en la idea de que los títulos descriptivos,
especialmente en las ciencias físicas y sociales,pueden servir como
asientos o epígrafes adicionales en la clasificación por materias. El
catálogo de títulos y autores comprende generalmente los autores
individuales y colectivos, las colecciones y determinados títulos,
presentados todos ellos en una sola serie alfabética. El catálogo
de materias es una lista alfabética de los libros clasificados por
temas, con las oportunas guías de materias.
Catálogo clas$cado o sistemático. Es aquél en que los asientos están
ordenados con arreglo a un sistema de clasificación. En este
aspecto es análogo al catálogo topográfico. No obstante, se dife-
rencia de éste y se parece a la sección por materias del catálogo
dividido en que con frecuencia puede asignar varios números de
clasificación a un solo libro, que dará así lugar a diversos asientos
por materias cuando es necesario. Para orientar más eficazmente
sobrela existencia y la situación de loslibros,el catálogo clasificado
debe complementarse con un catálogo por títulos y autores,y por
una guía alfabética de materias. Los lectores a quienes interese
particularmente saber si la biblioteca posee un libro determinado
cuyo autor o cuyo título conocen podrán ir directamente al
catálogo por títulos y autores, sin entrar en las complicaciones
del sistema de clasificación. Generalmente, el sistema de clasifi-
cación necesita un índice alfabético de materias para orientar a
los lectores. Refiriéndose a las pequeñas bibliotecas técnicas,D.A.
I. D.A. REDYOND, Las pequeñas bibliotecas técnicas. Boletín de la Unesco fiara las biblio-
tecas, voi. XVIII,n.0 z, marzo-abril de 1964,p. 65.
que estén cerca del catálogo público. Aunque es útil, el catálogo
oficial resulta caro de mantener. Las bibliotecas pequeñas no
podrán probablemente permitirse ese lujo.
O R G A N I Z A C I ~ NY ADMINISTRACION
Al director de la biblioteca universitaria incumbirá la responsa-
bilidad de organizar y administrar el servicio de catálogos,
coordinando sus actividades con las de los servicios técnicos
conexos. AI mismo tiempo, deberá definir y establecer las fun-
ciones, atribuciones y actividades de dicho servicio, así como sus
relaciones con los otros departamentos de la biblioteca.
En consulta con el bibliotecario encargado de los catálogos, si
éste tiene una buena formación profesional, el director de la
biblioteca de la universidad habrá de definir los objetivos del
servicio, optar por un sistema de clasificación y seleccionar las
normas de catalogación apropiadas para su trabajo, indicar los
registros principales que han de establecerse y mantenerse al día,
adquirir material y contratar personal, formular un plan de
organización,determinar los informes estadísticos y de otra índole
93
que sean necesarios y establecer las relaciones oportunas con todas
las secciones y dependencias a que haya de atender el servicio de
catalogación.
94
auxiliares competentes,puede hacer un gran volumen de trabajo.
Si el director de la biblioteca universitaria dispone de un apoyo
administrativo y financiero adecuado para organizar el departa-
mento de catálogos, y si los libros se ordenan de una manera
rápida y eficaz para su uso en la biblioteca principal, ésta tendrá
la posibilidad de ofrecer servicios centralizados de catalogación a
otras secciones de la biblioteca universitaria. Si el servicio de
catalogación tiene escaso personal, será difícil que el director de
la biblioteca universitaria consiga convencer a las demás secciones
de que lo más práctico para ellas es aceptar los servicios de la
biblioteca principal.
N O R M A S Y A C T I V I D A D E S D E L S E R V I C I OD E C A T A L O G A C I ~ N
95
cadal. E n Alemania y en otros territorios de lengua alemana,las
Reglas Prusianasz tienen amplia aceptación. E n Rusia, se ha pre-
parado una serie completa de códigos de catalogación para uso
de las grandes bibliotecas, y existen versiones simplificadas de las
reglas para las pequeñas bibliotecas3. Estos códigos no existen
todavía en traducción inglesa.
Estos y otros códigos de reglas se explican y completan mediante
manuales sobre catalogación y publicaciones relativas a las indi-
caciones de autor y título en circunstancias especiales. Son bien
conocidas a este respecto la obra de S.A. Sharp4 y la de Susan
G. Akers5. Entre las diversas obras referentes a la manera de
inscribir los nombres de autor en los asientos figuran las de C.F.
Gosnell, Spanish personal names 6, María L.Monteiro, N o m e s brasi-
lieros’ y Nasser Sharify,Cataloging of Persian works a.
La elección de un código de reglas de catalogación es indispen-
sable para el funcionamiento eficaz de una biblioteca en un país,
pero tiene además una importancia más amplia. La función de
todas las bibliotecas como centros de conservación y transmisión
de conocimientos debe consistir en identificar los materiales que
poseen de la manera más favorable para la comunicación de los
conocimientos en los planes local,nacional e internacional. A este
respecto,la Conferencia Internacional de la FIAB sobre Principios
de Catalogación llegó a un acuerdo histórico en 1961al adoptar
una declaración sobre los principios de catalogación que han de
aplicarse universalmente. Su Informe9 es un documento de gran
importancia que deberían leer todos los bibliotecarios encargados
de la catalogación o interesados en ella. “Ahora que existe un
acuerdo sobre los principios aplicables a la selección y la forma
de los encabezamientos de los asientos en un catálogo de autores
y títulos, es razonable esperar que no tardará en llegarse a un
acuerdo sobre la selección, la forma y la sucesión de los datos
I. Bibliothèques, traitement, catalogage, consemation des livres et des documents, Paris, Institut
pédagogique national, 1961.
2. BIBLIOGRAPHISCHES INSTITUT, Regeln für die alphabetische I;ntalogisierung in wissenschaft-
lichen Bibliotheken. UnveränderterNachdruck der Instruktionenfür die alphabetischen Kataloge
der Preussischen Bibliotheken, Leipzig, Bibliographisches Institut, 1952. I 79 p.
3. P.L.HORECKY, Libraries and bibliographic centers in the Soviet Union, p. 46-49, Bloom-
ington, Ind., Indiana University, 1959, 287 p. (Indiana University publications,
Slavic and East European series, vol. 16.)
4. H.A. SHARP,Cataloguing; a textbookfor use in libraries, 4th ed., London, Grafton, 1948.
5. S. G.AKERS,Simple library cataloging,4th ed., Chicago, American Library Association,
‘954. 250 P.
6. C.F. GOSNELL,Spanish personal names: principles governing their formation and use, N e w
York, H . W.Wilson, 193%.
7. M.L. MONTEIRO, Nomes brasilieros: u m problma na catalogapïo, São Paulo, Escola de
Biblioteconomía, I 948.
8. N. SHARIFY, Cataloging of Persian works; including rules for transliteration, entry and des-
cription, Chicago, American Library Association, 1959, I 76 p.
g. INTERNATIONAL FEDERATION OF LIBRARYASSOCLATIONS.International Conference on
Cataloguing Principles. Paris, 9-18 Ociober, 1961.Rejort, p. g, London, IFLA, 1963,
293 P.
FIGURA 2. Ejemplos de asientos bibliográficos y otros datos necesarios
para la catalogación descriptiva
a. autor individual; b. autor corporativo;G. título como asiento principal.
1% Li
FE89
Clouzet, Maryse (Choisy)190%
Sigmund Freud: a new appraisal. New York, Philo-
sophical Library ,1963,
141 p. 22 cm.
1. Freud, Sigmund, 1 W l 9 3 9 .
BF153.F85C6 1963a 926.1 62-18553 $
6.
CZD
506
ES Electrochemical Society. Corrosion Dh~on.
The surface chemistry of metals and semiconductors; a
symposium sponsored by the Ofice of Naval Research and
the Electrochemical Society, Columbus, Ohio, 1959. Edited
by Harry C.Gatos, with the assistance of J. W.Faust, Jr.,
and W.J.LaFleur. New York,Wiley ,1960,
xi, 526 p. illus., dlagrs., tables. 24 cm.
“Pnpers presented at the joint symposium of
ElectronicsDivisions of the ElectrochemicalSocIety.
tp
Corrosion and
Includes blbllographies.
I. Surface chemistry. 2. MetaIs. 3. Sernleonductors. I. EI*
trochernical Society. Electronics Division. II. U. S. OWCe of Naval
Research. III. Gatos, Harry C.,ed.
QD506.E5 60-14244
Library of Congress
C. 7
Rs
153
~ 5 7 Modern drug encyclopedia and thernpeutic index. 1st-
ed. New York,193G
v. 24cm.
Title varies slightly.
Editors:1934-41, Jacob Cutman.-lMB, A. B. Gutman.-lM%
M.E.Howard.
R Three year supplement to New m o d e m drugs; B
RC presentation of the important new medicinal preparations
i53 described in the quarterly index,New modern drugs, 1935 tu
MS7 i937 inclusive,together with descriptions of additional drugs
which have not been previousIy published. By Jacob Gut-
man. New York,American Journal of Surgery, inc., 1938.
(ûonlnned on u& card)
I
O +31r49071C$
3P12823*
descriptivos necesarios para establecer esos asientos 1. (La autora
se refiere a los datos adicionales necesarios para la identificación
completa de cada publicación, tales como : título completo,
edición,lugar de publicación, nombre del editor, fecha de publi-
cación, número de páginas, ilustraciones y otros datos.) Véanse
en la figura 2 ejemplos de asientos bibliográficos y otros datos que
se requieren en la catalogación descriptiva.
Audbo- V I S M ~ ~\ d ~ ~ q t \ o rB;bl.
i-
McClusky, Frederick Dean.
The A-Vbibliography. ,Rev.ed.] Dubuque, Iowa,W.c.
Brown Co.1‘19551
xi,218 p. 28 cm. (The Audio-vlsualseries)
Z581BV8113 1955
Library of Congress
o
1. Audio-visualeclucatlon-Bibl, I. Title.
1r.371333
(Series)
56-1796
Rome CCIty)
Chesterton, Gilbert Keith, 1874-1936.
The resurrection of Rome, by G. K.Chesterton ... New
York, Dodd,Mead &company, 1930.
4 p. I., %294 p. 21 em.
nG808.c5 30-28208
IJbrary of Congress
99
depósitos de libros están cerrados a los lectores,no es tan evidente
la necesidad de una clasificación topográfica. Muchas de las
bibliotecas europeas más antiguas con dépositos cerrados ordenan
sus libros por número de entrada (que indica el orden de recep-
ción) y dan una colocación fija a cada libro, con la posible
excepción de un número relativamente reducido de obras de
referencia colocadas en estanterías de libre acceso. En tal caso,
el catálogo público es el único instrumento de localización de
que dispone el lector.
Existen muchas publicaciones sobre clasificación y se ha deba-
tido mucho sobre las ventajas respectivas de las estanterías
cerradas y las de libre acceso. La experiencia muestra que el
mejor sistema para el lector universitario es una colección clasi-
ficada en estanterías de libre acceso, supuesto en el que se basan
las consideraciones siguientes.
Los sistemas de clasificación más utilizados son la Clasificación
Decimal de Dewey, la Clasificación de la Library of Congress de
los Estados Unidos y la Clasificación Decimal Universal. La Colon
Classification de Ranganathan y la Clasificación Bibliográfica de
Bliss son muy apreciadas, pero su empleo no se ha extendido,
aunque la Última parece haber ganado nuevos adeptos en los
últimos años.
L a biblioteca universitaria deberá elegir su sistema de clasifi-
cación basándose en criterios objetivos. Sayers dice a ese respecto:
“lo que pedimos a una clasificación es que funcione. Para ello,
deberá: u) ser completa; b) ser lógica y comprensible;c) ser tan
minuciosa en la exposición como sea humanamente posible; d) ser
suficientemente flexible para dar cabida a los cambios del pensa-
miento y a la literatura que lo refleja; e) emplear una notación
sencilla que sea también flexible;f)estar provista de un índice
completo.1.
La Clasificación Dewey y la de la Library of Congress fueron
concebidas como clasificacionestopográficas. La primera se utiliza
más que la segunda, pero ello puede deberse en parte a factores
históricos: la Clasificación Dewey apareció en 1876;la de la
Library of Congress más de un cuarto de siglo después. La Clasi-
ficación de la Library of Congress se concibió para grandes biblio-
tecas,y efectivamente,se utiliza más en ellas que en las pequeñas.
Esta clasificaciónes sumamentedetallada.Cuando la Clasificación
Dewey se utiliza en bibliotecas muy grandes para clasificaciones
de gran detalle, sus números tienden a ser excesivamente largos
y complicados,mientras que las notaciones de la Clasificación de
la Library of Congress son relativamente sencillas y cortas.
Ambos sistemas se mantienen al día, y la Clasificación Decimal
Dewey se actualiza entre sus distintas ediciones mediante la publi-
I. SAYERS,op. cit., p. XIX.
I O0
FIGURA4.Símbolos de clasificaciones en fichas impresas de catálogos
I. J3rowiii~iiinioveiiients.
[gclsy’ 67-0-5
Printed for Cnrd Dis.
Library of Congress
IO1
tivas notaciones. Cada una de estas listas de encabezamientos por
materias sirve como índice adicional de las respectivas clasifica-
ciones. Todas las bibliotecas tienen además la posibilidad de
comprar a la Library of Congress fichas de catálogo impresas
correspondientes a los libros catalogados por ella; estas fichas
contienen a menudo tanto los números de la Clasificación Dewey
como los de la Library of Congress. La compra de fichas impresas
puede hacerse de una manera selectiva.E n la figura 4se presentan
ejemplos de fichas impresas en las que pueden verse los símbolos
de las clasificaciones.
La Clasificación Decimal Universal (CDU)presenta casi todas
las ventajas de la Clasificación Dewey y de la Clasificación de la
Library of Congress aunque no se han facilitado en la misma
medida fichas impresas con los números de la C D U , y las revi-
siones han sido menos frecuentes. La notación puede ser bastante
larga cuando se hacen subdivisiones detalladas de materias, pero
es un sistema muy flexible y existe en varios idiomas.
Las clasificaciones de Bliss y Ranganathan se concibieron pri-
mordialmente como clasificaciones bibliográficas más que topo-
gráficas. Sin embargo ambos sistemas se han utilizado con éxito
para la ordenación de bibliotecas y se han prestado muy satis-
factoriamente al tratamiento mecánico de la documentación. El
sistema Bliss ha tenido numerosos seguidores entre los bibliote-
carios de la Commonwealth Británica. E n un estudio se indica
que de cada once bibliotecas universitarias, algunas de ellas con
menos de una generación de antigüedad, en países que están o
han estados asociados a la Commonwealth, cuatro utilizan la
Clasificación Bliss,mientras que cuatro y tres utilizan respectiva-
mente las clasificaciones de la Library of Congress y de Deweyl.
El tamaño de la biblioteca, y especialmente las previsiones de
crecimiento en el futuro, constituyen un factor importante en la
elección de un sistema de clasificación. Las bibliotecas que ten-
gan probabilidades de desarrollarse considerablemente preferirán
tal vez la Clasificación de la Library of Congress y la CDU a la
Clasificación Dewey. Otro factor es la índole de la biblioteca. Si
se trata de una biblioteca científica o técnica,la Clasificación de
la Library of Congress o la CDU serán más adecuadas.
En algunas circunstancias puede ser conveniente utilizar más de
un sistema de clasificación en una biblioteca. Es concebible, por
ejemplo, que un amplio conjunto universitario que utilice la
Clasificación Dewey en su biblioteca principal prefiere la Clasifi-
cación de la Library of Congress o la CDU en una nueva biblioteca
de ingeniería o en una biblioteca de una facultad de ciencias.
Este tipo de decisiones han de tomarse únicamente después de un
I. New universities overseas, p. 164,London, Allen & Unwin,
A. M. CARR-SAUNDERS,
1961,260 p.
I02
detenido estudio,porque puede ser necesario aumentar el personal
profesional y recurrir a un sistema más complicado de registro.
U n a vez elegido el sistema, debe seguirse consecuentamente,
registrando cuidadosamente todas las decisiones que acarreen
adaptaciones o modificaciones.
Para la clasificación, lo mismo que para la catalogación y el
análisis de materias, existen buenos textos que pueden orientar al
bibliotecario. Entre ellos,merecen citarse como ejemplos las obras
de Merrilll, Sayers2 y Mann3. Los usuarios de la Clasificación
Dewey pueden disponer de la obra de la Library of Congress
Guide to the use of the Dewey decimal classijication4 y para las biblio-
tecas que utilizan la CDU,la British Standards Institution ha
publicado A guide to UDC (8.5.1000c: 1963).
E V A L U A C I ~ ND E L S E R V I C I O D E C A T A L O G A C I ~ N
A L G U N O S P R O B L E M A S Y POSIBILIDADES F U T U R A S
I. M. SHENITI,
Subject cataloguing for Arab libraries... Regional seminar on biblio-
graphy, documentation and exchange of publications in Arabic-speaking state,
(Unesco/LBA/Sem.8.3), Paris, 27 February 1962.1 2 p.+Appendix. (Existe también
en francés.)
I 06
la teoría de la clasificación y de la información que, en último
término, conducirá a nuevos sistemas de clasificación que podrán
ser utilizados internacionalmente en los trabajos de documenta-
ción 1.
Cada vez se descubren y se adoptan más aplicaciones de la
nueva tecnología mecánica a la bibliotecología,y los bibliotecarios
de todo el mundo deben estar atentos a ellas.
107
CAPITULO VI11
I 08
los periódicos y revistas se reciben y se preparan para su utilización
en el departamento de servicios técnicos y se envían directamente
a la división pertinente. Puede dotarse a cada una de las divisiones
de la biblioteca de servicios de consulta especializados que abar-
quen todos los tipos de materiales.
Neal Harlow estima que pueden distinguirse diversos niveles en
las necesidades académicas y de investigación con respecto a los
servicios de bibliotecas de los colegios universitarios y de las
universidades y que pueden así establecerse determinados servicios
de bibliotecas para satisfacerlas”1. Su hipótesis es que “hay tres
niveles en la utilización de los servicios de biblioteca de una insti-
tución académica y de investigación:a) el nivel preparatorio: la
biblioteca en que el alumno realiza estudios de carácter general y
fundamental antes de dedicarse a una especialidad; b) el nivel
universitario: la biblioteca del estudiante ya más avanzado que
se prepara para una especialidad,y en la que se destaca un tema
o una materia determinada, y se facilita una síntesis y una intro-
ducción a la investigación;y c) el nivel de investigación:la biblio-
teca para el estudiante graduado, el profesor de la facultad y el
investigador interesados en la ampliación o la aplicación de los
conocimientos,que facilita el apoyo intelectual necesario para la
investigación”2. Neal Harlow estima que es posible determinar y
analizar esos niveles de necesidades y crear los servicios especiales
destinados a satisfacerlas3.
En consulta con el profesorado,los funcionarios competentes de
la universidad y los bibliotecarios a sus órdenes, el director de la
biblioteca universitaria, después de determinar el nivel de las
necesidades y las diversas posibilidades que se le ofrecen habida
cuenta de sus recursos, formulará las recomendaciones perti-
nentes. E n esta tarea, tendrá que resolver inevitablemente pro-
blemas de centralización y de descentralización, que se exami-
narán cuando sea pertinente en el resto del presente capítulo.
S E R V I C I ODE L E C T U R A Y P R É S T A M O
I. N. HARLOW,
Levels of need for library service in academic institutions, College a n d
research libraries, vol. 24, September 1963, p. 359.
2. --, op. cit., p. 360.
3. Loc. cit.
estanterías después de su utilización por los lectores y la aplicación
de un sistema eficaz de préstamos y de devoluciones de confor-
midad con el reglamento establecido.
Puesto que trata directamente con casi todos los usuarios de la
biblioteca, el personal del servicio que asesora a los lectores e
inspecciona las actividades debe estar familiarizado con las colec-
ciones y los servicios de la biblioteca y tanto él como sus auxiliares
deben ser amables y atentos con los lectores.En efecto,un personal
importuno e inexperto puede desanimar a los usuarios de la
biblioteca y, en consecuencia, hacer que disminuya el número de
lectores.
I IO
del libro, su nombre y su dirección así como otras informaciones
que la biblioteca pueda pedir. El prestatario presenta el boletín de
pedido en la mesa de préstamos, que lo remite al servicio de
estanterías.U n empleado de este servicio busca el libro y lo envía
junto con el boletín de pedido a la mesa de préstamos y en caso
de que el libro no se encuentre en las estanterías lo indica en el
boletín de pedido antes de devolver éste a la mesa. E n muchas
bibliotecas universitarias se utiliza el boletín de pedido que se ha
devuelto para comprobar en el fichero de préstamos pendientes
si el libro está prestado y, en tal caso, cuándo vence el plazo de
devolución. La persona que pide el libro lo reserva y encarga que
se le avise cuando se haya devuelto el libro. En tales casos, el
lector suele llenar una tarjeta postal dirigida a sí mismo, y cuyo
importe debe abonar, para que se le comunique por correo la
devolución del libro. Otro sistema consiste en reservar el libro y
presentarse personalmente el día señaIado para la devolución.
El boletín de pedido es uno de los métodos más sencillos para
registrar un préstamo. E n las bibliotecas muy pequeñas el boletín
de pedido, estampillado con la fecha en que se concede el prés-
tamo o se ha de devolver el libro,se clasifica por orden alfabético
de autor y constituye el único registro del préstamo. Se indica al
lector cuánto tiempo puede conservar el libro en su poder y el
boletin de pedido constituye el recibo. Cuando el lector devuelve
el libro tiene que esperar a que se retire el boletín de pedido del
fichero. Cuando se ha efectuado la comprobación y si no hay
retraso en la devolución, se anula el boletín de pedido y puede
ser devuelto al lector, y el libro se coloca nuevamente en las
estanterías.
Sin embargo este sencillo procedimiento no es eficaz en el caso
de una biblioteca que efectúa varios centenares de préstamos
diarios. Es demasiado lento y suele producir aglomeraciones y
esperas en la mesa de préstamos mientras se comprueba la devo-
lución. Por tanto, se ha desechado casi por completo para los
préstamos externos y se ha sustituido por otros métodos que
suprimen la necesidad de que los lectores esperen para devolverles
el recibo. Los libros no devueltos y aquéllos cuyo plazo de devo-
lución ha vencido se descubren mediante inspecciones regulares
y sistemáticas de los registros de préstamos y se envía un recor-
datorio al lector.
U n método muy corriente consiste en utilizar una ficha de
libro y una papeleta de vencimiento. Antes de salir de la sección
de catalogación se pega en todos los libros destinados a ser pres-
tados a domicilio un bolsillo en el que va una papeleta donde se
inscribirá la fecha de vencimiento del préstamo. En este bolsillo
se introduce una ficha del libro, de unos 75, centímetros por
12,5 centímetros, en la que se ha inscrito a máquina la signatura
III
t
I I t
-1
-
topográfica,el nombre del autor, el título de la obra y su número
de entrada. Esos datos figuran también en la papeleta del bolsillo
del libro. Así cada libro está provisto de su propio registro de
préstamos. Cuando se presta un libro, el lector firma la ficha del
libro o se inscribe en ella su nombre o su número de identificación
por algún sistema mecánico. Se pone un sello con la fecha de
vencimiento del préstamo en la ficha del libro así como en la
papeleta de vencimiento para servir de recordatorio. Luego se
archiva la ficha del libro por orden alfabético de autores o bien
por fecha de vencimiento de los préstamos o por signaturas topo-
gráficas, según parezca preferible en cada biblioteca. Con arreglo
a este procedimiento, la ficha del libro lleva el registro acumula-
tivo de todos los préstamos que es objeto. E n la figura 5 se repro-
duce el boletín de pedido y la ficha de registro de préstamos.
Cuando en una biblioteca se efectúan más de 2000 préstamos
diarios conviene emplear un sistema más rapido y más eficaz que
el que se acaba de describir. Para ello, se han ideado desde hace
algunos años varios nuevos sistemasl,2.
Por lo general las bibliotecas renuevan los préstamos retirando
la ficha de préstamo y volviendo a fecharla a menos que otro
lector haya reservado el libro entretanto.
Se suele cobrar una pequeña multa por cada día de retraso a
fin de estimular la devolución puntual de los libros, y se acos-
tumbra a dar un recibo del pago a los lectores. La biblioteca
conserva un doble de los recibos para la contabilidad. Por lo
general no se cobran multas al cuerpo docente.
Es conveniente llevar estadísticas de los préstamos, que entre
otras cosas permitirán apreciar la utilidad de la biblioteca desde
los puntos de vista cualitativo y cuantitativo. Las estadísticas
suelen prepararse mediante anotaciones diarias por grupos de
materias, que se hacen dos o tres veces por hora,antes de archivar
las fichas de los libros prestados.
C o m o habitualmente la sección de préstamos se ocupa del
fondo general de libros, a veces le incumbe la preparación del
inventario. Para ese fin,se utilizan las fichas del catálogo topo-
gráfico del servicio de catalogación. Cuando el inventario indica
que falta un libro en las estanterías y que éste no está registrado
en el fichero de los préstamos pendientes, se efectúa una investi-
gación suplementaria para ver si el libro ha sido desplazado por
descuido o si no se halla en la encuadernación. Si a pesar de esas
investigaciones, no se encuentra ni el libro ni indicios de él, el
= ‘3
libro se declara perdido. E n algunas bibliotecas se anota que el
libro falta y se espera algunos meses antes de efectuar otras inves-
tigaciones por si entretanto reaparece. Cuando un libro se declara
definitivamente perdido es preciso indicarlo en todas la fichas y
lugares donde estaba registrado. Se sigue un procedimiento aná-
logo cuando un lector pide un libro que no se encuentra en su
lugar en las estanterías ni en el fichero de los préstamos pendientes.
Cabe hacer dos observaciones adicionales : en las grandes biblio-
tecas no deben hacerse inventarios periódicos de todo el fondo de
libros. Por lo general, los resultados obtenidos no justifican los
gastos que acarrea la ejecución de ese trabajo. Las comproba-
ciones parciales de algunas partes del fondo de libros, como por
ejemplo, la sección de referencias, pueden ser sumamente útiles
para determinar el porcentaje de pérdidas y evaluar su impor-
tancia. En el caso de obras de referencia, la comprobación es,
además, necesaria porque la pérdida de una obra importante de
ese tipo debe remediarse cuanto antes. Las autoridades universi-
tarias o el Estado no deben considerar al bibliotecario económica-
mente responsable de la pérdida de libros a menos que sea evi-
dente que esas pérdidas se deben a actos censurables. La respon-
sabilidad económica de la pérdidas es uno de los principales
factores que han conducido a los bibliotecarios de ciertos países
a no dar a los estudiantes ni al cuerpo docente suficiente libertad
de acceso a las estanterías.
La duración de los préstamos varía considerablemente de una
biblioteca a otra. Para los libros muy solicitados, como ocurre
cuando los profesores dan listas bibliográficas a los estudiantes,
puede ser necesario reducir el plazo a dos o tres horas y separar
esos libros detrás de la mesa de préstamos para regular su uso. Si
esos libros son tan numerosos que su manejo requiere la presencia
de un auxiliar empleado a jornada completa, será conveniente
instalar lo que en algunas bibliotecas se llama una sala de lectura
reservada,local especial donde se entregan y se leen ciertos libros.
Cuando se trata de libros menos solicitados, se podrán prestar
durante dos o tres semanas. Por lo general el cuerpo docente
puede conservar los libros durante más tiempo. N o obstante, se
puede reclamar los libros tanto a los estudiantes como a los pro-
fesores.
Si bien se fomentan los préstamos de materiales para su utiliza-
ción fuera de la biblioteca, la utilización de obras de referencia,
periódicos y revistas, libros y manuscritos raros y valiosos y de
un cierto número de obras corrientes, que a pesar de no ser
materiales de referencia se emplean como obras de consulta,debe
hacerse obligatoriamente dentro de la biblioteca. Todos los mate-
riales de archivo también deben consultarse en la biblioteca.
Las colecciones de obras que se dejan hojear libremente tienen
por objeto incitar a los estudiantes a venir a la biblioteca y fomen-
tar la lectura voluntaria. U n a colección cuidadosamente seleccio-
nada será, sin duda, m u y atractiva, pero debe procurarse que
toda la biblioteca lo sea para que los estudiantes acudan a ella.
No se trata solamente de las condiciones materiales. Aunque un
edificio bien construido,iluminado y ventilado y confortablemente
amueblado atraerá mayor número de lectores, la naturaleza de
sus colecciones y el grado de acceso a las mismas tienen una
importancia capital. A ese respecto,las pequeñas exposiciones de
nuevas adquisiciones importantes y de otros libros, centradas en
torno a ciertos temas de interés, pueden ser sumamente instruc-
tivas y estimulantes.
La ayuda a los estudiantes en el empleo del catálogo,la selección
de libros y la preparación de listas de lectura son actividades que
más bien corresponden a un servicio de referencia que al servicio
de préstamos. Si el bibliotecario de este servicio dispone de tiempo
y tiene la oportunidad, podrá naturalmente ayudar al lector en
ese sentido.
L a organización y la administración de las actividades de
lectura y de préstamos requiere los servicios de un bibliotecario
profesional que determine y recomiende los procedimientos y las
normas más convenientes, que forme y dirija el personal y orga-
nice el servicio, pero aparte de tales actividades,la mayor parte
de la labor es trabajo manual de rutina. Por tanto, un servicio
de préstamos requiere también personal no profesional.
Dichas actividades, como las del servicio de referencia que se
describen en los párrafos siguientes, pueden llevarse a cabo en
mayor o menor grado en todas las divisiones de una biblioteca,
independientemente de que esté centralizada o descentralizada.
En el caso de una biblioteca centralizada habrá mayor unifor-
midad en los procedimientos y normas y mayores facilidades de
acceso a los materiales. Sin embargo, las divisiones administradas
por separado,tales como las bibliotecas de las escuelas de derecho,
ingeniería y medicina, pueden tener también un amplio servicio
de lectura y préstamos. El objetivo principal es siempre el mismo,
sea cual fuere el tipo de organización: “entregar al lector el libro
que desea y cuando lo desea”.
SERVICIO D E R E F E R E N C I A
“5
EI bibliotecario de un servicio de referencia es pues un interme-
diario humano entre el lector y el libro. EI trabajo de referencia
no se limita a un solo bibliotecario ni a un solo servicio,sino que
lo hacen en cierta medida todos los bibliotecarios que están
directamente en relación con los lectores.E n las bibliotecas de las
facultades y en las divididas por materias, ese trabajo puede ser
sumamente especializado.
I 16
se interesa en su adquisición y preparación para la utilización.
Ayuda a los lectores en la consulta de los catálogos de biblioteca
y puede advertir así los errores o las deficiencias que es necesario
señalar al servicio de catalogación. Orienta a los estudiantes en
la selección de los libros, y, en consecuencia, debe coordinar su
labor con las actividades del servicio de préstamos. El servicio de
referencia desempeña una función clave en relación con íos demás
servicios y con las secciones exteriores de la biblioteca.
EI servicio de referencia
L a investigación y el servicio de referencia.
puede prestar ayuda a la investigación constituyendo colecciones
de bibliografías, índices, resúmenes analíticos,traducciones perti-
nentes, etc., compilando bibliografías especiales y haciendo
pesquisas bibliográficas para los investigadores; pidiendo prés-
tamos a otras bibliotecas, comprando fotocopias y reimpresiones
de artículos y de libros, facilitando servicios de traducción y de
resúmenes analíticos y desempeñando otras funciones análogas.
E n algunos casos, la biblioteca puede establecer su propio servicio
de documentación en su servicio de referencia. Los bibliotecarios
del servicio de referencia que han recibido una formación clásica
en bibliotecología y que tienen un buen conocimiento de las
materias pertinentes pueden prestar servicios de documentación.
El empleo de técnicas mecánicas complejas requerirá una forma-
ción suplementaria.
Todos estos servicios sólo se pueden facilitar si la universidad
está dispuesta a asignar a la biblioteca los fondos necesarios para
hacer adquisiciones especiales, intensificar los préstamos entre
bibliotecas, comprar fotocopias,etc., y contratar además el per-
sonal correspondiente.
I 18
CAPÍTULO IX
ORGANIZACIÓN D E SERVICIOS
AUXILIARES Y COMPLEMENTARIOS
I20
“EIDDT es el producto tóxico cuyo empleo es más eficaz,menos
peligroso y más cómodo en las bibliotecas. Se utiliza en forma de
polvo, de emulsión o de solución, según las especies de insectos
que hay que destruir”1. Plumbe,que ha observado las condiciones
de las bibliotecas en Africa y Asia, ha escrito interesantes artículos
y un libro sobre la conservaciónde losmateriales de bibliotecaz,3,4.
Este autor señala que se han aplicado con éxito barnices y lacas
sobre libros, estanterías, muebles y accesorios a fin de “desemba-
razar las bibliotecas de cucarachas,lepismas y larvas bibliófagas”5.
Los bibliotecarios que hayan de resolver problemas de protección
contra los insectos y los hongos pueden consultar otras obras de
referencia,algunas de las cuales se enumeran en la bibliografía.
La conservación de los libros ha de empezar en el momento en
que entran en la biblioteca y, por tanto, desde que se adquieren.
Todos los materiales de biblioteca deben inspeccionarse en ese
momento para determinar los que necesitan un tratamiento
especial. En los países donde los libros pueden deteriorarse fácil-
mente, ciertas bibliotecas tratan los materiales sospechosos en una
cámara de fumigación poco después de su recepción. Plumbe
menciona varias bibliotecas que practican este procedimiento 6.
Los libros en rústica que es necesario encuadernar deben marcarse
adecuadamente en las tapas para enviarlos a la encuadernación
una vez catalogados. También deben separarse los materiales
raros, valiosos y frágiles que es necesario encuadernar en una
forma u otra o someter a un tratamiento especial, así como los
volúmenes en rústica de las publicaciones periódicas.
A menudo se separan libros raros, manuscritos y materiales
análogos para guardarlos en locales especiales en condiciones
atmosféricas convenientes para su conservación y se toman las
disposiciones necesarias para que se manejen cuidadosamentey no
se produzcan pérdidas.
Las secciones de los servicios para los lectores: préstamos, refe-
rencia,publicaciones periódicas,colecciones especiales,bibliotecas
de departamento o de división, tiene que cuidar especialmente
de que los libros, las revistas, etc., se utilicen cuidadosamente y
de separar los materiales que hayan de encuadernarse, reencua-
dernarse o repararse. Las decisiones relativas al tratamiento que
haya de aplicarse al material se tomarán con arreglo a normas
establecidas con toda claridad. E n principio, cualquier material
I. L.A. aELJAKOVA; 0.v.KOZULMA, Op. cit., p. 215.
2. W.J. PLUMBE,Preservation of library materials in tropical countries, Library Trends,
vol. 8, October 1959,p. 291-321.
3. --, Preservation of books and periodicals,Regional seminar on the development of
national libraries in Asia and the Pacific area. Manila (Phiiippines)January 1964.
Paris, Unesco, 1963, I O p. (Unesco/LBA/Sem.~ 115). Existe también en francés.
4. --, Preservation of books in tropical and sub-tropical countries, London, Oxford, 1964.
5. --, Preservation of libra9 materials in tropical countries, op. cit., p. 302.
-
6. -, Preservación of library materials in tropical countries, op. cit., p. 303.
I21
de biblioteca que se considere suficientemente importante para
figurar en ella ha de mantenerse en buen estado de conservación.
Encuadernación y reparación. Dado que estas operaciones han de
realizarse sobre todos los materiales de biblioteca, sea cual fuere
la dependencia de la biblioteca universitaria en la que se custodien,
es preferible centralizar su administración bajo la autoridad de
un solo departamento. Se unificarán así los métodos y normas y
se logrará una mayor eficacia y economía. Se encomienda a
menudo esta labor a una sección de servicios técnicos.
Las bibliotecas pequeñas se limitan con frecuencia a los trabajos
sencillosde reparación y envían el material que requiere encuader-
nación a talleres comerciales. En los lugares donde no existen
encuadernadores comerciales o éstos se encuentran geográfica-
mente lejos, la biblioteca puede verse obligada a hacer por lo
menos una parte de sus encuadernaciones.E n general,cuando el
trabajo de encuadernación es suficiente para que resulte más
barato realizarlo en la propia biblioteca que enviar el material
fuera, ha de estudiarse la posibilidad de crear un departamento
de encuadernación.
El jefe de encuadernación ha de conocer naturalmente a fondo
todas las fases de este trabajo y ser capaz de organizar y dirigir
la labor de sus subordinados. H a de prepararse un programa
detallado, en el que se determinen el alcance y la naturaleza de
las actividades,se den instrucciones a los bibliotecarios para pre-
parar los materiales que han de enviarse a la encuadernación,se
fije un calendario de trabajo para que los materiales muy solici-
tados no se retiren prematuramente del fondo de la biblioteca y
se definan las normas y condiciones concretas a las que han de
atenerse los servicios de encuadernación. Cuando las bibliotecas
poseen sus propios servicios de encuadernación es costumbre
confiarles las actividades conexas de reparación, preparación de
estuches y carpetas,laminación y refuerzo de documentos frágiles.
El programa de encuadernación es igualmente importante
cuando la biblioteca se dirige a un encuadernador comercial.
Hay que tomar de antemano las disposiciones necesarias para
tener la seguridad de que todos los materiales están bien prepa-
rados, que las instrucciones dadas son aceptables tanto para la
biblioteca como para el encuadernador y que el trabajo se realizará
con arreglo a un calendario y unas normas determinadas.
S E R V I C I O SF O T O G R Á F I C O S Y D E C O P I A
I22
permitido poner al alcance incluso de las más pequeñas bibliotecas
copias de diarios, libros, manuscritos y otros documentos que
hacía tiempo estaban agotados y eran imposibles de obtener o
demasiado caros para que los comprase la biblioteca. Mediante
dispositivos de impresión especiales pueden obtenerse actualmente
en unos segundos, a partir de micropelículas, ampliaciones sobre
papel fáciles de leer de una sola página, de un artículo o un libro
entero. L a fotografía junto con la xerografía permite reproducir
rápidamente y a un precio relativamente bajo un extenso catálogo
en fichas. L a xerografía puede utilizarse por sí sola para preparar
catálogos en forma de libros, listas de lecturas recomendadas y
otras publicaciones bibliográficas. L a microfotografía, la xero-
grafía y otros procedimientos han mejorado enormemente los
servicios de copia y de préstamo entre bibliotecas,y podría decirse
que los han revolucionado. “En el préstamo entre bibliotecas el
empleo de la microfotografía en lugar de las publicaciones origi-
nales tiene varias ventajas” dice Alfred Günther. “El original
permanece en la biblioteca, continúa siendo accesible y no corre
peligro de perderse en el transporte ni de sufrir deterioros. Las
bandas de microfilm y las microfichas pueden remitirse por correo
en sobre ordinario y abonando tarifas postales económicas que
permiten el empleo del correo aéreo. Por último no es necesario
devolver las microfotografías, por lo que no hay que llevar un
fichero de control de los préstamos”1.L o mismo puede decirse de
la xerografía y algunos otros procedimientos rápidos de copia.
La “reprografía”, término que se aplica cada vez más al con-
junto de los prodedimientos de copia, ha servido para acelerar la
transmisión de los conocimientos a escala mundial y para mejorar
proporcionalmente los recursos y los servicios de las bibliotecas.
Por tanto, es m u y conveniente que las bibliotecas universitarias,
especialmente las de los países en vías de desarrollo, puedan
beneficiarse de esas ventajas.
PROYECTORES D E MICROFORMATOS
EXPOSICIONES, CONCIERTOS, C O N F E R E N C I A S Y
REPRESENTACIONES T E A T R A L E S
I 26
menes analíticos y de traducción y una buena asistencia biblio-
gráfica. Puede facilitárseles el espacio necesario en los locales de
depósito de libros y en las salas adyacentes. Los servicios de
resúmenes analíticos y de traducción son convenientespero resul-
tan m u y caros. Sin embargo,su necesidad es evidente en muchos
países cuyo idioma principal no es uno de los más utilizados en
las publicaciones de las diversas regiones del mundo.
CAPÍTULO X
ACTIVIDADES C O O PERATIVAS
I 28
XIII. Situación de la Biblioteca respecto de los demás edificios uni-
versitarios. Plan general del recinto de la Universidad Científica
de Rennes-Beaulieu(Francia).La Biblioteca (dentro del círculo)
ocupa una posición céntrica entre los edificios de enseñanza,los
institutos de investigación y las residencias de los estudiantes.
Procedencia de los datos :BLETON,
Jean.La construcciónde bibliotecas
universitarias. Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. X ~ I I ,
noviembre-diciembrede 1963,págs. 319 a 328.
1N
-l
36 Impresión y encuadernación
37 ßibliotecario auxiliar
38 Retretes del personal superior
39 Ascensor
40 Vestíbulo
41 Escalera principal
42 Puerta giratoria
4 3 Mostrador de préstamos
44 Carteras para documentos
45 Sector para hojear libros
y revistas
46 Sector de las exposiciones
47 Lectura de libros reservados
48 Salida
49 Entrada
50 Entrada principal
51 Explanada
52 R a m p a (ligero declive)
5 3 Bicicletas de los estudiantes
54 Estacionamiento
t
I
l
I
I
l
I
l
I
!
I
I Ciencias sociales -
II Iz Guardarropa 21 Oficina (artes)
z Idiomas y literatura 1 3 Sala de trabajo 22 Oficina(ciencias sociale?)
3 Enseñanza 14 Obras científicasde refe- 23 Oficina (lenguas y lite-
4 Centro de información rencia ratura)
5 Catálogo público 15 Sala de trabajo 24 Escalera de escape
6 Ciencias 16-18 hlostrador de présta- 25 Armarios
7 Artes mos (salidas) 26 Bibliografía qeneral
8 Sala de pasos perdidos 19 Mostrador de préstamos 27 Plano inclinadopara
g Vestíbulo (rntradasì pasar libros al piso
I O Escalera v rellanos 20 Oficina (ciencias) inferior
I. Boletín de la Unes60 para las bibliotecas, vol. X V , n.O 2, marzo-abril de 1961,p. 82.
2. E. E. WILLIAMS,Fawnington plan handbook, Bloomington, Indiana, Association of
Research Libraries, 1953, 170 p., p. 3.
3. D. OERTEL, Coordinación de las adquisiciones de las bibliotecas científicas en la
República Federal d e Alemania, Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. XVII,
n.O 5, septiembre-octubre de 1963,p. 295-299.
4. H.L. TVETERAS, El plan Scendia: u n sistema cooperativo de adquisición de publi-
caciones, Bobtin de la Unesco para las bibliotecas, vol. X I V , n.O 4,julio-agosto de 1960,
p. 162.
bibliotecarios. Conviene que los gobiernos tomen la iniciativa a
ese respecto.
I. N.KUHARKOV,
Depósito legal y servicios afines: la Cámara dei Libro de la URSS,
Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. XI,n.o I, enero de 1957,p. 4.
2. L.R. WILSON; M.F.TAUBER, The universi$ librau; the organization,administration,and
functions of academic libraries,.p. 458, 2nd ed. N e w York, Columbia University Press,
1956,641p. (Columbia University studies in library service, n.o 8.)
I34
La centralización y la cooperación en materia de catalogación
deben efectuarse dentro de la universidad en la medida en que
sea factible,sin perjuicio de que la biblioteca universitaria utilice
plenamente los servicios de catalogación del tipo antes mencio-
nado, y esté autorizada para participar en ellos.
El departamento fotográfico de la
Servicios f0tograFco.s cooFerativos.
biblioteca universitaria principal debe estar en condiciones de
prestar servicios no sólo a las bibliotecas dependientes de ésta sino
también a bibliotecas vecinas. A ese efecto conviene establecer
relaciones cooperativas con centros de documentación bien equi-
pados y con la biblioteca nacional. El reciente progreso de los
sistemas de reproducción permite que muchas bibliotecas se pres-
ten servicios mutuos de copia sin necesidad de medios técnicos
complicados y costosos. El alcance de esos servicios no debe ser
únicamente nacional o IocaI sino también internacional.
FUNCION DE L A BIBLIOTECA
I. L.H.SULLIVAN,
Kindergarten chats (rev. 1918) and other writings, New York, Witten-
born, Schultz, 1947,p. 208.
A L G U N O S PRINCIPIOS G E N E R A L E S
A L C A N C E Y O R G A N I Z A C I ~ ND E L A S A C T I V I D A D E S
D E PLANEAMIENTO
‘39
primeras. Describirá en el programa de construcción la organiza-
ción de los servicios e indicará detalladamente los requisitos de
espacio y las respectivas necesidades técnicas.En la segunda etapa
del planeamiento, el director debe considerar sus propias activi-
dades y comprobar si en el anteproyecto se las ha tenido debida-
mente en cuenta. E n algún momento se llegará a un acuerdo
respecto de los problemas principales y la manera de resolverlos;
entonces el arquitecto podrá preparar los planos definitivos y sus
pliegos de condiciones. Cuando el director de la biblioteca y las
autoridades universitarias los hayan revisado, se corregirán en
caso necesario antes de ser sometidos definitivamente a las em-
presas de construcción interesadas.
En algunas universidades, un arquitecto o un grupo de arqui-
tectos e ingenieros actuará en las tres fases del planeamiento y
participará activamente en la preparación del programa de cons-
trucción. Sin embargo, debe darse al director de una biblioteca
universitaria,asesorado tal vez por un consultor, toda posibilidad
de actuar libremente en todas y cada una de las fases.
El comité de construcción. EI planeamiento debe ser fruto de la
cooperación.Se constituirá un comité de construcción,compuesto
de algunos representantes de los profesores y los alumnos, un
representante de las autoridades universitarias, el director de la
biblioteca y el arquitecto. Donde haya un funcionario encargado
de administrar los edificios, terrenos y otros bienes de la univer-
sidad, podría también formar parte del comité. Si el director no
tiene experiencia en la construcciónde un edificio para biblioteca,
habría que nombrar a un consultor para que formara parte del
comité; además, en caso necesario podría añadirse un asesor en
arquitectura. C o m o miembro del grupo de planeamiento el
“especialista en edificios para bibliotecas puede desempeñar un
papel decisivo recordando al arquitecto las necesidades de la
biblioteca y al bibliotecario las limitaciones impuestas por la
estructura”1.
Funciones del comité de construcción. EI comité de construcción se
encargará de establecer las necesidades concretas de la biblioteca
y de reunir los datos necesarios para el planeamiento. Procederá
a todas las consultas necesarias fundándose en los programas de
enseñanza de la universidad.Se pondrá al tanto de la experiencia
acumulada por otras bibliotecas universitarias al construir nuevos
edificios y visitará, de ser posible, algunas de las bibliotecas más
modernas. Con ayuda del director de la biblioteca y del consultor
especial, si lo hay, el comité preparará un presupuesto de las
I. R.A. ULVELING, Getting the most for your money, from the point of view of the
librarian, en : American Library Association, Guidelines for libray planners, Chicago,
American Library Association, 1960, p. 32.
necesidades de las distintas dependencias que se instalarán en el
edificio de la biblioteca 1.
I. L.R.WILSON; M.F. TAUBER, The university library; the organization, administration, and
functions of academic libraries, p. 487, 2nd ed., N e w York, Columbia University Press,
1956, 641p. (Columbia University studies in library service, n.O 8.)
El anteproyecto. Muchos bibliotecarios consideran que la prepara-
ción del anteproyecto constituye la parte más importante del
planeamiento. Efectivamente, en ese momento el director de la
biblioteca debe examinar Criticamente los primeros croquis del
arquitecto para comprobar si éste ha previsto lo necesario para
cada actividad de la biblioteca y si todo el edificio tendrá flexibi-
lidad suficiente y posibilidades de ampliación,de modo que pueda
adaptarse a nuevas necesidades y administrarse económicamente.
“Atendiendo debidamente a cada detalle en esta fase del planea-
miento, se logrará un edificio casi exento de defectos”1.
El arquitecto puede empezar sometiendo un croquis de la planta
principal, en el que habrá tratado de interpretar gráficamente las
exigencias del programa de construcción. El arquitecto y el
director de la biblioteca discutirán el croquis y es probable que
el primero tenga que presentar muchos otros antes de que ambos
puedan ponerse de acuerdo. EI mismo procedimiento se repetirá
para los otros pisos. Puede ocurrir que el arquitecto y el biblio-
tecario decidan visitar otras bibliotecas, especialmente algunas
del mismo tipo y tamaño. Pero también conviene visitar biblio-
tecas de otros tipos, ya que su disposición interna y sus muebles
pueden ofrecer soluciones interesantes. Luego el arquitecto termi-
nará el anteproyecto, agregando las escaleras, las cajas de los
ascensores y montalibros, las ventanas y otros detalles. Convendrá
entonces someterlo a un arquitecto consultor,o a otro bibliotecario
si ni uno ni otro han intervenido antes,y al personal directivo de
la biblioteca. Efectivamente,el conocimiento directo que tienen
de las necesidades de la biblioteca puede ser muy útil. También
habrá que estudiar detenidamente la cuestión de los muebles y
del material. Se harán proyectos de mobiliario, se marcará la
ubicación del material, se indicará provisionalmente el lugar de
las instalaciones eléctricas y se volverán a estudiar las necesidades
de iluminación. Así se habrán satisfecho los requisitos fundamen-
tales, se habrá adaptado el proyecto al terreno y se habrán
estimado los costos. Suponiendo que los cálculos resultan satis-
factorios y que no queda pendiente ningím problema importante,
se aprobará el anteproyecto y se autorizará al arquitecto a pre-
parar los planos definitivos y los pliegos de condiciones.
--
con diseños separados de las instalaciones de calefacción,ventila-
I. H.M.ROWE,T h e librarian’s function in preliminary planning; American Library
Association, Planning a libray building, Chicago, American Library Association, 1955,
p. 12.
ción y acondicionamiento del aire; instalaciones eléctricas,
cañerías, sistemas especiales de comunicación; además, en otros
planos se detallarán la forma y ubicación de algunos accesorios
generales y especiales del edificio, como chimeneas, muebles y
estanterías empotradas en los muros. Todos estos planos irán
acompañados de pliegos de condiciones en que se describirá el
tipo y la calidad de los materiales que se utilizarán, la calidad
del trabajo deseado y los datos adicionales que necesita el cons-
tructor para tener una idea completa del edificio que va a cons-
truir y de las condiciones que debe satisfacer.
Si el director de la biblioteca ha participado activamente en la
preparación del anteproyecto, podrá perfectamente estudiar los
planos definitivos y los pliegos de condiciones. Tal vez le resulte
difícil o imposible comprender algunos de los detalles técnicos,
pero siempre podrá examinar las plantas diseñadas por el arqui-
tecto y cotejarlas con sus propios planes de funcionamiento de la
biblioteca. Si encuentra errores u omisiones importantes, los
señalará al arquitecto, porque todavía pueden hacerse modifica-
ciones, aunque signifiquen más gastos. Se fijará especialmente en
los detalles de distribución de los muebles, tratamiento de los
cielos rasos, recubrimiento de los pisos, etc.; en estos casos, las
modificaciones necesarias no entrañan mayores gastos.
El estudio crítico de los planos definitivos suele ser para el
director de la biblioteca la última oportunidad de fijar las carac-
terísticas del edificio; pocas veces se hacen cambios una vez
adjudicados los contratos e iniciada la construcción.
RELACIONES D E ESPACIO
'44
Mesas para lectores: una vez calculado el número de lectores de
cada grupo (estudiantes,graduados, profesores) para quienes
debe preverse lugar en las salas de lectura,se calcularán 2,30m2
por estudiante; 3,25 m 2 por graduado; 7 m2 por profesor.
Para el personal, contando la plantilla presente y la prevista:
g,30 m2 por persona.
S E L E C C I ~ ND E L E M P L A Z A M I E N T O
‘45
tintos, es preciso comparar los dos edificios algo diferentes que
podrían levantarse en uno y otrol.
D e todos modos, la selección del emplazamiento debe figurar
en el plan general de organización de la universidad.
Para esa selección deben tenerse en cuenta cinco factores esen-
ciales:“Si son adecuadas las dimensiones del terreno;qué relación
guarda con los edificios vecinos, con la población y el tráfico
universitarios; qué orientación puede darse al edificio que se va
a erigir; ventajas e inconvenientes de la pendiente del terreno y
problemas que pueda plantear la naturaleza del suelo debajo del
edificio”2.
E L P R O Y E C T O DEFINITIVO
EQUIPO Y MOBILIARIO
I. K.METCALP, Selection of library sites, College and research libraries, vol. 22, M a y 1961,
p. 183.
2. --, op. cit., p. 184.
3. J. E. BURCHARD, et al. Planning the university libl-nry building, p. 70, Princeton, N.J..
Princeton University Pres, 1949,145 p.
diversas fuentes se deduce que la combinación ideal para el
ambiente de una biblioteca es una temperatura de 18a 22 grados
centígrados y una humedad relativa de 50 por ciento.
La circulación del aire, el polvo, los microbios, los olores y los
gases tóxicos son además factores que deben tenerse en cuenta
según las condiciones locales.
E n la Universidad de Puerto Rico, situada en Río Piedras,
donde el clima es benigno todo el año y la humedad no es excesiva,
los arquitectos consideraron que eran necesarios muros exteriores
sólidos. Entre los lienzos de muro de hormigón armado hay
grandes rejas colocadas en profundidad. Estos enrejados con
persianas detrás, protegen del sol y permiten al propio tiempo la
circulación del aire. Sin embargo, los depósitos de libros son salas
cerradas con un sistema de acondicionamiento de airel.
E n la biblioteca del University College de Ibadán (Nigeria)
“se pensó instalar aire acondicionado,pero se desistió de ello por
su alto costo;en la estación de las lluvias,se emplea la calefacción
eléctrica para secar el aire’’2.
I. G.LYLE,The administration of the college library, p. 386-390,3rd ed., New York, H.W.
Wilson, 1961,419 p.
2. W . J. PLUMBE, El mobiliario y el equipo de las bibliotecas en los países tropicales,
Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. XV,n.o 5, septiembre-octubre1961,p. 284.
lo justifica, los estantes de metal miden por lo común unos go
centímetros de largo y tienen distintos anchos. Hay dos tipos
principales de estantes: el de montantes verticales con clavijas
para sujetar los estantes: el de montantes con ranuras en que se
deslizan los estantes. La altura corriente de las estanterías es de
unos 2 m.30. Se encuentra en el mercado una gran variedad de
accesorios : estantes corredizos de consulta, mesas de estudio
individuales, cajas para libros, atriles (portalibros) e indicadores
topográficos. Conviene comprar las estanterías a firmas que se
especializan desde hace tiempo en materia de biblioteca y que
podrán suministrar oportunamente más unidades del mismo tipo.
GESTIONECONOMICA
R E C U R S O S D E L A BIBLIOTECA
'53
lares, organismos binacionales, organismos internacionales como
el Fondo Especial de las Naciones Unidas o la Unesco, etc.
Generalmente, la biblioteca recibe las subvenciones por conducto
de la universidad o de los servicios oficiales.
Las donaciones, como las subvenciones, pueden tener proce-
dencias diversas. Sin embargo, las subvencionessuelen concederse
con un propósito y para un periodo determinados, mientras que
las donaciones pueden hacerse a veces sin condiciones.
Las donaciones, subvenciones y legados requieren una conta-
bilidad especial, a fin de poder controlar los gastos y tener la
seguridad de que los fondosse han utilizado para los fines indicados
por los donadores.
Los ingresos diversos pueden tener las siguientes procedencias:
abono del importe de libros perdidos, multas por retrasos en la
devolución de libros,servicios fotográficos,préstamos entre biblio-
tecas y utilización de la bibilioteca.Estas sumas han de depositarse
en la tesorería de la universidad. En algunos casos se ingresan
en una cuenta de la biblioteca con cargo a la cual el bibliotecario
puede sustituir los libros perdidos, comprar material y equipo
para los servicios fotográficos y efectuar pequeños pagos en
efectivo; en otros, se suman al fondo general de la institución
para consignarlos en el presupuesto ordinario. Muchas universi-
dades exigen que los profesores y los estudiantes graduados
paguen los gastos de franqueo postal normal y urgente para los
préstamos entre bibliotecas. Esos gastos pueden ser elevados en
ciertoscasos,incluso hasta el punto de que los interesados renuncien
al préstamo.Siempre que sea posible,las bibliotecas universitarias
deben costear tales gastos, no sólo para evitar a profesores y
estudiantes ese desembolso, sino para alentar así a sus usuarios
tanto a hacer investigaciones como a publicar sus trabajos. Unas
pocas universidades exigen que los estudiantes paguen derechos
semestrales o anuales por los servicios de la biblioteca, manera
nada recomendable de costearlos. En efecto, la universidad ha
de prestar gratuitamente servicios de biblioteca, lo mismo que
facilita aulas, laboratorios y otras instalaciones. Por otra parte,
esos ingresos procedentes del pago de derechos sólo permitirán
sufragar una pequeña parte de los gastos generales de la biblioteca.
Es preferible que todos sus gastos se costeen con cargo al presu-
puesto ordinario de la universidad.
EL P R E S U P U E S T O
'54
miento tanto a largo plazo como a plazo breve. N o es tan sólo
una estimación financiera de los ingresos y gastos para un periodo
determinado, sino que, según Wilson y Tauber, “representa un
programa económico lógico, completo y orientado hacia el
porvenir, para la coordinación de las actividades de las diferentes
divisiones funcionales de la universidad. C o m o plan económico
definido, como previsión de los medios para llevar ese plan a la
práctica, como orientación,como resumen del costo de funciona-
miento, como registro de antecedentes y base para formular una
política futura, el presupuesto es un instrumento indispensable en
manos del administrador de la universidad”1.
El director de la biblioteca,lo mismo que otros administradores,
debe presentar un presupuesto anual con arreglo a los procedi-
mientos reglamentarios de la universidad. Para ello puede pedir
que lo hagan a su vez sus jefes de departamento, no sólo a fin de
disponer de los datos que le son necesarios, sino también para
alentarles a trabajar con arreglo a un plan. Si está encargado de
coordinar los servicios de biblioteca de toda la universidad,
tendrá que pedir información a losjefes de las bibliotecas separadas
de la principal y que consultar con los decanos y con los comités
de biblioteca de las facultades, institutos y otras divisiones.
La preparación del presupuesto debe empezarse con la ante-
lación suficiente para poder hacer las consultas necesarias y
planearlo debidamente. A su vez, la autoridad financiera de la
universidad debe aprobar el presupuesto mucho antes de que
empiece el nuevo ajercicio económico a fin de que el director de
la bibilioteca pueda establecer su plan anual con perspectivas
de seguridad.
Justijicación de los créditospedidos. C o m o es natural, los funcionarios
encargados de facilitar los fondos que necesita la biblioteca
querrán saber a qué fin se destinan y examinarán cuidadosamente
las petiticiones de créditos teniendo en cuenta las de otras institu-
ciones y los recursos globales de que dispongan. Probablemente,
éstos no bastarán para atender todas las peticiones de créditos
y ello se reflejará en las consignaciones presupuestarias. Al esta-
blecer el presupuesto de la biblioteca habrá que precisar los fines
a que se destinan los fondos y explicar,en su caso,por qué se piden
nuevos fondos en determinadas partidas.
Según los procedimientos que se sigan localmente, el presu-
puesto puede ajustarse a una de las siguientes modalidades o a
una fórmula mixta:
I.L.R. WILSON; M.F. TAUBER, The uniuersitv library; the organization, administration,
and functions of academic libraries, p. 93, 2nd ed., N e w York, Columbia University
Press, 1956,641p. (Columbia University studies in library service, n.o 8.)
I. Presupuesto por conceptos generales, presentado por grandes
partidas de gastos, como sueldos y salarios, libros y revistas,
material y equipo, conservación de locales, con una exposición
de motivos.
2. U n “presupuesto por servicios”, en que se agrupen los princi-
pales servicios o funciones, que pueden corresponder al plan
orgánico de la biblioteca (servicios administrativos, servicios
técnicos, servicios a los lectores), distribuidos por secciones,
como adquisiciones,catalogación,servicio de fotografía,dando
paralelamente indicaciones sobre las funciones o servicios
correspondientes y cifras comparativas de los gastos ya autori-
zados y de los propuestos.
3. U n “presupuesto de rendimiento”, dividido por programas o
funciones,con las indicaciones adecuadas y datos cuantitativos
de “rendimiento” distribuidos por secciones, por ejemplo,
número de libros adquiridos, número de libros catalogados y
horas-hombre de trabajo empleadas en estas actividades o
agrupadas en otra forma para que se vea el tiempo que ha
invertido el personal y el tiempo suplementario que se necesita
para desempeñar ciertas funciones. Estas tres formas habrán
quizás de complementarse con una enumeración de ciertos
“gastos fijos”,como los de conservación de locales,seguros,etc.
I. C.MAYBURY, Performance budgeting for the library, ALA bulletin, vol. 55,January
P. 53.
1961,
sólida base en las necesidadeslocales,es decir que han de responder
a lo que desean los usuarios de la biblioteca.
A D M I N I S T R A C I O ND E L PRESUPUESTO
I 60
se gastan como es debido y que no se rebasa el presupuesto. La
contabilidad facilita también el establecimiento del presupuesto,
el planeamiento sistemático de los gastos para que los materiales
se vayan adquiriendo regularmente durante todo el año y la
preparación de los informes y estudios especiales.
161
lo cual precisará la parte de créditos gastados en adquisiciones y
permitirá que se hagan los reajustes necesarios. Ese mismo
informe recordará a los departamentos la situación de sus fondos
de libros. Si el bibliotecario ve que un departamento apenas ha
gastado en libros,puede enviarle una nota para indicárselo. Puede
fijarse un plazo después del cual los fondos que los departamentos
no hayan gastado se reintegren al fondo general de la biblioteca.
COMPRAS
SEGUROS
C E N T R A L I Z A C I ~ NY D E S C E N T R A L I Z A C I ~ N
162
diversos servicios universitarios permiten una comunicación y un
transporte rápidos y fáciles. En los países en vías de desarrollo
resulta incluso una necesidad, especialmente en lo que se refiere
a las adquisiciones de las publicaciones extranjeras.
En la biblioteca propiamente dicha, una centralización de la
contabilidad es razonable si el volumen de trabajo basta para que
una persona se dedique a él únicamente, o casi Únicamente. E n
tal caso,el servicio administrativo de la biblioteca puede contratar
a un buen contable que se ocupará del departamento de adquisi-
ciones y de todos los demás departamentos que requieran servicios
de contabilidad. Al formar parte del personal administrativo de
la biblioteca, podrá facilitar también la preparación del presu-
puesto anual y el establecimiento de los informes periódicos sobre
cuestiones económicas.
La descentralizaciónde las adquisiciones puede ser conveniente
en ciertos casos, por ejemplo cuando haya escuelas profesionales
a centenares de kilómetros de la biblioteca universitaria principal.
Sin embargo, para que tales escuelas o facultades hagan sus
propias compras puede ser necesario facilitarles costosos instru-
mentos bibliográficos y personal competente. La centralización,
cuando sea posible, permitirá evitar una duplicación de trabajo
cara e innecesaria.
Elegir entre centralización y descentralización no es tan fácil
como parece. U n servicio centralizado de adquisiciones es una
posibilidad interesante, pero no vale la pena establecerlo si no se
puede organizar, instalar, equipar y dotar de personal en la
forma debida. El resultado de la centralización tiene que ser un
servicio más rápido y más económico, que permita atender mejor
las necesidades de todas las secciones universitarias en materia de
libros.
C A P ~ T U L OX I I I
164
E V A L U A C I ~ ND E L O S S E R V I C I O SD E B I B L I O T E C A
I 66
siciones depende también de los recursos económicos de que se
disponga para ellas.
U n a evaluación sistemática y completa de las colecciones de
libros debe conducir a la identificación exacta de sectores fuertes
y débiles, y en consecuencia a una posible revisión de la política
de adquisiciones y al establecimiento de un plan a largo plazo para
la constitución de los fondos.
168
Organización administrativa. El grado de centralización o descen-
tralización de la administración y de los recursos de una biblioteca
puede ser un problema importante,especialmente en las univer-
sidades cuyas bibliotecas dispongan de recursos y servicios escasos
o desigualmente desarrollados. Algunos de los puntos que puede
ser preciso evaluar son el tipo de organización, la eficacia de la
administración y la extensión de las atribuciones y de la autoridad
del director de la biblioteca. La organización administrativa,que
se extiende a todas las actividades de Ia biblioteca, ha de tenerse
necesariamente en cuenta en el estudio de cada una de éstas.
DE LA E V A L U A C I ~ N
O R G A N I Z A C I ~ NY E J E C U C I ~ N
D E L O S S E R V I C I O SD E L A
F O M E N T O DE LA U T I L I Z A C I ~ N
BIBLIOTECA
‘7’
teca en las actividades de organizaciones profesionales de biblio-
tecarios o asociaciones científicas o culturales puede ser útil tanto
para la propia biblioteca como para el desarrollo general de la
bibliotecología y de la cultura en el país. L a asistencia a confe-
rencias regionales e internacionales puede llevar al estableci-
miento de importantes servicios cooperativos.
'74
Df~z,A.J., ed. Guide to microforms in print. Washington, Microcard
-
editions,Inc., 1961 (Anual).
ELLSWORTH, R. Planning th college and university library building: a book for
campus planners and architects. Boulder, Colorado, The Author, I 96I.
I 0 2 p.
FAYOL,Henri. General and industrial management. Tr.from the French ed.
(Dunod)by C. Storrs,with a forewordby L. Urwick. London,Pitman,
1949. I I 0 p.
FOSKETT, D.J. Information service in libraries. London, Crosby Lockwood
and Son, 1958.142p.
FUSSLER,H.H., ed. Thefunction of the library in the modern college. Chicago,
University of Chicago Press,1954.
HAVARD-WILLIAMS, P. Funcionamiento de una biblioteca universitaria
moderna. Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. XIII, 13, mayo-
junio de 1959,p. I 10-113, I 19.
HEINTZE,I. Cooperation between research libraries and public libraries
in Sweden.Libri,vol. 12, 1962,p. 272-282.
HUTCHINS,M. Introduction to reference work. Chicago, American Library
Association, 1944.214 p.
JACKSON,W . V. Library needs of Latin America. Library journal, vol. 86,
Nov. I j, 1961,p. 3896-3900.
JASPERS,K. T h e idea of the university. Ed. by K.W . Deutsch. Boston,
Beacon Press, 1959.135 p.
KATZ, W . A.;SWARTZ, R.,eds. Problems in planning library facilities.
Chicago,American Library Association, 1964.
KINGERY, R.E.; TAUBER, M.F. Book catalogs. New York, Scarecrow
Press, 1963.330 p.
KOZATO, M.Research libraries in Japan today with special reference to
their interrelationships.Libri,vol. 8, 1958,p. 310-314.
LANGWELL, W.H. The conservation of books and documents. London,Pitman,
'957. 114 P.
LARSEN,K. Los servicios bibliográficos nacionales. Boletín de la Unesco
para las bibliotecas, vol. 15, noviembre-diciembrede 1961, p. 313-322.
Libros en venta en Hispanoaméricay España. New York,Bowker, 1964.1891p.
LODEWYCKS, K.A.Essentials of library planning. Melbourne,University of
Melbourne Library, 1961.136p.
MASON,D.A primer of non-book materials in libraries. London, Association
of Assistant Librarians, 1959.I Ij p.
METCALFE, J. Subject classifying and indexing of libraries and literature. New
York,Scarecrow Press, 1959.347 p.
MOAKLEY,G.Basicfiling rulesfor medium-sized libraries. New York,William-
Frederick Press,1957.60 p.
MURRA, K.O.International scienti& organizations: a guide to their library
documentation and information services. Washington, Library of Congress,
1962.808 p.
MYRDAL, G. Théorie économique et pays sous-développés. Paris,Présence Afri-
caine, 1959. Economic theory and under-&veloped regions. London, Duck-
worth, 1963.(Publicadopor primera vez en 1957.)
ORTEGA y GASSET,José. Misión de la universidad. Madrid, Revista de
Occidente,1960.
'75
PENNA, C.V. Library developmentin Latin America and the Caribbean:
achievements and handicaps. En : CARNOVSKY, L., ed. International
aspects of librarianship. P. 69-97.
PLENDERLEITH, H.J. L a comervation des antiquités et des reuvres d'art. Paris,
Eyrolles, 1966,400 p. The conservation of antiquities and works of art: treat-
ment, repair and restoration. London,Oxford, 1956, 373 p.
RANGANATHAN, S.R.Libray book selection. Delhi,Indian Library Associa-
tion, 1952.276 p.
ROTHSTEIN, S. The development of reference services. Chicago,Association of
College and Reference Libraries, 1955. 124 p. (ACRLmonographs,
no 14.)
ROWLAND, A. R.,ed. References services. Hamden, Connecticut,The Shoe
String Press, 1964.259 p. (Contributions to library literature,no 5.)
SCHELLENBERG, T. R. Modern archives; principles and techniques. Chicago,
University of Chicago Press, 1956. 248 p.
SEWELL,R.H.Th regional library systems; their development through decades
and their possibilities for the future. London, Library Association, 1950.
36 p. (Library Association pamphlet,no 2.)
SHEEHAN,Sister Helen. Th small college library. Westminster,Maryland,
The Newman Press, 1963.216p.
SHERA,J. H. The class6ed catalog :basic principles and practices. Chicago,
American Library Association, 1956. 130 p.
SHORES,L. Basic reference sources; an introduction to materials and methods.
Chicago,American Library Association, I 954. 400 p.
SLOCUM, R.B. Sample catalog cards: illustrating solutions to problems in
descriptive cataloguing. New York, Scarecrow Press, 1962. 190p.
TATE, V.D. Microreproduction and the acquisition program. Library
trends,vol. 3, April 1955,p. 432-&7.
THOMPSON, A.,comp. Vocabularium bibliothecariì. 2." ed. París, Unesco,
1962. 627 p. (Vocabulario de términos bibliotecológicos en alemán,
español,francés,inglés y ruso.)
TILTON, E.M . Union list of publications in opaque microforms. New York,
Scarecrow Press, 1959.346 p. Supplement, 1961.235 p.
TVETERÅS,H.L. The university library and the institute libraries.Libri,
Vol. 9, 1959,p. 1-8.
UNESCO. Faits et chzyres... statistiqua internationah relatives à 1 'éducation, à
la culture et à l'information. Basic facts andjgures... International statistics
relating to education, culture and mass communication. París, Unesco, I 960.
182p.
.
- '40 vistas -foto-
Películajja sobre edijicios de bibliotecas universitarias '
grafíasy planos -con un texto explicativoen español,francése inglés,
cuyo objeto es mostrar cómo se hacen los proyectos de edificios para
bibliotecas universitaria y de establecimientosde enseñanza superior
...se distribuirá en forma limitada a las escuelas de bibliotecología y a
otros organismos interesados y pueden pedirse copias en préstamo a la
División de Bibliotecas, Documentación y Archivos de la Unesco,
place de Fontenoy, París 7e, Francia". Boletín de la Unesco para las
bibliotecas, vol. 16, mayo-juniode 1962,p. 164-165.
.
- Répertoire international de documentation pédagogique, 1955-1960.
International guide to educational documentation, 1955-1960. París,Unesco,
1963.700 p.
VAN DER WOLK,
L.J. Las bibliotecas de las universidades técnicas.
Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. 17, enero-febrero de 1963,
p. 8-11.
WASSERMAN, P. Measurement and evaluation of organizational performance.
Ithaca, N e w York, Graduate School of Business and Public Adminis-
tration, Cornel1 University, 1959.I I O p.
'77