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Metodología de la investigación

La hipótesis de investigación y la inferencia abductiva

Abducción de hipótesis
El proceso de investigación que comienza con el planteo de un problema
culmina con la formulación de una o más hipótesis que debidamente contrastadas se
incorporan a un sistema de conceptos y relaciones y enriquecen la teoría.
Una hipótesis es una proposición conjetural sobre hechos no sometidos aún a la
experiencia. Se deriva de interrogantes suscitados por el problema de investigación.
Para que una conjetura sea una hipótesis, debe poder ser corregible, rectificable,
modificable o refutable. Todo conjunto de datos contrastados será un hecho verificado si
y sólo si es posible encuadrarlo en una hipótesis de lectura que de sentido a esos datos.
Existen diversas hipótesis posibles sobre los mismos datos. Las hipótesis se formulan en
un momento dado de la historia del conocimiento y a partir de un conocimiento previo.
No se formula intuitivamente sino por un proceso abductivo, crítico y empírico. Todo el
conocimiento humano es conjetural y parcial.
Las hipótesis más importantes para la ciencia son las más conjeturales ya que
ensanchan nuestra experiencia refiriéndose a fenómenos inferibles, pero no observables
directamente. Dos ejemplos paradigmáticos son: el átomo y el inconsciente. Esto
demuestra que la capacidad de verificación de una proposición conjetural abductiva
depende de su capacidad para generar lecturas de la realidad que hagan posible formular
programas de acción verificables en la práctica inmediata. El hipotético átomo produjo
el desarrollo vertiginoso de la industria nuclear y el hipotético inconsciente posibilitó la
aplicación de un método terapéutico y de investigación de resultados verificables en la
práctica psicoanalítica.
La capacidad abductiva de la mente humana es una demostración del carácter
social del conocimiento. Las abducciones se encuentran socialmente condicionadas,
siendo la misma praxis la que contiene sus condiciones de posibilidad. Las abducciones
son posibles porque estamos alienados dentro de un paradigma que implica un corpus
conceptual y metodológico. Un investigador parte siempre de presupuestos,
conocimientos previos, que intervendrán a la hora de la formulación de una hipótesis.
Desde el método hipotético deductivo, una hipótesis se confirma cuando al
derivarse de ella consecuencias prácticas y/o metodológicas, se producen efectivamente.
Un conjunto de hipótesis, aceptadas en cierto contexto, y sólo en él, como un hecho
verificable pero siempre rectificable, funciona como modelo axiomático de la realidad.
Este modelo es lo que se denomina teoría.

Formulación de la hipótesis básica y sus derivadas


Los puntos de partida de toda investigación científica, así como de nuestras
acciones cotidianas, son presupuestos axiomáticos. Los axiomas son proposiciones
hipotéticas que poseen un alto grado de certeza para quienes los aceptan, y de las cuales
se deducen posibles o eventuales proposiciones derivadas.

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Metodología de la investigación

Se llama hipotético-deductivo al procedimiento que permite desarrollar una


teoría a partir de hipótesis básicas. La formulación de una hipótesis nace de un
problema, el problema tiene sentido solo en un determinado contexto. La hipótesis
básica es la posible solución del problema y, por lo tanto, el nudo de la cuestión. Frente
a cualquier fenómeno observable en el que se descubre un problema se deberá enunciar
una hipótesis básica, de la cual se derivarán por deducción una cierta cantidad de
hipótesis contrastables.

Funciones de las hipótesis


Las hipótesis científicas pueden cumplir las siguientes funciones entre otras:
constituir guías de investigación, que nos permitan no desviarnos de los objetivos
planteados, interpretar de un modo novedoso, original o desalienado, los datos de la
realidad, inscribiéndolos en una teoría alternativa de lectura de lo real, permiten
identificar una serie de datos de la experiencia que la confirman y en este sentido, actúa
de manera predictiva de una experiencia que la confirma.

La formulación de hipótesis desde una perspectiva kantiana


Otra manera de definir qué son las hipótesis de investigación podría ser la
siguiente: modos de expresar regularidades de experiencia, de vincular experiencias
tentativamente, identificando vínculos regulares y necesarios, no evidentes ni triviales.
Puede observarse aquí la presencia de un componente creativo.
Según Kant, las reglas de determinación son las condiciones de posibilidad que
tenemos para determinar nuestras experiencias. Podemos tener conocimientos de tres
tipos muy generales: de cosas, de procesos y de signos o acciones comunicacionales.
Por lo tanto, las reglas de determinación se pueden clasificar en tres:
- reglas de atribución: relacionan sustancias con accidentes o, lo que
es lo mismo, cosas con propiedades,
- reglas de causación: relacionan causas con efectos o antecedentes
con consecuentes y
- reglas de significación: relacionan significados con significantes o
representados con representantes.
Quine, uno de los más grandes lógicos del siglo XX, definió al conocimiento
como un sistema conveniente de relaciones. En este sentido, la función de síntesis a la
que hace referencia Kant, es la capacidad intelectiva o cognitiva de relacionar los
hechos o fenómenos. Son tres los tipos de juicios de relación que pueden identificarse:
- los juicios sustanciales, de cómo son los fenómenos,
- los juicios procesuales, de cómo se relacionan o afectan y
- los juicios significantes, de cómo se expresan.
A partir de todo lo anterior, se puede afirmar que las hipótesis son conjeturas en
torno a cómo creemos que son, se relacionan o afectan, o se expresan ciertos
fenómenos, por lo que, de manera general, pueden clasificarse en hipótesis de
atribución, hipótesis de causación e hipótesis hermenéuticas. Las mismas se
corresponden con los tipos de investigación o estudios descriptivos, explicativos o
interpretativos, respectivamente.

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Sistema de inferencias lógicas


La abducción pone a funcionar conocimientos generales ya disponibles y se
mueve en un círculo de presuposiciones con la deducción y con la inducción. El que
deduce, antes debió haber inducido una regla y abducido un caso. El que induce antes
debió haber abducido un caso y deducido un rasgo. La abducción deriva el caso, pero
presupone las otras dos formas de inferencia. Puede verse así que las tres formas de
inferencia se presuponen mutuamente y pareciera no haber un punto de partida del
proceso cognoscitivo. Como dice Samaja, en el pasado de toda creencia hay otras
creencias que son tomadas para predecir, generalizar o retrodecir. Pero no hay creencias
radicalmente nuevas, no hay creación.
Ahora bien, la abducción necesita de la regla, ya que es una de sus premisas. La
inducción ya presupone la regla o hipótesis, no la descubre, por lo que nunca puede
crear hipótesis. Mientras estemos equipados de creencias útiles y convenientes, no hay
razón para buscar nuevas creencias o normas para interpretar los hechos. Pero ante
situaciones anómalas o imprevistas para las cuales no se dispone de reglas, es necesario
que una inferencia previa proporcione una hipótesis plausible. En ese sentido, sólo la
analogía proporciona la apertura creativa para ingresar a ese círculo en el que se
mueven las otras tres inferencias.
La abducción ha sido posible gracias a que la analogía ha reducido
drásticamente el campo de búsqueda. Ante un rasgo sorprendente o enigmático para el
que no disponemos de ninguna regla hipotética para discernirlo, el momento en que
acude a nuestra mente un caso análogo permite comenzar a resolver. Debe recordarse
que la analogía es una inferencia que va de un todo orgánico conocido a otro todo
orgánico desconocido, por mediación de cierta proporcionalidad o semejanza de su
regla de determinación. Ahora bien, la analogía determina las condiciones de
posibilidad de una hipótesis, no la hipótesis misma, es decir, restringe el campo de la
búsqueda, brindando sólo un punto de partida para buscar una regla propia a partir de
una regla análoga, a modo de guía heurística.
Como puede observarse, la lógica de las operaciones mentales no puede
limitarse a la lógica deductiva. Deducimos, inducimos, abducimos y analogamos. Y lo
hacemos en una secuencia compleja, en donde no resulta fácil identificar algún
comienzo. Sin embargo, la analogía o, también llamada por varios autores, abducción
creativa, puede estar en el origen del proceso de investigación, haciendo posible el
descubrimiento o ideación de nuevas reglas o hipótesis. Esta labor creativa comporta
raíces con el pasado, está vinculada a la vida misma o praxis social entendida como
magma de sentidos que habita la cantera de analogías.

Bibliografía de referencia:

Mancuso, H. R. (1999). “Abducción y deducción de hipótesis” Cap. 3 en Metodología


de la investigación en Ciencias Sociales. Buenos Aires, Paidós.

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Metodología de la investigación

Samaja, J. (2003). “El papel de las hipótesis y de las formas de inferencia en el trabajo
científico” en Semiótica de la ciencia. Buenos Aires. Libro inédito.
Ynoub, R. (2014). Cuestión de Método. Aportes para una metodología crítica. México,
Ed. Cengage Learning.

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