Anda di halaman 1dari 6

1.

- ¿Cómo se aplica el principio de inmediación en la prueba


documental?
El principio de inmediación es la obligación de los miembros del Poder Judicial
de estar presentes en todas las diligencias judiciales que requieran su presencia,
está encaminado a lograr una relación directa entre el juez y los medios de
pruebas incorporados al proceso
Pues bien, se entiende que no podemos confundir conceptos. Por un lado, se ha
entendido que la observancia del principio de inmediación producía retraso en
la llevanza de los asuntos del juzgado y, al mismo tiempo, estos mismos
detractores de este principio opinaban que los cumplidores de la inmediación
no podrían cumplir con sus obligaciones en el juzgado.
Valentín Cortés señala “La inmediación es un valor en sí mismo y que cualquier
valoración que se quiera hacer de este principio tiene que dejar fuera las
apreciaciones más o menos sociológicas sobre si es más o menos eficaz, o sobre
si es más o menos imprescindible que el órgano judicial reciba directamente los
actos procesales.”
Su objeto principal es permitir al juzgador apreciar personalmente todo aquello
que es ventilado en el proceso, procurando al alcanza una mejor percepción de
lo narrado y lo ocurrido realmente. Es así, que en el caso de la declaración de
testigos, por ejemplo, ese contacto directo que se podrá dar entre el juez y el
testigo, permitirla establecer un grado de afinidad tal, que posibilitaría dilucidar
las dudas del magistrado, imposibles de vislumbrar por actuaciones o
intermediarios, los cuales cuentan con apreciaciones naturalmente diferentes.
En ese contacto prueba juez, que se va dando a lo largo del procedimiento
probatorio, el juzgador es capaz de aclarar las dudas que acarrea, sin necesidad
de valerse de otros mecanismos, que podrán llegar a ser más onerosos y de
prolongada duración. Si bien en la práctica, esa juez se enfrenta con ciertos
problemas, bien conocidos por todos, obligando al juez a delegar sus funciones,
el mismo debe tomar las precauciones del caso y valerse de todos los elementos
a su alcance para lograr una actividad eficaz, salvaguardando los derechos
objeto del proceso puestos a su conocimiento.
2.- ¿Qué significa que el principio de contradicción sea una
derivación del derecho de defensa?
Implica que las partes en el proceso penal puedan acceder con efectividad al
proceso penal para hacer valer sus pretensiones dentro del proceso, que se
supone es regido plenamente por las garantías del debido proceso. Para poder
explicar el Principio de Contradicción, debemos precisar lo que significa el
Derecho a la Defensa, el cual se da de manera conjunta en todos los sistemas
legales de la mayoría de los países en los cuales se ejerce a plenitud el estado de
derecho, puesto que el principio de contradicción es sólo una de las expresiones
y piezas fundamentales del Derecho a la Defensa, el cual dentro del proceso se
manifiesta abiertamente en la etapa del juicio oral.
El Derecho a la Defensa es un derecho humano que ha sido recogido en
diversos instrumentos internacionales sobre la materia, tales como la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre, el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Todos estos
instrumentos a través de un conjunto de medidas reconocen el
denominado debido proceso, en tanto abarca las condiciones que deben
cumplirse para asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos y
obligaciones están bajo consideración judicial.

El Derecho a la Defensa consiste en la facultad de toda persona de contar con el


tiempo y los medios necesarios para ejercer su defensa en todo proceso donde se
vea involucrado, lo cual implica contar con un abogado defensor, acceder a
documentos y pruebas, ser informado con anticipación de las actuaciones
iniciadas en su contra, etc.

Vulneración del derecho a la defensa, cuando:

Se niega la asistencia inmediata de un abogado libremente elegido o de un


defensor público de oficio;
Se impide al abogado comunicarse con su defendido;
Se reciben las notificaciones con retraso;
Se niega el acceso al expediente o a las diligencias vinculadas al proceso;
Se obstaculizan los esfuerzos de la defensa para identificar, u ubicar y obtener la
comparecencia de testigos.
Como se señala el derecho a la defensa engloba una serie de principios que a su
vez, forman parte de aquella gran estructura constitucional que garantiza el
estado de derecho, que es como señalamos anteriormente EL DEBIDO
PROCESO.

3.- ¿Qué ventajas ofrece al juzgador la aplicación en juicio del


principio de oralidad?
Nuestra realidad judicial nos indicaba que, pese a las reformas introducidas en
el antiguo Código de Procedimientos Civiles, no existió una actitud de los
operadores del derecho y, fundamentalmente, del Juez de propiciar la oralidad a
través de las audiencias. Nuestro denominado juicio ordinario, no sólo contenía
una predominancia de la escritura, sino que los pocos actos orales, como eran
algunas pruebas que debían actuarse en el juzgado mismo, no las realizaba el
Juez, sino el secretario de la causa, con lo que el principio de inmediación que es
consecuencial del principio de oralidad, no se cumplía. Lo mismo ocurría con
los procesos denominados de menor cuantía, donde el comparendo sólo se
convertía en el acto procesal a través del cual el demandado contestaba la
demanda, y cuando excepcionalmente se decidían las partes a actuar algunas
pruebas, en ellas tampoco participaba el Juez.
ROSENBERG LEO, señala que " La Oralidad tiene la ventaja de la mayor
claridad y energía, agilidad y naturalidad de la exposición; la posibilidad, más
fácil, de adaptación al caso particular; la eliminación de las malas
interpretaciones; el complemento y aclaración de la materia procesal; el
alejamiento de las falsedades y triquiñuelas; la posibilidad de la publicidad, que
tiene tanto valor para alejar la desconfianza contra los tribunales"
El principio de la oralidad sirve de sustento a la nueva tendencia de considerar
el proceso como un asunto público, donde la figura del Juez cobra especial
preponderancia, asumiendo poderes de dirección. Ya no es más un convidado
de piedra en la dirección del proceso, sino que asumiendo la representación del
Estado, lo dirige y lo controla al cumplimiento de su finalidad.
a) Mayor celeridad. El argumento es que es posible eliminar una serie de
actos procedimentales en el proceso escrito. Existe todo un mecanismo
de vinculación entre el que peticiona, el Juez que resuelve y la
notificación a la otra parte, lo que implica demora. Con la oralidad, todo
se hace en el instante. Se peticiona, se absuelve por la otra parte, se
resuelve por parte del Juez y finalmente se puede impugnar; todo en un
solo acto.
b) La justicia escrita es una justicia "muerta". La ventaja del sistema oral, se
dice, es que le permite al Juez estar en contacto con las partes,
escucharlos, observarlos, persuadirlos para que acepten algo
conveniente, disuadirlos cuando pretende recurrir a la mala fe o a la
falsedad. El Juez tiene al frente un problema de la vida, un problema
entre seres humanos y con sus conocimientos jurídicos, pero
fundamentalmente con su experiencia, puede formarse convicciones
como consecuencia de la apreciación de los hechos y de las personas que
participan en el proceso.
c) Mayor publicidad del proceso. Llevándose a cabo los actos procesales
más importantes en las audiencias, implica mayor publicidad, ya que las
mismas son actos procesales públicos, y sólo excepcionalmente se llevan
a cabo en privado. Esto permite un mejor control sobre el propio órgano
jurisdiccional. Este es un principio que se ha cumplido efectivamente,
porque a las audiencias existía y existe la posibilidad de concurrir sin
tener un interés directo en el resultado del proceso. Simplemente, como
ciudadano interesado en conocer la forma como se hace justicia en el
Perú. d) Favorece el ejercicio del poder de dirección del proceso de que
disfruta el Juez civil contemporáneo. Bajo el sistema oral se concede,
como hemos afirmado anteriormente, amplios poderes al Juez para que
se convierta en el director del proceso, teniendo en mente las finalidades
inmediatas y mediatas que debe cumplir esta institución.
d) La resistencia hacia el proceso oral obedece a una suerte de inercia. Los
más reticentes al cambio, se ha dicho, son los abogados. Entender el
nuevo Código para poder operar con él, implica un cambio de mentalidad
y reaprender las instituciones procesales que cobija. Ello significa romper
la inercia natural de los seres humanos, en especial de los abogados. Este
argumento muy utilizado cuando se implementó el Código Procesal Civil,
hay que tomarlo con pinzas. Es una afirmación generalizada y considero
es un prejuicio. Es indudable que todo cambio genera algún tipo de
reacción, pero ello no nos puede llevar a pensar en términos negativos ni
peyorativos.
e) Evita, en mayor medida que el proceso escrito, la inconducta procesal.
Esto se hace palpable, de la simple comparación entre los dos sistemas
que hemos tenido. En el proceso escrito las partes inescrupulosas podían
entorpecer la secuela del proceso, fomentar las nulidades, los incidentes;
desviar el curso del proceso hacia aspectos formales sin ninguna
trascendencia, tratando de que se descuide el fondo de la controversia.
Con una correcta dirección del Juzgador, éste puede cortar de plano las
articulaciones maliciosas, centrando el debate, evitando pérdida de
tiempo y esfuerzos, y 12 de ser necesario aplicando sanciones para el
litigante o abogado que no actúa de buena.
f) Favorece el principio de concentración. A diferencia del proceso escrito,
el principio de concentración cobra especial vigencia en el sistema oral.
En las audiencias se realizan los mayores actos procesales posibles,
concentrándolos en un sólo acto, evitando la dispersión. Los medios
probatorios se actúan en un solo acto, con la dirección obligatoria del
Juez, bajo sanción de nulidad, con lo que el Juez toma conciencia cabal y
convicción de lo que se discute en el proceso. Este es un aspecto medular
del sistema oral. En realidad, el problema no es el tema de la
concentración de los actos procesales, sino la carga procesal que impide
que se lleven a cabo otros actos tanto o más importantes, en los plazos
adecuados, con las sentencias.

4.- ¿Cuál es la base normativa del principio de publicidad en nuestro


país?
La publicidad de las normas legales constituye un mecanismo de manifestación
externa de las decisiones del Estado, desde las más complejas hasta las más
simples, lo cual se justifica cuando sus mandatos vinculan a la ciudadanía y a la
par, a la Administración Pública para que garantice los derechos e intereses de
los administrados en general, fomentando la protección y realización del interés
general. En efecto, dichos mandatos generarán obligaciones, deberes especiales,
restricciones, así como también regularán determinados derechos a ser
ejercidos por los administrados ante las diversas entidades públicas que
conforman la Administración Pública, la que en paralelo conocerá cuáles son
sus atribuciones, deberes y responsabilidades. Por todo ello y más, la publicidad
de normas legales de alcance general se hace obligatorio y necesario en un
Estado Democrático de Derecho, para que todos sus integrantes, sean estos
funcionarios o servidores públicos, ciudadanos, inversionistas nacionales o
extranjeros y la comunidad en general, conozca y se someta válidamente a su
cumplimiento y vigencia.
El ordenamiento jurídico nacional se constituye por las normas legales que
rigen los destinos de una sociedad. En este contexto, el Estado se erige como el
único productor de normas legales, por lo que le corresponde a éste disponer su
publicidad oficial a través de diversos medios que sean de acceso a toda la
comunidad. La publicidad de las normas legales ha sido expresamente
establecida en dos artículos de la Constitución Política de 1993 como un
principio general:
Artículo 51: (…). La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del
Estado

Artículo 109: La ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en


el diario oficial, salvo disposición contraria de la misma ley que posterga su
vigencia en todo o en parte

Estos dos preceptos constitucionales constituyen un binomio indisoluble,


comprendidos en el alcance del concepto norma del Estado y de publicidad de la
ley.
Cuando la actual Constitución señala que la publicidad normativa es esencial,
debemos entender que lo esencial en Derecho es obligatorio. La publicidad de
las normas legales que realiza el Estado directamente y/o la que pueden realizar
terceros en su representación (concesión de la publicidad de las normas legales,
aún no aplicable en nuestro país) tiene (o tendrá) el carácter oficial. No hay
razonamiento jurídico en contrario que sea admisible para justificar la no
publicación de determinadas normas legales, salvo que la ley expresamente
establezca las causales de excepción de publicidad, tema por lo demás muy
delicado, pues desde años atrás la sociedad mediante algunas entidades
públicas5 y otras no públicas tienen como objetivo desterrar la cultura del
secreto, lo que comprende, además de promover y fortalecer el acceso a la
información pública, no justificar relaciones jurídicas que tengan como base a
normas legales no publicadas oficialmente.
5.- ¿En qué consiste el principio de legalidad de la actividad
probatoria?
Consiste en un derecho fundamental de cada persona, el cual se encuentra
expresamente establecido por nuestra Constitución Política del Estado en su
Artículo 2 numeral 24 literal D, que dice: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado
en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni
sancionado con pena no prevista en la ley.”
El Artículo I numeral 2 del Título Preliminar del CPP, que establece: “Toda
persona tiene derecho a un juicio previo, oral, público y contradictorio,
desarrollado conforme a las normas de este código.” Ello nos recuerda que el
proceso penal se encuentra plenamente determinado, en forma previa, estricta y
cierta por la ley.
El Principio De Legalidad está presente en las diversas etapas del proceso
consideradas por el CPP. Así y para citar solo unos ejemplos: el Artículo 61 del
CPP si bien establece la independencia de criterio del Fiscal, señala que este
criterio objetivo se rige por la Constitución y la Ley. El Artículo 155 referido a la
PRUEBA, igualmente consagra que la actividad probatoria se rige por la
Constitución y la ley, que determinan la admisión, exclusión o reexamen de las
pruebas; lo cual se encuentra concordado con el Artículo 157 del mismo. El
Artículo 253 del CPP consagra la excepcionalidad de las medidas de coerción
procesal al mandar que: los derechos fundamentales en el marco del proceso
penal sólo podrán ser restringidos, si la ley lo permite y con las garantías
previstas en ella. El artículo 344 numeral 2 literal B establece que el
sobreseimiento de la causa por el fiscal procede cuando el hecho imputado no es
típico, (esto es: no se adecúa al supuesto previsto por la ley o no existe como
delito), facultad y obligación del fiscal que nacen del Principio de Legalidad.
Este principio tiene como objetivo garantizar la seguridad jurídica por medio de
la sujeción de determinados actos al sistema normativo vigente. Entendido
como una limitante al poder público, que caracteriza su ejercicio, y una garantía
de convivencia, y seguridad para los asociados. Las fuentes de este principio son
el Estado de Derecho, que es regido por las normas y no por los hombres, con lo
cual se buscaba dar seguridad jurídica a las decisiones que se dictaban con
respecto a los asociados, y las relaciones entre los mismos y el soberano.
Teniendo como base un procedimiento reglado, al que se debían someter
quienes determinara las sanciones y las cargas, para no caer en la arbitrariedad
personal de forma tal que afectara sin justificación a los súbditos.

Anda mungkin juga menyukai