Tuvo su
origen en una revolución popular de gran envergadura, y se desarrolló durante una
guerra civil. El Plan de Ayala, propuesto por Emiliano Zapata y adoptado en 1911,
exigía la devolución a los pueblos de las tierras que habían sido concentradas en
las haciendas. En 1912 algunos jefes militares revolucionarios hicieron los primeros
repartos de tierras. En 1915 las tres fuerzas revolucionarias más importantes, el
constitucionalismo, el villismo y el zapatismo, promulgaron las leyes agrarias. La
atención al pedido generalizado de tierras se convirtió en condición de la
pacificación y del restablecimiento de un gobierno nacional hegemónico: la
constitución de 1917 incluyó el reparto de tierras en su artículo 27. Desde entonces,
y con sucesivas adecuaciones hasta 1992, el reparto de tierras fue mandato
constitucional y política del Estado mexicano.
A pesar de que las personas que se acreditaban como dueños de las tierras
intentaron de manera legal la restitución de los predios, éstos fueron negados
debido a que no presentaron ninguna prueba de la propiedad de los terrenos
reclamados ni de su despojo. Debido a esto y de conformidad con el artículo 27 de
la constitución federal vigente en el momento, al pueblo que le hubiera solicitado
debía otorgársele tierras suficientes para que satisficieran sus necesidades
agrícolas.
A las 8 horas del día primero de septiembre de 1927 , se reunieron en la plaza única
del pueblo, el representante de la Comisión Nacional Agraria Ing. Francisco
González Esqueda, el comité particular administrativo CC Hilario Delgado, Agustín
Chávez, tesorero Abundio Martínez, el primero presidente y el segundo secretario;
el jefe de tenencia de la localidad, el c. Zeferino Mesa, el Secretario C. Emiliano
Ángel, el C. Darío Huerta, representante de la hacienda de San Lorenzo y la mayoría
de los vecinos con derecho a dotación con el objeto de proceder a dar cumplimiento
a la Resolución Presidencial con fecha del 17 de marzo de 1927. Este día se realizó
el recorrido por los linderos a las afectaciones que formaban parte de la dotación dl
pueblo de San Nicolás Obispo.
Empero, el 8 de mayo de 1934, los vecinos del pueblo de San Nicolás Obispo
solicitaron una ampliación de tierras, por carecer de las necesarias para cubrir sus
necesidades agrícolas, pues la primera dotación dada era de tierras de mala
calidad, para lo cual se pedía el dote de parte de las tierras de los señores Narcisa
viuda de Espinosa, Celestino Espinosa y Eulogio Arreigue. La resolución a tal
petición se da el 4 de agosto de 1936 tomándose de las propiedades de la señora
Narcisa viuda de Espinosa 39Hs 60 As de monte alto; de los predios del señor
Celestino Espinosa 61 Hs de temporal y 76Hs 80as de monte alto y de los predios
del señor Eulogio Arreigue, 35Hs 60 as de temporal y 65 Hs de agostadero, para
una superficie total de 278 Hs.
Sin embargo, al considerarse que los predios de los señores Eulogio Arreigue y
Narcisa viuda de Espinosa tenían en su totalidad una superficie menor en cantidad
y calidad a la pequeña propiedad, solo se pudo dar resolución a 98 hs 40 as de los
predios del señor Celestino Espinosa, tomando la comunidad, posesión de las
mismas el día 6 de septiembre de 1938.
Esta obra fue realizada sin la ayuda del ayuntamiento municipal, sino gracias
a la colaboración de algunas personas de la comunidad que radican en los
Estados Unidos de América, en acuerdo con los ejidatarios algunas personas
más de la comunidad que en ocasiones y de manera voluntaria iban realizar
faenas, así como el apoyo de la cervecería Corona.
Es así como, desde su construcción, el lugar ha sido utilizado para realizar loa
distintos festejos de la comunidad.