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Nombre: Julián Arias – Alexandra Castaño - Cristian Forero – Daniela Vélez

Fecha: 23 de Septiembre de 2015

Comprar, tirar, comprar.

La historia secreta de la obsolescencia programada

El documental “Comprar, tirar, comprar” dirigido por Cosina Dannoritzer y coproducido por
Televisión española, consiste en la recopilación de tres años acerca de cócono las empresas
practican la reducción deliberada del ciclo de vida de los productos para incrementar su consumo,
lo que a su vez se entiende como obsolescencia programada.

La obsolescencia programada se define como una estrategia comercial que consiste en la


planificación de la vida útil de un producto o servicio, de tal forma que tras un periodo de tiempo
(calculado por la empresa o el fabricante) se quede obsoleto o inservible (ActiBva Magazine ,
2014). A continuación se muestra como la obsolescencia programada tiene consecuenc ias
medioambientales y socioeconómicas.

El primer producto víctima de obsolescencia programada fue la bombilla de incandescencia, el


invento de Thomas Alava Edison en 1979 el cual fue una invento revolucionario que modifico la
vida diaria de las personas y que es necesaria hasta el día de hoy en cualquier lugar, además de
ser símbolo de ideas e innovación hasta el día de hoy. Su comercialización era bajo la premisa de
que su duración llegaba a las 1500 horas de uso, pensando de manera coherente se esperaría que
con las continuas innovaciones de este producto después de tanto tiempo de su invención su vida
útil fuera mucho más, pero no. Se dice que todo empezó en una navidad de 1924 en nueva Ginebra,
representantes de algunas compañías de la industria de las bombillas más importantes de América
y Europa habían descubierto lo que iba a causar el fin de sus negocios: las bombillas podrían
venderse muy bien y alcanzar un ciclo de vida de casi 150 años era estupendo, pero si el cliente no
tenía necesidad de comprar una bombilla es más de un siglo que iban hacer? A raíz de estos
interrogantes crearon Phoebus, un cartel que tenía como objeto controlar la producción de
bombillas con el intercambio de patentes, con el fin de garantizar la viabilidad de sus negocios.
Gracias a este cartel y sus decisiones en documentos oficiales quedaría estipulado que la vida
media de la bombilla general no debía ser ofrecida ni tener una garantía mayor a 100 horas
(Dannoritzer, 2014). De manera similar a las bombillas, con el invento del naylon y su uso en las
medias veladas para las mujeres, la empresa al ver la durabilidad de su producto y la manera en
como crecían sus ventas, obligaron a los ingenieros a retroceder y empezar a buscar la manera de
que esas medias veladas duraran menos y se deñaran con más facilidad, aunque el cambio no fue
repentino los consumidores veían como a medida que pasaba el tiempo estas medias eran cada vez
peor.

El fenómeno se hacía presente en todas las industrias, la industria de fabricación de carros liderad a
por la compañía de Henry Ford, precursor de la producción en cadena y quien creó el
revolucionario modelo T, un carro fiable y demasiado duradero para la sociedad de consumo que
estaban engendrando las grandes empresas. (Cortés, 2013). Este modelo fue catalogado como un
éxito y alcanzó volúmenes de ventas extraordinarios, hasta que la General Motors empezará a
comercializar modelos con diseños más prominentes pero a la vez menos fiables y duraderos que
los de Ford.

Los nuevos automóviles se adaptaron a la nueva sociedad de consumo y pronto empezó a verse al
Ford T como un modelo obsoleto, que solo tenía una carrocería negra, dura, a veces incomoda y
anticuada, mientras que la competencia sacaba diseños más frágiles, diversificación en los colores
y más afines a la idea consumista de los Estados Unidos y parte de Europa. Finalmente, la
compañía Ford se vio obligado a adoptar la misma estrategia de producción que sus competidores
para adaptarse a los requerimientos del mercado. Había caído en la obsolescencia programada.
(Cortés, 2013). Las compañías actualmente atraen a los usuarios a través de diseños elegantes y
prominentes pero la calidad de sus productos cada vez han bajado ya que los materiales con los
que diseñan los chasis y motores son derivados de metales desechos y poco amigables con el medio
ambiente, lo cual acorta la vida útil del producto, y así el usuario debe comprar de manera continua

En 1923 con la llegada de la recesión en EEUU, el presidente Rooselvert con apoyo de otros
economistas lazó la ley política New Deal. Esta ley proponía un nuevo estado con funcio nes
extraordinarias, un estado que tendría que realizar inversiones en obras públicas, debía
proporcionar ayudas a las empresas a pesar de que se sufría un aumento inmediato del déficit
púbico. Pero siguiendo con sus razonamientos, se conseguiría de este modo una creación de
puestos de trabajo, reducción del paro, aumento de la renta familiar y, finalmente, un crecimie nto
del consumo que provocaría un aumento de la producción de bienes y servicios, aumento de los
ingresos del estado y reducción de déficit (Serrano Segarra , 2010).

Bernand London, inversionista inmobiliario quería revolucionar en el cómo crear ese crecimie nto
en el consumo para el aumento de la producción y el empleo que se proponía en la New Deal, con
la diferencia de que su idea introducía por primera vez de manera escrita la obsolescencia
programada. Los productos debían tener una fecha de caducidad, después de la fecha el producto
quedaría obsoleto, si alguien se quedaba con un producto después de su fecha de su vida útil y no
lo entregara al estado para su destrucción, tendría que pagar una multa. Afortunadamente la idea
de London paso inadvertida y la obsolescencia programada no pudo ponerse en práctica.

Hoy se ve cada vez más la obsolescencia programada, aunque su fundamento puede ser lógico en
el sentido de la continuidad de un negocio, es una situación de consumo en la que se está obligado
formar parte. Bajo el fundamento de que el consumo genera a su vez empleo, existen autores que
proponen todo lo contrario como es el caso de Jean – Pierre Haber, ponente de un dictamen en
Europa que propone la prohibición de la obsolescencia programada, quien afirma “si tiramos
menos cosas a la basura, tendríamos que reparar más y se crearían miles de empleos”

Francia es uno de los líderes en la lucha contra la obsolescencia programada. Dentro de la ley, ya
aprobada, de Transición Energética, se exigen multas de hasta 300.000 euros y penas de cárcel de
hasta dos años para los fabricantes que programen la muerte de sus productos. Aunque su
aplicación no es fácil por cómo es posible comprobar esto, un reciente estudio encargado en
Francia por el Centro Europeo del Consumidor recopila varias muestras. Por ejemplo, los antiguos
televisores de tubos podían durar hasta 15 años, mientras que los actuales no pasan de 10. “Y ocho
de cada 10 lavadoras tienen cubetas de plástico, en vez de acero inoxidable, que pueden romperse
con el golpe de una moneda”, prosigue el estudio. Los fabricantes insisten en que el acortamie nto
no es deliberado, sino que se debe a la exigencia de que los productos sean más eficientes y más
baratos (El PAÍS, 2014).

Apple es un ejemplo de empresa que lleva a los consumidores a un consumo innecesario y casi
que impuesto de sus productos. En su página Web proclama lo siguiente: “Nuestra pasión por la
innovación se refleja en nuestros productos y en cómo los hacemos. En nuestra misión por dejar
mejor de cómo lo encontramos, nos asociamos con The Conservation Fund para crear y proteger
los bosques que utilizamos en nuestros empaques” (Apple, 2015), entre otras estrategias, como la
reducción de la huella de carbono. A manera de ejemplo puede que tal vez puedan ayudar en algo
con sus empaques al daño del medio ambiente, pero eso no lo exonera de ser una de las empresas
que más desechos genera y que hasta el momento no tiene soluciones respecto al tema. Apple ha
estado bajo el ojo crítico de muchos de sus consumidores por ser evidente lo que hace con sus
productos, toda persona que compra un producto Apple sabe que en máximo un año va a ser
necesario cambiarlo por la versión más nueva, algunos corren con la suerte de tener sus productos
en buen estado pero aun así por alguna actualización n de su software o por el uso de accesorios,
el producto va a ser totalmente inservible, sea un Iphone, Ipad o un Ipod todos están diseñados
para tener un ciclo de vida corto. Por lo que la compañía se ha tenido que enfrentar a demandas.

Las empresas de automóviles son otro ejemplo, año tras año ponen en el mercado nuevos modelos
de sus autos, siendo esta una estrategia implícita para que el usuario renueve su vehículo y deje el
que tiene. Estas empresas usan dos estrategias para persuadir a los clientes de que deben comprar
cada vez más; una es mediante un mix marketing, con un producto de elegante y juvenil diseño,
con un precio accesible que puedan costear con dinero efectivo rápido o mediante un crédito, con
unos canales de distribución plenos que le permita al usuario tener al alcance el producto, y con
una promoción que los persuada ya sea con intereses de financiación baja o con cuotas de pago
moderadas. El otro factor que genera este fenómeno del “compre y tira”, es la calidad o repuestos
costosos del auto, ya que cuando un artículo del mismo se avería, el costo incurrido para repararlo
es muy alto lo cual deja a merced del cliente la compra de otro vehículo.

La obsolescencia programada ha sido defendido por muchos personas, empezando por políticos
que la veían como la solución para salir de la gran depresión que vivía Estados Unidos, otros hacían
uso de ella para controlar el negocio de las bombillas y beneficiarse cada vez más; pero en la
década de los 60´s, el termino fue catalogado como “denigrante y arbitrario para la sociedad” que
estaba transformando la vida del consumidor, y es por ello que Vance Packard en su obra “The
Waste Makers”, hace una clasificación de la misma y expone el impacto que tiene la obsolescencia
programada sobre el medio ambiente.

A continuacion se presentan los productos tecnologicos mas comunes que son afectados por la
obsolescencia programada
Figura 1. Tabla de artículos tecnológicos y su fecha estimada de vida útil. Fuente. La idea que quemo la lamparita
(Roland, 2011)

Algunos autores han definido el término de obsolescencia programada como, “una política de
producción que se adopta para un cierto artículo u objeto”. (Packard, 1960). El tiempo de vida
del producto es puesto a criterio del fabricante, quien tiene un oligopolio del mismo, haciendo que
cada vez los artículos se deterioren y se consuma de ellos un poco más. La obsolescencia
programada funciona como herramienta para mantener un elevado ritmo de producción a largo
plazo en donde los métodos de marketing y monitoreo de los productos ofrecidos por la
competencia tienen un rol muy importante. Este fenómeno ha ido evolucionando y se ha
transformado en obsolescencia percibida. La obsolescencia percibida o psicológica para (Packard,
1960), es definida como un “mensaje subliminal que transmite el fabricante para que el
consumidor cambie la imagen del producto que ya tiene y comience a quedar descontento con el
mismo”. Este tipo de técnicas tienen que ver con los atributos subjetivos que los consumido res
imprimen en el mismo, buen gusto, última moda y estatus social.
En el documental se presenta una afirmación en la que la economía se basa no en la satisfacc ió n
sino en el crecimiento económico, se relaciona la obsolescencia programada según el pensamie nto
de algunos autores ingenieros industriales y economistas con el crecimiento económico, se plantea
que sin la obsolescencia programada no existirían como por ejemplo los centros comerciales o las
industria teniendo como consecuencia desempleo, falta de movimiento económico y por lo tanto
al haber un desequilibrio entre estos factores no habría capital para subsistir. Este pensamie nto
podría relacionarse con lo que actualmente se considera en economía muchas veces como
sinónimos, el crecimiento y el desarrollo, precisando un poco más cada concepto:

Según el diccionario económico, el desarrollo para la economía es la “Evolución progresiva de


una economía hacia mejores niveles de vida”, por su parte la economía se define como “ciencia
que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante
el empleo de bienes escasos” en el significado se excluye dentro de las necesidades como objeto
de la actividad económica, la social y la espiritual a diferencia del concepto de desarrollo en
filosofía. Por otro lado el crecimiento económico es el “incremento del ingreso real per cápita de
la población, siendo el ingreso real medido a través del Producto Interno Bruto” (Silva Colmenares,
2007)

“La Economía, como ciencia social por antonomasia, ha de preocuparle más la demanda que la
oferta. Lo que no ocurre hoy por influencia de nuevas escuelas del pensamiento económico, que
sacrificaron el fundamento filosófico y ético en el humanismo que le dieron autores como Smith,
Ricardo, Marx y Keynes, entre otros, en aras de una supuesta disciplina exenta de principios y
valores, aséptica, campo fértil para el ejercicio exclusivo de las matemáticas, lo que no niega que
puede ser herramienta insustituible para el análisis económico. En esta disciplina, que en términos
generales coincide con la llamada Economía Neoclásica, la preocupación esencial por el ser
humano, propia del humanismo, fue sustituida por la medición de la actividad económica” (Silva
Colmenares, 2007)

Como prueba de ello, en China el aumento del crecimiento económico trajo a su vez en los últimos
25 años descenso en los índices de felicidad, especialmente en los más pobres según una
investigación realizada por la AFP (Angence France Presse) (Dinero, 2010), por esta razón se
incluye dentro de la felicidad el factor económico, se relaciona con la obsolescencia programa
puesto que sin dinero las personas no sobreviven a un mundo que requiere un constante cambio de
objetos para su subsistencia y desarrollo económico que es en lo que se basan el mundo actual
mencionado anteriormente sumado a esto las consecuencias ambientales que ha traído a un país
que cuenta con producción tecnológica, su contaminación es visible en las calles.

Lo anterior da lugar a que la obsolescencia programada no es una fuente sustentable para la


humanidad, el crecimiento puede ser un desarrollo económico pero no un desarrollo humano que
es lo que las empresas deben buscar recalcando en este caso el bienestar a largo plazo, por estas
razones, un gran grupo de personas se siente engañado con este tipo de estrategias, y, gracias a la
apertura de información en el mundo, por medio de internet se encuentran comunidades que se
oponen a desechar algo que tiene muchos años más de vida útil.

Hasta hace un tiempo, era en Asia, China o India donde terminaba el 70% de esta basura
tecnológica, pero en los últimos años, Occidente ha movido el vertedero a África (sobre todo en
Ghana y Nigeria). La exportación de residuos electrónicos es ilegal en la Unión Europea, pero la
Agencia de Protección Ambiental estadounidense lo clasifica como reciclaje legítimo.

Aunque se dice que el envío de material electrónico usado se hace para ‘reducir la brecha
digital’, en muchos casos estos equipos son inservibles (entre un 25% y un 75%). Se transportan
en contenedores etiquetados como “mercancía de segunda mano” ya que las leyes de la UE sí
permiten exportar productos reutilizables. (Kuper & Hojsik, 2008)

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) contienen elementos tóxicos y


peligrosos, los cuales representan en parte la fuerza motriz para la implementación de procesos de
recolección y procesamiento ambientalmente amigables. Por lo tanto, se incluyen el manejo y
tratamiento adecuado para prevenir los impactos ambientales o de salud de dichos elementos
nocivos en la discusión de las tecnologías de reciclaje. Además, el uso y la generación de sustancias
tóxicas y peligrosas durante el procesamiento de los RAEE (por ejemplo, una amalgama de
mercurio en oro o las dioxinas combinadas provenientes de una incineración inadecuada) son
evaluados de manera crítica con respecto a los criterios de sostenibilidad para tecnologías
innovadoras. (Schluepa, y otros, 2009)

El estudio, estructurado en tres partes, tiene los siguientes objetivos principales:

• El análisis del potencial de mercado de las tecnologías pertinentes para el sector de reciclaje
de los RAEE en determinados países en desarrollo.
• El examen de la solicitud del “Framework for UNEP Technology Transfer Activities in
Support of Global Climate Change Objectives” (traduce: Marco para las Actividades de
Transferencia de Tecnología del PNUMA en apoyo de los Objetivos del Cambio Climático
Global) a fin de fomentar la transferencia de tecnologías innovadoras en el sector del
reciclaje de los RAEE.
• La identificación de centros de innovación y centros de excelencia en las economías
emergentes relevantes para tecnologías de reciclaje de RAEE. Después de una introducc ió n
a los objetivos, el alcance y la metodología de este estudio, el segundo capítulo presenta
las bases del reciclaje de los RAEE, incluyendo:
o La importancia de los RAEE para la gestión de recursos y el control de tóxicos.
o La estructura y los principales pasos en la cadena de reciclaje.
o Los objetivos básicos a alcanzar para el reciclaje de los RAEE.
o Los criterios de innovación para la evaluación de tecnologías de reciclaje.
(Schluepa, y otros, 2009)

Las zonas mundiales con más conflictos en temas de residuos electrónicos.

(Kuper & Hojsik, 2008)

Para que ocurra un cambio significativo con respecto a la situación en los países a los cuales llegan
estos desechos tóxicos es la innovación sostenible, entendida como la transferencia de tecnologías,
productos y servicios sostenibles al mercado, requiere de un concepto de creación de mercado y
de una agenda mundial común. El reto es la creación de conciencia entre todos los actores de los
diferentes sectores a fin de desarrollar el potencial de innovación y llevar a la práctica las
innovaciones ecológicas que llevan a un consumo sostenible y a pautas de producción.
El autor entrevistado en el documental Serge Latouche, tiene una visión contraria hacia el mundo
cercano al hiperconsumo, afirmando que “hace falta ser loco o quizás economista por creer que el
crecimiento puede ser indefinido con un planeta con recursos limitados”. Dentro de los 3
fundamentos de la sociedad del crecimiento se encuentra la publicidad, la obsolescencia
programada y el crédito que el autor considera como una especia de círculo vicioso que genera un
crecimiento si crecer. Por ultimo compara el indicador del PIB (Producto interno bruto) con el GPI
(indicador del progreso genuino), en el GPI se tienen en cuenta factores sociales y ambienta les,
este se mantiene y uno aumenta como el PIB (Latouche, 2014).

La obsolescencia programada y sus repercusiones en los problemas globales como los daños
sociales y medioambientales por sostener una economía basada en el consumo, no es solo culpa
de las empresas y al gobierno, el consumidor también tiene gran responsabilidad en este círculo
vicioso en el que se vive. Los consumidores quieren tener la novedad al alcance de las manos, la
demanda de productos baratos pone bajo presión a los fabricantes y los proveedores de
componentes y materias primas, por lo cual estos acaban utilizando componentes baratos de
plásticos en vez de una de metal (Revista semana, 2014). La culpa de los compradores también se
ve por dejarse envolver en las campañas de mercadeo y convencerse así mismo de necesitar el
último celular, un Pc mejor, la versión más nueva de algún video juego e infinidad de ejemplos.
En muchas ocasiones los productos tecnológicos que tienen las personas funcionan y está en
perfectas condiciones pero se vuelve casi que una necesidad cada año renovar porque se puede
quedar atrás en una sociedad donde la competencia con el otro es algo primordial.

Si bien la decisión queda en el consumidor, y en ocasiones sus comprar no se encuentran


justificadas, hay otras en las que este se ve en una situaciones difíciles de manejar por dos razones,
la primera es que las empresas se encuentran cambiando sus productos para que no se devalúen en
precio y conservar sus márgenes de ganancia. Cuando las personas deseen escoger algo que dure
a largo plazo dependerá de un factor importante, el ingreso del individuo, por esta razón para
sobrevivir a un mundo que se encuentra en constante cambio las personas empiezan a necesitar
objetos que ofrece el mercado, como ejemplo se encuentra la tecnología ya sea que lleve tiempo
en el mercado o no, sin embargo, a pesar de las diversas marcas existentes que venden un mismo
producto, la competencia hace que todas elijan la obsolescencia programada por su bajo costo, y
así termina no siendo una elección del cliente. La segunda razón es un aspecto más importante y
es cuando el cambio constante y veloz de lo material se convierte en un asunto psicológico, la
obsolescencia percibida donde se relaciona lo viejo con algo que ya no funciona y lo nuevo con lo
que si funciona, teniendo como consecuencia incapacidad para estar satisfecho, conociendo que el
adquirir un producto depende de la capacidad adquisitiva de la persona.

Asimismo se relaciona con el crecimiento económico, olvidándose del desarrollo como la equidad
en la repartición de recursos. Analizando uno de los pilares del plan de desarrollo Nacional de
Colombia el cual menciona este ítem de equidad y que a diferencia del plan Colombia tiene una
brecha más amplia entre el nivel socio económico alto y el bajo, desapareciendo el medio. Por lo
que la búsqueda del crecimiento basándose en el movimiento de la industria y el consumo no
abarca todo el panorama del real crecimiento.

En la visión ambiental se concluye que el equilibrio entre lo que se extrae de recurso natural y el
tiempo que se deja a la tierra renovarse después de la extracción no existe, de esta manera se
analiza que la administración realizada no es la adecuada. Este desequilibrio se relaciona con la
economía cuando por ejemplo al inventar un carro eléctrico no es posible sacarlo al mercado por
que la persona que lo inventa no hace parte del monopolio encargado del combustible para los
carros que funcionan con gasolina. Así el carro eléctrico logra salir al mercado cuando los grupos
de mayor participación en la industria petrolera invierten en investigación y desarrollo y crean el
carro eléctrico como medio alternativo para el ambiente.
Bibliografía
ActiBva Magazine . (2014). Obsolescencia programda un duro enemigo para el ahorro. ActiBva Magazine
.
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Dannoritzer, C. (Dirección). (2014). Comprar, tirar, comprar [Película].
El PAÍS. (2 de Noviembre de 2014). Lavadoras con muerte anunciada. EL PAÍS.
Kuper, J., & Hojsik, M. (2008). Envenenandola pobreza Residuos toxicos Ghana. Greenpeace, 3-20.
Packard, V. (1960). The Waste Makers. Estados Unidos: Vance Packard Inc.
Revista semana. (2014). ¿Por qué los dispositivos se dañana cada vez mas rápido? Revista Semana.

Schluepa, M., Hageluekenb, C., Kuehrc, R., Magalinic, F., Maurerc, C., Meskersb, C., . . . Wangc, F.
(2009). Recycling From E Waste To Resourses. Berlin: UNEP.

Serrano Segarra , M. (2010). LACRISIS ECONÓMICA DE 1929; ROOSEVELT Y EL NEW DEAL.


Revistas sociales y judiciales. Revista número 6.

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