Repita las instrucciones. Escríbalas. Dígalas en voz alta. Repítalas. Entonces, haga
que el niño le repita a usted las instrucciones, manteniendo en todo momento el contacto
visual.
Establezca límites y restricciones. Tiene que haber un sistema definido de las
conductas aceptables e inaceptables, junto con las recompensas y las
consecuencias (incentivos, refuerzos). Esto debe ser un elemento para contener y calmar-