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Tema

1 Dinámica de Fluidos


“Basta observar un rio o el mar moviéndose
en condiciones meteorológicas severas para
comprender que describir con detalle el mo‐
vimiento resulta altamente complejo”

La familia suiza Bernoulli (ó Bernouilli) es
famosa por sus contribuciones a la Mate‐
mática y la Física. En el campo de la mecá‐
nica de fluidos destaca la publicación de la
obra en 1738, Hidrodinámica, por este au‐
tor que se muestra, que es un estudio teó‐
rico y experimental del equilibrio, la pre‐
sión y la velocidad de los fluidos. También
en ella se sientan las bases de la teoría ciné‐
tica de los gases.

DANIEL I. BERNOULLI 1700-1782

1. Introducción

Al igual que en la estática de fluidos suponemos un fluido como una distribución continua
de materia tal que presenta una deformación continuada al estar sometido a una tensión cortante
por pequeña que sea. Como consecuencia, estos medios pueden fluir, no tienen forma propia y se
adaptan a la forma del recipiente que los contiene. Así abarcan las fases líquidas y gaseosas (va‐
por) de la materia física. Esta descripción en que no se tiene en cuenta la estructura de la materia
y tiene en cuenta los efectos promedio o macroscópicos son los que interesan a la técnica.
  
En la dinámica de estos sistemas materiales la posición r la velocidad v y la aceleración a
son las magnitudes vectoriales de interés que deben ser calculadas.
Para estudiar los fluidos en movimiento o flujos, se suelen utilizar dos enfoques: seguir a las
partículas fluidas1 en su movimiento a lo largo del tiempo y determinar el lugar geométrico de las
posiciones (trayectorias), descripción ésta que supone trabajar con un número enorme de datos.
Otra posible descripción consiste en considerar puntos fijos del espacio y registrar la velocidad de
las partículas que pasan por dichos puntos. La velocidad se describirá como un campo de veloci‐
dades que se asigna a cada punto del espacio, las líneas envolventes (sus vectores tangentes coin‐
ciden con la dirección de la velocidad) de este campo de velocidades se denominan líneas de co‐
rrientes (Fig. 1).
Nuestro interés de estudio se centra fundamentalmente en los flujos estacionarios e incom‐
presibles, que describiremos a continuación, en los que las trayectorias y las líneas de corriente

1 Partícula fluida es una masa pequeña de fluido de identidad fija contenida en un volumen infinitesimal, su velocidad será la del centro

de gravedad de ese volumen elemental.


FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐2

coinciden. Un volumen de control2 del fluido de‐ 


vc
limitado por líneas de corriente en su periferia se Z Línea de corriente
c
llama tubo de corriente. Partícula fluida
Como consecuencia pues de la suposición 
b vb
de medio continuo, cada propiedad del fluido

como la densidad, temperatura y velocidad se a va
consideran funciones continuas de la posición y
el tiempo.  z
r
 Y
El vector velocidad v  x , y , z , t  puede des‐
X x
cribirse en función de sus tres componentes car‐ y
   
tesianas escalares: v  x , y , z , t   ui  vj  wk . En Figura 1.‐ Tubo de corriente.
que en general cada una de sus componentes
será función de x, y, z, t. El estudio de las características de este campo de velocidad y de otras
propiedades del medio fluido permite hacer una clasificación básica de los flujos.

2. Clasificación de los flujos



Un flujo se dice estacionario cuando las magnitudes de interé s tales como la presió n, den‐
sidad y velocidad no dependen explı́citamente del tiempo. Por el contrario cuando alguna de las
magnitudes de interé s y en particular el campo de velocidades dependen del tiempo el flujo se
denomina no estacionario o variable.
Se clasifica el flujo como unidimensional, bidimensional y tridimensional, dependiendo
del nú mero de coordenadas espaciales requerido para especificar el campo de velocidad. Ejem‐
 
plos: si v  x , y , t  el flujo será variable bidimensional, si v  x , y , z  será estacionario tridimensional.
Pero la principal subdivisió n es entre los flujos viscosos y no viscosos. La viscosidad des‐
cribe la fricció n interna o resistencia al deslizamiento de dos capas adyacentes del fluido. Los flujos
en donde los efectos de la viscosidad se desprecian se denominan no viscosos. En un flujo no
viscoso el coeficiente de viscosidad μ es cero. Fluidos con viscosidad cero no existen, sin embargo
hay muchos problemas donde despreciar las fuerzas viscosas simplifica el aná lisis y conducen a
resultados significativos.
Otra posible clasificació n importante de los flujos se hace atendiendo a su ecuación caracte‐
rística, que relaciona la densidad del mismo con la presió n. Ası́, se dice que un flujo es incompre‐
sible cuando las variaciones de densidad son despreciables aunque varı́e la presió n, es decir 
=cte y se dice que es compresible cuando la densidad es funció n de la presió n  = F(P). Los ejem‐
plos má s comunes de flujo compresible conciernen al flujo de gases, en tanto que el flujo de lı́qui‐
dos puede tratarse con frecuencia como incompresible.
Tambié n se puede hablar de flujos internos o de ducto como son los delimitados comple‐
tamente por superficies só lidas, por el contrario los flujos sobre cuerpos sumergidos en un fluido
sin fronteras reciben el nombre de flujos externos, Ej. Movimiento del aire en torno a un avió n.

2 Volumen arbitrario en el espacio a través del cual circula el fluido. Su frontera geométrica es la superficie de control y puede ser real

o imaginaria y puede ser fija o en movimiento.


FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐3

El flujo interno en lı́quidos en los que el ducto no está cerrado (hay una superficie libre a
presió n constante) se denomina flujo en canal abierto: flujos en rı́os, canales de irrigació n y acue‐
ductos.
Finalmente comentar que los flujos viscosos pueden clasificarse en base a la estructura del
flujo como ré gimen o flujos laminares o turbulentos que se estudiaran má s adelante.
Según lo dicho anteriormente para un fluido que se mueve en condiciones de flujo estacio‐
nario, la velocidad de una partícula fluida es función sólo de la posición que ocupa en un instante
      
determinado: v  v(r ) , donde r  xi  yj  zk es el vector posición de la partícula en la línea de
corriente (Fig. 1).
Por lo tanto, podemos escribir que

 dr
v , (1)
dt
   
ya que dr  dxi  dyj  dzk es un vector tangente a la línea de corriente en el punto considerado.
Por último, expresaremos la aceleración de la partícula en su forma habitual:

 dv
a , (2)
dt
  
Por otra parte, la velocidad de la partícula también se puede expresar de la forma v  v  T

siendo T un vector unitario tangente a la línea de corriente3.

3. Gasto: ecuación de la continuidad


en régimen estacionario

Consideremos la circulación del fluido en la tubería que se muestra en la Fig. 2. En régimen
estacionario la masa que entra en un dt en la sección S1 debe ser la misma que sale por la sección
S2 en ese dt. O dicho de otra forma, la masa de fluido contenido en el primer cilindro de base S1 y
altura v1dt debe ser igual a la masa de fluido contenido en el otro cilindro de base S2 y altura v2dt
. Por tanto podemos escribir:
1  v1dt  S1  2  v2dt  S2  1v1 S1  2v2 S2
 kg s 


 
ecuación que establece la invariancia del gasto másico  v  S en una tubería con una entrada y
una salida.
Si el fluido es incompresible la densidad
es la misma en las dos secciones y por tanto la v2dt
ecuación anterior se reduce a
v2 S2
S 1  v1  S 2  v2  m3 s  S1
v1
que implica la invariancia del caudal o gasto vo‐
 
 
lumétrico v  S en un fluido incompresible.
Figura 2. Invariancia del gasto en una tubería.


3 El hecho de que v no tenga componente normal a la línea de corriente implica que dos líneas de corriente no pueden cruzarse.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐4

Es posible generalizar esta expresión cuando existen varias entradas y salidas:


 i vi si 
entr . sal .
 jv j s j (3)

4. Ecuación de Bernoulli para flujo


incompresible no viscoso

Consideremos la circulación de un fluido ideal (no viscoso) incompresible a lo largo de una
tubería en un tiempo ∆t. Inicialmente el sistema fluido ocupa la región S1‐S2 y en ∆t pasa a ser la
región delimitada por S1’‐S2’ (Figura 3). La causa de ello es el trabajo ejercido por la fuerzas de
presión, hay un trabajo en nuestro sistema que está siendo realizado por el fluido externo que está
en contacto con los dos extremos del mismo.
Ese trabajo neto es F1 x1  F2 x2  P1 S1 x1  P2S2 x2  P1 V  P2 V . Por ser incompresible
S1 x1  S2x2  V . El mismo se emplea en modificar la energía cinética en la cantidad:
1 1
 m v22   m v12
2 2
y en la variación de la energia potencial:  m  g  z2   m  g  z1
En conclusión:
1 1
P1 V  P2 V   m v22   m v12   m g  z2   m g  z1 .
2 2
Dividiendo los dos miembros de la expresión anterior por V
1  m  2 1  m  2  m   m 
P1  P2   v2   v1    g  z2   V  g  z1
2  V  2  V   V   
Si además ordenamos los términos resultantes:
1 1  Energía 
P1    v12    g  z1  P2    v22    g  z2   , (4)
2 2  Volumen 
donde hemos destacado que cada uno de los miembros es la energía por unidad de volumen. La
ecuación anterior constituye la ecuación de Bernoulli para los fluidos ideales. Esta ecuación es‐
tablece que la suma P  12   v 2    g  z es
S1 S1’
una constante en cualquier punto de una lí‐
nea de corriente, enunciado que se conoce F1
como teorema de Bernoulli.
Si en la ecuación (4) dividimos todos
los términos por el peso específico, =  g, se x1
obtiene: z1 x2
F2
 
2 2
P1 v P v Energía
 1
 z1  2 
2
z , (5)
 2g  2g 2 Peso
S2 z2 S2’
que es la forma más utilizada en la técnica y
a la que se acostumbra a llamar el teorema Figura 3. Variación del tubo de corriente en un fluido in‐
compresible en ∆t.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐5

de Bernoulli expresado en alturas. En este caso las dimensiones son de energía/peso, que equivale
dimensionalmente a una longitud. La suma de los tres términos se denomina altura total en la
sección correspondiente, es decir:
v12 P1
H1    z , (6)
 2g 1
  altura
altura de altura de geodésica o
presión velocidad de posición

En definitiva, el teorema de Bernoulli se puede expresar diciendo que la altura total es constante
en todas y cada una de las secciones del conducto. En la ec. (6) P1 es la presión absoluta, sin em‐
bargo, es posible restar en los dos miembros de la ec. (5) la presión atmosférica, resultando en la
altura total la altura de presión manométrica. Esta es la expresión común para el análisis de las
instalaciones hidráulicas.

La resolución de un problema de dinámica de fluidos no viscosos, en régimen de flujo estacio‐
nario, se basa en tres ecuaciones:
P v2
1) El teorema de Bernoulli (principio de conservación de la energía):   z  const
 2g
2) La ecuación de continuidad (principio de conservación de la masa)  i vi si   j v j s j
entr . sal .

3) Ecuación característica o de estado del fluido:  =  (P), en nuestro caso  = cte.




Aplicaciones de la dinámica de fluidos no viscosos (ideales)

Teorema de Torricelli
Patm
S1
La velocidad de salida de un líquido por un orificio, practicado en una
pared delgada del depósito que lo contiene, es la misma que adquiere un peso
que cae libremente desde una altura H igual a la que hay entre la superficie
libre del líquido y el orificio.
z1 H
Aplicando el teorema de Bernoulli a dos puntos: uno situado sobre la
superficie libre del líquido S1 y el otro en S2, pertenecientes ambos a una línea
de corriente. S2
2 2
P1 v P v
 1
 z1  2   z , 2
(7) Patm
 2g  2g 2
pero P1=P2=Patm, con lo cual la ecuación anterior se reduce a: Figura 4.‐ Teorema de Torricelli

v22  v12  2  g  H . (8)


La ecuación de continuidad aplicada a las dos secciones será:
v1  S1  v2  S 2 .
Si S1>> S2  v1 << v2 y por tanto:

v2  2  g  H (9)

Tiempo de vaciado de un depósito de superficie libre constante

De la ecuación de continuidad (Fig. 5):
vz  S z  v2  S2 . (10)
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐6

Por otro lado, la velocidad de las partículas fluidas en la superficie libre del depósito será esencialmente vertical y po‐
dremos escribir:
dz
vz   , (11)
dt
el signo menos aparece porque estamos escribiendo el módulo de la velocidad y mientras el incremento de tiempo es
positivo el de z es negativo (z disminuye conforme crece).
El teorema de Torricelli permite escribir:
v2  2  g  z . (12) Patm
Sustituyendo (11) y (12) en (10): S1

dz S
  2 2  g  z ,
dt Sz Sz
separando variables:
S Z dz SZ 1 z H
dt    z 2dz
S2 2  g  z S2 2  g
e integrando: S2

t H Sz 1 2  S1 1
 dt  
0 0
S2 2  g
z 2
dz  t 
S2 2  g
H 2 Patm

Figura 5.‐

Tiempo de vaciado de un depósito de superficie libre variable

Vamos a calcular el tiempo de vaciado de una cisterna longitud L que se vacía a través de un orificio de sección
So y cuya sección elíptica viene descrita por la ecuación:
x 2 y2
 1
a2 b2
La ecuación de continuidad se escribirá:
S z  vz  S o  vo , (13)
donde Sz=2·x(t)·L y vz se puede escribir:
dz
vZ   .
dt
Si Sz >>So el teorema de Torricelli implica que:
vo  2  g  z .
Sustituyendo en la ecuación (13):
dz S S z dz 2 L x
  o 2  g  z  dt   1
 1
dz . (14)
dt Sz So 2g z 2 So 2g z 2
De la ecuación de la elipse se obtiene:
a 1 a 1
x  (b2 ‐ y 2 ) 2  [(b  y )(b ‐ y )] 2 ; z  b  y ;
b b
sustituyendo en la ecuación (14)

y
y

y(t) x(t) x
b L a
a b z(t)

x
Figura 6.‐ Figura 7.‐
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐7

1
2 L  a  (b  y ) (b  y )  2 2 L  a 1
dt     dz   (2 b  z ) 2 dz ;
So 2g  b  (b  y )  S o 2 g  b
e integrando:
2b
2 L  a 1 8 La 1
t  (2 b  z ) 2
dz  b 2

So 2g  b 0 3  So  g

Sifón.
En la Edad Media se usaron los sifones (Fig. 8) y se sabía que podía elevar agua a una altura no mayor de 10 m.
Vamos a explicar ese límite y calcular la velocidad de salida del agua.
Para iniciar el movimiento el tubo debe estar lleno de líquido, una forma de hacerlo es aspirar por el extremo
abierto. Una vez iniciado, el flujo continúa sin necesidad de bombeo.
Aplicando la ecuación de Bernoulli a los puntos R y S obtenemos:
1 1
PR    vR2    g  ( H  D )  PS    vS2    g  0
2 2
R
También al aplicar la ecuación de la continuidad: vR  v S ;
H
puesto que ρ= 1000 kg/m3, PS  PAtm  101 kPa y que PR debe ser posi‐ A
tiva:
101000
( H  D)   10.30 m Q
1000  9.8 D
Para determinar la velocidad de salida del agua basta aplicar
la ecuación de la continuidad y de Bernoulli entre los puntos A y S
obteniéndose el mismo resultado que en el teorema de Torricelli: S

vS  2  g  D Figura 8. Sifón.

Tubo de Venturi.
Se representa en la Figura 9 y consiste en un estrechamiento producido en un tubo y construido de forma que
mediante una disminución gradual de la sección en la entrada y un aumento también gradual en la salida, se evite la
producción de remolinos y quede asegurado un régimen estacionario. Se utiliza para medir el gasto en una tubería
intercalándolo en ésta.
La ecuación de Bernoulli, aplicada entre los puntos 1 y
2 de la figura nos da:
1 1 1
P1    v12  P2    v22  P1  P2   v22  v12  h
2 2 2
Esta diferencia de presiones puede hallarse midiendo la
v1 v2
diferencia de alturas entre los tubos piezométricos: P1, S1 P2, S2
P1  P2   gh

De la ecuación de la continuidad se obtiene: Figura 9.‐ Tubo de Venturi


S
C  S1v1  S 2v2  v2  1 v1
S2
Con lo que finalmente:
2gh v
C  S1  v1  S1 S 2 1 2 v
S12  S 22

h
Tubo de Pitot
El dispositivo representado en la Figura 10 se ha dise‐
ñado para medir la velocidad de un gas que circula por una tu‐
bería. Se basa en la medida de la presión de estancamiento en Figura 10.‐ Tubo de Pitot.
el punto 2, que se encuentra a la entrada de la embocadura del
tubo manométrico, donde la velocidad es nula.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐8

Aplicando el teorema de Bernoulli entre los puntos 1 y 2 tendremos:


1
P2  P1    v12
2
pero P2 –P1= o g h, luego:
20 g h
v

donde o es la densidad del líquido manométrico.

Actividades o reflexiones a proponer:
Fuerza de sustentació n en el ala de un avió n.
Fuerza de atracció n entre barcos cuando entre ellos el agua se mueve en un canal estrecho.
Vaporizador. Misió n del respiradero en una instalació n de fontanerı́a.
Efecto de un tornado sobre las ventanas de las casas y el tejado.

5. Flujo viscoso: pérdida de carga



Hemos visto previamente, al analizar el teorema de Bernoulli para un fluido ideal, que el
trabajo realizado por las fuerzas de presión se utilizaba para cambiar la energía mecánica (cinética
+ potencial) entre dos puntos de una línea de corriente.
Vistas las cosas de este modo, podríamos transportar un líquido a través de un conducto
horizontal de sección constante y de cualquier longitud sin necesidad de aportar energía externa
alguna (no sería necesario el uso de bombas hidráulicas) (Fig. 11). La experiencia nos dice que
esto no es cierto, si queremos que el agua salga por el extremo de una tubería horizontal de longi‐
tud L, hemos de compensar la energía que se disipa a lo largo de la conducción en virtud del roza‐
miento interno entre las diferentes capas del fluido y de éste con las paredes del conducto. Es
decir, hay que vencer las tensiones cortantes que presenta el fluido.
Se ha de tener presente además que, como sucede con los sólidos, el efecto disipativo (de
rozamiento) sólo aparece cuando intentamos poner el fluido en movimiento respecto de las pare‐
des rígidas que lo contienen (la tubería).
Para tratar de comprender este comportamiento, observe lo que sucede en el experimento
planteado en la Fig. 12. El nivel en el depósito se mantendrá siempre constante abriendo adecua‐
damente el grifo A. En la situación (a), al estar cerrado el grifo B, el fluido está en reposo, el pro‐
blema es un problema de estática de fluidos y la presión en cada punto depende sólo de la profun‐
didad a la que se encuentra, por lo que la altura del fluido
en cada uno de los tubos piezométricos intercalados en el
L
conducto de descarga alcanzará la misma altura: la del
depósito.
Si el fluido fuera ideal, al abrir el grifo de B el fluido
adquiere una energía cinética (v2/2g). Esta energía es la
misma en todas las secciones puesto que, al ser la sección
1 2
constante, también lo será la velocidad del fluido (re‐
cuerde la ecuación de continuidad v1S1 = v2S2). Esta ener‐ Figura 11.‐ Puesto que no varía la energía ci‐
nética (v1=v2) ni la potencial (z1=z2), el tra‐
gía se obtendrá a costa del trabajo de las fuerzas de pre‐ bajo necesario para mover el fluido desde 1
sión; de modo que la altura en todos los tubos disminuirá hasta 2 sería nulo si el fluido fuera ideal.
ahora precisamente en esa cantidad.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐9

En el caso de que el fluido sea real,


A
además de la energía cinética, a lo largo de
la tubería se disipará una energía en virtud
del rozamiento, o dicho de otro modo habrá
(a)
de gastarse una determinada cantidad del
trabajo de las fuerzas de presión para ven‐
1 2 3 4 5 B
cer la resistencia cortante del fluido, esta
energía consumida irá aumentando a me‐
A FLUIDO IDEAL NO VISCOSO
dida que el fluido avanza por la tubería, de
modo que la presión disminuirá a lo largo v2
del conducto y por tanto la altura del fluido 2g

en los tubos manométricos alcanzará altu‐ (b)


ras cada vez menores. Al final de la tubería
1 2 3 4 5 B
h será la energía disipada por unidad de
peso de fluido transportado y que denomi‐
A
namos pérdida de carga. FLUIDO REAL VISCOSO

v2
2g
5.1. Viscosidad: (c)
h
fluidos newtonianos
1 2 3 4 5 B

Llamaremos viscosidad a la propiedad


de los fluidos reales de ofrecer resistencia a
las tensiones tangenciales, es decir el roza‐ Figura 12.‐ Variación de la presión a lo largo de un tubo ho‐
miento interno del que hemos hablado an‐ rizontal de sección constante. (a) Fluido en reposo; (b)
tes. Como ya indicamos, esta propiedad no fluido ideal en movimiento; (c) fluido real en movimiento.

puede ser puesta de manifiesto con el fluido


en reposo, ya que se manifiesta en el movi‐
miento. Las fuerzas viscosas se oponen al movimiento relativo de una porción de fluido respecto
de otra. Los efectos viscosos son importantes en muchos fenómenos naturales y, por supuesto, en
las instalaciones hidráulicas de los edificios, como quedará de manifiesto a lo largo del tema.
Un fluido viscoso tiende a adherirse a las superficies sólidas que moja. Hay una capa de fron‐
tera delgada, cerca de la superficie rígida, en la que está casi en reposo respecto de esa superficie.
Deténgase a pensar en algunos fenómenos cotidianos que no ayudan a entender esta afirmación:
el polvo se adhiere a las aspas de un ventilador a pesar de que éstas estén girando rápidamente;
no podemos limpiar perfectamente nuestro coche dirigiendo el chorro de la manguera contra su
carrocería...
Para explicar la esencia física del concepto de viscosidad consideremos el esquema de la Fig.
13, donde el espacio entre las dos placas rígidas está lleno de fluido. Supongamos que la placa A
está fija y que la B se mueve lentamente con cierta velocidad constante vmax. En tal caso, como
muestra el esquema, las delgadas capas de fluido adyacentes a las placas (pegadas) tendrán la
misma velocidad que ellas; es decir, la película en contacto con la placa inferior estará en reposo
y la que está en contacto con la placa superior se moverá hacia la derecha con velocidad vmax. Ló‐
gicamente las capas intermedias resbalarán unas sobre otras con una velocidad que, en primera
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐10

Tabla 1.‐ Valores del coeficientes de viscosidad


Fluido t, ºC , (cP)
Aceite de máquina ligero 16 113
38 34
100 4.9
Agua 0 1.79
20 1.00
60 0.467
100 0.282
Glicerina 20 1490
Aire 0 0.0171
18 0.0183
229 0.0264
Vapor de agua 100 0.0125 Figura 13.‐ Flujo laminar de un fluido viscoso en‐
tre dos placas paralelas.

aproximación, podemos considerar proporcional a su distancia a la placa A, de modo que obten‐


dremos un perfil de velocidades como el representado en la citada figura; es decir aparece un
gradiente de velocidades en la dirección normal a las placas.
Ya Newton expresó la hipótesis (posteriormente corroborada experimentalmente), y cono‐
cida hoy como hipótesis de Navier, de que la fuerza de resistencia (rozamiento) que surge en el
resbalamiento de las capas es proporcional al área de contacto de las mismas y al gradiente de la
velocidad en la dirección perpendicular al resbalamiento, lo que matemáticamente podemos ex‐
presar como
dv( z ) dv( z )
F S  F  S , (15)
dz dz
donde hemos introducido el coeficiente de proporcionalidad , que depende de la naturaleza del
fluido y que denominaremos coeficiente de viscosidad del fluido. El agua, el aire y la gasolina son
ejemplos de fluidos viscosos newtonianos, la pasta de dientes por ejemplo no lo es (si no se pre‐
siona el tubo la pasta se comporta como un sólido). Teniendo en cuenta la ec. (15), las dimensiones
del coeficiente de viscosidad en el sistema internacional son [N]·[s]/[m2] = [Pa]·[s], unidad que se
denomina poiseuille (Pl). Esta unidad resulta demasiado grande (ver valores de la tabla 1), por lo
que es de uso común la correspondiente unidad del sistema cegesimal, el poise (P) = 1 dina·s/cm2.
La equivalencia entre ambas es:
N·s 105 dinas·s
1 Pl    10 P . (16)
m2 104 cm2
Aún ésta resulta grande por lo que es frecuente expresar el valor de  en centipoises, milipoises o
incluso micropoises, que son respectivamente la centésima, milésima y millonésima parte de un
poise. En la Tabla 1 se muestran los valores del coeficiente de viscosidad para diferentes sustan‐
cias expresados en centipoises. Observe que la viscosidad varía con la temperatura. Estos valores
se determinan experimentalmente en los viscosímetros.

6. Flujo laminar y turbulento en fluido incompresible



Cuando un fluido se mueve tal y como hemos descrito en el apartado anterior, decimos que
éste se conduce en régimen laminar. Con ello queremos expresar el hecho de que el fluido discurre
de forma ordenada, deslizando unas capas sobre otras sin mezclarse. Por el contrario, cuando el
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐11

B B

R A R A

F D F D
V V

(a) (b)

Figura 14.‐ Experimento de Reynolds para determinar la transición entre régimen laminar y turbulento.

movimiento es desordenado, las capas se mezclan entre sí dando lugar a remolinos; decimos en‐
tonces que el fluido se conduce en régimen turbulento. Puede observar ambos tipos de régimen si
deja un cigarrillo encendido sobre el borde de una mesa en una habitación con el aire en reposo:
cerca del pitillo el humo asciende ordenadamente, es decir en régimen laminar; a medida que as‐
ciende empiezan a formarse remolinos y el régimen se torna turbulento.
Osborne Reynolds observa que la transición desde el régimen laminar al turbulento de‐
pende de la velocidad del fluido. Para aclarar y cuantificar bajo qué condiciones se produce cada
tipo de régimen realiza el experimento mostrado en la Fig. 14 en 1883.
El nivel en el depósito A se mantiene constante mediante el rebosadero R. La válvula V per‐
mite entonces regular el caudal, y por tanto la velocidad, del fluido en el conducto horizontal.
Desde el depósito pequeño B, mediante un tubo terminado en una punta fina se introduce un filete
(línea de corriente) de una disolución coloreada en el centro del conducto F, de diámetro D. Mien‐
tras la velocidad media del fluido en el tubo horizontal sea pequeña observaremos que el filete
coloreado viaja a través del centro del conducto sin mezclarse con las capas que le rodean: el fluido
se conduce en régimen laminar (Fig. 14(a)). Si abrimos más la válvula V, aumentando la velocidad
media en la tubería, iremos observando que el filete empieza a oscilar, su trayectoria se vuelve
sinuosa e irregular, pero conserva todavía su unidad. Cuando la velocidad supera cierto límite el
líquido coloreado se difunde inmediatamente por toda la sección del tubo F por efecto de fluctua‐
ciones rápidas e irregulares de la velocidad. La estructura de capas desaparece: el fluido se con‐
duce ahora en régimen turbulento (Fig. 14(b)).
Generalizando los resultados de sus experimentos, realizados en tubos circulares, y par‐
tiendo de algunas consideraciones teóricas, que caen fuera de las pretensiones de este curso, Rey‐
nolds encontró las condiciones generales en las que son posibles la existencia de uno u otro régi‐
men y la transición entre ellos. Él estableció que los factores principales que determinan el carác‐
ter del régimen son:
 La velocidad media (promediada sobre la sección) del líquido en el conducto, v .
 El diámetro de la tubería, D.
 La densidad del líquido, .
 El coeficiente de viscosidad del fluido, .
Para caracterizar el tipo de régimen con el que se mueve el fluido, Reynolds introdujo el
concepto de velocidad característica, que agrupa las propiedades de la tubería (D) y las del fluido
(, ):

v0  ; (17)
D
observe que v0 tiene dimensiones de velocidad; en efecto:
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐12

N·s / m2 Kg·(m / s 2 )·s / m2


v0   m·Kg / m3

m·Kg / m3
 m / s , (18)

El resultado de medir la velocidad media del fluido en el conducto tomando como unidad la velo‐
cidad característica, da lugar a un parámetro adimensional que denominamos número de Rey‐
nolds, Re, y que sirve para determinar el tipo de régimen con el que se va a conducir el fluido:
v v D
Re   . (19)
v0 
Los resultados de los experimentos de Reynolds y otros investigadores permitieron esta‐
blecer que el valor Re=2300 resulta crítico, así para Re< 2300 el régimen resulta laminar y para Re>
2400 el régimen se considera turbulento, estableciéndose una zona de transición entre 2300 y
4000 en la que el flujo se hace inestable. De esta manera para determinar el carácter del régimen
del movimiento del fluido en un caso determinado, calcularemos Re mediante (19) y lo compara‐
mos con este valor crítico, si es mayor el régimen será turbulento y si resulta menor que 2300 será
laminar.

7. Pérdida de carga lineal en una tubería



Denominaremos pérdida de carga lineal a la energía disipada, en virtud de la viscosidad, a
lo largo de la tubería por unidad de peso de fluido transportado. Añadimos el calificativo de lineal
para hacer referencia al hecho de que se produce a lo largo de toda la tubería y con el fin de dis‐
tinguirla de las pérdidas de carga locales que se producen en un punto determinado, de las que
nos ocuparemos más adelante.
Consideremos un conducto cilíndrico horizontal de sección constante por el que circula un
fluido viscoso en régimen laminar (Figura 15). Para aplicar el teorema de Bernoulli entre las sec‐
ciones 1 y 2 hemos de contabilizar de alguna manera la energía mecánica transformada en energía
térmica (calor y entalpía) en virtud del rozamiento; para ello vamos a sumar a la altura total de la
sección 2, H2, la cantidad hl, que representará la energía mecánica por unidad de peso, que par‐
tiendo de 1 no llega a 2 porque se ha transformado en energía térmica por el camino:
v12 
P1 P2 v22 
H1  H2  hl  hl  z1     z2    . (20)
 2g   2g 
Al ser horizontal, z1=z2 y como la sección es constante y el fluido incompresible (1=2), la ecuación
de continuidad implica que la velocidad no cambia, v1=v2, por lo que la ecuación anterior quedaría:
P1  P2
hl  ; (21)

es decir, la viscosidad se traduce en un pérdida de pre‐
sión. Dicho con otras palabras, para mantener un co‐
G
rriente en un conducto horizontal, de sección cons‐
tante, hace falta establecer entre sus extremos una dife‐
rencia de presión que realice contra el fluido un trabajo
que compense la energía mecánica disipada por visco‐ 1 2
sidad. Observe que si el fluido fuera ideal podríamos Figura 15.‐ Conducto horizontal por el que
circula un fluido viscoso en régimen laminar.
mantener la corriente siendo P1 = P2.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐13

Poiseuille demostró (tal como se indica en el apéndice) que el gasto en una tubería cilíndrica
horizontal, de radio R y longitud, en régimen laminar viene dado por
 R4
G ( P1  P2 ) (22)
8 L
A partir de esta ecuación es posible evaluar estas pérdidas de carga. Desde el punto de vista
práctico el gasto que circula por un conducto es una magnitud relativamente fácil de medir: basta
disponer de un cronómetro para contabilizar el tiempo y de un recipiente graduado para medir el
volumen; dividiendo el volumen que sale del conducto entre la duración del intervalo de observa‐
ción, obtenemos el gasto. Pues bien, a partir del gasto que atraviesa la sección de un conducto
vamos a definir la velocidad media como:
G G
v   2 . (23)
S R
Si despejamos la diferencia de presiones de (22) y sustituimos en (21), las pérdidas de carga se
podrán expresar así:
8  LG P  P 8 LG
P1  P2   hl  1 2  . (24)
R 4
  R 4
Despejando G de (23) y sustituyendo en la ecuación anterior, podremos expresar las pérdidas de
carga lineales en función de la velocidad media:
P1  P2 8 Lv 32 Lv
hl    (25)
  R2  D2
donde, para caracterizar la tubería, como es usual, hemos utilizado su diámetro en vez del radio.
Hemos establecido que el número de Reynolds determina el tipo de régimen, por tanto vamos a
utilizar la ecuación (19) para hacer aparecer en la anterior Re; para ello podemos despejar de (19)
 y sustituir en (25):
P  P 32Lv vD 32L v 2 64 L v 2
hl  1 2    , (26)
  gD2 Re Re D g Re D 2g
donde hemos hecho aparecer la altura de velocidad, v2/(2g). En lo sucesivo cuando aparezca la
velocidad, aunque no lleve el superrayado, se referirá a la velocidad media. Observe que las pér‐
didas de carga son proporcionales a la longitud de la tubería y a la altura de velocidad del fluido
en la misma e inversamente proporcional al diámetro.
Es usual escribir la ecuación anterior bajo la forma:
L v2
hl  f , (27)
D 2g
donde hemos sustituido 64/Re por f, denominado factor de fricción.
Teniendo en cuenta la definición de velocidad media (ec. (23)), podemos rescribir esta ecua‐
ción en términos del caudal que circula por la tubería:
8 fLG 2
hl  . (28)
 2 gD5
Los resultados experimentales han puesto de manifiesto que la ecuación (27) (o (28)) re‐
sulta válida también para describir las pérdidas de carga en conductos con régimen turbulento y
se conoce con el nombre de ecuación de Darcy‐Weisbach; ahora bien, en tal caso el valor del factor
de fricción no será 64/Re. Su determinación en estas situaciones ha sido fruto de la experimenta‐
ción y los resultados se recogen en el denominado diagrama de Moody que se muestra en la Fig.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐14

0,1 Régimen turbulento:


Flujo Zona Régimen turbulento:
0,090 laminar crítica f=f(Re,/D)
0,085 f=f(/D)
0,080
0,075
0,070 0.050
0,065 0.040
0,060
0.030
0,055
0,050 0.020
0,045
0.015
0,040
0.010
Coeficiente de fricción, f

Rugosidad relativa, /D


0,035 0.008
0.006
0,030
0.004
Re=3500/(/D)
0,025
0.002

0,020 0.001
0.0008
0.0006
0.0004
0,015
0.0002
Tubería lisas
0.0001

0.00005
0,01 /D=0.000005
0,009 /D=0.000001
0,009
0,008 0.00001
6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8
10 3
10 4
10 5
10 6
10 7
10 8

Número de Reynolds, Re

Figura 16.‐ Diagrama de Moody. Su construcción de basa en datos experimentales y permite determinar el coefi‐
ciente de fricción una vez calculado el número de Reynolds y conocida la rugosidad relativa de la tubería.

16. En él se representa el factor de fricción f frente al número de Reynolds, Re y la rugosidad rela‐


tiva /D.
Como se puede observar, en el eje vertical derecho aparece una nueva magnitud: la rugosi‐
dad relativa, /D, que tiene significación cuando el régimen es turbulento. La rugosidad relativa es
el cociente entre el tamaño medio de las irregularidades de la tubería () y el diámetro de la tube‐
ría (D) tal como se muestra en la Fig. 17.
En el Diagrama de Moody, se distinguen diferentes zonas:
 Flujo laminar: corresponde a la zona en que Re<2300. En esta zona el factor de fricción viene
dado por
64
f ; (29)
Re
la función f=f(Re ) aparece como una recta al estar los ejes en escala logarítmica.
 Zona crítica: corresponde a la zona de transición entre el flujo laminar y el turbulento en la
que comienza a hacerse inestable el flujo y no es posible determinar con precisión el valor del
factor de fricción f.
 Tuberías lisas: el factor de fricción depende del nú‐
G
mero de Reynolds, si bien la relación es más compleja D
que la dada por (29), pues ahora su representación es 
una curva.
 Tubería rugosa, zona de transición (flujo turbulento Figura 17.‐ Concepto de rugosidad relativa
f=f(Re,/D)): el factor f depende de Re y de la rugosidad
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐15

relativa. Para cada valor de /D, que se lee en el eje vertical de la derecha, tenemos una curva
que nos permite determinar el valor de f conocido el de Re. Por ejemplo, para /D=0.01, si se‐
guimos la curva asociada hacia la izquierda, encontramos que para Re=30000 corresponde un
valor f=0.04 que leemos en el eje vertical izquierdo (ver las indicaciones de la fig. 16). La zona
queda delimitada, para cada valor de /D, por la expresión:
3500
3000  Re  , (30)
 D
que aparece como una línea discontinua en el diagrama de Moody.
 Tubería rugosa, zona completamente rugosa (flujo turbulento f=f(/D): en esta zona, para
cada valor de /D la curva de hace horizontal, lo que significa que el valor de f es el mismo sea
cual sea el valor de Re, es decir, en esta zona el factor de fricción es independiente del número
de Reynolds y depende sólo del factor de rugosidad relativa de la tubería.
En 1983 Haaland propone la siguiente ecuación empírica capaz de describir conjuntamente
las tuberías lisas y rugosas con una buena aproximación, para régimen turbulento:

1   1.11 6.9 
 1.8log  D    . (31)
f  3.7  Re 

Hemos de resaltar el carácter empírico de la ecuación anterior, es decir no se ha obtenido analíti‐


camente, sino que es el resultado de buscar una ecuación capaz de describir aproximadamente los
resultados experimentales.

8. Pérdidas de carga locales en una tubería



Siempre que la velocidad de una corriente en movimiento se altera en dirección o en mag‐
nitud en el flujo, se originan corrientes turbulentas localizadas en la zona del cambio, producién‐
dose una pérdida de energía localizada en esa zona además de la pérdida por fricción sobre una
longitud dada de tubería.
En una instalación hidráulica existen puntos singulares en la misma, como cambios de sec‐
ción transversal, juntas de estanqueidad salientes, codos, válvulas, conexiones en T, bifurcaciones,
contadores..., que producen cambios en el régimen localizados en las proximidades de estos pun‐
tos singulares y, en consecuencia, perdidas de carga adicionales a las que hemos descrito en el
apartado anterior. Éstas son las denominadas pérdidas de carga local. En el caso de una tubería
muy larga, suelen ser insignificantes comparadas con las pérdidas lineales. Cuando la longitud no
es muy grande o cuando abundan estas secciones singulares (piense en la cantidad de codos, vál‐
vulas, bifurcaciones... que puede haber en la instalación hidráulica de un edificio), las pérdidas de
carga locales pueden llegar a ser predominantes y se pueden expresar de dos formas:
 Utilizando la altura de velocidad:
v2
hloc  k , (32)
2g
donde el coeficiente de pérdida local, k, se determina, en cada caso, y casi siempre a partir de
datos experimentales que los fabricantes facilitan en sus catálogos técnicos. La altura de ve‐
locidad en general hace referencia a la correspondiente a aguas abajo de la sección singular,
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐16

si bien este dato suelen también facilitarlo Tabla 2.‐ Coeficientes de pérdida de carga local.
Accesorios k
los fabricantes. En la tabla 2 se muestran Válvula de globo, completamente abierta 10.0
algunos valores de k para algunas situa‐ Válvula de ángulo, completamente abierta 5.0
ciones características. Codo de retroceso 2.2
Empalme en T normal 1.8
 Expresándola como equivalente a una Codo de radio corto 0.9
Codo de radio medio 0.75
cierta longitud de tubería recta del mismo
Codo de radio largo 0.60
diámetro nominal que la del elemento. En Codo de 45º 0.42
el caso de que en el punto singular se vean Válvula de compuerta, completamente abierta 0.19
Válvula de compuerta, entreabierta 2.06
involucradas varias secciones habrá qué Estrechamiento abrupto, D2/D1
especificar qué diámetro se utiliza para la 0.1 0.45
equivalencia: 0.3 0.39
0.5 0.33
v2 Leq v 2 kD 0.7 0.22
hloc  k f  Leq  , (33) 0.9 0.06
2g D 2g f Estrechamiento suave
Curva suave 0.05
que nos permite establecer la relación en‐ Tronco de cono (20‐40º) 0.10
tre los parámetros de un método y otro
para expresar las pérdidas de carga locales.

9. Máquinas hidráulicas: bombas y turbinas



Existen varios tipos de máquinas hidráulicas. En las instalaciones urbanas y de la edificación
las más frecuentes son las que transfieren energía mecánica al fluido (bombas) y las que convier‐
ten la energía de un fluido en energía mecánica (turbinas).
En el ámbito de la arquitectura es muy frecuente encontrarse con la presencia de bombas y
más inusual las turbinas, por lo que dedicaremos mayor atención a aquéllas, limitándonos en el
caso de las turbinas a dar alguna noción general.
Existen diferentes tipos de bombas: centrífugas, de flujo axial, de desplazamiento positivo
(como son las de émbolo alternativo y las de tipo rotativo). No es nuestro objetivo describir con
detalle el funcionamiento de las bombas sino más bien cómo podemos integrarlas en los cálculos
de las instalaciones hidráulicas. En tal sentido observe que en el esquema de la Figura 18 hay una
entrada (aspiración) donde va conectado el conducto que suministra el fluido a la bomba desde
un depósito, estanque, pantano, lago... y una salida (impulsión ó descarga), donde va conectada la
tubería que conducirá el fluido a la zona de suministro, después de haber recibido la energía me‐
cánica aportada por los elementos móviles de la bomba.
Puesto que hemos escrito la ecuación de Bernoulli en términos de alturas (ver ec. (20)), para
poder contabilizar la energía aportada por la bomba a la corriente fluida, en su caso, hemos de
restar del segundo miembro de dicha ecuación un término hB que dará cuenta de la energía que
llega al punto 2 de la corriente pero que no partió del punto 1, puesto que fue suministrada por la
bomba en algún punto intermedio situado entre 1 y 2, donde se ubique la bomba.
Esta altura se determina midiendo la presión a la entrada y a la salida de la bomba, calcu‐
lando las velocidades (dividiendo el caudal de salida entre las respectivas secciones de aspiración
e impulsión) y teniendo en cuenta la diferencia de alturas, si las hubiere, entre la aspiración y la
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐17

im
as

zas zim
A
Plano de referencia

Figura 18.‐ Altura desarrollada por una bomba en una instalación de elevación de agua.

descarga. Así, la altura hB suministrada por la bomba al fluido es la diferencia entre as alturas
totales a la entras y la salida de la bomba:
P v2  P v2 
hB  Him  Has   im  im  zim    as  as  zas  , (34)
  2g    2g 
donde los subíndices im y as se refieren a la descarga (o impulsión) y aspiración de la bomba como
se muestra en la Figura 18. Si las tuberías de descarga y aspiración son del mismo tamaño, las
componentes de las alturas correspondientes a las velocidades se cancelan. Sin embargo, en ge‐
neral, el diámetro de la tubería de entrada es mayor que el de la de salida.
De la Figura 18 merece la pena destacar algunas observaciones:
 El fluido llega al cuerpo de la bomba por el efecto de aspiración que ésta realiza. Es decir en
la cámara de la misma se produce una disminución de la presión por ese efecto de aspira‐
ción, que podrá llegar, en el mejor de los casos, al vacío absoluto (P=0); es decir la presión
manométrica 4 será ‐Patm.
 Observe que en la tubería de aspiración se producen pérdidas de carga (denominémoslas
has). En tal caso, podemos comprobar que para que el fluido llegue hasta el punto de aspi‐
ración “as”, hemos de situar la bomba a una altura menor que 10.33 m. En efecto si escribi‐
mos la ecuación de Bernoulli entre el punto A sobre la superficie libre y el de aspiración:
PA v2A P v2 P 101300 Pa
  z A  as  as  zas  has  zas  A  has   has  10.33 m  has ,(35)
 2g  2g  9800 N
donde hemos tenido en cuenta que zA=0, que en la superficie libre del depósito vA=0, que se
ha alcanzado el mínimo valor de Pas = 0, que el fluido alcanza el punto de aspiración sin
energía cinética (vas=0) y, finalmente hemos sustituido el valor de la presión atmosférica en
A y el peso específico del agua.
 La altura de la bomba hB ha de compensar la diferencia de alturas geodésicas en la instala‐
ción, y las pérdidas de carga, tanto en la tubería de aspiración como en la de impulsión. Hay
que tener en cuenta que al estar los depósitos en contacto con la atmósfera, no hay diferen‐
cia de presiones entre los extremos de la instalación.
Si recordamos el significado de cada uno de los términos de altura de la ecuación de Bernou‐
lli (energía por unidad de peso de fluido que atraviesa la sección correspondiente), podemos in‐
terpretar la altura hB como la energía aportada por la bomba a cada unidad de peso de fluido que

4 Recuerde que la presión manométrica es la sobrepresión respecto de la presión atmosférica: Pman = P – Patm.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐18

la atraviesa, de modo que si el gasto a través de la bomba es G, la potencia transferida al fluido


será:
 Peso    ·Volumen 
WB  hB    hB    hB  G . (36)
 Tiempo   Tiempo 
Cuando un líquido fluye a través de una bomba, sólo una parte de la energía que ésta con‐
sume es transferida al fluido: existe fricción en los cojinetes y juntas, no todo el fluido que pasa
por la bomba recibe de forma efectiva el efecto de impulsión y existe una pérdida de energía im‐
portante debido a la fricción del fluido. El rendimiento de una bomba es bastante sensible a las
condiciones bajo las cuáles esté operando y se define como:
Potencia suministrada al fluido WB
  , (37)
Potencia consumida WC
Un tratamiento parecido al anterior podemos aplicar para las turbinas hidráulicas (movidas
por agua). El tratamiento es bastante diferente para las turbinas de vapor o de gas, a las que hare‐
mos alguna referencia cuando estudiemos la Termodinámica.
Las turbinas hidráulicas se utilizan principalmente para la obtención de la energía hidro‐
eléctrica. Las turbinas extraen energía de un flujo de agua y la convierten en energía mecánica
para mover los generadores eléctricos, que la convierten finalmente en energía eléctrica. Desde el
punto de vista práctico nosotros vamos a caracterizar una turbina también por su altura hT. Como
la turbina extrae energía de la corriente fluida, esta potencia será:
 Peso    ·Volumen 
WT  hT    hT    hT  G , (38)
 Tiempo   Tiempo 
Lo mismo que sucedía con las bombas, tampoco ahora toda la energía extraída del fluido se
convierte en energía mecánica; el rendimiento de la turbina se define como:
Potencia entregada W
'  E , (39)
Potencia extraida del fluido WT

10. Análisis de tuberías: línea de alturas



En este momento ya hemos desarrollado todos los elementos necesarios para llevar a cabo
el análisis del flujo estacionario de un fluido incompresible en un conducto o, incluso, en un sis‐
tema de conductos, si bien a esta cuestión dedicaremos específicamente la próxima sección.
Este análisis se fundamenta en los dos principios fundamentales:
 El principio de conservación de la masa, que, para fluidos incompresibles, se traduce en la
conservación del gasto en todas las secciones del conducto:
G1  G2  S1v1  S2v2 , (40)
 El principio de conservación de la energía, escrito bajo la forma del teorema de Bernoulli,
que ahora podemos completar para tener en cuenta el efecto de las pérdidas de carga y el
de las máquinas; con ello, entre dos secciones dadas de un tubería se escribe:
H1  H2  hl  hloc  hB  hT . (41)
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐19


hl2

hloc2
hB v2
2g
hl3 Línea de altura total
D
P
 hloc3
hloc1
Bomba B Nivel de energía
A hl4 disponible en el depósito
E
hl1
hloc4
C Válvula
hl5
Línea de altura piezométrica
F hT
z
T hloc5
hl6
Línea de altura geodésica H
Turbina
Plano de referencia G

Figura 19.‐ Representación de las líneas de altura geodésica, piezométrica y total en una instalación hidráulica.

donde H1 y H2 son las alturas totales en las secciones inicial y final, respectivamente; hl es
la pérdida de carga lineal dada por la ec. (27) (alternativamente la ec. (28)); hloc la suma de
las pérdidas de carga local en todas las secciones singulares de la conducción comprendidas
entre 1 y 2, calculadas, para cada una de ellas, mediante la ecuación (32) (alternativamente
la ec. (33)); hB la altura de la bomba (o bombas) ubicadas entre las secciones 1 y 25; y , final‐
mente, hT la altura de las turbinas entre las secciones en cuestión6. Haciendo explícitos los
términos de altura geodésica, de presión y de velocidad, quedaría:
P1 v12 P v2
z1    z2  2  2  hl  hloc  hB  hT . (42)
 2g  2g
Resulta muy ilustrativo construir un esquema como el de la Fig. 19 para conocer, en cada
sección de la tubería, cuál es la energía disponible. La línea punteada, que parte de A, indica la
energía disponible en el depósito. La salida del mismo supone la primera sección singular, lo que
implica una pérdida de carga local, por lo que la energía total disponible disminuirá en la magnitud
hloc1.
Desde aquí hasta la entrada a la bomba, se irá perdiendo energía, a lo largo de la tubería,
debido a las pérdidas de cargas lineales (recuerde que son proporcionales a la longitud de tubería
recorrida por el fluido). Al llegar a la entrada de la bomba se habrá perdido la cantidad hl1. La
bomba aporta energía a la corriente, de modo que la altura total a la salida habrá aumentado la
cantidad hB, que es la altura de la bomba.

5 Recuerde que va con signo menos porque representa energía que llega a 2 pero no partió de 1.
6 Ahora va con signo + porque, para que la energía se conserve, a la que llega a 2 ha se sumarse la que partió de 1 pero no llega a 2
porque ha sido extraída por las turbinas.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐20

De aquí en adelante, se sigue el mismo procedimiento para acabar de construir la línea de


altura total a lo largo de la conducción. Las pérdidas lineales están señaladas como hl2‐hl6, y las
pérdidas locales como hloc‐hloc5. Observe cómo disminuye la altura total entre la entrada y la
salida de la turbina en la cantidad hT, correspondiente a la energía extraída del fluido por la misma.
Una vez construida la línea de alturas totales, si, para cada sección, le restamos la cantidad
v2/(2g), obtenemos la línea de trazo discontinuo que se denomina línea de altura piezométrica. La
línea que recorre el eje de la tubería corresponde a la altura geodésica, o de posición, de cada
sección respecto del plano de referencia, es la línea de altura geodésica.
Para terminar, observe que en una sección cualquiera, como la marcada, la suma de la altura
geodésica, z, la de presión P/ y la de velocidad v2/(2g), nos proporciona la altura total.

11. Nociones sobre el golpe de ariete



Cuando la velocidad de un líquido en una tubería disminuye bruscamente debido, por ejem‐
plo, al movimiento de una válvula, el fenómeno que se produce se denomina golpe de ariete. Al
frenar la columna de líquido en un tiempo muy pequeño, ésta sufre una aceleración muy grande
y, por tanto, aparecen fuerzas dinámicas que producen grandes incrementos de presión en el in‐
terior de la tubería que pueden llegar a romperla7.
Para que nos hagamos una idea de las sobre presiones puestas en juego por el golpe de
ariete, consideremos una tubería horizontal de acero de 122 m de longitud, 20.5 cm de diámetro
y 6 mm de espesor de pared, que, conectada a un depósito, conduce agua con una velocidad media
de 3 m/s. Si se cierra bruscamente la válvula que termina el otro extremo de la tubería se origina‐
ría una onda de presión de unas 37.5 atmósferas (390 m de columna de agua) que se repetiría
hasta 5 veces por segundo antes de amortiguarse lentamente.
Un efecto parecido ocurre cuando un bajante descarga verticalmente sobre una arqueta; es
este caso la columna es acelerada bruscamente comprimiendo el aire que llena la arqueta.
Existen varias formas de prevenir el golpe de ariete:
 Utilizar válvulas de cierre lento (aumenta el tiempo de frenado de la columna de agua
y disminuye por tanto su aceleración).
 Conectar válvulas de escape automáticas a la conducción que permiten que el agua
salga cuando se sobrepasa cierto valor de la presión.
 Conectar el conducto con cámaras de aire comprimido que actúan como una almohadi‐
lla que absorbe los cambios de presión.
 Dotar las bombas de volante de inercia que sirven para absorber la energía, aumen‐
tando la inercia del elemento giratorio para alargar el tiempo necesario para que se
produzcan cambios en el caudal y, por tanto, disminuyendo su aceleración.
 Instalar chimeneas de equilibrio a lo largo de la conducción. Son tubos verticales co‐
nectados a la tubería que almacenan el líquido cuando las presiones son elevadas y que
lo devuelven al circuito cuando las presiones disminuyen.

7 Un análisis más detallado del fenómeno se puede encontrar en la pag. 358 del libro Mecánica de Fluidos con Aplicacio‐

nes en Ingeniería, de Joseph B. Franzini y E. John Finnemore, McGrawHill, 1997 (novena edición).
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐21

12. Nociones sobre la cavitación



Todo líquido tiende a evaporarse, de modo que las moléculas de su superficie abandonan el
líquido y pasan al estado de vapor ocupando el espacio por encima de la superficie libre. Si este
espacio es restringido, la presión parcial ejercida por las moléculas aumenta hasta que la frecuen‐
cia de retorno de las moléculas de vapor al líquido es igual a la frecuencia a la que escapan. Para
esta condición de equilibrio, la presión del vapor se conoce como presión de saturación.
La actividad molecular aumenta al subir la temperatura y disminuir la presión. A una tem‐
peratura dada, si se reduce la presión en la superficie del líquido a un valor por debajo de la pre‐
sión de saturación, se produce una velocidad de evaporación elevada y el líquido hierve. Por tanto,
la presión de saturación es la presión a la que el líquido hierve para una temperatura dada.
La vaporización y recondensación rápidas de un líquido mientras fluye momentáneamente
por una zona de baja presión absoluta se denomina cavitación.
Para que en una instalación hidráulica se produzca la cavitación es necesario que la presión
absoluta disminuya por debajo del valor correspondiente a la presión de saturación a esa tempe‐
ratura. Si tenemos en cuenta la ecuación de Bernouilli, si no cambia la z, para que disminuya la
presión debe de aumentar la velocidad, luego en los puntos donde aumente la velocidad (como en
los estrechamientos) es posible que el líquido hierva y se formen burbujas de vapor (ver Figura
23). Estas burbujas serán arrastradas por la corriente produciéndose su repentina condensación
en las zonas donde aumente la presión; en otras palabras, se podía decir que colapsan o que se
produce la implosión de las burbujas. Esta acción es capaz de producir presiones dinámicas muy
elevadas sobre los contornos sólidos adyacentes, y puesto que esta acción es continua y tiene una
frecuencia alta, se puede dañar el material de la zona afectada.
Los rotores de turbinas y bombas, y las hélices de los barcos sufren a menudo daños severos
llegando a producirse agujeros en el metal. Un daño semejante se puede producir justo aguas
abajo de válvulas parcialmente abiertas. La cavitación no sólo es destructiva, sino que en muchos
casos puede disminuir la eficiencia de la máquina o hélice y puede producir ruidos de cavitación
y vibraciones no deseadas, que se transmitirán con facilidad a través de los conductos entre es‐
tancias alejadas de un edificio.
Para evitar la cavitación es preciso que la presión absoluta en cada punto sea mayor que la
presión de vapor. Existen varias maneras de asegurar que esto ocurra.
 Una manera es aumentar el nivel de presión general, ubicando el dispositivo por debajo del
nivel de entrada, para que el líquido fluya hacia el mismo por la acción de la gravedad en
lugar de ser succionado.
 Otra es diseñar las máquinas de tal modo que no haya velocidades locales tan altas como
para producir esa baja presión.
 Una tercera forma es admitir la entrada de aire
ambiente dentro de la zona de baja presión. v1 S2
v2

S1 v2>v1  P1>P2
Figura 23.‐ Caída de presión en un estrecha‐
miento y posibilidad de cavitación.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐22

APÉNDICE‐1

Asociación de tuberías

En el análisis de la sección anterior nos hemos encontrado con tramos de tubería, de diferentes diámetros, co‐
nectados uno a continuación de otro. Decimos pues, que un conjunto de tuberías se asocian en serie (Figura 20) si todas
ellas estás recorridas por el mismo gasto G.
La ecuación de continuidad exige que, si el fluido es incompresible, que:
G  G1  G2  G3  ... . (43)

Pero, además, la conservación de la energía implica que las pérdidas de carga entre los extremos del sistema
será la suma de las pérdidas de carga en cada tubería:
hlSER  hl 1  hl 2  hl 3  ... . (44)

donde hemos despreciado, en principio, las pérdidas de carga locales. En el caso de que ello no fuera posible, habría que
sumar las correspondientes a cada uno de los tramos y, por supuesto, a los elementos de conexión entre ellos.
En el caso del flujo por dos o más tuberías en paralelo (figura 21) el flujo que entra en el sistema se divide en el
nudo A donde concurren las tuberías y, después de discurrir la parte correspondiente por cada tubería, se vuelven a
reunir en otro nodo B, donde vuelven a confluir los conductos.
La ecuación de continuidad aplicada ahora al nudo de bifurcación exige que el gasto que entre en él, G, tiene que
ser idéntico a la suma de los que salen:
G  G1  G2  G3  ... . (45)

Por otro lado, la altura total en A es idéntica para todas las tuberías, lo mismo que en B, de modo que las pérdidas
de carga en el sistema, entre A y B, tendrán el mismo valor para cada una de las tuberías. Es decir:
hl PAR  hl 1  hl 2  hl 3  ... . (46)

De nuevo, solo hemos considerado las pérdidas de carga lineales para escribir la expresión anterior, en el caso
de que las pérdidas locales no fueran despreciables, habría que sumar, en cada tubería, los términos correspondientes
a éstas.
Resulta útil a veces el concepto de tubería equivalente, definida de modo análogo a como hicimos para expresar
las pérdidas de carga locales en términos de una longitud equivalente de tubería. Diremos que un sistema de tuberías es
equivalente a una dada si, para el mismo gasto, ésta mantiene las mismas pérdidas de carga que el sistema al que equivale.
En el caso de tuberías en serie, la ec. (44) se escribirá, recordado la expresión para las pérdidas de carga (ec.
(28)):
2 2 2 2
8 feq LeqGeq 8 f1L1Geq 8 f2L2Geq 8 f3L3Geq feq Leq f1L1 f2L2 f3L3
      5  5 , (47)
 gD
2 5
eq  gD
2 5
1  gD
2 5
2  2 gD35 5
Deq D15 D2 D3

donde hemos utilizado el subíndice “eq” para referirnos a los datos de la tubería equivalente y hemos tenido en cuenta
que el gasto es idéntico en todas las tuberías e igual al que recorrerá la tubería equivalente. La ecuación anterior rela‐
ciona lo parámetros de la tubería equivalente y los de las componentes del sistema.
Para las tuberías en paralelo (Figura 21), expresamos el gasto en función de las pérdidas de carga, despejando
de la ec. (28):

Figura 20.‐ Asociación de tuberías en serie. Figura 21.‐ Asociación de tuberías en paralelo.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐23

 2 gDeq5 hleq  2 gD15hleq  2 gD25hleq  2 gD35hleq


Geq  ; G1  ; G2  ; G3  , (48)
8 feq Leq 8 f1L1 8 f2L2 8 f3L3

donde también hemos utilizado el subíndice “eq” para referirnos a los datos de la tubería equivalente y hemos tenido
en cuenta que ahora las pérdidas de carga son idénticas en todas las tuberías del sistema (ec. (46)) y, por supuesto, en
virtud de la definición de tuberías equivalentes, a las pérdidas de la tubería equivalente. Si sustituimos las expresiones
anteriores en la ec. (45) y simplificamos obtenemos:
5
Deq D15 D25 D35
   , (49)
feq Leq f1L1 f2L2 f3L3

que constituye la relación entre los parámetros de la tubería equivalente y los de cada una de las componentes del
sistema.

Redes de tuberías

En los sistemas de distribución municipales se encuentran a menudo tuberías en paralelo, estando las tuberías
conectadas de modo que el flujo en un punto dado puede provenir de distintos caminos, como se muestra en la figura
22. De hecho, a menudo es difícil averiguar por inspección visual el sentido del flujo, como en el caso de la tubería BE.
No obstante, los flujos en cualquier red, por complicada que sea, tienen que satisfacer las siguientes relaciones básicas
de continuidad y de conservación de la energía:
1. El flujo que entra en cualquier punto de unión debe ser igual al flujo que sale de él.
G i
i
entran   Gsalen
j
j
. (50)

2. La relación entre el gasto y las pérdidas de carga en cada tubería debe de satisfacer la ecuación (28).
 8f L 
hl j   2 j j5  G2j  RH G 2j . (51)
  gD 
 j 

3. La suma algebraica de las pérdidas de carga a lo largo de cualquier bucle cerrado (como el BCFE de la Fig. 22) debe
ser igual a cero. Serán positivas las pérdidas de carga en los ramales del bucle en los que el sentido de recorrido
del mismo coincida con el del flujo y serán negativas en aquellos ramales en los que sean opuestos8.
 h  0 ,
i
i
l (52)

Observe la analogía entre las redes de tuberías y las redes eléctricas. En efecto, el gasto desempeña el papel de
la intensidad eléctrica, las pérdidas de carga el de la diferencia de potencial (o diferencia de tensión) y el papel de la
resistencia eléctrica lo desempeñaría lo que denominamos la resistencia hidráulica, RH, que hemos identificado en la ec.
(51).
En el caso de las redes eléctricas lineales, la relación en‐
tre la diferencia de potencial y la intensidad viene dada por la
conocida ley de Ohm: G
V  RI D
. (53)
La ecuación análoga para las redes hidráulicas sería la ec. (51). A
Hemos de destacar el hecho de que en ésta, en general, la rela‐ C
B
ción entre hl y G no es lineal, como sucede en la ley de Ohm. No
obstante, en el caso de que el régimen sea laminar, el valor de f
viene dado por (29), lo que implica que, en tal caso, la relación F
(51) es lineal. E
Figura 22.‐ Red de tuberías.

8 Tenga en cuenta que al ir en contra de la corriente en lugar de perder energía nos vamos encontrando con que ésta

va aumentando.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐24

APÉNDICE‐2: Demostración de la Ley de Poiseuille



Cuando el fluido se conduce en régimen laminar en el interior de un conducto, es relativamente sencillo describir
el movimiento del mismo imaginándolo formado por capas sucesivas que deslizan una respecto de las otras sin mez‐
clarse.
El objetivo que nos vamos a marcar en esta sección será determinar el gasto G de un fluido viscoso que circula en
régimen laminar por un conducto horizontal, de sección circular constante, sometido a una diferencia de presión P2 ‐P1
entre sus extremos.
En la Fig. 24 se muestran una sección longitudinal y otra transversal de un conducto, de radio R y longitud L, la
presión en la sección de la izquierda es P1 y la de la sección final de la derecha P2.
Consideremos un filete de fluido concéntrico con el eje del conducto de radio r. Al ser horizontal no varía la
energía potencial; además, al ser la sección constante, la velocidad media será la misma en todas las secciones, luego
tampoco variará la energía cinética.
Las fuerzas que actúan sobre el filete de fluido son, por un lado, la fuerza neta debida a la presión, que actúan
sobre las bases del mismo, y vale:
FP  ( P1  P2 )S  (P1  P2 ) r 2 . (54)

Esta fuerza sería la responsable del movimiento del fluido.


En sentido opuesto actúa la fuerza de viscosidad (rozamiento entre el filete y el resto del fluido del conducto).
Esta fuerza actuará en la superficie lateral del filete, de área 2 rL. Se podrá calcular utilizando la ecuación (15), pero
teniendo en cuenta que el gradiente de velocidad será en la dirección radial. En efecto, la capa cilíndrica en contacto con
la pared de la tubería está adherida a la misma y su velocidad será nula; esta velocidad irá aumentando a medida que
nos acercamos al eje del conducto, de modo que allí tendremos la máxima velocidad en cada sección. La fuerza de vis‐
cosidad será pues:
dv(r ) dv(r )
FR   S   2 rL . (55)
dr dr
En condiciones de régimen estacionario el fluido no estará acelerado, por lo que la suma de estas fuerzas deberá
ser nula:
dv(r )
FP  FR  0  ( P1  P2 ) r 2   2 rL  0 . (56)
dr
Si dividimos por r y separamos variables, podemos integrar la ecuación anterior para obtener la velocidad de la
capa situada a una distancia r del centro:
( P1  P2 ) v( r ) (P  P ) r (P  P )
rdr  dv  0   dv   1 2  rdr  v(r )  1 2 (R2  r 2 ) , (57)
2 L 0 2 L R 4 L
donde hemos tenido en cuenta que la velocidad es nula para la capa en contacto con la tubería (r=R) y hemos denomi‐
nado v(r) a la velocidad de la capa de fluido situada a una distancia r del eje.
Vemos que la velocidad, en cada sección, para cada capa depende de r2, es decir en la sección longitudinal el
perfil de velocidades presenta una distribución parabólica, tal y como se muestra en la Fig. 25.

Figura 24‐ Cálculo del gasto de un fluido viscoso a través Figura 25.‐ Circulación de un fluido viscoso en régimen
de una sección de un conducto cilíndrico horizontal para laminar por un conducto cilíndrico horizontal.
régimen laminar
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐25

Conocida la distribución de velocidades, podemos calcular el gasto que atraviesa cada sección. Para ello consi‐
deremos una corona circular en la sección, tan delgada como queramos, de anchura dr (ver Fig. 25). En todos los puntos
de esta corona circular la velocidad es la misma, v(r), y el gasto a su través será:
( P1  P2 ) 2 2
dG  v(r )dS  (R  r )2 rdr . (58)
4 L
Para obtener el gasto a través de la sección no tenemos más que integrar la expresión anterior:
  P1  P2  R 2 2  R4
G   dG 
4 L 0
 R  r  rdr  G 
8 L
 P1  P2  . (59)

que se conoce como ecuación de Poiseuille.



FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐26


Problemas

Fluidos ideales

1. Determinar el tiempo que tarda en vaciarse, entre los niveles indicados, el depósito cilíndrico
horizontal de la figura, de radio R y longitud L=10R, a través del orificio indicado de radio
r=R/100.
SOLUCIÓN:
L
En la figura hemos representado una sección transversal del
depósito por el orificio de salida. Observe que hemos seña‐ Nivel inicial
lado la marca del nivel del líquido para un instante cual‐ /R
2 3 R
quiera t entre los niveles inicial y final, que tiene una anchura /R
2 3

2x(t) y está situada a una cota z(t) respecto del orificio de sa‐ Nivel final
lida. Problema 1
2r
La velocidad de las partículas fluidas en la superficie libre es
esencial mente vertical y se podrá escribir como v1 =‐dz/dt y la velocidad de salida por el orificio, en
virtud del teorema de Torricelli en ese instante será:
v2 (t )  2gz(t ) Nivel inicial
x(t)
La ecuación de continuidad se escribirá: 2/3R
z(t)‐R R
dz(t )
S1v1  S 2v2(t )   2x(t )L   r 2gz(t )
2
2/3R
z(t)
dt
Como ya hemos puesto de manifiesto la dependencia respecto de t de Nivel final
r
las variables x y z, a partir de ahora omitiremos esta dependencia explí‐
cita al escribirlas. Debemos de encontrar la relación entre x y z. Para
ello, mirando la figura de la sección, y aplicando el teorema de Pitágoras, podemos escribir:
1 1
 
x  R2   z  R   R2  z 2  R  2Rz  2Rz  z 2  z 2  2R  z  2
2

Sustituyendo en la ecuación anterior y simplificando se obtiene:


1 1
1
dz 2L 1
2z  2R  z 
2 2 L   r z 2g  dt   2
2 2
2R  z  2 dz (60)
dt  r 2g
Integrando entre la situación inicial y final:
tF 2L R  32 R 1
2L R 1

0    
 r 2 2 g R  3 R  r 2 2g  3
dt   2R  z 2 dz  2R  z 2 dz
3

2 5R

Donde hemos quitado el signo (‐) al intercambiar el orden de los índices de la integral. La integral
de la derecha se integra fácilmente haciendo la sustitución (2R‐z)=y:
1
1
2 32
   2R  z  2 dz   y 2 dy  y
3
Sustituyendo en la ec. (60) se obtiene:
R
 3 3
  3 3

2L2 
3 3
4 L   R  2  5R  2
 4 L   5R  2  R  2

tF  2 3  2R  z  2
 5R 
  2R     2R    


 3  3 
 r 2g   3 r 2 g 
2
3   3  3 r 2 g    
2
3    
Sustituyendo los valores de r y L en función de R:
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐27

5
 3 3
  5 3
40R  5R   R    400000R 1 1
    3   18789R 2
2 2 2
tF   
   
2 g  3   3   3 R 2 2 g  3
2
3 (R 100) 3 
   


Fluidos viscosos

2. La bomba BC se utiliza para transportar agua hasta el depósito G. La línea de alturas totales de
la instalación se muestra en la figura. Determinar: a) La potencia suministrada al agua por la
bomba. b) La potencia extraída por la turbina DE. c) La altura
115 m
total en G. Datos: LCD=LEF=600 m, DCD=DEF=60 cm, fCD=fEF=0.02. 105 m
100 m G
SOLUCIÓN:
F
a) La potencia de la bomba será: WB   GhB . La altura específica de
la bomba se puede obtener aplicando la ecuación de Bernoulli entre E
la entrada (B) y la salida (C) de la misma y observando la figura lee‐ D
remos los valores de la altura total en esos puntos: A
HTB  HTC  hB  hB  HTC  HTB  115  30  85 m
B C
Procediendo de modo análogo entre C y D, podemos obtener el va‐
lor del gasto: 30m Problema 2

HTC  HTD  hCD  hCD  HTC  HTD  115  105  10 m 


8 fLG 2 10 2 gD5 10 2 9.8(0.6)5
 10   G    0.885 m3 s
 gD
2 5
8 fL 8 · 0.02· 600
La potencia de la bomba será pues:
WB   GhB  9.8·1000· 0.885· 85  737205 W  733.2 kW
b) La potencia extraída por la turbina podemos calcularla aplicando el teorema de Bernoulli entre
las secciones D y E de la conducción:
HTD  HTE  hTUR  hTUR  HTD  HTE  105  100  5 m;

WTUR   GhTUR  9800· 0.885·5  43365 W  43.36 kW
c) Para calcular la altura total en G, podemos escribir la ec. De Bernoulli entre las secciones E y G:
HTE  HTG  hEG  HTG  HTE  hEG  100  10  90 m
Donde hemos tenido en cuenta que para el tramo EG las pérdidas de cargas son idénticas que en el
tramo CD, puesto que las características de los dos tramos son idénticos y el gasto es el mismo en
ambos tramos.


3. Expresar la potencia de la bomba para el sistema de la C
A G1 1
figura, por el que circula un fluido de peso específico ,
en función de los datos dados. Todas las tuberías tienen G L
diámetro D y coeficiente de fricción f. L L

SOLUCIÓN: L

El gasto que pasa a través de la bomba, aplicando el principio B


2
de conservación en A, es: Problema 3
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐28

G  G1  GB  GB  G  G1
Aplicando el teorema de Bernoulli entre las secciones A y C por los dos caminos, y restando a conti‐
nuación ambas ecuaciones podemos escribir:
8 fLG12 
HTA  HTC  hAC 1  HTC  
 2 gD5  8 fLG12  8 f (3L)GB2  8 fL
8 f (3L)GB2   0  
 gD   gD
2 5 2 5
 hB   hB  2 5 3GB2  G12
 gD
 
HTA  HTC  hAC 2  HTC   hB  
 gD
2 5 
Y sustituyendo el valor de GB:
8 fL
 gD
 2

8 fL
 gD
 8 fL
 gD
 
hB  2 5 3  G  G1   G12  2 5 3 G 2  G12  2GG1  G12  2 5 3G 2  6GG1  2G12  
La potencia de la bomba será:
8 fL
WB    G  G1 
 2 gD5
3G 2
 6GG1  2G12 


4. La figura representa una instalación hidráulica experimental. El diámetro de la tubería es D=10
cm y su longitud L=200 m. La diferencia de presiones medida entre los puntos 2 y 3 es de 272
kPa. El estrechamiento localizado en 5 tiene un diámetro d=5 cm y la diferencia de presiones
medida entre los puntos 4 y 5, muy próximos, es de 27200 Pa. Si se desprecian las pérdidas de
carga locales, hallar: a) Gasto que circula por la tubería. b) Potencia de la bomba. c) Coeficiente
de fricción de la tubería. Nota: haga la aproximación g=10 m/s2
SOLUCIÓN: A 1 2 3
B B
a) Aplicando el T. de Bernoulli entre los puntos 4 y 5 po‐ 6

demos determinar el gasto:


5 4
P4 v42 P5 v52
HT 5  HT 4   z4    z5  Problema 4
 2g  2g
Teniendo en cuenta que la instalación es horizontal (z4=z5) y expresando la velocidad en cada caso
en función del gasto (v=G/S=4G/(D2)), tendremos:
P4  P5 v52 v42 8G2  1 1   2 g  P4  P5   2 ·10· 27200
   2  4  4  G    0.015 m3 s
 2g 2g  g  D5 D4  8 D54  D44  
8·104 · 0.054  0.14  
b) La altura de la bomba se puede calcular aplicando el T. de B. entre las secciones 2 y 3. Teniendo
en cuenta que la conducción es horizontal y las velocidades iguales (al serlo las secciones) pode‐
mos escribir:
P3 v32  P2 v2  P  P 272000
HT 2  HT 3  hB  hB  HT 3  HT 2   z3     z2  2   2 3   27.2 m
 2g   2g   10000
Y su potencia es:
WB   GhB  10000· 0.015· 27.2  4080 W
c) Para calcular el coeficiente de fricción, f, en la tubería aplicamos el T. de B. entre dos puntos
situados sobre la superficie libre del depósito unidos a través del conducto:
8 fLG 2 hB 2 gD5 27.2· 2 ·10· 0.15
HTA  HTB  hAB  hB  hB  hAB   f    0.075
 2 gD5 8LG 2 8· 200· 0.0152

FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐29

5. La alberca A proporciona 0.085 m3/s de agua al valle situado aguas abajo mediante un conducto
de 0.3 m de diámetro y 300 m de longitud, con la salida 10 m por debajo del nivel del agua en A.
Desde una unión en el punto medio de esta conducción, otra tubería lleva agua, por medio de
una bomba B, a un depósito C cuya superficie libre está 6 m por encima de la de A. Esta segunda
tubería tiene 75 m de longitud y 0.3 de diámetro. El coeficiente de fricción para todas es f=0.007.
a) ¿Cuál es el máximo gasto en la tubería que va a C si el caudal a suministrar al valle debe per‐
manecer a 0.085 m3/s? b) ¿Cuál debe ser la potencia de la bomba? Nota: tome g10 m/s y 210.
SOLUCIÓN:
C
a) Aplicando el T. de B. entre A y D podemos determinar el
gasto en la tubería 1 6 m
A
HTA  HTD  hAD  3
PA v 2
P v 8 fL G 8 fL G
2 2 2
B
  zA   D  zD 
A
 D
 1 1 2 2

 2g  2g  gD  gD
2 5 2 5 10 m 1

Podemos simplificar la expresión anterior si tenemos en


2 D
cuenta que PA=PD=PAtm. Además, como A está sobre la superfi‐ Problema 5 0.085 m /s
3

cie de un gran depósito, su velocidad será despreciable frente


a la de salida por D (la de la tubería). Escribiendo la velocidad
en D en función del gasto en la tubería 2, la expresión anterior nos permite determinar el gasto en la
tubería 1:
8G22 8 fL1G12 8 fL2G22 8 · 0.0852 8 · 0.007 · 150· 0.0852 8 · 0.007 · 150 G12
zA     10    
 2 gD4  2 gD5  2 gD5 10· 10· 0.34 10· 10· 0.35 10·10· 0.35

10  0.07  0.25
 0.07  0.25  34.57G12  G1   0.53 m3 s
34.57
Aplicando la ecuación de continuidad al nudo de bifurcación calculamos el gasto en la tubería 3:
G1  G2  G3  G3  G1  G2  0.53  0.085  0.445 m3 s
b) La potencia de la bomba se puede calcular aplicando el T. de B. entre A y C:

PA v 2A PC v 2 8 fL G 2 8 fL G 2
HTA  HTC  hAC  hB   zA    zC  C  2 1 51  2 3 35  hB
 2g  2 g  gD  gD
Teniendo en cuenta que PA=PC=PAtm y que vA=vC=0 (al estar ambos puntos sobre la superficie libre de
un gran depósito), podemos escribir:

8 fL1G12 8 fL3G32 8·0.007·150·0.532 8·0.007·75·0.4452


hB  zC  z A    6    6  9.7  3.4  19.1 m
 2 gD5  2 gD5 10·10·0.35 10·10·0.35
Y la potencia de la bomba vale:
WB   G3hB  10000· 0.445· 19.1  84995 W  85 kW



6. En la instalación de la figura, las cinco tuberías tienen un diámetro de D=20 cm y un factor de
fricción f=0.02. Las longitudes de las tuberías 1 y 5 son L1=L5=100 m, mientras que de las tuberías
2, 3 y 4 son L2=100 m, L3=200 m y L4=400 m. El gasto en la tubería 1 es G1 = 100 l/s y la cota del
nivel del depósito A respecto a la referencia (nivel de los puntos C y D) es zA=80 m. En estas
condiciones se pide: a) Cota zB del nivel del depósito B. b) Gasto en las tuberías 2, 3 y 4. c) Presión
manométrica a la entrada y a la salida de la bifurcación (puntos C y D).
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐30

SOLUCIÓN: A
8 fi L i
Para simplificar los cálculos, sea ki  , de tal
 2 gDi5 B

forma que la pérdida de carga lineal en la i‐ésima tube‐


80 m
ría puede escribirse hi  ki Gi2 . Para las tuberías del
2 zB
problema, los valores de ki son, en el SI: k1=k2=k5 =500; 1
5
k3=1000 y k4=2000. 3
Las ecuaciones independientes que pueden escribirse C D
asociadas a esta instalación son: 4
Problema 6
 Bernoulli entre A y B (da igual cuál de las tres tu‐
berías 2, 3 o 4 elegir para el camino de la línea de corriente, al estar en paralelo):
z A  zB  h1  h2  h5  zB  k1G12  k2G22  k5G52 (61)
 Igualdad de pérdidas de carga en las tuberías en paralelo:
h2  h3  k2G22  k3G32 (62)
h2  h4  k2G  k 4G
2
2
2
4 (63)
 Conservación del gasto:
G1  G2  G3  G4 ; G1  G5 (64)
Observe que tenemos 5 incógnitas (G2, G3, G4, G5, y zB) y 5 ecuaciones. Despejando de (62) y (63)
G3 y G4 en función de G2 y sustituyendo en (64):
k2 k2
G3  G2 G4  G2
k3 k3

 k k   G  0.0320 m /s
3
G1  G2  1  2  2   G2  0.0453 m3 /s   3
 k3 k4  G4  0.02265 m /s
3

Por último, sabiendo que G5=G1=0.1 m3/s, se obtiene de la ecuación (61)
z B  z A  k1G12  k2G22  k5G52  68.97 m
Para saber la presión manométrica en C, aplicamos Bernoulli entre A y C
PC 8G12
zA    k1G12  PC  745 kPa
  gD
2 4

Y haciendo lo propio entre D y B:


PD 8G52
  zB  k5G52  PD  734.7 kPa
  2 gD4


7. Se quiere hacer una estimación de la potencia W, de la bomba hidráulica necesaria en la instala‐
ción de suministro de agua a un edificio de 6 plantas. La instalación consta de un montante ver‐
tical, de 5 cm de diámetro y un coeficiente de fricción de 0.001, del que sale una acometida por
planta. Cada planta requiere una alimentación mínima (las seis acometidas abiertas) de 5 l/s,
para lo cual es necesario que la presión manométrica a la entrada de la acometida de la sexta
planta sea de 200 kPa. Otros datos: L (altura entre plantas)=3 m, g=10 m/s2, γagua=104 N/m3.
SOLUCIÓN:
Aplicamos el teorema de Bernoulli entre la superficie libre del depósito (A) y la entrada a la sexta
planta (C):
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐31


PA v 2A P v2 8 f L G2 C
H A  hb  H6  hA6   zA  hb  6  z6  6   2i i 5i L
 2g  2g i  gDi 5ª

Despejamos el valor de hB y sustituimos los valores para las variables co‐ L



nocidas: L

P6  PA 8G 2 8 fLG 2
hb 
  gD  gD

 z6  2 4  2 5 62  52  42  32  22  1   2ª
L

1ª L
8G2 8 fLG 2 8G 2  91 fL 
 20  18  2 4  2 5  91  38  2 4  1  
 gD  gD  gD  D  A B
L

8  52  106  91  103 ·3  Problema 7


 38  1    40 m
 2  10  54  108  5  102 
El valor de la potencia será:
WB   Ghb  104 · 40·30·103  1200 W  1.2 kW


8. En la instalación de la figura se utiliza una tubería de hierro (rugosidad ε=0.4 mm, diámetro
D=0.25 m) para llevar 100 l/s de agua desde el depósito inferior hasta el superior. a) Determine
la potencia necesaria de la bomba. b) Dibuje la línea de alturas totales. c) Calcule la altura de
presión en el punto más alto de la instalación, Q; ¿saldría agua de la tubería si se abriera un ori‐
ficio en dicho punto? Datos: ρ=1000 kg/m3, visco‐
sidad μ=0.001 N·s/m2. Debe usar el diagrama de Moody Q
para calcular el factor de fricción de la tubería. No consi‐
dere pérdidas locales. 110 m C

SOLUCIÓN:

105 m
A
a) Aplicamos el Teorema de Bernoulli entre el
5 m
punto A (nivel del depósito) y el punto C (salida B
de la tubería) podemos obtener una expresión 20 m 10 m Problema 8
para la altura de la bomba:
Patm P v2 8 fLG 2
H A  hb  HC  h   z A  hb  atm  C  zC  2 5
g  g 2g  gD

8G 2 8 fLG 2  L  8G 2
hb  2 4  zC  z A  2 5   1  f  2 4  zC  z A
 gD  gD  D   gD
En la expresión anterior hemos puesto la altura de velocidad en C en función del gasto. L es la
longitud completa de la tubería, L=300 m. Para conocer el coeficiente de fricción, f, acudimos al
diagrama de Moody. La rugosidad relativa /D=0.0004/0.25=0.0016; y nº de Reynolds vale:
 vD 4 G 4  1000  0.1
Re     509296  5·105
  D 0.001    0.25
Que hemos puesto en función del gasto sin más que sustituir
G 4G
v  .
S  D2
El valor de f que se obtiene es aproximadamente f=0.022. Sustituyendo en la ecuación de la altura
de la bomba:
 L  8G2  300  8·0.12
hb   1  f  2 4  zC  z A   1  0.022  100  5.73  100  105.73 m
 D   gD  0.25   2 9.8·0.254
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐32

Por lo que la potencia de la bomba será:


Wb   gGhb  1000  9.8  0.1  105.73  103615 W  103.6 kW .
Para dibujar la línea de alturas totales solo tenemos que calcular las pérdidas en cada tramo de
tubería:
8 fG 2 110.36 110.18 Q
h1  ·L  0.0184  20  0.368 m 105.2
 2 gD5 1 106.52
C
h2  0.0186·L2  0.0184  10  0.184 m
h3  0.0186·L3  0.0184  200  3.68 m

105 m
A
h4  0.0186·L4  0.0184  70  1.288 m 4.63
5 m
B
Como ve, en el punto C la altura total no es exac‐
tamente 105 m debido a la altura de velocidad
(0.21 m). En cuanto a la altura de presión en Q, una vez más aplicamos Bernoulli entre A y Q:
Patm P v2
H A  hb  HQ  h1  h2  h3   5  105.73  Q  Q  110  0.368  0.184  3.68 
g g 2g
0.21
PQ  Patm
  3.75 m
g
Es decir, la altura de presión manométrica en Q es negativa, o en otras palabras, la presión abso‐
luta en Q es menor que la atmosférica, por lo que si se abriera un orificio en Q entraría aire en la
tubería.


9. La tolva dosificadora C tiene forma cónica. El radio de su base vale R=2 m y su profundidad
H=4 m. Cuando está completamente llena se ha de vaciar hasta la mitad de su altura, a través
del orificio E, de 8 cm de diámetro, para una operación de mantenimiento de emergencia, a)
¿cuánto tiempo tardará en vaciarse?. Una vez realizada la operación de mantenimiento, se
cierra el desagüe y se pretende llenar de nuevo mediante la instalación hidráhulica de la figura
que lo conecta al pantano A (L=100 m, D=20 cm, f=0.02). b) Determine la potencia de la bomba
para que la tolva se vuelva a llenar por completo en 20 minutos. Nota: tómese g=10 m/s2; 2=10;
VCONO  13 πR 2 H .

SOLUCIÓN: C

a) Para determinar el tiempo de vaciado pedido, consideramos un


instante intermedio. En esas condiciones el radio de la superficie li‐ 30 m
bre del fluido es x(t) y la profundidad del agua z(t). Si aplicamos el
A
teorema de Bernoulli entre un punto situado en la superficie libre
B E
(1) y otro situado a la salida del orificio del desagüe (2) podemos
Problema 9
escribir:
P1 v12 P2 v2 v22
 z1    z2  2  z(t )   v2  2 gz (t ) R
 2g  2g 2g
Donde hemos tenido en cuenta que las presiones en 1 y 2 son iguales, hemos des‐ x
preciado la velocidad en la superficie libre (1) frente a la velocidad de salida (2).
Se ha de verificar la ecuación de continuidad: H
dz (t ) S2 z
S1v1  S 2 v2    2 gz (t )
dt  x(t ) 2
E
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐33

Necesitamos establecer la relación entre x(t) y z(t) para poder integrar la ecuación anterior:
x(t ) R R
  x z
z(t ) H H
Sustituyendo el valor de x(t) en la expresión anterior:
dz S 2 H 2  R2  R2 H 2
  2 2 2 g z  dt   
32
z dz  t F   z 3 2dz 
dt  R z 2
S2H 2g 2
S2H 2g H

4
 22  z5 2  2
z dz  34.94  5   34.94  45 2  25 2   368.2 s  6 m 8.2 s
H 2

 (0.04)2 42 20 H
 32

 2 2 5
b) Si queremos rellenar la mitad vaciada en 20 minutos hemos de aportar un caudal:
V 13  [R H  (R / 2) ( H / 2)] 13  (16  2)
2 2
G
   0.0122 m3 /s
t 20  60 20  60
Aplicamos el teorema de Bernoulli entre la superficie del lago (A) y la salida libre del conducto (C):
PC vC2 PA v 2 8 fLG 2
HTA  HTC  hAC  H B  H B  HTC  HTA  hAC   zC    zA  A  2 5
 2g  2 g  gD
Las presiones en A y C son iguales a la presión atmosférica; la velocidad en A podemos despreciarla y la de
C expresarla en función del gasto: vC (2 g )   8G   gD  . Con ello podemos escribir:
2 2 2 4

8G 2 8 fLG 2 8G 2  f L 8  0.0122 2  0.02  100 


H B  zC   2 5  zC  2 4  1    30  1    30.082 m
 gD  gD
2 4
 gD  D  10  10  (0.2)4  0.2 
La potencia de la bomba será:
WB   GH B   gGH B  10  1000  0.0122  30.082  3670 W

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