1 Dinámica de Fluidos
“Basta observar un rio o el mar moviéndose
en condiciones meteorológicas severas para
comprender que describir con detalle el mo‐
vimiento resulta altamente complejo”
La familia suiza Bernoulli (ó Bernouilli) es
famosa por sus contribuciones a la Mate‐
mática y la Física. En el campo de la mecá‐
nica de fluidos destaca la publicación de la
obra en 1738, Hidrodinámica, por este au‐
tor que se muestra, que es un estudio teó‐
rico y experimental del equilibrio, la pre‐
sión y la velocidad de los fluidos. También
en ella se sientan las bases de la teoría ciné‐
tica de los gases.
1. Introducción
Al igual que en la estática de fluidos suponemos un fluido como una distribución continua
de materia tal que presenta una deformación continuada al estar sometido a una tensión cortante
por pequeña que sea. Como consecuencia, estos medios pueden fluir, no tienen forma propia y se
adaptan a la forma del recipiente que los contiene. Así abarcan las fases líquidas y gaseosas (va‐
por) de la materia física. Esta descripción en que no se tiene en cuenta la estructura de la materia
y tiene en cuenta los efectos promedio o macroscópicos son los que interesan a la técnica.
En la dinámica de estos sistemas materiales la posición r la velocidad v y la aceleración a
son las magnitudes vectoriales de interés que deben ser calculadas.
Para estudiar los fluidos en movimiento o flujos, se suelen utilizar dos enfoques: seguir a las
partículas fluidas1 en su movimiento a lo largo del tiempo y determinar el lugar geométrico de las
posiciones (trayectorias), descripción ésta que supone trabajar con un número enorme de datos.
Otra posible descripción consiste en considerar puntos fijos del espacio y registrar la velocidad de
las partículas que pasan por dichos puntos. La velocidad se describirá como un campo de veloci‐
dades que se asigna a cada punto del espacio, las líneas envolventes (sus vectores tangentes coin‐
ciden con la dirección de la velocidad) de este campo de velocidades se denominan líneas de co‐
rrientes (Fig. 1).
Nuestro interés de estudio se centra fundamentalmente en los flujos estacionarios e incom‐
presibles, que describiremos a continuación, en los que las trayectorias y las líneas de corriente
1 Partícula fluida es una masa pequeña de fluido de identidad fija contenida en un volumen infinitesimal, su velocidad será la del centro
2 Volumen arbitrario en el espacio a través del cual circula el fluido. Su frontera geométrica es la superficie de control y puede ser real
El flujo interno en lı́quidos en los que el ducto no está cerrado (hay una superficie libre a
presió n constante) se denomina flujo en canal abierto: flujos en rı́os, canales de irrigació n y acue‐
ductos.
Finalmente comentar que los flujos viscosos pueden clasificarse en base a la estructura del
flujo como ré gimen o flujos laminares o turbulentos que se estudiaran má s adelante.
Según lo dicho anteriormente para un fluido que se mueve en condiciones de flujo estacio‐
nario, la velocidad de una partícula fluida es función sólo de la posición que ocupa en un instante
determinado: v v(r ) , donde r xi yj zk es el vector posición de la partícula en la línea de
corriente (Fig. 1).
Por lo tanto, podemos escribir que
dr
v , (1)
dt
ya que dr dxi dyj dzk es un vector tangente a la línea de corriente en el punto considerado.
Por último, expresaremos la aceleración de la partícula en su forma habitual:
dv
a , (2)
dt
Por otra parte, la velocidad de la partícula también se puede expresar de la forma v v T
siendo T un vector unitario tangente a la línea de corriente3.
3 El hecho de que v no tenga componente normal a la línea de corriente implica que dos líneas de corriente no pueden cruzarse.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐4
de Bernoulli expresado en alturas. En este caso las dimensiones son de energía/peso, que equivale
dimensionalmente a una longitud. La suma de los tres términos se denomina altura total en la
sección correspondiente, es decir:
v12 P1
H1 z , (6)
2g 1
altura
altura de altura de geodésica o
presión velocidad de posición
En definitiva, el teorema de Bernoulli se puede expresar diciendo que la altura total es constante
en todas y cada una de las secciones del conducto. En la ec. (6) P1 es la presión absoluta, sin em‐
bargo, es posible restar en los dos miembros de la ec. (5) la presión atmosférica, resultando en la
altura total la altura de presión manométrica. Esta es la expresión común para el análisis de las
instalaciones hidráulicas.
La resolución de un problema de dinámica de fluidos no viscosos, en régimen de flujo estacio‐
nario, se basa en tres ecuaciones:
P v2
1) El teorema de Bernoulli (principio de conservación de la energía): z const
2g
2) La ecuación de continuidad (principio de conservación de la masa) i vi si j v j s j
entr . sal .
v2 2 g H (9)
Tiempo de vaciado de un depósito de superficie libre constante
De la ecuación de continuidad (Fig. 5):
vz S z v2 S2 . (10)
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐6
Por otro lado, la velocidad de las partículas fluidas en la superficie libre del depósito será esencialmente vertical y po‐
dremos escribir:
dz
vz , (11)
dt
el signo menos aparece porque estamos escribiendo el módulo de la velocidad y mientras el incremento de tiempo es
positivo el de z es negativo (z disminuye conforme crece).
El teorema de Torricelli permite escribir:
v2 2 g z . (12) Patm
Sustituyendo (11) y (12) en (10): S1
dz S
2 2 g z ,
dt Sz Sz
separando variables:
S Z dz SZ 1 z H
dt z 2dz
S2 2 g z S2 2 g
e integrando: S2
t H Sz 1 2 S1 1
dt
0 0
S2 2 g
z 2
dz t
S2 2 g
H 2 Patm
Figura 5.‐
Tiempo de vaciado de un depósito de superficie libre variable
Vamos a calcular el tiempo de vaciado de una cisterna longitud L que se vacía a través de un orificio de sección
So y cuya sección elíptica viene descrita por la ecuación:
x 2 y2
1
a2 b2
La ecuación de continuidad se escribirá:
S z vz S o vo , (13)
donde Sz=2·x(t)·L y vz se puede escribir:
dz
vZ .
dt
Si Sz >>So el teorema de Torricelli implica que:
vo 2 g z .
Sustituyendo en la ecuación (13):
dz S S z dz 2 L x
o 2 g z dt 1
1
dz . (14)
dt Sz So 2g z 2 So 2g z 2
De la ecuación de la elipse se obtiene:
a 1 a 1
x (b2 ‐ y 2 ) 2 [(b y )(b ‐ y )] 2 ; z b y ;
b b
sustituyendo en la ecuación (14)
y
y
y(t) x(t) x
b L a
a b z(t)
x
Figura 6.‐ Figura 7.‐
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐7
1
2 L a (b y ) (b y ) 2 2 L a 1
dt dz (2 b z ) 2 dz ;
So 2g b (b y ) S o 2 g b
e integrando:
2b
2 L a 1 8 La 1
t (2 b z ) 2
dz b 2
So 2g b 0 3 So g
Sifón.
En la Edad Media se usaron los sifones (Fig. 8) y se sabía que podía elevar agua a una altura no mayor de 10 m.
Vamos a explicar ese límite y calcular la velocidad de salida del agua.
Para iniciar el movimiento el tubo debe estar lleno de líquido, una forma de hacerlo es aspirar por el extremo
abierto. Una vez iniciado, el flujo continúa sin necesidad de bombeo.
Aplicando la ecuación de Bernoulli a los puntos R y S obtenemos:
1 1
PR vR2 g ( H D ) PS vS2 g 0
2 2
R
También al aplicar la ecuación de la continuidad: vR v S ;
H
puesto que ρ= 1000 kg/m3, PS PAtm 101 kPa y que PR debe ser posi‐ A
tiva:
101000
( H D) 10.30 m Q
1000 9.8 D
Para determinar la velocidad de salida del agua basta aplicar
la ecuación de la continuidad y de Bernoulli entre los puntos A y S
obteniéndose el mismo resultado que en el teorema de Torricelli: S
vS 2 g D Figura 8. Sifón.
Tubo de Venturi.
Se representa en la Figura 9 y consiste en un estrechamiento producido en un tubo y construido de forma que
mediante una disminución gradual de la sección en la entrada y un aumento también gradual en la salida, se evite la
producción de remolinos y quede asegurado un régimen estacionario. Se utiliza para medir el gasto en una tubería
intercalándolo en ésta.
La ecuación de Bernoulli, aplicada entre los puntos 1 y
2 de la figura nos da:
1 1 1
P1 v12 P2 v22 P1 P2 v22 v12 h
2 2 2
Esta diferencia de presiones puede hallarse midiendo la
v1 v2
diferencia de alturas entre los tubos piezométricos: P1, S1 P2, S2
P1 P2 gh
h
Tubo de Pitot
El dispositivo representado en la Figura 10 se ha dise‐
ñado para medir la velocidad de un gas que circula por una tu‐
bería. Se basa en la medida de la presión de estancamiento en Figura 10.‐ Tubo de Pitot.
el punto 2, que se encuentra a la entrada de la embocadura del
tubo manométrico, donde la velocidad es nula.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐8
v2
2g
5.1. Viscosidad: (c)
h
fluidos newtonianos
1 2 3 4 5 B
B B
R A R A
F D F D
V V
(a) (b)
Figura 14.‐ Experimento de Reynolds para determinar la transición entre régimen laminar y turbulento.
movimiento es desordenado, las capas se mezclan entre sí dando lugar a remolinos; decimos en‐
tonces que el fluido se conduce en régimen turbulento. Puede observar ambos tipos de régimen si
deja un cigarrillo encendido sobre el borde de una mesa en una habitación con el aire en reposo:
cerca del pitillo el humo asciende ordenadamente, es decir en régimen laminar; a medida que as‐
ciende empiezan a formarse remolinos y el régimen se torna turbulento.
Osborne Reynolds observa que la transición desde el régimen laminar al turbulento de‐
pende de la velocidad del fluido. Para aclarar y cuantificar bajo qué condiciones se produce cada
tipo de régimen realiza el experimento mostrado en la Fig. 14 en 1883.
El nivel en el depósito A se mantiene constante mediante el rebosadero R. La válvula V per‐
mite entonces regular el caudal, y por tanto la velocidad, del fluido en el conducto horizontal.
Desde el depósito pequeño B, mediante un tubo terminado en una punta fina se introduce un filete
(línea de corriente) de una disolución coloreada en el centro del conducto F, de diámetro D. Mien‐
tras la velocidad media del fluido en el tubo horizontal sea pequeña observaremos que el filete
coloreado viaja a través del centro del conducto sin mezclarse con las capas que le rodean: el fluido
se conduce en régimen laminar (Fig. 14(a)). Si abrimos más la válvula V, aumentando la velocidad
media en la tubería, iremos observando que el filete empieza a oscilar, su trayectoria se vuelve
sinuosa e irregular, pero conserva todavía su unidad. Cuando la velocidad supera cierto límite el
líquido coloreado se difunde inmediatamente por toda la sección del tubo F por efecto de fluctua‐
ciones rápidas e irregulares de la velocidad. La estructura de capas desaparece: el fluido se con‐
duce ahora en régimen turbulento (Fig. 14(b)).
Generalizando los resultados de sus experimentos, realizados en tubos circulares, y par‐
tiendo de algunas consideraciones teóricas, que caen fuera de las pretensiones de este curso, Rey‐
nolds encontró las condiciones generales en las que son posibles la existencia de uno u otro régi‐
men y la transición entre ellos. Él estableció que los factores principales que determinan el carác‐
ter del régimen son:
La velocidad media (promediada sobre la sección) del líquido en el conducto, v .
El diámetro de la tubería, D.
La densidad del líquido, .
El coeficiente de viscosidad del fluido, .
Para caracterizar el tipo de régimen con el que se mueve el fluido, Reynolds introdujo el
concepto de velocidad característica, que agrupa las propiedades de la tubería (D) y las del fluido
(, ):
v0 ; (17)
D
observe que v0 tiene dimensiones de velocidad; en efecto:
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐12
El resultado de medir la velocidad media del fluido en el conducto tomando como unidad la velo‐
cidad característica, da lugar a un parámetro adimensional que denominamos número de Rey‐
nolds, Re, y que sirve para determinar el tipo de régimen con el que se va a conducir el fluido:
v v D
Re . (19)
v0
Los resultados de los experimentos de Reynolds y otros investigadores permitieron esta‐
blecer que el valor Re=2300 resulta crítico, así para Re< 2300 el régimen resulta laminar y para Re>
2400 el régimen se considera turbulento, estableciéndose una zona de transición entre 2300 y
4000 en la que el flujo se hace inestable. De esta manera para determinar el carácter del régimen
del movimiento del fluido en un caso determinado, calcularemos Re mediante (19) y lo compara‐
mos con este valor crítico, si es mayor el régimen será turbulento y si resulta menor que 2300 será
laminar.
Poiseuille demostró (tal como se indica en el apéndice) que el gasto en una tubería cilíndrica
horizontal, de radio R y longitud, en régimen laminar viene dado por
R4
G ( P1 P2 ) (22)
8 L
A partir de esta ecuación es posible evaluar estas pérdidas de carga. Desde el punto de vista
práctico el gasto que circula por un conducto es una magnitud relativamente fácil de medir: basta
disponer de un cronómetro para contabilizar el tiempo y de un recipiente graduado para medir el
volumen; dividiendo el volumen que sale del conducto entre la duración del intervalo de observa‐
ción, obtenemos el gasto. Pues bien, a partir del gasto que atraviesa la sección de un conducto
vamos a definir la velocidad media como:
G G
v 2 . (23)
S R
Si despejamos la diferencia de presiones de (22) y sustituimos en (21), las pérdidas de carga se
podrán expresar así:
8 LG P P 8 LG
P1 P2 hl 1 2 . (24)
R 4
R 4
Despejando G de (23) y sustituyendo en la ecuación anterior, podremos expresar las pérdidas de
carga lineales en función de la velocidad media:
P1 P2 8 Lv 32 Lv
hl (25)
R2 D2
donde, para caracterizar la tubería, como es usual, hemos utilizado su diámetro en vez del radio.
Hemos establecido que el número de Reynolds determina el tipo de régimen, por tanto vamos a
utilizar la ecuación (19) para hacer aparecer en la anterior Re; para ello podemos despejar de (19)
y sustituir en (25):
P P 32Lv vD 32L v 2 64 L v 2
hl 1 2 , (26)
gD2 Re Re D g Re D 2g
donde hemos hecho aparecer la altura de velocidad, v2/(2g). En lo sucesivo cuando aparezca la
velocidad, aunque no lleve el superrayado, se referirá a la velocidad media. Observe que las pér‐
didas de carga son proporcionales a la longitud de la tubería y a la altura de velocidad del fluido
en la misma e inversamente proporcional al diámetro.
Es usual escribir la ecuación anterior bajo la forma:
L v2
hl f , (27)
D 2g
donde hemos sustituido 64/Re por f, denominado factor de fricción.
Teniendo en cuenta la definición de velocidad media (ec. (23)), podemos rescribir esta ecua‐
ción en términos del caudal que circula por la tubería:
8 fLG 2
hl . (28)
2 gD5
Los resultados experimentales han puesto de manifiesto que la ecuación (27) (o (28)) re‐
sulta válida también para describir las pérdidas de carga en conductos con régimen turbulento y
se conoce con el nombre de ecuación de Darcy‐Weisbach; ahora bien, en tal caso el valor del factor
de fricción no será 64/Re. Su determinación en estas situaciones ha sido fruto de la experimenta‐
ción y los resultados se recogen en el denominado diagrama de Moody que se muestra en la Fig.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐14
0,020 0.001
0.0008
0.0006
0.0004
0,015
0.0002
Tubería lisas
0.0001
0.00005
0,01 /D=0.000005
0,009 /D=0.000001
0,009
0,008 0.00001
6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8 2 4 6 8
10 3
10 4
10 5
10 6
10 7
10 8
Número de Reynolds, Re
Figura 16.‐ Diagrama de Moody. Su construcción de basa en datos experimentales y permite determinar el coefi‐
ciente de fricción una vez calculado el número de Reynolds y conocida la rugosidad relativa de la tubería.
relativa. Para cada valor de /D, que se lee en el eje vertical de la derecha, tenemos una curva
que nos permite determinar el valor de f conocido el de Re. Por ejemplo, para /D=0.01, si se‐
guimos la curva asociada hacia la izquierda, encontramos que para Re=30000 corresponde un
valor f=0.04 que leemos en el eje vertical izquierdo (ver las indicaciones de la fig. 16). La zona
queda delimitada, para cada valor de /D, por la expresión:
3500
3000 Re , (30)
D
que aparece como una línea discontinua en el diagrama de Moody.
Tubería rugosa, zona completamente rugosa (flujo turbulento f=f(/D): en esta zona, para
cada valor de /D la curva de hace horizontal, lo que significa que el valor de f es el mismo sea
cual sea el valor de Re, es decir, en esta zona el factor de fricción es independiente del número
de Reynolds y depende sólo del factor de rugosidad relativa de la tubería.
En 1983 Haaland propone la siguiente ecuación empírica capaz de describir conjuntamente
las tuberías lisas y rugosas con una buena aproximación, para régimen turbulento:
1 1.11 6.9
1.8log D . (31)
f 3.7 Re
si bien este dato suelen también facilitarlo Tabla 2.‐ Coeficientes de pérdida de carga local.
Accesorios k
los fabricantes. En la tabla 2 se muestran Válvula de globo, completamente abierta 10.0
algunos valores de k para algunas situa‐ Válvula de ángulo, completamente abierta 5.0
ciones características. Codo de retroceso 2.2
Empalme en T normal 1.8
Expresándola como equivalente a una Codo de radio corto 0.9
Codo de radio medio 0.75
cierta longitud de tubería recta del mismo
Codo de radio largo 0.60
diámetro nominal que la del elemento. En Codo de 45º 0.42
el caso de que en el punto singular se vean Válvula de compuerta, completamente abierta 0.19
Válvula de compuerta, entreabierta 2.06
involucradas varias secciones habrá qué Estrechamiento abrupto, D2/D1
especificar qué diámetro se utiliza para la 0.1 0.45
equivalencia: 0.3 0.39
0.5 0.33
v2 Leq v 2 kD 0.7 0.22
hloc k f Leq , (33) 0.9 0.06
2g D 2g f Estrechamiento suave
Curva suave 0.05
que nos permite establecer la relación en‐ Tronco de cono (20‐40º) 0.10
tre los parámetros de un método y otro
para expresar las pérdidas de carga locales.
im
as
zas zim
A
Plano de referencia
Figura 18.‐ Altura desarrollada por una bomba en una instalación de elevación de agua.
descarga. Así, la altura hB suministrada por la bomba al fluido es la diferencia entre as alturas
totales a la entras y la salida de la bomba:
P v2 P v2
hB Him Has im im zim as as zas , (34)
2g 2g
donde los subíndices im y as se refieren a la descarga (o impulsión) y aspiración de la bomba como
se muestra en la Figura 18. Si las tuberías de descarga y aspiración son del mismo tamaño, las
componentes de las alturas correspondientes a las velocidades se cancelan. Sin embargo, en ge‐
neral, el diámetro de la tubería de entrada es mayor que el de la de salida.
De la Figura 18 merece la pena destacar algunas observaciones:
El fluido llega al cuerpo de la bomba por el efecto de aspiración que ésta realiza. Es decir en
la cámara de la misma se produce una disminución de la presión por ese efecto de aspira‐
ción, que podrá llegar, en el mejor de los casos, al vacío absoluto (P=0); es decir la presión
manométrica 4 será ‐Patm.
Observe que en la tubería de aspiración se producen pérdidas de carga (denominémoslas
has). En tal caso, podemos comprobar que para que el fluido llegue hasta el punto de aspi‐
ración “as”, hemos de situar la bomba a una altura menor que 10.33 m. En efecto si escribi‐
mos la ecuación de Bernoulli entre el punto A sobre la superficie libre y el de aspiración:
PA v2A P v2 P 101300 Pa
z A as as zas has zas A has has 10.33 m has ,(35)
2g 2g 9800 N
donde hemos tenido en cuenta que zA=0, que en la superficie libre del depósito vA=0, que se
ha alcanzado el mínimo valor de Pas = 0, que el fluido alcanza el punto de aspiración sin
energía cinética (vas=0) y, finalmente hemos sustituido el valor de la presión atmosférica en
A y el peso específico del agua.
La altura de la bomba hB ha de compensar la diferencia de alturas geodésicas en la instala‐
ción, y las pérdidas de carga, tanto en la tubería de aspiración como en la de impulsión. Hay
que tener en cuenta que al estar los depósitos en contacto con la atmósfera, no hay diferen‐
cia de presiones entre los extremos de la instalación.
Si recordamos el significado de cada uno de los términos de altura de la ecuación de Bernou‐
lli (energía por unidad de peso de fluido que atraviesa la sección correspondiente), podemos in‐
terpretar la altura hB como la energía aportada por la bomba a cada unidad de peso de fluido que
4 Recuerde que la presión manométrica es la sobrepresión respecto de la presión atmosférica: Pman = P – Patm.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐18
hl2
hloc2
hB v2
2g
hl3 Línea de altura total
D
P
hloc3
hloc1
Bomba B Nivel de energía
A hl4 disponible en el depósito
E
hl1
hloc4
C Válvula
hl5
Línea de altura piezométrica
F hT
z
T hloc5
hl6
Línea de altura geodésica H
Turbina
Plano de referencia G
Figura 19.‐ Representación de las líneas de altura geodésica, piezométrica y total en una instalación hidráulica.
donde H1 y H2 son las alturas totales en las secciones inicial y final, respectivamente; hl es
la pérdida de carga lineal dada por la ec. (27) (alternativamente la ec. (28)); hloc la suma de
las pérdidas de carga local en todas las secciones singulares de la conducción comprendidas
entre 1 y 2, calculadas, para cada una de ellas, mediante la ecuación (32) (alternativamente
la ec. (33)); hB la altura de la bomba (o bombas) ubicadas entre las secciones 1 y 25; y , final‐
mente, hT la altura de las turbinas entre las secciones en cuestión6. Haciendo explícitos los
términos de altura geodésica, de presión y de velocidad, quedaría:
P1 v12 P v2
z1 z2 2 2 hl hloc hB hT . (42)
2g 2g
Resulta muy ilustrativo construir un esquema como el de la Fig. 19 para conocer, en cada
sección de la tubería, cuál es la energía disponible. La línea punteada, que parte de A, indica la
energía disponible en el depósito. La salida del mismo supone la primera sección singular, lo que
implica una pérdida de carga local, por lo que la energía total disponible disminuirá en la magnitud
hloc1.
Desde aquí hasta la entrada a la bomba, se irá perdiendo energía, a lo largo de la tubería,
debido a las pérdidas de cargas lineales (recuerde que son proporcionales a la longitud de tubería
recorrida por el fluido). Al llegar a la entrada de la bomba se habrá perdido la cantidad hl1. La
bomba aporta energía a la corriente, de modo que la altura total a la salida habrá aumentado la
cantidad hB, que es la altura de la bomba.
5 Recuerde que va con signo menos porque representa energía que llega a 2 pero no partió de 1.
6 Ahora va con signo + porque, para que la energía se conserve, a la que llega a 2 ha se sumarse la que partió de 1 pero no llega a 2
porque ha sido extraída por las turbinas.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐20
7 Un análisis más detallado del fenómeno se puede encontrar en la pag. 358 del libro Mecánica de Fluidos con Aplicacio‐
nes en Ingeniería, de Joseph B. Franzini y E. John Finnemore, McGrawHill, 1997 (novena edición).
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐21
APÉNDICE‐1
Asociación de tuberías
En el análisis de la sección anterior nos hemos encontrado con tramos de tubería, de diferentes diámetros, co‐
nectados uno a continuación de otro. Decimos pues, que un conjunto de tuberías se asocian en serie (Figura 20) si todas
ellas estás recorridas por el mismo gasto G.
La ecuación de continuidad exige que, si el fluido es incompresible, que:
G G1 G2 G3 ... . (43)
Pero, además, la conservación de la energía implica que las pérdidas de carga entre los extremos del sistema
será la suma de las pérdidas de carga en cada tubería:
hlSER hl 1 hl 2 hl 3 ... . (44)
donde hemos despreciado, en principio, las pérdidas de carga locales. En el caso de que ello no fuera posible, habría que
sumar las correspondientes a cada uno de los tramos y, por supuesto, a los elementos de conexión entre ellos.
En el caso del flujo por dos o más tuberías en paralelo (figura 21) el flujo que entra en el sistema se divide en el
nudo A donde concurren las tuberías y, después de discurrir la parte correspondiente por cada tubería, se vuelven a
reunir en otro nodo B, donde vuelven a confluir los conductos.
La ecuación de continuidad aplicada ahora al nudo de bifurcación exige que el gasto que entre en él, G, tiene que
ser idéntico a la suma de los que salen:
G G1 G2 G3 ... . (45)
Por otro lado, la altura total en A es idéntica para todas las tuberías, lo mismo que en B, de modo que las pérdidas
de carga en el sistema, entre A y B, tendrán el mismo valor para cada una de las tuberías. Es decir:
hl PAR hl 1 hl 2 hl 3 ... . (46)
De nuevo, solo hemos considerado las pérdidas de carga lineales para escribir la expresión anterior, en el caso
de que las pérdidas locales no fueran despreciables, habría que sumar, en cada tubería, los términos correspondientes
a éstas.
Resulta útil a veces el concepto de tubería equivalente, definida de modo análogo a como hicimos para expresar
las pérdidas de carga locales en términos de una longitud equivalente de tubería. Diremos que un sistema de tuberías es
equivalente a una dada si, para el mismo gasto, ésta mantiene las mismas pérdidas de carga que el sistema al que equivale.
En el caso de tuberías en serie, la ec. (44) se escribirá, recordado la expresión para las pérdidas de carga (ec.
(28)):
2 2 2 2
8 feq LeqGeq 8 f1L1Geq 8 f2L2Geq 8 f3L3Geq feq Leq f1L1 f2L2 f3L3
5 5 , (47)
gD
2 5
eq gD
2 5
1 gD
2 5
2 2 gD35 5
Deq D15 D2 D3
donde hemos utilizado el subíndice “eq” para referirnos a los datos de la tubería equivalente y hemos tenido en cuenta
que el gasto es idéntico en todas las tuberías e igual al que recorrerá la tubería equivalente. La ecuación anterior rela‐
ciona lo parámetros de la tubería equivalente y los de las componentes del sistema.
Para las tuberías en paralelo (Figura 21), expresamos el gasto en función de las pérdidas de carga, despejando
de la ec. (28):
Figura 20.‐ Asociación de tuberías en serie. Figura 21.‐ Asociación de tuberías en paralelo.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐23
donde también hemos utilizado el subíndice “eq” para referirnos a los datos de la tubería equivalente y hemos tenido
en cuenta que ahora las pérdidas de carga son idénticas en todas las tuberías del sistema (ec. (46)) y, por supuesto, en
virtud de la definición de tuberías equivalentes, a las pérdidas de la tubería equivalente. Si sustituimos las expresiones
anteriores en la ec. (45) y simplificamos obtenemos:
5
Deq D15 D25 D35
, (49)
feq Leq f1L1 f2L2 f3L3
que constituye la relación entre los parámetros de la tubería equivalente y los de cada una de las componentes del
sistema.
Redes de tuberías
En los sistemas de distribución municipales se encuentran a menudo tuberías en paralelo, estando las tuberías
conectadas de modo que el flujo en un punto dado puede provenir de distintos caminos, como se muestra en la figura
22. De hecho, a menudo es difícil averiguar por inspección visual el sentido del flujo, como en el caso de la tubería BE.
No obstante, los flujos en cualquier red, por complicada que sea, tienen que satisfacer las siguientes relaciones básicas
de continuidad y de conservación de la energía:
1. El flujo que entra en cualquier punto de unión debe ser igual al flujo que sale de él.
G i
i
entran Gsalen
j
j
. (50)
2. La relación entre el gasto y las pérdidas de carga en cada tubería debe de satisfacer la ecuación (28).
8f L
hl j 2 j j5 G2j RH G 2j . (51)
gD
j
3. La suma algebraica de las pérdidas de carga a lo largo de cualquier bucle cerrado (como el BCFE de la Fig. 22) debe
ser igual a cero. Serán positivas las pérdidas de carga en los ramales del bucle en los que el sentido de recorrido
del mismo coincida con el del flujo y serán negativas en aquellos ramales en los que sean opuestos8.
h 0 ,
i
i
l (52)
Observe la analogía entre las redes de tuberías y las redes eléctricas. En efecto, el gasto desempeña el papel de
la intensidad eléctrica, las pérdidas de carga el de la diferencia de potencial (o diferencia de tensión) y el papel de la
resistencia eléctrica lo desempeñaría lo que denominamos la resistencia hidráulica, RH, que hemos identificado en la ec.
(51).
En el caso de las redes eléctricas lineales, la relación en‐
tre la diferencia de potencial y la intensidad viene dada por la
conocida ley de Ohm: G
V RI D
. (53)
La ecuación análoga para las redes hidráulicas sería la ec. (51). A
Hemos de destacar el hecho de que en ésta, en general, la rela‐ C
B
ción entre hl y G no es lineal, como sucede en la ley de Ohm. No
obstante, en el caso de que el régimen sea laminar, el valor de f
viene dado por (29), lo que implica que, en tal caso, la relación F
(51) es lineal. E
Figura 22.‐ Red de tuberías.
8 Tenga en cuenta que al ir en contra de la corriente en lugar de perder energía nos vamos encontrando con que ésta
va aumentando.
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐24
Figura 24‐ Cálculo del gasto de un fluido viscoso a través Figura 25.‐ Circulación de un fluido viscoso en régimen
de una sección de un conducto cilíndrico horizontal para laminar por un conducto cilíndrico horizontal.
régimen laminar
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐25
Conocida la distribución de velocidades, podemos calcular el gasto que atraviesa cada sección. Para ello consi‐
deremos una corona circular en la sección, tan delgada como queramos, de anchura dr (ver Fig. 25). En todos los puntos
de esta corona circular la velocidad es la misma, v(r), y el gasto a su través será:
( P1 P2 ) 2 2
dG v(r )dS (R r )2 rdr . (58)
4 L
Para obtener el gasto a través de la sección no tenemos más que integrar la expresión anterior:
P1 P2 R 2 2 R4
G dG
4 L 0
R r rdr G
8 L
P1 P2 . (59)
Problemas
Fluidos ideales
1. Determinar el tiempo que tarda en vaciarse, entre los niveles indicados, el depósito cilíndrico
horizontal de la figura, de radio R y longitud L=10R, a través del orificio indicado de radio
r=R/100.
SOLUCIÓN:
L
En la figura hemos representado una sección transversal del
depósito por el orificio de salida. Observe que hemos seña‐ Nivel inicial
lado la marca del nivel del líquido para un instante cual‐ /R
2 3 R
quiera t entre los niveles inicial y final, que tiene una anchura /R
2 3
2x(t) y está situada a una cota z(t) respecto del orificio de sa‐ Nivel final
lida. Problema 1
2r
La velocidad de las partículas fluidas en la superficie libre es
esencial mente vertical y se podrá escribir como v1 =‐dz/dt y la velocidad de salida por el orificio, en
virtud del teorema de Torricelli en ese instante será:
v2 (t ) 2gz(t ) Nivel inicial
x(t)
La ecuación de continuidad se escribirá: 2/3R
z(t)‐R R
dz(t )
S1v1 S 2v2(t ) 2x(t )L r 2gz(t )
2
2/3R
z(t)
dt
Como ya hemos puesto de manifiesto la dependencia respecto de t de Nivel final
r
las variables x y z, a partir de ahora omitiremos esta dependencia explí‐
cita al escribirlas. Debemos de encontrar la relación entre x y z. Para
ello, mirando la figura de la sección, y aplicando el teorema de Pitágoras, podemos escribir:
1 1
x R2 z R R2 z 2 R 2Rz 2Rz z 2 z 2 2R z 2
2
0
r 2 2 g R 3 R r 2 2g 3
dt 2R z 2 dz 2R z 2 dz
3
2 5R
Donde hemos quitado el signo (‐) al intercambiar el orden de los índices de la integral. La integral
de la derecha se integra fácilmente haciendo la sustitución (2R‐z)=y:
1
1
2 32
2R z 2 dz y 2 dy y
3
Sustituyendo en la ec. (60) se obtiene:
R
3 3
3 3
2L2
3 3
4 L R 2 5R 2
4 L 5R 2 R 2
tF 2 3 2R z 2
5R
2R 2R
3 3
r 2g 3 r 2 g
2
3 3 3 r 2 g
2
3
Sustituyendo los valores de r y L en función de R:
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐27
5
3 3
5 3
40R 5R R 400000R 1 1
3 18789R 2
2 2 2
tF
2 g 3 3 3 R 2 2 g 3
2
3 (R 100) 3
Fluidos viscosos
2. La bomba BC se utiliza para transportar agua hasta el depósito G. La línea de alturas totales de
la instalación se muestra en la figura. Determinar: a) La potencia suministrada al agua por la
bomba. b) La potencia extraída por la turbina DE. c) La altura
115 m
total en G. Datos: LCD=LEF=600 m, DCD=DEF=60 cm, fCD=fEF=0.02. 105 m
100 m G
SOLUCIÓN:
F
a) La potencia de la bomba será: WB GhB . La altura específica de
la bomba se puede obtener aplicando la ecuación de Bernoulli entre E
la entrada (B) y la salida (C) de la misma y observando la figura lee‐ D
remos los valores de la altura total en esos puntos: A
HTB HTC hB hB HTC HTB 115 30 85 m
B C
Procediendo de modo análogo entre C y D, podemos obtener el va‐
lor del gasto: 30m Problema 2
SOLUCIÓN: L
G G1 GB GB G G1
Aplicando el teorema de Bernoulli entre las secciones A y C por los dos caminos, y restando a conti‐
nuación ambas ecuaciones podemos escribir:
8 fLG12
HTA HTC hAC 1 HTC
2 gD5 8 fLG12 8 f (3L)GB2 8 fL
8 f (3L)GB2 0
gD gD
2 5 2 5
hB hB 2 5 3GB2 G12
gD
HTA HTC hAC 2 HTC hB
gD
2 5
Y sustituyendo el valor de GB:
8 fL
gD
2
8 fL
gD
8 fL
gD
hB 2 5 3 G G1 G12 2 5 3 G 2 G12 2GG1 G12 2 5 3G 2 6GG1 2G12
La potencia de la bomba será:
8 fL
WB G G1
2 gD5
3G 2
6GG1 2G12
4. La figura representa una instalación hidráulica experimental. El diámetro de la tubería es D=10
cm y su longitud L=200 m. La diferencia de presiones medida entre los puntos 2 y 3 es de 272
kPa. El estrechamiento localizado en 5 tiene un diámetro d=5 cm y la diferencia de presiones
medida entre los puntos 4 y 5, muy próximos, es de 27200 Pa. Si se desprecian las pérdidas de
carga locales, hallar: a) Gasto que circula por la tubería. b) Potencia de la bomba. c) Coeficiente
de fricción de la tubería. Nota: haga la aproximación g=10 m/s2
SOLUCIÓN: A 1 2 3
B B
a) Aplicando el T. de Bernoulli entre los puntos 4 y 5 po‐ 6
5. La alberca A proporciona 0.085 m3/s de agua al valle situado aguas abajo mediante un conducto
de 0.3 m de diámetro y 300 m de longitud, con la salida 10 m por debajo del nivel del agua en A.
Desde una unión en el punto medio de esta conducción, otra tubería lleva agua, por medio de
una bomba B, a un depósito C cuya superficie libre está 6 m por encima de la de A. Esta segunda
tubería tiene 75 m de longitud y 0.3 de diámetro. El coeficiente de fricción para todas es f=0.007.
a) ¿Cuál es el máximo gasto en la tubería que va a C si el caudal a suministrar al valle debe per‐
manecer a 0.085 m3/s? b) ¿Cuál debe ser la potencia de la bomba? Nota: tome g10 m/s y 210.
SOLUCIÓN:
C
a) Aplicando el T. de B. entre A y D podemos determinar el
gasto en la tubería 1 6 m
A
HTA HTD hAD 3
PA v 2
P v 8 fL G 8 fL G
2 2 2
B
zA D zD
A
D
1 1 2 2
2g 2g gD gD
2 5 2 5 10 m 1
PA v 2A PC v 2 8 fL G 2 8 fL G 2
HTA HTC hAC hB zA zC C 2 1 51 2 3 35 hB
2g 2 g gD gD
Teniendo en cuenta que PA=PC=PAtm y que vA=vC=0 (al estar ambos puntos sobre la superficie libre de
un gran depósito), podemos escribir:
SOLUCIÓN: A
8 fi L i
Para simplificar los cálculos, sea ki , de tal
2 gDi5 B
6ª
PA v 2A P v2 8 f L G2 C
H A hb H6 hA6 zA hb 6 z6 6 2i i 5i L
2g 2g i gDi 5ª
1ª L
8G2 8 fLG 2 8G 2 91 fL
20 18 2 4 2 5 91 38 2 4 1
gD gD gD D A B
L
SOLUCIÓN:
105 m
A
a) Aplicamos el Teorema de Bernoulli entre el
5 m
punto A (nivel del depósito) y el punto C (salida B
de la tubería) podemos obtener una expresión 20 m 10 m Problema 8
para la altura de la bomba:
Patm P v2 8 fLG 2
H A hb HC h z A hb atm C zC 2 5
g g 2g gD
8G 2 8 fLG 2 L 8G 2
hb 2 4 zC z A 2 5 1 f 2 4 zC z A
gD gD D gD
En la expresión anterior hemos puesto la altura de velocidad en C en función del gasto. L es la
longitud completa de la tubería, L=300 m. Para conocer el coeficiente de fricción, f, acudimos al
diagrama de Moody. La rugosidad relativa /D=0.0004/0.25=0.0016; y nº de Reynolds vale:
vD 4 G 4 1000 0.1
Re 509296 5·105
D 0.001 0.25
Que hemos puesto en función del gasto sin más que sustituir
G 4G
v .
S D2
El valor de f que se obtiene es aproximadamente f=0.022. Sustituyendo en la ecuación de la altura
de la bomba:
L 8G2 300 8·0.12
hb 1 f 2 4 zC z A 1 0.022 100 5.73 100 105.73 m
D gD 0.25 2 9.8·0.254
FFIA: Dinámica de Fluidos 1‐32
105 m
A
h4 0.0186·L4 0.0184 70 1.288 m 4.63
5 m
B
Como ve, en el punto C la altura total no es exac‐
tamente 105 m debido a la altura de velocidad
(0.21 m). En cuanto a la altura de presión en Q, una vez más aplicamos Bernoulli entre A y Q:
Patm P v2
H A hb HQ h1 h2 h3 5 105.73 Q Q 110 0.368 0.184 3.68
g g 2g
0.21
PQ Patm
3.75 m
g
Es decir, la altura de presión manométrica en Q es negativa, o en otras palabras, la presión abso‐
luta en Q es menor que la atmosférica, por lo que si se abriera un orificio en Q entraría aire en la
tubería.
9. La tolva dosificadora C tiene forma cónica. El radio de su base vale R=2 m y su profundidad
H=4 m. Cuando está completamente llena se ha de vaciar hasta la mitad de su altura, a través
del orificio E, de 8 cm de diámetro, para una operación de mantenimiento de emergencia, a)
¿cuánto tiempo tardará en vaciarse?. Una vez realizada la operación de mantenimiento, se
cierra el desagüe y se pretende llenar de nuevo mediante la instalación hidráhulica de la figura
que lo conecta al pantano A (L=100 m, D=20 cm, f=0.02). b) Determine la potencia de la bomba
para que la tolva se vuelva a llenar por completo en 20 minutos. Nota: tómese g=10 m/s2; 2=10;
VCONO 13 πR 2 H .
SOLUCIÓN: C
Necesitamos establecer la relación entre x(t) y z(t) para poder integrar la ecuación anterior:
x(t ) R R
x z
z(t ) H H
Sustituyendo el valor de x(t) en la expresión anterior:
dz S 2 H 2 R2 R2 H 2
2 2 2 g z dt
32
z dz t F z 3 2dz
dt R z 2
S2H 2g 2
S2H 2g H
4
22 z5 2 2
z dz 34.94 5 34.94 45 2 25 2 368.2 s 6 m 8.2 s
H 2
(0.04)2 42 20 H
32
2 2 5
b) Si queremos rellenar la mitad vaciada en 20 minutos hemos de aportar un caudal:
V 13 [R H (R / 2) ( H / 2)] 13 (16 2)
2 2
G
0.0122 m3 /s
t 20 60 20 60
Aplicamos el teorema de Bernoulli entre la superficie del lago (A) y la salida libre del conducto (C):
PC vC2 PA v 2 8 fLG 2
HTA HTC hAC H B H B HTC HTA hAC zC zA A 2 5
2g 2 g gD
Las presiones en A y C son iguales a la presión atmosférica; la velocidad en A podemos despreciarla y la de
C expresarla en función del gasto: vC (2 g ) 8G gD . Con ello podemos escribir:
2 2 2 4