Hay quienes tienen problemas de puntualidad, tanto en su vida laboral como en su ámbito más
personal. Por ello, intentan poner remedio haciendo uso algunos de los instrumentos y trucos
que poseen a su alcance. Es decir, alarmas en despertadores y relojes, tener el reloj de pulsera
adelantado varios minutos para así nunca llegar tarde a una cita, levantarse más temprano para
evitar no ser impuntual en el trabajo…
El funcionamiento de los medios de transporte siempre debe ser puntual ya que, de lo contrario,
sus usuarios no podrán cumplir con sus propias obligaciones temporales: “Quiero respetar la
puntualidad, pero el tren siempre tiene algún retraso”.
En otros contextos, sin embargo, la puntualidad es hasta poco habitual. Cuando se anuncia el
comienzo de una fiesta de cumpleaños a las 22 horas, se suele esperar, en realidad, que los
invitados empiecen a llegar a las 23 o más tarde.
PUNTUALIDAD EN EL ESTUDIO
La puntualidad en el estudio es una obligación que tienen los estudiantes para cumplir con los
trabajos, deberes u obligaciones que la escuela o institución requieren. Ser puntual en el estudio
es importante para cumplir con nuestros objetivos académicos, pues la impuntualidad puede
traer diversos problemas en nuestra carrera estudiantil.
PUNTUALIDAD EN EL TRABAJO
La puntualidad en el puesto de trabajo es una obligación del trabajador respecto a su empleador.
Así lo recoge la legislación laboral en la mayoría de los países, estados o ciudades,
estableciendo como causa de incumplimiento contractual la reincidencia en comportamientos de
impuntualidad. En muchos convenios laborales, se recogen frases que especifican esta
normativa, del tipo se considerarán faltas de carácter leve tres faltas de puntualidad durante un
mes sin que exista causa justificada.