Abstract: The New Political Constitution of the in force State from Febru-
ary, 2009, admits the existence of the Indigenous Jurisdiction Original Peas-
ant (JIOC) in foot of equality with the Ordinary one and the Agroambiental.
The emergency of the indigenous thing, in Bolivia and in the new constitu-
tional text, was a product of centuries of fight and seemed to find his course
with the ascent of MORE to the power in 2006. Nevertheless the Law of
Jurisdictional Demarcation of December, 2010, he throws for land the JIOC,
reducing it to his simplest form, even below the project of to making com-
patible between the “ordinary jurisdiction” and the “community justice” of
1999.
Keywords: JOIC, indigenous, jurisdictional delimitation, Constitution, na-
tional revolution.
1. Introducción
Los esclavos mencionados en el artículo 11 no eran otros que los indígenas, someti-
dos a un régimen, conocido como “pongueaje”, que tornaba inútiles los decretos liberales
dictados por Bolívar, uno en abril de 1824 (Trujillo) y tres en julio de 1825 (Cuzco), así
como la Resolución Suprema de 20 de agosto de 1825; instrumentos legales que habían
determinado el repartimiento individual de tierras entre los indios8. Ningún esclavo podía
ser propietario de ninguna tierra, en la medida en que él mismo era propiedad de otra
persona: el terrateniente o gamonal.
Hasta 1947, las diferentes constituciones que rigieron en Bolivia contaban con
artículo que declaraba la inexistencia de la esclavitud en Bolivia, aunque en la práctica ésta
existía bajo la forma ya mencionada del pongueaje.9
6 Salinas Mariaca, Ramón, Las Constituciones de Bolivia. Editorial Artística, La Paz, Bolivia, 1947,
p. 6-7.
7 Salinas Mariaca, Ramón, op. cit., p. 7.
8 Cf. Antezana Salvatierra, Alejandro, Estructura agraria en el siglo XIX, Editorial Offset Boliviana
Ltda. (EDOBOL), La Paz, Bolivia, 1992.
9 “Pongueaje” era la denominación que se daba a la forma de esclavitud o servidumbre que tuvo
lugar en Bolivia hasta 1952, por la cual los indios eran propiedad de los hacendados;”pongo”
era el indio sometido a pongueaje; y gamonal el dueño del pongo. Cf. Klein, Herbert. Historia
General de Bolivia, Editorial Juventud, La Paz, Bolivia, 1982. Montenegro, Carlos. Nacionalismo y
coloniaje, Editorial Juventud, La Paz, Bolivia, 2005. Zavaleta Mercado, René. 50 años de historia,
Editorial Los Amigos del Libro, Cochabamba, Bolivia, 1992.
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46 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
En cuanto a la ciudadanía, regulada en el Artículo 14 antes transcrito, el texto
constitucional de 1826 tenía requisitos que excluían de la vida política a los indígenas:
saber leer y escribir y tener algún empleo o industria, o profesar alguna ciencia o arte, sin
sujeción a otro en clase de sirviente doméstico. Los indígenas, cuyas lenguas maternas
eran el quechua, el aimara o el guaraní, carentes todas de alfabeto, no sabían leer ni
escribir en castellano; pero, por si fuera insuficiente, se añadía en el artículo transcrito el
requisito del numeral 4, por el cual ninguna persona indígena podría ser ciudadana porque
prácticamente no tenía empleo o industria ni profesaba alguna ciencia o arte; y, como
se anotó anteriormente, muchas eran pongos. Con algunas variantes, la exclusión de los
indígenas se consagró invariablemente a lo largo de los textos constitucionales posteriores
a 1826, hasta 1952.10
La propiedad de la tierra también tuvo sus grandes dificultades. Los decretos de
Bolívar, mencionados líneas arriba, no tomaron en cuenta la propiedad comunitaria vigente
entre los indígenas y se enmarcaron en una visión liberal individualista de la propiedad.
Disposiciones legales posteriores fueron también negativas respecto a este tema, como la
Circular Nº 50 de 14 de diciembre de 1842, puesta en vigencia durante el gobierno de José
Ballivián, que, ordenando en su parte dispositiva que los gobernadores conozcan de los
litigios sobre tierras, en su parte considerativa afirmaba que el Estado era propietario de
las tierras y los originarios una especie de enfiteutas.11
Durante el gobierno de Melgarejo, por decreto de 20 de marzo de 1866 se
estableció que los indígenas, en un plazo de 60 días después de su notificación, debían
obtener su título de propiedad abonando una suma de entre 25 a 100 bolivianos, bajo
conminatoria de quedar privados de su derecho de propiedad en caso de no hacerlo,
pudiendo entonces el Estado subastar su tierra. (Mendieta; 2006) Los criollos adquirentes
de tierras podían pagar su precio mediante bonos de la deuda pública y, en caso de que
no se presentase nadie a la subasta, “(…) los indios podrán permanecer en las tierras en
calidad de arrendatarios, pagando un canon al estado”.12
El 5 de octubre de 1874, bajo la presidencia de Tomás Frías, se promulgó la Ley
de Exvinculación, que se aplicó recién durante el gobierno de Narciso Campero en 1881,
y que dispuso que los indígenas que poseían terrenos, sea en condición de originarios,
forasteros, agregados o cualquier otra denominación, tendrían en toda la República, el
derecho de propiedad absoluta en sus respectivas posesiones, bajo los linderos y mojones
3. Cambios en la situación
19 Gaceta Oficial de Bolivia, Constitución Política del Estado, Imprenta de la Gaceta Oficial de
Bolivia, La Paz, Bolivia, 1995, p. 3.
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Nueva Constitución Política del Estado y jurisdicción indígena originario campesina 51
Lo novedoso en esta norma fue la caracterización de Bolivia como “multiétnica
y pluricultural”, lo que significaba el reconocimiento de que los bolivianos no eran
“unos”, sino que existía una diversidad étnica y cultural. Se dejaba lo “uno”, para dar
paso a lo “múltiple”.
El artículo 171 de la Constitución, quedó redactado del siguiente modo:
22 También tienen relevancia algunos Decretos Reglamentarios de esta Ley, como el 23858 y
el 24447.
23 Gaceta Oficial de Bolivia, Constitución Política del Estado, Imprenta de la Gaceta Oficial de
Bolivia, La Paz, Bolivia, p. 2007.
24 Ibídem.
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32), consagra los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos; y
así sucesivamente.
El Título III de la NCPE (artículos 178 al 204) está referido al Órgano Judicial y al
Tribunal Constitucional Plurinacional:
25 Ídem., p. 71-72.
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originario campesina se ejerce en los siguientes ámbitos de vigencia personal,
material y territorial:
1. Están sujetos a esta jurisdicción los miembros de la nación o pueblo in-
dígena originario campesino, sea que actúen como actores o demandado,
denunciantes o querellantes, denunciados o imputados, recurrentes o recu-
rridos.
2. Esta jurisdicción conoce los asuntos indígena originario campesinos de
conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde Jurisdiccional.
3. Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan
o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena
originario campesino.
Artículo 192. I. Toda autoridad pública o persona acatará las decisiones de
la jurisdicción indígena originaria campesina. II. Para el cumplimiento de las
decisiones de la jurisdicción indígena originario campesina, sus autoridades
podrán solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado. III. El
Estado promoverá y fortalecerá la justicia indígena originaria campesina. La
Ley de Deslinde Jurisdiccional, determinará los mecanismos de coordinación
y cooperación entre la jurisdicción indígena originaria campesina con la ju-
risdicción ordinaria y la jurisdicción agroambiental y todas las jurisdicciones
constitucionalmente reconocidas”.26
Luego de señalar su objeto (Art. 1), la LDJ repite el contenido del Artículo 2 de la
NCPE (Art. 2), refiere una vez más la igualdad jerárquica con la JO y la JAA (Art. 3),
28 Los defensores fervientes del texto constitucional señalan que lo único que puede existir
entre la JO y la JIOC es cooperación y coordinación, y no compatibilización como estaba
establecido en el artículo 171 de la anterior CPE.
29 Bolivia no tiene una ley de límites y el reconocimiento por parte de la NCPE de las auto-
nomías indígenas, junto con las departamentales, regionales y municipales, complica en gran
medida el adecuado entendimiento de este aspecto.
30 En todos los casos, las citas de la LDJ han sido obtenidas de la Edición Nº 209 de la Gaceta
Oficial de Bolivia, Imprenta de la Gaceta Oficial de Bolivia, La Paz, Bolivia, 2010.
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56 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
y establece los principios que la rigen (Art. 4): Respeto a la unidad e integridad del Es-
tado Plurinacional, relación espiritual entre las naciones y pueblos indígena originario
campesinos y la Madre Tierra, diversidad cultural, interpretación intercultural, plura-
lismo jurídico con igualdad jerárquica, complementariedad, independencia, equidad e
igualdad de género, e igualdad de oportunidades.
El artículo 5 reitera el respeto, promoción y garantía del derecho a la vida y los
demás derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado, así
como el respeto y garantía del ejercicio de los derechos de las mujeres, su participación,
decisión, presencia y permanencia, tanto en el acceso igualitario y justo a los cargos
como en el control, decisión y participación en la administración de justicia. Un aspec-
to importante es el relativo a que las autoridades de la jurisdicción indígena originaria
campesina no sancionarán con la pérdida de tierras o la expulsión a las y los adultos ma-
yores o personas en situación de discapacidad, por causa de incumplimiento de deberes
comunales, cargos, aportes y trabajos comunales, aunque esto deja de lado normas de la
JIOC, que se aplican en varios lugares. A continuación la LDJ determina que todas las
jurisdicciones reconocidas constitucionalmente, prohíben y sancionan toda forma de
violencia contra niñas, niños, adolescentes y mujeres, señalando que es ilegal cualquier
conciliación respecto de este tema. Por último, la DLJ dispone que el linchamiento es
una violación a los Derechos Humanos, que no está permitido en ninguna jurisdicción
y que debe ser prevenido y sancionado por el Estado Plurinacional.
Por su parte, el artículo 6 prohíbe la pena de muerte, bajo proceso penal en la
justicia ordinaria por el delito de asesinato a quien la imponga, consiente o ejecute.
El Capítulo III está referido a los ámbitos de vigencia de la JIOC y el Artículo 7
señala que la JIOC es la potestad que tienen las naciones y pueblos indígena originario
campesinos de administrar justicia de acuerdo a su sistema de justicia propio y se ejerce
por medio de sus autoridades, en el marco de lo establecido en la Constitución Política
del Estado y la LDJ.
El Artículo 8 determina que la JIOC que se ejerce en los ámbitos de vigencia
personal, material y territorial, cuando concurran simultáneamente y, a partir del Artí-
culo 9, se tiene el desarrollo de cada uno de los ámbitos mencionados.
En relación al Ámbito personal, el Artículo 9 dispone que están sujetos a la
JIOC los miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino.
En cuanto al Ámbito material, el Artículo 10 dispone que la JIOC conoce los
asuntos o conflictos que histórica y tradicionalmente conocieron bajo sus normas, pro-
cedimientos propios vigentes y saberes, de acuerdo a su libre determinación (Parágrafo
I), para señalar a continuación las materias a las que no alcanza (Parágrafo II):
a) En materia penal, los delitos contra el Derecho Internacional, por crímenes
de lesa humanidad, contra la seguridad interna y externa del Estado, terrorismo, tribu-
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tarios y aduaneros, por corrupción o cualquier otro delito cuya víctima sea el Estado,
trata y tráfico de personas, tráfico de armas y delitos de narcotráfico. Los delitos come-
tidos en contra de la integridad corporal de niños, niñas y adolescentes, los delitos de
violación, asesinato u homicidio;
b) En materia civil, cualquier proceso en el cual sea parte o tercero interesado el
Estado, a través de su administración central, descentralizada, desconcentrada, autonó-
mica y lo relacionado al derecho propietario;
c) Derecho Laboral, Derecho de la Seguridad Social, Derecho Tributario, Dere-
cho Administrativo, Derecho Minero, Derecho de Hidrocarburos, Derecho Forestal,
Derecho Informático, Derecho Internacional Público y Privado, y Derecho Agrario,
excepto la distribución interna de tierras en las comunidades que tengan posesión legal
o derecho propietario colectivo sobre las mismas;
d) Otras que estén reservadas por la Constitución Política del Estado y la Ley a
las jurisdicciones ordinaria, agroambiental y otras reconocidas legalmente.
Por último, el Parágrafo III señala que “los asuntos de conocimiento de la JIOC,
no podrán ser de conocimiento de la jurisdicción ordinaria, la agroambiental y las de-
más jurisdicciones legalmente reconocidas”. (Gaceta Oficial de Bolivia, 2010)
Por lo que hace al Ámbito territorial, el Artículo 11 determina que la misma se
aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen
dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena originario campesino, siempre y cuando
concurran los otros ámbitos de vigencia establecidos en la Constitución Política del
Estado y en la LDJ.
En su Capítulo IV se refiere a la coordinación y cooperación entre la JIOC, la
JO y la JAA, comenzando por definir lo que es una y otra (Artículos 13 y 15), para
establecer los mecanismos respectivos (Artículos 14 y 16) y terminar señalando que
las autoridades de todas las jurisdicciones no podrán omitir el deber de coordinación y
cooperación, y que, en caso de ocurrir, se sancionará como falta grave disciplinaria en el
caso de la JO, la JAA y las jurisdicciones especiales, en tanto en la JIOC, se sancionará
de acuerdo a sus normas y procedimientos propios (Artículo 17).
Por último, la Disposición Final Única de la Ley Nº 73, dice que la misma se
traducirá, publicará y difundirá en todos los idiomas de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos del Estado Plurinacional de Bolivia.
La LDJ debió ser el instrumento que regule la manera en que la JIOC iba a desarrollar
sus actividades en el marco de igualdad jerárquica dispuesto por la NCPE, puesto que,
con anterioridad a su reconocimiento constitucional, existía y se aplicaba en diferentes
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58 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
comunidades. Cuando en 1994 la CPE reconoció a la JIOC (bajo la denominación de
“Justicia Comunitaria”), se produjo un cambio de actitud del Estado en relación a la
problemática indígena y al Derecho que regía en los pueblos indígenas que habitan
Bolivia. Pero, sin duda, el cambio mayor tuvo lugar con el ascenso del MAS al poder y,
de manera específica, con la vigencia de la NCPE en febrero de 2009.
Félix Cárdenas Aguilar, actual Viceministro de Descolonización, dependiente
del Ministerio de Culturas, decía en su Informe de Presentación ante el Comité para la
Eliminación de la Discriminación Racial (CERD – ONU) en enero de 2011:
La cita que antecede ilustra, sin duda, los impulsos y la motivación de muchos
en el proceso de descolonización, parte del cual era poner en equivalencia de jerarquía
la JIOC, la JO y la JAA.
Sin embargo, la LDJ parece desmentir esta intención, por cuanto deja a la JIOC
en situación realmente incómoda. Veamos por qué.
El objeto de la ley es regular los ámbitos de vigencia de la JIOC y los mecanis-
mos de cooperación y coordinación entre las tres jurisdicciones establecidas por la
NCPE pero, antes de hacerlo, el texto de la Ley que se analiza hace referencia al marco
constitucional que le sirve de sustento, a la igualdad jerárquica y a los principios que la
rigen.
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62 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
Más allá de la deficiente redacción de ambos artículos, hay que señalar que nin-
guno define lo que debe entenderse por coordinación y cooperación. Y la situación se
mantiene en el mismo nivel cuando se lee los Artículos 14 y 16, referidos a los meca-
nismos de coordinación y cooperación, respectivamente. En efecto, el primero de ellos
determina que la coordinación podrá ser mediante el establecimiento de “a) Sistemas
de acceso transparente a información sobre hechos y antecedentes de personas; b) Es-
pacios de diálogo u otras formas, sobre la aplicación de los derechos humanos en sus
resoluciones; c) Espacios de diálogo u otras formas para el intercambio de experiencias
sobre los métodos de resolución de conflictos; d) Otros mecanismos de coordinación,
que puedan emerger en función de la aplicación de la presente Ley”.
Y los mecanismos de cooperación tampoco están establecidos como corres-
ponde, pues el Artículo 16 dice que son tales: “a) Las autoridades jurisdiccionales y las
autoridades del Ministerio Público, Policía Boliviana, Régimen Penitenciario y otras ins-
tituciones, deben prestar inmediata cooperación y proporcionarán los antecedentes del
caso a las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina cuando éstas lo
soliciten; b) Las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina prestarán
cooperación a las autoridades de la jurisdicción ordinaria, de la agroambiental y de las
otras jurisdicciones legalmente reconocidas; c) La remisión de la información y antece-
dentes de los asuntos o conflictos entre la jurisdicción indígena originaria campesina y
las demás jurisdicciones; d) Otros mecanismos de cooperación, que puedan emergen
en función de la aplicación de la presente Ley”.
Nada de lo transcrito constituye mecanismo de ninguna naturaleza y se circuns-
cribe a la formulación de frases, muchas de ellas sin sentido y otras o sobre entendidas.
Se extraña la propuesta normativa de 1998, elaborada en los marcos de compatibiliza-
ción de funciones de la justicia ordinaria y la justicia comunitaria dispuesta por la Cons-
titución Política del Estado, que tenía, sí, una estructura adecuada y precisa, y niveles de
coordinación entre ambas.
8. Conclusiones
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