ANTECENTES HISTORICOS
Los primeros pobladores del territorio que actualmente ocupa Cataluña se remontan a
los inicios del Paleolítico Medio. Los restos más antiguos descubiertos corresponden a
la mandíbula de un individuo del género Homo (especie incierta) encontrada en
Bañolas, de unos 66.000 ± 7.000 años de antigüedad.3
A partir de mediados del siglo VII a. C. el territorio catalán alcanza el período conocido
como Edad del Hierro.
La Edad Antigua
Período protohistórico
Este periodo se caracteriza, en una primera etapa, por la confluencia de diferentes
culturas colonizadoras en el actual territorio catalán, en particular la griega y la
cartaginesa, que darán lugar a la formación, como en el resto de la península, de la
cultura ibérica.
En lo que se refiere a la civilización ibérica, se ha constatado la existencia de
diferentes tribus dispersas por tierras catalanas, entre ellos los indigetes (en el
Ampurdán), los ceretanos (en la Cerdaña) o los airenosinos (en el Valle de Arán).
PERÍODO ROMANO
ARTÍCULO PRINCIPAL: PERÍODO ROMANO EN CATALUÑA
La segunda etapa de la historia antigua de Cataluña corresponde al período de
romanización, iniciado en el siglo III a. C. La llegada de los romanos a la península
ibérica tuvo lugar en el 218 a. C., con el desembarco de Cneo Cornelio Escipión en
Emporion, la actual Ampurias, con el objetivo de cortar las fuentes de
aprovisionamiento de los ejércitos del general cartaginés Aníbal durante la segunda
guerra púnica. La principal base de operaciones de los romanos durante la guerra, y
primer núcleo de romanización en la península fue la ciudad de Tarraco, actual
Tarragona.
Tras la derrota de los cartagineses y de diferentes tribus ibéricas sublevadas ante la
presencia romana, en el 195 a. C., se completó prácticamente la conquista romana en
territorio catalán y se inició el proceso de romanización, a través de la cual los distintos
pueblos peninsulares fueron asimilados por la cultura romana y abandonaron sus
propios rasgos.
Así, a finales del siglo, la mayoría de los campesinos propietarios se habían convertido
en siervos sometidos al señor. Este proceso coincidió con un debilitamiento del poder
de los condes y la división del territorio en numerosos señoríos, que con el paso del
tiempo, daría lugar a la articulación de un Estado feudal basado en complejas
fidelidades y dependencias, en lo alto del cual se encontraría el conde de Barcelona,
tras el triunfo sobre el resto de señores de Ramón Berenguer I. Con el tiempo, los
condes de Barcelona vincularían a todos los demás condados catalanes con el
condado que posteriormente pasaría a formar parte de la Corona de Aragón.
En 1375, una protesta de los representantes de Fraga ante las Cortes reunidas en
Tamarite vuelve a desplazar el límite occidental de Cataluña, ya que esta ciudad
vuelve a quedar bajo el fuero de Aragón.
La crisis económica, los nuevos impuestos y las nuevas necesidades militares llevan a
que se produzca un levantamiento popular en Cataluña. Las razones de fondo son de
dos tipos, en primer lugar por las llamadas «causas antiguas» (reducción de los
privilegios medievales de la nobleza desde la unión de Aragón y Castilla, no
convocatoria y presidencia de las Cortes Catalanas, introducción de algunos de los
impuestos que se pagaban en Castilla, y la introducción en Barcelona de la Inquisición
nueva en sustitución de la vieja Inquisición que ya operaba desde la Edad Media, y
que fue el modelo por el cuál se implantó la Inquisición en Castilla en la época de los
Reyes Católicos); y «causas nuevas» (la presencia en territorio catalán de tropas
extranjeras a sueldo del rey, considerando como tales a castellanas y aragonesas
necesarias para defender las fronteras contra Francia en la guerra, pero nunca
deseables en tu territorio, y el desempeño de cargos públicos por personas no
catalanas. Y en segundo lugar por la política centralizadora del Conde-duque de
Olivares, que pretendía unificar los reinos de Aragón y Castilla, reorganizar y subir el
pago de impuestos para mantener la guerra de los treinta años. Se pueden resumir los
principales problemas en crisis económica, el malestar de la guerra, la presencia de
tropas para proteger la frontera contra Francia, dadas a los abusos de los ejércitos de
la época; y la petición de nuevos impuestos y levas para mantener el esfuerzo militar
durante la guerra.
Siglo XIX
LA GUERRA CON FRANCIA: NAPOLEON BONAPARTE
DEPARTAMENTOS DE CATALUÑA
Por decreto de Napoleón de 26 de enero de 1812 y hasta el final de la guerra, en
mayo de 1814, Cataluña quedó incorporada al Imperio francés. Se dividió el territorio
en cuatro departamentos a la francesa:
Entrado el siglo XIX, las dificultades para el mantenimiento del orden tradicional
aumentaron. Al agotamiento endógeno del sistema tradicional, después de un
prolongado período de expansión, se sumaba la creciente resistencia campesina a la
aceptación de los mecanismos de transferencia de renta hacia los señores y los
efectos desequilibradores producidos por la implicación catalana y española en el ciclo
de las guerras revolucionarias.
Pronto se formaba una Junta Central y luego la Regencia. Las Cortes, reunidas en
1810, procedieron a definir nuevas estructuras políticas y a redactar la primera
Constitución española en el año 1812.
Sexenio democrático[editar]
Artículo principal: Sexenio democrático
Caricatura de las etapas del Sexenio Democrático publicado en la revista barcelonesa
La Flaca con la cabecera de "la madeja ", en 1874.
El 'Sexenio Democrático' o 'Sexenio Revolucionario' es un período histórico
comprendido entre la Revolución de 1868, que supuso el fin del reinado de Isabel II de
España y la Restauración de la dinastía borbónica en enero de 1875. Esta etapa de la
historia española puede considerarse un hecho homólogo a la primavera de los
pueblos que vivieron las naciones europeas a mediados del siglo XIX, llegada, como
muchos otros hechos o corrientes, con un cierto retraso a la península.
Los inicios[editar]
Primera República Española[editar]
Artículo principal: Primera República Española
Restauración monárquica[editar]
Artículo principal: Restauración borbónica en España
La 'Restauración borbónica' fue el período de la historia de España comprendido entre
el pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos en 1874 que puso fin a la
primera República Española, y la proclamación de la Segunda República el 14 de abril
de 1931.
El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la monarquía y la
dinastía borbónica en el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España. El período se
caracteriza por una cierta estabilidad institucional, la conformación de un modelo
liberal de Estado y la incorporación de los movimientos sociales y políticos, fruto de la
revolución industrial, que comienza su decadencia con la dictadura de Miguel Primo de
Rivera en 1923.
Mancomunidad de Cataluña
Artículo principal: Mancomunidad de Cataluña
Siglo XXI
Artículos principales: Proceso soberanista de Cataluña de 2012-2015 y Consulta sobre
el futuro político de Cataluña de 2014.
Por otra parte políticamente, el desgaste de CiU tras tantos años en el gobierno y su
apoyo a los últimos gobiernos de Aznar condujeron a que, en noviembre de 2003, los
resultados de las elecciones autonómicas posibilitaran un cambio de partidos en el
gobierno de la Generalidad. A pesar de no haber ganado las elecciones por número de
escaños, Pasqual Maragall (PSC-PSOE) fue nombrado presidente, encabezando un
gobierno de coalición formado por el PSC-PSOE-CpC, ERC y ICV-EUA, el Tripartito
catalán. Los problemas asociados al proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía
de Cataluña, se tradujo en un adelanto de la convocatoria de elecciones a noviembre
de 2006, en las cuales CiU obtuvo mayor número de escaños, aunque el tripartito
continuó obteniendo suficiente apoyo como para poder formar gobierno del que José
Montilla fue nombrado President. Montilla fue el primer presidente de la Generalidad
no nacido en Cataluña después de la Segunda República, siendo nativo de Iznájar,
Córdoba.
Dos años más tarde, influido por la presión callejera ante el malestar social y el
creciente independentismo plasmado en la mayor manifestación de la historia de
Cataluña en el 11 de septiembre de 2012 y que pedía la independencia de
Cataluña,46 el presidente Artur Mas convocó unas nuevas elecciones, confiando en
una posible mayoría absoluta para convocar un referéndum por la autodeterminación
de Cataluña. Mas ganó las elecciones, pero perdió 12 escaños. Aun así, consiguió
llegar a un acuerdo de gobernabilidad con ERC, el gran ganador de las elecciones ya
que se había convertido en el segundo partido en escaños (siendo tercero en votos
tras el PSC), por primera vez en la historia postfranquista. Este acuerdo dio lugar a la
convocatoria de un referéndum por la autodeterminación de Cataluña en 2014, el cual
fue condenado por el TSJC.47