Tema 3
Libros y literatura infantil y juvenil
Teresa Colomer
Presentación ANOTACIONES
1
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES Finalmente, se reflexiona también sobre las características conjuntas de las formas
literarias vistas en la unidad anterior y los valores en los libros infantiles y juveni-
les actuales para proceder a un esquema panorámico sobre la literatura infantil y
juvenil actual.
2
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
»» A veces predomina la idea de que los libros deben servir para enseñar cosas y
educar a los niños. Tal vez dándoles ejemplos didácticos de conducta (tales como
la forma de ser bien educados o solidarios, la manera de superar un conflicto
psicológico, etc.). O bien como un material escolar adecuado para trabajar temas
diversos (los colores, el bosque, la drogadicción, los conflictos sociales, etc.).
»» Otras veces triunfa la idea de que se trata ante todo de “literatura”, de obras
que educan porque ofrecen una experiencia artística en la forma en que puede
estar al alcance de los pequeños.
El sol, la lluvia, manes, penates, las madres de la vida como Cibeles, Deméter, Ar-
temisa, héroes por tanto solares, lunares, agrícolas y de la fecundidad, del mar y
de las aguas. Del diluvio, del número, de los hermanos, Prometeo, Pandora, el Árbol
de la vida, la Serpiente y el Paraíso, trinidad de dioses, el huevo Cósmico, la pareja
primordial (Zeus y Hera, Adán y Eva) y equivalentes en todas las culturas. Fundadores
de civilización y trabajo como el Hermes griego, Caín y Abel, símbolos de nuestra
1 Las ideas de esta unidad 1 pueden ampliarse en el capítulo 1 de la obra: Colomer, T. (2010):
Introducción a la literatura infantil y juvenil actual. Madrid: Síntesis, 15-59.
3
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES realidad psíquica más profunda. Múltiples clasificaciones, familias, áreas culturales.
Pero siempre son fundamentación de orden social y seguridad en la concepción del
mundo, con fuerza sugeridora y orientadora, encauzan las pulsiones más íntimas y
elementales humanas y sus relaciones con la naturaleza. (1985:24)
Así, pues, la literatura ofrecida a los niños y niñas les incorpora a esa forma fun-
damental del conocimiento humano. Desde el campo de la psicología, la corriente
psicoanalítica fue la primera en destacar la importancia de la literatura en la
construcción de la personalidad. Concretamente, Bruno Bettelheim usó los cuentos
populares para ayudar terapéuticamente a los niños y niñas traumatizados por su
experiencia en los campos de concentración nazis. De ahí surgió su reflexión sobre
el papel del folclore como material literario sabiamente decantado a través de los
siglos como respuesta a los conflictos psíquicos, especialmente durante la etapa
infantil, lo cual explicaría el constante atractivo que ejerce en los niños. Bettelheim
(1977) realizó un análisis detallado de los símbolos contenidos en los cuentos po-
pulares a la luz de las teorías freudianas; pero, en muchos casos, su análisis revela
también que esas formas transmiten conocimientos culturales de manera implícita.
Veamos un pequeño ejemplo de ello en su descripción sobre el motivo de las cenizas
presente en el cuento de la Cenicienta:
4
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
La literatura infantil supone también que los niños y niñas tengan la posibilidad
de dominar el lenguaje y las formas literarias básicas sobre las que se sustentan
y desarrollan las competencias interpretativas de los individuos a lo largo de su
educación literaria.
Los humanos nacen con una predisposición innata hacia las palabras, hacia su ca-
pacidad de representar el mundo, regular la acción, simplificar y ordenar el caos
mezclado de la existencia y expresar sensaciones, sentimentos y belleza. Cuando
los psicolingüistas, a mediados del siglo XX, empezaron a estudiar el desarrollo del
lenguaje de los bebés o la forma en la que las personas tratan de dar sentido a la
realidad, no estaban especialmente preocupados por la literatura. Pero muy pronto
advirtieron que surgía por todas partes: en los soliloquios de los pequeños en sus
cunas repitiendo las cadencias y palabras que habían oído, en su insistencia por
volver a enumerar de forma personificada los dedos de la mano, en los personajes
de ficción que los niños introducían en las historias inventadas de sus juegos o en las
fórmulas tipificadas, como los inicios o las formas verbales en pretérito imperfecto,
que utilizaban desde muy pronto para narrar.
6
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Así, la literatura ayuda a los niños a descubrir que existen palabras para describir ANOTACIONES
el exterior, para nombrar lo que sienten en su interior y para hablar sobre el len-
guaje mismo.
Los pequeños aprenden muy pronto que tanto la conducta humana como el lenguaje
son sistemas gobernados por reglas, de manera que se dedican a explorar las normas
comprobando lo que se puede hacer y lo que no, lo que se puede decir y lo que no:
Descubren que las reglas de funcionamiento de las cosas pueden invertirse con
la palabra y ofrecer mundos al revés (“por el mar corren las liebres”) o bien
mundos alternativos (casas de chocolate o mundos de objetos personificados)
que contribuyen a fijar la norma que resulta familiar.
Y también exploran lo que hay que hacer o decir para causar efectos deter-
minados en el entorno, de modo que usarán las palabras para molestar a sus
amigos, para oponerse a las órdenes paternas, para rehuir un reto fingiendo
debilidad, para reconciliarse, para recabar mimos, etc.
Al jugar, señalan las fronteras y crean rituales que marcan un espacio distinto
de la realidad, de modo que pueden entender las convenciones que aíslan
el espacio del mundo imaginado en la narración verbal (“había una vez…”).
Fingen voces mientras juegan (la del monstruo que les persigue, la maternal
al dirigirse a sus muñecos) y, por lo tanto, están preparados para hallar la
mezcla de voces del narrador y los personajes que encuentran en los cuentos.
7
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES A menudo todas estas acciones implican una fuerte conciencia metalingüística que
se traduce en los sinsentidos y juegos de palabras.
También notan que toda esta actividad lingüística produce un placer estético que
les inicia en el gusto por las repeticiones alternadas, las imágenes poéticas, los
ritmos, cadencias, aliteraciones, etc.
La narración organiza un mundo completo que hay que imaginar sólo a través
de las palabras o con el apoyo de ilustraciones.
A diferencia de la interacción habitual con el entorno, aquí se hallan ante
un monólogo prolongado en el que las frases se encadenan construyendo una
coherencia autónoma.
Lo que en la vida real son acciones simultáneas y fluir del tiempo, en la na-
rración son episodios que se fijan y se simplifican en un inicio, un desarrollo
causal y una conclusión.
Cuando el cuento termina, uno siempre puede volver a él (“otra vez”) dán-
dose cuenta de su estabilidad y, a la vez, comprobando que existe el poder
de transformarlo.
Todo este proceso es muy exigente desde el punto de vista del desarrollo del
pensamiento, puesto que atañe a aspectos como la memoria, la anticipación, la
formulación de alternativas o la concentración en la construcción de la realidad a
través del lenguaje.
Los libros infantiles y juveniles ayudan a los niños a dominar formas literarias cada
vez más complejas. Analizar la manera en la que los adultos hablan a los bebés
reveló las ayudas que les sumistran para el aprendizaje del lenguaje oral. Los psi-
colingüistas lo describieron como un “andamiaje” de apoyo. De forma parecida,
8
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
analizar los libros infantiles y juveniles revela el andamiaje que las formas literarias ANOTACIONES
escritas ofrecen a los niños y niñas para trepar por ellas. Sin programaciones escola-
res, métodos específicos o ejercicios sistemáticos, los niños inmersos en un entorno
literariamente estimulante progresan mucho más rápidamente: en la familiarización
con las diferentes posibilidades de estructurar una narración o unos versos; en las
expectativas sobre lo que se espera de los diferentes tipos de personajes; en la
existencia de reglas propias de géneros narrativos o poéticos determinados; en
el abanico de figuras retóricas disponibles; etc. Así, un cuento encadenado o uno
acumulativo, un conjuro o una adivinanza, una personificación o un héroe épico,
una metáfora o las possibilidades juguetonas de una polisemia les serán cosas fa-
miliares mucho antes de que nadie se haya preocupado por catalogarlas para ellos
en la escuela bajo la etiqueta de estos nombres.
Igual que al hablar con los bebés, las formas de los libros responden así a lo que
la sociedad cree que es comprensible y adecuado para los niños en los distintos
momentos de su desarrollo personal y literario. Vamos a ver un ejemplo de ello.
Los autores que se dirigen a los niños y niñas pequeños limitan la complejidad de
sus historias para que puedan ser entendidas. Así, por ejemplo, sus historias son
cortas para no sobrepasar los límites de la capacidad infantil de concentración y
memoria y también para no exigir demasiado de su todavía confusa atribución de
relaciones de causa y consecuencia. Las observaciones a este respecto indican que
los libros para los pequeños son mejor comprendidos si:
La literatura infantil actual empezó a producir cuentos para que niños y niñas con
poca habilidad lectora leyeran autónomamente sus historias alrededor de la déca-
da de los años setenta del pasado siglo. Al hacerlo, tuvo que hallar recursos para
solucionar dos problemas distintos:
El primero es que existe un desajuste entre las capacidades de los niños y niñas para
entender narraciones orales y para entender narraciones leídas por ellos mismos.
Ello es evidente, por ejemplo, en el caso de la longitud del texto, es decir, en la
cantidad de información que pueden relacionar si se les explica la historia o si bien
han de extraerla a través de su lenta lectura, de manera que los cuentos infantiles
acostumbran a ser mucho más cortos que los cuentos populares. En el ejemplo si-
guiente, vemos que sólo el primer párrafo de Blancanieves ya es mucho más largo
que el texto completo de muchos libros para primeros lectores:
9
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
Érase una vez en pleno invierno, cuando los copos de nieve caían como
plumas del cielo, una reina estaba sentada cosiendo junto a la ventana,
que tenía un marco de negra madera de ébano. Y según estaba cosiendo
levantó la vista para ver la nieve y se pinchó en el dedo con la aguja, y
tres gotas de sangre cayeron en la nieve. Y como el rojo hacía muy bonito
en la blanca nieve, pensó para sí: “!Ojalá tuviera un bebé tan blanco como
la nieve, tan colorado como la sangre y tan negro como el marco!”
Debido a este desajuste los libros para primeros lectores se ven obligados a dar algún
paso atrás. Es decir, tienen que hallar formas más simples para expresar algunos de
los elementos narrativos que forman parte de las narraciones tradicionales.
Veamos un ejemplo de las ayudas generadas por los libros. Ayuda para facilitar la
recepción autónoma de la historia, como respuesta al primero de estos problemas.
Ayuda para progresar hacia una mayor complejidad narrativa, como respuesta al
reto del segundo:
Secuencias aisladas
Dentro de una Dentro de una his- A veces con esce- A veces con re-
historia marco toria más o menos nas encadenadas petición de tres
cohesionada en forma de ten- pruebas, tres
sión ascendente intentos, etc.
10
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Los siete cuentos Aunque haya un Las escenas Las escenas pue- ANOTACIONES
independientes solo hilo argumen- pueden adoptar den corresponder
de Historias de tal, la mayoría moldes acumula- a esta fórmula,
ratones de Arnold de escenas no tivos, de vuelta presente en los
Lobel son cuentos resultan impres- y revés, etc. Por cuentos populares
narrados por un cindibles para ejemplo, pueden y que continúa
padre ratón a sus entender la narra- ir apareciendo plenamente vigen-
hijos que se dispo- ción. Por ejemplo animales cada vez te; por ejemplo la
nen a dormir. Esta en la búsqueda de más grandes o más estructura terna-
situación abre y El topo que quería exóticos; en ¿A ria (tres herma-
cierra el libro. saber quién había qué sabe la luna? nos, tres intentos,
hecho aquello de Michael Grej- etc.) como en
en su cabeza de niec, cada uno de Ricitos de oro y
Holzwarth Werner, los animales que los tres osos o Los
donde podrían aparecen se mon- tres cerditos.
aparecer dos ani- ta en el anterior
males más o dos para poder llegar
menos sin alterar finalmente hasta
la historia. ella.
Pueden verse los cuentos mencionados a través de los enlaces en la red que apa-
recen en el Plan de Trabajo.
3. La socialización cultural
11
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES haciéndoles saber cómo piensan los adultos que es el mundo real o cómo querrían
que fuera. Por ello se habla de la literatura infantil y juvenil como de una agencia
educativa, como lo son también, de forma principal, la familia y la escuela. En este
sentido, no hay mejor documento que la literatura infantil para saber la forma en
la que la sociedad desea verse a sí misma.
12
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Referencias ANOTACIONES
13
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
1. La lírica popular
Los juegos y canciones deben realizarse casi siempre de forma compartida con los
adultos o con otros niños. Requieren de una representación interactiva que moviliza
muchos recursos personales simultáneos. En ellos los pequeños adoptan un papel
asignado: se mueven a un ritmo determinado, realizan gestos concretos, repiten,
responden, cantan a la vez que se mueven, etc. Al hacerlo aprenden tanto normas
sociales, como formas lingüísticas y exploran sus habilidades como miembros del
grupo. Desde esta perspectiva, podemos agrupar los elementos presentes en el
folclore infantil del siguiente modo:
14
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
A través de todas estas formas los niños y niñas pueden progresar en su dominio del
lenguaje y familiarizarse con los distintos elementos constructivos de los poemas.
Una rápida ojeada a cualquier selección de estos juegos y canciones nos ofrece
ejemplos de los diversos tipos de categorías que aprenden los niños:
1. Géneros poéticos
Líricos: Narrativos: Dramáticos:
Estaba la pájara Pinta Estaba el señor don Gato -Buenos días, mi señoría.
sentadita en un verde sentadito en su tejado, -¿Qué quería mi señoría?
limón, marra-miau-miau, miau- -Yo quería una de sus
Con el pico recoge la miau, hijas.
hoja, cuando recibió una carta -¿Cuál de todas quiere
Con la hoja recoge la si quería ser casado usted? (...)
flor.
(...)
¡Ay, sí! ¡Ay, no!
¿Dónde estará mi amor
Conjuros: Disparates:
Luna, luna, dame cobre Pin zorocopín
que tengo visita y estoy la ceca, la meca, (...)
pobre.
Luna, luna, dame pan
que tus hijos no me dan,
(---)
15
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
4. Estructuras fónicas:
Trabalenguas: Yo tenía una pájara-pintapeca,
seca meca, pintarracá y pancihueca (...)
16
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
6. Estructuras semánticas
Personificaciones: Comparaciones y Palabras polisémi- Imágenes:
La tortuga y el metáforas: cas: Luna, luna, casca-
sapo (como en la ma- A casa de l’avi Poc belera /
se fueron a traba- yoría com més són los ojos azules, la
jar; de adivinanzas) mengen més Pocs* cara morena
la tortuga de
patrona
y el sapo de capa-
taz.
(resulta muy fácil hoy en día hallar las formas completas de la mayoría de ejemplos
como estos: basta con teclear su inicio en un navegador de internet)
Este rápido repaso de las formas presentes en el folclore sirve para ver las ventajas
que su conocimiento en la primera infancia ofrecen para el desarrollo lingüístico y
para la formación literaria de los niños y niñas. Tras este conocimiento, su contacto
posterior con la poesía de autor les ofrecerá nuevas elaboraciones de todos estos
recursos familiares.
* Producción catalana: En casa del abuelo “Poco”, cuantos más son, comen más “Pocos” (es decir,
cuantos más, menos).
17
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
1. Los libros infantiles que juegan a alterar de múltiples formas los cuentos
populares: Los autores que quieren utilizar el juego intertextual saben que los
niños tienen una historia muy breve de lectura, de manera que resulta difícil
hacer modificaciones explícitas de una obra que conozcan . Pero piensan que
los cuentos populares más famosos sí son conocidos desde los primeros años,
así que se dedican a hacer versiones sobre ellos.
Para ver lo que nos ofrece la narrativa de tradición oral, debemos referirnos a los
estudios sobre los cuentos populares. Lo primero que hay que señalar es que sus
análisis se han realizado desde muchas perspectivas distintas y para responder a
preguntas de naturaleza muy alejada:
»» La sorpresa ante la gran semejanza de los cuentos entre sí y con otras formas
de la literatura oral dio lugar a comparaciones e intentos de clasificación de
las variantes, tanto dentro de una misma cultura, como entre culturas muy
alejadas (Stith Thompson (1955-59).
»» Esta misma semejanza provocó en seguida la curiosidad sobre su origen y so-
bre la función social que deberían haber cumplido los cuentos a lo largo de los
tiempos (Propp, 1974).
»» Más modernamente, la psicología se interesó por la representación psíquica
que podían ofrecer estas obras dada la permanente afición a ellas por parte de
todas las culturas (Bettelheim, 1977).
»» Finalmente, los estudios sobre el relato y la narración hallaron en los cuentos
populares una fuente inestimable para establecer las características esenciales
del relato literario como forma humana de expresión (Jean, 1988).
En el campo que nos interesa aquí, cabe destacar que los cuentos populares son las
producciones literarias que más han influido en la formación de la literatura infantil:
18
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
de Thompson (1955-58) una distinción frecuente entre tipos de relatos folclóricos ANOTACIONES
es la siguiente:
19
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES La combinación entre tipos y motivos dio lugar a que Aarne-Thompson dividieran
los cuentos populares en los siguientes tipos:
cuentos de animales;
cuentos folclóricos ordinarios (donde entran los maravillosos)
cuentos humorísticos (chistes y anécdotas).
cuentos de fórmula
cuentos no clasificados (o sea, un cajón de sastre).
A) Cuentos de fórmula
Los cuentos de fórmula se distinguen no tanto por lo que cuentan, que es poco,
sino porque al contarlo hay que reproducir exactamente su estructura. Ana Pelegrín
(2004) los divide en versificados y en prosa2:
Versificados
c) Cuentos retahílas. Muy emparentados con la lírica. Tienen una estructura fácil-
mente reconocible por su repetición; a partir de una fórmula inicial se despliega una
serie de elementos que se van enlazando de manera que el último término encadena
con el siguiente. Por lo mecánico de la estructura, por la recurrencia del lenguaje,
por la acumulación y ruptura, sirven para ejercitar la memoria, empleando cierta
lógica en las secuencias. La memoria verbal realiza el mismo juego que al encajar
y desencajar una torre de cubos. Los hay versificados y también en prosa.
2 Para ampliar este apartado, y para saber más sobre literatura d etradición oral dirigida a
los niños en general, pueden verse las obras de Ana Mª Pelegrín citadas en las referencias. En ellas se
halla una antología de estas producciñones.
20
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
encadenados : ANOTACIONES
- ¿Dónde está el palo?
- El fuego lo quemó.
- ¿Dónde está el fuego?
- El agua lo apagó.
- ¿Dónde está el agua?
o acumulativos:
Esta es la bota que el buen vino porta.
Este es el tapón que tapa la bota
que el buen vino porta.
Este es el cordón de atar el tapón
de tapar la bota
que buen vino porta (…)
B) Cuentos de animales
Tipifican un rasgo del carácter humano: la astucia de la zorra, el humor popular del
sapo, etc. Guardan estrecha relación con las fábulas. Suelen ser breves, a veces
terminan en la explicitación de un refrán. A menudo se reúnen en ciclos: las hazañas
y astucias de la zorra, aventuras y desventuras del lobo, las ocurrencias del sapo,
etc. En ellos resalta la astucia como forma de sobrevivir y la debilidad final del más
fuerte. Por ejemplo, el lobo es el animal agresor en muchos de ellos y siempre se le
presenta hambriento, como en el cuento El lobo y los siete cabritos o El lobo y los
tres cerditos, donde el lobo engaña a los cabritos o cerditos y los devora, pero es
vencido finalmente, casi siempre por la intervención de un adulto, la madre, el ca-
zador, etc. En otros cuentos, el animal feroz, que hace valer el poder del más fuerte
es derrotado por el más pequeño de los animalitos, una avispa, una hormiga, etc.
C) Cuentos maravillosos
Los cuentos populares maravillosos son uno de los tipos más importantes para la
literatura infantil, con cuentos tan famosos como los de Blancanievas, Cenicienta,
la Bella durmiente, etc. Han sido los más estudiados y se ha establecido que sus
rasgos principales son:
»» Mantienen una estructura narrativa simple, con una secuencia en tres momen-
tos clave:
21
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES superar las pruebas, tres veces en que aparecen los seres auxiliares, se triplican
los diálogos, etc.
»» En ellos aparece un objeto mágico que sirve para reparar el daño, superar la
prueba, etc.
»» Son muy antiguos y aparecen en todas las culturas de forma semejante. Entre
sus versiones, pueden detectarse las más antiguas si, por ejemplo, algunos
personajes, como los donantes, son animales (tal vez pervivencias totémicas)
y no personajes humanos o religiosos (como una viejecita o la Virgen).
»» Son relatos construidos por la sucesión de una serie de piezas que hacen funcionar
la máquina del relato. Vladimir Propp (en 1928, aunque su obra, en ruso, no se
difundió en los países occidentales hasta la década de los setenta) estableció
que existen exactamente 31 funciones. No tienen que aparecer todas en el
mismo cuento, pero cuando lo hacen, siguen un mismo orden. Antonio Rodríguez
Almodóvar (2004) afirma que en los cuentos maravillosos hispanoamericanos las
funciones más frecuentes son:
»» La carencia o problema inicial (hambre, falta de descendencia, etc.)
»» Convocatoria (el rey dicta un bando para casar a su hija, etc.)
»» Viaje de ida (del héroe hacia la aventura)
»» Muestra de generosidad (del héroe hacia un animal o personaje en
apuros)
»» Donación de un objeto mágico (como recompensa)
»» Combate (del héroe y el agresor)
»» Pruebas (a las cuales está sometido el héroe, quien las supera gracias
al objeto mágico)
»» Viaje de regreso (tras el éxito, aunque puede ser perseguido y suplan-
tado en una segunda secuencia)
»» Reconocimiento del triunfo del héroe (a veces a través de una nueva
prueba que desenmascara al falso héroe)
Los personajes de los cuentos maravillosos no tienen una psicología propia. Se de-
sarrollan en la acción y simplemente cumplen su función narrativa. Así, todas las
princesas o héroes son intercambiables. Los distintos personajes están claramente
diferenciados: el héroe, el agresor, la princesa, quien pide ayuda y/o envía al héroe
en busca de algo, los que auxilian al héroe, los partidarios del traidor. Así, pues,
según estableció Propp (1977) los tipos de personajes de los cuentos maravillosos son:
»» El héroe
»» El agresor
»» El rey o mandatario
»» Los auxiliares del héroe
»» El donante del objeto mágico
»» El falso héroe
»» La víctima / princesa (que el héroe recibe como recompensa)
22
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Rodríguez Almodóvar sostiene que hay seis cuentos maravillosos básicos, con los que ANOTACIONES
pueden emparentarse otros muchos, en el corpus hispanoamericano:
23
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES Referencias
Aarne, Antti y Thompson, Stith (1911): The types of the Folktales. A classification
and bibliography. 2º ed., Helsinki, 1961.
Pelegrin, Ana. (1984): Cada cual atienda su juego. De tradición oral y literatura.
Madrid:Cincel.
Propp, Vladimir (1974): Las raíces históricas del cuento. Madrid: Fundamentos.
http://www4.ujaen.es/~dmanero/Corpus%20Digital%20Giennense/index_archivos/
boletindeliteraturaoralromancero.htm
http://www.youtube.com/watch?v=tw5yxauXOkE&feature=related (adivinanzas
dichas por niños)
http://www.youtube.com/watch?v=RaM5OOl6b1M&p=5F8725A66C7E5CF8&playne
xt=1&index=36 (cantado por Rosa León)
24
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
26
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
27
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
Ver los distintos tipos de obras nos sirve para planificar un itinerario de lecturas que
contemple su variedad. Lo tendremos en cuenta, tanto para formar la biblioteca
de centro y de aula, como para planificar las intervenciones docentes: libros leídos
colectivamente, narrados oralmente, dramatizados, objeto de trabajos, etc. A
través de su escolaridad, los niños y niñas deben tener la oportunidad de apreciar
las distintas experiencias artísticas que la literatura pone a su alcance.
Aunque los géneros indicados ofrecen mezclas en la práctica (por ejemplo, un re-
lato de aventuras en un contexto de novela histórica, con aparición de personajes
fantásticos y con la descripción psicológica de un proceso de maduración del pro-
tagonista) las obras que se adscriben a uno de estos géneros adoptan en gran parte
las características que lo definen. Así, por ejemplo, las obras de la actual épica
fantástica, con sus numerosas trilogías, siguen más o menos de cerca este patrón:
28
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Sea del género que sea, una narración supone una fórmula (un molde, una receta)
determinada de contar algo. Es fácil ejemplificarlo pensando en un cuento popu-
lar, ya que estos cuentos usan la fórmula narrativa a partir de sus elementos más
sencillos. Así ocurre, por ejemplo, en el cuento Pulgarcito:
Alguien explica (oímos una voz que nos cuenta la historia de Pulgarcito.
Quien cuenta sabe todo lo que pasó, habla en tercera persona (no le
pasó a él, sino a Pulgarcito y a los demás personajes) desde fuera de la
historia (él no estaba allí), sin explicitar las reglas del juego (lo cuenta
“como si fuera verdad” por más que los receptores den por descontado
que no es así) , interrumpiendo el relato para intervenir directamente
29
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES cuando quiere (con exclamaciones y preguntas tipo “¿y sabéis lo que
pasó”) y siguiendo el orden temporal de los acontecimientos relatados,
es decir: empezando por el principio y llegando hasta al final)
a alguien (que no va a necesitar información adicional para entender lo
que pasa (como, por ejemplo, qué país es ese o si hay un cuento anterior
que hay que conocer para entender este, sin dudas ni ambigüedades)
una (sola)
historia (situada en el pasado, adscrita a un solo modelo convencional
de género -el del cuento popular- y expresada en los tipos textuales pro-
pios de la narración -que son el diálogo, la descripción y la enunciación
narrativa, no se incluye una orden judicial o un poema, por ejemplo)
de un personaje (fácilmente representable: Pulgarcito tiene nombre,
pero es “un niño”)
en un escenario (fácilmente representable: una casa, un bosque)
a quien ocurre un conflicto (externo: le abandonan en el bosque; y
con una causa bien determinada: la pobreza)
que se desarrolla (de forma cohesionada) según relaciones de causa-
efecto: como no tiene piedras, tira migas; como tira migas, los pájaros
se las comen; como se las comen, no encuentran el camino de regreso;
etc.
y que se resuelve al final (con la desaparición del problema planteado:
ya no son pobres gracias a las riquezas del ogro)
Cada uno de esos elementos puede complicarse: por ejemplo, puede haber una
historia dentro de otra (y ya no una sola), o un final abierto en el que no se sabe
muy bien qué ha pasado, o un salto temporal hacia atrás, etc. Los libros infantiles
van complicando sus historias a medida que la edad de los destinatarios hacen pen-
sar que ya van a poder entenderlas. Así, los niños y niñas van aprendiendo a leer
historias cada vez más complejas. El cuadro siguiente ejemplifica esta progresión:
30
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Por supuesto que todos y cada uno de los elementos de una historia o un poema
pueden ser analizados en profundidad, pero cuando se seleccionan los libros,
más bien nos dirigimos a observar los puntos de interés. Resaltamos sólo aquellos
elementos que destacan por su aportación positiva a la obra o, al contrario, por
su inconsistencia. Veamos como ejemplo una ficha de valoración sobre la posible
utilización escolar de Tristán encoge de Florence Parry Heide4 (puede verse el libro
en el enlace que se señala en el documento en el Plan de trabajo):
32
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
El tema y los valores. El mundo descrito es confortable y cordial, pero sin ANOTACIONES
relaciones humanas auténticas. Tristán no únicamente vive en soledad,
sino que acepta la situación con naturalidad. En cambio desarrolla una
cierta autosuficiencia para desenvolverse en el mundo y solucionar sus
problemas: vive refugiado en la televisión y en los juegos por correo, no
discute jamás, toma medidas para cuando ya no llegue a su hucha, etc.
El libro aborda el problema del crecimiento (y del temor a crecer que
puede llevar al deseo de la regresión) en medio de una total incomuni-
cación con los demás. El final es pesimista, no sólo porque el niño piense
“Si no digo nada, no lo notarán”, sino porque la suposición es confirmada
inmediatamente como desenlace de la historia.
El lenguaje del relato facilita la lectura: las frases son cortas por el hecho
de adaptarse a una descripción objetiva y realizada desde una perspecti-
va infantil; existen repeticiones que buscan efectos humorísticos en los
diàlogos (Tristán -dijo Tristán) y muchas frases resultan lugares comunes
por su caracterización arquetípica de los discursos adultos: Bien sabe Dios
que he procurado ser una buena madre.
Los años sesenta del pasado siglo supusieron una etapa de desarrollo económico y
cultural de las sociedades occidentales en general. La literatura infantil y juvenil
inició una nueva andadura para adecuar su propuesta literaria y educativa a los lec-
tores nacidos en el seno de estas nuevas sociedades, lo cual la llevó hasta terrenos
no transitados con anterioridad. Así, el grado de experimentación fue muy elevado
en las décadas de los setenta y los ochenta y permitió un salto de modernización
decisivo para que esta literatura se correspondiera con los valores sociales y las
tendencias artísticas de su época. En los noventa la innovación pareció remansarse
y con el cambio al siglo XXI pasó a compaginar grandes novedades (en las interrela-
ciones entre texto e imagen, ficciones audiovisuales, digitales, etc.) con una cierta
vuelta atrás en la apuesta por la tradición (con la reedición de clásicos, narraciones
33
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES de patrón más tradicional, valores educativos más conservadores, como en el caso
del sexismo, etc.).
En todo este período, los valores transmitidos por los libros cambiaron sustancialmente:
»» El mundo reflejado en las obras actualizó su imagen para acoger los cambios
sociológicos y las nuevas preocupaciones sociales (como las nuevas familias o
las migraciones)
»» Los distintos sistemas culturales y artísticos influenciaron la literatura dirigida a
la infancia y adolescencia (con rasgos como la psicologización de los conflictos,
la atención a la educación sentimental, el predominio de la fantasía, la frag-
mentación narrativa, la exacerbación de la intertextualidad y la metaficción o
las alianzas con la imagen)
»» Se crearon nuevos tipos de libros, por una parte, para cubrir nuevas franjas
de público potencial (los bebés con los libros para no lectores, los primeros
lectores, con libros dirigidos a su escaso dominio de la lectura, los adolescen-
tes escolarizados, con la novela juvenil) y, por otra parte, para satisfacer las
necesidades de una sociedad basada en el ocio y el consumo (libros objeto,
experimentales, etc.; desarrollo de estrategias de venta como la mercadotéc-
nica asociada a los libros, etc.)
»» Finalmente, irrumpieron las nuevas tecnologías en la producción, difusión y
recepción de ficciones (relaciones entre libros y ficción en pantalla, formas de
comunicación entre autores y lectores en la red, soportes de lectura digital, etc.)
34
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Hemos señalado que las obras que se consideran literatura infantil y juvenil se
inscriben dentro de los límites que los adultos consideran obras dirigidas a estas
edades. Un primer tipo de límites es lo que se piensa que los niños “entenderán”.
Un segundo tipo de límites, lo que parece adecuado para sus intereses, formación
literaria y educación moral, es decir, a lo que se piensa “que les hará bien”. De
este segundo tipo de límites vamos a tratar aquí.
La mayoría de los libros infantiles y juveniles se sitúan sin problema dentro del cam-
po del consenso social sobre “lo que les hará bien”, sobre los valores compartidos
socialmente. Sin embargo, hay libros que quedan fuera de los límites de adecuación
previstos por una u otra razón. Normalmente se trata de libros que quedan fuera
por su mala calidad, adopción de valores violentos, sexistas, consumistas, etc. Son
libros que buscan un rendimiento comercial y son evitados por los mediadores que
intentan seleccionar buena literatura para niños. Pero algunas veces se trata de
libros muy cuidados que aparecen como una apuesta personal o editorial de tipo
experimental. Con el tiempo queda claro si habían apostado demasiado fuerte y,
efectivamente, no han resultado “libros para niños”, o si bien han contribuído a
ampliar el campo de lo admitido y abierto nuevas posibilidades. Ese juego arries-
gado con los límites es una de las grandes vías de desarrollo de los libros infantiles.
Por ejemplo, Los niños del mar, de Jaume Escala y Carme Solé Vendrell fue muy
discutido por los mediadores cuando apareció. A unos les parecía muy pertinente
porque mostraba una situación dura en la que viven muchos niños y niñas y obliga-
ba a reflexionar sobre ella. A otros les parecía indignante porque el final parecía
indicar que la literatura era incapaz de ayudar a los niños que se encontran en esa
situación. El enlace del cuento aparece en el documento de Actividades.
Es bien sabido que las obras artísticas se relacionan con el contexto de su época.
En el caso de la literatura infantil y juvenil este contexto abarca el consenso sobre
los conocimientos y valores que parecen valiosos para las nuevas generaciones en
cada época determinada.
Las obras que son capaces de superar este contexto porque hablan de aspectos
eternos de la humanidad y se ajustan a la perspectiva infantil del conocimiento
del mundo trascienden su contexto y se convierten en clásicos. Son obras capaces
de ofrecer sentido a muchas generaciones distintas, incluso aunque algunos de sus
aspectos concretos revelen su origen alejado en el tiempo.
Pero a lo largo del siglo XX, la literatura infantil se entendió cada vez más como una
verdadera experiencia estética y no sólo moral y de entretenimiento. En los años
70 del siglo XX, se abogó por una literatura infantil en la que se dejara de lado el
enseñar y se privilegiaran aspectos más artísticos, reivindicando el papel educativo
de la imaginación. Por contra, algunas de sus corrientes, como el llamado “antiau-
toritarismo” o el “feminismo” en los libros infantiles, que rechazaron de plano las
relaciones de poder desiguales y produjeron libros que apoyaran la subversión de lo
establecido, no dejan de adoptar un tinte eminente pedagógico en algunos de sus
textos, ahí donde intentan educar a los jóvenes lectores en otro tipo de valores,
como la equidad entre las generaciones y los sexos o la resolución de los conflictos
por vías imaginativas y no represivas.
Con estos ejemplos históricos queremos indicar que la tensión teórica entre ambas
concepciones ha sido una constante en los libros para niños y sus debates son muy
abundantes, aun en la actualidad. La crítica ideológica resulta fácil en el caso de
las obras más alejadas del sistema de valores vigente, ya que mientras más ajena
nos es una ideología, más fácil resulta identificarla como un cuerpo extraño a la
obra literaria. Es por esto, que los textos históricos de la literatura infantil pueden
chirriar de forma más estridente que los actuales, donde la defensa de los valores
pasa mucho más desapercibida ya que nosotros mismos pensamos así.
Sin embargo, en la práctica, no parece que las posturas hayan sido tan extremas.
La literatura siempre adopta una perspectiva moral y cuando se dirige a los niños
siempre hay algo de educativo en el discurso, ya que de alguna manera se les está
mostrando como es o cómo debería ser el mundo al que se incorporan. Lo que sí
es cierto es que el mensaje educativo a veces puede resultar más visible y delibe-
rado en unas obras o quedar más integrado en la construcción literaria en otras.
Cuanto más previo y deliberado es el mensaje, más tiende la pedagogía a someter
la dimensión artística. Es lo que se ha señalado como “la madrastra pedagógica”
de los libros infantiles.
Si muchas críticas y muchos mediadores siguen considerando necesario insistir contra
36
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
el uso y la creación de textos literarios infantiles con la intención de enseñar es por- ANOTACIONES
que sigue habiendo, aún hoy en día, una gran cantidad de historias con altas dosis de
moralina o de información (como en las novelas-reportaje juveniles sobre temas de
actualidad) que aniquilan la calidad literaria de los textos. También se debe a que en
algunas aulas los textos infantiles sólo son material apropiado para subrayar aspectos
gramaticales, para trabajar aspectos relacionados con otras áreas (los animales de la
granja o los colores por ejemplo) o para el debate de temas de actualidad.
Un primer criterio de valoración sobre este tipo de obras es ver si “engañan” a sus
destinatarios. Si se proponen informar o plantear debates morales, entonces el lector
tiene que saber que eso no es propiamente lo que puede esperarse de la literatura.
Pero, una vez sabido, esos libros pueden cumplir una función muy interesante. Por
ejemplo, obras con gran éxito de lectura, como El diario de un joven maníaco de
Aidan Macfarlane y Ann McPherson o El diario lila de Carlota (o el rojo, el verde
o el naranja según se trate el sexismo, el sexo, la ecología o la drogadicción) de
Gemma Lienas no se ofrecen propiamente como textos literarios.
Un segundo criterio obliga a matizar. No parece verdad que todos los textos con
intención didáctica sean mala literatura para niños. Hay obras que han superado
muy dignamente el reto de dar información o plantear un debate moral a través de
un producto artístico de calidad. Por ejemplo el álbum de Ed Young, en Siete rato-
nes ciegos (Caracas, Ekaré) se basa en una fábula –de intención didáctica, pues- y
además añade información sobre los días de la semana, los colores y los números
ordinales. Y, por el contarrio, tampoco es cierto que algunos textos que combaten
esta intención didáctica sean ejemplos de “literatura pura”, pues frecuentemente
sustituyen una agenda didáctica por otra que, a veces, por estar más cercana, se
nos hace invisible, tal como pasó con las obras feministas o antiautoritarias de que
hablábamos.
Todos los textos responden a una visión del mundo. Así que en todos existen valo-
res, compartidos o no socialmente. Pero también hay que tener en cuenta que la
ideología no siempre es un sistema coherente y único, puede presentarse de forma
no sistemática y no siempre sin contradicciones. Así, es posible que la ideología
superficial de un texto colisione con otros aspectos que se encuentran en la ideo-
logía encubierta del mismo. Por ejemplo, la especialista Felicidad Orquín señaló
que Julie y los lobos (Madrid: Alfaguara), una narración juvenil con una activa
protagonista femenina y muy valorada por la crítica, podía encubrir elementos
ideológicos patriarcales en la relación de la niña con el padre y el lobo adulto de
la manada en la que se refugia.
37
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES la ideología del lector (bien sea porque es igual a la suya, bien porque el rechazo
que le produce le lleve a reafirmase en sus creencias) o puede ser que le lleve a
cuestionarse su posición inicial (educando su mirada con nuevos valores). Y muy a
menudo puede ocurrir que la ignore, la distorsione o la adapte inconscientemente
a su perspectiva, sin tener en cuenta las discrepancias de los elementos de la obra
entre sí o con sus propias creencias.
Ese entramado complejo hace que la actuación ante las obras deba ejercerse con
prudencia, ya que su efecto en los niños puede ser muy poco lineal. Eso destacaron
los estudios sobre respuesta de los niños iniciados por Hugo Crago y otros inves-
tigadores que prestaron atención también a la recepción ideológica de los textos
viendo que los lectores a menudo pasaban por alto el mensaje moral y valoraban
profundamente el impacto de otros aspectos. Esta línea se desarrolló a partir de
finales de los años setenta como aplicación de las teorías de la recepción y la nueva
atención al lector como participante en la interpretación del significado del texto.
Pero también hay elementos más estructurales del relato que tienen mucho que ver
con la percepción del mundo que se desea transmitir. El final, por ejemplo, es un
elemento clave en el mensaje educativo, ya que refuerza el premio o fracaso de
determinadas actitudes de los personajes. La moraleja es el caso extremo de este
uso del final, ya que explicita lo que debe desprenderse de lo acaecido al personaje
para que el lector lo incorpore a sus creencias. Veamos un ejemplo más complejo y
muy clarificador de David Lodge (El arte de la ficción. Barcelona: Península, 1998)
para resaltar la importancia del final respecto del mensaje de la obra: se trata del
final de El señor de las moscas de William Golding, con la llegada de los adultos a
la isla donde se hallan los chicos náufragos, protagonistas de la obra y dedicados a
librar batallas entre ellos:
38
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
39
Curso de Especialización en Proyectos de Lectura y Biblioteca Escolar
ANOTACIONES Referencias
Hollindale, Peter (1989): "Ideology and the children's book". Signal 55, Thimble
Press, 3-22.
40
Tema 3 - Libros y literatura infantil y juvenil
Colomer Teresa. (dir.) (2002): Siete llaves para valorar las historias infantiles.
Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Peña, Manuel. (2010): Historia de la literatura infantil en América Latina. Bogotá: SM.
Recursos en la red: