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LA VIDA

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Alain Saury
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EDITORIAL BLUME
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LA VIDA
AUTOSUFI
revivir con la naturaleza
Alain Sanrv

EDITORIAL
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BLUME SA

EDITORIAL BLUME
Milanesat, 21-23. 08017 Barcelona
Título original: Le manuel de la vie sauvage
Traducción: A. Martínez
Edición: Isidro Sánchez
Director de producción: Ramón Sureda
Primera edición, 1987
© 1981 Editions Dangles, St. Jean de Braye, Francia
© 1987 Editorial Blume, S. A., Barcelona
ISBN: 84-7031-576-5 (obra completa)
ISBN: 84-7031-578-1 (tomo II)
Depósito legal: B-903-87
Impreso en España por T. G. Soler, Esplugues de Llobregat
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproduc-
ción total o parcial de este libro por cualquier medio mecáni-
co, fotomecánico o electrónico, sin la debida autorización por
escrito del editor.
contenido

volumen 2

habitar
El habitat natural 258 9-3: Técnicas y materiales contemporáneos 273
1. Herramientas de albañil 273
2. Argamasas 274
*-l: Construcciones de tipo rústico 258 a) Yeso 274
1. Herramientas básicas para la construcción.... 259 b) Cemento y cal hidráulica 274
2. Trazar un plan y hacer una maqueta 260 c) Mortero 274
3. Derribo 260 3. Materiales de mampostería 274
4. Amarre 260 a) Carretales 274
5. Espigas y mortajas 261 b) Ladrillos 274
6. Clavijas y machihembrado 261 c) Bloques celulares o perpiaños 275
7. Varillas fileteadas 262 4. Hormigón 275
8. Diferentes familias de construcciones rústicas. 262 a) Proporciones y dosificaciones 275
a) Ensamblaje de tres varas en triángulo 262 b) Amasado a mano 275
b) Ensamblaje en pirámide de tres troncos reuni- c) Amasado con la hormigonera 275
dos en su extremo por un nudo de trípode . 262 d) Encofrado de un muro de hormigón 275
c) Ensamblaje de rectángulos con espigas . . . . 263 5. Hormigonera sin motor 276
d) Ensamblaje en rectángulos triangulados ... 263 6. Construcción de fundamentos 276
7
e) Ensamblaje de ramas flexibles 264 . Encofrado de la base de un pilar 277
9. Construcciones con materiales recuperados ... 264 8. Revestimiento del suelo 277
a) Tierra de adobe 277
b) Cemento 277
Tipos de viviendas sencillas 265 9. Tipos de armazones primitivos 277
1. El iglú o la cabana esquimal 265 a) Refugio nómada anglosajón 277
a) Técnica 265 b) Vivienda circular de tierra con pilares 277
b) Modelo funcional de iglú 266 c) Casa con estructura de varas (Japón) 277
c) Pokake 266 d) Estructura de varas para .tejado de bálago . 278
d) Abrigo natural 266 e) Estructura primera de ranuras (Inglaterra) . 278
e) Iglú en tierra 266 f) Casa polaca fechada en 700 años a.J.C. . . . 278
2. El tipi 266 10. Tipos de techumbres 278
a) Estructura 266 a) Bálago 278
b) Montaje 267 b) Tejas 278
3. La casa arbórea 267 11. Simples construcciones de tierra 279
4. Cabana mongol 268 a) El adobe 279
5. La cabana gala 268 b) Bloques compactos 279
6. Escondrijo en terreno inclinado 269 c) Tapial 279
". Una gruta profunda y su disposición 269 d) Entramado 279
>. Dos tiendas individuales 270 e) Tapiado de adobe 279
9 La cúpula 270 Violencia y squatting 281
I1. Vanos 271 Bibliografía 282
contenido

fabricar
Fuegos artificiales 284 a) La toga 299
b) El sari 299
10-1: Vestirse 285 c) El sarong 299
1. Costura 285 d) El pareo 299
a) Materiales 285 e) El taparrabo 299
b) Punto de hilván 285 0 La túnica 299
c) Punto hacia atrás 285 g) La chilaba 299
d) Pespunte 285
e) Dobladillos 285 10-2: La alfarería 301
f) Punto escapulario 285
1. Definición 301
g) Ojales 286 2. Formación y composición de las arcillas 301
h) Punto de festón 286
3. Preparación de la arcilla 301
i) Remiendo 286 4. Elaboración 302
j) Punto de cruz 286 a) Técnica de la espiral 302
2. El punto 287 b) Torneado 302
a) Materiales 287 c) Pulido 303
b) Montaje de los puntos 287 d) Elaboración con losetas 303
c) Puntos básicos 288 e) Moldeado 303
d) Otros puntos 289 0 Secado 303
e) Los aumentos 289 5. Esmaltado 304
0 Los menguados 289 a) Vasijas comunes, loza 304
g) El orillo 289 b) Gres y porcelana 304
h) Terminar el trabajo 290 c) Principales materias primas que entran en la
3. El ganchillo 290 composición de los esmaltes 304
a) Cadeneta 290 d) Los colorantes 305
b) Punto bajo 290 e) Aplicación del esmalte 305
c) Aumentos 291 0 Fórmulas básicas de esmalte 305
d) Menguados 291
6. Cocción y hornos 305
e) Orillos 291 a) Cocción sin horno 305
f) El ganchillo con los dedos 291 b) Hornos antiguos de tiro ascendente 306
4. El tejido 292 c) Hornos orientales 306
a) El telar 292 d) Horno-zanja de leña 307
b) Construcción de un telar al aire libre - 292 e) Pequeño horno rudimentario 307
c) Un modelo sencillo de telar 292 7. Combustibles 307
d) La urdidura 293 8. Control de la temperatura 307
e) Fijación de hebras al primer enjullo 293 9. Múltiples aplicaciones de la cerámica 308
0 El peine 293
g) Las viaderas 293
h) Montaje del peine y de las viaderas 293 10-3: Otras artesanías 308
i) Fijación de hebras al segundo enjullo 293 1. Macramé 308
j) El tejido 293 a) Materiales 309
5. La lana 294 b) Preparación de los hilos para el macramé.. 309
a) Estudio de la lana del cordero 294 c) Montaje de los hilos 309
b) El esquileo 294 d) Principales nudos 309
c) Selección de la lana 294 e) Acabado 310
d) Lavado de lana 294 0 Una hamaca de macramé 310
e) Desengrasado 295 2. Cestería 311
f) Blanqueo 295 a) Materiales 311
g) Cardado 295 b) Herramientas del cestero 311
h) Hilado 295 c) La cesta 311
6. Otras fibras de origen animal y vegetal 296 3. Curtido 312
7. Tratamiento del lino y del cáñamo 296 a) Curtido sobre piel fresca 312
a) Enriado 296 b) Curtido sobre piel seca 312
b) Agramado 296 c) Otro método a base de tanino 312
8. La seda y el gusano de seda 296 4. El vidrio 313
9. Los tintes vegetales 297 a) Historia y composición .- 313
a) Recolección de las plantas 297 b) Utensilios y fabricación a la antigua 313
b) Secado de las plantas 297 c) Enfriamiento 313
c) Preparación de las plantas para el tinte . . . . 297 d) Herramientas de soplador 313
d) ¿Qué se puede teñir con tintes vegetales? .. 297 e) La vidriera 314
e) Diferentes fases del proceso del tinte vegetal 297 5. Labra de piedras 314
f) Teñido específico de la lana 298 a) Herramientas 314
g) Calendario de colores y plantas 298 b) Materiales 314
10. Vestidos sencillos v sanos 298 c) Trabajar la piedra 315
contenido
_~: Carpin lena 317 El papel 335
317 La vela 335
\>err¿¿c ce! tronco 317 a) Materiales 335
318 b) Remojo 336
318 Lámpara de aceite 336
i Maderas blandas 318 Los cristales de la ventana 336
r Macierai juras 318 La escoba y el cepillo 336
. Maueras exóticas 318 Los zuecos 337
;- Maderas normalizadas y aglomeradas 318 Agujas y botones 337
r< Productos de protección 318 Agua caliente y manga de riego 337
Instrumentos de carpintero 318 Almáciga 337
a Instrumentos de trazado 318 La cuerda de cardo 337
b ¡ Instrumentos básicos 318 Los W.C. biológicos 337
:i Cepillos 319 Una ducha rústica 338
di Sierras 319 Las aguas y su evacuación 338
e) Berbiquíes 320 Nudos 33?
fi Formones y gubias 320 a) As de guía 338
Afilado de herramientas 320 b) Nudo llano 338
a) Formones y cepillos 320 c) Nudo de escota doble 339
bl Plana 321 d) Nudo doble o lasca 339
c) Sierras 321 e) Nudo de amarre simple 339
d) Triscado 322 0 Nudo de rappel doble 339
Ensambladuras 322 g) Nudo de escalera 339
a) Construcción de espigas y mortajas 323 h) Nudos de amarre para un puente del mono 340
b) Ensambladura de cola de milano 324 i) Nudo de amarre doble 340
c) Ensambladura en machihembrado 325 16. Un motor eólico con una vieja bicicleta 340
d) Ensambladura con espigas y mortajas obli- 17. Una pequeña central eléctrica 342
cuas 326 Barreras 342
Para colocar las herramientas 326 a) Seto vivo 342
a) Herramental 326 b) Muro de piedras secas 342
b) Armario para herramientas 326 c) Cercado 343
Banco de carpintero 326 d) Barrera 343
Fabricación de dos cosas útiles 328 e) Portón de cierre 3~43
a) El tonel 328 19. El aceite y su extracción 343
b) La escala 328 20. Resinación 343
21. Una carreta tirada por un solo animal 344
10-5: Trabajo del metal. 329 22. Instrumentos de música 345
El herrero 329 a) Vasos musicales 345
Herramientas 329 b) Castañuelas 343
El yunque 331 c) Triángulos 345
Fragua rural 331 d) Platillos 345
Carbón 332 e) Shakers indios 345
Instalación de la fragua . 332 23. Chalecos salvavidas 345
La fragua y el fuego 332 a) Materiales 345
Fuego y hierro 332 b) Confección 345
La fundición 332 24. Gafas de corteza de abedul 346
Acero 332 25. Polipasto 346
26. Betún 346
10-6: Construcción de otros objetos. 335 27. Trenzas 346
1. La cama 335 Bibliografía 349

replantar
Panteísmo 352 d) Función 353
e) Últimos datos 353
11-1: Agricultura biológica 353 Otros fertilizantes naturales 354
1. El suelo y el cultivo biológico 353 a) Estiércol 354
2. El compost 353 b) Purín 354
a) Composición 353 c) Turba 354
b) Impregnación 353 d) Arena calcárea (maérl) y lithothamnion.... 354
c) Disposición 353 Malas hierbas 354
contenido
5. Gusanos de tierra 354 a) La planta 361
6. Herramientas básicas del buen jardinero 355 b) Preparación de la tierra 361
7. Arado 356 c) Recolección 361
a) Descripción 356
b) Maniobra 356
c) Arado no reversible 356 11-2: Repoblación forestal 363
c) Arado reversible 356 1. Utilidad de los setos 363
8. Plano tipo de una huerta familiar 357 a) El viento 363
9. Camas y cajoneras 358 b) Sus efectos 363
a) Definiciones 358 2. Mejora de los setos ya existentes 363
b) Construcción de una cama 358 a) Grandes árboles 363
c) Construcción de una cajonera 358 b) Árboles desmochados 363
d) Instalación 358 c) Setos bajos 363
10. El invernadero 358 d) Monte tallar y monte joven 363
a) Invernadero con calefacción 358 3. Replantación de setos 364
b) Invernadero sin calefacción 359 a) ¿Dónde replantarlos? 364
c) Ejemplos de cultivo en invernadero 359 b) Elección de especies 364
11. La siembra 359 c) Precauciones que hay que tomar 364
a) Principios generales 359 d) ¿Qué y cuándo hay que plantar? 364
b) Riego 359 4. Cuidado y mantenimiento de los setos 364
c) Trasplante 360 5. Repoblación 365
d) Bina y escarda 360 a) Un medio sano 365
12. Asociaciones hortícolas favorables o desfavo- b) Dónde hay que repoblar 365
rables 360 c) Trabajos preliminares 365
13. Rotación de cultivos 360 d) Selección de especies para plantar 366
a) Necesidad de la rotación 360 e) Tamaño de las plantas 367
b) Ejemplos de rotación 361 0 Manipulación de las plantas 367
c) Cultivos intercalados 361 g) Conservación de los plantones 367
14. Cultivo del trigo 361 h) ¿Cuánto plantar? 367
a) Tierras 361 i) ¿Cómo poner los plantones? 367
b) Sementera 361 j) Sembrar o plantar 367
c) Mantenimiento 361 6. Injertos y esquejes 367
d) Cosecha 361 ANEXO: Construir una charca 368
15. Cultivo de la remolacha 361 Bibliografía 368

¡m asistir y salvar
El buen samaritano 370 9. Picaduras de animales e insectos 377
10. Sección accidental de un miembro 377
12-1: Principales accidentes 371 11. Envenenamientos 377
1. Heridas 371 12. Pérdidas de conciencia 378
a) Heridas leves 371 a) En la mayoría de los casos, no se para la res-
b) Heridas graves 371 piración 378
c) Heridas especiales 371 b) Si la pérdida de conocimiento es total 378
2. Quemaduras 371 13. Parto imprevisto 378
a) Quemadura por un producto químico 371 14. Blenorragia 379
b) Quemadura térmica 371 15. La obligación jurídica de prestar socorro 379
3. Congelaciones 372 ANEXO: Láminas anatómicas 379
4. Hemorragias 372
a) Curas de urgencia 372 12-2: Auxilios 389
b) Puntos de compresión 372 1. La camilla y el transporte de heridos 389
c) Torniquete 372 2. Transporte a brazos de heridos 390
d) Hemorragia interna 373 a) Un solo portador 390
5. Esguinces y luxaciones 373 b) Dos portadores 391
6. Fracturas 374 3. Inyecciones 392
7. Asfixia 375 a) Inyección subcutánea 392
a) Intoxicación por óxido de carbono ... 375 b) Inyección intramuscular 392
b) Electrocución 375 c) Inyección intravenosa 392
c) Ventilación atificial 375 4. Botiquín de urgencia 392
d) Masaje cardíaco 376 5. La col, medicina del pobre 393
8. Mordeduras de serpientes 377 a) Indicaciones para uso interno 393

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contenido
bi Empleo 393 b) Prevención y extinción 395
ci La hoja de col. Uso externo 393 8. Salvar del ahogamiento 395
Incendios en casa 394 9. Hundimiento 395
a i Cuatro grupos 394 10. Accidentes, enfermedades, azar y medicinas
': * Intervención 394 dulces 395
Fuego en el bosque 394 Las doce leyes cósmicas 397
a i Diversos tipos 394 Bibliografía 398

v* 1 nutrirse sutilmente
13-1: Abstinencia y sensibilidad 401
5. Los olores 416
1. Nuestras necesidades 401
2. Armonía, vitalidad y ayuno 401 13-3: La luz 419
3. Hibernación, recepción y emisión 402 1. Definición 419
4. Efecto y causa de la sabiduría 403 a) La radiación solar 419
5. La única cuestión: «Ser o no ser» 403 b) Las radiaciones invisibles 419
6. Nuestros sentidos debilitados y amenazados .. 404 c) Variaciones en la radiación solar 419
a) El tacto 404 2. Efectos generales 419
b) El olfato 404 a) Sobre las bacterias 419
c) El gusto ^ 404 b) Sobre los vegetales 419
d) La vista 404 c) Sobre los animales 419
e) El oído 404 3. La exposición al sol y el hombre 420
f) Sentido de la palabra 404 a) Vitamina D 420
g) El sentido del pensamiento 404 b) Otras indicaciones helioterapéuticas 420
h) El sentido de la vida 404 c) Insolación, energía y radiovitalidad 420
i) El sentido del movimiento 404 4. Formas, volúmenes y colores 420
j) El sentido del equilibrio 404 5. La oscuridad, el reposo, el sueño y la muerte . 425
k) El sentido del calor 404
1) El sentido del yo de los demás 404 13-4: La creatividad 427
1. El poeta y el artista 427
13-2: El aire 405 2. Creación y vocación 427
1. Definición 405 3. Las necesidades creadoras 428
2. Respiración profunda 406
a) Definición 406 13-5: El amor 429
b) Un despertar agradable 406 1. Las dos mitades de la naranja 429
c) Explicaciones preliminares 406 2. Eros, lo temporal 430
d) Movimientos preparatorios 406 3. La concepción 432
e) Primer ejercicio 406 4. La gestación 432
f) Segundo ejercicio 407 5. Eugenesia prenatal 432
g) Tercer ejercicio 407 a) Constitución carbónica 432
h) Cuarto ejercicio 407 b) Constitución fosfórica 432
i) Quinto ejercicio 408 c) Constitución fluórica 432
j) La postura del cadáver 408 6. El parto sin dolor 433
k) La postura de la humildad 408 7. El nacimiento sin violencia 434
3. La vibración sonora 410 8. Lactancia 434
a) Sonido, timbre y ruidos 410 9. La educación 434
b) El oído, la palabra y el canto 410 10. Agapé, la eternidad 435
c) Las vocalizaciones y el canto 414 a) Cantar de los cantares de Salomón 435
d) El canto gregoriano 414 b) Cántico espiritual de san Juan de la Cruz.. 435
4. La plegaria en voz alta — 415 Bibliografía 437

%
V

El habitat natural
9-1: Construcciones de tipo rústico
Herramientas básicas para la construcción - Trazar un plan y hacer una maqueta - Derribo - Amarre - Espigas
y mortajas - Clavijas y machihembrado - Varillas fileteadas - Diferentes familias de construcciones rústicas -
Construcciones con materiales recuperados.

9-2: Tipos de viviendas sencillas


El iglú o la cabana esquimal - Eltipi - La casa arbórea - Cabana mongol - La cabana gala - Escondrijo en terreno
inclinado - Una gruta profunda y su disposición - Dos tiendas individuales - La cúpula - Varios.

9-3: Técnicas y materiales contemporáneos


Herramientas de albañil - Argamasas - Materiales de manipostería - Hormigón - Hormigonera sin motor - Cons-
trucción de fundamentos - Encofrado de la base de un pilar - Revestimientos del suelo - Tipos de armazones primiti-
vos - Tipos de techumbres - Simples construcciones de tierra.

Violencia y squatting

Bibliografía
El habitat natural
Construir su propia casa, hacerse el pan, dar a luz la madre a su hijo: he
ahí gestos esenciales olvidados por una humanidad caída. Guarecerse es una nece-
sidad vital para todos los animales. Quien tiene su madriguera, su guarida, su ni-
do, su antro... o su dormitorio a una altura de veinte pisos. Pues está claro que
hay que poder reposar con toda tranquilidad y abrigo y hay que dejar que los pe-
queños se hagan mayores. En el caso del hombre, se añaden las posibilidades de
la reflexión y de la creatividad artística o artesanal.
Casi seguro que los árboles fueron los primeros abrigos naturales donde de-
bimos aprender poco a poco a utilizar todos los materiales que nos sirvieron para
construir un habitat cada vez más funcional. «Estos árboles —como dice
Maeterlinck—, que dan al paseante el modelo de todos los grandes movimientos
de resistencia necesaria, de coraje apacible, de expansión, de gravedad, de victoria
silenciosa y de perseverancia.» Después llegaron las cavernas: determinadas rocas
ya horadadas por la erosión de las aguas podían ampliarse fácilmente. Después
la vivienda hecha con carretales. A las ideas de cosecha, de cultivo y luego de caza,
se añadirían las de pesca y llegarían las construcciones sobre estacas a la orilla de
lagos llenos de peces.
De la casa aislada hasta el caserío y la aldea, nuestras moradas conservaron
durante siglos un carácter amable donde fue posible vivir en contacto con la natu-
raleza y el ritmo de las estaciones, mucho más capaces de invitar a la reflexión que
los conocimientos puramente librescos. El gran libro de la Naturaleza se ha vuelto
ilegible para la mayoría de la humanidad, apilada en las ciudades monstruosas,
podrida como las manzanas, según la expresión de Mirabeau.
Que podamos hallar de nuevo este gozo primordial de crear nuestra propia
vivienda con nuestras propias manos, utilizando los materiales no transformados
de una tierra que también nos nutre.

A. »'*•
Construcciones de tipo rústico

1. Herramientas básicas 12 - berbiquí 20 - berbiquí


13 - plana 21 - rastrillo
para la construcción 14 - alicates universales 22 - llave inglesa
15 - tijeras 23 - cincel tridente
1 - sierra de podar 16 - destornillador 24 - lezna
2 - podadera 17 - punzón 25 - mazo
3 - lima 18 - sacabocados múltiple 26 - barrena
4 - sierra para metal 19 - sacabocados 27 - cuchillo
5 - escofina
6 - serrucho
7 - llave de tubo (para los taladros)
8 - taladros
9 - sierra para leños
10 - martillo de carpintero
11 - escoplo

259
habitar
28 - pala de zapador 3. Derribo
29 - hacha
30 - lápiz de carpintero Las varas rectas son un material fundamental para la cons-
31 - doble metro trucción. Podemos procurárnoslas en cualquier bosquecillo;
y un buen número de cuerdas de un dedo de grosor. aprovechar las ramas bajas de los árboles grandes o las de
los troncos caídos.
Se sierran y luego se derraman de arriba abajo.

CORTAR LOS ARBUSTOS


CON LA SIERRA, LO MÁS
fev BAJO POSIBLE

*\ w// u/mt&rr^/A
RECTIFICAR LOS ZOQUETES CON LA SIERRA

ZOQUETE SIN RECTIFICAR

ZOQUETE IGUALADO

DESRAMAR
DE ABAJO
ARRIBA

Para el derribo y el aserrado de troncos de árbol, véase el


apartado 3-2 del capítulo Calentarse.
2. Trazar un plan y hacer una maqueta
Para construir correctamente el objeto que se desea hacer, 4. Amarre
es absolutamente necesario trazar un plan a una escala sufi- Es la ligadura que se hace con cuerdas en torno a dos varas
cientemente grande que permita anotar con claridad los de- yuxtapuestas; este procedimiento reemplaza con ventaja el cla-
talles (10 cm por 1 m). Se puede proseguir este primer trabajo vado o el atornillado. Se desgastan antes las varas (en senti-
con la realización de una pequeña maqueta hecha con mate- do plano) para que no giren.
riales bien simples (balso, ramitas, bramante, cartón, cola,
chinchetas...). N.B.: con este sistema se pueden construir cabanas real-
mente sólidas.

COMENZAR
POR UN NUDO
DE BARQUERO
0 BALLESTRINQUE
>y.y¡\4^}^-.^ •< ^ > ,\ T .»*

260
construcciones de tipo rústico
REDONDEAR LUEGO LA ESPIGA DEBE
LOS ÁNGULOS CON SER LIGERAMENTE
LA PLANA CÓNICA; EN CUELLO
DE BOTELLA * APLANAR EL
BORDE ANTES
DE INTRODUCIR
LA ESPIGA EN
LA MORTAJA
(AGUJERO CON LA
BARRENA DE 24)

CON «ESPIGAS Y MORTAJAS»:


M^i EN EL CAMPO LO PRIMERO
ES LA MESA PORTAHERRAMIENTAS
VUELTAS
NO DEBEN

PASAR LUEGO LA
CUERDA POR SOBRE
SUPERPONERSE
cS
LA VARA HORIZONTAL
Y POR DEBAJO,
DE LA VARA ,
VERTICAL..

i 0-'£
HACER TRES
VUELTAS ASI,
TIRANDO FUERTE,
Y TERMINANDO
CON OTRO NUDO
DE BARQUERO... SOPC="S =i = i
- - - « ^

Una aplicación práctica de amarre: la mesa de «Robín de


los bosques» (Scouts de Francia).
CANDIL

6. Clavijas y machihembrado
5. Espigas y mortajas Se cortan las clavijas del corazón de una rama de al menos
2 cm de diámetro. Servirán para fijar las varas juntadas en
Se corta el extremo de una de las estacas en punta para que ángulo recto, previamente cortadas en machihembrado. He-
sirva de espiga y pueda ajustarse a un hueco practicado en rramientas que se requieren: lápiz de carpintero, sierra an-
la otra estaca. Para consolidar la fijación de la espiga y la mor- cha para madera, maza, taladros, barrenas, serrucho.
taja, clavar una cuña. Emplear como herramientas: taladros,
barrenas grandes, hachuela, plana, escofina.

DIBUJAR CON EL LÁPIZ


LA SECCIÓNCIRCULAR
CORRESPONDIENTE
A LA MORTAJ,"

MARCAR CON EL LÁPIZ DE CARPINTERO

SE LLEGA
A UNA SECCIÓN
CIRCULAR
ESCUADRAR CON LA HACHUELA

261
habitar
DOS SEÑALES
DE SIERRA
8. Diferentes familias
de construcciones rústicas
a) Ensamblaje de tres varas en triángulo

PERFORAR CON EL TALADRO


Y COLOCAR UNA
CLAVIJA

ENREJADO

MACHIHEMBRADO

Armazón de una mesa (Scouts)

7. Varillas fileteadas
Es otro método de fijación de varas que puede usarse cuan-
do éstas tienen cierto diámetro (5 cm). Presentan la ventaja
de que pueden desmontarse con mucha facilidad. Las vari-
llas fileteadas se venden en la actualidad por metros en los
establecimientos de ferretería, y la dimensión requerida para
el uso que nosotros hacemos de ellas es del orden de los 4 mm.
Se las coloca en las varas entalladas planas, empleando las
siguientes herramientas: llave inglea de rosca, sierra para me-
tales, lima para metales, taladro o berbiquí.

ENSAMBLAJE CON b) Ensamblaje en pirámide de tres troncos


VARILLA FILETEADA
reunidos en su extremo por un nudo de trípode

Haces un nudo
de ballestrinque
sobre el tronco del
Después de haber visto diversos sistemas de ensamblaje, medio, [21 Pasas
por debajo del
he aquí algunas aplicaciones de tipo práctico. tronco 3, vienes
luego por encima
do los tres
Después, por
debajo del 1, cor •
encima del 2, por '
debaio del 3; y lo
contrario a la
vuelta

Cómo unir tres troncos para formar un trípode

262
construcciones de tipo rústico

RECUBRIR CON
UN ENREJADO

VESA BAJA

UN BANCO

CABANA DOBLE PIRAMIDAL

d) Ensamblaje en rectángulos triangulados


Muy útil si sólo se dispone de varas delgadas

CABANA INDIA
EL
RECUBRIR CON RAMAS PEQUEÑAS «Tlpl» DEL
CONSEJO..
- MATAS DE HELÉCHOS...)
CUANDO SÓLO SE TIENEN VARAS PEQUEÑAS..

c) Ensamblaje de rectángulos con espigas

i RECTÁNGULOS Y 2 MADEROS: 1 MESA CON CABALLETES

SILLA BAJA

UN QUIOSCO PARA CARTELES


(CLAVAR MADEROS EN LAS CUATRO CARAS) UNA BARRERA, UNA PARED PARA EXPONER

263
habitar
9. Construcciones con materiales
recuperados
LADRILLOS 6 x 11 x 22

PLANCHA COLOCADA^
SOBRE TRES
TABLONES

MADEROS ASERRADOS

e) Ensamblaje de ramas flexibles / PERPIAÑOS


Muy útil cuando sólo se tienen a mano pequeños leños de
haya o monte bajo, o pequeñas ramas de nogal, de castaño,
juncos o retama... No olvidemos que hay casas que han sido
construidas enteramente según la técnica de la cestería.

PERPIAÑOS
BALAS
DE PAJA

'X-tjí--

264
1. El iglú o la cabana esquimal
Está hecho de bloques de nieve cortados con el cuchillo,
una pala o el piolet. Para que resulte eficaz contra el frío, su
espesor debe ser, por lo menos, de 50 cm. Su forma se parece
algo a una borie (cabana gala). Los esquimales pueden alo-
jar dos familias en un iglú de 3,75 m de diámetro.

a) Técnica
Se forma por una espiral, que va ascendiendo, compuesta
por bloques de nieve puestos en círculo sobre el campo e in-
clinados hacia el interior de la cúpula.
Trazar un círculo de 2,50 m de diámetro, apretar cuidado-
samente la nieve en el emplazamiento elegido. Debe planear-
se bien la espiral de la base para que el muro se vaya elevando
regularmente con bloques de nieve de 60 x 50 x 40 cm. Nie-
ves buenas: heladas, esponjosas, de nevero o descompuesta
(en este caso, bien apisonada). Malas: nieves superficiales poco
espesas, nieves en polvo heladas. Hay que elevar esta cúpula
hasta un máximo de 1,75 m, recortando cada bloque, en el
momento de colocarlo, para que quede bien unido a los res-
tantes; aumentar sensiblemente la pendiente a cada vuelta a
fin de mantener una inclinación. Rellenar poco a poco con
nieve eliminando las asperezas que pueden constituirse du-
rante la obra. Colocar el bloque troncocónico que hace de cla-
ve de bóveda. Practicar una abertura a nivel más bajo que
el suelo del iglú. Cerrarla con un bloque de nieve, o una tela,
pero nunca completamente para evitar la asfixia. Aislarse del
suelo con una lona circular.
N.B.: también se puede excavar un agujero en la nieve es-
pesa (2,50 m) y emplear los esquís como armazón para colo-
car encima losas de nieve.

Construcción de un iglú

265
habitar
b) Modelo funcional de iglú más actuales. En pocas líneas, un iglú hecho con terrones es
una estructura mitad enterrada que se construye con raras
Con sus dos agujeros de aireación y la fosa para el frío. ligeras o con maderos burdamente tallados con ios que se re-
cubre un armazón sólido hecho con troncos, que a su vez se
AGUJEROS recubre de una hoja de polietileno, de tierra, musgo y, a ve-
DE AIRE
ees, nieve. La parte que queda bajo el nivel de tierra y el te-
rraplén actúan a modo de lampón térmico... La tierra del
terraplén no alcanza nunca la temperatura exterior (la tierra
desprende calor) y, al cabo de una semana de calefacción, el
terraplén se habrá calentado considerablemente. El calor que
irradia el interior se almacena durante el día y se desprende
durante la noche, lo cual regulariza la temperatura durante
las 24 horas de un día (cualquiera que haya dormido en una
cabana de leños y ha encontrado helada el agua de la taza que
está junto a su cama puede apreciar este fenómeno).»

2. El tipi
c) Pokake
Esta vivienda pertenece a la familia de las pirámides que
El iglú puede vaciarse en la misma nieve, que ha de tener hemos definido en nuestro apartado Construcciones de tipo
en este caso un espesor de 2 a 2,5 metros. Se cierra con una rústico. Su construcción y montaje es simple y cómodo y re-
tapadera de nieve. sulta útil tanto a nómadas como a sedentarios. Hecho con lo-
nas impermeables, tiene bastante peso: 15 kg, pero hecho con
tela de paracaídas plegada en dos no sobrepasa el kilo. Se pue-
MÍ» de hacer en su interior fuego para cocinar, gracias a la aber-
tura de la parte superior que procura un buen tiro de aire.

a) Estructura
— Colocar dos telas impermeables de 4,30x4,30 m jun-
tas, procurando que una sobrepase a la otra en 10 cm.
— Hacer un corte en semicírculo; coserlas por la parte que
una recubre a otra, dejando un espacio por el que se podrá
introducir una vara.
— De los recortes, cortas 3 piezas (A, A' y B) de 100 x 6 cm.
— Plegar y coser una esquina de las tres piezas A y A', y
coser al cuerpo de la tienda A, A' y B.
— Fijar cuatro cordones en el borde exterior de la pieza B.
d) Abrigo natural — Plegar la tela en dos. En cuarto de círculo, a 30 cm del
Este abrigo provisional fácil de construir ha salvado la vi- borde, en correspondencia con los cordones de la pieza B, co-
da a más de una persona con ocasión de una tempestad o de ser cuatro anillos o grandes botones.
una niebla espesa en plena montaña. Se escoge una anfrac- — Disponer en la parte baja de la tienda una abertura que
tuosidad de la roca, donde no sea difícil sentarse, y se cierra pueda plegarse y cerrarse mediante tiras de cuero: la puerta.
con bloques de nieve. — Cortar una decena de varas bien rectas, más largas que
la altura del tipi (tener en cuenta la inclinación y la parte que
excede del caballete).
— Se precisan 10 bramantes de cuerda sólida de 45 cm de
largo para atar el tipi a las varas, así como una cuerda de 7,5 m
y una veintena de estacas.
— Prever en los bajos del tipi los correspondientes aguje-
ros en que se colocarán las estacas.

PLEGAR Y
COSER ESTAS
ESQUINAS .... .
i ^ l)\)) cordones
' ¿5"

e) Iglú en tierra
Hemos hallado su descripción en la excelente obra Habi-
ta ts, (Éd. Alternative et Paralléles):
« Un iglú hecho con terrones es una buena solución al pro-
blema de la vivienda en un país frío. Este tipo de abrigo une
la utilización de técnicas tradicionales con la de las técnicas Hacer un dobladillo a la costura intermedia

266
tipos de viviendas sencillas
Así concluye Jules Renard en sus Historias naturales, y para
aquellos que, como él, sienten la extraordinaria atracción de
los arboles y de su fortaleza generosa y tranquila, no hay cier-
tamente morada más agradable.
Se escoge un árbol sólido y alto con copa extendida, y se
construyen en él plataformas de madera dura, que no habrá
que fijar en el árbol, para no dañarlo y permitir que se mue-
va libremente, lo cual evitará, por lo demás, que la construc-
ción se resienta por el movimiento. Se adpotará, pues, corno
modo de fijación el amarre (véanse nuestros apartados Nudos
y Carpintería), o bien la fijación mediante grandes tablones
b) Montaje de madera o por cuerdas de nilón o alambres de espino bien
tensados para lograr un enrejado firme (casa de Hugh Brown,
Hay varias clases: en una playa del Caribe), que neutralice los efectos ondula-
— Tipi sedentario: plantar las tres varas que se habrán en- torios del viento.
samblado con un amarre y juntar a ellas de cinco a ocho va-
ras más formando un haz.
— Tipi con vara lateral: deslizar una vara de 2,20 m por
la costura del tipi y plantar el conjunto. Atar con una cuerda
la vara al tipi por el extremo de su cono. Atar una cuerda a
este punto de fijación y tensar para formar un ángulo de 60 °
desde el suelo. Fijar esta cuerda a una rama de árbol.

— Tipi sin armazón: atar una cuerda gruesa a la cimera


del tipi, pasarla alrededor de una rama de árbol, tensarla y
anudarla en torno al tronco del mismo árbol.

N.B.: no nos olvidemos de cavar una zanja alrededor del


refugio.

3. La casa arbórea
«...Siento que deben ser mi verdadera familia. Pronto ol-
vidaré la otra. Estos árboles me adoptarán poco a poco y,
para merecerlo, aprendo lo que me hace falta saber:
»Sé ya contemplar las nubes que pasan.
»Sé también quedarme en mi sitio.
» Y sé casi callarme.»
267
habitar
Tibet, donde las utilizaron también las poblaciones sedenta-
rias y sirvió igual como casa de pobres y como palacio de em-
peradores.
Su elemento básico es una especie de enrejado desplegable:
listones de madera claveteados o atados a intervalos regula-
res y en diagonales opuestas que tienen la elasticidad de un
acordeón. Estos muros están destinados a unirse formando
un conjunto en círculo que contiene un marco de puerta. La
parte alta del muro alzado va a quedar tirante por una cuer-
da que lo tensa. Unas varas unen el muro con un pequeño
círculo central, interno y superior al otro, constituyendo así
el armazón del techo (sostenido, a veces, por uno o dos pos-
tes), que se recubrirá, igual que las paredes, de telas o pieles.
Una abertura dejada en el centro del círculo superior central
sirve como chimenea.

Unas buenas varas aseguran el armazón de los muros y el


maderamen del techo, que puede ser de caña, de ramaje o de
follaje rellenado con tierra o musgo.
Si la enramada del árbol no permite construir una pieza
grande, es aconsejable construir entonces varias habitacio-
nes pequeñas, a distintos niveles, uniéndolas entre sí por es- 5. La cabana gala
caleras de cuerda o madera. No hay que extrañarse luego de
las frecuentes visitas que pueda hacer toda la pequeña fauna La cabana gala, o borie, es un tipo de vivienda construida
animal a la que el árbol ofrece a menudo su amparo: aves, totalmente en piedra seca, del tipo que a menudo puede ob-
ardillas, lagartos... servarse en tierras de Haute-Provence.
¡Quién no se acuerda ahora de las maravillosas cabanas ar-
bóreas descritas por Daniel de Foe, en su Robinsón Crusoe,
y de la cabana construida por el padre de Tarzánl:
«...Clayton escogió cuatro árboles que configuraban un
cuadrado de casi dos metros y medio de lado. Cortó después
unos troncos de otros árboles y los fijó muy sólidamente a
los cuatro anteriores, a casi tres metros del suelo, con la ayu-
da de unas cuerdas que le había dejado Miguel el Negro. So-
bre este cuadrado puso después unas ramas más pequeñas,
bastante juntas. Luego cubrió esta plataforma rudimentaria
con unas grandes hojas de begonia, que por allíproliferaba.
Por último, cubrió todo con una gran tela doblada varias ve-
ces. Algo menos de dos metros más arriba construyó por el
mismo método una segunda plataforma, más ligera que la an-
terior, que debía servir de techo. Suspendió, por los lados de
la segunda plataforma, el resto de las telas. Caían a modo
de un muro... Las últimas horas del día las dedicaron a la cons-
trucción de una escalera rústica.»

4. Cabana mongol
Es un habitáculo realmente adaptado a la vida nómada.
Tres hombres pueden plantarlo en una media hora y, no obs-
tante, tiene una solidez a toda prueba. De Mongolia pasó al
268
tipos de viviendas sencillas
6. Escondrijo en terreno inclinado Refugio de construcción simple y disimulada, recomenda-
do por las instrucciones para sobrevivir dadas a los prisione-
ros evadidos del ejército francés.

PIEDRAS PLANAS, TEJAS,


PAPELES ALQUITRANADOS, CHAPAS

MURO DE PIEDRAS

SALIDA
ZANJA DE AGUA

Tipo de refugio sencillo y bien concebido por los scouts de


7. Una gruta profunda y su disposición Francia.

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••Wi"

269
habitar
8. Dos tiendas individuales cionar, porque se trata de una vivienda totalmente funcional
que goza de una moda cada vez mayor en EE.UU. En la ac-
Pueden ser de tela o de plástico, y su concepción práctica tualidad, entran los materiales más diversos para la construc-
(se debe, igual que aquella del iglú y del rainshel (véase An- ción de su cobertura: contraplacado, papel alquitranado,
dar y orientarse) a Survival Scrapbook I, Unicorn Bookshop. chapas de automóviles cortadas con un hacha, paneles de vi-
nilo, aluminio, cañas, bambú, telas impermeables...
Su concepción más simple es la inicial: cobertura de cañas
sobre varas de madera (véase la familia de rectángulos y su
cabana bantú, en nuestro párrafo Construcciones de tipo
rustico),

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' V

+-

1 ~~
Diversos tipos de juntas para la construcción de una cúpula:

9. La cúpula
Se enumera ciertamente entre los primeros tipos de vivien-
da que se ha construido el hombre, puesto que su fabricación
no necesita obligadamente el uso de instrumentos de hierro,
como lo exige, en cambio, la tala de leños y el tallado de pie-
dras. Puede consistir en un simple ensamblaje de ramas fle-
xibles o de troncos verdes entrecruzados con el fin de crear
un espacio hemisférico con base circular, mientras que la co-
bertura puede ser de cañas.
En el transcurso de los siglos, los principios han permane-
cido inalterados, pero han ido cambiando los elementos con-
cretos: cúpulas de ladrillos, de piedras talladas, de cemento
(a partir de los romanos).
En 1922, se construyó en Alemania la primera cúpula ico-
saedra de ligeros montantes de acero y con un revestimiento
muy ligero de cemento, cuyo espesor estaba en función de la
misma relación de una cascara de huevo con su diámetro. Des-
de entonces, la técnica de la cúpula no ha parado de evolu-

270
tipos de viviendas sencillas
10. Varios
Un poncho, una chilaba, una capa deps;:.- -'-
pueden ofrecernos un buen abrigo pro\:s:or.¿! Í: i.:.t~ :
es excesivamente húmedo o riguroso. Basta prcr;~. : - -
un soporte a cierta distancia del suelo con ayuda ; = _:.
ras dispuestas en haz, o de una cuerda tendida entre a. • .:••
boles. El vivac (simple refugio bajo un saliente de rocaí e-
bien conocido por alpinistas y escaladores. Nosotros mismo-,
con mi esposa y mi hijo y los gatos, hemos vivido durante
mucho tiempo en el tan hermoso bosque de Fontainebleau:
un Citroen 15 caballos dispuesto como habitación de dormir
nos permitía largas y confortables permanencias bajo e! abrigo
de los árboles y los peñascos; lo instalamos todo funcional-
mente: biblioteca, lámparas de cabecera (conectadas a la ba-
tería), cama con dos colchones, con sábanas y edredón,
nevera, pequeña hamaca para el niño, hornillo de gas, depó-
sito de agua, calefacción complementaria... Nada de esto im-
pedía a nuestro Citroen rodar tranquilamente, pese a sus años.
Tuvimos ocasión de ver una barca, una embarcación, un vie-
jo autobús y un no menos viejo camión (que ya no ronda-
ban) dispuestos como vhiemdas confortables y duraderas.

Una vivienda temporal y urgente


Tepes de hierba: en un terreno con buen césped, cortar
«adobes>' de 10 cm de espesor, que contengan las raíces
que constituyen la argamasa. Apilarlos a discreción, sin
proceder previamente a un secado o a una preparación (Ar-
chi de Terre, Éditions Parenthéses).

En la familia de las cúpulas también se hallan antiguas es-


-.ructuras de viviendas hechas principalmente de ramas y va-
ras, recubiertas con hierbas, paja, cañas, etc.

ESTRUCTURA DE UNA
SAUNA PEYOTE

:.i

271
habitar

272
Técnicas y materiales contemporáneos

1. Herramientas de albañil
PALETA
Metro simple y doble (de metal) - Nivel de líquido - Plomada CUADRADA
- Cuerdas - Tizas - Llana - Fratás - Clavijas - Cepillos de metal
y de grama - Cubo de 10 litros - Artesa de goma de 50 litros
- Serruchos de mano y de bastidor - Martillos simples y
sacaclavos - Tenazas - Buril - Escoplo - Punzón -
Destornillador grande - Lima triangular - Bote de grasa -
Trapos - Alambre galvanizado.
Además:
— Para replantear y trazar: Maza - Cinta métrica arrollable
- Piquetes metálicos - Jalones - Nivel de anteojo o de tubo.
— Para encofrar: Cárcel - Sacaclavos - Mazo - Lápiz de
carpintero.
— Para derribar: Pico - Pala - Palanca - Carretilla.
— Para mampostear: Martellina - Martillo de cantero -
Reglas - Escuadra metálica - Llanas especializadas - Escoda
- Llana para juntas.
— Para reparar un revoque enyesado: Piocha - Esparavel
- Llana de yesero - Lima encorvada (o cuchillo de revoque).

NIVEL DE BURBUJA

273
habitar
2. Argamasas
Permiten el ensamblaje entre los materiales de albañilería,
proporcionando una hilada exactamente acomodada a su for-
ma y los hace así muy estables, logrando una exacta reparti-
ción de su peso.

a) Yeso
Es el resultado de la cocción (a — de 200°) del yeso. Se em-
plea pulverizado y, para un empleo inmediato, se amasa con
un 80 o 90% de agua. Se utiliza para el sellado, el revoque,
el enlucido...

b) Cemento y cal hidráulica


Se les llama argamasas hidráulicas: mezclados con conglo-
merados y agua, dan hormigón o mortero según la naturale-
za de los conglomerados.
Los conglomerados se dividen en tres categorías:
— Arenas pequeñas o medianas (4 mm máximo).
— Grava fina (entre 5 y 20 mm).
— Grava gruesa (de 20 a 70 mm).
El cemento es un material cuya base es el silicato y alumi-
nato de cal, de fraguado muy rápido, se altera muy rápida-
mente, se endurece y se vuelve entonces inutilizable. Se emplea
también para sellar.

c) Mortero
Es una mezcla de cemento o de cal, de arena y agua, en unas
proporciones que varían según el destino. Los morteros de
cal son más pastosos y se trabajan con mayor facilidad que
los de cemento, pero son menos resistentes, menos impermea-
bles y secan más lentamente. Los morteros bastardos, mez-
cla de cemento y cal, aunan las cualidades de uno y otra. El
mortero sirve de unión entre los materiales de albañilería y
para llevar a cabo los revoques que hacen impermeable la
manipostería.

3. Materiales de manipostería
a) Carretales
Son las piedras que entran en la construcción de los mu-
ros. Provienen con frecuencia de canteras (caliza, gres, gra-
nito, pedernal...).

b) Ladrillos
CARRETILLA METÁLICA DE 75 L
Son los bloques de tierra cocida que sirven para levantar
muros (nunca bajo nivel de tierra, por causa de su porosidad).
Es importante ponerlos en remojo antes de usarlos de modo
que no absorban el agua del mortero. Se emplean macizos (for-
mato normalizado: 5 x 14 x 29 cm) o huecos (9,5 x 14 x 29 cm).
Se alzan desde una base de hormigón enterrado.
— Corte de ladrillos macizos: colocados en los extremos
de un muro o formando el cuadro de una puerta, hay que cor-
tarlos una de cada dos veces para que las hileras mantengan
la verticalidad. Dibujar una línea de corte en torno al ladri-
llo. Marcar un surco siguiendo la línea con un cincel de alba-
ñil, dando con la maceta unos golpes suaves y precisos, con
el filo bien apoyado antes del golpe. Repasar el surco con la
N.B.: todas las herramientas empleadas en albañilería se punta de la martellina y romper el ladrillo de un golpe, que
lavan inmediatamente con agua y luego se engrasan. será tanto más limpio cuanto mejor hecha esté la entalladura.
274
técnicas y materiales
— Corte de ladrillos huecos: es más problemático, porque » 7) Con la pala, ir tirando los bordes del cráter dentro del
el ladrillo es más frágil. Marcar la línea de corte por todo el agua, dando vueltas alrededor del montón de modo que la
contorno del ladrillo. Con ayuda de una martellina, comen- corona se achique de una forma bien regular, evitando que
zar a romper el ladrillo por sus cuatro caras. Luego entallar se escape el agua. Mezclar bien.
por las nervadura y las aristas. Dar un golpe seco, por últi- »Será conveniente, al principio, no tirar toda el agua nece-
mo, con el filo de la paleta de bordes planos. saria de una sola vez. Después de una primera mezcla con la
mitad del agua, por ejemplo, se hará de nuevo el montón con
su cráter y se comenzará otra vez la operación.
c) Bloques celulares o perpiaños »— Cuando se mezcla el hormigón entre dos, es preferible
Son bloques moldeados de hormigón de gravilla. Pueden hacer un montón de poca altura, con mezcla más bien seca,
ser también macizos o huecos y se utilizan igual que los ladri- muy homogénea y, mientras que uno de los dos moja poco
llos. Su formato normal es de 10 o 15 o 20x20x40 cm. a poco con un cubo o, mejor, una regadera, el otro mezcla
a discreción con la pala.
••— Cuando sólo se necesita una pequeña cantidad de mor-
tero, es preferible amasar con la paleta en el cuezo para el
4. Hormigón mortero, procediendo de igual manera.»
(Extracto de Les Chantiers, Scouts de Francia.)
Es una mezcla de cemento, arena, grava o guijarros y agua.
Puede ser echado en moldes y se presta para múltiples usos:
fundamentos, muros de sótanos, revestimiento de suelos, ele- c) Amasado con la hormigonera
mentos resistentes con acero (vigas, pisos, cimientos, arcos, Orden de introducción de los componentes: una parte de
losas, postes, puentes...). He aquí las proporciones de algu- conglomerado más una parte de agua: hacer girar el cemen-
nas de sus dosificaciones (carretilla de 50 litros). to, la arena, el resto de agua. Hacer girar el resto de conglo-
merado por orden creciente de grosor.
a) Proporciones y dosificaciones
— Cimientos para una casa sin piso superior: 2 carretillas
de grava fina o gruesa, 1 de arena, 25 kg de cemento. d) Encofrado de un muro de hormigón
— Muros de sótanos, basamentos, construcciones: 2 carre-
tillas de grava fina o gruesa, 1 de arena, 40 kg de cemento. 1 - tabla de encofrado 10,5 x2,7 cm: clavos 25 55
— Suelos: 2 carretillas de grava fina purgada, 1 de arena 2 - tirantes 10,5 x2,7 cm; clavos 28/60
purgada, 25 a 40 kg de cemento. 3 - tensores horizontales o traviesas: 2 veces 10,5 x 2, 7 cm
— Hormigón armado: 2 carretillas de gravilla purgada, o cabrio 10x 10 cm: clavos 28/60
1 de arena purgada, 50 kg de cemento Portland 250/315. 4 - riostras 10,5x2,7 cm: clavos 31/70
En general, no se emplea más de 180 a 200 litros de agua 5 - codales 5x2,7 cm: clavos 25/55
para obtener 1 m3 de hormigón: encoge como la ropa, y 6 - calzos 2,5 x2,7 cm: clavos 2 o 3 veces 28/60
cuanto más se moja, más corre peligro de resquebrajarse. Para 7 - jabalones 10,5 x 2,7 cm: clavos 2 veces 31/70
una buena mezcla, puede ser necesaria una hormigonera, pe- 8 - tensores de alambre de 04 mm, cada 80, 90 cm.
ro también se puede mezclar manualmente, a condición, sin Sobre el hormigón no demasiado duro, se clavan dos ma-
embargo, de no necesitar más de 10 m3 en un día. deros de pino (16,5 x 6,5) o dos tablones (23 x 8 cm) para co-
menzar el muro.
Así se logra automáticamente la separación de la base y no
b) Amasado a mano habrá problemas de escurrimientos sobre el encofrado y el
enlosado.
«La mezcla debe hacerse sobre una superficie plana, dura
y bien limpia, suficientemente grande para actuar con co-
modidad.
»1) Tirar en un extremo de la superficie la arena necesaria
para un amasijo. Para medir las cantidades, se echara mano
de una carretilla de 50 litros o de una caja de un volumen co-
nocido, que llenaremos en el área de amasado. Extender con
la pala una capa de una decena de centímetros de espesor.
»2) Tirar sobre la arena la cantidad de argamasa suficien- ENCOFRADO DE MURO
A LA IZQUIERDA.
te repartiéndola por toda la superficie de la arena. UNTAL FIJO EN TIERRA
»3) Coger la mezcla con la pala y hacer un montón en el A LA DERECHA,
UNTAL FIJO SOBRE ENLOSADO
otro extremo de la superficie de amasado.
»4) Desplazar este montón, con sucesivos golpes de pala,
al menos dos veces, hasta que esta mezcla adquiera un color
gris uniforme.
»Sólo para el hormigón:
^Extender de nuevo el montón en una capa de unos diez
centímetros de espesor.
»Extender sobre esta capa la grava y las piedras machaca-
das y empezar de nuevo como en 3 y 4.
»5) Hacer un montón de unos 20 centímetros de altura so-
lamente.
»6) Practicar un cráter en el centro, donde se echará la can-
tidad de agua conveniente.
275
habitar
5. Hormigonera sin motor
Se trata de una simple cuba montada entre dos varales a
la manera de un rodillo, casi toda fabricada en madera con
tablas de 22 mm de espesor.

— Construir dos tableros de 40 x 30 y otros dos de 60 x 60;


cruzando las juntas para asegurar mejor la ensambladura, cla-
var los tableros pequeños en el centro de los grandes con ayu- 6. Construcción de fundamentos
da de clavos de gran diámetro, cuya punta excedente será
rebatida después de haber clavado. La circulación de aire bajo una casa implica un buen aisla-
— Cortar los tableros de 60 x 60 en discos de 60 cm de miento y una buena situación saludable. En consecuencia, los
diámetro. sótanos, igual que los graneros, tienen otras finalidades ade-
— Clavar las tablas de tres lados de un cajón (70 a 80 cm más de la de conservar los alimentos tal como explicamos en
de largo) sobre el campo de los tableros pequeños de 40 x 30; el capítulo Conservar. Y no importa que la vivienda sea de
de esta suerte se obtiene un cofre sin tapadera, fijado sobre madera, de tierra, de piedra, o de hormigón; si se renuncia
dos ruedas. a los sótanos, es mejor elevar la planta baja al menos 30 cm,
— Para facilitar el amasado del mortero, fijar en el inte- practicando algunas aberturas en la pared de esta alza. En
rior seis tablas (de la misma longitud que el cofre por su inte- consecuencia se alzarán los pilares de aguante. Tanto si son
rior y clavadas a la pared) que funcionarán como palas; dos de hormigón como si se construyen de madera, se comienzan
de ellas se clavarán oblicuamente en los ángulos, enmarcan- a colocar los de los ángulos después de haber trazado el perí-
do la puerta para ayudar en el momento del vaciado, dos más metro de la vivienda; si conviene, añádanse otros cada 1,40 me-
perpendicularmente sobre la pared opuesta a la puerta, mien- tro más o menos (que es la longitud inflexible de una vigueta
tras que las dos restantes se clavarán sobre las otras paredes de madera dura de 10x20 cm). Estas viguetas constituirán
con una ligera inclinación para no retener el mortero. la armadura del piso.
— Construir el montante de la puerta (20 x 30 cm); hacer
un renvalso con calzos clavados planos sobre tres costados;
fijar la puerta con dos charnelas fuertes y colocar cerraduras
al estilo de caja de municiones.
— Los varales se componen de dos tables de 8 cm de an-
cho en las que se practica un agujero en cada extremo para
poderlas montar, unidos por un lado por un travesano redon-
do y, por el otro, por un perno que servirá de eje. El perno
(cabeza en el interior) atraviesa el disco y un cuadrado de ma-
dera que sirve de intermedio, y el varal se coloca sobre la tuerca
rematada por una contratuerca.
— Reunir los varales por tablas clavadas en diagonal.
— El amasado se realiza con un movimiento de vaivén.
— La descarga se efectúa después de hacer subir la hormi-
gonera por un plano inclinado (maderos, travesanos de vía
de tren...), abriendo la puerta hacia abajo.
N.B.: aunque el cofre no sea completamente estanco, con
el uso, el hormigón se encargará de tapar rápidamente todas
las fisuras, así como de impedir que las tablas se muevan.
276
técnicas y materiales
7. Encofrado de la base de un pilar a) Refugio nómada anglosajón

b) Vivienda circular de tierra con pilares

8. Revestimiento del suelo


Si el suelo de la vivienda es de tierra batida, puede hallarse
el aislamiento recubriendo con follaje seco, piedras planas,
o bien con tierra de adobe o cemento.

a) Tierra de adobe
Igualar el suelo quitando cantos y piedras que podrían de-
formarlo. Mezclar tierra y agua como se hace en la prepara-
ción de ladrillos de adobe (§ 10). Echar una capa de 8 cm de c) Casa con estructura de varas (Japón)
espesor; la superficie debe quedar perfectamente lisa, hú-
meda y a igual nivel; echarla de una sola vez si se desea uni-
forme; nivelar con un fratás. Dejar secar durante diez días.
Tapar con adobe las grietas que hayan podido formarse du-
rante el secado; dejar secar cuatro días más y dar una mano
de aceite de linaza hervido mezclado con un cuarto de tremen-
tina. Pasar luego varias capas de cera.

b) Cemento
Ésta es la mezcla que se emplea para un suelo: 1 parte de ce-
mento, 2 de arena, 4 de grava; su espesor varía de 7 a 10 cm;
si el terreno no es muy estable, hay que darle un armazón
de enrejado. Para hacer un suelo de cemento se necesita,
evidentemente, un encofrado que se llenará de una tirada, ni-
velando poco a poco. Se alza el enrejado con un gancho de
hierro para evitar que se deslice y para que se mantenga en
el medio de la capa de cemento. Se enrasa la superficie de ma-
nera uniforme con ayuda de un escantillón. Se apisona con
un marco de acero (75 x 115 cm) al que se ha soldado una re-
ja metálica. Se acaba con la paleta y se alisa con la llana me-
tálica y el fratás.

9. Tipos de armazones primitivos


He aquí unos dibujos muy claros tomados de la excelente
obra Habitáis, y reproducidos aquí con la amable autoriza-
ción de ediciones Alternative et Paralléles - 38, rué des Bour-
donnais - París I.
277
habitar
d) Estructura de varas para tejado de bálago f) Casa polaca fechada en 700 años a. J.C.
N.B.: los extremos enterrados (unos 30 a 50 cm) de los ca-
brios se han endurecido previamente al fuego y se sientan so-
bre una superficie endurecida (tierra apisonada, mortero,
piedras...), luego se empiezan los cimientos.

10. Tipos de techumbres


a) Bálago
Fue el material de techumbre más empleado en el mundo.
Sus elementos son fáciles de hallar: paja, hierba alta, juncos,
cañas, tallos de heléchos, hojas de palmera... En los países
muy húmedos, se solía sobreponer, con mucha frecuencia,
una capa de tierra bajo el bálago para obtener un mejor ais-
lamiento.
Existen muchos métodos de colocación del bálago, todos
ellos bastante complejos que requieren, además de una bue-
na técnica, una pendiente bastante acentuada de la armadu-
ra del techo; hay que consultar una obra especializada o, mejor
aún, hay que acudir a un buen artesano experto en esta mate-
ria. Indicamos aquí tres que pueden suscitar la curiosidad del
lector:
— Por costura: se cose la placa a los puntos de apoyo.
— Sobre varillas: igual método que el anterior, pero las pla-
e) Estructura primera de ranuras (Inglaterra) cas no se cosen, sino que se anudan.
— En gavillas: técnica adecuada sobre todo para cañas.

b) Tejas
Sin duda alguna es el procedimiento de techumbre más her-,
mético que puede calificarse como plumas de ave, porque sví
disposición es similar y permite que el agua se escurra con so-
ma facilidad. /
Los materiales de que se dispone son bátante numere/sos:
— La teja propiamente dicha, placa de tierra cociaa al
horno.
— La tablilla, teja de madera vaciada en un tronco de un
viejo árbol y clavada sobre los calzos.
— La piedra, perforada y fijada a las estructuras del techo.
— La pizarra, placa sacada de la piedra del mismo nombre.
El cartón alquitranado, las planchas metálicas o de fibro-
cemento son también buenos revestimientos.
N.B.: atención a la inclinación de los techos, que debe va-
riar según los materiales empleados y los diversos climas.
278
técnicas y materiales
11. Simples construcciones de tierra
a) El adobe
Es un modo de construir (muros, techos o bóvedas) que uti-
liza únicamente ladrillos de barro seco. Se rellena con barro
húmedo un molde de madera (40 x 30 x 10 cm); se apisona o
pisotea y se saca del molde un poco después; se deja secar en
su sitio durante tres días y luego se amontonan y no se utili-
zan hasta un mes más tarde. Al amasar la tierra se puede aña-
dir paja, cal o emulsiones de asfalto que la consoliden. El
mortero que se utiliza para montar los ladrillos tiene igual
composición. Es un tipo de construcción propio de la arqui-
tectura rural. Esta técnica, realmente antigua, está todavía
muy expandida en el Oriente Medio y en América del Sur.

Etapas de construcción de un tapial


(dibujos tomados de Aren: ele Terre, Éditions Parenthéses)

d) Entramado
Se aplica tierra húmeda sobre una estructura de madera que
formará así una especie de tabique armado para los muros
de la vivienda.
^
MOLDE PARA LADRILLOS DE ADOBE

b) Bloques compactos
Esta manera de construir utiliza el mismo método de la fa-
bricación de ladrillos de adobe, pero la tierra se apisona por
presión manual o hidráulica.

c) Tapial
Este método permite construir muros monolíticos con tie-
rra compacta apisonada en un encofrado por medio de un pi-
són. Este pequeño encofrado se desplaza a lo largo y a lo ancho
de los muros a medida que se van edificando; estos muros
no tienen nunca menos de 50 cm de espesor, lo que hace que
el apisonamiento resulte fácil.
Una buena mezcla de la tierra de un tapial es la siguiente:
grava, 0 a 15%; arena, 40 a 65%; limo, 10 a 45%; arcilla,
15 a 25 %. El porcentaje de arcilla es importante y hay que
controlarlo; la cantidad de agua de una buena mezcla debe
ser del orden del 11%.
N.B.: los tapiales se rellenan según capas de 10 a 25 cm,
que se apisonan inmediatamente.
Técnica del entramado
{Archi de Terre, Éditions Parenthéses)

e) Tapiado de adobe
Sobre un armazón de madera, trenzado o enrejado de
mas, se aplica barro mezclado con un «estabilizador ar,
do» (paja cortada, ramillas, bostas) a sus dos caras ( ron
mano o con el esparavel).
Se puede utilizar también un doble armazón (2 tabiques de
madera), con lo que aumenta el espesor y la solidez del mu ro.
(Tomado de Archi de Terre, Éd. Parenthéses.)
habitar
Estructura clásica de una casa de emigrantes en Estados
Tapiado de adobe Unidos en el siglo xvn, con una gran chimenea central que
irradiaba calor a todo el edificio. Su arquitectura maciza, bien
equilibrada y resistente explica que todavía subsistan algu-
nos ejemplares en la actualidad.

Dos armazones

280
habitar
Violencia y squatting
El verbo inglés to squat significa «establecerse sin título» y de ahí deriva, por justi-
cia lingüística, el nombre de squatters que se dio a los colonos.
Hace unos años, vagabundos ingleses con sus familias matizaron con un nuevo sen-
tido estas palabras ocupando casas o apartamentos vacíos sin consentimiento de sus due-
ños. Hay que decir que es un fenómeno no raro en los países de este occidente abusivo que
crea objetos que luego sólo utiliza accidentalmente, gracias por lo demás a los squattings
llevados a cabo, durante largos siglos, en el tercer mundo al que ha condenado al hambre,
al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte. Este boomerang que nos devuelve, por justi-
cia dei destino, esos locales desocupados —que en su mayor pane son inversiones de dinero—,
va a permitirnos colonizar a nuestros propios vecinos incoherentes cuando lleguen las pró-
ximas catástrofes, si es el caso, con sus exigencias de éxodo.
Entonces será la ocasión de utilizarlos igual como se hace con ¡os refugios de monta-
ña que uno deja más limpios al salir que al entrar.
Pero para penetrar en ellos, la violencia será necesaria, por desgracia, pues, igual
que las iglesias, estos lugares están cerrados a cal y canto.
Esta técnica hasta entonces reservada a los ladrones no es evidentemente asunto nues-
tro, puesto que, lejos de querer desposeer a los demás de sus bienes, hemos mas bien renun-
ciado a los nuestros para no quedarles sometidos. Sin embargo, si la necesidad nos obligara
(y no excluyamos en este asunto el humor), sin saber nada de esto, ¿cómo podríamos pene-
trar en un refugio cerrado sin dañarlo con la finalidad de protegernos y de darle sentido
poniendo vida en él?
Las aberturas (puertas y ventanas), por lo general, están bien atracadas. Nos viene
ahora a la memoria el robo con infracción perpetrado por los protagonistas de Georges
Arnaud, en su novela Les Oreilles sur le dos, que, renunciando a abrir las puertas blinda-
das, utilizan un tractor con el que echan abajo los tabiques de ladrillos. Y, ¿cómo no recor-
dar las argucias tan sutiles de los detectives privados americanos de la serie negra cuando
tienen que abrir una cerradura?
En las casas rurales, las ventanas de los cuchitriles o de los lavabos no tienen, por
lo común, postigos o bien están simplemente protegidas por barras. Una sierra para meta-
les pone fin a la protección en unos instantes y es suficiente con romper un cristal, reempla-
zándolo después, por supuesto... trabajo siempre más fácil que rehacer una puerta que se
ha desfondado con la espalda, o con un madero, o que se ha forzado con la palanqueta.
Otro camino fácil es, sin duda, el techo. Basta con tener una cuerda (y algunas no-
ciones de alpinismo) que se atará en torno a una chimenea, o bien disponer de una escalera
grande o de cómplices que aguanten una escalera pequeña. En efecto, la mayoría de techos
se levantan con facilidad y lo peor que puede suceder será verse en la obligación de romper
una placa de fibrocemento. Después, desde arriba, se cae desde el cielo al refugio.
En cuanto a los pisos de la ciudad, el mejor medio de llegar a ellos nos parece toda-
vía la escalera, cuyas ventanas son un buen acceso a las de los apartamentos de las que nos
separa sólo un cristal. Basta llegar a ellas por un canalón o un borde de fachada.
La ley del squatting es la ley de estos refugios: el primer ocupante la habita y él reci-
be a quien quiere; pero su deber, cuando deje el refugio, es dejarlo mejor de lo que lo en-
contró al llegar, pues ya es hora de que sepamos, quizá, que no estamos solos en el mundo.
habitar

Bibliografía
Archi de ierre (Éd. Parenthéses - 13360 Roquevaire).
Arnaud Georges: Les Oreilles sur le dos (Éd. du Scorpion).
Burrough Edgar Rice: Tarzan (Denoél).
Chandler Raymond: Sur un air de navaja (Serie noire, Gallimard).
Chiche cap dac (Scouts de France - 23, rué Lignier, Paris XX).
De Foe Daniel: Robinson Crusoe (Gallimard).
Dome Builder's handbook (Running Press, J. Prennis, Filadelfia, Pensylvania).
Graham B.: Echappés des camps nazis (Éd. Princesse).
Habitáis (Alterntive et Paralléles - 38, rué des Bourdonnais - Paris 1).
Le Corbusier: Maniere de penser l'urbanisme (Méditations, Gonthier).
Longin Pierre: Les Chantiers (Scouts de France).
Maconnerie (Systéme D - Sté parisienne d'édition).
Politzer Michel: Cabane des Champs (Kinkajou - Gallimard).
Renard Jules: Histories naturelles (J'ai lu).
Shelter (Shelter publications - PO Box 279 - Bolinas - California - U.S.A.).
Shelter (Survival Scrapbook 1 - Unicorn Bookshop - Brighton - Seatle - England).
Survie pour les prisonniers evades (Dossiers de l'Armée francaise).
Trainard C: Ski de montagne (Arthaud).

282
s

Fuegos artificiales
10-1: Vestirse
Costura - El punto - El ganchillo - El tejido - La lana - Otras fibras de origen animal y vegetal - Tratamiento del
lino y del cáñamo - La seda y el gusano de seda - Los tintes vegetales - Vestidos sencillos y sanos.

10-2: La alfarería
Definición - Formación y composición de las arcillas - Preparación de la arcilla - Elaboración - Es~a;:ado - Cocción
y hornos - Combustibles - Control de la temperatura - Múltiples aplicaciones de la cerámica.

10-3: Otras artesanías


Macramé - Cestería - Curtido - El vidrio - Labra de piedras.

10-4: Carpintería
Partes de un árbol - Aserrado de un tronco - El árbol - Tipos de madera corrientes - instrumentos de carpintero
- Afilado de herramientas - Ensambladuras - Para colocar las herramientas - Banco de carpintero - Fabricación
de dos cosas útiles.

10-5: Trabajo del metal


El herrero - Herramientas - El yunque - Fragua rural - Carbón - Instalación de la fragua - La fragua y el fuego
- Fuego y hierro - La fundición - Acero.
10-6: Construcción de otros objetos
La cama - El papel - La vela - Lámpara de aceite - Los cristales de la ventana - La escoba y el cepillo - Los zuecos
- Agujas y botones - Agua caliente y manga de riego - Almáciga - La cuerda de cardo - Los W.C. biológicos - Una
ducha rústica - Las aguas y su evacuación - Nudos - Un motor eólico con una vieja bicicleta - Una pequeña central
eléctrica - Barreras - El aceite y su extracción - Resinación - Una carreta tirada por un solo animal - Instrumentos
de música - Chaleco salvavidas - Gafas de corteza de abedul - Polipasto - Betún - Trenzas.

Bibliografía
Fuegos artificiales
«Ningún espejo reflejará mejor tu imagen
que la obra salida de tus dedos.
El agua de la creación debe correr, intemporal,
por las orillas de los surcos de tus manos
prestas a acoger lo que nadie parece querer:
Las noches sin sueño, los días sin ensueños.
Y el leño caliente de savia,
la arcilla fría de agua,
la lana tibia de vida
alzarán en la tierra
refugios que todos aprenderemos a construir
y nadie osará destruir
Porque los supo hacer:
como su canto, el pájaro
como su oscuro armazón, la raíz de la hierba.
¡Oh conciencia!, mi conciencia,
Hierba frágil
hierba arraigada,
tierra nuestra recobrada.»
Bianca Saury

El labrador me ha dicho en sueños: «Haz tu propio pan.


Yo ya no te alimento más, ara la tierra y siembra.»
El tejedor me ha dicho: «Hazte tus propios vestidos.»
Y el albañil me ha dicho: «Coge la trulla con tus manos.»
Sully Prudhome

284
Vestirse

1. Costura d) Pespunte
La técnica es la misma que para el punto hacia atrás, pero
a) Materiales en este caso los puntos deben quedar unidos.
— Una aguja, pequeña varilla de acero con un extremo pun-
tiagudo y el otro agujereado con una hendidura llamada ojo,
por la aue se pasa el hilo (hay que hacer siempre un nudo en
el extremo del hilo para que se detenga en la tela).
— Un dedal: pequeño estuche cilindrico de metal puntea-
do (madera hueca o bellota vacía) destinado a proteger el ex-
:remo del dedo (el dedo corazón, por lo general) que empuja
ia aguja.
— Tijeras, instrumento de acero provisto de dos láminas
cortantes, para cortar el hilo y la tela.
— Hilo de coser. B

e) Dobladillos
b) Punto de hilván El punto de dobladillo se hace siempre por el revés del teji-
do; para ello hay que pasar el hilo por el grueso del revés de
Clavar la aguja en la tela (que se sostiene con la mano iz- la tela, que está doblada, y coger sólo un hilo por el derecho
quierda), sacarla 0,5 cm más lejos, tirar de la aguja para que de la tela.
el hilo se deslice en el tejido y estirar; volver a empezar hasta
terminar la labor; el hilo debe estar siempre detrás de la aguja.

f) Punto escapulario
Al revés de los otros puntos, éste se hace de izquierda a de-
recha. Introducir la aguja 0,5 cm por encima del pliegue del
c) Punto hacia atrás
dobladillo y hacer un punto adelante 1 cm hacia la derecha,
Clavar la aguja, sacarla 1 cm más lejos; cuando se vuelve coger un hilo del derecho del tejido y volver a hacer un punto
a meter 0,5 cm más atrás.el hilo debe preceder a la aguja; adelante por debajo, 1 cm a la derecha. Los puntos se cruzan
ios puntos quedan separados. en diagonal.

A . ^ E y . D

285
fabricar
g) Ojales h) Punto de festón
Cortar la tela en el lugar que se desea. Con un hilo resis- Se hace de izquierda a derecha. Clavar la aguja unos milí-
tente hacer punto adelante a un milímetro o dos del borde, metros por encima del futuro borde del festón y sacarla per-
después bordear todo el corte con punto de festón apretado. pendicularmente a la línea del borde del festón, manteniendo
Los extremos del ojal pueden hacerse de dos formas: el hilo por debajo de la punta de la aguja para formar un nu-
— redondeando en un extremo con una presilla al otro lado; do. Mantener este nudo sobre el borde del festón y hacer el
— con presillas a ambos lados. siguiente punto justo al lado del que se acaba de hacer.

festón recto

i) Remiendo
Antes de poner una pieza nueva, siempre es preferible zur-
cir siguiendo la técnica que se usa para tejer: coser hilos a tra-
vés del roto, pasando alternativamente la aguja por encima
y por debajo de cada uno de ellos, y clavándola en cada vuel-
ta en el tejido como si fuera punto de hilván; o bien, cortar
un trozo de tela de dimensiones algo mayores que el zurcido,
coserlo con punto de dobladillo, haciendo un pliegue a lo largo
de todo su perímetro.

j) Punto de cruz
Muy útil para unir dos pedazos colocados uno junto a otro
a todo lo largo o superpuestos. Se hace mediante dos puntos
oblicuos que se cruzan, el primero hacia abajo y de izquierda
a derecha, el segundo hacia arriba y de derecha a izquierda.

Ojal bordado

:só
vestirse
2. El punto — Girar hacia el interior de la mano izquierda de modo
que se obtenga un cruce del hilo que rodea el pulgar izquier-
Su práctica resulta difícil de explicar y se transmite gene- do para fomar una segunda asa. Introducir la aguja en esta
ralmente de madre a hija. asa y con ella tirar del hilo que está sobre el índice a través
de esta asa. Así se forma un nuevo punto. Separar el hilo del
a) Materiales dedo pulgar.
Se utilizan dos agujas largas con punta atenuada, prefe-
rentemente de acero, cuya longitud varía entre 20 y 50 cm;
uno de sus extremos acaba en punta mientras que el otro sue-
le llevar un tope de plástico para que el hilo no se escape. En
el lenguaje del punto, la aguja indica también todos los pun-
:os de una sola vuelta.

b) Montaje de los puntos


El primer punto se monta a una cierta distancia del extre-
mo del hilo, correspondiente a tres veces la medida que ten-
drá que tener el total de puntos con que se desee hacer el
trabajo.
— Hacer un nudo corredizo.

— Pasar el hilo que está suelto por encima del pulgar iz-
quierdo. El hilo que procede del ovillo pasa sobre el índice
.zquierdo: tirar de este hilo y sujetarlo haciéndolo pasar so-
bre el dedo corazón y luego sobre el anular y meñique de la
— ano izquierda.

287
fabricar
— Pasar nuevamente el dedo pulgar de la mano izquierda
sobre el hilo.

Repetir estas operaciones sucesivamente.


Una vez están montados los puntos, se puede empezar la
labor; darle la vuelta y coger la otra aguja con la mano dere-
cha. Vamos a describir los dos tipos de punto que se pueden
combinar a voluntad.

c) Puntos básicos
— Punto al derecho: colocar los puntos en la punta de la
aguja para poder trabajar mejor. — Punto al revés: meter la aguja derecha en un punto, en
sentido contrario a la aguja izquierda; pasar el hilo en torno
a la aguja. Hacer que este hilo se deslice suavemente por en-
cima de la aguja al mismo tiempo que se hace retroceder lige-
ramente la aguja derecha. Quitar un punto de la aguja
izquierda.

I i
Meter la aguja derecha en el primer punto, en el mismo sen-
tido que la aguja izquierda; pasar el hilo del ovillo en torno
a la aguja. Hacer que este hilo se deslice suavemente por en-
cima de la aguja al mismo tiempo que se hace retroceder lige-
ramente la aguja derecha; quitar un punto de la aguja
izquierda.

288
vestirse
e) Los aumentos
Hacer un punto sin dejarlo caer y volver a hacer el mismo
punto cogiendo el hilo por detrás (si era un punto al derecho
seguirá un punto al revés, y viceversa); volver a colocar ense-
guida el hilo detrás de la labor.

Aumento interno sencillo a la derecha

f) Los menguados
Para menguar, hacer dos puntos y cerrar el primero sobre
el segundo con la ayuda de la agu.ia izquierda; para hacer va-
d) Otros puntos rias disminuciones hay que hacer un nuevo punto y cerrar el
— Punto elástico: se obtiene alternando uno o varios pun- anterior por encima.
tos al derecho con uno o varios puntos al revés. Cuando se
da la vuelta a la labor, se tejen los puntos tal como se presen-
tan: al derecho los que están al derecho y al revés los que es-
tán al revés.

Menguado sencillo sobre el derecho (inclinación a la izquierda)

— Punto bobo: se compone solamente de puntos al g) El orillo


derecho.
Vamos a dar algunas recomendaciones para que el punto
quede suelto y regular: coger el primer punto de cada vuelta
al derecho y dejarlo sin hacer; hacer siempre al derecho el úl-
timo punto (cualquiera que sea la vuelta).

— El punto de jersey se compone de filas alternadas de pun-


:os al derecho y puntos al revés.

Orillo bien acabado simple y orillo bien a c a b a - ;


fabricar
h) Terminar el trabajo cadeneta; una vez que se haya alcanzado la longitud desea-
da, se da la vuelta a la labor.
Cerrar los puntos: hacer todos los puntos de la vuelta co-
mo si fuera un menguado. b) Punto bajo
Todos los puntos de ganchillo se basan en el punto bajo;
la única diferencia estriba en el número de veces que se toma
el hilo sobre el ganchillo y el número de asas que se cierran;
por otra parte, uno mismo puede determinar este número ha-
ciendo unas muestras y eligiendo el punto deseado.
— En una cadeneta de punto al aire, se mete el ganchillo
en el segundo punto.
— Se recoge el hilo sobre el ganchillo y se retira a través
de la primera asa (se trata de conducir el ganchillo con el hilo
a través del punto en el que se ha metido el ganchillo); tene-
mos, pues, dos asas sobre el ganchillo.
— Se coge de nuevo el hilo y se cierra el punto a través de
las dos asas. Continuar del mismo modo.

Remate a la francesa al derecho

3. El ganchillo
Es una aguja de unos 15 cm con la punta curvada.

a) Cadeneta
Es una sucesión de mallas al aire.
— Punto al aire: se sostiene el ganchillo con la mano dere-
cha y se coloca el hilo sobre el índice de la mano izquierda;
se hace un nudo corredizo y se aprieta en torno al ganchillo
haciéndolo deslizar ligeramente.

— Hacer una basta: pasar una vez el ganchillo de izquier-


da a derecha por debajo del hilo.
— Sacar un bucle: tirar de la basta con el ganchillo y ha-
cerlo pasar a través de la malla del nudo corredizo.
Así se obtiene un punto al aire; continuar hasta formar una

290
vestirse
c) Aumentos e) Orillos
— Aumento de una malla: hacer dos mallas sobre una mis- Serán rectos y sueltos si seguimos algunas reglas:
ma malla de base. — Al final de cada vuelta, hacer el último punto metiendo
el ganchillo por debajo de la primera malla de la vuelta an-
terior.
— Sustituir el primer punto de cada vuelta por uno o más
puntos al aire; el número de puntos al aire varía según el tipo
de punto utilizado; para el punto alto, por ejemplo, hay que
hacer dos al principio de cada vuelta.

f) El ganchillo con los dedos


— Cadeneta: hacer un nudo corredizo, meter en él el índi-
ce derecho sosteniendo el hilo con la mano izquierda; pasar
el índice derecho por debajo de este hilo y sacarlo a través
del lazo del nudo corredizo, de manera que se forme una se-
gunda asa; proseguir hasta completar la cadeneta.
— Punto alto: una vez hecha la cadeneta, volver la labor,
pasar el dedo índice, que está dentro de la malla, por debajo
del hilo e introducir en la malla siguiente, a continuación vol-
ver a pasarlo por debajo del hilo que, esta vez, se mete en la
A u m e n t o de una malla
malla anterior. Entonces se tienen tres hilos sobre el dedo;
— Aumento de varias mallas: hacer un número de cadene- pasar el índice por debajo del hilo de hacer ganchillo y sacar-
tas sueltas igual al número de aumentos deseados. lo a través de las tres asas.

A u m e n t o de dos o tres mallas

d) Menguados
— Menguado de una malla: dejar de trabajar un punto de
?ase.

— Menguado de varias mallas: cerrar el mismo número de


puntos que se desea disminuir.

Menguado de más de dos mallas

291
fabricar
4. El tejido
a) El telar
Para tejer se utilizan sobre todo la lana y la seda, pero tam-
bién otras fibras:
— de origen animal: pelo de cabra, de conejo, de perro;
— de origen vegetal: fibra de yute, de retama, de ortiga y
de cáñamo; pero solamente las fibras animales tienen valor
calorífico.
El telar generalmente está hecho de madera; puede ser más
o menos grande y más o menos perfeccionado, pero existen
unas normas básicas que vamos a describir. Funcionamiento:
El telar más simple está formado por un bastidor en el que — Cortar, del ovillo de lana, 2 trozos que unirán los rodi-
se clavan unos clavos, regularmente espaciados. Se tensa la llos B y C, atravesando el peine P, y que delimitarán la an-
lana en sentido longitudinal; el conjunto forma entonces la chura de nuestro tejido. Estos dos anillos son fijos, están
urdimbre. Pasar otra lana en sentido horinzontal, primera- medianamente tensados y se centran en relación con la an-
mente por encima y por debajo de los hilos de la urdimbre, chura del telar. Los dos nudos que cierran estos dos bucles
después en sentido inverso. De este modo quedan diferencia- se colocan sobre el rodillo delantero (B).
dos los hilos pares e impares de la urdimbre. Este entrelaza- — Unir a continuación el cabo del ovillo al nudo del pri-
do de hilos horizontales formará la trama. mer anillo, atravesar el peine P, dar la vuelta al rodillo C,
volver por debajo del telar hasta el rodillo B, volver a pasar
b) Construcción de un telar al aire libre a la púa siguiente, etc., hasta obtener una trama de la anchu-
ra deseada, es decir, que llegue al 2? anillo fijo. Unir el extre-
Coger dos troncos de leña de 80 cm de longitud y colocar- mo del hilo al nudo de este último anillo.
los paralelamente. Cada uno de estos troncos, o enjullos, se — Atar un hilo de cada dos a una de las barras E (E1 a E2)
atará a un árbol de modo que se mantenga en posición hori-
zontal. La distancia entre los dos árboles variará según la en-
vergadura de la obra. Elegir, por ejemplo, dos árboles
separados por una distancia de 1,80 cm, entre estos dos enju-
llos tensar dos cuerdas en sentido longitudinal; para mante-
ner este telar en posición horizontal, hay que atar un tronco
(que se coloca en el suelo) con unas cuerdas al enjullo de-
lantero.

B
Esquema t o m a d o de Albert Boekholt, Premiers Tissages
Vie Active 20, rué de Guersant, París XVII. 2 1212 1
por medio de unas pequeñas lazadas de hilo de lino, cerradas
con un nudo de rizo (esquema 3).
Vemos que basta tirar de F1 hacia abajo, con una sola mano, para — Al levantar de un modo alterno cada una de las dos ba-
accionar F2 hacia arriba al mismo tiempo (y a la inversa, en el siguiente rras E hasta la posición alta de la ménsula, se levanta uno de
movimiento).

c) Un modelo sencillo de telar


Sobre cuatro soportes, montar 2 largueros laterales (A) que
sostendrán, en su extremo, los dos rodillos (B y C) sobre los
cuales se enrolla la lana de la urdimbre.
El batiente (D) que contiene el peine (P) se articula con la cada dos hilos de la urdimbre y por ese espacio se pasa la lan-
base de los pies delanteros (en 1) y debe poder moverse hacia zadera en un sentido; después, cuando la otra barra E está
adelante y hacia atrás (véase la flecha). levantada, la lanzadera pasa en el otro sentido (vuelta). La
Se colocan dos barras (E) móviles sobre 2 ménsulas (F) que lanzadera pasa entre el peine y el rodillo delantero.
permiten dos posiciones (alta y baja) y que están fijadas a los — A cada ida y vuelta de la lanzadera, hay que acercar el
montantes laterales. Estas barras hacen las veces de bastidor peine hacia uno mismo (rodillo B), para comprimir las ma-
y se levantan alternativamente para dejar paso a la lanzadera. llas del tejido.
292
vestirse
d) La urdidura
Es la acción de ordenar los hilos de la urdimbre de modo
que queden paralelos, en el mismo orden que ocuparán en la ^
tela y en un número igual al que tendrá la tela según su
anchura.
Para saber las medidas, hay que hacer un cálculo rápido
que permita determinar la longitud exacta del hilo sobre el
telar. Tomar, por ejemplo, una urdimbre de 30 cm de ancho;
si obtenemos dos hilos por centímetro, la urdimbre tendrá 60 D.._H
hilos. Si deseamos un tejido de 1,50 m de largo (longitud de
la tela a la que hay que añadir 20 cm en previsión de desper-
dicios, fijación de hebras, etc.) hay que multiplicar esta lon- h) Montaje del peine y de las viaderas
gitud por el número de hilos; el resultado es 90 m de lana. Cortar el segundo bucle de los hilos de la urdimbre y pa-
Desmadejar esta lana alrededor de cuatro palillos coloca- sarlos uno por uno por las púas del peine, después por los li-
dos a pares. Si queremos que la urdimbre tenga varios colo- zos y sus ojales intermedios; el hilo par se colocará por el ojal
res, hay que calcular antes la importancia que tendrán en la del lizo, el hilo impar entre los lizos y así sucesivamente, has-
urdimbre y alternarlos en los palillos en el orden deseado. Una ta la última hebra. En caso de que haya dobles lizos, los hilos
• ez preparados los hilos, hay que quitarlos de los palillos des- pares pasarán entonces por los espacios intermedios de la se-
lizando el brazo por el primer cruce. gunda viadera y los hilos impares por los lizos. Cuando se
levante el bastidor, éste arrastrará los hilos pares sujetos a
los lizos, mientras que los hilos impares permanecerán hori-
e) Fijación de hebras al primer enjullo zontales; el espacio que queda se llama calada y a través de
él se pasan los hilos de la trama; cuando baje el bastidor, su
Una vez se ha quitado la lana de los palillos, ésta presenta propio peso arrastrará de nuevo los hilos pares, creando un
dos cruces (un ocho con un bucle más). Cortar, pues, el pri- nuevo espacio con los hilos impares horizontales.
mer bucle de los hilos de la urdimbre, que se dividen así en
dos, y atarlos por pares en torno al primer enjullo. N.B.: en el caso del telar al aire libre, se pueden atar los
bastidores de las viaderas a una cuerda tendida entre los dos
árboles, por encima del telar.
A continuación, deslizar transversalmente unos listones de
madera a cada lado del cruce (los hilos pares aparecen sobre i) Fijación de hebras al segundo enjullo
ei primer listón, los impares sobre el segundo).
Atar las hebras de dos en dos al segundo enjullo.
N.B.: la manera de atar el primer enjullo del telar al aire
libre es muy importante, ya que éste debe enrollar el tejido
hecho y, por tanto, debe poder deslizarse a lo largo de las cuer-
das que lo atan al árbol; el segundo enjullo debe mantener
tenso el tejido y requiere también un anudado especial.

f) El peine
Su uso depende de la calidad del tejido; nos permite apre-
tar los hilos de la trama a lo largo de la urdimbre; sus púas
se deslizan a cada intervalo.
El peine está constituido por cuatro listones que se unen
para formar un bastidor, a través de los cuales se tienden ver- j) El tejido
::cálmente unos bramantes bastante apretados; su número de- Enrollar una cantidad de lana bastante considerable en una
be ser, por lo menos, igual a la mitad de los hilos de la vara de madera con los extremos en punta; el hilo se sujeta
urdimbre. haciendo una muesca. El paso de esta lanzadera a través de
las caladas se hace mejor en sentido oblicuo. Después de ca-
da pasada del hilo de la trama a través del ancho del tejido,
g) Las viaderas hay que modificar la posición de los lizos y apretar los hilos
con las púas del peine.
Las viaderas permiten abrir la urdimbre, separar los hilos
pares de los impares para introducir, de una sola pasada, los N.B.: durante la última guerra mundial, los alemanes no
hilos de la trama. También están formadas por un bastidor vacilaron en recuperar no sólo los dientes o la piel de los pri-
de madera; a través de este bastidor se montan verticalmente sioneros, sino también sus cabellos con los que fabricaron jer-
los lizos (especie de cuerdecillas que tienen un mallón u ojal sey s y calcetines. Anotemos aquí que esta explotación total
en medio). del hombre, considerado como bestia, hecha por otros hom-
bres, que se creían dioses, es un buen desquite para todos es-
tos pobres animales domésticos, e incluso salvajes, cuya
evolución hemos detenido o bien hemos asesinado y tortura-
do por placer o afán de lucro.
La frase «Mientras haya mataderos, habrá campos de ba-
talla», de Tolstoi, y la experiencia que acabamos de citar no
parecen haber servido de mucho, ya que la vivisección, la cría
El número de lizos será la mitad del número de hilos de la masificada y la caza aumentan de día en día.
urdimbre. También se puede poner un juego de dobles lizos Sería hora de meditar y actuar de acuerdo con esta refle-
que facilitará la partición de las dos capas pares e impares. xión del gran Kant:

293
fabricar
«Debemos considerar siempre — Material
a los demás seres como fines Antiguamente se utilizaban tundidoras de mano, una es-
que se fustifican por sí mismos, pecie de tijeras cuyas dos hojas estaban unidas por un semi-
como algo que halla en sí su propio objetivo, círculo de acero. Su manejo exigía usar las dos manos, por
y no considerar jamás a un ser vivo lo que el cordero debía ser sujetado enérgicamente entre las
como medio para satisfacer nuestros deseos. piernas del esquilador. Actualmente se utilizan para comple-
Debemos respetar el valor intrínseco tar el esquileo.
de todos los demás seres El pastor también tiene a su disposición esquiladoras me-
y nunca sacrificarlos cánicas (constituidas por cuchillas que manejan unas cardas
a nuestros fines personales. que se deslizan unas sobre otras). El pastor conserva una ma-
Pero es esto, precisamente, lo que hacemos no libre, ya que su uso exige menos fuerza; estas máquinas
cuando matamos animales. ejecutan también el trabajo de un modo más regular.
Violamos las leyes de la más alta moral.»
— Un método de esquileo
Dicho esto, podríamos utilizar perfectamente pieles de ani- El esquileo no es una operación nada fácil; hay que tener
males muertos de vejez para fabricar vestidos, así como la cuidado de no herir al animal. En caso de que se produzca
lana de las ovejas y cabellos humanos sin que debamos hacer una herida, hay que desinfectarla con unos toques de tintura
ningún daño ni a unos ni a otros. de yodo. Existen muchos métodos de esquileo, unos comien-
zan por las extremidades posteriores, otros por la cabeza.
En primer lugar, hay que atar las patas del cordero de dos
en dos (primero las dos patas izquierdas, después las dos pa-
tas derechas); la esquiladora debe aplicarse lo más cerca po-
sible de lá piel. Comenzar por el hocico, los carrillos, las
orejas, la frente y, a continuación, el cuello.
5. La lana Sentar el cordero sobre su trasero, con la cabeza entre las
piernas del esquilador, y esquilar todo el pecho empezando
a) Estudio de la lana del cordero por el costado izquierdo.
Acostar después el animal sobre la izquierda y esquilar hasta
La lana es el producto piloso de los óvidos, especialmente las ijadas; dar la vuelta al cordero y hacer todo el costado,
del cordero y de otros mamíferos. Desgraciadamente la ma- la pata y el muslo izquierdo.
yor parte de los ganaderos se preocupan mucho más de la car- Darle la vuelta de nuevo y esquilar la pata y el muslo
ne que pueden dar sus animales que de su pelaje, y como los derechos.
animales no pueden darlo todo, la calidad de la lana se re- Estas maniobras sucesivas permiten que la lana caiga de
siente. una sola pieza sobre el flanco derecho.
La lana es, por tanto, el pelo del cordero; cuando se exa- Esquilar las caras interiores de las patas traseras, después
mina un pelo, se distinguen en él un cuerpo y dos extremida- las delanteras y el vientre, desatar las patas y colocar las de-
des, una en punta y la otra con un abultamiento: el bulbo, lanteras detrás de la nuca, terminar por las patas traseras; el
inserto en la piel. Este bulbo contiene un músculo que, al con- cordero ya está esquilado.
traerse, conduce la sangre a través de los vasos que lo irrigan Una vez quitada la lana, se enrolla sobre sí misma colo-
y de este modo refuerzan el pelo. La alimentación del animal cando en el interior las patas y el vientre, y se ata con una
es, por consiguiente, muy importante de cara a la calidad del cuerda. Los vellones se guardan en un lugar que no sea de-
vellón. Contrariamente a lo que sucede con la mayoría de los masiado seco ni demasiado húmedo. Después serán someti-
pelos, la lana tiene un filamento desprovisto de canal central, dos a una serie de operaciones que les harán perder entre ur
y esto es lo que le proporciona toda su suavidad. La hebra 25 % y un 75 % de su peso inicial.
de lana vista al microscopio parece un cuerpo escamado; es-
tas escamas, al erizarse, se pegan unas a otras, lo que da a
la lana la propiedad de formar vedijas y poder ser hilada. El c) Selección de la lana
vellón del cordero crece continuamente y el pelo, que no cae
nunca, dobla su longitud si no se esquila. Extender la lana sobre una mesa y quitar las impurezas coi
la mano; en primer lugar, las que proceden del exterior (briz
N.B.: existen en el cordero unos pelos especiales: la «lana ñas de paja, excrementos, etc.), a continuación las proceden
churra», que tiene las propiedades del pelo común y crece con- tes del cuerpo del animal: el churre, que está compuesti
tinuamente como la lana. Es un grave defecto del vellón que principalmente de grasa. Esta limpieza a mano se hace rápi
el pastor se esforzará por quitar. damente ya que será sobre todo el agua la que devuelva a 1
lana su blancura natural. Hay que saber que el vellón tien
diversas calidades de lana, que hay que separar cuidadoss
b) El esquileo mente. El cuello y el vientre, por ejemplo, tienen la lana má
— La época corta; las mejores partes para hilar son la espalda, los coste
El esquileo se hace en una época bien concreta del año, ni dos y los codillos.
demasiado temprano, de modo que las ovejas no tengan frío,
ni demasiado tarde, para que la lana haya tenido tiempo de
crecer cuando las ovejas suban a los pastos, a inicios de vera- d) Lavado de la lana
no , durmiendo a veces al raso. Así pues, el esquileo se practi- Se hace con agua clara, fría; el agua de lluvia es la más apn
ca en cuanto comienza el buen tiempo, en primavera. En otro ciada; a veces el lavado puede hacerse antes del esquileo; <
tiempo, esta operación estaba encomendada a un equipo de conduce al rebaño cerca de un arroyo donde se cepilla a 1;
esquiladores, formado por antiguos pastores, que dejaban su ovejas echándoles agua en abundancia. Después del esquileí
trabajo para ir de ganadería en ganadería a recoger la lana. se sumerge la lana en agua clara y fría, una parte de la gra:
¡Qué bien se hacía entonces este trabajo! Actualmente, cada se disuelve en el agua. Después de este primer lavado puedí
pastor debe esquilar él mismo sus animales. darse dos situaciones:

294
vestirse
— La lana se hila inmediatamente: conserva aún parte de — El huso: tiene forma de peonza alargada y está provisto
materia grasa y el hilado es más fácil. Extenderla a la som- de un dispositivo en la parte superior que permite fijar la lana.
bra, hilarla, hacer ovillos y lavarla a fondo. Para hilar, se coge una mecha de lana y se ata al extremo
del huso que asimismo puede estar atado a una madeja. Con
— La lana se almacena antes de ser hilada: en este caso, la mano derecha se separa la lana y con la izquierda se hace
para poder almacenarla, hace falta una tercera operación: el girar el huso en el sentido de las manecillas del reloj, procu-
desengrasado. En efecto, la grasa que aún permanece en la rando evitar que se detenga o que gire en sentido contrario.
lana podría atraer algunos parásitos. ya que se rompería la lana. Cuando el huso está lleno, se reti-
ra la lana y se coloca una nueva hebra.
En caso de que se rompa la hebra, hay que unirla tirando
e) Desengrasado de los dos pedazos y colocándolos uno sobre otro; entonces
Para esta operación se puede recurrir a muchas recetas de se les hace descender sobre el huso en torsión y no se sueltan
tavado casero: hasta que hayan bajado del todo.
I. Agua: 30 litros. Carbonato de amoníaco: 150 g. Tener — La rueca (bastón de 50 cm de largo que presenta en su
en remojo 1/4 de hora a 30°. extremo superior el rocadero donde se enreda el copo) sólo
II. Agua: 30 litros. Jabón basto: 120 g. 1 hora a 30°. es necesaria para hilar lino.
Después de haber lavado la lana en una de estas disolucio-
nes, se extiende a la sombra, como en el caso anterior, para
que se seque. A continuación se guarda en sacos de tela con
lavanda, para preservarla de la polilla.
n n
r—~
f) Blanqueo
A pesar de haberla lavado, la lana conserva un color ama- Ruecas
rillento; para quitarle este color podemos:
— Colgarla de unas vigas encima de un baño de vapor de
azufre.
— Sumergirla en pequeñas cantidades en un baño de agua
oxigenada de 12 volúmenes; dejarla en este baño unas horas,
después enjuagarla, enjugarla y secarla a la sombra.
— Torno de hilar (rueca o rueda). Las principales piezas
son una gran rueda, o volante, accionada por un pedal o una
g) Cardado manivela, y una rueda pequeña, a su izquierda. Una barra
En primer lugar, coger cada vedija de lana entre las manos de hierro, la broca, atraviesa la rueda pequeña. La broca tie-
y estirarla de manera que caigan las impurezas que pudiera ne una abertura: el ojo. Sobre la broca, y de delante hacia
haber entre las hebras; esta operación debe hacerse siempre atrás, se ensartan una bobina y una horquilla.
en el mismo sentido para que las hebras de lana se manten-
gan paralelas.
Cuando resulta difícil estirar la lana, coger cardas (especie
-e palas rectangulares, provistas de púas metálicas en una de
5us caras), colocar algunos copos de lana bruta sobre una de
ellas y cepillar suavemente 5 o 6 veces; volver a comenzar la
operación colocando la lana sobre la otra carda y separar la
?orra con la mano; a continuación, enrollarla sobre una su-
perficie plana. Una vez está cardada la lana, es preferible hi-
.arla enseguida para evitar tener que amontonarla.

Torno de hilar Walfard en madera de arce


Cardadoras
La horquilla está firmemente fijada y gira al mismo tiem-
po que la broca, mientras que la bobina es móvil. En el brazo
N.B.: el cardado sólo debe hacerse si las hebras de lana son izquierdo de la horquilla hay 10 ganchitos (el alfilero) que
:ortas y apelmazadas; si son largas y sueltas, el cardado po- sirven para que la lana vaya perpendicular a la bobina. En
dría cortarlas. el brazo derecho, por el otro lado, aparece la misma serie de
ganchitos. Las dos ruedas están unidas por una correa y una
h) Hilado segunda pasa por la rueda grande y la garganta de la bobina.
Es la transformación de las fibras textiles en hilos; para es- Todo el conjunto está fijo sobre un armazón de forma va-
:a operación se utiliza el huso o el torno de hilar. riable.

295
fabricar
rígidas que la lana, resultan de torsión más difícil; por lo tan-
to, habrá que humedecerlas constantemente con agua.

c) Blanqueo
Estas dos fibras textiles se blanquean después de tejerlas.
El blanqueo se hace poniéndolas al sol y rociándolas con agua.
Pero cualquier blanqueo comporta un principio de deterio-
ro, por tanto es preferible llevarlo a cabo durante los lavados.
Horquilla de polea

Se coge una hebra de lana de 20 cm, y se coloca en el hueco


de la broca de modo que salga por el ojo, a continuación se
pasa por encima de los ganchitos y se ata fuertemente a la 8. La seda y el gusano de seda
bobina. Entonces se puede comenzar a pedalear mientras se
sostiene la lana entre los dedos (la broca y la bobina son in- La seda es una sustancia filiforme, segregada por ciertos
dependientes). Cuando se ha hilado ya un poco de lana, se lepidópteros, que consta básicamente de dos proteínas (seri-
coloca sobre el alfilerero para que se enrolle sobre la bobina. cina y fibroína). El hombre cría gusanos de seda o bómbices
Cuando la bobina está llena, se separa de la correa y se hacen de morera (Bombyx o Sericaria morí) para obtener el precia-
madejas u ovillos. do hilo. Estos insectos se alimentan de hojas de morera blan-
ca (Morus alba). La morera blanca fue importada de China
El manejo del torno de hilar es mucho más difícil que el para alimentar las larvas de este insecto, que se encuentra so-
del huso. Su dominio requiere muchos ensayos que, al prin- bre sus hojas. La mejor época para procurarse huevos es a fi-
cipio, pueden provocar desánimo. Pero una vez que se domi- nales de invierno y conviene tenerlos en un lugar fresco (+ 8
na la técnica, el rendimiento es mucho más satisfactorio. La o •+• 9 CC). Se depositan en cajas corrientes donde van a experi-
uniformidad de la lana depende de la habilidad del hilande- mentar una lenta elevación de temperatura; la temperatura ópti-
ro, aunque la lana hilada con irregularidades también con- ma es de 22 °C. Después de 10 días de incubación, nace una
serva cierta calidad. gran cantidad de orugas, de 2,5 mm de longitud, que se depo-
sitan en unas rejillas. Durante un mes hay que alimentarlas con
hojas de morera trinchadas. Estas orugas comen tanto que su piel
no puede contenerlas y tienen que cambiarla cuatro veces.
Cuando nacieron apenas ocupaban unos decímetros cuadra-
dos; ahora ocupan los cien metros cuadrados del criadero (lo-
6. Otras fibras de origen animal y vegetal cal donde se crían los gusanos de seda).
Se pueden hilar otras fibras, además de la lana: Cada día hay que limpiar el lugar donde están los gusanos,
— De origen animal: pelo de cabra, de conejo y de algu- retirar los excrementos y vigilar la temperatura y humedad
nos perros. ambientales (la temperatura ambiente óptima es de 22 °C).
— De origen vegetal: fibras de yute, retama, lino, cáñamo Durante los 32 días de su vida de larva, los gusanos de seda
y ortiga (ramio). consumen diariamente de 13 a 15 gramos de hojas trincha-
El ramio es una ortiga de origen tropical (Boehmeria ni- das. Al trigésimo tercer día, después de la última muda, los
vea), la más usada y apreciada para hilar y tejer. Se recoge gusanos rechazan todo alimento. Entonces se clavan en las
cuatro veces al año. Sus fibras proceden del tallo. Hace poco rejillas pequeñas ramitas y los gusanos, prisioneros, busca-
se ha descubierto un procedimiento que permite un tratamien- rán un emplazamiento para ponerse a hilar.
to industrial. Esta planta posee numerosas cualidades, una Cada gusano dispone de una pequeña casilla, lo cual ase-
de las cuales es la facilidad con que acepta el tinte. gura un calibrado perfecto del tamaño del capullo. Empie-
zan atando los hilos de forma desordenada, pero al cabo de
un tiempo la forma del capullo se define. La cabeza describe
un movimiento en forma de 8 y el hilo se va depositando, en
7. Tratamiento del lino y del cáñamo sucesivas capas, sobre toda la superficie interior del capullo.
El hilo puede alcanzar una longitud de 800 a 1200 m, pero
a) Enriado sólo hay 300 a 500 m utilizables. Después el gusano se entu-
Los tallos de lino y cáñamo se extienden sobre la hierba mece y disminuye de volumen, se prepara la quinta muda que
y se golpean los manojos para desgargolarlos; luego se amon- le convertirá en ninfa o crisálida. Inmediatamente se colocan
tonan formando hacinas: «entejados». Estas hacinas se su- los capullos en hornos de aire caliente, a fin de matar las cri-
mergen en el agua del río 4 o 6 días si se trata de cáñamo (está sálidas que contienen. Si se deja que la crisálida se convierta
a punto cuando la corteza se separa con facilidad) y de 3 a en mariposa, el insecto, en sus esfuerzos por salir, rompería
6 semanas en el caso del lino. Estos remojados tienen por ob- el capullo. En este caso resultaría muy difícil desenredar los
jeto quitar la goma resinosa que une la corteza al tallo. Para hilos que constituyen un auténtico ovillo. Inmediatamente se
el secado, se extienden sobre la hierba y se ponen luego en procede al devanado; se tira del hilo enrollándolo en una bo-
el horno a una temperatura no superior a 50 o 60 grados. bina mientras el capullo queda suelto. Muchas veces el hilo
es tan delgado, que hay que devanar de 3 a 10 capullos a la
vez para obtener el grosor deseado. La seda es un material
b) Agramado vivo y su uso requiere mucha paciencia y cuidado. Es impu-
Para esta operación se utiliza una especie de maza de man- trescible, posee un elevado poder de absorción y, por tanto,
go largo, con la que se pulveriza y se elimina la corteza de es excelente para el tinte. Protege igualmente de la humedad
los tallos. Tras efectuar estas dos operaciones, el lino y el cá- exterior y de la transpiración, se electriza al menor roce en
ñamo se cardan y se hilan. Las hebras, que son más secas y un ambiente seco y constituye un preciado aislante.

296
vestirse
Estas operaciones se hacen para facilitar la extracción de
colorantes de diversas plantas.

d) ¿Qué se puede teñir con los tintes vegetales?


Los tintes vegetales son muy eficaces para las fibras na-
turales:
— de origen animal: lana, seda;
— de origen vegetal: algodón, lino, cáñamo.
Gusano de seda (larva) Capullo de gusano de seda Estas fibras son más resistentes al tinte pues están compues-
y su crisálida tas de celulosas rodeadas por ácidos grasos y cera impermea-
ble al agua. Para facilitar el teñido es preciso hervirlas varias
N.B. 1: algunas veces sucede que dos gusanos de seda tra- veces añadiendo diversos productos.
bajan uno al lado del otro y forman capullos dobles. Estos
capullos nos proporcionan la seda llamada ocal, irregular, pe-
ro más gruesa y resistente que la seda cruda.
N.B. 2: actualmente, la morera blanca está en vías de de- e) Diferentes fases del proceso del tinte vegetal
saparición en Europa, porque sus excelentes frutos ya no se — Preparación de las fibras: puede ir desde un simple la-
venden para alimentación y porque la seda artificial ha susti- vado con jabón (lana) hasta el hervido con cristales de sosa
tuido a la seda natural. o amoníaco (lino, algodón).
— Aplicación del mordiente: esta operación permite fijar
los colores. Hervir las fibras en agua que contenga mordien-
tes (productos que abren la fibra y la hacen más sensible a
9. L o s tintes vegetales las coloraciones vegetales).
Se puede utilizar alumbre (sulfato doble de aluminio y de
a) Recolección de las plantas potasio), sulfato de hierro o de cobre, crémor tártaro e inclu-
so orina que se habrá dejado fermentar en un recipiente. Al-
Su recolección debe hacerse con muchas precauciones. La gunas cortezas contienen tanino, que también se utiliza como
naturaleza, por muy generosa que sea, tiene cada vez más di- mordiente. Las agallas de nogal también contienen mordien-
ficultades para la reproducción, debido a la poca considera- te (la agalla es una excrecencia en forma de cereza, provoca-
ción de los que utilizan las plantas. He aquí un pensamiento da por la picadura de un insecto, que se encuentra en las hojas
de Goethe: y el tronco del roble).
«Para conocer y describir una cosa viva, El mordiente se puede aplicar antes, durante o después del
Hay que captar, primero, su espíritu, teñido.
En nuestras manos tenemos las partes — Teñido: cortar en trozos pequeños las plantas tintóreas
Pero ¡ay! ¡falta el espíritu que las una!» y dejarlas en maceración en agua fría (12 litros para 500 g
de madejas), hervir durante una hora o más, según el tipo de
¿Cuándo y cómo hay que coger las plantas? La primera plantas utilizadas. A continuación se puede filtrar, aunque
regla que debemos observar es dejar siempre, en el lugar de esta operación es facultativa. Se sumergen las fibras (a las que
donde las cogemos, una planta de la misma especie que ase- ya se ha aplicado el mordiente, pues nosotros preferimos ha-
gure su reproducción en el futuro. cerlo antes del tinte) en un baño de agua tibia y se va calen-
Las bayas y los frutos se recogen cuando comienzan a ma- tando despacio dándole vueltas hasta llegar a la temperatura
durar, en el buen tiempo. Las raíces se recogen en otoño, al máxima aconsejada para cada fibra (50 °C para la seda, 90 °C
final del día; las cortezas de los árboles frutales y resinosos, para la lana, algodón y lino). Las fibras deben permanecer
en primavera, la de los latifolios, en otoño e invierno; los li- siempre cubiertas totalmente por el líquido. El color obteni-
qúenes, al final del invierno, tras un período de lluvias; las do debe ser más fuerte que el que se pretendía, ya que al acla-
flores y hojas de diversas plantas se recogen al principio de rar y secar disminuye la intensidad del color. Se tapa el
.a floración, las plantas enteras y los ramos, antes de la flo- recipiente.
ración.
El tinte se puede aplicar directamente a las madejas. Para
bl Secado de las plantas hacer una madeja se va enrollando la lana o cualquier otra
fibra entre el codo y la mano, después se ata con unos cabos
Después de la recolección, hay que guardar las plantas en de algodón que se cruzan sobre la madeja en forma de 8.
.n lugar seco, ventilado y oscuro para poder conservarlas más
Para el teñido, se utiliza un recipiente de chapa esmaltada
::empo. Colgar las plantas en ramilletes, invertidas. Las cor-
(esmalte neutro). Después de cada uso se limpia bien con ja-
tezas y la leña se pueden extender al sol. Una vez secas, las
bón y un estropajo de fibra de vidrio. Para remover es con-
plantas se guardan envueltas en papel seco y conservan su pro-
veniente utilizar bastones completamente lisos que se cambian
piedad de teñir durante 1 o 2 años
cada vez que estén impregnados de tinte.
Una vez que las fibras estén suficientemente teñidas, se pue-
c) Preparación de las plantas para el tinte den dejar enfriar en el mismo líquido, o bien ponerlas en re-
Las flores se ponen completamente en remojo y las hojas mojo en agua la misma temperatura.
;• !as plantas enteras se cortan finamente, las raíces y los tron- — Aclarado: la lana se aclara primero con agua tibia y des-
zos leñosos se trituran con la mano de mortero directamente pués fría; la seda con agua tibia y las fibras vegetales con agua
er. el baño de tinte; los liqúenes se pulverizan (una vez secos, fría.
se deshacen con facilidad entre las manos). Los polvos vege- — Secado: se hace en un lugar seco y ventilado, a la som-
tales que venden en las tiendas se remojan con un poco de bra. Las fibras o las madejas se aprietan ligeramente para es-
agua para que se hinchen. currirlas, pero sin llegar a retorcerlas.
297
fabricar
N.B.: la uniformidad del tinte no puede ser nunca absolu- g) Calendario de colores y plantas
ta, ya que dos baños de idéntico color no pueden dar el mis-
mo resultado; en esto consiste el interés del tinte vegetal. Los
diversos preparados se hacen con fibras naturales, cuyas pro- Rojo Naranja Amarillo Verde
piedades no conocemos totalmente y por eso algunas veces Primavera Liqúenes Pie de león Aulaga Aulaga
nos sorprendemos agradablemente al descubrir en algunas fi- Árbol de Higuera
bras una coloración algo desconcertante. ¡Son cosas de la na- Judea Helécho
turaleza y de la vida! Abedul Fresno
Fumaria Saúco
Retama
f) Teñido específico de la lana Geranio
Álamo
(Tomar madejas de lana que no hayan sido blanqueadas Manzano
y que no pesen más de 100 g.) Algunas bayas y cortezas pro-
ducen tintes sin necesidad de emplear mordientes, pero la ma- Verano Enebro Brezo Zanahoria
yoría de tintes vegetales necesitan un producto suplementario Corazoncillo Manzanilla Perifollo
Morera Zanahoria Quenopodio
para poder penetrar mejor en las fibras. Clavel de Perifollo Morera
Cogemos el alumbre como ejemplo de mordiente: las Indias Quenopodio Serrátula
— disolver 115 g de alumbre y 30 g de crémor tártaro en Galio Tanaceto
agua templada; Serratilla
Tanaceto
— echar esta mezcla en 15 1 de agua fría, calentar lenta- Vara de oro
mente mientras se remueve; cuando el agua está tibia, se po- silvestre
nen 500 g de lana, ya húmeda;
— no hay que sobrepasar nunca los 90° de temperatura, Otoño Galio Clavel de Agracejo Fresno
Orcaneta las Indias Hierba de Aladierna
la lana no debe hervir; por lo tanto se debe mantener un fue- Dalia Santiago
go regular durante una hora; Zinnia Zumaque
— apagar el fuego y dejar enfriar, escurrir sin aclarar. Pa- Caléndula
ra obtener una buena calidad de tinte, hay que envolver la
Invierno Granza Cebolla Fustete Murajas
lana húmeda en toallas viejas, humedeciéndola con mordientes Aladierna Brezo
durante varios días, y después secarla.
También se puede teñir de la siguiente manera:
— Preparar un baño de tinte (tal como se ha indicado an- Marrón
Azul Violeta Gris
tes). La cantidad de plantas tintóreas que se utilizan varía se-
gún la intensidad del color que se desee. Sumergir en este baño Primavera Zarza Cerezo
tibio 500 g de lana y calentar por espacio de media hora a una silvestre
hora. Manzano
Endrino
— Una vez obtenido el color —recordemos que éste siem-
pre es menos intenso después del aclarado— dejar que las ma- Verano Arándano Enebro
dejas se enfríen dentro del líquido. De este modo la lana no
sufre cambios bruscos de temperatura. Otoño Endrino Zarza Madroño Abedul
Saúco Hiedra Castaño
Si se quieren obtener colores matizados, se retiran algunas Alheña Roble-
madejas durante el tinte y se meten en agua clara a la misma Viña loca Haya
temperatura. Castaño de
Indias
N.B.: el mordiente se puede aplicar después o al mismo Zumaque
tiempo que el tinte. No obstante, los colores más intensos y
sólidos se consiguen con el método que acabamos de descri- Invierno Aliso Aliso Aliso
Orcaneta Alerce
bir (el mordiente antes del tinte). Nogal
Pino
— Aclarar con agua tibia y ligeramente jabonosa y después Abeto
con agua corriente, a la que se añaden unas cucharadas de
vinagre, hasta que no pierda color.
— Apretar las madejas y extenderlas en un lugar ventila-
do y oscuro.
10. Vestidos sencillos y sanos
El cuerpo humano necesita aire y luz. Encerrarlo en tubos,
en los que no penetran ni el uno ni la otra es un castigo espan-
toso, por lo menos para quien lo sufre por primera vez; en
ñ cambio, los hombres que se llaman civilizados no parecen su-
frir demasiado por causa de esto. Decimos que no parecen,
ya que toda transgresión a las leyes de la vida forzosamente
se ha de pagar. La ausencia de aire y de luz son sinónimo;
de malas secreciones, olores insulsos o nauseabundos, enfer
medades, degeneración de la raza y tristeza de vivir. El oloi
í|&ii.¥'í»^ sui generis de un cuerpo bien alimentado con alimentos fres
eos, vivos y puros procedentes de los campos, es absoluta
mente delicioso y embriagador. La persona huele a lo qu<
come: frutas, hierbas, flores... si su piel respira y no está as
fixiada por pantalones y chaquetas.

:9s
vestirse
Existen vestidos sencillos que obedecen a las reglas de la f) La túnica
uda. Se trata de una camisa que llega hasta media pierna, atada
Por supuesto, hay que confeccionarlos con materiales no- con un cinturón. La llevan casi exclusivamente las bailarinas.
bles: seda, lana, algodón, lino, ramio...
g) La chilaba
a) La toga
Es originaria del norte de África. Se puede usar tanto en
Se trata de una pieza de tela con la que se envolvían los ro- las estaciones frías como en las calurosas. Generalmente está
manos y cuyo extremo superior descansaba sobre el brazo, confeccionada en lana. En verano se puede llevar de hilo o
lo cual les otorgaba un porte noble. algodón. Se lleva sobre la misma piel y cubre el cuerpo desde
los hombros al antebrazo y hasta las pantorrillas. Su confec-
b) El sari ción es muy sencilla.
Es una pieza de tela muy larga con la que se envuelven tra- Se coge una pieza de tela de un tamaño tal que, una vez
dicionalmente las mujeres de la India y que se colocan de mil doblada por la mitad, pueda cubrir el cuerpo desde los hom-
maneras distintas. bros hasta las pantorrillas (o tobillos). La anchura de esta te-
Empiezan envolviéndose las caderas y las piernas que el sari la debe ser igual a la distancia que separa los antebrazos, si
cubre completamente con uno o varios dobleces. ponemos los brazos en cruz. Se cortan juntas las dos mitades
El resto de la tela se coloca en torno a los hombros, el tor- de la tela, que debe continuar doblada, según la longitud pre-
so y los brazos. viamente fijada y dibujada con un lápiz. Se corta por el cen-
tro y el extremo de uno de los lados una abertura triangular:
c) Elsarong la abertura de la cabeza. Se cosen los bordes dejando una aber-
tura para cada brazo y se hace un dobladillo en las tres
Drapeado con el que los habitantes de Malasia se envuel- aberturas.
•• en desde la cintura hasta las piernas; el torso permanece Se trata de una vestidura amplia y muy agradable. Permite
desnudo. efectuar cómodamente cualquier gesto. Si hay que trabajar
con el cuerpo inclinado hacia adelante, se puede poner una
d) El pareo simple cuerda o un cinturón para evitar que los pliegues que
Es un cuadrado de tela bastante grande que los polinesios cuelgan entorpezcan nuestros movimientos.
anudan debajo del brazo o encima del pecho y que llega has-
ta media pierna. N.B.: no sabemos de dónde procede la idea de que los ves-
tidos son incómodos para trabajar; los monjes medievales
e) El taparrabo efectuaban todas sus faenas (incluso las guerreras) sin qui-
Son simples tiras de tela colgadas de una correa en torno tarse la ropa, y lo mismo siguen haciendo las mujeres des-
a la cintura. Sólo cubren el sexo y la raya de las nalgas. pués de varios milenios.

TOGA CHILABA

299
fabricar

300
*

La alfarería*

1. Definición cepto el caolín, que es blanco o amarillento y tiene una com-


posición y utilización específicas: es la materia prima de la
-La alfarería utiliza materias primas que se encuentran en porcelana.
. j superficie del suelo. El hombre más débil y solo puede ex- Las otras arcillas, las mas abundantes, se colorean siem-
:raerlas, trabajarlas inmediatamente e incluso, sin instrumen- pre con óxidos de hierro para que adopten el color amarillo,
:os ni conocimientos, darles la forma y la dureza que son marrón, azulado o verde.
recesarías para atender a sus necesidades. Los productos de — Antes de emprender la fabricación de un objeto deter-
estos materiales, tan simples y tan abundantes en todas par- minado, hay que asegurarse de que la arcilla no contenga pie-
íes, tan fáciles de hallar y trabajar, pueden adquirir todas las dras calizas de una dimensión superior a unas décimas de
cualidades del uso, todas las comodidades de la forma, todas milímetro. La caliza, al cocerse, se transformaría en cal viva
.JÍ bellezas del lujo. Pueden convertirse en ricos objetos de y se hincharía al absorber la humedad del aire, hasta provo-
zdorno, de colores variados y brillantes, sólidos y duraderos, car agujeros en la pieza, aunque estuviera esmaltada.
¿orno ningún metal puede proporcionar ni ninguna piedra, — Algunas arcillas se pueden utilizar simplemente añadién-
por hermosa que sea, puede dar con tanta facilidad y va- doles agua hasta obtener una pasta modelable.
r
:edad.» — Si la arcilla contiene piedras o restos vegetales, habrá
Alex Brongniart que eliminarlos añadiendo gran cantidad de agua a la arcilla
(barbotina o engobe) y cribándola después, o bien por decan-
tación: las piedras más pesadas se depositan en el fondo de
2. Formación y composición de las los recipientes. Este barro líquido deberá adquirir de nuevo
arcillas una consistencia más firme, hasta que pueda mantener la for-
ma que le den las manos.
La arcilla procede, en su mayor parte, de la descomposi- Para eliminar este exceso de agua se utilizan procedimien-
ción de rocas feldespáticas, fenómeno que viene producién- tos distintos según las cantidades. El secado al aire libre es
dose desde hace millones de años. Dado que el feldespato y muy lento, a no ser que haga un sol muy fuerte. Si se coloca
la sílice constituyen el 75 % de la corteza terrestre, es fácil de- la barbotina sobre una manipostería porosa, el endurecimiento
ducir la abundancia de arcilla. Son muy pocas las regiones será rápido.
¿el mundo donde no se encuentra. Los soportes más eficaces son láminas gruesas o recipien-
La acción erosiva del agua sobre estas rocas es la causa más tes de yeso, pero habrá que evitar que se mezclen fragmentos
importante. En principio, actúa mecánicamente arrastrando de yeso con la arcilla.
partículas cada vez más finas, a veces lejos de su lugar de od- El barro cocido no esmaltado (tejas, ladrillos...) también
ien, lo que hace que otros minerales se mezclen con las arci- puede servir.
llas en proporción variable. — La pasta obtenida se amasará cuidadosamente antes de
El óxido de hierro, el más abundante, da al barro cocido ser torneada, para obtener una materia de consistencia ho-
este color que va del ocre amarillo claro al rojo. La arcilla mogénea y sin burbujas de aire.
es un silicato de aluminio hidratado y hay que notar que con- Otro procedimiento, también muy eficaz, consiste en to-
tiene los principales elementos que componen la corteza te- mar en una y otra mano dos pedazos de arcilla de unos 500 g
rrestre y, además, casi en las mismas proporciones: y arrojarlos con fuerza uno sobre otro. Repetir la operación
unas diez veces.
S i 0 2 : 57,02 M g O : 3,08 K-O: 2,03 — Todas las arcillas, al secar, disminuyen de volumen de-
A1 2 0 3 : 19,15 C a O : 4,26 H ; 0 : 3,45 bido a la evaporación del agua (aproximadamente el 30%).
F e 2 0 3 : 6,70 N a 2 0 : 2,38 T i b 2 : 0,91 Esta contracción la provocan las moléculas de arcilla que se
juntan ocupando el lugar del agua que se evapora.
La contracción se sitúa entre un 5 y un 10 %. Si sobrepasa-
3. Preparación de la arcilla ra el 10%, el secado resultaría delicado, ya que se podrían
producir muchas deformaciones, especialmente en piezas de
La arcilla que se utiliza en alfarería presenta un aspecto de gran tamaño. Una arcilla demasiado grasa (con una contrac-
piedra compacta pero fácil de desmenuzar (si está bien seca),
es suave al tacto y su color inicial siempre es distinto al de
la arcilla cocida. Las arcillas de cocción blanca son grises, ex- * Por Bernard Soleil, ceramista.

301
fabricar
ción importante) puede modificarse mezclándola con arcilla
seca, o arena no caliza o chamota (arcilla cocida y pulve-
rizada).
Esta chamota se prepara sin triturador; simplemente se cue-
ce la arcilla seca y triturada. La chamota es muy útil para la
confección de piezas de gran tamaño y esculturas, cuyo gro-
sor excesivo las hace quebradizas durante el secado o la coc-
ción. El tamaño de los granos de chamota es proporcional
al espesor de las piezas que se quiera realizar, y puede llegar
hasta varios milímetros. Proporciona un aspecto rugoso y
bonito.

4. Elaboración
a) Técnica de la espiral
Consiste en montar la pared de una vasija a base de colo-
car adujas o rollos de arcilla una sobre otra. La forma de la
vasija va evolucionando a medida que se añaden adujas y,
una vez que la pieza está terminada, es imposible modificar-
la. Cada aduja debe quedar soldada con la anterior doblan-
do un poco de arcilla. La pared interior se va alisando a
medida que se hace, y la pared exterior se rasca y alisa según
el acabado que se desee. Una vez seca, se puede pulimentar
con tela abrasiva.
N.B.: antes de que se inventara el torno de alfarero, todos
los objetos se fabricaban en espiral, o bien por moldeado so-
bre moldes de barro cocido o de cestería. Muchas vasijas de Mueble para fijar el torno de alfarero
la época neolítica tienen huellas de cestería, lo que permite
suponer que se utilizaron moldes de mimbre a los que se apli-
có la arcilla. Desde la aparición del torno eléctrico, la tarea del tornerc
se ha aligerado, aunque el trabajo con las manos sigue sien-
b) Torneado do idéntico, sea cual fuere el sistema que mueve el torno. Er
cualquier caso, el trabajo consiste en hacer girar una plata-
El torno de alfarero, inventado 2000 años a. J.C. en Oriente forma circular de 20 a 30 cm de diámetro (disco giratorio'
Medio, continúa siendo el medio más utilizado para dar for- a una velocidad que varía entre 0 y 200 vueltas por minuto
ma a toda clase de objetos de barro. Se han inventado diver- según el volumen de las piezas. Las piezas pequeñas se pue-
sos sistemas mecánicos para poner en marcha el torno. El más den hacer a gran velocidad, pero ésta debe reducirse en rela-
notable es el torno de pie, utilizado desde hace mucho tiem- ción a la importancia de la pieza que se tornea, ya que la fuerze
po, que se acciona con el pie impulsando una rueda grande centrífuga tiene siempre tendencia a desplazar la masa de ar
(prolongando su movimiento inicial). Esta rueda de madera cilla del eje del torno.
está atravesada por un eje en cuyo extremo se fija la mesa, Dominar el trabajo del torno requiere muchos meses e in-
disco giratorio o plato, donde el alfarero hace girar la arci- cluso años de práctica. Hay que desarrollar fundamentalmente
lla. En el Extremo Oriente, el alfarero dispone, por lo gene- un sentido táctil, parecido al que exige la práctica de un ins
ral, de un dispositivo que acciona el torno, diseñado de otro trumento musical.
modo para este fin. Es indispensable que la arcilla que se quiera tornear est<
correctamente preparada, bastante blanda para las piezas pe
quenas, más consistente para las piezas voluminosas, perc
siempre con una consistencia homogénea (véase el apartado
Preparación de la arcilla). El barro se dispone en bolas bier
redondas. Se lanza con fuerza la bola en el centro del discc
giratorio para que se adhiera bien. Durante el torneo, hay qu<
mojar con frecuencia la arcilla para que las manos no se pe
guen; para esto se coloca un recipiente con agua, bastante an
cho, al lado del plato. Se pone en marcha el torno a bastantt
velocidad, se moja bien el barro y se comprime, efectuando
la misma presión con ambas manos. Las manos se colocar
una frente a otra adaptadas a la forma de bola. Se continú;
ejerciendo esta presión lateral hasta que la bola adquiera for
ma cónica.
Se hace descender la bola presionando verticalmente al mis
mo tiempo que se aguantan los costados para que permanez
ca en el centro. Se hace ascender y descender la bola hastí
Torno de alfarero que esté perfectamente centrada. Se hunden los pulgares pa
A: disco giratorio de hierro que se coloca algo por encima del asiento ra formar la cavidad dejando para el fondo el grosor desea
B y D: fijaciones del eje metálico do. Después, con la mano izquierda (o con ambas manos s
C: rueda de madera que se puede recargar con planchas de plomo se trata de una bola grande), se va ensanchando el hueco ti

302

qi|Mi niiW4w<ni
la alfarería
Sacar el agua acumulada en el fondo, ya que podría pro-
vocar grietas en el secado. Separar la pieza de la plataforma
circular con un alambre delgado de hierro o de acero, des-
pués quitarla del torno con las manos secas o pasando una
espátula por debajo.
Las piezas de gran tamaño (que resultan difíciles de sacar
del torno sin estropearlas) se tornean sobre una plataforma
de contraplacado ó de yeso sobre el que se dejan secar.

c) Pulido
Se pueden volver a trabajar las piezas torneadas para reto-
car la base y ahuecarlas por debajo, una vez que han adquiri-
do la consistencia del cuero. La pieza se vuelve a centrar y
a fijar mediante unos trocitos de barro. También se pueden
fijar a la mesa giratoria mojando el borde. Con una rascadu-
ra se quita el grosor de barro deseado, que sale en forma de
pequeñas virutas.

Rascadoras

d) Elaboración con losetas


Se pueden realizar piezas sencillas (platos, baldosas...) a
base de losetas de barro. El grosor de la loseta viene dado por
dos listones de madera. Sobre una mesa espolvoreada con are-
na fina o talco se extiende el barro con un rodillo, hasta que
los extremos toquen los listones. Se pueden juntar losetas de
tamaño bastante grande si se preparan con un día o dos de
antelación para que el barro esté más duro. Las junturas se
hacen con barbotina.

rando hacia uno mismo. A partir de este momento, las ma- e) Moldeado
nos deben estar una frente a otra: la mano izquierda en el El barro se puede moldear con formas de madera, terraco-
interior y la derecha presionando de cara al exterior. El ba- ta o yeso (este último es el que ofrece más posibilidades). Se
rro, comprimido entre ambas manos, se ve obligado a subir. puede aplicar el barro en losetas o en bolitas. Si el molde tie-
Si se trata de una bola pequeña, se puede coger con un dedo ne un dibujo grabado, aparecerá una pieza con una decora-
de cada mano. En la mano derecha se ejerce mejor la presión ción en relieve.
con el índice doblado. Si se trata de una pieza grande, hay Otra técnica de moldeado consiste en llenar un molde grueso
que utilizar la palma para empezar a subir y afinar la pared. de yeso con barbotina o engobe, al que se añade una pequeña
A menos que se quiera hacer vasijas muy abiertas, siempre cantidad de carbonato y silicato de sosa. Al quedar parte del
hay que montar primero un cilindro y después darle la forma agua absorbida por el yeso, queda sobre las paredes del mol-
deseada. de una capa de barro sólido.
El diámetro de la base de la pieza debe determinarse antes
de empezar a montarla. La presión debe efectuarse de abajo f) Secado
arriba y de forma muy regular para que la pieza no quede des-
centrada. Si se quieren eliminar las marcas de los dedos, se Las piezas pequeñas se pueden secar rápidamente sin que
pasa sobre la pieza una placa de madera o de metal (esteque). se estropeen cerca de una fuente de calor, o bien al sol. Pero
cuanto más grandes sean las piezas, más lentamente debe efec-
tuarse el secado, de manera que se eviten las deformaciones
y grietas que serían difícilmente reparables. Lo que más per-
judica una pieza es una corriente de aire que seque más de-
prisa un costado que el otro. Las piezas nunca se ponen a cocer
hasta que estén completamente secas, para evitar el peligro
de que revienten.

Esteques
fabricar
5. Esmaltado tinado sin disminuir por ello el grado de fusión y la finura
del esmalte. Estos óxidos son principalmente el titanio y el
En un plano puramente práctico, no haría falta esmaltar bario, el cinc, la cal y la alúmina que, en pequeñas cantida-
el gres y la porcelana, puesto que han perdido porosidad (su des, actúan como fundentes y que, en cantidades mayores,
pasta ya ha sido vitrificada por una temperatura elevada de producen el efecto inverso.
cocción). En efecto, una de las funciones del esmalte consis-
te en proporcionar estanqueidad a las piezas y hacerlas aptas
para contener líquidos, gracias a la película vitrificada con
que cubre la pieza. Pero también añade a la forma abundan- b) Gres y porcelana
cia de materias y colores que los alfareros saben usar con Los hornos de llama invertida, de origen chino, permitie-
acierto. ron una concentración mayor del calor en el horno, con lo
Algunas vasijas no esmaltadas pueden hacerse impermea- que se alcanzaron temperaturas de 1 200 a 1 300 °C, para el
bles mediante gomas y resinas vegetales. Una cocción muy gres, y hasta de 1400 °C para la porcelana.
reductora, hecha con leñas (con exceso de humo en el horno) A temperaturas tan altas, las fórmulas pueden ser más sen-
hace que el carbono tape los poros de la pasta y la vuelve im- cillas. El feldespato, que funde a 1250 °C, se convierte por
permeable, al tiempo que adquiere un color oscuro, que pue- sí solo en esmalte. Los esmaltes más hermosos sobre gres chi-
de llegar al negro. Si el esmalte contiene plomo, es comparable no son simples combinaciones de tres materiales minerales co-
al vidrio o al cristal; en todo caso siempre es silicato. La sílice munes: feldespato, cal, sílice. El modo de efectuar la cocción
es su principal componente y, aunque existen algunos esmal- es esencial para conseguir el éxito en las cocciones con leña.
tes sin sílice, la toman de la que contiene la arcilla; es el caso Las cenizas de leña y de paja también son materias primas
del gres esmaltado a la sal, que se consigue echando sal en muy interesantes para los esmaltes de gres. Contienen sílice,
el fuego al final de la cocción. El sodio se combina con la síli- sosa, potasa, alúmina, cal y más o menos hierro, en propor-
ce del barro y forma una capa de silicato de sodio. Para vola- ción variable según su origen.
tilizarla, hay que poner el horno a una temperatura de 1200 El esmalte para porcelana difiere poco de la propia pasta,
grados, por lo menos. que está compuesta de caolín, sílice, feldespato y un poco de
Los esmaltes más antiguos que conocemos (los del Anti- arcilla (para dar plasticidad). Si añadimos un 20 % de feldes-
guo Egipto) estaban compuestos de arena y nitro (sal natural pato y un 10 % de blanco de España (carbonato calcico), ob-
de sodio), una pequeña cantidad de óxido de cobre les daba tendremos un esmalte.
un color turquesa intenso. Cocidos a temperatura relativa-
mente baja, se descomponían con facilidad en una atmósfe-
ra húmeda.
Con el uso del plomo, material que se encuentra en abun- c) Principales materias primas que entran
dancia en muchas regiones en forma de galena (sulfuro de plo- en la composición de los esmaltes
mo), fue posible conseguir esmaltes que presentaban una —Sílice (SÍO2): utilizado e imprescindible en todos los es-
buena resistencia a la intemperie, al desgaste y permitían una maltes, cualquiera que sea la temperatura de cocción. Los
extensa gama de colores. Los esmaltes de plomo tienen la ven- otros componentes sólo sirven para bajar el punto de fusión
taja de adherirse bien al casco y dan esmaltes que cuecen a (la sílice pura funde a 1 750 °C).
una temperatura de hasta 1 200 °C; más allá de esta tempe- — Alúmina (Al2Oi): desempeña un papel importante en la
ratura, el plomo se volatiliza en el horno. adhesión del esmalte a la vasija. Hace más viscoso el vidria-
El plomo puede ser tóxico si las vasijas no están suficiente- do de fusión y, en cierta medida, impide que se escurra. Hace
mente cocidas, o bien si se añade en una cantidad excesiva. más duros los esmaltes.
Los productos lácteos y otros líquidos ácidos ayudan a libe- — Oxido de sodio (Na2Ü): fundente muy potente. Los vi-
rar del esmalte una pequeña cantidad de plomo. Para hacer driados que contienen mucho y que se cuecen a baja tempe-
un esmalte de plomo más duro, inatacable a los ácidos y apto ratura tienen un coeficiente de dilatación muy elevado que
para usos culinarios, basta añadirle otros óxidos, como la cal provoca el agrietamiento (resquebrajaduras). Son blandos,
(creta), boro (ácido bórico y bórax), alúmina (la que se en- se rayan con facilidad y se degradan (son ligeramente solu-
cuentra en la arcilla, el caolín, los feldespatos). bles en agua y ácidos). El óxido de sodio se encuentra, como
la potasa, en forma insoluble en los feldespatos. Para tempe-
raturas bajas (menos de 1 200 °C), sólo se puede utilizar en
forma de frita, operación que consiste en hacer fundir en un
a) Vasijas comunes, loza crisol una mezcla de sílice, sosa o potasa. Esta especie de vi-
Un esmalte muy sencillo (que funde entre 900 y 1000 °C) drio se tritura luego finamente y sirve de base a numerosos
puede componerse de dos partes de plomo, una de arena fi- esmaltes.
na, o sílice, y una de arcilla. La arcilla aporta la alúmina que — Óxido de potasio (K 2 0): las mismas propiedades, ven-
favorece la fusión del plomo y de la sílice, manteniendo una tajas e inconvenientes que el sodio.
viscosidad que impide que el esmalte resbale. Este esmalte será — Oxido de plomo (PbO): es el fundente más empleado
bastante brillante, transparente, de color amarillo claro y ti- para temperaturas bajas y medias. Revela bien el color de los
rando a rojo, si la arcilla del tiesto o del esmalte contiene mu- óxidos colorantes. Como su coeficiente de dilatación es bas-
cho hierro. tante bajo, va bien con la mayorías de barros. Los vidriados
Para obtener un esmalte transparente e incoloro, hay que hechos con plomo pueden presentar una gran variedad de as-
sustituir una buena cantidad de plomo por bórax o ácido bó- pectos (brillantes o mates, transparentes y opacos) si les aña-
rico. Este polvo se puede colorear con uno o varios óxidos dimos otros óxidos. Es muy tóxico, por lo tanto no debemos
metálicos y se vuelve opaco por la acción del estaño o del cir- aspirarlo ni ingerirlo. Este inconveniente desaparece si se uti-
conio (que no se disuelven en el esmalte). liza en forma de frita (véase Óxido de sodio). Algunos esmal-
Para conseguir un esmalte mate hay que disminuir la can- tes que contengan mucno plomo pueden ser tóxicos si no están
tidad de fundente (plomo, bórax, sosa) o bien añadir sílice. suficientemente cocidos. Un esmalte de plomo, al que se le
Ciertos óxidos facilitan la obtención de un aspecto mate o sa- añada un poco de cal y alumina y que esté cocido a 950ÜC

304
la alfarería
por lo menos, nos dará un vidrio perfectamente estable, muy f) Fórmulas básicas de esmalte
¿uro e insoluble.
— Óxido de calcio (CaO): actúa como fundente a cualquier 840 a 945 °C. Vidriados con pl orno
PbO 0,7 — 1,0
:emperatura (aunque su punto de fusión es muy elevado: KNaO: 0 - 0,3 A1 2 0 : 0,05 — 0,2
Z5~2°C). Hace más duros e insolubles los vidriados a baja ZnO 0 — 0,1 Si0 2 : 1 — 1 ,5
.emperatura, los que contienen mucho plomo. Si se aplica en CaO 0 — 0,2
cantidad excesiva, el vidriado será mate y rugoso.
945 a 1110 °C. Vidriados con plomo
El vidriado de algunos metales de gres (celadones) requie- PbO 0,7 — 1,0
:Q una cantidad importante de calcio. KNaO: 0 - 0,3 ANO : 0,1 -- 0,25
ZnO 0 — 0,2 Si0 2 : 1,5 — 2
— Óxido de bario (BaO): su función es parecida a la del CaO 0 — 0,3
;alcio y tiene más capacidad para ofrecer una superficie sa-
945 a 1050°C. Vidriados alcalinos
inada. PbO- 0 — 0,5
KNaO: 0,4 — 0.8 ANO : 0,05 — 0,25
— Óxido de magnesio (MgO): solamente se utiliza a altas CaO 0 — 0,3 SiÓ2: 1,5 — 2,5
ZnO O -- 0 , 2
:emperaturas y como fundente. Es interesante por su capaci-
dad de modificar la coloración de ciertos óxidos. 945 a 1050"C. Plomo-Colemanita
PbO 0,2 — 0,60
— Óxido de cinc (ZnO): poco usado como fundente por KNaO: 0, 1 — 0,25 A l 2 0 : 0,15 — 0,2
cebajo de 1 100 °C; modifica mucho el color de los óxidos. CaO. 0,3 - 0,60 B 2 0 , 0,15 -- 0 , 6
ZnO: 0,1 — 0,25 Si0 2 : 1,5 — 2,5
BaO: 0 — 0 , 1 5
— Óxido bórico (B2O3): utilizado frecuentemente en com-
binación con el plomo como fundente a bajas temperaturas. 1135 a 1180°C. Vidriados con plomo
Intensifica los efectos de los óxidos colorantes y disminuye PbO. 0.4 — 0,60
CaO 0,1 — 0,40 ANO : 0,2 -- 0,28
e; aarietamiento. ZnO: 0 - 0.25 SiÓ : : 2 — 3
KNaO: 0. — 0.25

d) Los colorantes 1135 a 1180°C. Colemanita


CaO: 0,2 - 0.50 ANO : 0.2 -- 0.28
Una vez se ha ultimado el esmalte de base para una tempe- ZnO: 0,1 - 0.25 B<N: 0,3 - 0.6
ratura determinada (puede ser transparente, opaco, brillan- BaO: 0,1 -- 0.25 SiO : : 2 — 3
KNaO: 0, — 0.25
:e. mate), todos los óxidos metálicos que se añaden a este
esmalte aportan una gran variedad de colores: hierro, cobre, 1135 a 1180 °C. Vidriados con plomo borosilicatado
cobalto, cromo, manganeso, níquel, vanadio, rutilo (que con- PbO: 0,2 - 0 , 3 A N 0 3 : 0,25 — 0,35
viene titanio y hierro), ilmenita (análogo al rutilo), uranio, KNaO: 0,; — 0,3 B 2 6 3 : 0,2 - 0,6
CaO: 0,35 — 0,5 SiO z : 2,5 - 3,5
cadmio y selenio. ZnO: 0 — 0,1

1225 a 1350°C. Vidriados para gres 0 porcelana


e) Aplicación del esmalte KNaO: 0,1 — 0,40
CaO: 0,4 -- 0 , 7 0 A1 2 0, : 0,3 -- 0,5
Hay que tamizar la mezcla de polvo y agua para que los MgO 0 — 0,35 B , 0 3 : 0,1 — 0,3
componentes del esmalte se mezclen bien y se facilite la apli- ZnO: 0 — 0,30 SiQ 2 : 3 — 5
BaO: 0 — 0,30
cación, sobre todo si se hace con pincel.
La densidad de la mezcla esmalte-agua se determina en fun-
ción del espesor de la capa de esmalte que vamos a aplicar
' una media de 0,5 a 1,5 mm).
Se puede aplicar el esmalte sobre barro todavía húmedo y, 6. Cocción y hornos
por lo tanto, hacer una sola cocción. Si aplicamos el esmalte
sobre el barro seco, al absorber el agua la pieza terminará rom- Los objetos de arcilla deben estar completamente secos an-
piéndose. tes de comenzar la cocción, de lo contrario se romperán al
Hay que ensayar con piezas pequeñas de diferente grosor comienzo de la misma. Iodos los tipos de arcilla empiezan
hasta poder determinar si es posible aplicar el esmalte sobre a cocer a partir del rojo oscuro (500 °C), pero a esta tempera-
el barro seco. tura resultan muy frágiles. Se necesita un mínimo de 800 a
Siempre es preferible hacer una primera cocción a tempe- 1 000 °C para obtener un buen grado de solidez. El máximo
ratura baja; facilita además la manipulación de las piezas que, de calor que puede tolerar la arcilla depende de su composi-
cuando están secas, son siempre muy frágiles. ción. Hay arcillas que empiezan a deformarse y a fundir en-
El esmaltado se hace sumergiendo totalmente la pieza y es- tre 1100 y 1200°C. Solamente ciertas arcillas de gres (que
:o exige la preparación de una gran cantidad de esmalte. El contienen poco óxido de hierro y sobre todo de cal) pueden
esmaltado con pincel permite esmaltar sólo una parte de la cocer a 1 300 °C y más; vitrifican con su propia masa y expe-
pieza y también hacer dibujos. Como el barro absorbe el agua rimentan una deformación mínima.
muy deprisa, conviene añadir gomas o colas y conseguir un
esmalte bastante espeso, a fin de que el secado se haga más
despacio. a) Cocción sin horno
La pistola de pintar de aire comprimido permite lograr efec- Algunos poblados de América del Sur y de África negra
:os interesantes, como poner varios esmaltes encima de otros, aún cuecen sus vasijas en una simple fosa de 30 a 50 cm de
pero hay que evitar respirar polvo de esmalte, porque resulta profundidad. Las vasijas se colocan sobre un lecho de rami-
nocivo. Es casi indispensable disponer de una cabina espe- tas o hierbas secas; las tortas de boñiga también son un exce-
cial que absorba este polvo. lente combustible para este tipo de cocción. Se empieza

305
fabricar
haciendo una pequeña hoguera a la que se añade muy poco
combustible para que las piezas no estallen. Cuando la tem-
peratura empieza a subir, se añade más leña hasta que todas
las piezas estén rodeadas de brasas. Con este sistema de coc-
ción es imposible sobrepasar los 700 y 800 °C. Las vasijas no
se esmaltan ya que, al estar apiladas unas sobre otras, se mez-
clarían los colores durante el proceso de fusión del esmalte.
Algunas veces se pintan con arcillas de diversos colores y el
contacto con las brasas les da un bonito aspecto. Algunas va-
sijas, que han sido cocidas con leñas que despiden mucho hu-
mo, adquieren un hermoso color negro brillante y pierden su
porosidad (el carbono ha tapado todos los poros).

b) Hornos antiguos de tiro ascendente


Los hornos griegos y los romanos difieren poco de algu-
nos hornos de tiro ascendente que todavía se usan hoy en día.
Estaban construidos con ladrillos de adobe (mezcla de ar-
cilla y paja) o ladrillos cocidos. Constaban de un hogar, por
encima del cual una solera perforada permitía el paso de las
llamas. En la cámara de cocción, llena de vasijas, la tempe- Horno subterráneo japonés
ratura podía alcanzar los 1050°C. 1: talud de tierra. 2: conducto de humos. 3: hogar.

Horno chino

Los hornos con cámaras múltiples obligan a la llama a des-


cender antes de penetrar en la segunda cámara. De este
Antiguo horno griego
1: pedazo de ánfora que se utilizaba como registro. 2: paredes de
adobe. 3: solera perforada. 4: pilar que sostenía la solera. 5: cámara 7^*
de combustión. 6: hogar. 7: hogar suplementario. 8: cámara de
cocción.

c) Hornos orientales
rt?ii
Los antiguos hornos japoneses, que se excavaban en suelo
arenoso que contenía arcilla, ya podían alcanzar altas tem-
peraturas. Muy aislados por el propio espesor de los hornos,
concentraban bien el calor y, debido a su forma e inclinación,
las llamas salían más despacio por la chimenea.
El horno chino se basa en el mismo principio, mejorado
por una circulación más sinuosa del fuego y por el uso de ma-
teriales muy refractarios, abundantes en China (talque y cao-
lín). Podían alcanzar de 1300 a 1400 °C para la cocción de
porcelana.
306
la alfarería
modo se consigue igualar el calor en todas las partes del hor- d) Horno-zanja de leña
no. Puede llegar a haber hasta ocho cámaras de cocción, de
\ arios metros cúbicos cada una. Constan de un hogar princi- Plano de un pequeño horno-zanja de leña que está inspira-
pal y unas aberturas en cada cámara por las que se hecha la do en el horno inclinado oriental. Consta de un hogar princi-
iefta. Cuando la primera cámara alcanza la temperatura de- pal y unos agujeros de alimentación que permiten repartir
seada, se detiene el fuego del hogar y se echa leña en la segun- mejor el calor:
da cámara, y así sucesivamente hasta llegar a la última.

cotas en metros
Horno-zanja de madera

e) Pequeño horno rudimentario 7. Combustibles


De leña y tiro ascendente. Muy fácil de construir.
— La leña tiene que estar bien seca y cortada en astillas
de pocos centímetros de grosor, si se quiere obtener una tem-
peratura elevada. Son preferibles los resinosos y el abedul,
que arden con largas llamas claras. Las leñas duras (roble,
haya, carpe...) producen más grasas y menos llamas. Hay que
evitar usar el álamo y el castaño, ya que son leñas general-
:: tubo de la chimenea es de mente húmedas.
- erro galvanizado, de 30 cm — El carbón se utilizó con éxito. Requiere hogares espe-
:e diámetro. ciales provistos de una parrilla de fundición.
— Los hornos eléctricos, de manejo muy fácil, no tienen
las cualidades características de la cocción a llama viva. Son
útiles para la cocción de azulejos a baja temperatura.
— Los hornos de gas propano o gas natural funcionan ca-
si igual que los hornos de leña de llama larga. Su gran venta-
ja consiste en la comodidad de pasar de una atmósfera
oxidante a una atmósfera reductora, mediante la regulación
de la entrada de aire en los quemadores.

8. Control de la temperatura
Actualmente la mayoría de los hornos están equipados con
un pirómetro que nos señala constantemente la temperatura
interior. Se trata de un aparato bastante caro y en absoluto
indispensable. Los «conos» que se colocan en el horno, a la

307
fabricar
vista, nos señalan con precisión la temperatura del final de jarras, que encontramos hoy entre los restos de un naufra-
la cocción, la única que realmente necesitamos conocer. Es- gio, constituían en la antigüedad una importante industria;
tos «conos» tienen una composición calculada para fundir a se utilizaban para transportar aceite, cereales, vino... Vasi-
un grado determinado (con un margen de error de 20 °C en- jas de todas formas y tamaños, por lo general magníficamente
tre los 600 y los 1 500 °C). Con experiencia, se puede calcu- decoradas, así como las estatuillas, tenían más bien una fun-
lar el punto de cocción observando el color del horno. Antes ción ritual que utilitaria.
de que existieran los conos, se colocaban en el horno piezas Los objetos de uso cotidiano más extendidos son los de uso
pequeñas que se retiraban, una vez finalizada la cocción, con culinario: ollas, bandejas, platos, cuencos, tazas, cubiletes,
ayuda de una barra de hierro. teteras, vasos... Podemos también mencionar los jarrones,
objetos artísticos, toda clase de recipientes posibles e imagi-
nables (jaboneras, candelabros, cajas...)
Los ladrillos y las tejas se utilizaban en construcción. Si se
esmaltan, pueden usarse en decoraciones suntuosas.
Los revestimientos de cerámica pueden usarse como bajo-
9. Múltiples aplicaciones de la cerámica rrelieves. Se hacen relojes de sol muy hermosos.
El barro cocido se ha utilizado desde los tiempos más anti- No olvidemos tampoco tantos tipos de baldosas, conduc-
guos para fabricar toda clase de recipientes destinados a reci- ciones de chimeneas, canalizaciones en gres, aislantes eléctri-
bir y conservar alimentos sólidos y líquidos. Las grandes cos, prótesis dentales de porcelana, entre otros.

308
Otras artesanías

1. Macramé c) Montaje de los hilos


— Nudo de montaje al derecho: coger entre las manos un
El macramé es una técnica que permite realizar diversas la- hilo doble con un nudo en el centro y cortado por sus extre-
bores con hilos anudados o trenzados. mos, deshacer el nudo, poner el bucle formado por el plega-
do del nudo sobre un hilo de montaje (éste puede ser un listón
a> Materiales colocado horizontalmente a lo largo de una pared, por ejem-
Se pueden utilizar toda clase de fibras: lana, lino, cordel, plo), pasar los dos extremos del hilo por debajo del hilo de
i-godón. Para montar los hilos basta con disponer de un pa- montaje y después por dentro del bucle.
je colgado a cierta altura. — Nudo de montaje invertido: para este nudo se pone el
bucle debajo del hilo de montaje, se pasan los dos cabos por
k» Preparación de los hilos para el macramé encima del hilo y, después, por dentro del bucle.
Existen dos clases de hilos: los hilos «activos», que se tuer-
cen a lo largo del trabajo, y los hilos «guía», que no se mue-
'«er.. Un hilo puede pasar alternativamente de ser activo a ser
r-.j.
La longitud de las hebras que vamos a utilizar debe ser cua-
~: o cinco veces mayor que la longitud del trabajo que que-
remos realizar. Los hilos son, por lo tanto, bastante largos,
icemás cada hebra se dobla por la mitad. Para manejarlos
con más facilidad, se marca la mitad del hilo con un nudo
:"o;o y se acortan los extremos doblándolos con los dedos para
formar un papillote. d) Principales nudos
Para no tener que medir los hilos de uno en uno, se cons- La técnica del macramé está basada en cuatro nudos fun-
~_>e una urdidera. Consiste en un bastidor de madera con damentales.
mas clavijas distantes entre sí un metro, de lado a lado. De
£s:e modo se pueden cortar rápidamente hilos de varios me- — Nudo sencillo: tomar un hilo, hacer un bucle a lo largo
r :¿. El número de hilos que se monta depende de la anchura del mismo y pasar uno de sus extremos por dentro del bucle
seseada, teniendo en cuenta que los hilos apenas deben formado de esta manera.

.V
§T
V
7 clavijas a cada lado para
preparar la urdimbre !k
\
— Nudo plano: montar dos hilos dobles (4 hebra-*
do un nudo de montaje, coger la hebra de la derecha
por encima de las hebras del centro y por debajo di-
hebra. Coger la cuarta hebra, pasarla por deba;;
V^ bras del centro y ponerla por encima del buce ::
hebra, etcétera.
Las dos hebras realizan el mismo tra>e.:: r.arr
Urdidera tí 3 clavijas para separar los hilos mente de su posición.
pares e impares
Otras artesanías

1. Macramé c) Montaje de los hilos


— Nudo de montaje al derecho: coger entre las manos un
El macramé es una técnica que permite realizar diversas la- hilo doble con un nudo en el centro y cortado por sus extre-
bores con hilos anudados o trenzados. mos, deshacer el nudo, poner el bucle formado por el plega-
do del nudo sobre un hilo de montaje (éste puede ser un listón
a) Materiales colocado horizontalmente a lo largo de una pared, por ejem-
Se pueden utilizar toda clase de fibras: lana, lino, cordel, plo), pasar los dos extremos del hilo por debajo del hilo de
algodón. Para montar los hilos basta con disponer de un pa- montaje y después por dentro del bucle.
lo colgado a cierta altura. — Nudo de montaje invertido: para este nudo se pone el
bucle debajo del hilo de montaje, se pasan los dos cabos por
b) Preparación de los hilos para el macramé encima del hilo y, después, por dentro del bucle.
Existen dos clases de hilos: los hilos «activos», que se tuer-
cen a lo largo del trabajo, y los hilos «guía», que no se mue-
ven. Un hilo puede pasar alternativamente de ser activo a ser
guía.
La longitud de las hebras que vamos a utilizar debe ser cua-
tro o cinco veces mayor que la longitud del trabajo que que-
remos realizar. Los hilos son, por lo tanto, bastante largos,
además cada hebra se dobla por la mitad. Para manejarlos
con más facilidad, se marca la mitad del hilo con un nudo
flojo y se acortan los extremos doblándolos con los dedos para
formar un papillote. d) Principales nudos
Para no tener que medir los hilos de uno en uno, se cons- La técnica del macramé está basada en cuatro nudos fun-
truye una urdidera. Consiste en un bastidor de madera con damentales.
unas clavijas distantes entre sí un metro, de lado a lado. De
este modo se pueden cortar rápidamente hilos de varios me- — Nudo sencillo: tomar un hilo, hacer un bucle a lo largo
tros. El número de hilos que se monta depende de la anchura del mismo y pasar uno de sus extremos por dentro del bucle
deseada, teniendo en cuenta que los hilos apenas deben formado de esta manera.
rozarse.

— Nudo plano: montar dos hilos dobles (4 hebras) forman-


do un nudo de montaje, coger la hebra de la derecha, pasarla
por encima de las hebras del centro y por debajo de la cuarta
hebra. Coger la cuarta hebra, pasarla por debajo de las he-
bras del centro y ponerla por encima del bucle de la primera
hebra, etcétera.
Las dos hebras realizan el mismo trayecto independiente-
Urdidera 3 clavijas para separar los hilos
pares e impares
mente de su posición.
309
fabricar
de nuevo su lugar). Este nudo permite, pues, aumentar o re-
gular el trabajo.
— Nudo de festón: montar un hilo doble, separar un hilo
activo a la derecha y un hilo guía a la izquierda.
— Nudo de festón a la derecha: el hilo activo se anuda en
torno al segundo.

Nudo plano

Nudo plano alterno en trencilla

— Formación de ángulos (baquetas): montar tres hilos do-


bles, o sea 6 hebras. Tomar la primera hebra y colocarla en
ángulo recto sobre los otros hilos, hacer un nudo de festón — Nudo de festón a la izquierda: el hilo izquierdo se anu-
doble alrededor de este hilo de montaje con cada una de las da en torno a la hebra derecha.
otras hebras. A continuación poner en ángulo la segunda he- La sucesión alternada de un nudo de festón a la derecha
bra y hacer lo mismo, acabando esta vez por la primera he- y un nudo de festón a la izquierda forma el nudo de cadena.
bra, etc.
Si se continúa así, el trabajo se desviará hacia la derecha. e) Acabado
Para reconducirlo a la izquierda, hay que presentar ahora los
hilos de la derecha (después de que el hilo n? 1 haya ocupado Atar muy fuerte los últimos nudos, después se pueden co-
ser sobre una cinta, o bien acabar con una serie de nudos sen-
cillos de festón o de cadena.

f) Una hamaca de macramé


— Preparar cuatro trenzas de montaje de 2,30 metros.
— Montar 160 hilos dobles de 15 m (utilizar una urdidera)
en nudos de montaje o 320 hilos sencillos de 7,50 m; la ha-
maca se hace a lo ancho.
UUU — Hacer cinco hileras de nudos planos muy juntos a lo lar-
go de esta trenza de 2 m (los 30 cm restantes se utilizan para
Formación de ángulos (baqueta sesgada a la izquierda) fijarla a dos palos que se colocan perpendiculares a ella). De
este modo se obtienen varias trenzas de cuatro hilos.
— En la 6? hilera, dejar dos hilos a la izquierda y trabajar
a macramé los dos restantes, con dos hilos de la trenza siguien-
te. Hacer cinco hileras sin cambiar de hilo.
— En la hilera 11?, trabajar a macramé los hilos de la mis-
ma manera que en las 5 primeras hileras, empezar ahora poi
los dos hilos que se han dejado a la izquierda. Estos nudo:
se llaman nudos planos en trencilla.
— En la hilera 15?, extender la segunda trenza de monta
Formación de ángulos (baqueta sesgada a la derecha) je, fijar sus extremos a los palos y hacer una hilera de nudo
en ángulo (baqueta) a lo largo de esta trenza (en esta ocasiói
310
otras artesanías
no se separará ningún hilo guía para ponerlos en ángulo recto).
— Trabajar 15 hileras alternadas como en la primera parte.
— Extender la tercera trenza de montaje y hacer otra hile-
ra de nudos en ángulo (baqueta).
— Trabajar 15 hileras de nudos planos alternos cada cin-
co hileras.
— Ligar la cuarta trenza. Para acabar, hacer una hilera de
nudos en ángulo (baquetas) y una segunda hilera muy apre-
tada (esta vez se coge un hilo de montaje de entre los hilos
guía), anudar los hilos en 8.
— Hacer cuatro agujeros en los palos y pasar por ellos las
cuatro trenzas de montaje que se atan a un anillo, fijado a
su vez a un árbol por medio de un cordón. El cordón se pue-
de hacer a base de nudos de cadena. Para mayor seguridad,
pasar por cada bastón un hilo que se ata a los nudos planos.
La hamaca está lista.

2. Cestería
— Ligadura del fondo: coger una varilla flexible, doblarla
«Quisiera tejer mis versos como en la escondida aldea, sobre sí misma hasta obtener una U perfecta, a continuación
Bajo el cobertizo húmedo, los viejos cesteros rodea la rama D de la cruz (fig. 1).
Mezclan los mimbres blancos y oscuros de sus cestas Se pasa la varilla de encima (1) sobre el montante A, y
En simples dibujos sacados de sus azulejos.» la varilla 2 sobre el mismo montante A y después sobre el B
Emile Verhaeren (fig. 2).
Coger la varilla 2 y hacerla pasar por debajo de C, mien-
tras que la varilla 1 pasará, en primer lugar, por debajo de
a) Materiales B y después por encima de C (fig. 3).
La cestería es una combinación de tejido y trenzado. Se- Hacer pasar, sucesivamente, la varilla 1 por debajo de D
gún el medio ambiente se utilizan distintas fibras vegetales: y por encima de A, mientras que la varilla 2 pasará primero
bejuco, mimbre, junco, paja de trigo o de centeno, varillas sobre D y después por debajo de A (fig. 4).
planas de castaño, de abedul o de fresno, largas hojas secas
de lirio, bambú, rafia, zarzas, gramináceas variadas, hojas
de caña de palmera...
Se pueden trenzar una gran variedad de objetos: colmenas,
cestas, canastas, cañizos, cuévanos, capazos, ensaladeras, ma-
letas, muebles... Algunas construcciones arquitectónicas han
sido enteramente ejecutadas en cestería, como un gran res-
taurante en la región de Bagdad, hecho de cañas gigantes pro-
cedentes de los pantanos que bordean el Tigris y el Eufrates.
D ^
b) Herramientas del cestero
Un hacha para cortar las varas, una podadera, una sierra
de mano para serrar varas, un aparato para pelar, un punzón
(varilla de acero puntiaguda) recto y otro curvo, una tablilla,
una maza, una rajadera de madera dura (boj), uno de cuyos
extremos, acabado en aleta, sirve para rajar el material con
el que se ha de trabajar, un taladro, unos alicates, una grapa-
dora y una gran cubeta ovalada para poner en remojo las
hebras.
Las técnicas de cestería son numerosas y resulta imposible
estudiarlas todas. Presentamos solamente, a modo de ejem-
plo, las diferentes fases de la fabricación de una cesta.

c) La cesta
— Material: varillas (briznas, retoños) de sauce o de mim-
bre. Antes de usarlas hay que tenerlas en remojo.
— La cruz o base: se cortan ocho varillas cortas, pero fuer-
tes, que servirán para hacer el armazón del fondo (la longi-
tud depende del tamaño de la cesta). Con un cuchillo
puntiagudo se rajan cuatro por la mitad, en los 2/3 de su gro-
sor, para evitar que se abran completamente. Se introducen
en los agujeros las cuatro varillas restantes, que no están ra-
jadas, pero sí previamente biseladas.

311
fabricar
3. Curtido
El curtido es la preparación de las pieles con diferentes pro-
ductos para evitar que se pudran y poder convertirlas en cuero.
Cada artesano tiene su propia técnica, su secreto que se
guarda mucho de divulgar. No obstante, exponemos, a titu-
lóle experiencia, varios métodos de curtido. Ahora bien, aun-
que estos procesos a los que sometemos las pieles las hacen
imputrescibles, hay que tener en cuenta también que supo-
nen para ellas una manipulación excesiva.

a) Curtido sobre piel fresca


Despojar al animal de su piel abriéndolo en canal por el
vientre y separando ambos lados.
— Limpieza: en primer lugar, quitar las impurezas que pro-
ceden del exterior (sangre, barro, paja, etc.) con la mano o
con un trapo mojado con agua. Si hay que mojar la piel, es-
polvorear a continuación con yeso y cepillar para que se se-
que. Quitar las impurezas procedentes del cuerpo del animal,
carne y grasa, con un rascador o un cuchillo.
Repetir la misma operación de entretejido de las varillas — Desengrasado: para disolver la gelatina de la piel hay
1 y 2 por encima de B, C y después de D. De este modo he- que sumergirla en un baño de agua tibia con un poco de lejía;
mos regresado al punto de partida. aclarar con agua fría sin retorcer y volverla a sumergir en agua
Separar los radios por pares y trenzar hasta la quinta vuel- de lluvia fría durante 12 horas; después se puede seguir des-
ta. Finalmente, separar cada varilla y continuar el entreteji- carnando.
do asegurándose de que los radios estén perfectamente Preparar otro recipiente que contenga agua de lluvia con
separados. 50 g de sal por 60 g de alumbre (el alumbre ordinario se saca
Detener el trenzado cuando se obtenga el diámetro desea- del mineral de alúmina) y 5 g de bórax (borato de sodio). Ha-
do. Meter hacia dentro los extremos y cortar las varillas de cer hervir esta disolución y dejar enfriar hasta 30 °C (aproxi-
la cruz que sobresalgan. madamente), sumergir de nuevo la piel que debe quedar
— Confección del armazón: coger dos varas de grosor me- totalmente cubierta por el líquido, remover con un palo y de-
dio y de unos 50 cm de longitud, cortar la base en bisel e in- jarla el tiempo necesario (si son más de tres días, hay que
troducirlas a cada lado de un radio. Doblar 16 varillas en aumentar en un 10°7o los componentes de la disolución). A
ángulo al fondo y atarlas juntas por su extremo. continuación sacar la piel, aclararla con agua fría y tenderla
sobre una cuerda a la sombra. El tiempo que la piel debe es-
— Enrejado (costados verticales de la cesta): empezar un tar en remojo depende de su naturaleza.
«cordoncillo» de tres varillas que se cierran sobre sí mismas
al acabar. Trenzar hasta la altura deseada para la cesta. — Suavizado: cuando la piel comienza a secarse, hay que
untar con un cuerpo graso (aceite o manteca de cerdo no sa-
— Borde: cortar las varillas del armazón dejando solamente lada) la parte interior de la piel, se enrolla con el pelo hacia
10 cm, acabar con tres filas con las que se hace un remate do- dentro. Con una tablilla y el canto de una mesa (la tablilla
blando las varillas. mantiene la piel aplastada), tirar de ella hacia el exterior fro-
— El asa: coger una varilla bastante gruesa, afilar las dos tándola contra la arista, a lo largo, a lo ancho y en diagonal.
puntas e introducirlas a ambos lados de la cesta, trenzar tres Esta operación tiene por objeto romper las fibras de la piel.
varillas finas, pasarlas por debajo del borde (por un lado de Cuando se ha obtenido la suavidad deseada, se echa talco por
la cesta) y entretejerlas alrededor del asa. Terminar introdu- el lado interior, se saca brillo al pelo con un paño mojado
ciéndolas profundamente en el borde. con gasolina y se cepilla con un cepillo metálico. Sólo falta
peinarla.

b) Curtido sobre piel seca


Proceder como en el caso anterior.
Si no se desea una suavidad perfecta, se retira la piel des-,
pues del remojo en agua de lluvia, se clava en una tabla a la
sombra, después de haberle quitado la carne y la grasa.
Después se mezclan con un poco de agua hirviendo 250 g de
sal, la misma cantidad de alumbre y de harina, de modo que
formen una pasta bastante fluida que se aplica con una espá-
tula en el lado interior de la piel, formando una capa de 2 cm.
Se deja este producto cuatro días, después se le da flexibi-
lidad a la piel y finalmente se cepilla

c) Otro método a base de tanino


Para el curtido propiamente dicho, se utiliza la casca, que
es la corteza del roble pulverizada, o bien el tanino, que es
312
otras artesanías
un derivado de la casca. Se necesitan 500 kg de cortezas de «En el horno, la mezcla pulverizada se licúa y, de viscosa
roble para conseguir unos 50 kg de tanino. Con esta cantidad e irregular al principio, se convierte en perfectamente líquida
se pueden tratar 100 kg de pieles. a los 1400 °C. Las burbujas de gas carbónico, producidas por
Hay otras plantas y árboles como la mimosa, el saúco, el la reacción de la sílice sobre los carbonatos, suben a la super-
abedul, el sauce, el abeto y el zumaque, que contienen tam- ficie y el producto "se afina". Antiguamente, se aceleraba
bién tanino. este afinado por diversos procedimientos que acrecentaban
Moler finamente las cortezas de roble, preparar una solu- el movimiento de la masa en fusión y la hacían más homogé-
ción de tanino en la que se sumergen las pieles. Pueden estar nea. A veces se revivía la mezcla con unas varillas de arcilla,
en remojo de 4 meses (las pieles pequeñas) hasta 12 meses (las y otras se arrojaba en la cubeta un fragmento de ácido arse-
grandes). A medida que van pasando los días, es conveniente nioso que se hundía, se volatilizaba en la masa y oxidaba los
transformar la solución en una mezcla cada vez más concen- sulfuros y los excedentes de carbono, pero que desprendía ar-
trada, con el fin de obtener mejores resultados. Después de sénico muy tóxico. Una antigua receta, la de la "patata", con-
haber dejado las pieles durante un mes en esta solución, tam- sistía en mantener en el fondo de la cubeta, con una barra
bién se pueden poner en un agujero bajo tierra, separarlas co- de hierro, una patata o un leño húmedo; el vapor de agua re-
locando entre medio cortezas de roble, cubrirlas con agua y sultante agitaba intensamente la masa. Por último, se oxida-
esperar 6 meses. ba y decoloraba el vidrio ferruginoso con la ayuda del "jabón
de vidriero", o bióxido de manganeso, cuyo abuso confiere
un tinte violáceo a ciertos vidrios antiguos.
"Cuanto más alejada de las llamas, menos caliente es la ma-
4. El vidrio sa obtenida. Hacia 1100 °C, la viscosidad del vidrio es sufi-
ciente para que éste se adhiera a la barra; hacia los 700 °C,
a) Historia y composición cesa de ser maleable. Es en este intervalo cuando el vidriero
debe actuar.
Hace 5 000 años, unos comerciantes fenicios, a falta de pie- »Se llama vidrio duro al metal que se trabaja entre 1100
dras, utilizaron panes de natrón (carbonato sódico, COjNa2) y 800 °C, vidrio blando al trabajado a una temperatura más
para sostener sus ollas encima de un fuego. Entonces obser- baja, y vidrio seco, por último, a aquel, ya sea duro o blan-
varon que la arena del río junto al que cocinaban, por acción do, cuyo intervalo de moldeo es más breve.».
del fuego y mezclada con nitro, se convertía en una materia
fluida y viscosa que, al enfriarse, quedaba dura y transpa- N.B.: estos hornos podían alcanzar una temperatura de
rente: había nacido el vidrio. 1 700 °C. Hoy en día, en estos hornos artesanales, la leña ha
Las recetas más antiguas de vidrio están constituidas por: sido sustituida por quemadores de fuel-oil, metano o propano.
caliza, arena y álcali. El al kali era una planta de Egipto que
por ebullición, evaporación y decantación, daba una sal con c) Enfriamiento
un gran contenido de acrimonia. Después, los álcalis se ex-
trajeron de la ceniza de la barrilla, del helécho, del abeto, del He aquí como nos lo describe Gateau en la misma obra:
haya... El elemento vitrificante esencial del vidrio es la sílice, «Sólo un lento enfriamiento permite que el vidrio se soli-
que se encuentra en abundancia en la arena, el sílex, el cuarzo. difique armoniosamente en todo su espesor, con un equili-
El análisis de un vidrio encontrado en Pompeya nos reve- brio de tensión entre las capas periféricas y las capas centrales.
la: 69,5% de sílice; 17,2% de sosa; 7,4% decaí. La compo- Esta operación de recocido tiene lugar en una galería calen-
sición del vidrio ordinario actual nos da aproximadamente tada por las temperaturas perdidas del horno, el horno se-
los mismos porcentajes: 72% de sílice, 19% de sosa, 7,5% cundario de recocido, o bien en un horno especial llamado
de cal y 0,5 % de impurezas. carcaise. Se depositan en el horno las piezas terminadas, a
unos 500 °C, sobre unos trenes de bandejas de plancha me-
tálica a veces movidos por una cabria o sobre unas cintas sin
b) Utensilios y fabricación a la antigua fin, y así avanzan a ¡o largo del horno túnel, alejándose len-
tamente de los focos de calor, para alcanzar, al cabo de unas
— Crisoles de barro refractario seis horas, la temperatura del ambiente y la salida, donde las
Tenían forma de cubo de 4 pies de alto, de 2 a 5 pies de obreras las esperan para lavarlas y raspar las huellas de la ba-
diámetro y 3 pulgadas de espesor. Se montaban en espirales rra de hierro o pontil. Esta operación recibe el nombre de
en un molde de abeto ligeramente ensanchado. Se dejaban acabado.»
secar lentamente durante varios meses antes de ser cocidas,
primero a fuego lento, después a fuego fuerte, a temperatura
de rojo vivo, para que después no sufrieran alteraciones por d) Herramientas de soplador
la acción del vidrio fundido. Es importante saber que esta operación de soplado es un
— Hornos de crisoles trabajo de equipo.
Eran cámaras abovedadas, circulares u ovoideas, hechas
— La caña: se trata de un tubo de hierro hueco, de 120 a
con ladrillos refractarios. Se alimentaban con leña que intro-
180 cm de longitud (según el tipo de trabajo) y de 1 cm de
ducía un obrero llamado atizador. Se colocaban de seis a do-
diámetro interior. Uno de los extremos se mete en el recipiente
ce crisoles sobre una banqueta dispuesta a lo largo de las
del vidrio en fusión, a través del abridor, y se saca una bolita
paredes interiores. Al pie de unos pequeños tragaluces o pi-
de pasta. En el otro extremo, aplica la boca el maestro vidriero
queras, había unos abridores, cuya abertura se podía reducir
y soplando da a la pasta la forma que desea.
mediante lunas que podían obturarse totalmente con unas ta-
paderas. La materia vitrificable se echaba en el crisol más cer- — El mármol: mesa de hierro colado sobre la que se hace
cano al hogar a través de la piquera. En cuanto se había rodar la bola de vidrio fundido para igualarla y redondearla
fundido y depurado, inmediatamente se transvasaba al cri- (trabajo realizado por el muchacho [el aprendiz]).
sol más alejado. Jean Charles Gateau nos describe estas ope-
raciones en su hermoso libro El vidrio, Editorial R. Torres, — Moldecito o calibre: instrumento de madera cóncavo (de
Barcelona: haya o peral), de formas muy diversas, que se sumerge de vez
fabricar
que nuestras abuelas hacían la colada—, una parte de arena
HERRAMIENTAS DEL VIDRIERO de río, bien lavada... Dejando cocer mucho tiempo la pasta
J—^ de vidrio, se le daba un color púrpura bastante cálido, el to-
no carne. Los colores se obtenían añadiendo óxidos metáli-
cos mezclados con la pasta en fusión. Algunos procedían de
minerales raros, lo cual hizo creer a Sugere, abad de Saint-
Denis, que los minerales eran piedras preciosas...»
El az%! (tinte fundamental) se obtenía con carbonato de co-
bre; el verde con óxido de manganeso; el amarillo con ses-
quióxido de hierro añadido al bióxido de manganeso; el rojo
con bióxido de cobre...
Agustín Cochin nos describe del siguiente modo la fabri-
cación de un vidrio de vidriera:
« Un obrero se aproxima al horno con una caña hueca, co-
Modelos de moldecitos de madera y paleta ge un poco de vidrio fundido, lo retira bruscamente, lo ba-
lancea, aproxima con rapidez el tubo a la boca y sopla hacia
el interior de esta delicada sustancia. El aire, al calentarse,
se dilata. El vidrio se hincha y el obrero, imprimiendo un rá-
pido balanceo a este globo ardiente, lo alarga y lo transfor-
ma en un manguito delgado y transparente. Después lo separa
de la caña, lo corta con un hierro candente apenas se empieza
a enfriar y otro obrero lo introduce en un segundo horno de
temperatura más moderada, donde el manguito se abre, se
alarga, se extiende y se plana. El vidrio está terminado.»
Muy pronto se aprendió a pintar sobre el cristal de vidrie-
ras a base de esmaltes, hecho con polvos que se fundían en
un nuevo proceso de calentamiento. Las vidrieras cada vez
Tijeras de recortar, pinzas para guiar, compás se parecían más a los cuadros y se abandonó el procedimien-
to de ensamblar vidrios de colores con redes de plomo.

5. Labra de piedras
a) Herramientas
— Una regla de acero;
— una escuadra;
— un cepillo para limpiar los detritus;
— un nivel de alcohol. Sirve para comprobar la horizon-
tabilidad de un plano;
— un mazo de madera;
— una maceta, martillo de mango largo;
Banco de vidriero — una piedra pómez;
— papel esmeril;
en cuando en un cubo de agua para que no se carbonice. Esta — un punzón, pedazo de acero afilado en un extremo;
especie de molde sirve para dar forma redonda u ovalada a — un cincel de dientes;
la bola de fuego que se enfría y que se vuelve a cubrir de vi- — un cincel plano;
drio fundido (trabajo realizado por el oficial [el ayudante] — un cincel de biselar con el extremo más estrecho.
sobre el banco de vidriero). Las cabezas de estos cinceles son planas porque se emplean
con un mazo de madera. En cambio, las cabezas de los pun-
— Tijeras o tenazas: el ayudante utiliza estos instrumen- zones tienen tendencia a mellarse porque se golpea sobre ellas
tos para afinar un gollete, adelgazar un cuello (que permitirá con un martillo de acero.
separar con facilidad la pieza de la caña), etc.
— Pontil: tubo de acero macizo, de la misma longitud que b) Materiales
la caña, que sirve para colocar pastillas de vidrio en fusión Las piedras que proceden de rocas sedimentarias son las
sobre la pieza que hay que terminar. de labra más fácil porque están estratificadas en el suelo en
N.B.: todas estas operaciones requieren, por lo general, vol- capas horizontales. La pizarra es una roca metamórfica, cu-
ver a calentar el vidrio para que siga siendo maleable. ya estructura ha sido modificada por distintas presiones y tem-
peraturas. Sus estratos originales han sido reemplazados por
otros que, a menudo, se encuentran en ángulo recto con los
e) La vidriera primeros. Por lo general, la pizarra se hiende fácilmente a lo
Este caos de luz por donde se mueve la idea es la herencia largo de estas líneas.
de la Edad Media. El uso de cristales de colores emplomados Se puede construir con mampuestos irregulares y rellenar
aparece reseñado, por primera vez, en el siglo x, en Italia. los huecos con tierra o caliza, pero es preferible disponer de
El monje Teófilo da unas recetas: «Se utilizaban dos partes piedras rectangulares para umbrales de puertas, chimeneas,
de cenizas de haya y de heléchos —que dan la potasa con la dinteles de puertas y ventanas.

314
otras artesanías
Las herramientas del cantero Cepillo de limpiar los detritus Escuadra
Las cabezas de los cinceles denta-
dos y de los otros cinceles son m u ,
planas porque se utilizan con un ma-
zo de madera. La cabeza de los pun-
zones y cinceles de biselar tienen
tendencia a mellarse debido a los
golpes del martillo de acero.

7 .ÍI.-.ÚÜFJ"^

Regla de acero
v ü r
/—:—' \ l . \f.",''J-.!.f.'*,1 ',' •' ' !' '' r í"'''"'•' r
' * V'v\ i i.yT.i|i-i'ii,"pini.|!;| j i y i ryf»ip|iTJ.H^T' r 'T'yry' : '''"'!'r''í riT"" 11 '"—r^——• r B I M T n ! J '_ • » ! ' W !

Las h e r r a m i e n t a s del c a n t e r o
(Lámina t o m a d a de la obra de J o h n Seymour, La vida en el campo. Ed. Blume, Barcelona 1979).

Se puede echar un poco de agua sobre la piedra para quitar


c) Trabajar la piedra los residuos y poder agujerear más fácilmente. Poner cuñas
— Punzonado (para quitar las protuberancias más grandes) (instrumentos de hierro en forma de ángulo) en las hendidu-
Mantenga el punzón inclinado y golpee con regularidad con ras con ayuda del punzón. Para que el corte sea más regular,
un martillo de acero. se pueden poner agujas de acero a cada lado del agujero y
— Cincelado hundir la cuña en el centro. Cuando al golpear la piedra se
produzca un ruido sordo, es señal de que está a punto de
Para ayudarse a controlar el cincel durante el biselado, co- partirse.
loque el pulgar a su través. Golpee de forma regular mante-
niendo la misma posición. — Labra de la piedra (obtener una superficie lisa)
— Acabado de la superficie Hacer un punzonado, quitar las protuberancias más gran-
des, dentellar del borde hacia el interior, primero con un cin-
Coger un cincel dentado, dar un golpe seco con el mazo,
cel dentado y después con uno liso. Se necesita quitar ya muy
levantar el cincel y el mazo a la vez y volver a empezar. poca piedra. Humedecer la piedra, pasar la piedra pómez con
— Cómo se parte un bloque de piedra (hendirlo en el sentido un movimiento circular y finalmente pasar el papel esmeril,
de las capas) sobre todo si se trata de mármol o de granito.
Se pone el bloque sobre planchas de madera y se coloca una Si el bloque de piedra es irregular, hay que trazar las líneas
barra de hierro debajo del lugar por donde se quiere cortar. de nivel. Para ello hay que escoger un plano horizontal y cin-
Se marca la línea de corte, a los lados se hacen unas hendidu- celar dos bandas paralelas a los bordes adyacentes del blo-
ras profundas golpeando un punzón con un martillo e impri- que, de modo que formen un ángulo recto (el ángulo se hace
miendo al mismo tiempo un ligero movimiento de rotación. cincelando con la ayuda de la escuadra). Formar un triángu-

315
fabricar
Labra de la Punzonado Dentellado Cincelado Uso de la piedra Esmerilado con
piedra Usar los punzones para Pasar el cincel dentado Proceder con el cincel pómez papel húmedo y
quitar las protuberan- en diagonal separán- recto de la misma ma- Para suavizar las mar- seco
Para conseguir una su-
cias grandes. dose siempre de los nera que con el denta- cas del cincel, humede- Si se trata de piedra
perficie suave y lisa a
bordes. do. Es ya muy poca la cer la piedra y frotar la caliza muy dura, már-
partir de una piedra sin
piedra que queda por superficie con una pie- mol o granito, se consi-
labrar, hay que seguir
quitar hasta obtener dra de grano duro, con gue un pulido mejor em-
cinco procesos dis-
una superficie bastante un movimiento circular. pleando papel de esme-
tintos.
lisa. ril húmedo y seco de di-
ferentes grados. Echar
agua de vez en cuando
para evitar que se raye
la piedra.

(Lámina tomada de la obra de J o h n Seymour, La vida en el campo, Editorial Blume, Barcelona, 1979).

lo que se puede seguir dividiendo según el tamaño de la su- Una piedra romperá siempre por su punto más débil, de
perficie que se desee nivelar. Para vaciar el interior de los modo que hay que asegurarse de que no existen grietas que
triángulos se utiliza el punzón, cincel y martillo, tal como se provoquen la rotura en un lugar no deseado. ~
ha hecho antes, hasta obtener un ángulo liso. Finalmente se Se levanta la piedra (la entalladura queda horizontal) y se
cortan suavemente los costados del bloque. apoya el hombro en ella (de este modo la onda de choque pa-
sa a través de la piedra sin que repercuta en ninguna otra pa-
— Trocear una piedra red), aunque es preferible que la sostenga otra persona para
Se trazan con un cincel de biselar dos líneas paralelas, a que la piedra quede en posición vertical. Se coge un corta-
ambos lados de la línea de corte, separadas entre sí 1 cm. Em- fríos (tiene aspecto de una pala pequeña) y se golpea alrede-
pleando el mismo cincel de biselar se hace una ranura en for- dor de la hendidura hasta que se produzca la separación de
ma de V, de 2 cm de profundidad entre las líneas. las dos partes.

V ¿«A

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316
Carpintería

1. Partes de un árbol

CIMA

Aserrado al hilo o al largo.

B.
...con dilatación de las partes
«£--=- interiores de las tablas que pro-
vocan una contracción...

?WWi

A: PARTE DEL TRONCO ...que se remedia mediante un


DESPROVISTA DE RAMAS corte central.
B: TRONCO O TALLO
C: COPA,CONJUNTO DE
RAMAS Y HOJAS QUE
CONSTITUYEN LA CIMA
RAÍZ RASTRERA

Maderos cortados en es-


cuadrías.

2. Aserrado del tronco


Las tablas se amontonan en cobertizos aireados; cada una Aserradura en cuarto, delica-
de ellas se separa de la otra con unos tarugos de madera, lo da, para obtener hilos pa-
cual permite una buena aireación y un secado más rápido ralelos.

317
fabricar
3. El árbol ^yJ^^^//Jvtf.^^y//Ay^^MA««^f.'A-^iW/JViil»>. .SfV^.VSSAASS^triil&XMjÓlX*. C^B
Ninguna otra cosa está tan ligada a la evolución de las di-
versas civilizaciones como el árbol. Desde siempre ha propor- El gramil de mortajar.
cionado los elementos esenciales de la vida humana: desde
el primer refugio de sus ramas hasta los muros y los techos
de las casas, pasando por los navios, las herramientas, el pa-
pel, los tejidos y el oxígeno que restituye purificado, sus fru-
tos, la fuerza dadora de vida que concede a todos sus _-—. -—-—. (''/i'"] y— — °
depredadores, sus leños llameantes, su idea que renace en el f ii.i^|,ni(iupfi:,™i|i!M|i:ii|iiii«iii¡«!m,ii'«iii(Mi«Jj;, ^ fpw"|":p.. l w
alma de los poetas... También es responsable del clima.
En nuestros días se encuentra malhadamente acorralado,
1 w % '¿ 's 'si b 'g '$> ]&-m u i1^ y 'w '*>
pero aun cuando nosotros hayamos dejado de ser sus respe-
tuosos amigos, como por lo demás hemos dejado igualmente — Escuadra para trazar ángulos de 90° y escuadra falsa
de ser solidarios con todo lo que tiene vida, y por tanto tam- para trazar ángulos no rectos.
bién de nosotros mismos, él no ha cesado de ser amigo nues-
tro y el oficio de carpintero puede todavía tener toda la nobleza
que ha tenido.
«Para el amigo que conoce cada una de mis mil caras, que
sabe de mi corazón y de mi albura; para el obrero que ve las
nudosidades del olmo, la teca y el ocumé, siente su rugosidad
y sus virutas; para el oficial que destina a cada uno según sus
cualidades, yo soy el amigo íntimo de sus cien milagros, la
promesa de la obra de arte, la tierra humanizada que labran
sus manos. Yo soy la creación a tu medida», dice el leño por
boca de Michel Kieffer en su excelente obra práctica, Traba-
jar la madera (Scouts de France), obra en la que se apoya nues-
tro modesto apartado que pretende incitar a trabajar la ma- — La regla, simple listón bien rectilíneo.
dera y, en consecuencia, a respetar el árbol. — La caja de ingletes que sujeta listones y molduras y per-
mite cortarlos en ángulos de 90, 60 y 45°.
4. Tipos de madera corrientes
a) Maderas blandas
— Abeto y pino (muebles, elementos interiores...).
— Álamo (embalajes, cajas, casilleros).
— Tilo (pequeños objetos esculpidos...).
— Aliso (esculturas, juguetes...) — El compás de carpintero, con un tornillo regulador y dos
b) Maderas duras puntas metálicas que sirven para trazar.
— Roble (armazones, esculturas, ebanistería...), maderas — El nivel para controlar la horizontalidad, la perpendi-
finas. cularidad y la inclinación de los planos.
— Fresno (mangos de herramientas, escaleras, columnas
de sostén...).
— Haya (muebles, objetos torneados, bancos de car-
pintero...).
— Carpe, olmo.
c) Maderas exóticas
Maderas de importación, muy duras, resistentes, que ape- b) Instrumentos básicos
nas se dejan trabajar después de haber secado: teca, caoba, — El martillo y el mazo (preferentemente de forma trape-
sipo, niangon, ocumé, palo rosa, framiré... que se prestan zoidal y en madera de olmo).
a todos los usos.
d) Maderas normalizadas y aglomerados
Maderas normalizadas del comercio: abeto, pino; contra-
chapado, aglomerada, madera prensada, novopán...
e) Productos de protección
Para conservar la madera y protegerla contra agentes des-
tructores, se suele incorporar a ella materias antisépticas: in- — Las tenazas y el destornillador
yección de alquitrán de hulla, creosota, fenoles, sales,
sulfatos...; o se le da un enlucido.

5. Instrumentos de carpintero
a) Instrumentos de trazado
— El metro de madera plegable. ^ ^ ^ W | u ^^^s.^-vwjv^v.viasfeg-'
— El lápiz de carpintero, de forma plana y alargada.
?1S
carpintería
Escofinas: semicircular, plana y de cola de ratón. d) Sierras
Su familia es muy numerosa. Nombremos las más usuales:
— La sierra de espigar, con la hoja fija en los montantes
del bastidor, para hacer entalladuras, cortar las espigas; se
usa en profundidad con la sola limitación del tope del tra-
vesano.
Delante

— La cárcel, que sirve para ensamblar espigas y mortajas Brazo


sin tener que golpear la madera, que fija las piezas que se tra-
bajan (si no se posee banco de carpintero) y mantiene el ajus- Cuerd;

te durante el encolado. Existen muchos modelos.

Hoja
Llave

Travesano

Brazo
»W4
53 1
Detrás

Sierra Cómo se sostiene la sierra


— La plana, cuchilla con dos empuñaduras que sirve para — La sierra de rodear, con hoja de dos empuñaduras que
desbastar y alisar. permiten girarla respecto del plano del bastidor, con lo que
— Clavos, tornillos, papel de lija, destornillador, cola, etc. ya no queda limitada por el tope del travesano en los aserra-
dos anchos.
c) Cepillos — La sierra de contornear, modelo parecido al anterior,
Son insustituibles para lograr una superficie perfectamen- con una hoja pequeña, para trabajos de marquetería.
te rectilínea, para reducir el grosor, enderezar el desvío de un — El serrucho, con empuñadura simple, sin marco de bas-
canto de tabla (la superficie más estrecha), para achañanar... tidor, para serrar los tableros y los aglomerados.
Deben pesar bastante, su cuchilla debe estar bien afilada y
la base de la caja bien lisa. Pueden ser de madera o metáli-
cos. He aquí los modelos más necesarios:
— La garlopa: cuerpo muy largo, que sirve para trabajar
superficies largas.

yjL\$>\ — La sierra de punta, parecida al anterior, pero con hoja


más estrecha, y dentado más fino para recortar aberturas.

— El garlopín: con la cuchilla ligeramente curvada, para
desbaste.
— La raedera: que reemplaza con frecuencia a la escofina.
— El bastrén, o rebajador de rayos: cepillo corto con dos
empuñaduras que sirve para alisar superficies cóncavas o con-
vexas; es una de las herramientas principales del carpintero — La sierra Sterling, con manija en la prolongación de la
de carros. hoja; instrumento de precisión (trabajos finos, maquetas, gui-
— El guillame, cepillo de moldear: con la caja muy estre- tarras...).
cha para hacer ranuras o enderezar partes estrechas. — La sierra de recortar, para un recorte fino en los con-
trachapados.
— La sierra de costilla.

.&
P^
Cepillo de madera
— La sierra de calar, para cortes finos en materiales de poco
grosor.

Cepillo metálico *&~ ^ftcrüT)


¡19
fabricar
e) Berbiquíes Instrumentos para esculpir: son en realidad formones de
media caña que se llaman gubias. Su número es infinito. Las
Existen tres modelos principales que sirven para dar a las gubias sirven para hacer mediacañas, molduras, casquetes
barrenas y brocas para madera las rotaciones necesarias pa- cóncavos esféricos, para pulir los cortes, las tablas... Se em-
ra taladrar. Tienen forma de manivela: plea sobre todo, para los trabajos más corrientes, la gubia
— Sistema sencillo: empuñadura y perilla para mandril con recta de escultor, la gubia curva (para la escultura de huecos),
encaje cuadrado con tornillo de ajuste para fijar las brocas. el escoplo de perfil en V (para grabar textos).
— Modelo perfeccionado: mandril con rosca y ajuste por
atornillamiento. rmmmfrrr.
— Modelo con trinquete: igual que el anterior, pero el trin-
quete permite el retorno en vacío; para operar en lugares que
no permiten la rotación completa de la manivela. F o r m ó n para m a d e r a

Escoplo

6. Afilado de herramientas
a) Formones y cepillos
Las herramientas se embotan con el contacto con la made-
ra y necesitan un afilado periódico. Para esta operación se
requiere:
— Piedra plana (o piedra de aceite), a falta de piedra de
afilar o de la piedra para la hoz.
Berbiquí

— Las brocas para madera: las hay en todas las formas y


de cualquier tamaño según los trabajos que deban realizar;
no astillan la madera como las barrenas.

Broca Broca Broca Broca


americana de tres puntas de madera de avellanar
La muela de banco en gres (y no la muela de esmeril).

kpv BISEL DEL HIERRO


4 tí

CREMALLERA TABLERO GRUESO

— Lima triangular, pequeña lima triangular, con dientes


finos y aristas vivas.
f) Formones y gubias — Piedra biselada, especial para formones y escoplos.
Los formones con hoja biselada por ambos lados son los N.B.: no afilar nunca el hierro de un formón o de un cepi-
mejores para carpintería. Los hay de todos los largos, de llo sobre la rueda de afilar, sino sobre la piedra de afilar, que
8 a 45 mm. generalmente basta para volver a dar filo a las herramientas.

320
carpintería
b) Plana c) Sierras
El perfil de las sierras de carpintero es una serie de triángu-
BISEL los rectángulos, mientras que el perfil de la sierra de leñador
es una línea de triángulos isósceles.
Tres reglas deben observarse para un buen afilado con la
piedra o la lima:
OTACIOI^ — mantener una arista vertical y una arista inclinada a 60ü;
DE LA — mantener un ángulo de 90° entre el lomo de la lima y
AFILADORA
la línea de superficie de la cuchilla;
QUITAR LA REBABA
— no rebajar demasiado los dientes; todas sus puntas de-
CON LA PIEDRA ben formar una línea coílinua.
PARA HOCES
AFILADO
DE LA
PLANA
~-gfr»~,£gp». - ^ W ^ a ^ ^ p

SECCIONES SI LA AFILADURA SE PIERDE POR UN


DE LA MAL AFILADO, LA HERRAMIENTA
PIERDE UN 50 % DE SU
CUCHILLA
EFICACIA, PUES EL FILO
YA NO CONTACTARA BIEN
CON LA MADERA
LA PARTE INFERIOR DE LA c p r C I Ó N DE LA C U C H I L L A
3 c k , L I U
HOJA E S LIGERAMENTE
CÓNCAVA - E N GENERAL
SI LA PLANA ESTÁ BIEN
AFILADA, CORRESPONDERÁ
CON EL CHAFLÁN DE LA BISEL
AFILADERA
CONVEXO

ENTALLADURA ENTALLADURA
A DOS CARAS^ EN C U Ñ A

NUDO
RESISTENTE Dentado recto: el afilado se invierte en
cada diente y se efectúa, en cada
diente, a derecha y a izquierda Ima
dera verde).

AAAA/V
ATAQUE SESGADO

SENTIDO DEL CORTE

Dentado inclinado: perfil alzado de un


A «CONTRAPELO» triángulo rectángulo; afilado lateral
bien perpendicular al plano de la hoja.
MAL
LIMA TRIANGULAR
ÁNGULOS AFILADOS

SENTIDO DE LA ACCIÓN

SENTIDO DE AVANCE DEL AFILADO


ie »
5.

321
fabricar
d) Triscado N.B.: es conveniente sujetar la hoja tan cerca de los dien-
tes como sea posible mediante listones de madera achaflana-
Es la operación que consiste en dar vía a la sierra para que dos en su parte superior, bien unidos entre sí por pernos.
su paso a través de la madera no encuentre excesivo roce. A
este efecto, se dobla un diente hacia la derecha y un diente
hacia la izquierda, y así sucesivamente. Herramientas nece-
sarias: los alicates de triscar, el triscador de afilador, el tas
para triscar, un simple destornillador.
7. Ensambladuras
Las más utilizadas son las llamadas de espiga y mortaja:
la espiga es la parte macho que penetra en la parte hembra
de la ensambladura. La mortaja se vacía mediante un formón
de un tamaño correspondiente y las espigas se cortan con una
sierra de espigar. Es necesario calcular bien las ensambladu-
ras y marcarlas cor^ayuda de la escuadra y el gramil.
N.B.: se ensambla también con espigas redondas y una va-
riante de la espiga y mortaja: la cola de milano.

322

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