ESTUDIOS GENERALES
ASIGNATURA : ECOLOGIA
CICLO : II
SECCION : “N”
PRESENTADO POR:
Iván Artica
Fernanda Fernández
Margot Mallma
Marielena Martínez
Lima – Perú
2018
HISTORIA DEL PENSAMIENTO EVOLUCIONISTA
En la antigua Grecia tanto Platón como Aristóteles fueron muy influyentes con sus ideas
filosóficas como acerca de la naturaleza o el origen de las especies. Así pues, Platón es
considerado como un idealista, puesto que el sostenía que lo ideal existe, es perfecto y
que va mas allá de la Tierra. Además sostuvo que, cada ser vivo o no vivo conforma el
reflejo temporal de su forma ideal, por ello concluyo que todas las especies fueron creadas
por alguien inmutable como Dios. Aunque a pesar de todos los cambios que pueden sufrir
los miembros de un conjunto, esta permanece igual, semejante a la forma platónica.
Aristóteles clasifico a los organismos vivos, el pensó que todos deberían ser ordenados
en un esquema que posteriormente recibió el nombre de Escala de la Naturaleza o Scala
Naturae, la escala iniciaba con la materia no viviente, luego con los hongos y musgos,
inclusive las plantas más complejas, más arriba estaban los moluscos e insectos, y
finalmente culminaba con los seres humanos. Aristóteles fue tan influyente que fue
aceptado por el pensamiento cristiano. Sin embargo dicha escala no puede ser cambiada,
es decir es permanente y cada ser vivo tiene su propia categoría y ubicación como lo
mando Dios.
Varios siglos después, se presentaron las evidencias que apoyaban la evolución y que
fueron descubiertas antes de la época de Darwin. El creacionismo fue una corriente de
pensamiento que enunciaba que las especies fueron creadas por Dios. Sin embargo los
naturalistas se encargaron de investigar más a fondo este tema, un detalle que observaron
en una de sus investigaciones fue de que ciertas especies se parecían a otras, es decir
sostuvieron que los animales podrían haber evolucionado con el tiempo a partir de un
ancestro en común.
En aquellos tiempos, se encontraron restos de seres vivos en los cuales reciben el nombre
de fósiles. Además, se descubrió que la mayoría eran de plantas y animales y que se
habían conservado gracias a las rocas. Por otro lado, William Smith, observo que los
fósiles se mantienen en las mismas capas, y que el orden de los fósiles y las capas
guardaba mucha relación. Los restos fósiles presentaban variaciones en su forma. Los que
se encontraban en las capas de roca inferiores, eran por lo tanto más antiguas y muy
distintos a las formas actuales, las que gradualmente tenían mayor semejanza con las
especies actuales en las rocas más recientes. Muchos de estos fósiles eran restos de plantas
y animales que en algún momento se habían extinguido. Asimismo concluyeron que en
el pasado existieron una gran variedad de organismos vivos.
A principios del siglo XVI, para Aristóteles ciertas especies no habían cambiado en 2000
años. Georges Cuvier, barón de Cuvier, destaco en anatomía comparada y la
paleontología. Propuso la teoría del catastrofismo, basado en que una gran cantidad de
especies fueron creadas en el principio. Cuvier señaló que una serie de catástrofes como
el diluvio, descrito en la biblia produjeron las capas rocosas y destruyeron a muchas
especies, fosilizando sus restos en el proceso la reducida flora y fauna del mundo
moderno, que finalmente fueron las especies que sobrevivieron.
Jean Louis Rodolphe Agassiz, naturalista, paleontólogo, glaciólogo y geólogo, propuso
que, después de cada catástrofe había una nueva creación y que las especies actuales
resultaban de una creación más reciente. Agassiz es recordado principalmente por su
trabajo sobre las glaciaciones y también porque fue uno de los más ilustres zoólogos que
se opuso a la teoría de la evolución. Los registros fósiles forzaron a Agassiz a postular
por lo menos, 50 catástrofes con sus respectivas creaciones.
Darwin y Wallace propusieron que la evolución ocurre por selección natural. Ambos
habían viajado por los trópicos y estudiado la impresionante variedad de plantas y
animales; descubrieron que las especies diferían únicamente en pequeños detalles, pero
que estas, eran características importantes desde el punto de vista ecológico. También
tenían conocimiento acerca del registro fósil, que mostraba una tendencia a la
complejidad, conforme transcurre el tiempo; así como los estudios de Hutton y Lyell,
quienes propusieron que la Tierra se habría formado lentamente a lo largo de extensos
periodos de tiempo y a partir de las mismas fuerzas físicas que hoy rigen los fenómenos
geológicos como la erosión, terremotos, volcanes, inundaciones. Estos hechos sugirieron
a Darwin y Wallace, que las especies cambian con el correr del tiempo, es decir:
evolucionan. Ambos buscaron el mecanismo encargado de dirigir el cambio durante
muchas generaciones y que ocasiona la aparición de nuevas especies. Parte de la respuesta
llegó Thomas Malthus, quien señaló que la población humana, se duplica cada 25 años,
o se incrementa con una tasa geométrica. Darwin y Wallace indicaron que un principio
similar se aplica a las poblaciones de plantas y animales. La mayoría de los organismos
se reproducen más rápido que la especie humana y por lo tanto es posible que se generen
grandes poblaciones en poco tiempo. Sin embargo, las poblaciones naturales tienden a
permanecer en un tamaño constante, ya que un gran número de individuos muere en cada
generación y otros no tienen oportunidad de reproducirse. El crecimiento de la población
está limitado por varios factores ambientales como la disponibilidad de alimentos, los
depredadores, las enfermedades y el clima. Además, el número de individuos que mueren
en cada generación no se produce al azar sino que depende, en cierta medida, de las
estructuras y habilidades de los organismos. Esta observación fue la base de la teoría de
la evolución por la selección natural; y de allí proviene el origen de la expresión: la
supervivencia del más apto. Esa mejor aptitud puede ser una mayor resistencia al calor,
al frío, a la altitud o cualquiera otro factor ambiental. Ante esas circunstancias, Darwin
escribió que las variaciones favorables tenderían a preservarse, y las no favorables serían
eliminadas. Si las variaciones favorables fueran heredables, entonces, toda la especie
estaría constituida de individuos con esa característica. Con la continua aparición de
nuevas variaciones, o mutaciones, que a su vez están sujetas a la selección posterior, el
resultado sería la formación de una nueva especie.
Las evidencias que sustentan la evolución y que la selección natural es el mecanismo que
genera los cambios en las características de las especies al transcurrir el tiempo, son las
siguientes:
1. Los fósiles de los organismos más antiguos son más simples que los organismos
modernos. Se han descubierto muchos fósiles que muestran en su forma cambios
graduales en su morfología conforme han transcurrido los años.
2. Los organismos que están relacionados por un ancestro común tienen una serie de
estructuras anatómicas similares; como es el caso de las extremidades de anfibios,
reptiles, aves y mamíferos.
3. En plantas y animales se han producido cambios que han sido heredados de una
generación a otra; así tenemos a las plantas domésticas que por efecto de los
cruces selectivos de los organismos llegan a tener las características deseadas a
través de un proceso de selección artificial.
EVOLUCIÓN DE LOS
ORGANISMOS
La evolución es un conjunto de
variaciones que sufren las poblaciones,
en el cual ha generado una diversidad
de formas de vida a partir de un
ancestro en común. Por lo tanto la herencia, es la relación entre la vida de los organismos
y la evolución de las poblaciones, que a su vez están constituidas por todos los individuos
de una especie, que viven en una región determinada. Se considera cuatro puntos
importantes sobre la evolución:
Sin las mutaciones no habría diversidad entre las diferentes formas de vida. Una mutación
no surge como resultado de necesidades ambientales ni como anticipación a ellas. Cuando
una mutación ocurre se produce un cambio en la estructura o en la función del organismo.
Estas se producen una rara vez. El hecho de que ese cambio sea benéfico o no, en el
presente o en el futuro, depende de las condiciones ambientales sobre las que el organismo
tiene poco o ningún tipo de control. La migración y especialmente la selección natural,
pueden contribuir a la diseminación de una mutación en la población y quizás también a
eliminarla.
MECANISMOS DE LA
EVOLUCIÓN
Para la generación de una especie nueva, la evolución debe producir cambios genéticos
lo suficientemente grandes entre las poblaciones, de tal manera que no pueda ocurrir el
apareamiento o, en caso de que suceda, los descendientes híbridos sean menos aptos o
infértiles. Por lo tanto la especiación depende de los siguientes factores:
Aislamiento de las poblaciones: Dos poblaciones son diferentes si desde el punto
de vista genético, es difícil o imposible el apareamiento, por lo que hay un flujo
de genes relativamente bajo entre ellas. Si hay un flujo importante de genes,
entonces los cambios genéticos en una población pronto se extenderán también en
la otra.
Divergencia genética: Es el proceso por el cual dos o más poblaciones de una
especie ancestral acumulan cambios genéticos independientes a lo largo del
tiempo, a menudo después de que las poblaciones se hayan aislado
reproductivamente durante un período de tiempo.
Aislamiento ecológico: Cuando distintas poblaciones se adaptan a vivir en
distintos hábitats, caracterizados por diferencias de iluminación, temperatura,
humedad relativa y otras variantes ecológicas, dentro un mismo ecosistema.
Aberraciones cromosómicas: es un error durante la meiosis de los gametos o de
las primeras divisiones del huevo y que provoca una anomalía de número o
estructura de los cromosomas.
En algunas ocasiones, el aislamiento antes del apareamiento fracasa, por lo que se produce
el apareamiento entre individuos de especies diferentes. En ese caso, los descendientes
híbridos resultantes mueren durante el desarrollo, por lo que de manera natural las dos
especies siguen estando aisladas entre sí desde el punto de vista reproductivo. No
obstante, puede ser que se produzcan híbridos viables, pero estos serán menos aptos o
estériles, y las dos especies seguirán separadas, sin ningún flujo de genes entre ellas. Los
mecanismos que evitan el aislamiento después del apareamiento entre especies diferentes
son los siguientes:
Es entonces cuando surge el metabolismo aérobico, que genera más energía celular que
el metabolismo anaeróbico. Aproximadamente hace 1 500 millones de años
evolucionaron las células eucarióticas. Los organismos multicelulares evolucionaron de
las células eucarióticas y aparecieron en el mar, por primera vez hace 1 000 millones de
años. Los primeros organismos multicelulares surgieron en el mar. La especialización de
las células permitió que las plantas se establecieran en aguas ricas en nutrientes. En los
animales, la multicelularidad permitió conductas depredatorias más eficientes así como
el escape más efectivo de los depredadores; y estos a su vez, efectuaron las presiones de
selección para una locomoción más rápida, sentidos más agudos y un nivel más alto de
inteligencia. Probablemente los primeros organismos terrestres fueron las plantas, que
aparecieron hace 400 a 600 millones de años. Pero la conquista del medio terrestre exigió
el desarrollo de una serie de adaptaciones especiales para que el cuerpo pudiera sostenerse
y reproducirse, así como para la adquisición, la distribución y la retención de agua; pero
también la tierra ofrecía la luz solar en abundancia. Posteriormente hace unos 400
millones de años, los artrópodos invadieron la tierra, favorecidos por una serie de factores
como la falta de depredadores y las abundantes plantas terrestres que sirvieron como
alimento y probablemente facilitaron la invasión de la tierra de otros animales.
Los primeros vertebrados terrestres evolucionaron de los peces de aleta lobular, que
tenían aletas en forma de patas y un pulmón primitivo; a partir del cual descendió en
anfibio hace 350 millones de años. Continuando con el proceso evolutivo, los reptiles
siguieron a los anfibios, con algunas características adicionales para su adaptación a la
vida terrestre: fertilización interna, huevos impermeables que podían ponerse sobre la
tierra, piel impermeable y pulmones. Cerca de 150 millones de años después, las aves y
los mamíferos evolucionaron de manera independiente de grupos separados de reptiles,
con cambios importantes que incluyeron temperatura corporal alta y constante y una
superficie corporal aislante. Un grupo de mamíferos se convirtió en los primates que
habitaban los árboles. Los primates presentan muchas características adaptativas previas
a la evolución humana: ojos que miran de frente para la visión binocular, visión a color,
manos que sostienen objetos y cerebros relativamente grandes.