–Compruebo una vez más que gran parte de sus pensamientos, tanto los
teóricos como los prácticos, son falsos.
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Es oración de laicos
. También los cristianos seglares, por su condición sacerdotal, y por ser las
Horas «fuente de piedad y alimento de la oración personal» (SC 90) son
llamados por la Iglesia al rezo de las Horas, oración que durante muchos
siglos fue la principal de los laicos piadosos. El Vaticano II, en una decisión
de inmenso valor histórico, recuperó la tradicional oración de las Horas para
los seglares. Así lo ordenó claramente, como acabamos de ver: «se
recomienda que los laicos recen el Oficio divino o con los sacerdotes o
reunidos entre si, e incluso solos» (SC 100).
Pablo VI enseñó que «de acuerdo con las directrices conciliares, la
liturgia de las Horas incluye justamente el núcleo familiar entre los
grupos a que mejor se adapta la celebración en común del Oficio divino:
“conviene que la familia, en cuanto santuario doméstico de la Iglesia, no
sólo ore en común, sino que además lo haga recitando también
oportunamente algunas partes de la liturgia de las Horas, a fin de unirse
más estrechamente a la Iglesia” (Vat. II, Apostolicam actuositatem 27).
No debe quedar sin intentar nada para que esta clara indicación halle en
las familias cristianas una creciente y gozosa aplicación» (exh. apost.
Marialis cultus 1974, 53; cf. Musicam sacram 1967, 39-40;const. apost.
Laudis canticum 1970; Ordenación general de la LH 1971, 20-33, 270;
Directorium de pastorali ministerio episcoporum 1973, 86). De hecho,
son cada vez más en la Iglesia católica los fieles y los grupos que rezan
las Horas, continuando así una tradición que, como veremos, tiene su
origen en los Apóstoles. Es éste uno de los frutos del Concilio más
preciosos.
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