Los monos que existen hoy en día pueden permanecer en posición erguida pero lo
hacen ocasionalmente y con mucha torpeza, pues no se han desarrollado como lo
hicieron sus antepasados. Para los antropomorfos la posición erecta primero fue
una norma y luego una necesidad, pues el estar de un lugar a otro obligaba a
éstos a tomar estas medidas, ya que las manos tenían que ejecutar funciones
cada vez más variadas.
Para que nuestros antepasados fueran evolucionando poco a poco sus manos,
tuvieron que hacer operaciones básicas, así la mano adquirió cada vez más
destreza y habilidad, las cuales se transmitieron de generación en generación.
Es por ello que la mano no es solo un elemento del trabajo, sino es producto de él,
debido a que gracias a ésta el hombre ha alcanzado ese grado de perfección que
lo ha hecho capaz de dar vida a miles de cosas, y lo ha llevado a desarrollar
herramientas, artefactos y máquinas simples.
Así fueron surgiendo nuevas actividades, hasta llegar al proceso que cambio por
completo la manera de abastecerse tanto económicamente y situarse en un rol
social que influenciara en su manera de vivir, el cual es el comercio.