SOBRE LA UNIVERSIDAD Y OTROS DEMONIOS
Es harto conocido por ya bastante tiempo lucha fueron en escala hasta llegar a lo que fue la
que la Universidad está pasando por tiempos difí-
ciles. Lo vemos claramente con tan solo pasearnos
por los pasillos de cualquiera de los edificios que
nos cobijan como centros de trabajo o de estudio.
No hay una sola persona en los alrededores de
nuestra institución que no plantee que estamos en
una de nuestras peores crisis institucionales.
Desde las más altas esferas de poder gu-
bernamental se ha desarrollado un ataque a los
procesos universitarios que se supone que sean
autónomos. Gobiernos de turnos, ante la crisis por
la que atraviesa el erario, ha visto y sigue viendo a
la universidad como un instrumento paliativo a la
crisis de administraciones guberna-
mentales mediocres. Esto implica,
por un lado, reducción presupuesta-
ria a las instituciones en los proce-
sos de participación y toma de deci-
siones en nuestra universidad.
Toda esta situación ha puesto
a nuestra universidad en un estado
de tensión social generalizada. Los
sectores universitarios se sienten
que no se les respeta ni se les escu-
cha. Ante esto, los mecanismos de
pasada huelga universitaria. Fueron dos meses
de lucha por una mejor universidad. Unos coinci-
dieron con el proceso y otros no. Sin embargo,
todos coincidimos que la crisis no era responsa-
bilidad de la comunidad universitaria. Como tam-
poco es la posibilidad de perder la acreditación
de la “Middle States”.
Posterior al proceso huelgario del pasado
semestre la situación no ha cambiado mucho. La
democracia en la universidad sigue brillando por
su asistencia. A pesar de la “Middle States” plan-
teó la importancia de escuchar a la comunidad
universitaria en los procesos universitarios, la ad-
ministración y el gobierno de tur-
no tienen oídos para la democra-
cia. Ante el acuerdo firmado en el
proceso de huelga por la Junta de
Síndicos establecieron una en-
mienda a la ley universitaria para
aumentar la cantidad de síndicos.
Si no ganan con la razón, ganan
con la fuerza bruta.
Ese mismo proceso se ha
llevado al interior de nuestra insti-
tución universitaria. Se nombran
rectores sin aval de la comunidad universitaria. Se
crean carpetas contra la oposición políticas en la
universidad. Se excluye la comunidad universitaria
de sus procesos decisionales. No se convocan los
senados, claustros o asambleas de empleados ad-
ministrativos no docentes. Cualquier proceso que
sea conducente a la participación democrática es
visto con malos ojos. Cualquier persona que exija
participación democrática es vista con malos ojos.

Ante esa situación, la administración univer-

sitaria ha reducido salarios a empleados en la uni-
versidad y ha eliminado beneficios marginales a
empleados. Encima de esto, los salones están lle-
nos de tepe a tepe. No hay cursos suficientes para
llenar las necesidades de los estudiantes. Se ame-
naza el plan médico a los docentes o no docentes.
Y se le descuenta días por enfermedad violentan-
do convenios colectivos.
Encima de todo esto se impone una cuota
especial de $800 a cada estudiante, Esta situación
no solo afecta a los becados. TODOS los estudian-
tes la sufren. Aquellos que tienen exenciones la
pagan, eliminando de facto el beneficio de la
exención.
Ante esta situación, la responsabilidad de
todo universitario debe ser levantar su voz de pro-
testa. Que todos los foros universitarios se con-
viertan en altoparlantes de nuestra inconformi-
dad. Que lo diga, el senado. Que lo diga el claus-
tro. Que lo digan los organismos de los no docen-
tes. Y si no se escucha en esos foros que se diga
en la calle. El sacrificio en la inmediatez es la vic-
toria en el futuro.

...ÚNETE ES TIEMPO DE ACTUAR...

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