Una multitud de Santos tienen el poder de interceder para que tu como ninguna persona caiga
nunca en manos de estas obras del innombrable. Ellos sin dudarlo hablan directamente para
que el mismo Dios desde su trono y a través del Espíritu Santo envie una ráfaga de
bendiciones que barrerán todo hechizo, conjuro y demás maleficio de tu ser y tu familia.
Este Santo que fue un Obispo y luchó contra los paganos, en especial contra el muy
mencionado culto en la Biblia a Baal. San Cipriano es el indicado para que cualquier obra
hecha con los poderes de la brujería, quede completamente inmune y destruida ante la Gloria
del Señor de los Ejércitos.
Sin importar que se invoquen a todas las figuras del lago oscuro como Belfagor, Azrael,
Legión y demás, el solo mensaje de este Santo directamente al Padre fulminara en un instante
a todos los enviados por el mismo Diablo.
La intercesión de San Cipriano es tan poderosa que su efecto es similar al mismo que tuvo
Jesús cuando unos demonios le contestaron “Legión porque somos muchos” y estos no les
quedó más remedio de huir de la mano sagrada del Salvador y arrojarse en forma de cerdos al
mar.
No dudes del poder del Señor y de esta poderosísima intercesión. Si conoces de algún
maleficio en tu contra o de los tuyos, colócalos en manos de San Ciprino y este clamara día y
noche al Dios de Israel para que el que te hizo el mal quede completamente derrotado.
Oración a San Cipriano para protección contra hechizos
Dios Todopoderoso que te manifiestas en tus obras,
Altísimo Señor de todo lo creado,
a quien respetan humildes los ángeles,
obedecen sumisos los arcángeles
y rinden vasallaje serafines y Santos,
yo os adoro como centro de todas las perfecciones.
Autor del todo bien
y fuente inagotable de toda Santidad,
te agradezco de todo corazón
los muchos y señalados dones de la naturaleza,
virtudes y mercedes con que enriqueciste en este mundo
a tu fidelísimo siervo San Cipriano,
y por las muchas necesidades que ha aliviado
con su Santa y poderosa intercesión.
¡Oh! glorioso San Cipriano,
te damos gracias protector nuestro
por los señalados favores
que hemos recibido del cielo,
mediante tu poderosa intervención.
Virtuosísimo San Cipriano,
te pido que me libres de los ataques constantes
de los malos enemigos, visibles o invisibles,
líbrame de todo daño y mal
que ellos me quieran causar,
desármalos, aléjalos, destiérralos de mi lado,
haz que no se ensañen conmigo.
Sálvame de muerte repentina,
de tempestades, rayos, incendios,
de cualquier desgracia o catástrofe.
Líbrame de vecinos inconvenientes,
de malas compañías, de malas lenguas,
aléjame de gente envidiosa y malintencionada
de ruindades, celos, chismes y traiciones.
Protégeme de brujerías y hechicerías,
no dejes que me dañen con magia negra,
ni que me envíen ningún tipo de maleficio,
trabajo, amarre, conjuro o mal de ojo.
Si cayere en prisión, consuélame
y ayúdame a salir de ella con honra,
con la frente en alto.
Con tus vestiduras Santo mío cúbreme
y líbrame de todos los peligros
que ante mí se presenten o se vayan a presentar.
Te ofrezco, abogado mío, poderoso San Cipriano,
el culto, la honra y agradecimiento
que hoy se te tributa en todo el universo.
Alcánzame, amoroso protector, en esta ocasión,
este especial favor que con humildad te imploro:
(se dice la petición).