¿Qué sucedió?
El evento Las inundaciones en el Perú fueron una sorpresa. La Administración Nacional Oceanográfica
y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y agencias de meteorología regionales y del Perú no
pudieron predecir el evento. Las temperaturas de la superficie marina costera comenzaron a aumentar
a fines de diciembre. La humedad incrementó con las temperaturas de la superficie marina y las lluvias
comenzaron en enero a lo largo de la costa central en Ica y en Lima. El gobierno comprendió que estaban
enfrentando condiciones de lluvia similares al Fenómeno El Niño solo cuando las temperaturas marinas
aumentaron alcanzando un pico de 6.6°C sobre lo normal el 31 de enero de 2017. Con las inundaciones
iniciales ocurridas en enero, el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia (COEN) fue activado y
la participación y la actividad aumentó al mismo tiempo que las inundaciones se extendían.
El 29 de marzo, el gobierno nacional declaró emergencia de nivel 5 en la región de Piura —el nivel más
alto de emergencia nacional—, y dio apertura a la ayuda internacional. La declaración de emergencia
fue originalmente de 60 días, pero se extendió por 45 días adicionales y luego nuevamente por 60 días
más. La declaración de emergencia de nivel 5 como resultado de El Niño Costero fue en respuesta a la
intensidad y escala de las inundaciones en Piura. La ciudad entera, un centro económico importante,
sufrió impactos y daños en las viviendas y el número de habitantes desplazados fue muy alto. Las
Fuerzas Armadas movilizaron 3600 tropas y asistieron a más de 5000 personas durante las primeras 48
horas. Un total de 10 000 personas afectadas en el distrito de Catacaos fueron reubicados en albergues
en Piura. Se instalaron 31 refugios y 1041 carpas para 11 652 personas (UNDAC, 2017).
La recuperación social es clave para la reducción de riesgo de desastres (RRD) tanto como
la recuperación de infraestructura.
El gobierno peruano se ha enfocado sobre todo en la infraestructura pública (por ejemplo,
reconstrucción de caminos y puentes, reparación de infraestructura de protección y aumentando los
sistemas de drenaje) para impulsar la recuperación. Sin embargo, miles de hogares han perdido sus
bienes y medios de sustento, especialmente en el sector rural donde la agricultura fue severamente
afectada. Si la recuperación social no se lleva a cabo conscientemente, estas familias y sus comunidades
caerán en una vulnerabilidad aún más grande de la que se encuentran. En recuperación es clave pensar
más allá de los sistemas físicos y también fortalecer el bienestar de la comunidad. El enfoque de Cinco
Capitales usado por la Alianza para la Resiliencia frente a las Inundaciones de Zúrich señala la
importancia de mejorar el capital humano (conocimientos, destrezas, salud), el capital social (relaciones
sociales y redes), el capital financiero (medios de sustento, ahorros, seguros), y capital natural (acceso
al agua, la tierra, etc.), junto con el capital físico (infraestructura, equipos, etc.) para apoyar una
recuperación integral.
Un tsunami es normalmente causado por el movimiento vertical de los bordes de una falla
terrestre, pero en el caso del ocurrido en Célebes, fue un movimiento horizontal, motivo pro
el cual científicos están en busca de su origen.
El terremoto de Puebla de 2017 se produjo a las 13:14:40 horas, hora local (UTC −5) del martes 19
de septiembre de dicho año. Tuvo una magnitud de 7.1 Mw. Su epicentro se localizó 12 km al sureste
de Axochiapan, Morelos, según el informe especial preliminar del Servicio Sismológico Nacional de
México.910 El Servicio Geológico de los Estados Unidos ubicó el epicentro a un kilómetro de San Felipe
Ayutla, Puebla. El sismo ocurrió apenas doce días después del terremoto de Chiapas (M 8.2).
La prensa destacó profusamente la coincidencia en la fecha de este sismo con la del terremoto ocurrido
en 1985, que también sucedió un 19 de septiembre. Sin embargo, aparte de la fecha, no existe mayor
relación entre ellos, pues el terremoto de 1985 tuvo su epicentro en la costa del estado de Michoacán a
una profundidad de 15 km, mientras que el sismo de 2017 tuvo su epicentro bajo la superficie del país,
donde el proceso de subducción ejecuta un tipo diferente de esfuerzos extensivos entre las placas
de Cocos y la Norteamericana. Específicamente, a este tipo de movimiento se le conoce con el nombre
de sismo intraplaca.
Este terremoto dejó cuantiosos daños en los estados del centro del país, a lo que algunas firmas
independientes han cifrado las pérdidas entre US $4.000 y US $8.000 millones. Principalmente dejó
más daños en la Ciudad de México, ya que es la entidad donde se concentró el mayor número de
víctimas mortales debido a la densidad de población y la estructura del subsuelo que amplifica las ondas
sísmicas debido a que la ciudad se encuentra sobre el suelo fangoso de lo que alguna vez fue el lago de
Texcoco. Por primera vez desde la instalación de la alerta sísmica en la ciudad, esta no sonó momentos
antes para prevenir a la población y realizar evacuaciones. La alerta se activó hasta pasados once
segundos de iniciado el sismo justo cuando las ondas alcanzaron la ciudad, lo que no permitió una
evacuación completa. Esto se debió a la cercanía del epicentro a la Ciudad de México, separados por
tan solo 120 kilómetros. En Morelos, la zona en torno al volcán Popocatépetl y el sureste del estado
presentó los mayores daños, siendo Jojutla una de las localidades más afectadas. Por el lado de Puebla,
la mixteca, la región de los valles de Izúcar y Atlixco, y el centro histórico de la ciudad
de Puebla registraron importantes afectaciones.
Ciudad de México.
El sismo destruyó decenas de edificios y casas en la Ciudad de México, once meses después el gobierno
local contabilizó 11,495 inmuebles afectados y 30 mil personas afectadas; la autopista que une la capital
del país con la ciudad de Acapulco, en el estado de Guerrero, resultó parcialmente destruida, y
el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México sufrió daños que lo obligaron a suspender por
algunas horas su funcionamiento. Asimismo, se suspendió temporalmente el servicio de seis estaciones
de la Línea 12 del metro, debido a fallas en la estructura.
Fue reportada la caída de más de cuarenta edificios en colonias como Condesa, Roma (Roma
Norte), Del Valle, Narvarte, Miravalle, Portales, Guerrero, Lindavista, Centro, Coapa, San Gregorio
Atlapulco, Los Girasoles y Juárez, además de las zonas centrales de las
delegaciones Coyoacán, Tlalpan, Cuajimalpa y Xochimilco. De igual forma, se reportaron daños en
diferentes zonas de Iztapalapa.
Los sitios que concentraron mayor número de víctimas mortales fueron el Colegio Enrique Rébsamen
y un edificio del Multifamiliar Tlalpan 3000.
Otro tipo importante de daños que sufrió la ciudad consistió en centenares de fracturas en la red de
distribución de agua, que hasta el 16 de octubre (28 días pasado el sismo) mantuvieron sin agua a
aproximadamente 400,000 habitantes de las delegaciones Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, así como
en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México; ante lo cual se suscitaron protestas recurrentes
de las familias afectadas, que en ciertas zonas respondieron cerrando vialidades. El gobierno de la
ciudad a duras penas pudo contener las manifestaciones de descontento, distribuyendo agua por tandeo
el tiempo suficiente para efectuar las reparaciones, sin que llegaran a presentarse incidentes graves.
Edificio afectado por el terremoto en la delegación Benito Juárez, en la Ciudad de México.
El Colegio Enrique Rébsamen, localizado en la colonia Nueva Oriental Coapa, en la zona sur de la
capital, sufrió el colapso del edificio principal que sepultó a 30 personas presentes en el centro escolar.
Se confirmaron 25 víctimas mortales en la escuela, 21 niños y cuatro adultos.
En la noche del 20 de septiembre, rescatistas y ciudadanos confirmaban que debajo de los escombros
permanecían con vida una menor llamada Frida Sofía y presuntamente tres menores más, resguardados
en la oficina de la directora. Con el paso de las horas, surgieron diferentes datos de presuntos contactos
con la menor, y que incluso había tomado agua con una línea de vida. El secretario de Educación
Pública, Aurelio Nuño Mayer, negó que hubiera familiares buscando una niña con ese nombre.
Se mantuvo por nueve horas una transmisión en vivo por la cadena TV Azteca y Televisa sobre el
presunto rescate. El 21 de septiembre, medios de comunicación como Proceso y Aristegui
Noticias reportaron inconsistencias y reclamaron una presunta «desmesura mediática» de las cadenas
televisivas. Finalmente, la Armada de México informó que nunca hubo una menor con ese nombre43
ni se tuvo ningún tipo de contacto y en la tarde del 21 de septiembre, se desmintió existiera en las listas
de inscripción una niña con ese nombre, ni de esa edad. Probablemente solo una mujer del personal de
intendencia que quedara con vida en los escombros.
En la delegación Tláhuac, al oriente de la Ciudad de México, la colonia del Mar fue una de las más
afectadas. En ella se registraron grietas en el pavimento y hundimiento de calles, resultado de fallas
geológicas que se agravaron con el sismo. Asimismo, y al igual que otras colonias de la delegación, se
registraron fugas y desabasto de agua, falta de servicio de electricidad, caída de bardas, caída de postes
y socavones.
Algunos edificios históricos sufrieron daños menores, entre ellos destacan: la Catedral Metropolitana,
el Museo Nacional de Arte, el Monumento a la Madre, la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto,
el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, la Parroquia de San Juan Bautista en Coyoacán, el templo
de San Francisco Culhuacán y la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero.
Con respecto al transporte público, el metro de la Ciudad de México sintió el impacto del movimiento
telúrico. En algunos videos se notó la fuerza del mismo por el movimiento de los trenes en algunas
estaciones. La Línea 12 fue afectada en el tramo de Periférico Oriente a Tláhuac, lo que obligó a cerrar
dicho tramo por reparaciones. En cuanto a los sistemas Metrobús, M1, Tren Ligero y los demás,
operaron de manera recortada en sus rutas similares a los corredores privados, quienes reforzaron
frecuencias para ayudar con la movilización de los brigadistas que necesitaban transportarse a los
lugares de mayor desastre. Los medios pertenecientes al gobierno de la ciudad brindaron servicio
gratuito en el tiempo de recuperación.
Morelos.
Morelos fue uno de los estados con mayores afectaciones por el sismo, y se reportaron 74 víctimas
mortales y 190 lesionados en todo el estado.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante su visita en las zonas afectadas por el terremoto
en Jojutla.
En Jojutla, el municipio más dañado tras el terremoto, se reportó la muerte de por lo menos 16 personas,
y se produjeron daños en la estructura de edificios comerciales, religiosos, públicos y en más de dos
mil viviendas particulares. Entre los edificios con mayor afectación, se encuentran el Palacio
Municipal55 y la Iglesia de la Santa Cruz. Las zonas con más daños fueron el centro de la población y
la colonia Emiliano Zapata.
Se reportaron además daños materiales en otros 12 municipios de la entidad, como Cuernavaca, Tetela
del
Volcán, Ocuituco, Yecapixtla, Jiutepec, Cuautla, Xochitepec, Tlayacapan, Axochiapan, Yautepec, Jan
tetelco y Zacatepec.
Respecto a daños materiales, no se reportaron problemas de gravedad en planteles escolares. Sin
embargo, se informó sobre fuertes daños en el Centro de Salud de Coatetelco, la caída de un puente en
la autopista México - Acapulco a la altura del kilómetro 109 y la fractura de otro puente en la
autopista que comunica Tepoztlán con Cuautla, a la altura del Centro Vacacional de Oaxtepec.
Se dio a conocer además que la torre y parte de la fachada del Palacio de Cortés en Cuernavaca
sufrieron daños. Además, se reportaron afectaciones en el Congreso del Estado: el recinto legislativo,
el plafón del salón de plenos y el edificio "Rex".
Puebla
Se informó que en el estado de Puebla perdieron la vida por lo menos 45 personas, más de 12 mil
viviendas resultaron afectadas, al igual que 250 inmuebles históricos y por lo menos 105 heridos. Los
daños en la entidad se concentraron en tres zonas: la zona metropolitana de Puebla, el municipio de
Atlixco y la región de la Mixteca poblana.
En la ciudad de Puebla se informó que siete personas perdieron la vida por los daños sufridos en
diversos edificios del lugar, como la escuela Héroes de Reforma y la preparatoria Lázaro Cárdenas del
Río de la BUAP. Respecto a los daños materiales en la ciudad capital, se reportaron afectaciones en
la Universidad de las Américas, derrumbes parciales en las iglesias de San Franciscoy El Carmen,
caída de bardas en diversos puntos de la ciudad y pérdidas materiales en los centros comerciales
Angelópolis, Plaza Dorada y Palmas Plaza.67 Se informó que se registraron cuarteaduras de paredes y
desprendimientos de techo en la estructura del Estadio Cuauhtémoc. Además fue necesario el desalojo
del Hospital de la Mujer y el Hospital San Alejandro.
En San Pedro Cholula, cayeron las torres y cúpulas del Santuario de la Virgen de los Remedios y
el Ex Convento de San Gabriel.
En el municipio de Atzala, colapsó la cúpula de la iglesia del Pueblo aplastando a 14 personas que se
encontraban en un bautismo celebrado al interior del recinto. En Atzitzihuacán murieron 15 personas
cuando una iglesia colapsó durante la misa.
Se reportó que 60 iglesias, 48 inmuebles civiles y 209 escuelas sufrieron afectaciones como
consecuencia del sismo.
Las autoridades federales emitieron la declaratoria de emergencia para 112 municipios del Estado,
con el objetivo de habilitar los fondos necesarios para atender las necesidades alimenticias, sanitarias
y de refugio de los afectados.
El seísmo deja más de 400 muertos y casi 7.000 heridos en la frontera con Irak
El Gobierno de Irán, con el apoyo de la Media Luna Roja, desplegó cuatro hospitales de campaña en la
región y despachó 200 miembros del personal sanitario, además de 40 psicólogos. Estas unidades
permitieron ofrecer los primeros auxilios a los heridos y apoyar a clínicas como la de Kermansha, sólo
parcialmente operativa por los daños sufridos en el seísmo. "Debido a los daños en algunos hospitales
del área, los pacientes que requerían atención especial fueron derivados a ciudades vecinas", explicó al
medio Khabar Online Alireza Asgari, funcionario de Salud. Cerca de un centenar fueron trasladados a
la capital iraní. El canal de noticias digital Ruzaruz criticó la ausencia previa de camas hospitalarias
suficientes en la región.
La población iraní, en cuyo ADN reside el trauma y la experiencia de haber sufridVarios vídeos que
circularon por Internet mostraron a cientos de teheraníes haciendo cola en los centros de
transfusión capitalinos siglos de terremotos, se sumó a los esfuerzos de la administración. El repunte
en donaciones obligó a la Media Luna Roja a alertar a través de la prensa iraní del riesgo de estafa, de
contribuir solidariamente por medios no oficiales. Las redes sociales, incluidas las censuradas, se
inundaron de mensajes de apoyo y solidaridad. Estos llegaron también desde el exterior. La jefa de la
diplomacia europea, Federica Mogherini, aseguró la disposición de la UE "a apoyar de todas las formas
que sea posible". Rusia, así como el Reino Unido, enviaron mensajes de pésame a los damnificados.
Los últimos registros señalan que el del domingo no fue el terremoto más intenso de este año, pero sí el
más mortífero. El del ocho de septiembre pasado, en México, fue de 8,2, pero concluyó con 98 muertos.
En una entrevista para el medio Iranwire, el sismólogo James Jackson, con años de experiencia
estudiando Irán, recuerda que "no son los terremotos los que matan gente; son los edificios. En Irán, la
población ha crecido muy rápido desde la Segunda Guerra Mundial, y mucha población de las ciudades
vive en edificios de pésima calidad". Algo que no es inusual no tan solo en Irán, sino en toda la región.
Este fenómeno se hizo patente en los terremotos que sufrió la ciudad turca de Van, muy próxima a la
frontera con Irán, los terremotos del 23 de octubre y 9 de noviembre de 2011, el más potente de 7,1,
provocaron 644 muertos y dejaron 8.321 viviendas inhabitables, es decir, más de 60.000 personas sin
techo.
El suelo iraní es conocido por su inestabilidad sísmica. Cerca de sus fronteras convergen las fallas
del norte y del este de Anatolia. Adicionalmente, la mayor parte de su territorio, perteneciente a la
placa iránica, choca con la sureña placa arábiga. Este contacto ha originado un largo historial de
catástrofes. En 1990, un seísmo de 7,4 acabó con entre 40 y 50 mil muertos en la localidad de Rudbar.
Otro más reciente y similar de destructivo fue el de Bam, que en diciembre de 2003 no sólo se cobró
31.000 vidas humanas, sino que además destruyó casi por completo su ciudad milenaria.
https://www.nexos.com.mx/?p=33830
https://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Puebla_de_2017
http://repo.floodalliance.net/jspui/bitstream/44111/2594/4/Libro-PERC-nino-costero.pdf