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REPORTE DE LOS FENOMENOS MÁS RELEVANTES DEL AÑO 2017 Y 2018

 El niño costero – Perú (2017)


Las inundaciones por El Niño Costero 2017 en el Perú fueron bastante destructivas para el país,
especialmente para la región norte: tuvieron una duración de casi tres meses, afectaron a 1.5 millones
de personas, causaron 162 muertos y dañaron cientos de miles de hogares. Su impacto hace que sea
comparable a las inundaciones por el fenómeno El Niño en 1982-1983 y 1997-1998. El Perú lucha por
recuperarse aceptando que los desastres volverán a ocurrir. Las inundaciones, aunque fueron una
tragedia, son también una oportunidad para entender los vacíos, desarrollar resiliencia y reducir
fundamentalmente el riesgo de desastres en el país. Este reporte —un esfuerzo conjunto entre ISET-
International, Soluciones Prácticas y el Programa de Resiliencia a las Inundaciones de Zúrich— usa la
metodología denominada Reporte de Evaluación de Capacidades Post-desastre (PERC, por sus siglas
en inglés) para analizar lo sucedido, donde la reducción de riesgo de desastres, respuesta y recuperación
han sido más efectivos, y dónde existe oportunidad de seguir construyendo resiliencia a las
inundaciones y amenazas múltiples durante y después del proceso de reconstrucción y recuperación.
Ideas claves Se necesita mayor coordinación y comunicación entre todos los sectores, niveles de
gobierno y entidades gubernamentales y no gubernamentales. El Perú es una democracia joven y ha
experimentado varias transiciones importantes en años recientes. Aunque se ha enfocado en construir
su capacidad de gestión de riesgo de desastres (GRD), las modificaciones frecuentes significan que los
roles y responsabilidades continúan cambiando, frustrando esfuerzos coordinados de varios años.
Durante y después de las inundaciones, las líneas jerárquicas y responsabilidades se mantienen confusas
y la coordinación entre sectores y a través de varios niveles, particularmente con el gobierno local, es
limitada. Las decisiones se realizan con frecuencia en el nivel nacional con poco aporte o sin ningún
aporte local y sin la flexibilidad para abordar las necesidades y prioridades locales. Los desafíos de
coordinación y comunicación están siempre presentes en muchos desastres. Esto compromete a las
autoridades a contar con una estructura de GRD con líneas jerárquicas claras, creando una cultura de
colaboración a través de los sectores y entre varios niveles de gobierno, involucrando activamente a los
actores locales en toma de decisiones e implementación y asignando recursos para apoyar acciones de
largo plazo que fortalezcan la GRD en el Perú.

 ¿Qué sucedió?
El evento Las inundaciones en el Perú fueron una sorpresa. La Administración Nacional Oceanográfica
y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y agencias de meteorología regionales y del Perú no
pudieron predecir el evento. Las temperaturas de la superficie marina costera comenzaron a aumentar
a fines de diciembre. La humedad incrementó con las temperaturas de la superficie marina y las lluvias
comenzaron en enero a lo largo de la costa central en Ica y en Lima. El gobierno comprendió que estaban
enfrentando condiciones de lluvia similares al Fenómeno El Niño solo cuando las temperaturas marinas
aumentaron alcanzando un pico de 6.6°C sobre lo normal el 31 de enero de 2017. Con las inundaciones
iniciales ocurridas en enero, el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia (COEN) fue activado y
la participación y la actividad aumentó al mismo tiempo que las inundaciones se extendían.

El 23 de febrero, a través de un Decreto Supremo, se declaró emergencia en Tumbes, Piura y


Lambayeque, regiones en el norte del Perú. A nivel nacional, se dieron informes diarios en el que cada
institución relacionada con la GRD presentó información respecto a análisis de riesgos, modelamiento
climático, datos meteorológicos, la situación de ríos y lagunas, temperatura del mar y tipos de peces
vistos (para monitorear los cambios en la temperatura del mar y el mercado pesquero). Se difundieron
alertas a los Ministerios, al Primer Ministro y a los gobiernos regionales. Las alertas aprobadas fueron
diseminadas, por lo menos tres horas antes de las inundaciones; sin embargo, algunas alertas no fueron
difundidas hasta después de que el evento había iniciado. En Piura, los habitantes sufrieron
inundaciones periódicas con las lluvias intensas de febrero y marzo, pero las inundaciones más graves
ocurrieron el 26 y 27 de marzo, cuando las lluvias intensas se combinaron con un aumento de los
caudales del río. El río Piura creció por encima de la altura de los diques de la ciudad y se desbordó a
través de los espacios abiertos en las paredes de cemento, empeorando la inundación por las fuertes
lluvias en la Plaza de Armas. El drenaje de la ciudad, construido después de El Niño 1982-1983 y
mejorado después de El Niño 1997-1998 falló. En el sur de la ciudad los diques se rompieron y
ocasionaron inundaciones graves en Catacaos y Curamori, donde el agua profunda y rápida mató a
cuatro personas.

El 29 de marzo, el gobierno nacional declaró emergencia de nivel 5 en la región de Piura —el nivel más
alto de emergencia nacional—, y dio apertura a la ayuda internacional. La declaración de emergencia
fue originalmente de 60 días, pero se extendió por 45 días adicionales y luego nuevamente por 60 días
más. La declaración de emergencia de nivel 5 como resultado de El Niño Costero fue en respuesta a la
intensidad y escala de las inundaciones en Piura. La ciudad entera, un centro económico importante,
sufrió impactos y daños en las viviendas y el número de habitantes desplazados fue muy alto. Las
Fuerzas Armadas movilizaron 3600 tropas y asistieron a más de 5000 personas durante las primeras 48
horas. Un total de 10 000 personas afectadas en el distrito de Catacaos fueron reubicados en albergues
en Piura. Se instalaron 31 refugios y 1041 carpas para 11 652 personas (UNDAC, 2017).

La magnitud del daño se debió en parte a la escasa preparación y comunicación. El COEN es


responsable de generar notificaciones y alertas oficiales. Estas alertas se generan en Lima basadas en
información disponible para las entidades ubicadas en la sala del COEN. Hay algunos mecanismos
formales para entregar información al nivel nacional por parte de los niveles locales y regionales. Los
COER reciben las notificaciones de alerta del COEN y son responsables de difundir esa información a
los gobiernos locales y COEL. Sin embargo, solamente algunos COEL son activos mientras otros no se
han reunido en varios años. En el caso de los gobiernos locales que recibieron alertas, la difusión fue
variada. En muchos lugares, las alertas no fueron difundidas con la suficiente rapidez, en algunos casos
por razones simples como la falta de sirenas y megáfonos a pesar de que en Piura, las autoridades locales
recibieron las alertas del COER a través del WhatsApp y la radio. En el caso de las alertas que fueron
difundidas a tiempo, las personas no creyeron en los avisos y no actuaron con precaución hasta que
vieron la subida del agua. Algunos negocios en la Plaza de Armas, por ejemplo, asumieron que el agua
no continuaría subiendo. Solamente cuando se dieron cuenta de que la subida del agua no se detendría
comenzaron a mover muebles y otras pertenencias. En otros lugares, las viviendas recibieron alertas,
pero no evacuaron por temor a que sus casas sean saqueadas; solo abandonaron las viviendas cuando el
agua era demasiado profunda. En el caso de las viviendas y comunidades que recibieron las alertas y la
comunidad estuvo decidida a actuar, faltó información acerca de las opciones que tenían. En particular,
no existieron áreas claramente identificadas para evacuar. Hubo excepciones en comunidades donde se
implementó una preparación para el desastre y/o donde existían grupos civiles fuertes de respuesta. En
Los Polvorines, donde Soluciones Prácticas apoyó el establecimiento y entrenamiento de brigadistas
comunitarios, este grupo fue crítico para la difusión exitosa de alertas y para apoyar la evacuación de
viviendas.

 La recuperación social es clave para la reducción de riesgo de desastres (RRD) tanto como
la recuperación de infraestructura.
El gobierno peruano se ha enfocado sobre todo en la infraestructura pública (por ejemplo,
reconstrucción de caminos y puentes, reparación de infraestructura de protección y aumentando los
sistemas de drenaje) para impulsar la recuperación. Sin embargo, miles de hogares han perdido sus
bienes y medios de sustento, especialmente en el sector rural donde la agricultura fue severamente
afectada. Si la recuperación social no se lleva a cabo conscientemente, estas familias y sus comunidades
caerán en una vulnerabilidad aún más grande de la que se encuentran. En recuperación es clave pensar
más allá de los sistemas físicos y también fortalecer el bienestar de la comunidad. El enfoque de Cinco
Capitales usado por la Alianza para la Resiliencia frente a las Inundaciones de Zúrich señala la
importancia de mejorar el capital humano (conocimientos, destrezas, salud), el capital social (relaciones
sociales y redes), el capital financiero (medios de sustento, ahorros, seguros), y capital natural (acceso
al agua, la tierra, etc.), junto con el capital físico (infraestructura, equipos, etc.) para apoyar una
recuperación integral.

 El reasentamiento necesita ser abordado como un tema multifacético.


Actualmente, existe mucha atención enfocada en los cientos de miles de personas en el Perú que viven
en tierras de alto riesgo y/o que han sido desplazadas por las inundaciones. El reasentamiento se ha
definido como la solución al riesgo en áreas consideradas “no mitigables”. Sin embargo, el
reasentamiento es mucho más complejo que la simple reubicación de las personas de un área a otra, y
la condición de “no mitigable” no es tan sencilla de definir. El Gobierno central debe trabajar con el
gobierno local, ONG y comunidades para analizar el balance entre adaptación, reducción de riesgos y
reasentamiento. Donde los reasentamientos sean la mejor opción, debe ser suministrado en conjunto
con la provisión de servicios, retención o mejoramiento de medios de sustento, y modelos de vivienda
adecuados a las necesidades (por ejemplo, viviendas progresivas). Los hogares que sean reasentados
deben ser participantes activos y estar dispuestos a ser reasentados.

 La infraestructura de protección debe ser considerada junto con su riesgo residual.


La infraestructura de protección, como los diques de los ríos y redes para desechos por deslizamientos,
puede ayudar a proteger la infraestructura existente. Sin embargo, no deben ser usados para “proteger”
tierras de alto riesgo con el propósito de desarrollarlas. Aún con infraestructura de protección, se
mantiene un riesgo residual. En general, algunos de los impactos por inundaciones más costosos, en
términos de bienes y vidas, ocurren cuando la infraestructura de protección falla debido a una
construcción deficiente, falta de mantenimiento, o simplemente por la sobrecarga causada por la
magnitud del evento. Para las tierras, bienes y personas “protegidos” por esa infraestructura, es
importante que conozcan que aún están en riesgo, y que se deben mantener los sistemas de apoyo como
las alertas tempranas y la capacidad de responder en caso de falla de la infraestructura de protección.
En paralelo, se necesita la planeación del uso de la tierra y su aplicación para identificar y prevenir el
desarrollo de tierras de alto riesgo actualmente sin desarrollar.

 Desarrollo de un enfoque de resiliencia.


Ahora que el Perú lucha para recuperarse de las inundaciones se debe recordar que estas no forman
parte de un evento aislado. Después de este desastre vendrá otro, como sucedió en Houston, Texas, que
ha sufrido una inundación grande en los últimos tres años (del tipo ocurrido una vez cada 500 años).
Los “próximos” desastres están ocurriendo con mayor regularidad e intensidad. Las inundaciones de
2017 en el Perú han empujado a hogares y comunidades a una situación de mayor pobreza y
vulnerabilidad. Otro desastre en los próximos años sería devastador. Por lo tanto, la fase de
reconstrucción y recuperación necesita ser aprovechada para reducir el riesgo de desastres y
construir resiliencia. No existe una “receta” para la construcción de resiliencia. Se requiere un enfoque
sólido e integrado que cubra varios sectores y escalas de gobierno, y que esté fuertemente arraigado en
el contexto, cultura, necesidades y prioridades locales, como se señala en las ideas claves más arriba.
Además, construir resiliencia no se refiere exclusivamente a la prevención de desastres, es acerca de
aprender a vivir con la incertidumbre sin perder los beneficios del desarrollo alcanzados previamente.
En el Perú, la RRD y enfoques de resiliencia necesitan tomar en cuenta el escenario de amenazas
múltiples, cambiantes y las presiones de desarrollo emergentes (como la urbanización y migración).
Alcanzar este objetivo requerirá inversión y compromiso de largo plazo que priorice una mejor
reconstrucción. Evitar la creación de nuevos riesgos y reforzar el bienestar son finalmente más
beneficiosos socialmente y más rentables que la continua preparación antes del evento y la recuperación
después del evento.

 TSUNAMI EN INDONESIA (29 de septiembre del 2018)

Un timelapse satelital muestra el efecto devastador que tuvo el tsunami de Indonesia,


especialmente después de la licuefacción de suelo causada por la gran cantidad de agua –y su
correspondiente peso– que circula por el terreno.

El terremoto y posterior tsunami que afectó Indonesia ha causado un daño enorme en la


región, especialmente en Palu, una de las ciudades más afectadas junto a Donggala. Han
muerto más de 1.500 personas y cientos de heridos en la isla de Célebes.

El tsunami causado por el sismo de magnitud 7,5, ubicado a 58 kilómetros al noreste de


Donggala con una profundidad de 10 km, generó olas de entre 5 y 6 metros de altura, dejando
caos y destrucción tras su paso.

Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres de


Indonesia (BNBP), quien está a cargo y supervisión de los esfuerzos de rescate en la
zona, compartió en su cuenta de Instagram un timelapse que muestra cómo la licuefacción
del suelo ha devastado zonas completas en Palu.

“Este es el proceso de licuefacción en el complejo de viviendas de Petobo, observable usando


imágenes de satélite del servicio WorldView. Casas y edificios son arrastrados y enterrados
en lodo causados por el tsunami”.

La licuefacción del suelo, un proceso geológico en que la estructura misma de un terreno


colapsa es poco conocida por locales en la isla de Célebes, de acuerdo a medios locales,
llamándolo “tsunami de tierra”. Testigos describieron la forma en que casas y estructuras
fueron arrastradas por más de 700 metros de su ubicación original y posteriormente
sumergidas en el lodo.

Un tsunami es normalmente causado por el movimiento vertical de los bordes de una falla
terrestre, pero en el caso del ocurrido en Célebes, fue un movimiento horizontal, motivo pro
el cual científicos están en busca de su origen.

 TERREMOTO EN MÉXICO (19 de septiembre del 2017).

El terremoto de Puebla de 2017 se produjo a las 13:14:40 horas, hora local (UTC −5) del martes 19
de septiembre de dicho año. Tuvo una magnitud de 7.1 Mw. Su epicentro se localizó 12 km al sureste
de Axochiapan, Morelos, según el informe especial preliminar del Servicio Sismológico Nacional de
México.910 El Servicio Geológico de los Estados Unidos ubicó el epicentro a un kilómetro de San Felipe
Ayutla, Puebla. El sismo ocurrió apenas doce días después del terremoto de Chiapas (M 8.2).

La prensa destacó profusamente la coincidencia en la fecha de este sismo con la del terremoto ocurrido
en 1985, que también sucedió un 19 de septiembre. Sin embargo, aparte de la fecha, no existe mayor
relación entre ellos, pues el terremoto de 1985 tuvo su epicentro en la costa del estado de Michoacán a
una profundidad de 15 km, mientras que el sismo de 2017 tuvo su epicentro bajo la superficie del país,
donde el proceso de subducción ejecuta un tipo diferente de esfuerzos extensivos entre las placas
de Cocos y la Norteamericana. Específicamente, a este tipo de movimiento se le conoce con el nombre
de sismo intraplaca.

Este terremoto dejó cuantiosos daños en los estados del centro del país, a lo que algunas firmas
independientes han cifrado las pérdidas entre US $4.000 y US $8.000 millones. Principalmente dejó
más daños en la Ciudad de México, ya que es la entidad donde se concentró el mayor número de
víctimas mortales debido a la densidad de población y la estructura del subsuelo que amplifica las ondas
sísmicas debido a que la ciudad se encuentra sobre el suelo fangoso de lo que alguna vez fue el lago de
Texcoco. Por primera vez desde la instalación de la alerta sísmica en la ciudad, esta no sonó momentos
antes para prevenir a la población y realizar evacuaciones. La alerta se activó hasta pasados once
segundos de iniciado el sismo justo cuando las ondas alcanzaron la ciudad, lo que no permitió una
evacuación completa. Esto se debió a la cercanía del epicentro a la Ciudad de México, separados por
tan solo 120 kilómetros. En Morelos, la zona en torno al volcán Popocatépetl y el sureste del estado
presentó los mayores daños, siendo Jojutla una de las localidades más afectadas. Por el lado de Puebla,
la mixteca, la región de los valles de Izúcar y Atlixco, y el centro histórico de la ciudad
de Puebla registraron importantes afectaciones.
Ciudad de México.
El sismo destruyó decenas de edificios y casas en la Ciudad de México, once meses después el gobierno
local contabilizó 11,495 inmuebles afectados y 30 mil personas afectadas; la autopista que une la capital
del país con la ciudad de Acapulco, en el estado de Guerrero, resultó parcialmente destruida, y
el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México sufrió daños que lo obligaron a suspender por
algunas horas su funcionamiento. Asimismo, se suspendió temporalmente el servicio de seis estaciones
de la Línea 12 del metro, debido a fallas en la estructura.

Fue reportada la caída de más de cuarenta edificios en colonias como Condesa, Roma (Roma
Norte), Del Valle, Narvarte, Miravalle, Portales, Guerrero, Lindavista, Centro, Coapa, San Gregorio
Atlapulco, Los Girasoles y Juárez, además de las zonas centrales de las
delegaciones Coyoacán, Tlalpan, Cuajimalpa y Xochimilco. De igual forma, se reportaron daños en
diferentes zonas de Iztapalapa.

Plaza caída en Villa Coapa.

Los sitios que concentraron mayor número de víctimas mortales fueron el Colegio Enrique Rébsamen
y un edificio del Multifamiliar Tlalpan 3000.

Otro tipo importante de daños que sufrió la ciudad consistió en centenares de fracturas en la red de
distribución de agua, que hasta el 16 de octubre (28 días pasado el sismo) mantuvieron sin agua a
aproximadamente 400,000 habitantes de las delegaciones Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, así como
en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México; ante lo cual se suscitaron protestas recurrentes
de las familias afectadas, que en ciertas zonas respondieron cerrando vialidades. El gobierno de la
ciudad a duras penas pudo contener las manifestaciones de descontento, distribuyendo agua por tandeo
el tiempo suficiente para efectuar las reparaciones, sin que llegaran a presentarse incidentes graves.
Edificio afectado por el terremoto en la delegación Benito Juárez, en la Ciudad de México.

El Colegio Enrique Rébsamen, localizado en la colonia Nueva Oriental Coapa, en la zona sur de la
capital, sufrió el colapso del edificio principal que sepultó a 30 personas presentes en el centro escolar.
Se confirmaron 25 víctimas mortales en la escuela, 21 niños y cuatro adultos.

En la noche del 20 de septiembre, rescatistas y ciudadanos confirmaban que debajo de los escombros
permanecían con vida una menor llamada Frida Sofía y presuntamente tres menores más, resguardados
en la oficina de la directora. Con el paso de las horas, surgieron diferentes datos de presuntos contactos
con la menor, y que incluso había tomado agua con una línea de vida. El secretario de Educación
Pública, Aurelio Nuño Mayer, negó que hubiera familiares buscando una niña con ese nombre.

Se mantuvo por nueve horas una transmisión en vivo por la cadena TV Azteca y Televisa sobre el
presunto rescate. El 21 de septiembre, medios de comunicación como Proceso y Aristegui
Noticias reportaron inconsistencias y reclamaron una presunta «desmesura mediática» de las cadenas
televisivas. Finalmente, la Armada de México informó que nunca hubo una menor con ese nombre43
ni se tuvo ningún tipo de contacto y en la tarde del 21 de septiembre, se desmintió existiera en las listas
de inscripción una niña con ese nombre, ni de esa edad. Probablemente solo una mujer del personal de
intendencia que quedara con vida en los escombros.

En la unidad habitacional Multifamiliar Tlalpan, en la delegación Coyoacán, el edificio 1-C colapsó


luego del sismo. En el sitio, se reportaron 27 fallecimientos. Hasta el 22 de septiembre, los cuerpos de
rescate habían recuperado nueve personas con vida de entre los escombros.46

Se produjo un derrumbe en la universidad Tec de Monterrey, campus Ciudad de México, en la


delegación Tlalpan, donde el colapso de una parte de sus instalaciones dejó un saldo de cinco víctimas
fatales y 40 heridos.

En la delegación Tláhuac, al oriente de la Ciudad de México, la colonia del Mar fue una de las más
afectadas. En ella se registraron grietas en el pavimento y hundimiento de calles, resultado de fallas
geológicas que se agravaron con el sismo. Asimismo, y al igual que otras colonias de la delegación, se
registraron fugas y desabasto de agua, falta de servicio de electricidad, caída de bardas, caída de postes
y socavones.
Algunos edificios históricos sufrieron daños menores, entre ellos destacan: la Catedral Metropolitana,
el Museo Nacional de Arte, el Monumento a la Madre, la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto,
el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, la Parroquia de San Juan Bautista en Coyoacán, el templo
de San Francisco Culhuacán y la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero.

Con respecto al transporte público, el metro de la Ciudad de México sintió el impacto del movimiento
telúrico. En algunos videos se notó la fuerza del mismo por el movimiento de los trenes en algunas
estaciones. La Línea 12 fue afectada en el tramo de Periférico Oriente a Tláhuac, lo que obligó a cerrar
dicho tramo por reparaciones. En cuanto a los sistemas Metrobús, M1, Tren Ligero y los demás,
operaron de manera recortada en sus rutas similares a los corredores privados, quienes reforzaron
frecuencias para ayudar con la movilización de los brigadistas que necesitaban transportarse a los
lugares de mayor desastre. Los medios pertenecientes al gobierno de la ciudad brindaron servicio
gratuito en el tiempo de recuperación.

Morelos.

Morelos fue uno de los estados con mayores afectaciones por el sismo, y se reportaron 74 víctimas
mortales y 190 lesionados en todo el estado.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante su visita en las zonas afectadas por el terremoto
en Jojutla.

En Jojutla, el municipio más dañado tras el terremoto, se reportó la muerte de por lo menos 16 personas,
y se produjeron daños en la estructura de edificios comerciales, religiosos, públicos y en más de dos
mil viviendas particulares. Entre los edificios con mayor afectación, se encuentran el Palacio
Municipal55 y la Iglesia de la Santa Cruz. Las zonas con más daños fueron el centro de la población y
la colonia Emiliano Zapata.

Se reportaron además daños materiales en otros 12 municipios de la entidad, como Cuernavaca, Tetela
del
Volcán, Ocuituco, Yecapixtla, Jiutepec, Cuautla, Xochitepec, Tlayacapan, Axochiapan, Yautepec, Jan
tetelco y Zacatepec.
Respecto a daños materiales, no se reportaron problemas de gravedad en planteles escolares. Sin
embargo, se informó sobre fuertes daños en el Centro de Salud de Coatetelco, la caída de un puente en
la autopista México - Acapulco a la altura del kilómetro 109 y la fractura de otro puente en la
autopista que comunica Tepoztlán con Cuautla, a la altura del Centro Vacacional de Oaxtepec.

También se informó sobre daños en iglesias localizadas en los municipios


de Totolapan, Jonacatepec, Chalcatzingo y Tepalcingo.

Labores de rescate en la colonia Obrera, en la Ciudad de México.

Se dio a conocer además que la torre y parte de la fachada del Palacio de Cortés en Cuernavaca
sufrieron daños. Además, se reportaron afectaciones en el Congreso del Estado: el recinto legislativo,
el plafón del salón de plenos y el edificio "Rex".

La Secretaría de Gobernación emitió una declaratoria de emergencia extraordinaria para los 33


municipios del estado, con el objetivo de habilitar los fondos necesarios para la atención de las
necesidades de la población afectada por el terremoto.

Puebla

Se informó que en el estado de Puebla perdieron la vida por lo menos 45 personas, más de 12 mil
viviendas resultaron afectadas, al igual que 250 inmuebles históricos y por lo menos 105 heridos. Los
daños en la entidad se concentraron en tres zonas: la zona metropolitana de Puebla, el municipio de
Atlixco y la región de la Mixteca poblana.

En la ciudad de Puebla se informó que siete personas perdieron la vida por los daños sufridos en
diversos edificios del lugar, como la escuela Héroes de Reforma y la preparatoria Lázaro Cárdenas del
Río de la BUAP. Respecto a los daños materiales en la ciudad capital, se reportaron afectaciones en
la Universidad de las Américas, derrumbes parciales en las iglesias de San Franciscoy El Carmen,
caída de bardas en diversos puntos de la ciudad y pérdidas materiales en los centros comerciales
Angelópolis, Plaza Dorada y Palmas Plaza.67 Se informó que se registraron cuarteaduras de paredes y
desprendimientos de techo en la estructura del Estadio Cuauhtémoc. Además fue necesario el desalojo
del Hospital de la Mujer y el Hospital San Alejandro.
En San Pedro Cholula, cayeron las torres y cúpulas del Santuario de la Virgen de los Remedios y
el Ex Convento de San Gabriel.

En el municipio de Atzala, colapsó la cúpula de la iglesia del Pueblo aplastando a 14 personas que se
encontraban en un bautismo celebrado al interior del recinto. En Atzitzihuacán murieron 15 personas
cuando una iglesia colapsó durante la misa.

Se informó sobre afectaciones materiales y personales en los municipios de Atlixco, Izúcar de


Matamoros, Tepexi de
Rodríguez, Acatlán, Tochimilco, Cohetzala, Tepeaca, Chiautla, Tecamachalco, Amozoc, Huejotzingo,
San Martín Texmelucan, Coyotepec, Ixcaquixtla y Tehuacán.7273

Se reportó que 60 iglesias, 48 inmuebles civiles y 209 escuelas sufrieron afectaciones como
consecuencia del sismo.

Las autoridades federales emitieron la declaratoria de emergencia para 112 municipios del Estado,
con el objetivo de habilitar los fondos necesarios para atender las necesidades alimenticias, sanitarias
y de refugio de los afectados.

 TERREMOTO EN IRAK e IRÁN (2017).

 El seísmo deja más de 400 muertos y casi 7.000 heridos en la frontera con Irak

 La Guardia Revolucionaria iraní se moviliza para atender a las víctimas


 Más de 400 muertos en un terremoto que ha sacudido la frontera entre Irak e Irán

Edificios destruidos en Irán, tras el terremoto del domingo. EFE


Uno de los países más sísmicamente inestables del mundo volvió a crujir, y su gente volvió a dar la
talla. Miles de iraníes se han volcado con las víctimas del terremoto de magnitud 7,3, según el Instituto
Geológico Estadounidense, el más letal registrado este año en el mundo, que sacudió la frontera entre
Irán e Irak el domingo por la noche. Por el momento, el seísmo ya ha provocado 430 muertos y más de
6.700 heridos. Teherán ha movilizado todos sus efectivos, incluida la Guardia Revolucionaria, para
atender a los damnificados y rescatar a posibles supervivientes.
El epicentro del terremoto se situó a unos 33 kilómetros de profundidad en Ezguele, provincia iraní de
Kermansha, un villorrio recóndito al pie de las cordilleras sinuosas que dibujan la frontera entre Irán e
Irak. Al otro lado de la verja, en la región kurdoiraquí de Darbandiján, se registraron ocho muertos. El
epicentro del dolor, según la agencia semioficial iraní Mehr, fue Sarpol-e Zahab, de 30.000 habitantes,
42 kilómetros al sur de Ezguele y a poco más de quince de la divisoria entre ambos países. Más de 243
personas murieron aquí.
Por sus calles sólo se oían llantos: una imagen procedente de Sarpol-e Zahab mostraba a una vecina
llorando desconsolada sobre un montón de cascotes. En otra, una familia observaba en estado de shock
cómo un bloque de viviendas, aparentemente de obra nueva, había perdido su fachada por completo.
En una tercera aparecía un grupo de ciudadanas rotas frente a una pila de mantas que cubrían varios
cuerpos inertes. "Mi amiga me dijo que ahí sólo hay luto, y que sus seres queridos están bajo los
escombros", tuiteó un iraní.
La primera noche fue infernal. Numerosas localidades afectadas sufrieron cortes de electricidad. El
haberlo perdido todo en la oscuridad o el miedo a réplicas llevaron a muchos a dormir en la calle, bajo
un clima gélido. Los primeros rescatadores, soldados del ejército iraní basados en la zona, tuvieron que
escarbar entre los escombros sirviéndose del flash luz sus teléfonos. El periódico gubernamental 'Iran
News' publicó un vídeo en el que un residente daba cuenta de la falta de preparación en los instantes
iniciales: "No ha habido ni ayuda, ni comida, ni agua, ni ropa, ni tiendas, ni nada", protestó. Las
autoridades han asegurado que la atención en los primeros minutos fue "suficiente".
El lunes por la mañana, el presidente Hasan Rohani ofreció sus condolencias: "El Gobierno va a estar
con la gente afectada por el terremoto y movilizándose con toda su capacidad tanto a nivel nacional
como local", dijo. De acuerdo con la agencia conservadora Tasnim, el jefe del ejecutivo centrista, que
este martes visitará la zona del siniestro, nombró a su vicepresidente primero, Eshaq Yahanguiri,
responsable de la operación de rescate y de todas las tareas no gubernamentales, públicas, militares y
administrativas. El delegado del Gobierno en Kermansha, Moytaba Nikkerdar, decretó tres días de
luto oficial en la provincia.
Afectados llorando en Sarpol-e-Zahab. EFE
El Líder Supremo Ali Jamenei, por su parte, dio su pésame a los familiares de los muertos y solicitó a
todos los funcionarios iraníes entrar en acción para "ayudar a las víctimas y evitar el aumento de bajas".
El máximo poder en Irán ordenó a la Guardia Revolucionaria y al cuerpo asociado de voluntarios Basiyi,
sus fuerzas más leales, acudir al socorro de Kermansha. Poco después, Tasnim anunció que el general
mayor Mohamed Ali Yafari, al mando de la Guardia Revolucionaria, había cancelado su agenda para
acudir al sitio del terremoto.
Ayer, mientras 118 réplicas, diecisiete de ellas de magnitud superior a cuatro -perceptibles por el ser
humano- soliviantaban a los azorados ciudadanos de Kermanshá, con una importante población de etnia
kurda, los equipos de rescate entraron en acción. El Ministerio de Salud informó ayer de que tres
camiones cargados de medicinas y equipos médicos habían partido de las provincias de Lorestán,
Kurdistán, Hamadán y Kermansha. Veinte helicópteros del ejército, 136 ambulancias y 28 buses
ambulancia les acompañaron.
Despliegue sanitario

El Gobierno de Irán, con el apoyo de la Media Luna Roja, desplegó cuatro hospitales de campaña en la
región y despachó 200 miembros del personal sanitario, además de 40 psicólogos. Estas unidades
permitieron ofrecer los primeros auxilios a los heridos y apoyar a clínicas como la de Kermansha, sólo
parcialmente operativa por los daños sufridos en el seísmo. "Debido a los daños en algunos hospitales
del área, los pacientes que requerían atención especial fueron derivados a ciudades vecinas", explicó al
medio Khabar Online Alireza Asgari, funcionario de Salud. Cerca de un centenar fueron trasladados a
la capital iraní. El canal de noticias digital Ruzaruz criticó la ausencia previa de camas hospitalarias
suficientes en la región.
La población iraní, en cuyo ADN reside el trauma y la experiencia de haber sufridVarios vídeos que
circularon por Internet mostraron a cientos de teheraníes haciendo cola en los centros de
transfusión capitalinos siglos de terremotos, se sumó a los esfuerzos de la administración. El repunte
en donaciones obligó a la Media Luna Roja a alertar a través de la prensa iraní del riesgo de estafa, de
contribuir solidariamente por medios no oficiales. Las redes sociales, incluidas las censuradas, se
inundaron de mensajes de apoyo y solidaridad. Estos llegaron también desde el exterior. La jefa de la
diplomacia europea, Federica Mogherini, aseguró la disposición de la UE "a apoyar de todas las formas
que sea posible". Rusia, así como el Reino Unido, enviaron mensajes de pésame a los damnificados.
Los últimos registros señalan que el del domingo no fue el terremoto más intenso de este año, pero sí el
más mortífero. El del ocho de septiembre pasado, en México, fue de 8,2, pero concluyó con 98 muertos.
En una entrevista para el medio Iranwire, el sismólogo James Jackson, con años de experiencia
estudiando Irán, recuerda que "no son los terremotos los que matan gente; son los edificios. En Irán, la
población ha crecido muy rápido desde la Segunda Guerra Mundial, y mucha población de las ciudades
vive en edificios de pésima calidad". Algo que no es inusual no tan solo en Irán, sino en toda la región.
Este fenómeno se hizo patente en los terremotos que sufrió la ciudad turca de Van, muy próxima a la
frontera con Irán, los terremotos del 23 de octubre y 9 de noviembre de 2011, el más potente de 7,1,
provocaron 644 muertos y dejaron 8.321 viviendas inhabitables, es decir, más de 60.000 personas sin
techo.
El suelo iraní es conocido por su inestabilidad sísmica. Cerca de sus fronteras convergen las fallas
del norte y del este de Anatolia. Adicionalmente, la mayor parte de su territorio, perteneciente a la
placa iránica, choca con la sureña placa arábiga. Este contacto ha originado un largo historial de
catástrofes. En 1990, un seísmo de 7,4 acabó con entre 40 y 50 mil muertos en la localidad de Rudbar.
Otro más reciente y similar de destructivo fue el de Bam, que en diciembre de 2003 no sólo se cobró
31.000 vidas humanas, sino que además destruyó casi por completo su ciudad milenaria.

https://www.nexos.com.mx/?p=33830

https://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Puebla_de_2017

http://repo.floodalliance.net/jspui/bitstream/44111/2594/4/Libro-PERC-nino-costero.pdf

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