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ANALISIS:

Como sabemos, la Constitución no solo es una norma política, sino también


jurídica. En este sentido, como señala CASTILLO CÓRDOVA, es necesario
atribuirle un carácter adicional en aras de que su finalidad de limitación del poder
político no se vea desacreditada: el de la aplicabilidad inmediata, como regla
general, de las normas referidas a derechos constitucionales

2. Así pues, dicha aplicabilidad inmediata de los derechos constitucionales no


presenta problema alguno cuando se tratan de normas sobre derechos que por
su propia naturaleza basta con que sean recogidos en el texto constitucional para
que desplieguen toda su virtualidad normativa como son, por ejemplo, el derecho
a la vida, a la igualdad ante la ley, a la libertad de conciencia y religión, a las
libertades de información, etc., pues son normas que “no requieren de desarrollo
legislativo para ser plenamente vinculantes, ni para ser invocadas ante un
tribunal frente a su eventual desconocimiento por parte del poder político o de
los particulares, pues se tratan de normas que reconocen verdaderos y plenos
derechos subjetivos ejercitables y exigibles directamente” .

3. Ahora bien, existen casos en los cuales la citada regla general se ve


relativizada, pues, por ejemplo, podría requerirse la intervención del legislador
para que los contornos de un determinado derecho puedan ser esbozados. No
obstante ello, debe quedar claro que el legislador al momento de definir esos
contornos jurídicos, “debe respetar lo que se ha dado en llamar, el contenido
esencial del derecho constitucional” . De este modo, no le falta razón al TC
cuando en la sentencia materia de análisis sostiene que tal “delimitación
legislativa, en la medida de que sea realizada sin violar el contenido esencial del
propio derecho u otros derechos o valores constitucionales reconocidos, forma,
junto al contenido esencial del derecho concernido, el parámetro de juicio para
controlar la validez constitucional de los actos de los poderes públicos o
privados.” . Pregunta: ¿Qué se entiende por contenido esencial?

4. A decir de un sector de la doctrina, la “protección del contenido constitucional


de un derecho fundamental es la garantía de su incolumidad: todo derecho
fundamental tiene un contenido esencial que vincula y exige ser respetado” . En
este sentido, cuando la doctrina constitucional menciona la garantía del
contenido esencial, a nuestro criterio, hace directa referencia al contenido
constitucionalmente vinculante y exigible de cada derecho fundamental.

5. Lo mencionado se corresponde con lo que la jurisprudencia del TC ha


expuesto, citando a MANUEL MEDINA GUERRERO, al desarrollar el contenido
constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales. Así, el
mencionado órgano jurisdiccional ha indicado que“(…) cabría distinguir, de un
lado, un contenido no esencial, esto es, claudicante ante los límites
proporcionados que el legislador establezca a fin de proteger otros derechos o
bienes constitucionalmente garantizados, y, de otra parte, el contenido esencial,
absolutamente intangible para el legislador (…)” .

6. En este orden de ideas, queda claro que para el TC existe en todo derecho
fundamental dos zonas: una constituida por una esfera medular que configura el
contenido esencial de todo derecho, al cual toda intervención resulta vedada y,
por otro lado, una esfera adjetiva o no esencial en la cual es admisible la
actuación regulatoria del legislador siempre y cuando lo haga conforme a ciertos
principios (razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad). De este modo, el TC
se adscribe a una postura absoluta sobre el contenido esencial de los derechos
fundamentales .

7. Tal afirmación se comprueba a partir de una revisión de la jurisprudencia del


citado órgano constitucional, pues para el máximo intérprete de la Constitución,
ningún “derecho fundamental tiene carácter absoluto, por lo que el ejercicio de
los derechos fundamentales puede ser objeto de la imposición de límites, ya sea
para armonizar su ejercicio con otros derechos de su mismo rango, ya sea para
lograr la efectividad de otros bienes, principios o valores constitucionales” .

8. En el caso en concreto, el TC ha señalado que pertenece al contenido esencial


del derecho fundamental a la pluralidad de instancia, el derecho de toda persona
un recurso eficaz contra:

a) La sentencia que le imponga una condena penal.


b) La resolución judicial que le imponga directamente una medida seria de
coerción personal.

c) La sentencia emitida en un proceso distinto del penal, a menos que haya sido
emitida por un órgano jurisdiccional colegiado y no limite el contenido esencial
de algún derecho fundamental.

d) La resolución judicial emitida en un proceso distinto del penal, con vocación


de poner fin al proceso, a menos que haya sido emitida por un órgano
jurisdiccional colegiado y no limite el contenido esencial de algún derecho
fundamental .

9. En este sentido, la doctrina ha señalado que el derecho a la pluralidad de


instancias hace referencia a la posibilidad que tienen los sujetos afectados por
una resolución de cuestionar o solicitar la revisión de las resoluciones que ponen
fin al proceso sin precisar el número de instancias superiores que deben existir
.Asimismo, DE BERNARDIS señala que la “instancia plural es el mecanismo que
garantiza a la parte que se considere agraviada por determinadas resoluciones
de acceder a la revisión de la misma por un agente jurisdiccional de jerarquía
superior, con posibilidad de revisión de forma y fondo mediante un proceso
determinado” .

10. En esta línea, el TC ha indicado en la presente sentencia que la naturaleza


de configuración legal del derecho a la pluralidad de la instancia produce una
consecuencia inevitable, pues el “referido derecho “no implica un derecho del
justiciable de recurrir todas y cada una de las resoluciones que se emitan al
interior de un proceso” (Cfr. SSTC 1243-2008-PHC, F. J. 3; 5019-2009-PHC, F.
J. 3; 2596-2010-PA; F. J. 5), ya que si así fuese no solo resultaría que el
legislador carecería de margen de acción en la delimitación del derecho (lo que,
en este caso, sería contrario al principio democrático –artículos 43º y 93º de la
Constitución–), sino que, además, incluso en aquellos ámbitos ajenos al
contenido esencial del derecho, éste resultaría oponible, exista o no previsión
legal del recurso impugnatorio, lo cual sería violatorio del derecho fundamental
en virtud del cual “[n]inguna persona puede ser desviada de la jurisdicción
predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los
previamente establecidos” (artículo 139º, inciso 3, de la Constitución)” .

11. En efecto, siguiendo a BERNAL CUÉLLAR/MONTEALEGRE LYNETT,


podemos señalar que del “(…) principio constitucional de la doble instancia no
se deriva necesariamente el derecho fundamental de apelar todas las
providencias judiciales, pues aquel no pertenece al núcleo esencial del debido
proceso, salvo cuando se trata de sentencias condenatorias, las cuales siempre
podrán ser impugnadas [según su Carta Nacional]” , por lo que coincidimos con
lo señalado por el TC sobre este punto.

12. Con relación, en específico, a la recusación planteada por la defensa de


Alberto Fujimori Fujimori, podemos señalar que la misma, según indica CESAR
SAN MARTIN, desde el punto de vista de su naturaleza jurídica, es un “derecho
de las partes para garantizar la imparcialidad judicial (…)” . Asimismo, SÁNCHEZ
VELARDE refiere que la recusación “está íntimamente vinculada al principio del
juez legal, pues exige del Juez no sólo la predeterminación de su jurisdicción y
competencia con anterioridad al hecho que conoce, sino también la
ecuanimidad, rectitud e imparcialidad en su actuación funcional, es decir,
idoneidad del cargo” .

13. No obstante ello, como ha manifestado el propio TC, la determinación de


recursos contra resoluciones judiciales que no cuestionan una sentencia
condenatoria ni alguna medida que restrinja la libertad personal o alguna
resolución que pretenda poner fin a un proceso, siendo además emitidas por
tribunales colegiados, pertenece al ámbito de configuración legal del derecho
fundamental a la pluralidad de instancia, más no a su contenido constitucional
esencial .

14. De este modo, somos de la idea de que la posibilidad de regular algún


recurso para impugnar las resoluciones judiciales de la Corte Suprema que
resuelven los recursos de recusación contra magistrados supremos se encuentra
subordinado a la potestad del legislador, el cual al no prever tal vía no lesionaría
el derecho a la pluralidad de instancia, pues tal recurso no se encontraría dentro
del contenido indisponible del citado derecho.

15. Lo señalado, se corresponde con lo previsto en el Código Procesal Civil (art.


310 CPC), con el Código de Justicia Militar (arts. 203, 204 y 205 CJM) e, incluso,
con lo dispuesto en el Código Procesal Penal de 2004 (art. 57). Asimismo, a nivel
supranacional lo señalado por el TC no colisiona con lo previsto en los Principios
Básicos Relativos a la Independencia de la Judicatura (art. 20), que indica que
la regla de la revisión independiente de los procedimientos disciplinarios, de
suspensión o de separación del cargo podrá no aplicarse a las decisiones del
tribunal supremo, así como también a las del órgano legislativo en los
procedimientos de recusación o similares. Todo lo mencionado, cabe destacar,
fue argumentado por el TC en la motivación de su fallo.

Sobre la base de lo anotado, coincidimos con la decisión del TC en lo referente


a su decisión de declarar infundada la demanda de hábeas corpus impuesta por
la defensa del beneficiario.

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