IDEOLOGÍA Y CIENCIA
primera parte
EL OBJETO DE LA PSICOLOGIA
CAPÍTULO 1
¿CÓMO SE CONSTITUYE UNA CIENCIA?
NÉSTOR A. BRAUNSTEIN
CONCLUSIÓN
de evitar los cambios que se temiesen (estos dos “se” quedan por
ahora como incógnitas que oportunamente deberemos despejar).
La psicología de la conciencia era inservible; por eso es que se
sintió en ella una tremenda explosión cuando se operó un cambio
de perspectivas que la habilitaba como técnica útil. Tomando
como punto de partida el descubrimiento de los reflejos condicio
nados realizado por Pavlov al comenzar el siglo, un joven norte
americano, estudioso del comportamiento de los animales, John
B. Watson, publicó un libro que, a su entender, venía a destruir
de modo irreversible a la psicología de la conciencia. Dejemos que
él nos exponga brevemente lo esencial de su doctrina:
La psicología, tal como la ve el conductista, es una rama puramente
objetiva y experimental de la ciencia natural. Su meta teórica es la
predicción y el control de la conducta. La introspección no constituye
una parte esencial de sus métodos, y el valor científico de sus datos no
depende de que se presten a una interpretación fácil en términos de
conciencia. En sus esfuerzos por obtener un esquema unitario de la res
puesta animal, el conductista no reconoce ninguna línea divisoria entre
el hombre y el bruto. La conducta del hombre, con todo su refinamiento
y complejidad, no es más que una parte del esquema total de investiga-
< ión del conductista. .. Parece haber llegado el momento de que la psi
cología descarte toda referencia a la conciencia, de que no necesite ya
engañarse al creer que su objeto de observación son los estados men
tales. (Tomado del primer trabajo polémico de Watson: “Psychology as
tlie behaviorist views it” [1913] y reproducido en Marx, M. H., y
Hillis, W. A., Sistemas y teoría psicológicos contemporáneos, Buenos
Aires, Paidós, 1969, p. 158.)
Para referirse a la innovación watsoniana es frecuente que los
historiadores de la psicología hablen de una “revolución”. Veamos
lo que significa el conductismo con relación a la psicología prece
dente. Cambio de objeto: de los estados mentales a la conducta.
Cambio de método: de la introspección a la experimentación “ob
jetiva”. Cambio de objetivo: de la descripción a la predicción y el
control. Cambio de límites del campo: de lo humano como distinto
y separado de lo animal a lo humano como parte de lo animal y
sin “ninguna línea divisoria entre el hombre y el bruto”. Y, final
mente, cambio de status de los psicólogos: de pensadores dedicados
a la especulación en el aislamiento de las universidades a técnicos
solicitados en todas partes para que den su opinión y consejo acer
ca de las mejores maneras de predecir y controlar lo que hará la
gente entendiendo, según ya se dijo, que no hay límite ni dife
rencia cualitativa que permita distinguir entre la gente y las bestias.
o
38 O EL OBJETO DE LA PSICOLOGÍA
Nociones y demás
productos de la
Representaciones materia prima práctica ideológi
ca, transformados
en abstracciones
simples.
Observación rigu
rosa, elaboración Sistema de con
de hipótesis, expe ceptos resultantes
rimentación, cuan- INSTRUMENTOS de una previa
tificación, aplica ruptura.
ción de la lógica,
deducción, etc.
Efecto de conoci
Conjuntos de no miento (da cuen-
ciones ¡ntervincu- dcl modo de pro
ladas, leyes y mo PRODUCTOS ducción de las
delos. representaciones
iniciales).
REALDAD EXTERIOR
do, etc. tienen una autonomía relativa que les permite funcionar
con cierta independencia siempre y cuando no entren en con
flicto con las necesidades y requerimientos emanados de la ins
tancia económica. Si este conflicto apareciese, los procesos jurí-
dico-políticos e ideológicos deberán modificarse y adecuarse a las
exigencias de la producción. Cuando así no sucede, están creadas
las condiciones para el pasaje a un período revolucionario que
puede terminar afectando definitivamente a la organización de
la instancia económica. Estas condiciones se presentan cuando las
relaciones de producción, relaciones entre explotadores y explo
tados entran en contradicción con el desarrollo alcanzado por
las fuerzas productivas y obligan a una transformación radical
del proceso de producción y, por tanto, de todo el edificio social.
Sería erróneo creer, sin embargo, que la revolución social resulta
sólo y mecánicamente de esta contradicción entre fuerzas y rela
ciones de producción. Son también importantes los factores ideo
lógicos, es decir, el grado de hegemonía alcanzado por la ideolo
gía de las clases dominantes sobre el conjunto de la población
y, fundamentalmente, los factores políticos. La revolución sólo
resulta de las contradicciones creadas en la instancia económica
cuando la clase interesada en lograr la desaparición de las con
diciones de explotación en que vive asume concientemente la
tarea política de transformar la estructura social. Es en ese sen
tido que la instancia económica es determinante en última ins
tancia pero que la instancia política es la instancia decisiva en
cuanto al mantenimiento o la transformación de las relaciones de
producción.
Podemos aprender algo más sobre el proceso de producción:
para mantenerse requiere no sólo la producción sino también
la reproducción de todos sus componentes. Las materias primas
consumidas deben ser repuestas, los instrumentos de la produc
ción se gastan o se hacen anticuados debido al progreso tecno
lógico y deben ser reemplazados por otros nuevos o más mo
dernos, los agentes de la producción (trabajadores, directivos y
capitalistas) enferman y mueren y debe asegurarse su reproducción
biológica. Todo esto es muy claro y evidente. Pero no lo es tanto
que, además de reproducirse las fuerzas deben reproducirse tam
bién las relaciones de producción. En efecto, si la ligazón que
existe entre las clases es de dominación, explotación y someti
miento ideológico, no puede menos de extrañar que este estado
de cosas pueda mantenerse durante decenios y hasta siglos ente
ros. La aceptación de su lugar por parte de los explotados y su
no rebelión resulta un fenómeno mucho más difícil de explicar,
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