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SER DOCENTES ADOLESCENTES HOY

Resumen
El siguiente trabajo abarca un estudio basado en la mirada de diferentes
autores, y nuestro punto de vista a la siguiente interrogante.
¿Cómo ser docente de adolescentes hoy?
Hemos elegido la increíble tarea de ser docentes, esta deja huellas en
nuestro proceder formando un ser humano capas de engendrar la maravilla. Se
desencadenara en las líneas de este trabajo una particular muestra de
aspectos relevantes que el maestro debe conocer para esta majestuosa tarea.
Pasando por diversos momentos del ciclo evolutivo del estudiante,
pretendemos crear una visión contemporánea desde donde se destaque a
grandes rasgos procesos por donde ambos se ven inmersos.

“No nos podemos contentar con dar de beber a quienes


ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes no
quieren beber”i
Philippe Meirieu
INDICE

RESUMEN

DESARROLLO

CONCLUSIONES
Desarrollo

El siguiente trabajo tratará de responder ésta pregunta (¿Cómo ser docente


de adolescentes hoy?) utilizando las diferentes posturas de los autores
trabajados en clases y otros que volcaron sus conocimientos para la
comprensión del desarrollo de los educandos.
Para comenzar, debemos de entender que, ser docente hoy es muy diferente a
lo que fue serlo en el siglo pasado, donde el docente sólo impartía
conocimiento al alumno. Aunque siguen existiendo métodos de la vieja escuela
en el presente, con el avance de la ciencia y la tecnología se ha ampliado un
poco más el concepto del docente, que va más allá de sólo impartir el
conocimiento curricular, también cumple un papel activo e importante en el
desarrollo psíquico del estudiante convirtiéndose en un “agente de salud mental
de primera orden”, como plantea Gold y Gómez en su libro “Psicoeducar1”.

Para Philippe Meirieu, pedagogo francés, el cual nos presenta una visión
detallada y contemporánea de cómo debería ser el docente hoy. En ella
presenta aspectos a tener en cuenta para reconocer y acompañar los procesos
sociales, contextuales, fisiológicos y cognitivos por los cuales trascurren y se
desarrollan los estudiantes: como las diferencias de aprendizaje, brindar apoyo
individual, constar con una mirada visionaria y tiempo de acompañamiento
individual y grupal, darse tiempos para detectar y remediar dificultades,
sembrar la duda, curiosidad, ansias de conocer y ser paciente; estas son
herramientas que se deben tener presentes para el trabajo en el aula. Tal es
así que para trabajar como unificadores, negociadores, defensores del trabajo
en grupo, son una herramienta más para vincular a todos, dando la posibilidad
de socializar y que el aprendizaje sea un desarrollo de todos. Tenemos que
procurar que los alumnos con dificultades, perciban el interés y deseo por
aprender a través situaciones estimulantes intelectualmente y activas, estas
harán que el alumno actúe, y no tan solo reciba conocimiento, convirtiéndolo
así en un ser crítico y autocritico, haciendo uso de la meta cognición en su
diario hacer. (Philippe Meirieu Nº373 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA).
Podemos plantear que: Meirieu confluye con el pensamiento vygotskiano, al
cual el mismo le atribuye un rol importante al adulto(en este caso aplicado al
docente), como facilitador y mediador en el desarrollo de las estructuras
mentales en el estudiante, para que sea capaz de construir conocimientos más
complejos. También para Piaget, básicamente el docente debe ser un guía y
orientador del proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir, el docente por su
formación y experiencia conoce que habilidades requerirles a los alumnos
según el nivel en que se desempeñe, para ello deben plantearles distintas
situaciones problemáticas que los incomoden y desequilibren. Para el autor el
adolescente se encuentra el estadio operacional formal (11 años en adelante),
en esta etapa pueden razonar de manera hipotética y en ausencia de pruebas
materiales. Asimismo está en condiciones de formular hipótesis y ponerlas a
prueba para hallar las soluciones reales de los problemas entre varias
soluciones posibles, alcanzando en esa oportunidad el razonamiento hipotético
deductivo. Esta información le aporta una cuota de conocimiento al docente
para interactuar con el adolescente siendo un facilitador-mediador de los
saberes.

Vygotsky enfatiza la influencia de los contextos sociales y culturales en la


apropiación del conocimiento y pone gran énfasis en el rol activo del adulto,
mientras que las actividades mentales de los adolescentes se desarrollan
“naturalmente”, a través de varias rutas de descubrimientos como la
construcción de significados, los instrumentos para el desarrollo cognitivo y la
zona de desarrollo próximo; esta última es la que brinda al estudiante la
capacidad de aprender una serie de aspectos que tienen que ver con su nivel
de desarrollo, y con un acompañamiento de un adulto o de iguales más
aventajados, llega a superar esta zona convirtiéndola en un nuevo
conocimiento en su proceder, una vez conquistado este punto, generará un
desafío en conjunto que lo llevará a una nueva ZDP(Zona de Desarrollo
Próximo ).

En este proceso de aprendizaje constructivo, el profesor cede el protagonismo


al estudiante, quien asume el papel fundamental en su propio proceso de
formación, y que llevará a la práctica todo lo aprendido, situándolo en la
realidad. Partiendo de este pensamiento vygotskiano, entendemos que es
necesario poner al alumno en posición de actuar y no solo de recibir, el cual
forjará una apropiación del conocimiento de su entorno. El docente debe crear
marcos y situaciones donde el estudiante aprenda en este mundo (plagado de
tanta información y distracción), debe propiciar la disposición de un "proyecto-
problema-recursos" en la cual comprenda y a su vez genere curiosidad,
teniendo herramientas para solucionar por sí mismo las dificultades que
presente la vida. Estar al lado del proceso y no del resultado, es acompañar a
los mismos a descubrir y potenciar sus capacidades, ayudar y exigir para dar
paso al aprendizaje, logrando que se sienta orgulloso de sus logros y de sí
mismo.
Podemos agregar a esto, lo planteado por Gold y Gómez en su libro
“Psicoeducar”, estos autores perfeccionaron la mirada pedagógica del rol
docente, denominándolo “agente de salud mental de primer orden”, la cual
hace referencia a aquella persona que impacta en el desarrollo emocional de
otra persona, de manera positiva o negativa. Los educadores somos figuras
claves para el desarrollo del niño y el adolescente; como por ejemplo: lo que
refiere a la autoestima (la idea de competencia y la idea de autovalía). Conocer
acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje desde la neurociencia aportará
un acercamiento a entender algunas claves acerca del indescifrable mundo que
es el cerebro del adolescente. El hecho de contar con información sobre ello
nos da la posibilidad de prevenir situaciones y o acompañar al proceso de
estas, las cuales son, en la adolescencia, un marcador definitivo para estos
“pinos nuevos” que se vienen desarrollando entre nuestros saberes.
Según los autores del libro “Psicoeducar”, hay que tener en cuenta que la
psiquis del adolescente pasa por un proceso de remodelación, el cual se
relaciona con los cambios biológicos en la pubertad, que es donde se produce
señales, que inducen la secreción de hormonas que estimulan los ovarios y
testículos; que a su vez, inyectadas al torrente sanguíneo llegan al cerebro y
modulan su funcionamiento. Este proceso psico-biológico lleva al adolescente a
tomar decisiones sin fundamentos, altos riesgos, la búsqueda de novedades y
la experimentación.
Para Carrasco, en la etapa de pubertad, “el púber adolece solo, es decir, no
padece su problemática acompañado de otros, y genera relativamente poca
repercusión en el medio que vive. Esta edad se denomina a nivel popular “la
edad de la bobera”… siendo sin embargo es uno de los períodos más
conflictivos y más dolorosos por los cuales transita el ser humano…. en
cambio, el adolescente como tal incide en el medio y molesta
fundamentalmente al adulto”. A partir de esto, nosotros como docentes
debemos tener en cuenta que el adolescente en su primera etapa, sufre solo,
no molesta al adulto, al contrario de la otra etapa planteada.
Podemos mencionar a Sigmund Freud que relaciona este periodo de
adolescencia con la etapa genital, que se extiende de los 12 a los 15 años
aprox., periodo en que tras una etapa de latencia en la edad escolar, durante la
cual la sexualidad dejo de ejercer presiones momentáneamente, se renueva la
lucha del ello y el yo, ya que los cambios biológicos, reducidos en este caso a
la maduración sexual, vuelven a poner en el centro de atención del individuo,
su sexualidad. Según Freud el adolescente es más idealista generoso, amante
del arte y altruista que lo que será jamás en lo adelante, pero a la ves
egocéntrico y calculador, el no estableció diferencia entre adolescencia y
juventud como etapas del desarrollo de la personalidad.

Por eso es importante recalcar que el rol docente en esta etapa, cumple un
papel fundamental en la construcción de la identidad del estudiante, nuestro
trabajo es redirigir el funcionamiento del cerebro en este período de
remodelación, guiándolo a una mayor capacidad adaptativa, mediante una
adecuada estimulación neuronal.

Siguiendo con lo antes planteado, podemos adicionarle a nuestro bagaje en el


estudio de la docencia el pensamiento de Luis Kancyper, relacionado con la
adquisición y plasmación de la identidad individual y social dentro de “La
Confrontación Generacional” que sufren los estudiantes en la adolescencia;
siendo esta es un punto nodal en su desarrollo. Comprender lo expuesto por el
autor, nos otorga otras herramientas para comprender la importancia del
desasimiento de la autoridad parental, la cual es una operación necesaria
aunque angustiante en el desarrollo humano. Esto nos ayudara, aparte de
entender el proceso de adquisición de la identidad en el educando, lo
importante que es la confrontación como parte del proceso de maduración.
Esto quiere decir que el docente además de ser acompañante puede
convertirse en una figura de confrontación para el estudiante, entendiendo que
no debe ser una alteridad, ni blanda, ni arbitraria, si no que posibilite la tensión
de la diferencia entre los opuestos, admitiendo ambas partes que ser oponente
no es equivalente a ser enemigos; sino que a su vez pueden retroalimentarse
de saberes en esta construcción.

“Es estimulante que la adolescencia esté activa y haga oír su voz, pero los
esfuerzos adolescentes que hoy se hacen sentir en todo el mundo deben ser
enfrentados, deben cobrar realidad gracias a un acto de confrontación. Ésta
debe ser personal.
Los adultos son necesarios para que los adolescentes tengan vida y vivacidad.
Oponerse es contenerse sin represalia, sin espíritu de venganza, pero con
confianza... que los jóvenes modifiquen la sociedad y enseñen a los adultos a
ver el mundo de una manera nueva; pero que allí donde esté presente el
desafío de un joven en crecimiento, haya un adulto dispuesto a enfrentarlo. Lo
cual no resultará necesariamente agradable. En la fantasía inconsciente, éstas
son cuestiones de vida o muerte”. D.W. Winnicott

Tomando el concepto de los tres modelos de padres que Kancyper presenta en


su estudio y traspalándolo al plano educativo, lo visualizamos en tres tipos de
docentes dentro de su accionar; por ejemplo, el docente que abusa del Eros,
sofoca al otro por un solapado manejo de poder seducción, poder-sumisión
para rellanar toda carencia impidiendo la manifestación del odio y la agresión.
Otro tipo de docente podría ser los hacedores, serviles, que impiden que los
estudiantes o adolescentes manifiesten sentimientos hostiles, le ahorran a los
mismos los sinsabores de la vida. Dentro de este grupo a examinar
encontramos docentes distraídos los cuales generan un acuerdo para no
hablar, para no escuchar.

Podemos agregar a lo planteado por Kancyper, lo que presenta Winnicott en su


apartado “Sobre ejercer y sufrir influencia” (1941), sobre el lugar que ocupa la
influencia en las relaciones humanas. Esto es de enorme importancia para el
docente, lo cual nos lleva a considerar que los sentimientos son más o menos
inconscientes de estos fenómenos. El autor plantea que existen personas que
necesitan ser llenadas y otras que necesitan llenar, esta consecuencia se ve
influenciada desde los primeros días de vida del niño, en el momento de
alimentarse, presentando que hay un ingerir, digerir, retener y rechazar relativo
a las cosas, personas y hechos en el ambiente.
Llevado al plano de la docencia, podemos encontrar estos dos tipos de
influencia, tanto por parte del docente-alumno como del alumno-docente, lo
cual parten de la existencia de conflictos básicos internos.
Se verá que esta íntima relación entre el que influye y el que sufre una
influencia es una suerte de relación amorosa que fácilmente puede confundirse
con algo genuino.
Para finalizar, otro de los aspectos que no debe faltar en el rol docente, es lo
que plantea Edith Litwin con respecto a que, la educación debe forjarse sobre
valores y principios que sean capaces de generar principios morales y buenas
acciones por parte de los estudiantes y actores dentro su caminar. La autora
enfatiza en la recuperación de la ética en las prácticas de la enseñanza pero
desde su condición social, en contextos y en el marco de relaciones de ámbito
escolar brindándole al alumno una base sólida de conocimientos para su
accionar en la vida.

Conclusión

Habiendo abordado las diferentes visiones de los autores trabajados en este


material, el cual pretende acercarnos a lo que creemos que debería ser el rol
del docente para adolescentes hoy, es por un lado tratar de entender cómo se
desarrollan los procesos de la personalidad y el carácter en los adolescentes, y
los factores que influyen en su construcción, desde lo biológico, psíquico y a
través del medio social. Por otro lado comprender la importancia del docente
como agente de salud mental para poder acompañarlos en esta etapa de su
desarrollo creando vínculos en su accionar. Entendemos que las principales
metas de la educación y la de los docentes en particular son, formar personas
que sean capaces de crear cosas nuevas, personas creadoras e inventoras; y
en segundo lugar, formar mentes críticas, que verifiquen y no acepten todo lo
que se le expone. En consecuencia es necesario formar alumnos activos, que
aprendan pronto a investigar por sus propios medios, teniendo siempre
presente que las adquisiciones y descubrimientos realizados por sí mismo son
mucho más enriquecedoras y productivas que las impuestas. Como docente,
promover el trabajo en actividades donde estos se integren socialmente, donde
se vea estimulada la curiosidad, las ganas de aprender, los valores innatos a la
condición humana mostrándoles el camino más práctico y conveniente para
alcanzar sus metas; ofrecerles herramientas para un mejor desempeño en su
proceder dentro y fuera de aula, incentivar al alumno a seguir trabajando en el
estudio y mostrándole que este proceso por el cual transitan es indispensable
para su mejor desarrollo. Será el vehículo en el cual debemos posicionarnos
como docentes hoy, haciendo eco en su caminar diario.
Debemos tener bien claro que la figura del Docente es y será un Agente de
salud mental.
Bibliografía
Fotocopias aportadas por el Docente Heriberto G:
Carrasco, E. (1987). “Psicología Evolutiva y Desarrollo”.
Winnicott. (1941). “Sobre ejercer y sufrir las influencias”.
Kancyper, Luis. (1997). “Confortación generacional: Estudio Psicoanalítico”.
Freud – Metamorfosis de la adolescencia. PDF (2014)
Gold, A. Gómez, A. (2016). “Psicoeducar1”. Edit. Planeta. Caps. (2, 5, 6, 7,8)
Linares A. (2007) “Desarrollo cognitivo: Las Teorías de Piaget y de Vygotsky”.
Universidad Autónoma de Barcelona.
De Camilloni, Alicia, et. al. (1998). “Corrientes didácticas contemporáneas”.
Paidós. Argentina. Capítulo 4: “El campo de la didáctica: la búsqueda de una
nueva agenda”, por Edith Litwin.
Philippe Meirieu Nº373 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 47

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