Este es un par de oposición falso, ya que la ética no se contrapone a la moral. La ética, la existencia del sujeto
desorganiza la moral, no pretende suplantarla (es suplementaria).
Estética son las condiciones de posibilidad de la experiencia de la belleza en el orden social. Al igual que la moral, es
temporal y temática.
Estilo es la posición del sujeto frente a su soledad, frente a lo que está dispuesto a crear más allá de la belleza. Es
atemporal, atemática y no personal.
Un universo como completo es requerimiento del discurso moral (A, -A). Una ley moral rige para el universo de todas las
situaciones, pero como esto no es posible la moral rige para algunas situaciones y en otras colapsa.
Primer movimiento de los juicios morales al universo de conocimientos disponibles en materia de ética profesional.
Sitúa el problema en una suerte de estado del Arte, lo cual permite deducir el accionar deseable del profesional ante
situaciones dilemáticas de su práctica. Da cuenta del “que debería hacer y por qué”. El conocimiento necesario para
resolver el dilema existe, antecede a la situación misma. Su forma sintética se expresa en las normativas profesionales.
Segundo movimiento es suplementario al anterior. Este da cuenta de las singularidades en situación. Escenarios
dilemáticos para los cuales no existe un sentido estricto, sino que es la situación misma la que funda conocimiento al
sustraerse de la lógica precedente. Interroga la norma más allá de todo campo reflexivo, suplementando el universo al
decretar su incompletad. Da cuenta del “qué hacer” allí donde la situación se revela como desbordando el conocimiento
que la antecede.
Nadie puede ser más o menos “ético”, sino que la emergencia de la ética se define en la singularidad situacional.
La dimensión ética se despliega en el circuito universal-singular, sosteniéndose en el campo de lo particular, del que toma
prestado su carácter de código.
El efecto particularista es distintivo de la falla ética y se verifica en la pretensión de que un rasgo particular devenga
condición universal.
La pauta moral se corresponde con los sistemas particulares (culturales, históricos) mientras que el horizonte ético
siempre los excede.
Lo universal es lo que va más allá de todos. Es un acto de exceso respecto de las totalizaciones dadas. Prevé que algo
nuevo (lo singular). Es lo propio de la condición humana, aquello que no varía y es estructurante: lo simbólico, el
lenguaje.
El universo supone una ley capaz de cubrir todo lo real, una lengua capaz de nombrar todo, no puede prever la
existencia de algo por fuera de sí mismo.
Lo particular es un efecto de grupo, es un sistema de códigos compartidos, el soporte en que se realiza lo universal-
singular.
Una leu moral, parece enunciar unos principios en cuya ejecución quedarían codificadas todas las situaciones posibles.
Pero se le presenta un punto en que fracasa. La ley no sabe pronunciarse, ese punto de impasse es el campo de la
intervención sobre el que ha de construirse una singularidad. es necesaria una intervención que nomine, que traiga al
ser de la situación eso que había estado excluido a priori. El universal previo se revela como meramente parcial. El punto
de singularidad vehiculiza la exigencia de una nueva ley, esta sí universal, que deje atrás el limitado horizonte restrictivo
de la legalidad previa. El universo se ha ensanchado, se suplementó a partir de una singularidad.
Existe un registro que corresponde a la “justicia de los dioses”. Mientras que las conductas particulares van cambiando,
hay ciertos principios universal-singular.
El campo de lo particular debe ser buen soporte de lo universal-singular.
Cuando Creonte interroga a Antígona dice conocer el edicto, pero aclara que son otras las leyes que ella obedeció al
enterrar a su hermano.
El duelo es singular. El soporte particular es el rito funerario. El entierro del cuerpo de Polinices es para Antígona
condición para que lo universal-singular pueda desplegarse, que es justamente lo que Creonte le prohibió. Su deseo de
sepultura no supone reivindicación alguna del que fue su hermano en vida.
Nadie es ético, existen o no actos éticos en la vida del ser humano. La ética se trata del sujeto y el sentido singular de su
acto.
Antígona muestra que Polinices tiene para ella todas las marcas del objeto irrepetible, de ese objeto del cual no puede
desprenderse, si no hay algo a cambio, algo que permita tolerar su ausencia. No se trata de algo que intente ocupar ese
sitio de la perdida, sino de que la perdida sea posible. En la medida en que le es denegada esta posibilidad, Antígona
hace su sacrificio de su ser y se entrega. No tiene posibilidades de simbolizar está pérdida y queda prisionera. Lo
universal-singular se muestra aquí en toda su dimensión.
Antígona tenía otra salida que la ley de Creonte le negó para siempre.
La ley permite la postergación de la denuncia excediendo el plazo de 72 horas fijadas, en caso de que el criterio
profesional lo dictare.
Si se posterga la denuncia por considerar prudente alguna forma de intervención profesional, la denuncia civil quedaría
como último recurso, solo para los casos en que la situación no pueda controlarse.
El terapeuta está solo y sin garantías de ninguna índole, solo tiene como respaldo su criterio profesional del cual es
único responsable.
Si un profesional, haciendo uso de esa libertad que la ley le brinda, se demora de un modo negligente al punto de
ocasionar un daño mayor, se verá en la situación de afrontar una eventual demanda judicial por mala praxis. Si alguien
se precipita a denunciar, no está exento de una demanda del mismo tenor.
Si bien la ley brinda la posibilidad de hacer o no una denuncia, el criterio profesional es el que deberá guiar el accionar
del psicólogo. Son entonces los principios éticos lo que delimitan el campo profesional..
El secreto profesional debe estar siempre sujeto al principio de neutralidad; este guiará la suspensión del secreto
profesional cuando se mantenimiento conduzca a favorecer alguna forma de ideal incompatible con un proceso de
elaboración y desanudamiento.
Ante el enamoramiento de la paciente por su analista, al ser ajeno a los principios del análisis, solo cabrían tres
posibilidades:
- Que ambos contraigan una unión legitima y duradera
- Separarse y abandonar la tarea emprendida
- Mantener relaciones ilegitimas y pasajeras
Cuando la situación desemboca en la separación entre analista y su paciente, ésta reiterará tal circunstancia ante cada
situación semejante (referencia a la repetición en transferencia). Ese amor de transferencia que no siguió el camino de
un análisis sino que fue rechazado por la vía de la interrupción deja al sujeto en la cadena incesante de repeticiones.
Freud sostiene que hay que estar prevenido contra la contratransferencia.
La posición del analista difiere de las tres opciones iniciales. Esto es lo especifico del tratamiento analítico, mantener la
transferencia, no corresponderla y aguardar que los síntomas se organicen en su interior y a través de ella producir las
interpretaciones que conduzcan a disolverla. La transferencia no es un instrumento del análisis, sino el terreno mismo
en que se desenvuelve la cura.
No se deben satisfacer las demandas amorosas del analizado.
La presencia del analista convoca al amor de transferencia. Esta convocatoria admite la interrogación haciendo hablar a
ese amor, que la palabra permita un despliegue que hasta allí solo es acto repetitivo.
Freud nombra el lugar del analista como neutralidad introduciendo un principio especifico de la práctica analítica.
Principio a partir del cual mantener al paciente en abstinencia tiene un alcance estrictamente clínico. Ubica a la
abstinencia del lado del paciente, pero es el analista el que debe hacerla cumplir. Es su responsabilidad que ese amor de
transferencia se mantenga sin satisfacciones sustitutivas.
Freud sostiene que no hay diferencia entre el amor corriente y el amor de transferencia. Enumera rasgos:
- Es intensificado por la resistencia
- Repite modelo infantiles
- Es más imprudente
Para la ética del psa es tan inaceptable aprovecharse de la transferencia como desentenderse de ella.
Del sexo a la teoría queer. Una lectura de la serie Ps! Elizabeth Ormart
Un hombre ingresa a un edificio para su cita con el doctor, se presenta ante la seguridad del lugar, quien le
pide su documento de identidad para dejarlo ingresar. El hombre da una serie de rodeos; Hasta que
finalmente, accede. Renato resultó ser Renata.
Eje de este episodio: la problematización de los conceptos: sexo, género, sexualidad y sexuación.
El psicoanálisis nos enseña que en la palabra del emisor hay una intencionalidad que va más allá del propósito
consciente del sujeto, y que el emisor es siempre al mismo tiempo un receptor. El analizante, cuando habla,
también se dirige un mensaje a sí mismo, sólo que no es consciente de esto. Parte de la tarea del analista
consiste en hacer posible que el analizante oiga el mensaje: La interpretación tiene la función de devolverle el
mensaje al sujeto en su verdadera dimensión (Singularidad que no estaba en el universo de posibilidades
de la Juez)
C) Renato reclama que sus documentos puedan ser modificados para poder ser el hombre que siente que
define su ser. Él siente que “su verdadero yo no existe” hasta que sea nombrado por la ley como tal. La
existencia de su identidad sexual sólo puede ser materializada en el reconocimiento social de su condición de
hombre. La ley en tanto marca del Otro social es necesaria para permitir el despliegue de la singularidad de
Renato.
La fiscal que entiende en el caso está convencida de que” los intereses de la sociedad están por sobre las
necesidades de los individuos”; suponiendo que el cambio de sexo es un peligro para la seguridad social
particularismo
El género como una construcción significante (F/M), modulada epocalmente es lo particular. Las
representaciones sociales y las formas de expresar lo F/M pudiendo dependen de la singularidad del caso a
caso.
La responsabilidad eludida es la contracara de su posición intransigente frente al joven Renato. La
intervención analítica de Carlo la hará descubrir un escenario inconsciente en el que se juega el reclamo de
justicia por el abandono de su padre. Ella cree que es injusto que su padre la haya abandonado por otro
hombre y ahora decide vengarse de esa afrenta con Renato. Llegada a este punto, el análisis le permite
hacerse responsable, abandonar su cruzada discriminatoria hacia los trans y poner en acto un saber nuevo
desconocido para ella (Singularidad).
A) En el plano del ser humano, lo biológico como tal está perdido, pero esto no supuso necesariamente
una evolución del planteo binarista. La sexualidad no es algo que surge de la diferencia sexual.
Podríamos decir que la diferencia sexual surge de la sexualidad en tanto real: La estructura significante
está determinada y “curvada” por la falta constitutiva de un significante, en cuyo lugar aparece el
excedente de goce. La sexualidad no puede ser apresada por el significante.
B) Psicoanálisis y muerte digna. Florencia González Pla
C) La madre, postrada en el lecho está en la etapa terminal de un cáncer y los hijos discuten con el
médico acerca de cómo proceder ante el fin, que resulta inminente. Los dos varones se inclinan por
una sedación terminal con el argumento de que lo que su madre está viviendo no es verdaderamente
vida. La mujer, en cambio, se niega a tomar cualquier iniciativa en esa dirección, considerándola una
crueldad. Si la discusión es a favor o en contra, no hay margen para el pensamiento ético
(Lewkowicz)
D) Primera intervención del analista: cuando está en la casa realizando la primer entrevista entre los tres
hermanos, afirma que él no ha venido a convencer a Paula de la sedación, les dice que se trata de una
decisión que tendrán que tomar entre los tres, sustrayéndose así de tomar partido (no se trata de lo
que el analista piense o sepa al respecto, en términos de lo que sería correcto o incorrecto, sino de
generar las condiciones de posibilidad para que otra cosa allí suceda Amplía el universo)
E) Luego cuando ella va a acompañarlo hasta la puerta Antonini le pregunta si no le parece que deben
volver a conversar sin la presencia de los hermanos. Inmediatamente Paula pregunta si considera que
sus argumentos no son válidos, el analista contesta que le parece extraño que estando su embarazo
tan avanzado quiera cuidar al mismo tiempo de su madre y del bebé. Frente a esta intervención, ella
acepta un próximo encuentro.
F) B) La expresión muerte digna se refiere al derecho a no prolongar la vida de un paciente que se
encuentra en la fase final de una enfermedad terminal, limitando los esfuerzos médicos y terapéuticos
que pudieran dilatar el inevitable desenlace.
G) La sedación terminal o paliativa, que consiste en facilitar a los pacientes terminales en agonía la
posibilidad de recibir medicación que los duerma profundamente mientras esperan la muerte, es la
iniciativa más frecuente que adoptan los médicos para cumplir con el espíritu de la ley.
H) La singularidad de esta muerte digna: Durante la entrevista entre Paula y el analista aparece una
primera cuestión donde Paula diferencia entre “ser hija” y “ser hijo”; afirma que con ella su madre era
más controladora que con sus hermanos. A continuación recuerda la anécdota en que la madre le leyó
sus diarios íntimos. Entonces Antonini redobla la apuesta respondiendo que ahora es ella quien
controla a su madre
I) En una segunda entrevista: Decide que ya no quiere mantener a su madre de esa manera, que es
demasiado cruel. Ya no se trata de lo que toda hija haría por una madre, sino de lo que ella pueda
hacer con la muerte de su madre.
J) (Hay una escena entre la primer y la segunda entrevista, donde Paula maquilla de una forma muy
bizarra a su madre postrada) Decidiendo terminar con la vida de su madre, el sujeto se debe
enfrentar nuevamente con la castración, momento en el cual ninguna excusa, ni la belleza (cuando
maquilla a la madre), puede velar lo real.
Alex: el tiempo como apremio. Montesano. Alex: paciente / Weston: analista
Alex al ingresar al consultorio, pregunta por las reglas del análisis, y como el analista no responde de
inmediato, repregunta sobre su rol de “cliente” al cual W responde con un chiste “aquí el cliente nunca tiene
la razón” (error ya que nunca establece el encuadre)
A se presenta como “el asesino de la madrasa”. Explica que pertenece a la marina de EEUU, inteligencia naval
le dio un blanco para atacar desde el aire, que se suponía que eran terroristas de Bagdad, pero era una
escuela. Su identidad quedo expuesta y miles de fanáticos ofrecen de recompensa el paraíso y 40 vírgenes a
quien lo mate. A aclara que no tiene problemas de cc por ello.
Sigue explicando cómo se enteró de que había habido un error, y ejemplifica con palabras que usó su padre
cuando murió su madre. Frente a este relato hay un cambio de expresión en A, afirma que él estaba
sorprendido frente a la actitud de su padre: nunca lo vió desmoronarse, además, al año de cumplirse su
muerte, se casa con otra mujer (no puede entender como paso de querer pasar toda la vida al lado de su
madre, al no derramar una lágrima, al casarse con otra)
Siguiendo con la sesión, tiempo después, Alex plantea el objetivo de su consulta: Le pide a W su opinión sobre
volver a la madrasa La intervención de W apunta a señalar la dificultad que tiene para hacerse responsable
de sus cosas, siempre hay otros que definen su vida; luego Alex le termina proponiendo a Paul si quiere ser el
comandante de su vida; a lo que contesta no estar calificado e intenta hacer la asociación de querer castigarse
por la masacre de la madrasa; y luego corta la sesión.
Dimensión deontológica
Problema central del material: La confidencialidad; esto es en la medida que el entrevistado presenta como
motivo de consulta requerir la opinión del terapeuta en lo que entraña una decisión de riesgo y que no está
dispuesto a posponer.
El paciente va a encarar una acción que pone en riesgo su vida y la situación se complejiza ya que ni siquiera
va a haber segunda sesión ya que viaja esa noche.
Dimensión clínica
La introducción a la dimensión clínica tiene que ser entendida considerando la variable subjetiva en tanto al
paciente como a la del terapeuta.
Lo que subyace a las interpretaciones es una posición subjetiva de Alex que se articula con la falta y la culpa.
La decisión de W de al final cortar la sesión y no hacer lugar a la imposición de Alex, es una maniobra para
conseguir una segunda entrevista, pero resulta temeraria: ya que Alex advirtió que está a punto de cometer
acciones que lo ubican en un riesgo inminente.
Si Paul debe levantar el secreto, el punto problemático está en ante quién hacerlo: Si lo hace ante la marina,
suspenderán la carrera de Alex?
Alex: La e-lección posible. María Elena Domínguez
Al entrar al consulto, A pregunta sobre cuál será el encuadre de la sesión; Paul no responde a ellas, ya que
responde con un chiste.
Alex comienza ubicándose como cliente, no deviniendo como paciente. El chiste de Paul apunta a remarcar
ese problema, apelando a la existencia de otra legalidad, no la del sujeto de derecho en el cual Alex se ubicara
al comienzo, sino la del sujeto del icc. Un sujeto supuesto que podrá o no producirse Alex se denomina
como “el asesino de la madrasa” allí hay una puesta en juego de ser reconocido por el Otro analista (Pregunta
cuando dice su nombre si no lo conocía, si no lo había visto en la tele, y el analista dice que no, a lo que
responde que es el asesino).
Paul en un parlamento apela a la distinción tajante que hace alex entre sujeto autónomo: que él es el mejor, el
elegido por la marina, del sujeto que eligió ir al psicólogo y es responsable de la masacre. Dicha intervención
(ser el comandante de su vida) recorta el significante de elegido, a pasar a ser el quien tome las decisiones.
El acto de juzgar entre el dilema y el problema ético. María Elena Domínguez
Una situación es dilemática si nos confronta con una disyuntiva ante la cual tenemos que decidir. El dilema
deja al sujeto dividido por una pregunta. Situaremos a la resolución de ese problema como una singularidad,
una variable que se inventa acorde a la singularidad en situación. El dilema conduce al análisis de cierta
inconsistencia que se revela en el universo de lo particular debido a la aparición de una singularidad que no
está planteada en ningún sistema de reglas, de ningún código.
El problema ético por su parte, si bien también convoca al sujeto a responder, no sitúa en su centro un dilema
y sus alternativas. Existe un problema sobre el que hay que responder, en resguardo de un pero debe
producirse una respuesta que se apoyará en el eje particular, en alguna sentencia normativa entendida como
catálogo de singularidades decididas.
El problema ético no busca dividir al sujeto, por el contrario, acota el campo de la situación constituida a partir
del problema; la situación habilita la evocación de los problemas éticos ya clasificados, a saber: Acoso y
Hostigamiento, Competencia e Idoneidad, Conflicto de Intereses, Deshonestidad Académica, Discriminación,
etc.
Tanto una como la otra lo que intermedia es el acto de juzgar: en ambos casos se requiere que al concepto
provisto por el estado del arte, se lo suplemente con un acto que legisle, que decida si ese caso X ingresa o no
en lo particular (El intérprete debe interpretar si esa situación entra en consonancia con la situación
contemplada en los códigos; por ello no es suficiente encontrar que la situación está contemplada en los
códigos para concluir si se trata de un problema ético o no; porque, por un lado, porque los códigos no
tipifican todas las situaciones, por el otro, porque, aunque esté tipificada, esa situación debe ser interpretada)
El problema ético es el tipo de problema donde situamos una x a despejar a partir de ciertas variables dadas,
la operatoria allí será la lectura clínica de sus variables. Es decir ver si la regla se aplica en ese problema.
Ante una situación dilemática, confrontada con el estado del arte, se tratará del arte de juzgar, diagnosticar
cada vez más allá de la regla y de la clase. Es decir que, en lugar de buscar prontamente resolverlo ubicando el
caso particular como uno más de esa serie diagnóstica clasificándolo, se requerirá de un acto que lo
suplemente, que produzca singularidad.
Ética profesional: Abuso sexual en la psicoterapia. Juan Jorge Michel Fariña
Nombra 3 casos de mala praxis:
El caso del Dr. Joel Feigon, terapeuta de 60 años, a quien la junta directiva del estado de Massachusetts le
retiró la matrícula profesional por haber mantenido relaciones sexuales durante ocho años con una
paciente cuyo amante e hijos estaban también en tratamiento con él.
el Dr. Jules Masserman, quien fue presidente de la Academia Norteamericana de Psicoanálisis y de la
Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos, aparte de presidente honorario vitalicio de la Asociación
Mundial de Psiquiatría Social. Masserman fue denunciado por una de sus pacientes, Barbara Noel, a quien
el profesional abusaba sexualmente luego de inyectarla con Amytal. Cuando Barbara Noel decidió llevar el
caso de Masserman a la corte, otras dos mujeres, una abogada y una empresaria, que habían sido también
pacientes suyas, iniciaron a su vez acciones por haber sido abusadas sexualmente con metodologías
similares.
En Julio de 1986 la Dra. Bean-Bayog tomó en tratamiento a Paul Lozano, un estudiante de Medicina.
Lozano fue internado por lo menos ocho veces por ideas suicidas que en ocasiones llegaron a intentos
fallidos. En Mayo de 1987, el hospital toma conocimiento de lo que considera una participación excesiva
de Bean-Bayog en el caso Lozano. En Junio de 1987 Bean-Bayog realiza una supervisión con el Dr. Dean
Buie, quien le dice que el tratamiento con Lozano marcha bien y que el paciente podría suicidarse si ella lo
interrumpe. La terapia finaliza en 1990. Lozano inicia un nuevo tratamiento con el Dr. William Gaul quien
eleva un reporte a la junta médica del Estado alegando que Bean-Bayog realizó con el paciente un
tratamiento inadecuado. En 1991 Lozano se suicida por una dosis mortal de cocaína.
En Septiembre de 1991 la familia Lozano inicia acciones contra Bean-Bayog acusándola de haber
manipulado y seducido a su paciente causándole la muerte. Se basaba para ello en varias cartas y
fotografías de la terapeuta encontradas entre las pertenencias de Paul Lozano, las cuales habían sido
enviadas o entregadas por ella durante el tratamiento. La junta médica dice que su tratamiento de Lozano
no se realizó de manera conforme a lo aceptado por los criterios médicos, causando en consecuencia daño
a su paciente. La terapeuta es conminada a continuar su práctica terapéutica bajo supervisión de otro
psiquiatra. Ese mismo mes, Bean-Bayog presenta su renuncia, en una extensa carta en la que rechaza los
cargos que se le hacen y donde ratifica que jamás se vio envuelta en ninguna clase de conducta sexual
incorrecta con Paul Lozano.
Diremos entonces: toda violación a la ética conlleva una mala praxis; pero no toda mala praxis involucra un
problema de ética. Veamos nuestros ejemplos precedentes. Tanto Feigon como Masserman sabían que las
relaciones sexuales son incompatibles con la psicoterapia. No podían no saberlo, porque constituyen una falta
ética tipificada en todos los códigos de conducta y sobre todo porque la abstinencia sexual es una de las
condiciones de posibilidad para la existencia del tratamiento mismo. El analista debe estar dispuesto a
mantener la abstinencia, especialmente la sexual, porque es eso y no otra cosa lo que el paciente requiere de
él.
No es obvio que algo de esto ocurra en el caso de Margaret Bean-Bayog. Su tratamiento de Paul Lozano puede
haber sido pésimo, con lo cual estaríamos en el terreno que antes definimos como de mala praxis. Pero no se
ve que exista un problema ético de abuso sexual. Ella consultó con un supervisor; deseaba hacer su trabajo lo
mejor posible y estaba dispuesta para ello a escuchar la opinión de un tercero. El hecho de que éste le
aconsejara seguir adelante e incluso reforzara su vínculo imaginario con el paciente, no puede atribuírsele a la
terapeuta. Se ve la situación: estamos ante profesionales que consideran que están haciendo lo mejor por el
paciente.
Involucración sexual en psicoterapia – Fariña
El código de ética hace referencia también a cuestiones de involucración sexual en el marco de la psicoterapia. Ellos son:
- Los psicólogos no se involucran sexualmente con pacientes en tratamiento
- Los psicólogos no se involucran sexualmente con parientes cercanos, tutores u otras personas que tengan algún
otro vínculo significativo con pacientes en tratamiento. Los psicólogos no finalizan la terapia para eludir esta
norma
- Los psicólogos no aceptan tomar en tratamiento como pacientes a personas con las cuales han mantenido
intimidad sexual
- A- Los psicólogos no se involucran en intimidad sexual con ex –pacientes durante al menos dos años después de
la interrupción o finalización de la terapia.
B- Los psicólogos no se involucran en intimidad sexual con ex –pacientes aun después de un intervalo de dos
años salgo en circunstancias excepcionales. Los psicólogos que toman tal iniciativa después de dos años de la
interrupción o finalización de la terapia y no hayan tenido ningún contacto sexual con el ex –paciente, tienen la
obligación de demostrar que no ha habido explotación o aprovechamiento a la luz de todos los factores
relevantes, lo cuales incluyen: el lapso de tiempo transcurrido desde la finalización de la terapia; la naturaleza,
duración e intensidad de la terapia; las circunstancias de finalización; la historia personal del paciente; el estado
mental actual del paciente; la probabilidad de impacto adverso sobre el paciente; cualquier declaración o acción
llevada adelante por el terapeuta durante el curso de la terapia, sugiriendo o invitando la posibilidad de una
relación sexual o sentimental con el paciente luego de finalizado el tratamiento.
Los dos años comienzan a correr a partir del ultimo contacto.
Responsabilidad profesional: las perspectivas deontológica, jurídica y clínica. Salomone
Responsabilidad profesional: responsabilidad inherente al ejercicio de todas las actividades que constituyen
el ejercicio de la psicología. Psicólogo, contemplan una responsabilidad profesional y una responsabilidad
científica, que redundan en una responsabilidad social
Responsabilidad social: Responsabilidad que deben tener los psicólogos dedicados al estudio de la realidad o
al desarrollo de políticas sociales, deben apuntar su especificad a crear condiciones que contribuyan al
bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad.
Responsabilidad clínica: implica a un sector de aplicación de la psicología cuyo objetivo es producir nuevo
conocimiento acerca de la mente humana por medio de recursos observacionales, experimentales y
correlacionales
La responsabilidad profesional en el campo deontológico
Los códigos deontológicos resguardan los derechos de las personas, especialmente de aquéllas que son objeto
de la práctica profesional. Los códigos fomentan el respeto y la protección del derecho a la privacidad,
autodeterminación, libertad y justicia, promoviendo fundamentalmente la protección de los Derechos
Humanos. Si bien no son en sí mismos reglas obligatorias deben ser considerados prioritariamente ya que
constituyen el fundamento mismo del actuar ético de los psicólogos.
Responsabilidad Profesional y Mala praxis
Principios éticos generales, normativas deontológicas y regulaciones jurídicas son referencias regulatorias de
la práctica profesional de las que emanan una serie de obligaciones deontológico-jurídicas constitutivas de los
deberes profesionales. Se denomina mala praxis a los modos incorrectos de sostener esa obligación jurídica.
La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las conductas que ponen en
riesgo o dañan directamente aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por
las normas deontológicas. Los bienes jurídicos no refieren necesariamente a bienes materiales; por ejemplo: el
deber de confidencialidad, de consentimiento, etc.
Desde la perspectiva jurídica, la responsabilidad se contrae al incumplir una obligación. La responsabilidad
civil, consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en
naturaleza o bien por un equivalente monetario.
El profesional de la salud tiene una obligación de medios, no de resultados, y esa obligación de medios implica
poner toda su ciencia y todo su conocimiento al servicio de su tarea, con el objetivo de mejorar la situación del
sujeto. Tal incumplimiento de las obligaciones puede resultar de un propósito deliberado, negligencia,
imprudencia, impericia, o inobservancia de los reglamentos.
La Imprudencia es entendida como falta de tacto, de mesura, de cautela, falta de precaución, de
discernimiento y del buen juicio debido por parte del profesional de la salud, lo cual lo lleva a asumir riesgos
innecesarios.
La Negligencia es entendida como la falta de cuidado y abandono de las pautas ya estudiadas, probadas e
indicadas de tratamiento. Es un acto negativo; un psicólogo podría ser acusado de negligencia si no realiza la
interconsulta pertinente con un médico cuando sea necesario
La Impericia significa la falta o insuficiencia de conocimientos sobre los procedimientos básicos o elementales
para la atención de un caso, que se presumen y se consideran adquiridos por la obtención del título
profesional y el ejercicio de la profesión. Es un elemento negativo. Se define entonces por la falta total o
parcial de pericia, entendida como la sabiduría, los conocimientos científicos y técnicos.
La Inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo es un apartamiento de la normativa legal aplicable.
Es también un hecho negativo que casi siempre es acompañado por una actitud de indiferencia o de negación
respecto de las disposiciones dictadas por una norma o por un reglamento a cumplir. Acontece cuando,
existiendo una normativa positiva o una exigencia verbal o escrita ordenada por un superior responsable, el
subalterno no le da cumplimiento, generando un resultado indeseable.
Respecto de la responsabilidad penal, se debe tener en cuenta que la mala praxis no está tipificada como
delito. En cambio, sí se sancionan las consecuencias de una mala praxis.
Otras figuras contempladas en el código penal son aquellas de “Abandono de Persona” y “Omisión de Auxilio”.
Estas dos figuras no son exclusivas para los profesionales de la salud; cualquier ciudadano podrá responder
penalmente por este tipo de acciones. Sin embargo, se aplican al caso de un psicólogo o un médico cuando, en
el ejercicio de la profesión, incurrieran en el desamparo o abandono de una persona, al negarle la atención y
el cuidado necesarios que su profesión les permitiría brindar, poniéndola en una situación de peligro para la
salud o la vida.
Responsabilidad profesional y dimensión clínica
El psicólogo no puede eludir las consecuencias de sus decisiones (acciones u omisiones) cuando éstas causen
un daño. El psicólogo en ese campo responderá en tanto sujeto de derecho, con el objetivo de reparar un
perjuicio causado a otro sujeto de derecho.
En el caso de los sujetos encargados de la salud mental, es necesario considerar una Ética profesional que no
quede reducida exclusivamente a los aspectos deontológicos y jurídicos de la profesión, sino que incorpore a
su vez la dimensión clínica. Supone la referencia al campo de la singularidad, constituyendo un modo de
lectura y abordaje sustentado en la categoría de lo singular.
Los códigos son guías para la práctica, pero que nunca podrán sustituir el discernimiento del profesional que se
encuentra en la situación y, por lo mismo, nunca reemplazarán su responsabilidad en la toma de decisión
La interacción del profesional con los códigos. Calo
Deontología: es el conjunto de los deberes que impone a los profesionales el ejercicio de su actividad en
particular.
Tal conjunto de deberes está constituido por leyes del ejercicio profesional (que está subordinada a leyes
superiores). Este corpus deontológico refleja el punto de vista moral vigente en la sociedad de la que emerge y
desde allí prescribe las formas en las que se supone que debe actuar un profesional. La relación que ha de
tener un profesional con estas normas no es solo de obediencia, sino que reclama de su parte un
sostenimiento crítico y ético en relación a la norma.
Ha de considerarse además la imposibilidad de existencia de un código completo, capaz de prescribir la
conducta a seguir en todas las circunstancias posibles. Aspecto ético, ya que convoca al profesional a
anteponer a la norma su compromiso personal y responsable.
Para fundamentar los límites del secreto profesional ejemplifica con la normativa de los sacerdotes. Primero,
en el ámbito eclesiástico la intimidad se valora como dimensión de encuentro entre el hombre y Dios y se le
brinda un carácter espiritual. En el caso del psicólogo, la intimidad es considerada como ámbito psíquico en el
que se despliega el proceso por el cual se establece la dimensión subjetiva. En el caso de la confidencialidad, el
primero recibe la confesión y actúa por delegación de la iglesia y transitivamente en representación de Dios;
por lo cual no puede sentirse propietario de lo que ha escuchado; está excluido como sujeto y sus acciones
son sólo como mediador, no le permite considerar situaciones en las que su criterio subjetivo pudiera
conducirlo al levantamiento del secreto. Pero el profesional, actúa también por delegación, pero de la
sociedad que le transfiere además de su función, el conjunto de obligaciones que debe respetar (esas
obligaciones poseen excepciones).
Avanzando en el análisis del término confidencialidad, incluye dos valores, uno implicado a la etimología del
término y el otro a que refiere a la confianza plena en el confidente, lo cual es un aspecto puramente
instrumental; ya que in garantía de confidencialidad, los pacientes no concurrirían al tratamiento.
La posición del psicólogo frente a la normativa del secreto profesional suele implicar tensión ya que:
constituye un principio, enfrenta posibles excepciones, existe una valoración del principio y que en el caso de
ser necesario es el profesional quien decide si levantar ese derecho o no. En la práctica no puede ser
considerado absoluto el derecho de al secreto profesional. La razón es que la norma no constituye en sí misma
un principio, sino es un medio para la defensa de la intimidad. Excepciones posibles:
Evitar un daño serio para la persona asistida o para terceros, Caso Tarasoff: el asesinato de Tatiana
Tarasoff podría haber sido evitado si los profesionales hubieran levantado el secreto para advertirle el
riesgo que corría.
La consideración de la defensa propia del profesional, ej.: cuando el médico se ve injustamente
perjudicado por causa del mantenimiento del secreto del paciente y este sea el autor voluntario del
prejuicio.
Mantener el secreto pudiera facilitar la realización de actos que vulneren los derechos humanos, Caso
Andrea Ferrero, donde se discute la primacía del derecho a la identidad por sobre el de confidencialidad.
El psicólogo no puede permitir que nadie le quite la posibilidad de mantener el secreto profesional. Puede
pasar que haya situaciones en las que ciertas personas que quieran saber de algo que sucedió en la
situación analítica El profesional se tiene que escudar en el consentimiento válido y la de respetar la
autonomía del consultante (a veces puede no ser suficiente, y hay que levantarlo igual)
Situaciones en las que la exigencia de obtener un consentimiento queda en suspenso:
Caso de investigación científica, en las experiencias que es necesario recurrir al engaño En el caso de
engaños para una investigación, estas deben ser justificadas y sólo son utilizadas si no hay otra alternativa
equivalente. En estos casos el engaño debe ser informado lo antes posible
Situaciones de la clínica donde puede presentarse en el psicodiagnóstico, en la información detallada de
por ejemplo en los parámetros de evaluación, pueden modificar las respuestas del sujeto en la misma
muchos test sólo son eficaces si se desconoce las pautas de evaluación e interpretación. (por eso no se
puede publicar las láminas del test Rorscharch)
Clínica y deontología
Consideraciones sobre la Ética profesional: dimensión deontológico-jurídica. Salomone
Una ética asociada exclusivamente a la deontología genera un desdoblamiento de la función del profesional,
formando dos caras indialectizables: Se configura, por una parte, un profesional con deberes de ciudadano
que dirige su práctica a sujetos de derecho y por otra parte se encuentra con el profesional que lidia con el
sufrimiento del paciente que opera con la dimensión de sujeto del icc.
La dimensión clínica toma en cuenta la dimensión del sujeto, la singularidad en situación. En cambio, el campo
normativo recorta los problemas desde una perspectiva particular. Se trata de una ética ligada a la
descompletud, en tanto alude a un concepto de la falla estructural hay que articular los campos.
El campo normativo: códigos deontológicos y orden jurídico
La deontología refiere a los deberes relativos de una práctica determinada, los cuales se plasman en los
códigos de ética. Se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de los psicólogos. Debemos destacar:
Establecen una serie de pautas que regulan nuestra práctica, que funcionan como una referencia
anticipada a situaciones posibles
Resumen el conocimiento alcanzado en el campo profesional hasta ese momento histórico
Las normas de los códigos se encuentran dentro de una cadena jerárquica de normas
La aplicabilidad del código
1) Normas de excepción a las normas
La deontología establece las excepciones al deber de confidencialidad cuando existe justa causa (en la medida
en que se puede fundamentar la existencia de un interés superior a ser protegido). Pone en evidencia la
dimensión dilemática del secreto profesional
2) La interpretación de la norma
Cada norma contemplará un conjunto de casos que constituyen un conjunto en tanto grupo de elementos que
comparten una propiedad en común El problema surge ante el problema real, no ideal. Habrá que evaluar
si una determinada situación está contemplada en determinada norma y allí el campo normativo mostrará
inconsistencias
Ejemplo 1: relata que periódicamente golpea a sus hijos sin dejar marcas. Primer movimiento de la ética: se
trata de identificar las variables que permitan pensar el caso en serie con otros y a partir de allí el análisis se
basará en contrastarlo con otros saberes
Ejemplo 2: relata un plan para matar a alguien y se sabe que puede realmente cometerlo. A partir del 1°
movimiento llegamos a la conclusión de que es un caso legítimo de excepción a la regla bajo el argumento de
daño para sí mismos o para terceros.
Ejemplo 3: hombre con SIDA mantiene relaciones sexuales sin protección. Este también podría ser un daño
para sí mismo o para terceros, pero como se trata de adultos manteniendo relaciones consensuadas, no se
puede obviar la responsabilidad por parte del tercero. La aplicación de la norma no puede ser generalizada
Debe haber una interpretación
Consideraciones sobre la posición ética.
La sola exigencia de interpretación da cuenta de un punto inconsistente de ese universo que contrasta con la
totalización pretendida por la lógica de completud del campo normativo. Se pueden configurar dos posiciones
distintas que conllevan a movimientos bien diferenciados
1) El abordaje del campo normativo desde un posicionamiento moral, de mera obediencia, que lleva a un
doble engaño: el de la idea de una referencia absoluta y el de falta de responsabilidad por la elección
2) Una posición desde la ética, donde le sujeto acepta la indeterminación radical que lo convoca a responder
de un modo singular
La singularidad en los códigos de ética. María Elena Domínguez
La ética es concebida clásicamente como la ciencia que estudia los comportamientos morales de los sujetos
humanos, será, en este sentido, disciplina confinada a recopilar las acciones adquiridas como hábitos,
supuestamente universales, para extraer de allí reglas generales que tendrán valor de éticas.
La deontología profesional será aquella sección de la ética encargada de estudiar y compilar las reglas, normas
y deberes que rigen la buena conducta del ejercicio de las profesiones.
La deontología legisla lo que se debe hacer, mientras que la ética reflexiona sobre el obrar humano, sobre los
actos de los sujetos que no pueden ser anticipados a la norma. La ética se presentaría como suplementaria a la
deontología al producir un exceso respecto a las totalizaciones dadas se trata de soportar que hay un
suplemento que no puede reducirse al saber general.
Llamaremos éticas a las singularidades que produzcan un quiebre respecto de un universo del discurso, siendo
advertidas como algo incalificable.
Un conjunto solo se puede definir si es posible descrbir todos sus elementos. Existe una paradoja que es la
imposibilidad de definir a un conjunto como infinito; para evitarla, todos los objetos de una colección deber
haberse formado antes de definirla La deontología es homóloga a la teoría de conjuntos; pero la ética
supera la paradoja, incluyendo el horizonte universal
Una ética que encuentra su fundamento en el reconocimiento del sujeto como ser simbólico, de un sujeto que se
humaniza por el lenguaje. Tal pasaje por el lenguaje constituye al sujeto deseante. La ética de lo simbólico reside en el
reconocimiento de tal condición y en sus actos lleva implícita la intención del desarrollo simbólico del sujeto. Todo
aquello que atente contra su posibilidad simbólica se erige como no ético.
El psicólogo no puede intervenir sometiéndose al dictado particularista, moral. Que un acto deje la conciencia tranquila
a quien lo lleve a cabo, no significa que se constituya como ético. Responder ante un dilema ético, elegir el camino
correcto rechazando el que se reconoce como incorrecto, no es algo que el psicólogo pueda eludir. El psicólogo no se
encuentra frente a dos obligaciones contradictorias, tiene una sola obligación y esta se encuentra en la necesidad de
respetar los principios éticos.
Desde el punto de vista ético-metodológico, el diseño de este experimento afecta cuestiones relativas al cuidado de la
integridad psicofísica del sujeto de la experimentación, a la administración de consignas engañosas y al consentimiento
para participar de la experiencia.
No era revelada la verdadera naturaleza del experimento, que consistía en una investigación sobre la obediencia a la
autoridad. Recurrir al engaño a veces es necesario en algunas investigaciones sociales. En virtud del resguardo de los
derechos de las personas, la deontología prescribe ciertas limitaciones con el objetivo de minimizar los efectos de esta
técnica sobre el sujeto de experimentación.
Burger realizó una réplica y tomo recaudos necesarios: finalizado el procesamiento, le informaba al candidato la
verdadera naturaleza del experimento e interrumpía el experimento después de que el sujeto administrara la descarga
de 150 voltios.
Estableció un doble proceso de selección de los candidatos. Los participantes fueron informados por escrito que podían
retirarse en cualquier momento del experimento. Se administró a los candidatos una leve descarga para que verificaran
el efecto generador (15 voltios). El supervisor era un psicólogo preparado para detectar cualquier signo de estrés y
detener la prueba si era necesario.
En la versión de Derren Brown (programa de tv) hubo consentimiento verbal que podían retirarse y conservar el dinero.
Más del 50% continuó aplicando descargas hasta los rangos más altos del generador sin apelar a su derecho.
En la masa los miembros se identifican entre sí, de yo a yo a partir del sostén del ideal del yo – eje imaginario a-a´. “se
hace masa” como “se hace yo”, por medio de idéntica identificación especular.
Freud había descubierto que el efecto de masa podía producirse en pequeños grupos y que requiere apenas de 3
términos: un líder, un seguidor de ese líder y una víctima.
1883 eugenesia según Galton La ciencia del mejoramiento del linaje que, particularmente en el caso del ser
humano, se ocupa de todas las influencias susceptibles de dar a las razas mejor dotadas un mayor número de
oportunidades de prevalecer sobre las razas menos buenas.
Esto promovería el desarrollo de las razas mejor dotadas (eugenesia positiva) y limitaría el desarrollo de más menos
buenas (eugenesia negativa)
En Alemania encontró su mayor desarrollo.
1933-1939 el nazismo proclamó la raza nórdica como ideal eugenésico y promulgó la “Ley para la Prevención de la
Descendencia con Enfermedades Hereditarias”. Las políticas del estado eugenésico se centraron en la población judía.
En 1935 se promulgó la “Ley de protección de la sangre” que penalizaba el matrimonio entre alemanes judíos y no
judíos.
1939-1945 se profundizaron los programas de eutanasia extendiéndose a todos los enfermos considerados
“incurables”. La eliminación alcanzó a los judíos, considerados por la medicina y la antropología nazi, como raza sub-
humana.
Las coordenadas de la obediencia. Milgram a través de la lectura de Bauman - Laso
El holocausto prueba que el mal es el resultado de la imposición de un orden impecable. La Shoa (holocausto) fue
producto de una acumulación poco corriente de personalidades con tendencia a obedecer a más fuerte y a ejercer una
arbitrariedad sin escrúpulos hacia el más débil.
El experimento de Milgram permite despejar factores vinculantes que facilitan la obediencia de un sujeto común a
órdenes aberrantes:
- La distancia social: la separación de la víctima le ahorra al sujeto el presenciar el resultado de sus actos y su
responsabilidad por el dolor. Al estar aislado de la víctima y próximo al experimentador, el sujeto con el cual se
identifica. La cooperación entre sujeto y experimentador facilita la sensación de grupo, de pertenencia, esfuerzo
compartido y tarea en común.
- La paradoja de la acción secuencial: el paso suave de una etapa a la otra hace que el sujeto quede atrapado en la
imposibilidad de abandonar sin revisar y rechazar la evaluación de los propios actos como correctos o inocentes.
La acción secuencial facilita la resistencia a volver a evaluar y condenar la propia conducta anterior y estimula a
seguir avanzando
- La moralización de la tecnología: la preocupación moral se centra en la tarea en sí misma y su
perfeccionamiento dejando de lado la reflexión sobre la situación de los objetos a los que se dirige la acción. La
moralidad destaca las categorías de lealtad, deber y disciplina, dejando de lado las cuestiones éticas ajenas a las
preocupaciones de la autoridad de turno. La persona subordinada siente orgullo o vergüenza, según lo bien que
haya desempeñado las acciones exigidas por la autoridad.
- La responsabilidad flotante: en virtud del consentimiento dado por el sujeto al derecho del superior a mandar,
traslada el lugar de la responsabilidad al otro, pone en práctica los deseos de otra persona. Las órdenes que no
proceden de la autoridad pierden toda su fuerza; lo que cuenta no es lo que hagan los sujetos, sino por quien lo
hacen. Cuando todos los miembros de una organización delegan su responsabilidad en una autoridad, el efecto
global de traslado de responsabilidad configura una “responsabilidad flotante” en la que todos están
convencidos de estar sometidos a la voluntad del Otro. Los sujetos están convencidos de que la responsabilidad
reside en una “autoridad competente superior”.
- La concentración del poder: la disposición a actuar en contra del propio parecer y desoyendo la voz de la
conciencia no solo están en función de una orden autoritaria, sino que es el resultado del contacto con una
fuente de autoridad inequívoca, monopolista y firme.