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ELIADE: En el siglo XIX mito significaba todo lo opuesto a la realidad.

En las
sociedades tradicionales (primitivas), el mito resulta el fundamento de la vida social y la
cultura y es considerado como una expresión de la verdad absoluta porque refiere a una
historia sagrada. Siendo real y sagrado, el mito se vuelve ejemplar y por lo tanto
repetible, sirve de modelo y justificación de los actos humanos.
Se pregunta: si el mito es un modo de der en el mundo, ¿Qué ha sido de los mitos en las
sociedades modernas? ¿Qué ha ocupado el lugar esencial que el mito tenia en las
sociedades tradicionales?
Analiza el mito comunista. Marx retoma mitos escatológicos del mundo asiático
mediterráneo.
El hombre occidental ya no es el amo del mundo: frente a él se encuentran, no ya
“indígenas”, sino interlocutores. Hay que tomar conciencia de lo que queda de mítico en
nuestra existencia moderna y eso es exactamente lo que se propone Mircea Eliade,
profundo conocedor y defensor de los mitos, convencido de que su comprensión
formará parte, algún día, de uno de los descubrimientos más útiles del siglo XX.
En la antigüedad no existía grieta entre la mitología y la historia, los personajes
históricos se esforzaban en imitar a sus arquetipos, los dioses y héroes míticos. En la
sociedad moderna, los mitos están laicizados, degradados y camuflados pero se
reencuentran por todas partes, solo hay que reconocerlos. Los mitos son una forma de
salirse de la historia. En el trabajo de la sociedad moderna el hombre no puede escapar
al tiempo del trabajo. Por lo tanto la única evasión posible es la distracción. El
espectáculo y la lectura representan vías de evasión elegidas por el hombre moderno.
Los temas mitológicos abundan en las novelas populares.
Eliade iidentifica lo religioso como un constituyente de la conciencia humana, buscando
entre lo inconsciente elementos trascendentes. Los fenómenos religiosos serían
expresiones de unas experiencias religiosas fundamentales. En la hierofanía, lo sagrado
se hace patente, el comportamiento del hombre religioso es el punto de encuentro con lo
sagrado.
Habría dos vías hermenéuticas. Por un lado lo que significa para el homo religiosus que
vive la experiencia hierofánica. En este nivel, el símbolo, el mito y el rito son elementos
constitutivos de la vivencia espiritual del hombre arcaico. Por otra parte tenemos el
mensaje que el homo religiosus transmite al hombre moderno. De este modo se logra el
fruto de la aportación de lo religioso a la cultura y a la construcción de un nuevo
humanismo para el hombre moderno y sus demandas espirituales. El fin último de esta
hermenéutica sería la unidad espiritual de la humanidad sobre la base de la experiencia
de lo sagrado vivida por el homo religiosus.
Lo religioso existe porque hay una estructura de la conciencia humana basada en la
relación con lo sagrado. No se trata de un estadio más de la humanidad, sino de un
constituyente de la conciencia humana. La comprensión de lo religioso implica la
aceptación de su propia significación: lo sagrado es la dimensión humana -en cuanto
experiencia subjetiva y en cuanto realidad objetiva que motiva esa experiencia- de
inserción en una totalidad que permite al hombre tomar conciencia de que es tal
hombre. A través de los procesos de iniciación: mito y rito, el hombre es comprende a sí
mismo y su situación en el mundo, sobre la seguridad de que es lo sagrado lo que
sostiene toda la realidad.
La historia de las religiones estudia las manifestaciones de lo sagrado, las hierofanías,
cuya comprensión es vía de comprensión de todo el fenómeno religioso. Hay una
dialéctica por la que lo sagrado se manifiesta siempre a través de lo profano,
arrancando una parcela de la realidad profana y transformándola sin por ello reducirse a
ella. Lo sagrado se muestra en la hierofanía, en la realidad que hace de sino suyo, como
presencia significada. Espacios y tiempos sagrados apuntan al centro de todo y al
tiempo originario, ambos esenciales frente a todo lo que no es esencial. Mitos y ritos
permiten pasar de nuestra realidad al punto focal de toda realidad.
Examina los poderes y dinamismo de lo sagrado en el sentido de que toda hierofanía es
una manifestación de fuerza, una kratofanía. Para ejemplificarlo, toma el concepto de
mana, fuerza que pude manifestarse en cualquier objeto o acción, es una fuerza
impersonal difundida en el cosmos.
Los sujetos que tienen mana lo han recibido de seres superiores mediante la
participación mística de lo sagrado. Sostienen que el problema debe plantearse en
términos ontológicos: lo que existe y lo que no existe, lo que es real y lo que no y no en
términos de personal- impersonal, etc. porque estos términos no son precisos en las
conciencias de los primitivos. Eliade sostiene que lo sagrado se manifiesta de diferentes
formas y, todas estas hierofantas están cargadas de poder. La oposición sagrado- profano
se traduce como una oposición real-irreal. Algunas hierofanías son más visibles que
otras.

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